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Sincronicidad.

Sincronicidad es un término originariamente acuñado por Carl Jung que se


refiere a la unión de los acontecimientos interiores y exteriores de un modo
que no se puede explicar pero que tiene sentido para el observador, es decir,
ese tipo de eventos en nuestra vida que solemos achacar a la casualidad, a la
suerte, o a la magia.

¿Has experimentado alguna vez el placer de encontrar a la persona exacta que


necesitabas aparecida de la nada?, ¿o recibiste la llamada de alguien del
pasado de la que apenas unas horas antes te habías acordado sin motivo
aparente?, ¿o ese libro que encontraste al azar que responde a la duda que te
tenía bloqueado? La sincronicidad nos representa en el plano físico la idea o
solución que mora en la mente de la manera más fácil y sin apenas esfuerzo.
Se trata de vivir el mayor tiempo posible en ese “fluir” que hace que la vida
parezca una aventura permanente, un viaje de descubrimiento constante sobre
uno mismo, sobre los demás y el universo. Decir sincronicidad es lo mismo que
decir magia.

Hay unas condiciones óptimas de manifestación, un estado mental propicio


para que puedan producirse y son los momentos personales intensos que nos
obligan a estar muy pendientes de las señales del exterior, los momentos en
que buscamos ayuda por intensas vivencias o crisis emocionales, los cambios
bruscos, los viajes, los momentos de peligro, las muertes de seres queridos.
Los momentos en que nos olvidamos de la seguridad, de lo conocido y trillado,
del plan establecido, de lo que se supone que debemos hacer, son los que nos
sumergen en un estado de alerta y apertura perfectos para ser consciente de
esa dimensión simbólica de la vida que es la que al final nos da la clave no sólo
para la solución de nuestros problemas, sino para hallar nuevas maneras de
vivir intensa y conscientemente.

La fé juega en esto un importante papel, la fé en uno mismo, en la fuerza


creativa del universo que nos guía exactamente a dónde queremos llegar, la
certeza de que si existe un miedo que nos bloquea, también hay un amor que
nos motiva a experimentar más allá de lo conocido; pero hemos de elegir la
aventura y no el hastío. Somos lo que pensamos, y experimentaremos esa
magia sólo si antes le damos la oportunidad creyendo en ella e invitándola a
jugar en nuestras vidas. Esos momentos difíciles o especiales nos han puesto
en ese estado de apertura y recepción, de nosotros depende que sigamos en
esa actitud de aceptación de esa fuerza universal que parece saber
exactamente lo que precisamos y nos lo brinda generosamente. No es ver para
creer sino creer para ver, pues lo que hay en nuestra mente es lo que hace que
nos atraigan y que nos veamos atraídos hacia lo que es análogo. Esa es la
manera en que todo se agrupa.

La simbología y el sentido de estos acontecimientos nos da el mensaje exacto


que el universo representa para nosotros igual que si fuera una sesión de cine
particular. Las ideas poseen una vibración, a otros niveles tienen forma y color
que hace que atraigan lo análogo. Al atraer lo que se le asemeja podemos leer
en la materia lo que realmente pensamos sobre nosotros mismos y del
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universo, y tomar decisiones sobre lo que deseamos ver convertido en realidad
y lo que no.

Pero entonces me diríais ¿y porque no vivimos permanentemente en ese


estado idílico en el que todo se resuelve, en el que la información fluye, en el
que si fuera verdad seríamos como pequeños dioses creando lo que se nos
antojara?. Pues siempre depende de que en la mente haya mensajes positivos,
y emociones bondadosas en el corazón.

1.- El estado fluido es de muy elevada vibración y de una conexión intensa de


mente y corazón, es decir, que el sentimiento es el que nos lleva a hacer tal
cual cosa, es el que - valga la redundancia- da “sentido” a la vida. El
sentimiento nos conecta directamente con el alma de las cosas y el
pensamiento debe de contenerlo y construir sobre él pero nunca dejar de
amarlo.

Normalmente experimentamos desde la idea preconcebida y decidimos luego


que sentir por ella, emitimos un juicio antes de que la realidad se presente y
hace que no veamos lo que es sino lo que queremos ver, y la magia se
desvanece bajo el peso de la razón sin sentimiento por el miedo a lo
desconocido. El miedo y la duda corta el flujo instantáneamente.

2.- El estado fluido está en permanente movimiento. Cada pieza del puzzle
aparece en el preciso momento con la condición de pillarnos conscientes,
despiertos, alertas y deseosos de recibirlas. Es como un juego en el que las
reglas se van desvelando a medida que avanzamos. Las piezas nos vienen en
forma de señales y analogías en la vida real y en forma de sueños mientras
dormimos. El desentrañar el significado de esas señales es como aprender a
descifrar las instrucciones del mapa del tesoro.

