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| 2 @ | CARMEN PENA-ARDID LITERATURA Y CINE UNA APROXIMACION COMPARATIVA CATEDRA : L Signo e imagen [ e 1 Cine y novel Pardmetros para una confrontacion pregunta elementos co- y Warren: geusles son artes? Ya vimos que Urew te forma y bbito de la historia y al de los contenidos del ee jude Bremond en un célebre ensayo dépendante des tec! na novela, una pieza t den contar una —e incluso la misma— lato tiene sus significantes propios que «n des images ou de gestes, mais des événements, les situations s signifiés par ces mots, ces images, ces pestes»™*, Aho- ficantes —hechos, acciones, funciones, ete.— dos de las materias de la expresi6n que y la secuencialidad. fotonovela y, en otro Lotman ha insistido especialmente en que la segmentacidn, del texto een trozos» constituye un aspecto esencial de Ia iva: ano es por casualidad que histéri- Ja via del relato lo hicieron, bien separando los elementos dentro tun mismo espaci vos, Pero las posi - ble con Ia imagen le y dispuesta en secucn- cia'— por su doble estatuto icénico y temporal que acababa po- niendo en entredicho la demasiado rigida distincidn de Lessing entre écnico que pudo ser una da mas de las Ciencias» —como pensara Baudelaire de la forogra- Fia—, perseverar en su «auténtica vocacién docume: por L. Chiarinio, incluso, quedar hermanado con la pintura no figu- sativa y con la misica, como han pretendido algunas experiencia vanguardistas. Aparte de los factores econémicos y psicosociales que aceleraron sin duc el proceso, noes ceptar que Ia orientacién del cine hacia el relato ficticio estuyiera en consonancia con su «me- ico intimon™, La movilidad de la imagen cinema- tografics, nos dice Roman Gubern, permitié al fin «una verdaders icc- izaciin del flujo temparal, lo que plasmaba mime ¢ la transitivi- dad y se convertia en Ja base cle la narratividad cinematografican™, Movilidad, multiplicidad y secuencialidad. Queda por sefialar otra caracteristica, no por obvia, menos importante, para que el cite se in togre en las cartes fabulacorasn: las imagenes filmicas son figuratitas representado se reconoce gracias a una scric de convencio- n y narran no sélo con variaciones de ritmo coma la misica, 0 con combinaciones cle manchas de color, sino con personajes, con- ductas y hechos ficticios™, gNo se ha destacado también que el em- pleo del lenguaje en la novela seria «mas referencial que en otras for- , El funcionamicnio semantico de: los signos line _RUisticos estaria, en principio, aunque puede no ser asi, mis proximo ula enaturada bers en el cine ase presi admieablemente 3 ete lo capar de oriental ea forma ino huhiera vues improta etter, Cine y Liters, que aporcaha a imagen mv Ja aurcola de a autmticilad, explca que mientras Esta sabia privilegrado aheun mente el documentalisma (Fett, 7 Me 270, erentes eign fe. el artioul ya eitaeo de Umberto Lea, has articulaciones del edo cinemstogriFicon, Prima del suce ce, ct. Una inacin prictca y minuciosa Ia reali Francese Maree 1 Puig, Tewie yeni des pipes 207-280, as pata uns semiologia del mpliacidn de interés human prodlucidas por agentes, ni soeidos por relato porque es sla en relacisn con human que los acontccimientos adquieren sentido y «© oryasiran en una serie temporal estructaraday, aLa logica de los posibles narrativors, A.A. V.V., Aad nirarinrl del lain, Buenos Nites, Tempe Contempoeined, 1970. pig. 90 °° lan Watt, The Rs of te Neve, Stir of Dee, Rathordon and Facing, Londres, &: Windus, 1957, pigs. 21-30. Divecen opiniones slreel tema las reopen [ne usage, Zareduet al end del motel, neelomay Lan, 182, page 13-28 y De io Villanueva, Extra y tempo rducdeen te mele, City pigs 9-12 130 a al cédigo semantico natural, lo que no hay que entender como un mero reenvio denotativo al referente, dado que el término de compa- raci6n no seria Ia realidad, «sino nuestro modo de seleccionarla y do- minarla, que es ya una operaciGn lingiistica y temtica». Se trata vis bien de esa «simulacién» de la novela —y del cine narrativo, donde la experiencia del espectador se considera vicarial, por lo que ‘no es raro encontrar analogias entre la imagen real y la reflejada por el espejo, 0 enire el espejo y la pantalla—, que crea una apariencia cle realidad, un mundo propio, sitnbdlico, evocador de wla vida virtu: