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INTRODUCCIÓN
1
familias que de alguna u otra forma se benefician de su producción. Esto representa, en
términos del PIB un 10 % anual y un 30% del ingreso por exportación agrícola. Mientras
tanto, desde el 2001, el mercado mundial ha concedido a los productores hondureños un
alentador panorama comercial permitiendo que las exportaciones del grano aumenten en un
16% desde entonces hasta la actualidad, siendo los Estados Unidos y Europa (en especial
Alemania) los dos principales consumidores del café hondureño. Sin embargo el cultivo y
recolección del café en Honduras sigue siendo un actividad realizada mayoritariamente a
mano, por caficultores pequeños, cuya producción no rebasa las 5 mil libras por año y no
tienen en posesión más de 30 hectáreas. 1 Es, por tanto el cultivo del café en Honduras,
una actividad de carácter predominantemente comunal y familiar, que llega a representar
para muchos compatriotas que viven en zonas rurales, la diferencia entre una vida pobre y
una miserable. El 72% de los productores agrícolas del país se dedican a la siembra y
recolección del grano de café y afrontan condiciones de vida privadas de servicios
públicos y un difícil acceso a la educación formal. 2
El municipio de Marcala (como parte de la región productora de Montecillos), en la
actualidad, es uno de los lugares donde se produce uno de los mejores granos no sólo de la
región sino del Mundo, siendo su simple Indicación Geográfica y Denominación de Origen
(DO), garantías de calidad reconocidas alrededor del planeta y motivo de aprobación bajo
los más altos estándares de calidad. La DO del café de Marcala, según sus mismos
productores, sirve principalmente para “promover un producto que forma parte del
patrimonio de un país o región, pues incluye en su protección el lugar de producción, las
técnicas desarrolladas por los productores a través del tiempo, el prestigio que pueda
haber ganado en el mercado y el precio que se le reconoce como resultado de su calidad”,
conjugándose, de tal manera, las virtudes climáticas y las humanas en favor de la mejor
producción posible.3
2
de cambios, cansado de letargos y con vastos recursos naturales y humanos que le permitan
aspirar a un mayor bienestar. Para ello, desde 1877, el Gobierno Reformista emprende un
agresivo proyecto de reforma agraria encaminado a explotar los productos que mejor se den
en cada región del país en vistas a impulsar la exportación de materias primas como
incentivo a la economía hondureña y de insertar al país en el mercado mundial capitalista4.
Es entonces que los vecinos de Marcala optarán por el café como cultivo propio de su
municipio y esperanza de desarrollo para el mismo, siendo su clima, condición fundamental
para especializarse en su cultivo.
4
[ CITATION Dar01 \l 2058 ]
3
Fuente: procefe.com
Marcala es un municipio del Departamento de La Paz situado en la Región Centro-
Occidental de Honduras. Se localiza en una planicie rodeada de las montañas de la sierra de
Montecillos a 14°09´ latitud Norte y 88°01´ longitud Oeste (Microsoft Student 2008). Su
extensión territorial es de 225 kilómetros cuadrados y se compone de 16 aldeas y 22
caseríos.5 Al Norte, limita con el departamento de Intibucá, al Sur con la República de El
Salvador; al Este con los municipios de Cabañas, Santa Ana y Chinacla; y al Oeste con el
municipio de Yarula. Es el segundo municipio en importancia del departamento y se
comunica con Tegucigalpa, a través de una carretera pavimentada y transitable durante todo
el año6. La temperatura a lo largo del año oscila entre los 16 y los 20 °C y su altitud es de
1,270 msnm (y hasta 1700 msnm en sus partes más altas). Presenta una precipitación
pluvial de entre 1,700 y 2,200 mm por año, englobando así un clima fresco y agradable.
Dichas condiciones propician la siembra exitosa de las variedades de café Typica, Bourbon,
Caturray y Catuai en cosechas que van de Diciembre a Marzo cada año 7. Los principales
cerros de Marcala son: Sabanetas, altiplanicie en la frontera con El Salvador; el Cerro
Pelón; el Cerro Mogola; al oeste el Cerro Santa María y muy cerca de la ciudad el cerro de
Musula. Por la ciudad de Marcala cruza el río Perea, que nace en las alturas del Valle de
5
[ CITATION Noé97 \l 2058 ]
6
[ CITATION Mon \l 2058 ]
7
www.cafemarcala.com. Websónicos.
