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TEST DE CLASE 1.
2.
Volumen de orina
Volumen de una sustancia que es eliminada por orina
NEFROLOGÍA 3. Volumen de plasma
4. Cantidad de una sustancia que se excreta por unidad de tiempo
5. Tiempo que tarda una sustancia en ser excretada
FASE DE CONTACTO
RC:3
TEMA 1. RECUERDO ANATOMOFISIOLOGICO El aclaramiento es un concepto matemático, virtual, que no expresa ninguna
realidad física. Hace referencia al volumen de plasma que queda libre de una
1. La mayor parte del agua y de los solutos ultrafiltrados en el glomérulo se sustancia por minuto.
Al riñón, el plasma llega con una cantidad determinada de cada sustancia, de
reabsorben, respectivamente, en:
la cual se filtra una cantidad fija. Además de la filtración, el riñón puede expul-
sar esa sustancia activamente a la luz tubular, reduciendo por tanto aun más
1. Túbulo contorneado distal y tubulo contorneado proximal su concentración plasmática, o puede reabsorberlo, elevándola de nuevo. De
2. Asa de Henle porción descendente y tubulo contorneado distal esta forma, una cantidad de la sustancia acaba eliminándose, y otra cantidad
3. Asa de Henle porción ascendente y túbulo contorneado proximal continúa circulando por el plasma, en menor concentración que la inicial. Si
4. Túbulo contorneado proximal para ambos imaginamos que en lugar de distribuirse uniformemente por el plasma, la sus-
5. Túbulo colector y asa de Henle porción descendente tancia sigue en parte del plasma a su concentración original, y en otra parte a
concentración cero (“limpia”), nos acercamos al concepto matemático de acla-
ramiento: es el volumen de plasma que queda limpio de una sustancia por uni-
RC:4
dad de tiempo.
En el glomérulo se produce ultrafiltración, es decir, filtración a través de la mem-
Cuando el aclaramiento de una sustancia es superior a la tasa de filtración glo-
brana de un líquido, similar en composición al plasma (salvo por las proteínas),
merular, dicha sustancia tiene mecanismos de excreción renal. Cuando el acla-
debido al gradiente de presión que se genera entre el ovillo capilar glomerular
ramiento es inferior a la filtración, la sustancia tiene reabsorción renal. Para cal-
y la cápsula de Bowman. Esta ultrafiltración supone a lo largo del día unos 180
cular el aclaramiento de una sustancia, se usa la fórmula: (cantidad de orina en
litros de agua y casi 1 kg de NaCl, que deben ser reabsorbidos en su mayor
ml/min)*(concentración de sustancia en orina) / (concentración de sustancia en
parte. La orina final supone menos del 1% del volumen del ultrafiltrado.
La mayor parte del sodio se reabsorbe en el túbulo contorneado proximal, plasma), y nos da el volumen de plasma en ml/min.
aproximadamente el 65% del filtrado. Es una reabsorción activa, debida al gra-
diente generado por las ATPasas Na/K del polo basal del epitelio tubular. 4. Para la determinación del flujo plasmático renal efectivo y filtrado glomeru-
Acoplada a la absorción del sodio se reabsorben otras sustancias, como bicar- lar se utilizan, respectivamente, el aclaramiento renal de:
bonato, glucosa, cloruro. Se reabsorbe agua en condiciones isoosmóticas, tam-
bién el 65% del filtrado, por lo que la orina formada en el túbulo es isoosmo- 1. Manitol y creatinina
lar con el plasma.
2. Inulina y urea
En el asa de Henle se produce una absorción activa de sodio, aproximadamen-
te el 30% del filtrado, acoplada a una reabsorción de agua, aproximadamente 3. Paraaminohipurato y creatinina
el 25%. La absorción de ambos va por separado; inicialmente la orina es hipe- 4. Creatinina e inulina
rosmolar, pero el segmento final del asa de Henle es capaz de diluir la orina 5. Urea y creatinina
(segmento dilutor), por lo que la orina final del asa de Henle es hipoosmolar.
