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Introducción.
Una cosa es lo que puede "parecer" un perro sobre el cual recaen nuestras interpretaciones y
prejuicios humanos (ya bastante condicionados y distorsionados) y otra, muy distinta, es lo que
en realidad es dicho perro, según sus características y funciones "naturales".
La mayoría de quienes critican negativamente el comportamiento del beagle pasan por alto una
cuestión muy sencilla y básica: el beagle es un sabueso, un cazador. Por tanto sus
características comportamentales van a estar determinadas por esta disposición racial y la
mayoría de sus "incomprensibles actos" encontrarán allí explicación satisfactoria.
Ninguno de nosotros puede hacer nada para cambiar las características genéticas del beagle,
a menos que lo cruce con otra raza. El hecho de que ésta raza haya sido introducida a la vida
citadina no implica que se pierdan sus instintos. Por ello, lo que si podemos y debemos hacer
es profundizar en nuestro conocimiento sobre éste sabueso con el fin de comprender sus
necesidades y acomodar nuestro ánimo a satisfacerlas.
Si el lector de éste artículo está pensando comprar un beagle por su encantador aspecto físico,
la pregunta de fondo que debe formularse es la siguiente: ¿es compatible mi estilo de vida con
las características raciales del beagle? Si esa compatibilidad no existe, es mejor abstenerse de
adquirir uno de estos perros, por su propia tranquilidad y por el bienestar del can.
Ahora, si usted ya tiene un beagle y está desesperado y no sabe que hacer con él, le
recomiendo que lea los próximos párrafos con el fin de lograr un entendimiento mas profundo
de la raza, que probablemente le ayudará en su mutua convivencia.
Aunque se desconoce el origen exacto del beagle, se sabe que desde el principio estos perros
fueron utilizados para ayudar a cazar diferentes tipos de presas menores (zorros, armadillos,
conejos, liebres).
La evolución de cientos de años en torno a un fin específico: "cazar" definió las cualidades y
características físicas y psicológicas del beagle.
Hoy en día, el estándar internacional de ésta raza hace más énfasis en la descripción física que
en la psicológica, pero es importante conocer mas a fondo el marco que define el carácter de la
raza para entender su comportamiento y saber si podemos acomodarnos a él.
Muchos de los problemas que tienen o han tenido los propietarios de los Beagles se deben al
desconocimiento de su psicología, la cual, como se ha dicho, está ligada a su función de
cazador.
En este artículo queremos exponer el primero de dos análisis diferentes del comportamiento
canino aplicado al beagle: "el análisis psicológico", dejando para la segunda entrega "el mapa
caracterológico". Ambos presentan enfoques diferentes del comportamiento canino. Le
corresponde al lector juzgar la posición que considere mas acertada.
LISIS PSICOLÓGICO
1. Sensibilidades:
Las sensibilidades son la forma y el nivel de reacción del perro frente a estímulos externos.
En el beagle, como en otros perros de rehala (caza en jauría), estas sensibilidades son medias-
bajas.
En primer lugar, la u u del beagle es media, lo cual indica que no reacciona
muy excitadamente frente a diferentes situaciones de su entorno. En ocasiones el beagle
puede mostrarse casi indiferente frente a las personas, objetos y animales que le rodean. Sin
embargo, esta sensibilidad no es baja. El beagle es un animal bastante curioso y generalmente
observa lo que sucede a su alrededor con detenimiento pero sin alterarse o asustarse
demasiado.
La u u es media. Lo cual le permite sopotar bien los sonidos fuertes, incluso
de armas sin alterarse demasiado y ello también concuerda con sus cualidades de cazador.
Por último la sensibilidad mas desarrollada del beagle es la En efecto, el beagle,
como buen sabueso, se guía preferentemente por su olfato para encontrar su presa.Su misma
anatomía está diseñada para favorecer esta sensibilidad: Su cuello es robusto y lo
suficientemente largo para permitirle mantener la cabeza pegada al piso. Su nariz es fuerte,
grande, sus ventanas nasales amplias y sus patas son cortas.
Esto nos lleva a entender que el Beagle depende mucho de su nariz para entender el mundo.