4
Paloma, formando una caída de agua llamada “El Chorro del Chiflador”, este río al unirse
con el río Guaralape, divide a la ciudad de Marcala en dos barrios: San Miguel y
Concepción.8
8
[ CITATION Mon \l 2058 ]
5
Valle de la Paloma y Zopola y con el de Yarula con el río Medina o “de las
verdades” y por el Occidente con el Departamento de Intibucá…”9
“El clima es fresco y benigno y dista el asiento del municipio unas veinte
leguas de la cabecera del Departamento”11.
Hacia 1884, la Alcaldía Municipal en junta, se dirige con entusiasmo al Poder Ejecutivo
haciéndole saber que el municipio precisa llevar a cabo un proceso de tecnificación del
cultivo del café, argumentando para ello, tanto la tradición que los pobladores tienen de
sembrarlo -y a la vez la caña de azúcar- como también las condiciones climáticas
adecuadas para su cosecha:
9
[ CITATION Col80 \l 2058 ]. Nótese la degradación a aldea de Similatón. Nótese la denominación tradicional
del Río Medina como “de las verdades”.
10
[ CITATION Col80 \l 2058 ]. Cuatrocientas treinta y cuatro caballerías equivalen a 16,765.42 hectáreas.
11
[ CITATION Col80 \l 2058 ]. La legua ha tenido distintos valores según la época y el lugar en que se utiliza.
6
“…el terreno i localidad tienen ventajosas condiciones que pueden i deben
aprovecharse…”12.
Se percibe de esta forma que las voluntades locales de la comuna marcalina hacia finales
del siglo XIX se sustentan fundamentalmente en la benevolencia climática del municipio
que permite la buena cosecha del café y da esperanzas a los pobladores de mejorías en sus
condiciones de vida siempre y cuando el Gobierno apoye su iniciativa aportando los medios
para tecnificar dicho rubro. Sin embargo el entusiasmo y las esperanzas de los marcalinos
tendrán que esperar hasta el siglo XX para verse realizadas.
Las pretensiones del Gobierno de la Reforma para el caso de Marcala fueron bien
sustentadas en cuanto a la agricultura tradicional del municipio. Sabemos que desde
tiempos precolombinos la parte Occidental del territorio hondureño se circunscribe, en
términos culturales, a la Región de Mesoamérica, perteneciendo los indígenas de los
pueblos del Departamento de La Paz (Comayagua en tiempos de la Colonia) al grupo
lenca pero viviendo en constante contacto y emparentados con otros pueblos del tronco
lingüístico náhuatl.13 De lo anterior, deducimos que la actividad económica de la zona habrá
de girar en torno al cultivo del maíz, producto básico en la producción para la economía
indígena tradicional en la región mesoamericana junto a otros cultivos como el frijol, el
ayote y el chile. Durante el período colonial, las autoridades españolas introducen además a
la región, el cultivo de plantas con fines de producción industrial como el jiquilite para la
extracción del añil. Sin embargo, la agricultura tradicional marcalina no reportará niveles
excedentarios óptimos para el comercio y la exportación de productos a gran escala sino
hasta finales del siglo XIX; hasta entonces apenas había alcanzado para procurarles la vida
a los campesinos pobladores del lugar.
12
[ CITATION Acta84 \l 2058 ]
13
[ CITATION Riv04 \l 2058 ]
14
[ CITATION Pon \l 2058 ]
7
anual de Guatemala que, entre 1880 y 1884, alcanzó los 324,313 quintales
de café”15.
De tal manera que la Reforma Agraria de Soto y Rosa buscaba encaminar esfuerzos para
maximizar el beneficio de un producto ya existente y constante, cultivado de manera
tradicional en la zona para tratar de adquirir importancia comercial como país productor de
la región centroamericana. La presencia histórica del cultivo del café en Marcala antecede
al fomento del mismo por parte de Gobierno Reformista pero su aprovechamiento estaba
destinado al consumo doméstico y a una incipiente actividad comercial de sus productores.