En el túbulo distal se produce reabsorción de iones, pero no de agua. La orina RC: 3
que sale del túbulo distal tiene unos 30 mOsm/l, francamente hipotónica, y El filtrado glomerular es la cantidad de plasma que se ultrafiltra en el glomeru-
lleva menos del 1% del sodio filtrado y aproximadamente 10% del agua filtra- lo por unidad de tiempo. La ultrafiltración depende de la permeabilidad de la
da. La reabsorción de iones va a depender mucho de las características del fil- membrana y del juego de presiones hidrostáticas y oncóticas a ambos lados de
trado y de estímulos hormonales (simpático, aldosterona). la membrana. Cuando hay lesión de las nefronas, se reduce la membrana de
En el tubo colector hay una vestigial absorción de iones, y es fundamental la ultrafiltración, y cae la tasa de filtrado glomerular. El filtrado glomerular es la
capacidad de absorción de agua, regulada por el hipotálamo a través de la mejor medida de la función renal.
vasopresina (ADH). En el túbulo colector se aprovecha el gradiente corticome- Para medir el filtrado glomerular se utilizan la medida del aclaramiento de sus-
dular generado por el asa de Henle para adaptar la cantidad y concentración tancias que no tengan reabsorción ni secreción tubular. La mejor es la inulina,
de orina a las necesidades corporales. de administración exógena y manejo tubular nulo, por lo que su aclaramiento
renal equivale a la tasa de filtrado glomerular. Como es engorroso determinar-
2. La eliminación urinaria diaria de sodio es: lo con inulina, se suele usar el aclaramiento de creatinina, una sustancia de pro-
ducción endógena y que tiene un manejo tubular neutro (hay reabsorción y
secreción tubulares, pero de igual cuantía, salvo en situaciones de fallo renal,
1. <10 mEq en orina 24h que la secreción sobrepasa a la reabsorción y por tanto sobreestima el filtrado).
2. 10-25 mEq/l en orina 24h El filtrado glomerular normal es de unos 120-125 ml/min, con variaciones
3. 10-25 mEq en orina de 24h según peso y edad, y es un 10% inferior en mujeres.
4. >50 mEq/l en orina de 24h El flujo plasmático renal es el flujo total a los riñones. El flujo plasmático renal
5. Dependiente de la dieta efectivo es el flujo destinado a las funciones de depuración renal (parte del flujo
se destina a la nutrición del parénquima renal). Para determinarlo, se puede cal-
RC:5 cular el aclaramiento de una sustancia con excreción tubular total: si todo lo
El riñón no es un órgano complicado. Bueno, no se complica la vida. Actuando que llega al riñón acaba excretándose, la velocidad con que se elimina dicha
por sí mismo, sus respuestas son muy simples. Los productos tóxicos (desechos sustancia en la orina equivale a la velocidad con la que fluye la sangre por el
nitrogenados) los expulsa, y las sustancias útiles las reabsorbe. La reabsorción riñón. Dicha sustancia es el paraaminohipurato, un ácido débil con secreción
de casi todas las sustancias (iones, glucosa, aminoácidos, bicarbonato) ocurre casi total.
en el túbulo contorneado proximal. Cuando el riñón recibe órdenes de otras
sustancias, fundamentalmente hormonas, obedece y altera el manejo de deter- 5. En un paciente con insuficiencia renal progresiva, la aparición de hiperpota-
minadas sustancias: agua (ADH), sodio (aldosterona), calcio y fósforo (PTH), semia o hiperfosforemia sugiere pérdida de al menos:
adecuando su reabsorción o excreción a las necesidades metabólicas del orga-
nismo.
1. 25% del filtado glomerular
El manejo renal del sodio es bastante simple: sodio que pasa, sodio que reab-
sorbe. Se reabsorbe le 65% del sodio filtrado en el túbulo proximal, el 30% en 2. 35% del filtado glomerular
el asa de Henle, un 4% adicional en el túbulo distal, y cantidades vestigiales en 3. 50% del filtado glomerular
el túbulo distal. La reabsorción de sodio no tiene una cantidad limitante, sino 4. 75% del filtado glomerular
que es una porción más o menos fija de lo que llega filtrado a las distintas por- 5. 90% del filtado glomerular
ciones del túbulo. Así, la eliminación final del sodio en orina, en ausencia de
diuréticos que interfieran con la absorción en los distintos segmentos, depen- RC:4
de directamente de la cantidad filtrada por el glomerulo, y ésta a su vez del que La caída de la filtración glomerular afecta de distinta manera a distintas sus-
se ingiere en la dieta. tancias, dependiendo del tipo de manejo tubular que tengan. Se definen tres
La concentración habitual del sodio en la orina es de entre 20 y 40 mEq/l. Ante curvas, A, B y C.
