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A. CONCEPTO Y OBJETIVOS
C. REDACCIÓN Y REVISIÓN
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D. ASPECTOS FORMALES
E. PARTES
1. Resumen
15 1.1. Definición
1.2. Método
1.3. Características
1.4. Errores que hay que evitar
202. Esquema
2.1. Definición
2.2. Método
2.3. Forma
2.4. Características
25 2.5. Errores que hay que evitar
3. Título y tema
3.1. Definición
3.2. Método
30 3.3. Características
3.4. Forma
3.5. Errores que hay que evitar
4. Opinión personal
35 4.1. Definición
4.2. Método
4.3. Errores que hay que evitar
EL COMENTARIO DE TEXTO
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CONCEPTO Y OBJETIVOS
Antes de conocer con detalle las partes de este ejercicio y cómo deben plantearse y
45llevarse a cabo, conviene tener presente que, más que conocimientos específicos, la
Universidad quiere evaluar con él el grado de madurez intelectual alcanzado por las personas
que aspiran a ser universitarios. Dicha madurez se manifestaría en su:
B. ACTIVIDADES PREVIAS
1. Lectura comprensiva
70 Hay que leer el texto de forma completa, intentando comprender su significado
general. Si no lo entiende, hay que volver a leerlo más despacio las veces que haga falta, antes
de leer subrayando. Si hay alguna palabra que no conoce, intente deducir su significado por el
contexto.
D. ASPECTOS FORMALES
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El comentario que se nos pide, como cualquier otro texto, además de respetar la “regla
de las tres C” —claridad, corrección y concisión—, tiene que ser un escrito:
a) Adecuado a la situación (ámbito académico y relación formal con el receptor, sin
coloquialismos ni tratamientos personales).
105 b) Coherente: las explicaciones tienen que quedar bien ordenadas, razonadas y
ejemplificadas; no debemos hablar de lo que no corresponde, ni perder el hilo del
discurso o extendernos en repeticiones innecesarias
c) Cohesionado: porque articule y una bien las oraciones, los párrafos y las diversas
partes del texto. No puede ser un amontonamiento de ideas —de oraciones sueltas,
110 sin nexos adecuados—, ni tampoco abusar de las oraciones largas —con muchas
subordinadas que suelen resultar confusas y sintácticamente incorrectas.
d) Gramaticalmente correcto, con el nivel de corrección exigible a una persona
preuniversitaria — redacción y signos de puntuación: comas, puntos, punto y coma,
guiones, paréntesis…; ortografía: acentos, grafías… Vocabulario: evitar la
115 repetición de términos, no abusar de las palabras comodín (cosa, hacer…), buscar
la propiedad y la precisión léxica…
e) Con la máxima “legibilidad” posible para facilitar al corrector la lectura y la
comprensión y ganarnos su predisposición —presentación: letra clara, sin
tachaduras ni borrones, márgenes y sangrías, espacio entre líneas…
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D. PARTES
1. Resumen
1.3. Características
• Debe ser conciso, breve y representativo. Por tanto, es necesario saber omitir,
145 seleccionar, generalizar y abstraer. No se debe sobrepasar el 30% del texto, pero
la calidad del resumen no depende tanto de la propia brevedad como de la
capacidad de representar cabalmente al texto.
• Debe ser objetivo y no incluir valoraciones ni opiniones personales. Se adoptará
el punto de vista de un observador imparcial que se limita a reseñar lo que dice el
150 texto.
• Con nuestras propias palabras —así se demuestra que se ha comprendido y
asimilado el texto— y en presente de indicativo.
• Debe ser informativo, no descriptivo.
2.1. Definición
Un esquema es una representación escrita de cómo se organizan o se estructuran las
175 ideas en el texto. Por lo tanto, hacer un esquema consiste en poner de relieve las ideas
principales del texto, las secundarias y las relaciones que mantienen entre ellas.
2.2. Método
A la hora de realizar un esquema podemos seguir dos métodos:
180 Inductivo: Anotar en un borrador todas las ideas presentes en el texto formuladas
de modo breve. Después, intentaremos relacionar esas ideas con otras superiores,
presentes o no en el borrador. Para seguir este método hay que tener en cuenta que
ninguna de las ideas que anotemos debe ser superflua y que, al realizar el esquema
definitivo, debemos exponer la relación de interdependencia que guardan entre ellas.