A pesar de ello, los años finales del siglo XIX marcan el inicio de un ascenso en la
producción cafetalera que no pasó desapercibida por parte de las autoridades. Es por ello
que en 1880, el Secretario de Gobierno Ramón Rosa se aventura a prever que los más de 7
millones de cafetos existentes para ese entonces en el país, podrían llegar a convertirse en
el rubro de exportación que cubriese por sí sólo todos los egresos del estado quedando las
ganancias obtenidas por los demás productos (añil, caña, cacao. minería…) como ganancias
netas para el país16:
“El día feliz en que nuestros cálculos se realicen, en que el café proporcione
al país todos los rendimientos indicados, la agricultura tendrá una base
inconmovible y estará asegurado el futuro de Honduras”
16
[ CITATION Arg78 \l 2058 ]
8
dieron largas a la integración de las poblaciones, condenándolas a un infame y casi
primitivo aislamiento socio económico17. De esta forma, es Honduras hacia fines del siglo
XIX, un país, en gran medida aún por descubrir tanto en lo referente a su riqueza natural
como en su potencial humano. Más allá de las imprecisiones propias del espíritu y misión
del “hombre blanco civilizador”, las descripciones y testimonios de la época tanto de
viajeros como de funcionarios del Gobierno de Rosa confluyen al señalar que perciben una
población hondureña poco incentivada hacia el trabajo y la educación, un territorio muy
poco articulado, en fin, con profundas dificultades demográficas, con un interior “tan
incógnito como el de Japón” para el viajero W. Wells en 185718.
Por otra parte, es preciso considerar, para el caso de Marcala, un municipio adscrito a un
proceso de mestizaje y ladinización de sus habitantes abonado por una posición
geoestratégica en materia política y comercial, y por ende, para el contacto cultural pero
sin abandonar del todo sus rasgos y costumbres indígenas, manifiestas en su economía
agrícola y su forma de vida tradicional.
17
[ CITATION Mar02 \l 2058 ]
18
[ CITATION Mar021 \l 2058 ]. P. 258 ss.
19
[ CITATION Acta84 \l 2058 ]
9
trabajo darán principio en el corriente año para dar conocimiento del
resultado en el año de 1900, en el mes de Junio. Quedando cada vecino en
la obligación de dar cuentas al Señor Síndico Municipal y en caso contrario
pagarán la multa del que habla el Decreto Legislativo de 4 de Marzo del
año actual relativo a la elección de patrimonio20”.
Es de esta manera, el cultivo del café se plantea para finales del siglo XIX como indicador
de status, en función de la tenencia de la tierra necesaria para producirlo y una relación de
autoridad obligador-obligado, relación puesta de manifiesto además, al momento de la
recaudación fiscal. Sin embargo, no deja de ser muy posterior el fenómeno socioeconómico
de mayor impacto para la sociedad marcalina en cuanto a la producción del café: la llegada
de los alemanes, y esto no sucederá sino hasta las primeras décadas del siglo XX. Mientras
tanto, el Gobierno de Soto ya orientaba su atención en el poblamiento y re poblamiento de
la costa norte del país con la intención de despertar la actividad socioeconómica nacional
mediante la atracción de capital extranjero y ciudadanos nacidos en países
21
industrializados .