un fallo renal, la natriuresis ayuda a orientar el problema. Con natriurias infe- La curva A la siguen sustancias como la creatinina o la urea, que no tienen
riores a 20, debe sospecharse que el riñón está reabsorbiendo activamente manejo tubular (bueno, la urea tiene un ciclo de absorción y reabsorción, pero
sodio, en respuesta a una activación del eje renina-angiotensina-aldosterona, y depende de la tasa de flujo tubular y por tanto de la filtración glomerular, por
el fallo es seguramente prerrenal. Con natriurias superiores a 40 mEq/l, debe lo que se afecta directamente por ésta). Estas sustancias mantienen su con-
sospecharse que el riñón ha perdido la capacidad de reabsorción de sodio y el centración aproximadamente constante (leve aumento, pero manteniéndose
fallo es parenquimatoso renal. en rango de normalidad) hasta tasas de filtrado glomerular inferiores al 50. Por
ello, la creatinina plasmática no es un buen marcador de función renal, pues
3. El concepto de aclaramiento hace referencia a: no se altera hasta deterioros superiores al 50%.

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La curva B es la que siguen sustancias con reabsorción tubular. La caída en el te provoca aumento de la presión glomerular y por tanto aumento de la pre-
filtrado glomerular se acompaña de un descenso en la reabsorción tubular o un sión de filtración; el principal vasoconstrictor de la arteriola eferente es la
aumento de mecanismos de excreción tubular, con lo que se mantienen con- angiotensina II, sintetizada en respuesta a la hipoperfusión renal y capaz de
centraciones estables hasta que el filtrado cae por debajo del 25%. Es lo que mantener el filtrado glomerular en dichas situaciones. Los IECA y ARA2 provo-
ocurre con el potasio, fósforo, hidrogeniones y ácido úrico. can vasodilatación de la arteriola eferente, con lo que reducen la presión de fil-
La curva C es la que tienen sustancias con mecanismos redundantes de reab- tración glomerular, peligroso efecto en casos de estenosis de la arteria renal
sorción tubular. Hasta que la función renal no cae por debajo del 10%, no hay que cursan con descenso de la perfusión renal, pero útil para evitar la hiperfil-
acumulación de estas sustancias. Son el sodio y el agua. Como ejemplo: con un tración o la proteinuria en determinadas patologías. La vasoconstricción de la
filtrado glomerular de 120 ml/min y una ingesta de 7 gr/día de NaCl, para man- arteriola aferente provoca, al igual que la estenosis de la arteria renal, descen-
tener la natremia de 140 mEq/l hay que expulsar 7 gr/día de sodio, lo que se so de la perfusión renal; el principal vasoconstrictor a este nivel es la endoteli-
consigue manteniendo una excreción de sodio del 0,5% del FG (se reabsorbe na, por lo que fármacos como el bosentán (inhibidor de la endotelina) podrían
el 99,5% de lo filtrado, que es de 1,16 kg de sodio al día). Si el filtrado glo- tener efectos por este mecanismo. El tono vasodilatador de la arteriola renal
merular cae a 2 ml/min, el sodio filtrado al día baja a 19 mg al día, y con una aferente se debe a prostaglandinas sintetizadas en la médula renal, que aumen-
excreción del 30% de lo filtrado se consigue mantener el equilibrio con la tan en respuesta a la hipoperfusión renal, colaborando con la angiotensina en
ingesta (la reabsorción tubular baja del 99,5% al 70%). La existencia de meca- mantener la presión de perfusión. Los AINE, al inhibir la síntesis de dichas pros-
nismos redundantes de reabsorción (que pueden inactivarse) permite mantener taglandinas, pueden provocar un fallo renal prerrenal. La dopamina es una
el equilibrio hasta tasas muy bajas de filtrado. amina vasoactiva con afinidad por receptores dopaminérgicos, beta-adrenérgi-
cos y alfa-adrenérgicos, capaz de producir distintos efectos vasculares según la
6. Cuando un paciente bajo tratamiento diurético con tiazidas o furosemida concentración que alcance; en concreto, a dosis dopaminérgicas (3-5 microgra-
mos/Kg/min) provoca vasodilatación de la arteriola renal aferente, por lo que se
incumple la dieta y come más sal de la prescrita, el resultado analítico espera- usa para restaurar la perfusión renal y diuresis en casos de fallo renal agudo pre-
ble es: rrenal. Los calcio-antagonistas de tipo dihidropiridínico tiene escaso efecto sobre
la vasculatura renal, pero en concreto el amlodipino tiene un cierto efecto vaso-
