Está en la página 1de 3

La pantalla del fantasma por HEBE TIZIO Imprimir  

(Publicado en Acentos nº17.1998)


He escogido el título "La pantalla del fantasma" porque deseo hacer ciertas precisiones
sobre su función. En mi testimonio he hablado de dos giros en la cura, un primer giro -
donde el nudo se halla fijado con el lastre del goce traumático adherido a la pantalla
fantasmática-, y un segundo giro, realizado a partir del momento clínico del pase, que
permite trabajar con un nudo que, al no estar fijado, tiene otra flexibilidad,  puede
modificarse y permite sacar conclusiones inéditas.

1. Hasta llegar al atravesamiento de la pantalla


En el primer giro he hablado de virajes para referirme a los pasajes de un momento a otro.
Qué son los mencionados virajes? Viraje quiere decir giro, vuelta, cambio de rumbo, nueva
orientación. Estas vueltas se producen en el momento que se toca algo central y un tramo
del recorrido pierde consistencia , pero no creo que se pueda hablar de cambio de
orientación en la medida que el mencionado cambio estaría en relación a lo real. Como lo
ha señalado Jacques-Alain Miller hay dos formas de tratar lo real, por el fantasma y por la
pulsión. Hay virages en el primer giro, pero no en el segundo donde ya se ha producido un
cambio de orientación.
El primer giro gravita alrededor del tratamiento fantasmático de lo real. Vayamos a sus
momentos.
En un primer momento hay el predominio de i(a), figuras amenazantes encarnadas en el
semejante y el marcado tinte pasional que implica un cierto vivenciar fantasmático incluso
en la transferencia.
El viraje viene después de la interpretación de una pesadilla que alude directamente al
fantasma por la vía de la identificación y los semblantes, sin olvidar el goce en el cuerpo
del íncubo de la pesadilla.
El cambio es en el predominio de un registro, en este caso del vivenciar la situación con un
protagonismo en el i(a) a centrarse, con otra distancia, en la cadena significante. Puedo
hablar de una modificación de la espacialidad y la temporalidad en cada momento. 
Pero para hacer este viraje algo del goce traumático se ha tocado con la pesadilla y el
indicador es el cuerpo. Es verdad que en todos los virajes el cuerpo esta en juego y también 
en el momento clínico del pase. Tal vez sea mejor decir que el goce traumático tiene su
anclaje en el cuerpo y que este se toca de diferente manera en cada viraje.
En el segundo momento aparece la formalización inherente al desarrollo de la cadena
significante. Amor al Padre Ideal bajo la forma del amor al inconsciente como lo que se
descifra solo, como el depositario de una verdad.
Es el predominio del goce del desciframiento, el "fanatismo" por las significaciones. El
punto de viraje esta dado por una formación del inconsciente que abre la cuestión del objeto
oral, la demanda del Otro y una versión de castración materna. La presentación de la Tesis
de Doctorado ya había provocado un descompletamiento vivido como decaimiento corporal
y había revelado el saber como objeto.
El tercer momento implica la pérdida del ritmo asociativo, una relación más literal con la
palabra y la necesidad de introducir escansiones. Se abre más el intervalo para la aparición
de eso que allí se alberga. También hay otro matiz de la temporalidad y la espacialidad.
Un episodio que podríamos llamar un acting out diferente y una pesadilla abren al momento
del pase clínico. Lo particular del acting out es en la definición que da Lacan, algo que
llama a la interpretación, en este episodio -que como explique en el testimonio se produce
en relación a la experiencia como pasadora-, no hay un llamado a la interpretación. Es en si
mismo una interpretación literal que se hace sola, sin el Otro y muestra la naturaleza de
objeto oral del saber. No hay nada para comprar en la librería, no hay nada para tomar en el
bar, lo que hace surgir el -j, mostrando el nada que alberga el objeto.
La pesadilla recrea la imagen alucinatoria infantil con la particularidad de que se centra en
el ser de objeto y el desalojo del lugar de esa identificación. Es el momento de intensa
angustia.
Hasta aquí sin duda que hay cambios y pasado el momento de angustia hay un período de
tranquilidad donde parece que el análisis ya se hubiera acabado, sin embargo, la realidad se
mantiene intacta, morigerada por el recorrido pero sin haber sido cuestionada en su
fundamento. Bien se podría haber acabado aquí un análisis terapéutico.
El momento del pase clínico muestra muy bien que es lo que se atraviesa, se atraviesa la
pantalla del fantasma que anuda una imagen, una significación y un goce traumático. La
modalidad del atravesamiento, que es particular en cada caso, es la puesta en escena de la
imagen alucinatoria infantil que se había repetido como pesadilla.
Como muy bien ha precisado Lacan el fantasma es una pantalla que disimula algo
determinante de la función de la repetición. Esa es la matriz sin palabras del fantasma sobre
la que este tematiza. La función de la pantalla es orientar y posibilitar una mediación
imaginaria con lo real gracias a la castración.
He podido aislar diferentes momentos de consolidación de la pantalla fantasmática:
- En la experiencia alucinatoria infantil hay la sensación de una pantalla que vela algo
amenazante que no se puede nombrar pero que hace sentir su peso en el cuerpo. Primer
tiempo de la invención infantil, tal vez habría que pensar así la neurosis y el síntoma
infantil?
- Un segundo tiempo es la escena de seducción - no fantasma de seducción-, que muestra
los elementos que tomarán consistencia más tarde, algo así como el repertorio que después
articulará la gramática particular.
- El tercer tiempo enlaza con el aprendizaje escolar: es una construcción que anuda letra,
imagen y cuerpo fijando una significación que deja definitivamente anudada la pantalla
fantasmática.