20
[ CITATION Acta84 \l 2058 ]
21
[ CITATION Dar01 \l 2058 ]
10
La llegada al Gobierno de la Reforma Liberal representa para Honduras la entrada del país
al Mercado mundial predominantemente capitalista. Para ello, el Gobierno de Soto desde
sus inicios, emprendió una profunda reforma de orden jurídico y administrativo que
llevarían a cambios económicos sustanciales para el país. Hasta antes de su Gobierno,
Honduras fue una región alejada de las redes del comercio mundial, incomunicada en su
interior y con poca presencia política al exterior. Un país cuya forma de vida, en muchos
sentidos –entre ellos los económico- aun evocaba el período colonial. La reforma de Soto y
Rosa, parte de un proceso latinoamericano de innovaciones y liberalidades políticas
llevando consigo los ideales del ordenamiento y el progreso como guías para alentar los
programas de gobierno encaminados a solucionar los problemas básicos de la población y
con ello lleva a cabo cambios cualitativos en la sociedad hacia la consolidación del estado
nación hondureño22. Por ello, poco tardó el Gobierno liberal en dar inicio a un programa de
reformas administrativas y legislativas que contemplaban la renovación de todos los
ámbitos de la vida pública del país, en especial la producción agrícola e industrial y la
educación. Todo lo anterior se cimentaba en el proceso histórico mundial que la humanidad
atravesaba: la segunda etapa de la industrialización. La revolución de los transportes, la
concentración masiva en los centros industriales, la utilización de nuevos combustibles y la
exportación de capitales enmarcan el plan de progreso para los gobiernos de corte liberal en
Latinoamérica de la época, en cuya contraparte buscarán en cada región aquellos recursos
a cuya producción puedan dirigirse las inversiones- preferiblemente extranjeras- y de esa
manera, ubicar a las ex colonias dentro del concierto mundial como productoras de
materias primas. Durante este largo y complejo proceso los antiguos siervos de la corona
pasaron a ser mano de obra asalariada23.
11
No obstante, a la vez que se hacían realidad las pretensiones del Gobierno, el rubro del café
no llegó convertirse en una economía agro exportadora sólida en el siglo XIX. A ello
contribuyó la escasa disposición de mano de obra y la falta de vías de comunicación al
interior del país, dando como resultado que el negocio cafetalero en Honduras tomara un
matiz de producción en pequeña escala, llevada a cabo por esfuerzos de pequeños y
medianos productores.
En este contexto, Marcala aparece formando parte del proceso de inserción al mundo de la
producción y comercialización capitalista teniendo el beneficio del café como su principal
recurso. Es por ello que los pobladores responden animosos a las inquietudes
gubernamentales haciéndole saber a los poderes del Estado que cuentan con las condiciones
climáticas para el cultivo del mismo, con la buena disposición de sus pobladores y es más,
con una experiencia en la producción cafetalera sobre la cual se pide el apoyo para
aumentar la producción misma.
En Marzo de 1898, el Congreso Nacional de Honduras emite un decreto por el cual ordena
a todos los municipios del país que puntualicen y hagan saber al Gobierno qué cultivos son
propios de su lugar y consideren que puedan tener posibilidades de fomentarse con miras a
la exportación de los mismos para que sean declarados “patrimonios” y con ellos se
articulen todas las fuerzas de cada localidad y se unan a la producción de esos cultivos y a
su vez hagan saber a al Gobierno qué insumos necesitan para acrecentar el producto en
especial si se trata de maquinaria, instrucciones impresas o exención de ciudadanos del
servicio militar26
Una vez recibida esta orden en Marcala, la Alcaldía Municipal presidida por el Señor
Encarnación Vásquez, responde e indica como producto obtenido en escala apropiada y
cuyo cultivo puede convertirse en patrimonio de municipio, el café. Y por eso:
26
ANH. Periódico Oficial La Gaceta. Marzo de 1898. Decreto No. 194 del 4 de Marzo de 1898.
27
[ CITATION Sec98 \l 2058 ]
12
“1° Poner como patrimonio de los habitantes de esta población la
plantación del café. 2° Atendiendo a que hay varios vecinos proletarios que
no se han dedicado hasta hoy a la plantación indicada, se les obliga a la
siembra de dos mil árboles de café, señalándoles una manzana de terreno
para tal fin, a cuyo a cuyo trabajo darán principio en el corriente año para
dar conocimiento del resultado en el año de 1900, en el mes de Junio.
Quedando cada vecino en la obligación de dar cuentas al Señor Síndico
Municipal y en caso contrario pagarán la multa del que habla el Decreto
Legislativo de 4 de Marzo del año actual relativo a la elección de
patrimonio. 3° A moción del vecindario pidan la maquinaria al Supremo
Gobierno para beneficiar los productos del café, patrimonio aludido, puesto
que la cifra llega ya a doce mil sacos en cereza. 4° Diríjase esta solicitud al
Supremo Poder Ejecutivo por medio del Ministro respectivo dando orden al
Secretario Municipal para que libre la correspondiente certificación28”.