Las actitudes derrotistas, la negatividad que lleva al cansancio, a la rutina, a


desear recibir constantemente en lugar de darse a uno mismo y a los demás,
generan estados de bloqueo e inactividad. Para ver las señales hemos de
hallarnos en camino.

3.- Fluir es confianza, certeza en las propias posibilidades y en las de la


corriente creativa del universo. Fluir significa trabajar por ese estado positivo
interior que nos mantiene protegidos y dispuestos a abrirnos a nuevas
experiencias y milagros. Mientras nuestro discurso interno (y externo) sea
“creo”, “puedo”, “confío”, “busco y encuentro”, “resuelvo”, “disfruto”, “es
posible” “si y además” y “me gusta”, todo irá bien sin ninguna duda.

Habitualmente los miedos, dudas y la falta de información de lo que realmente


somos capaces y de nuestra verdadera misión en la vida nos bloquean y
retrasan en el camino. Nos hacen mirar al pasado con resentimiento y al futuro
con cierto recelo. Aparecen los que yo llamo los “isidoros” (¿y si me pasa esto
o y si me equivoco?), los “esques” (es que no sé, ya lo intenté pero...), los
“siperos” y “noperos”, los “nopuedos”, los “estoesimposible”, y los “esdifícil”,
“estoesloquehay”, “nohayotraopción” y demás programación negativa. Si eso
hay en la mente, eso es lo que se materializará.
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4.- Fluir no sabe de retenciones y por lo tanto tampoco del uso de la fuerza, no
es tanto vencernos sino convencernos, motivarnos y dirigirnos hacia lo que
deseamos ver convertido en realidad. La reina de la fluidez, el agua, nunca se
esfuerza demasiado en nada, busca siempre la salida hacia el mar.

Es muy común perdernos en luchar contra lo que queremos ver desparecer, lo


que lo hace mucho más grande. Transformar el muro en escalera para lograr
ver el otro lado suele ser mejor solución que darnos de cabezazos contra él.

5.- Fluir es seguir fielmente la voz de la intuición y comprometernos con ella;


trabajarla hasta que sepamos distinguirla perfectamente de otras voces. ¿Y
cómo saber lo que es intuición de la voz del Ego?. Igual que el amor es el polo
opuesto del temor, la intuición que viene de nuestro Ser interno es el polo
opuesto de la voz del ego que nos habla. Son lo mismo, sólo que un polo es
guiado por el amor y el otro por el temor.

La intuición soluciona siempre para el mejor bien de todos, habla bajito, viene
en el momento oportuno y en sus ideas hay certeza y tranquilidad, nunca ataca
a nadie, y se mantiene en el presente. Es el amor dentro de nosotros el que
habla, lo que significa que se presenta en momentos de intensa conexión
interna, cuando nos sentimos entregados a la vida. Sus soluciones son
perfectas para ese momento. Suele ir seguida de un racional “que tonterías se
me ocurren” y la dejamos pasar.

El ego habla alto y es repetitivo hasta la saciedad. Tiene miedo y se defiende,


sus ideas suelen ser del tipo ataque o huida, repasa sin cesar el pasado y va
creando expectativas de futuro. Es el que tiene miedo el que se comunica, y
por tanto sus soluciones nunca son definitivas y las situaciones se repiten de
nuevo. Curiosamente estamos más prestos a creer en éste otro por ser lo
conocido, lo que nos lleva a perder la oportunidad de experimentar la magia de
vivir en la incertidumbre. Aprendiendo a amarle, educándole en la confianza y
uniéndonos a él comienza la transformación interna. La guerra debilita, ¡la
unión hace la fuerza!

Para terminar me gustaría citar a Deepak Chopra:


“La incertidumbre de las cosas no despierta miedo en quien está en la
conciencia de la unidad, pues está seguro de sí mismo. La voz de la verdad
interior dice: <<>>”....

Beatriz F. del Castillo

Lo Que es Tuyo Llegará en Su Momento.

Lo que es tuyo, llegará a tus manos, a tu existencia, a su debido tiempo, ni


antes, ni después, cuando debe de ser; los sueños cuando se forjan en el alma
tarde o temprano se da la ocasión de realizarlos, nunca es tarde, las
coincidencias empiezan a darse y la vida se viste de gala y abre sus brazos
para regalarte la oportunidad, dice un antiguo proverbio Árabe "Hay cuatro
cosas en la vida que jamás regresan: la flecha disparada, la palabra
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pronunciada, la vivencia que se tuvo y la oportunidad desperdiciada" y si
tienes los ojos de tu mente y corazón abiertos te darás cuenta de que tú, y solo
tú, puedes alcanzar todo lo que te propongas, solo tú puedes aprovechar las
oportunidades que se te presenten, por eso hoy, mi yo adulta le hace un regalo
a la niña interior que vive en mí, y ésta, la recompensa con una maravillosa
certeza:

Alcanzaré todos mis sueños porque voy en pos de ellos.