2. Después del momento clínico del pase


Ha habido la resolución de un síntoma y una formulación del modo de goce que la pantalla
velaba. Este significante se deduce al ponerse en serie diferentes experiencias de goce.
Aquí también podría haber finalizado el análisis sin embargo no ha sido así.
El nudo en la enseñanza de Lacan es la formulación de la realidad psíquica freudiana. La
realidad se sostiene del fantasma y se puede entender por qué Lacan dice en el Seminario
XIX que el a surge de un nudo de sentido.
Disuelto el síntoma implicado en el fantasma y agotada la significación que sostenía, se
revela la dimensión pulsional y un nombre para la modalidad de satisfacción de ese
circuito. Podemos hablar del modo de goce del que se satisface el circuito pero también de
la pulsión como borde y como vacío cuestión esta que abre las diversas posibilidades
identificatorias.
A partir de ese momento se inicia un tiempo donde se pueden sacar conclusiones sin la
premisa que fijaba siempre la misma la interpetación, sin ese goce que operaba como lastre
restando movilidad al nudo. Se trata de un savoir y faire con el síntoma, con otra modalidad
de anudamiento alrededor del vacío.
El final efectivo del análisis en mi caso se ha operado por la salida por el pase, donde  el
deseo del analista se abrocha con lo real de la transferencia de trabajo, por eso estuvo clara
mi elección, una analista con Escuela a la que dirigir la demanda de pase lo que quiere decir
hacerse responsable de lo incurable y para seguir trabajándolo se necesita la Escuela.
La transferencia de trabajo necesita de la Escuela y del lugar del Más Uno pero para esto
hube de experimentar la no existencia del Otro en todos sus registros. La pantalla del
fantasma es el sostén del Otro imaginario, del Otro de las significaciones y del Otro real
que no existe y que se desdibuja con la separación del goce traumático. Recordemos la cita
de Lacan en el Seminario de La angustia, del 12 de diciembre "La angustia de la pesadilla
es experimentada como la del goce del Otro. El correlativo de la pesadilla es el íncubo, ese
ser que hace sentir todo su opaco peso de extraño goce sobre nuestro pecho, que nos
aplasta bajo su goce."
Después de ese momento hay para mi otra relación con la Escuela que viene al lugar
vaciado de las suposiciones que hacen existir al Otro.
El momento de pasaje por el dispositivo del pase pone a la verificación lo producido en la
cura como nueva modalidad de anudamiento a partir de un vacío, por qué no decir también
de un síntoma agujereado por el saber producido que no totaliza... No podría hablar de la
llamada identificación al síntoma en mi caso, más bien  de la función del borde, el vacío y
el acto.
La  nominación anuda el síntoma agujereado que ahora se llama AE a la Escuela esperando
una enseñanza y una responsabilidad sobre la experiencia de Escuela.
Pero esto no es automático, sin duda que el AE debe creer en su propia experiencia, en su
valor para hacer avanzar el psicoanálisis y en la función necesaria de la Escuela que se
transforma en el Otro de lo incurable, base real de la transferencia de trabajo.
Una elaboración posterior me ha permitido comprender que la demanda de pase era un acto
para no quedar identificada al ser del nombre de goce que cubriría el vacío.
Es importante señalar la diferencia entre el vacío y el goce, cada uno en su lugar y es bien
clara la diferencia entre la lógica del AE y la vida del sujeto.
La posibilidad de seguir trabajando sobre la experiencia no sólo es para hacer avanzar el
psicoanálisis en la medida de mis modestas posibilidades sino también porque, al menos
por ahora, la formalización del trabajo que realizo como AE tiene efectos sobre lo
pulsional.

 
 

También podría gustarte