Con ello, Marcala no sólo acata la orden del Legislativo sino opta por lograr el
reconocimiento oficial por parte de las autoridades, de que su territorio es eminentemente
cafetalero y puede optar a beneficios y ayudas en su condición de zona productiva en el
marco de las políticas de incentivo a la agricultura. Es por eso que en la misma acta, la
junta acuerda y añade:
Si bien, las expectativas sobre el cultivo del café son grandes, las solicitudes los son aun
más. Maquinaria moderna, instrucciones impresas tanto para la siembra de café como para
la de caña29, exclusión del servicio militar para los campesinos dedicados al rubro con
disposición mínima de cinco mil cafetos, el cobro local del impuesto agrícola y dejar de
aportar para sostener el Colegio de La Paz. Demasiadas pretensiones para un rubro que
todavía estaba en condiciones de prometedor pero prometiendo a su vez, haber obtenido un
aumento de las cosechas dos años más tarde. El carácter imperioso con que se llama al
cultivo del café a los pobladores hace evidente o permite inferir que para aquel entonces ya
la producción del mismo generaba intereses grandes entre los hombres prominentes del
28
[ CITATION Sec98 \l 2058 ]
29
Si bien aquí se menciona a la caña, como patrimonio se menciona solamente al café.
13
lugar. Y es más, desde mucho antes, en 1884, ya estaba la alcaldía municipal interesada en
el impulso inmediato a la producción cafetalera pues da a conocer:
A la vez que en considera el café como uno “…de los elementos que le son peculiares i que
marcan su porvenir…” y que ya es preciso desarrollar “con el objeto de procurar la
remoción de algunos obstáculos que hai en la agricultura naciente de este pueblo…”,
siendo la particularidad climática de Marcala y el cultivo tradicional las dos principales
argumentaciones.
La denominación del café como patrimonio de Marcala hace que el mismo se sume a los
valores y recursos que son propios del lugar pero que promete beneficios económicos a
toda la nación y cuyo fomento pasa a formar parte de las prioridades gubernamentales.
De este modo el final del siglo XIX significa para Marcala la identificación de su territorio
(y de su población) como perteneciente a una región esencialmente cafetalera. Aunque,
como ya hemos señalado, el gran auge del café marcalino no llega a darse antes del siglo
XX, las voluntades políticas en torno a la importancia de su cultivo sí comienzan a
conjuntarse durante los gobiernos liberales decimonónicos.
Además de la entrada al mundo capitalista, el reconocimiento oficial del cultivo del café le
trajo consigo a Marcala cambios cualitativos en la vida social de sus habitantes. Los
cambios cuantitativos en la producción del café junto al proceso definición territorial como
zona cafetalera, a la luz del interés gubernamental por sus desarrollo, lleva a Marcala a
experimental cambios cualitativos en su población, de tal manera que junto a la
importancia económica, el lugar adquiere relevancia como punto estratégico de intercambio
y dinamismo social preponderante para la zona occidental del país. Algunos de las
implicaciones sociales que el impacto de la actividad cafetalera trajo a Marcala se
enumeran a continuación.
14
los municipios paceños30, abriendo paso a que nuevas familias amasaran modestos
capitales. Aun en la actualidad la mayoría de los productores de café pertenecen a la
categoría de pequeños y medianos.
b) La distribución de la tierra. Relacionado con el anterior, el aspecto de la
distribución de la tierra denota la posibilidad de cambios en el orden social, más aun
teniendo en cuenta las políticas concesionarias de los gobiernos liberales desde las
cuales, la acumulación de parcelas de vocación cafetalera o la previa posesión de la
misma traerán consigo inevitablemente preponderancia social para algunos
pobladores.
c) La sustitución obligatoria de los demás cultivos tradicionales. A este respecto, es
preciso señalar que el espacio e interés que reclamó el cultivo del café en el
municipio de Marcala fue muy probablemente restado a los demás cultivos
tradicionales, principalmente maíz y caña volviéndose más necesaria la obtención
de los mismos por la vía del comercio ya sea nacional o transfronterizo y con ello
un mayor contacto cultural y es probable que también la aceleración del proceso de
ladinizaciónde sus pobladores.