Todo lo capta preferentemente por su éste órgano. Reconoce a sus amos mas por el olor que
por los demás sentidos, sus juegos buscan desarrollar su habilidad odorífera, es capaz de
discriminar gran cantidad de olores y seguir rastros a través de enormes distancias. Su
voracidad se relaciona mas con el sentido del olfato que con el del gusto, por eso el beagle se
traga la comida casi entera siempre que le huela bien.
Esta aguda sensibilidad nos enseña mucho de las cualidades de éste perro. Su adiestramiento
debe realizarse teniendo en cuenta esta peculiaridad, aprovechándola e incentivándola para
conseguir la respuesta deseada del perro. Es decir en el adiestramiento del beagle sirven más
los estímulos odoríferos que los visuales o auditivos. Si el beagle percibe que usted tiene algún
suculento premio hará muy bien lo que le pida. Los premios alimenticios pueden sustituirse por
otros que el perro identifique por su olor (un guante, una prenda de vestir, una pelota)
Muchos propietarios de beagles se angustian por que su perro olfatea y escudriña mucho entre
la basura. Ello es lógico teniendo en cuenta su sensibilidad olfativa, pues el olor producido por
los alimentos y materiales en descomposición es más fuerte e intenso que otros olores, por ello
es mejor mantener la basura bien tapada, en lugar de estar castigando al perro
constantemente.
Esta sensibilidad también es importante a la hora de establecer el sitio donde el beagle hará
sus necesidades fisiológicas. Si se premia al perro de forma conveniente el reconocerá
rápidamente donde es "su sanitario". Aquí también el castigo es contraproducente.
!. Instintos
Instinto de cobro: capacidad innata para traer la pieza de caza a su líder o cazador. El beagle respeta la
jerarquía del hombre, si está debidamente entrenado y le entregará la presa por que su mayor
satisfacción es efectuar la caza.
Instinto de caza: capacidad innata para perseguir y hacer presa a la caza. El mayor de todos los instintos
del beagle es el de cazar y por ello presenta un nivel muy alto de desarrollo. Como se ha dicho, en
función de este instinto se desarrollan todas las demás características psicológicas del perro.
3. Carácter
en el beagle es baja. Se trata de un perro que no se altera fácilmente. Él
observa las situaciones y luego reacciona. Esto puede en ocasiones facilitar el entrenamiento
en la medida en que el perro no se asustará ni se amedrentará frente a los estímulos negativos
que suelen dar los entrenadores (cosa no plausible). Pero en ocasiones también puede
dificultar la labor de adiestramiento por que el perro se desconcentra a pesar del estímulo que
le demos.
Como se dijo, el beagle corre y a la vez que ladra de acuerdo a su proximidad de la presa. Su
excitación aumenta cuando está cerca de su objetivo y ello le lleva a ladrar para avisar a su
amo. Esta característica en ocasiones se traduce en un rasgo que a muchos propietarios
citadinos no les agrada: Cuando el beagle es muy sedentario, cualquier cambio en su entorno
lo llevará a ladrar insistentemente y muchos amos reprimen ésta conducta, con lo cual
confunden al perro quien simplemente está avisando una circunstancia que debe ser
constatada por su amo.
Se debe tranquilizar al perro cuando esto sucede y mostrarle que no existe ningún motivo para
su exaltación. También debe ser premiado cuando nos advierta de un peligro real.
Es un perro noble y no agresivo. El beagle tiene un nivel medio en esta característica, lo cual
indica que resistirá cualquier castigo de su amo. Esto también se deriva de sus características
venatorias. Todos los perros cazadores deben dejar que el amo sea quien tome la presa. A
pesar de la ansiedad que siente el beagle por alcanzar su objetivo, una vez llega a él deja que
sea su amo quien lo cace.
Sin embargo su nivel de agresividad no puede ser muy bajo, puesto que en este caso
rehusaría ir detrás de la presa.
La nobleza le permite al beagle amoldarse bastante bien a las rutinas del hogar. Dentro de los
perros de rehala, el beagle es uno de los más atractivos para vivir con la familia.
No se debe abusar de la nobleza del beagle infligiéndole graves castigos so pena de obtener
un perro nervioso.