Si recordamos que Sklovski y Kite Hamburger veian el cine y I ura como medios paralelos en su representacién de «las acciones ele vombres» y de la wficcién de la vida humana, podrismos consi- derar a ambos como ediscursos figurativos, a diferencia de la misica, por cjemplo, o de un texto sin fabula'. Los mismos aspectos resalta ‘Yuri Louman, que incluye el film entre los wtextos de argumento»';, y Umberto Eco, para quien es posible instaucar una bamolagia estructural centre cine y narrativa, por el hecho de que los dos egéneros» son «ar- tes de accion» —el concepto aristotélico de mimesis subyace a todas tas caracterizaciones—, aunque ésta sea enarrada» en la novela y en el cine erepresentadan, 18 Gir. Ta nocién de amundos posibless 5, en concreto, aa eonstnuccién ee un mundo de eeferencian en lor textor nar i 172-248 Este aspecto ha sido ret evocacion de f vida virtual at r Barcelona, Bosch, 1978, pig, 82 Ki a ficcibn —dramitia, ica y cinematogrifiea— como «une ‘en Come del élite, que ve prodice, «pale fit qu'en preauit Papparcnee de En an apparenee de Invi n'est pas produiteauttement que par le personnage, en tart pense, sent et parle, en 7, rea celacidn del cine com la arte aia atv, gue penettan y son pe sn duraciéa y movimiento y se viven en el ritmo temporal que marcan por + imismase, (rete las ares Fitieas, gle alogran una obra exterior al hombres ( ‘wea, pinta, escultura), ft. Juan José Garcia Nobleas, Pda de! sete ues, Pam pon, Ediciones de Ia Universidad de Navarea, 1982, pags. 242-251 i Inssimos en eiferenciar, aunque sea actifcialmente,narcacion y desarrollo cle «a que Umberto Eco hs podido delindar In exstencia de la en tests no narratives, como la Etica de Spinons, o descubrir una vorganica arrativas en sliscursos no figurativose, como el texto eientifico que analiza Ge mas («Des accidents dant les sciences dites humainesy, 1975). Lar ix lip. 154 Op. ate pap a ertienda Taceida” —aftade fico en el sentido que da al término Avi wena fil cine: and the reason for Bcja— is above al modes of Ia forma y made de nates parimetros represent Ja novela Ia forms literaria que se asocia con mayor Fre- as que el cine de fie “pects: aria entonces Ia accién atepresentada» del cine mas préxima a ica que al relat Se han encontrado co- 3 this near univers both are forms of —expliea to, el nivel de la historia y el de las estructuras narra jente para lar cuenta de Tas re- Como es sabido, 108 teatrales © par: leva a rod tividad, que se manifiesta casi desde sus origenes, deja de depender ex- clusivamente del contenido figurativo de la imagen mévil y de la yux- taposicién de acuadros» construidos como unidades cerradas en si ismas que el espectador contemplaba siempre desde un punto de vista Ajo y exterior a los acontecimientos. Noél Burch ha descrito con gran det 108 pasos que se dieron desde este Modo de Re- Presentacion Primitivo™ hasta que llega a configurarse, con etapas de avance y de retroceso, el Modelo de Representacidn Institucional (MRI), complejo sistema de convenciones que permiten al cine construir una nazracién propiamente orginica, gracias a un manejo exible del material filmico que se aprecia primero en el dominio del espacio y sélo mas ta del montaje de acciones paralelas y caciones de la cémara, pero reutiliza las experiencias de sus anteceso- res —especialmente de Edwin S. Porter— para podet contar, me- diante una articulacién més sutil de los acontecimientos, historias de mayor extensién y de cierta complejidad argumental en las que cl es- pectador se vera ademas implicado emocialmente™. La fragmenta- cin cada vez mayor del material en unidades pequefias ——planos y secuencias— Hevaba aparejada una segmentacion de la historia, aun- el mismo principio de montaje que fragmenta 1 Burch que, como muy bien indiea Vicente Sincher Gian Piero Brunetta, Maries del late cinamaag “aur and Fil, 1895-1915. A Study in Media nteraton, entos de ciara, te, So: try. Hiri del cae experimen del aumento de fs longitu iro det ci Im, que tavon papel notable en el ta ambos de plano, ral, spin Burch, det MRI Se prado ‘centrado del sujeto-espectador, su identificacin con la cima ido cn el punto de referencia alrededor del eal te consicuyen la wtéady Ia idetn de especticalon, El Yegule pigs. 213218, 133

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