La educación normal.

Un programa de especial importancia para elevar la calidad de la educación es

el que se refiere a la formación, superación y actualización del magisterio. La
principal línea de acción es elevar el nivel profesional del magisterio. Esta es
una antigua demanda de la comunidad normalista.

Siempre de consideró que las tareas, la misión y la preparación del maestro no

debían ser de una categoría social y cultural inferiores a la del medico, el
ingeniero o el abogado. Se planteaba con solidas razones que la formación
profesional del magisterio debía alcanzar el nivel académico de licenciaturas.

La orientación vocacional.
Uno de los objetivos fundamentales es el de hacer posible que los estudiantes
elijan adecuadamente sus opciones formativas, considerando sus perspectivas
laborales.
El sistema sirve para orientar a los estudiantes sobre las necesidades de
profesionistas que tiene el país y los que es esta realidad significan sus
estudios para satisfacer sus aspiraciones personales, de acuerdo con los
programas de desarrollo nacional. El propósito es informar y orientar para que
el alumno pueda elegir la carrera que le resulte más conveniente.
El Sistema Nacional de Orientación Educativa trató de inducir adecuadamente
la formación de los recursos humanos, para hacer posible que la nación supere
retrasos y ataduras que la mantienen en el desarrollo.

La educación superior
En el programa de reorientación del sistema de educación superior destacan
dos líneas de acción fundamentales: una es la de promover y desarrollar un
esquema regionalizado de dicha educación para descentralizarla, y la otra es la
de plantear racionalmente la estructura de la matricula, con el fin de estimular
la incorporación de un mayor numero de estudiantes en las ciencias exactas y
naturales y las carreras técnicas, para adecuar la formación de los recursos
humanos a las necesidades planteadas por el desarrollo nacional.
Durante muchos años la enseñanza superior en México creció de forma
desigual y de manera desordenada.