La nobleza se Beagle entra en conflicto con su independencia y ello produce que su voluntad
de complacer al amo tenga un nivel medio. Generalmente hace lo que el amo le indica, pero
en ocasiones hace lo que él quiere. Son sus momentos de libertad. Esto saca de casillas a
muchos propietarios que quisieran tener un perro casi robotizado, autómata, sin voluntad.
Por esta razón, se los debe procurar sacar a pasear frecuentemente, intentando hacer
recorridos diferentes que exciten sus sentidos, de esta forma estarán tranquilos, desestresados
y cansados y "un beagle cansado, es un beagle educado".
Las salidas a la calle no se deben reducir a dejar amarrado el perro a una banca del parque
mientras hablamos con nuestros amigos, por que ello frustraría más al perro, quien necesita
explorar, rastrear y ejercitarse.
Nada de esto puede ser hecho por una raza faldera, temerosa, que mira todo el tiempo a su
amo pidiendo aprobación.
Sin embargo, en la ciudad, un beagle sometido a estrés, puede escaparse velozmente apenas
se le presenta la oportunidad de una puerta abierta. En este caso es importante no presionarlo
demasiado a que regrese sino incentivarlo, incluso con comida.
Es un perro sociable. El que sea independiente no lo hace un perro tímido, huraño o solitario.
La raza fue diseñada para cazar en jauría. Los perros se guían los unos a los otros y todos
llegan a la presa. Por esto el beagle debe estar en contacto frecuente con sus amos y con otros
perros. No es deseable mantenerlo sólo. Las situaciones de aislamiento pueden producir en el
beagle un nivel de ansiedad que lo puede llevar a realizar grandes destrozos, si los amos no
han tomado las precauciones necesarias. Nunca subestime la potencia de éste animal, él es
muy capaz de destrozar completamente una habitación en poco tiempo. Aunque esto rara vez
ocurre, es mejor prevenir intentando mantener su perro cerca de usted y de otras personas y
animales.
4. Inseguridad
Toda la energía del beagle debe ser encausada, ya que reprimirla puede constituirse en un
muy grave error.
j. daptabilidad
Como se dijo anteriormente el Beagle se adapta bien al mundo y circunstancias que le rodean.
Por ello se acomoda bien a la vida en un hogar, sin importar su tamaño. Vive bien en espacios
amplios o reducidos siempre y cuando se lo saque frecuentemente a la calle.
A pesar de que prefiere vivir cerca de sus amos, puede adaptarse a vivir en perrera, aunque
siempre estará intentando acomodarse sobre la cama de sus propietarios.
Su mayor nivel de adaptabilidad se encuentra en el terreno, ya que puede trabajar en todo tipo
de éste, sin ningún problema. No rehúsa entrar al agua, al fango, a terrenos áridos, quebrados,
empinados, pedregosos. Es buen escalador y no le dan miedo las alturas.
En la convivencia todo esto se traduce en que se debe tener cuidado en como se disponen las
cosas de la casa, por que el beagle puede ingeniárselas para trepar y alcanzar su botín.
6. Capacidad de aprender
El beagle tiene dotes para seguir rastros a larga distancia. Es decir, es un perro concentrado y
perseverante cuando define un objetivo. Esta cualidad es vista como un defecto por muchos
propietarios, quienes afirman que su perro es testarudo y obstinado. Pero, estas personas
están desconociendo una característica innata del beagle que no se debe reprimir sino
encausar para obtener todo el maravilloso potencial de éste perro.
En efecto, la concentración del beagle es mayor que la de la media en su clase y por ello es
fácil de entrenar, contrario a lo que muchos piensan. Para lograr el entrenamiento hay que
aprovechar su buen olfato y su voraz apetito y con ello el perro hará todo lo que su amo le
ordene.
El entrenamiento debe ser consistente. Deben utilizarse órdenes claras y dársele un objetivo al
perro. Nunca jugar con sus expectativas castigándolo y siempre procurar dejarlo hacer uso de
su iniciativa para resolver los problemas.
Espero que la información aquí suministrada sirva, cuando menos, para resolver algunas dudas
que rodean la conducta del beagle. En las próximas entregas profundizaremos en otros
análisis.