185 Deductivo: Establecer la idea central de cada párrafo, observar qué es lo que da
unidad a cada uno de los párrafos del texto, redactando esta idea dominante en pocas
palabras. Después observaremos la relación entre las distintas ideas, y, por fin, dentro
de la idea principal que en cada párrafo hayamos establecido, determinaremos las ideas
secundarias que forman parte de ella, teniendo en cuenta las relaciones que la vinculan.
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2.3. Forma
El esquema no debe tener llaves ni excesivas subdivisiones. Para ayudar a captar
rápidamente lo sustancial del texto, puede seguirse un orden numérico que subraye, por la
tipografía y la visualización —de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo— la
195 jerarquía de las ideas. Ejemplo:
2.4. Características
• Se debe elegir lo sustancial y desechar lo accesorio.
210 • Debe tener unidad de dirección y de visualización, es decir, debe organizarse
hacia la derecha y hacia abajo, de forma que se pueda captar en un solo golpe
de vista, destacando las ideas nucleares.
• El texto del esquema debe ser breve, de frase corta con oraciones simples, sin
detalles ni anécdotas, claro y significativo.
215 • Debe tener coordinación entre sus partes, quedando así de manifiesto las
relaciones de interdependencia de las ideas del texto.
3. Título y tema
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3.1. Definición
El título en el comentario de textos es una frase que sintetiza o engloba todo el
texto, una exposición muy breve de la idea central del escrito, que sintetiza la intención
del autor cuando redactó el texto que comentamos. A veces el título —título temático—,
230 coincide con el tema —idea abstracta, central, del texto—, otras veces es más breve y
lo resume, totalmente o en parte, y en el caso de los libros y de los artículos periodísticos
—en periodismo se habla de “titular”— puede ser parcial, connotativo, chocante…
3.2. Método
235 El tema es el resultado de reducir el resumen al máximo, pero esta reducción es más
segura si se divide en dos fases: primero se convierte cada párrafo en una oración y después
se reducen todas estas oraciones a una sola, la formulación del tema.
3.3. Características
240 Un título debe ser:
• Conciso, a ser posible, una frase muy breve.
• Claro, su lectura debe permitir entender el contenido fundamental del texto.
• Completo, ya que especificará el fondo del texto.
El tema ha de ser:
245 • Universal: un enunciado capaz de ser aplicado en cualquier contexto temporal o
espacial.
• Completo: que abarque la idea central de todo el texto o la parte más importante.
• Breve.
• Descontextualizado: en su enunciación no deben aparecer detalles concretos o
250 anecdóticos.
3.4. Forma
El título ha de tener extensión muy breve; por término medio no debe sobrepasar las
seis o siete palabras.
255 La frase con que formulemos el título no debe, a ser posible, llevar verbos en forma
personal. Es preferible la utilización de dos puntos o la expresión de una oración
atributiva con el verbo elidido.
4.1. Definición
270 El juicio valorativo del texto es la respuesta razonada e intelectual que el texto provoca
en nosotros. Ha de ser la parte más personal e individual del comentario, pues en ella el
comentarista ha de confrontar las ideas del texto con su visión particular del mundo, con
su experiencia personal y con la propia manera de expresarse. Pero esta respuesta que el
texto nos merece, tendremos que justificarla con los datos y conclusiones obtenidos en
275 el comentario explicativo anterior.
4.2. Método
Lo más importante de este apartado es la capacidad de exposición y argumentación y
los pasos que debemos seguir deben ser los siguientes:
280 a) Relación del texto con otros aspectos
Hay que asociar su contenido a otras facetas de nuestro saber que se correspondan o
guarden relación con el texto, es decir, relacionar el tema con otros temas, con otras
referencias culturales o interdisciplinares —históricas, sociológicas, literarias, filosóficas…
—, con otros autores que lo hayan tratado; también con lecturas, películas… que se hayan
285leído o visto y que traten el mismo tema, desde el mismo o desde otro punto de vista.
b) Juicio crítico del texto
Hay que exponer un juicio crítico razonado de la opinión personal (explicación y
valoración), sobre lo que el texto dice, asintiendo, disintiendo o matizando su contenido con
razones de peso y rigor, es decir, reforzar la tesis expuesta por el autor con argumentos
290propios o refutar las ideas del texto a partir de las nuestras. Pero hay que valorar tanto la
forma como el contenido y la adecuación de ambos. No se trata, simplemente, de dar la
opinión personal y reducir el comentario a expresiones del tipo: Me ha gustado mucho…o
Estoy completamente de acuerdo…, sino que se han de valorar aspectos como los siguientes:
a. El grado de dificultad, el estilo y la originalidad con que se ha
295 enfocado el tema.
b. El interés del texto con relación a su época, corriente o movimiento.
c. El interés particular o general de éste y su actualidad.
d. El provecho para el lector.
e. Su aportación al tema.