d) La instrucción y tecnificación del rubro. Tanto en la política estatal como en la
reacción local está de por medio la inserción de maquinaria de producción agrícola
en la zona. No ha sido determinada en la presente investigación el momento de la
llegada da dicha maquinaria, sin embargo la misma, tarde o temprano llegó y
transformó la producción cafetalera aun y cuando la recolección del grano ha
seguido llevándose a cabo hasta nuestro días, a mano. De igual forma se ofrece y se
solicita por parte de las autoridades estatales y locales respectivamente, la
instrucción precisa para el cultivo formal del café y con ello un proceso de
innovación de los conocimientos agrícolas en los pobladores.
e) La autodeterminación como zona geográfica en torno a un proceso productivo.
Justamente la categoría de patrimonio de un recurso hace referencia y lo enclava a
una determinada zona geográfica de la cual es particular, en este caso el café de
Marcala. El proceso de reconocimiento estatal de Marcala como centro cafetalero ha
sido para sus pobladores motivo de autodeterminación y les abre puertas para el
desarrollo. Hoy en día Denominación de Origen Marcala es ampliamente
reconocida a nivel mundial e involucra tanto a la calidad dada tanto por el recurso
natural como el recurso humano de la zona.
30
Índice General de Títulos de Tierras del Archivo Nacional de Honduras. Pág. 207 ss.
15
La presencia histórica de los pequeños productores en la zona a lo largo del siglo
XX, sus relaciones y situación a la llegada de los inversionistas alemanes.
El impacto cultural sobre los indígenas de la sustitución de los cultivos tradicionales
por el café como posible causa de ladinización.
Influencia de la producción de café en los litigios y titulaciones de tierras durante el
siglo XX.
La revisión de las geo referencias encontradas en las fuentes históricas para el
municipio.
La evolución de las formas de asociación de los pequeños y medianos productores
de la zona hasta la actualidad.
Comparar el caso de Marcala con otras experiencias de pueblos cafetaleros.
La ponderación de muchos de los juicios aquí emitidos mediante una mayor
profundización e investigación del tema.
Luego, el problema estudiado lleva a observar a Marcala como una ecúmene y una
sociedad que han cambiado juntas a través de un proceso histórico, dado que durante el
mismo se modifica la manera en que sus pobladores perciben su espacio, lo utilizan y se
relacionan con el resto del país y del mundo 32.La transformación de Marcala en un
municipio cafetalero le agrega un valor simbólico que invade desde la mentalidad de sus
pobladores, el aprovechamiento del espacio agrícola hasta el reconocimiento, hoy en día, a
nivel nacional e internacional del café marcalino en función de la ubicación geográfica y
31
[ CITATION Car89 \l 2058 ]. Pág.37
32
[ CITATION Car89 \l 2058 ]Pág.36
16
social –al igual que la tradición- en que se cultiva, como garantías de alta calidad en el
mercado mundial.
BIBLIOGRAFÍA CITADA
Embajada de E.E. U.U. en Tegucigalpa. (2008). Café de Marcala: Grandes Granos de Cafe.
Euraque, D. (2001). En El Capitalismo de San Pedro Sula y la Historia Política Hondureña (1870-
1972) (pág. 31). Tegucigalpa: Guaymuras.
Murillo, S. R. (30 de Mayo de 1898). Acta de sesión municipal celebrada el 29 de Mayo de 1898.
Legajo de Municipalidades de La Paz. Década de 1890. ANH.
Pineda Portillo, N. (1997). En Geografía de Honduras. Tercera Edición. (pág. 435). Tegucigalpa:
Guaymuras.
Rivas, R. (2004). En Pueblos Indígenas y Garífunas de Honduras (pág. 61). Tegucigalpa: Guaymuras.
17
Valenzuela, J. R. (1978). En Marco Aurelio Soto y La Reforma LIberal de 1876. (págs. 109-123).
Tegucigalpa, M.D.C.: Banco Central de Honduras.
INDICE
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INTRODUCCIÓN
BIBLIOGRAFÍA CITADA
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