Voz Interior.

Si has encontrado tu verdad dentro de ti mismo, no hay nada más que


encontrar en toda esta existencia. La verdad está funcionando a través de ti.
Cuando abres tus ojos, es la verdad quien abre sus ojos. Cuando cierras tus
ojos, es la verdad quien los está cerrando. Esta es una meditación tremenda. Si
puedes entender simplemente el truco, no tienes que hacer nada; cualquier
cosa que estés haciendo está hecha por la verdad. Caminas, es la verdad;
duermes, es la verdad descansando; hablas, es la verdad hablando; estás en
silencio, es la verdad que es silencio. Esta es una de las técnicas de meditación
más simple. Poco a poco cada cosa se pone en su lugar con esta simple
fórmula y entonces ya no hay necesidad de la técnica. Cuando estás curado
descartas la meditación, tiras la medicina. Entonces vives como verdad: vivo,
radiante, dichoso, contento, como una canción para ti mismo. Toda tu vida se
vuelve una plegaria, en un estado de plegaria, una gracia, una belleza que no
pertenece a nuestra vida mundana, un rayo de luz viniendo desde el más allá
hacia la oscuridad de nuestro mundo.
Osho The Great Zen Master Ta Hui Chapter 23Comentario:
La voz interior no habla con palabras sino en el lenguaje sin palabras del
corazón. Es como un oráculo que sólo dice la verdad. Si tuviera un rostro, sería
como el rostro que hay en el centro de esta carta: alerta, observador y capaz
de aceptar tanto la oscuridad como la luz, simbolizadas por las dos manos que
sostienen el cristal. El cristal por si mismo representa la claridad que viene de
trascender todas las dualidades. La voz interior puede ser también juguetona,
a medida que bucea profundamente en las emociones y vuelve a emerger para
elevarse hacia el firmamento como dos delfines que danzan en el agua de la
vida. Está conectada con el cosmos a través de la corona de la luna creciente y
con la tierra tal y como está representada por las hojas verdes en la figura del
kimono. Hay momentos en nuestras vidas en las que parece que muchas voces
nos empujasen a uno y otro lado. Nuestra propia confusión en tales situaciones
es un recordatorio para buscar el silencio y el estar centrado. Sólo entonces
somos capaces de escuchar nuestra verdad.

Sanación Espiritual.

Podemos entender por sanación espiritual, cualquier proceso de sanación, sea


físico, mental o emocional que haya sido efectuado por medios espirituales.

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La sanación es la forma de curar comenzando por el espíritu, trasmitiéndolo a
la mente, y manifestándose en nuestro físico.

Un médico ya sea de la medicina tradicional o de la medicina alternativa,


(acupuntura, reflexología, Reiki, aromaterapia, etc.) puede estar conectado a la
energía curativa de los ángeles aún sin pedírselo. Un médico que nos
tranquiliza desde que pisamos su consulta y nos inspira confianza y fe, puede
estar trabajando con ángeles o guías, aún sin saberlo conscientemente;
recordemos que la paz interior tiene que ver con el alma. Cuándo se logra esta
conjunción, el médico es un instrumento de los ángeles o guías.
También conscientemente se puede efectuar esta relación, basta con pedirlo, a
los ángeles; ellos disfrutan haciendo este tipo de conexiones y también de
enseñarnos en nuestros inicios integrando su energía con la nuestra a modo de
guía.
Para ser sanador, hay que estudiar y leer mucho, pero para empezar, los
ángeles te servirán de guía, ellos guiarán tus manos para centrarte en el sitio
adecuado a la hora de dar un masaje o centrarse en una zona de dolor,
también podrán guiarte para escoger cursos o libros que te sean útiles para
este fin. También puedes pedírselo.
No solamente al que cura enfermedades lo podemos considerar sanador,
también el que centra el alma, quien da ayuda, quien da un consejo, quien
brinda su apoyo, es sanador, ya que su presencia, sus acciones o sus palabras,
ayudan a encontrar la paz del alma en momentos difíciles; estos sanadores
actúan como promotores de la fe y brindan consuelo.
Por naturaleza, todos podemos ser sanadores, es parte de la evolución
humana. Es un don que permanece dormido en nosotros, esperando ser
despertado, es también parte de nuestro libre albedrío. Pídele a tus ángeles su
protección y guía, ellos sabrán dirigirte.

Atrayendo la Sanación Angélica


Ahora estoy disponible para la sanación Angélica.
Dejo que los ángeles sanen mi espíritu.
Soy el imán de los guías y de los ángeles de sanación.
La Luz de sanación brilla desde mi interior.
Siempre estoy saludable, íntegro y pleno.

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