300 f. El sistema de valores que representa —dando argumentos personales a
favor o en contra—.
g. Si el texto responde a la finalidad que se proponía el autor.
Hace más o menos un año, con motivo de una desafortunada e insolidaria actuación del
alcalde de Milán respecto a unos inmigrantes albaneses, Humberto Eco se preguntaba en un
artículo qué puede hacerse como respuesta a tales comportamientos incivilizados. Desde luego,
330 decía Eco, es superfluo recordarle al señor alcalde los principios de la dignidad humana y sus
derechos, porque si no los conoce ya a sus años es difícil que vaya a aprenderlos de un día para
otro. Lo único efectivo a medio y largo plazo es educar a los hijos de ese alcalde y a los de quienes
le votaron para que sientan repugnancia racional ante la discriminación. Y también para que
comprendan que la ciudadanía verdadera consiste en compartir derechos universales y no en
335 sentirse parte de un pueblo o comunidad privilegiada, cerrada sobre sí misma y recelosa ante los
desafortunados.
Este es el objetivo de dos campañas de las que quisiera darles breve noticia. La primera de
ellas está promovida por una de las ONG más fiables que existen en la actualidad, Médicos del
Mundo, y propone una tarea de sensibilización acerca del lenguaje que utilizamos corrientemente
340 (y sobre todo, que utilizan los medos de comunicación) a propósito de los inmigrantes. Los
destinatarios de esta campaña, según la sabia recomendación de Humberto Eco, son los colegiales
de ESO y bachillerato.
La xenofobia es una actitud que no se contagia tanto por las ideas (en general, los xenófobos
carecen de ellas) como por las palabras. Pensemos, por ejemplo en el uso descalificador que
345 ciertos nacionalistas de nuestro país dan hoy al término “español” o -los más finos y, por tanto,
más repugnantes- a su ridícula variante de “españolista”. No califican objetivamente nada, sino
que expresan solamente una voluntad de excluir o rechazar a aquellos con quienes deben –
subrayemos el deben, porque de ese deben no hay escape- seguir conviviendo. La campaña de
Médicos del Mundo se refiere a los usos verbales discriminadores para referirse a los inmigrantes,
350 muchos ya casi oficializados y manejados aun por personas que no se consideran en modo alguno
xenófobas. El más característico es el de hablar de “inmigrantes ilegales”, o incluso sencillamente
“ilegales”. ¿Cómo puede ser ilegal una persona? El principio básico de dignidad en que se basan
los derechos humanos consiste en no juzgar nunca lo que las personas son, sino limitarse a
valorarlas por lo que hacen. Puede ser ilegal o irregular una forma de inmigración, pero nunca la
355 persona que la practica. Se empieza por hablar de gente “ilegal”, se pasa luego a calificar a esos
mismos o a otros de “gente de dignidad cero” y se termina apoyando leyes de limpieza étnica o de
exterminio higiénico de delincuentes.
La segunda campaña viene promovida por la UNICEF del Pías Vasco, y su objetivo es
explicar a las niñas y niños el contenido de la Convención sobre los Derechos del Niño, aprobada
360 en 1989 y ratificada ya por 191 países, entre ellos afortunadamente el nuestro. Da a conocer a los
más jóvenes esos derechos -que enlazan desde su categoría de edad con los derechos humanos
básicos- es el primer paso para hacerles entender que hay que respetar los derechos de todos los
demás, así como también exigirlos cuando son violados donde fuere y solidarizarse con quienes
sufren tales violaciones. Es importante subrayar desde el principio que tales derechos no son algo
365 que se tiene de modo pasivo, sino un instrumento para participar en lo común y para
responsabilizarse por lo que afecta a los semejantes. ¡Ojalá que esta iniciativa pedagógica tenga
éxito precisamente en el País Vasco, donde tanto se necesita defender lo que nos une al distinto
frente a quienes no pretenden más que oponer y disgregar!
(El País semanal, 3 de enero de 1999)
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