1. Mayor hiperpotasemia dilatador de arteriola aferente, con escasa implicación terapeútica.
2. Mayor hipopotasemia
3. Mayor hipernatremia 8. Uno de los siguientes no forma parte del aparato yuxtaglomerular, señale
4. Mayor hiponatremia cual:
5. Mayor bicarbonaturia
1. Arteriola aferente
RC: 2 2. Arteriola eferente
Los diuréticos, salvo los osmóticos, son realmente natriuréticos: reducen la 3. Mácula densa en el túbulo contorneado proximal
reabsorción tubular de sodio bloqueando diversos canales, y también bloquean
4. Mácula densa en el túbulo contorneado distal
la absorción de agua ligada al sodio (no en el túbulo distal, donde no se absor-
be agua), aportando mayor cantidad de orina al tubo colector. Todo diurético, 5. Mesangio
al bloquear un canal de absorción de sodio, provoca aflujo de mayor cantidad
de sodio a los canales situados distales a él en los túbulos renales, por lo que RC: 3
provocan hiperactividad de estos. Los diuréticos de asa bloquean el canal de El aparato yuxtaglomerular se localiza en el glomérulo, en el polo vascular, pero
Na-K-2Cl del asa gruesa ascendente. Las tiazidas bloquean el canal de Na-Cl está formado por estructuras glomerulares y tubulares. En él participan la arte-
del túbulo distal. Ambos canales son proximales al canal de Na-K dependiente riola aferente, la arteriola eferente y el mesangio (como elementos del glomé-
de aldosterona, por lo que al provocar un mayor aflujo de sustrato a éste pro- rulo) y la mácula densa del túbulo contorneado distal. El aparato yuxtaglome-
vocan un aumento de su actividad, con la consiguiente resorción de sodio y rular tiene una importante inervación adrenérgica, y es capaz de detectar cam-
expulsión de potasio. Además, el aumento del flujo tubular estimula a la mácu- bios de presión en la arteriola aferente y cambios en el flujo tubular distal. La
la densa, provocando una activación del eje renina-angiotensina-aldosterona, arteriola aferente tiene células especializadas ricas en gránulos secretores de
con hiperactivación del canal Na-K del túbulo distal. Por ambas vías, el efecto renina, y responden al estímulo adrenérgico, al descenso en la presión en la
final es un aumento de la expulsión de potasio y la reabsorción de sodio. arteriola aferente y al descenso en el flujo tubular distal de cloruro con un
Ambos diuréticos provocan hipopotasemia e hiponatremia (recuerda que su aumento de la secreción de renina y por tanto activación del eje renina-angio-
efecto primario es un descenso en la reabsorción de sodio) tensina-aldosterona, que actúa:
Si el paciente que toma diuréticos perdedores de potasio aumenta su ingesta Sobre el mesangio, aumentando el filtrado glomerular.
de sal, provoca un aumento de la filtración renal de sodio, con mayor aporte Sobre la arteriola eferente, con vasoconstricción que aumenta la presión de
de sal al túbulo. Puesto que la reabsorción mayoritaria de sodio está inhibida, perfusión glomerular y por tanto el filtrado glomerular
no puede haber compensación tubular inicial de la hiponatremia, el sodio se Sobre el TCP (AT-2), provocando aumento de la reabsorción de sodio
sigue perdiendo en orina. Puesto que llega más cantidad de sodio al túbulo dis- Sobre el túbulo colector, (aldosterona), aumentando la reabsorción de sodio
tal, aumenta la actividad del canal de Na-K dependiente de aldosterona, y se acoplada a la excreción de potasio.
provoca una mayor hipopotasemia por aumento de la excreción renal de pota-
sio. Igualmente, habrá aumento de la alcalosis metabólica. 9. Uno de los siguientes no se reabsorbe en el túbulo contorneado proximal:

7. ¿Cuál de los siguientes asociaciones fisiológicas es FALSA? 1. Glucosa


2. Sodio y potasio
1. Dopamina y prostaglandinas: vasodilatación renal 3. Bicarbonato y fosfatos
2. Endotelina: vasoconstricción de la arteriola aferente 4. Magnesio y yodo
3. Amlodipino: vasodilatación de la arteriola eferente 5. Ácido úrico y aminoácidos
4. Angiotensina II: vasoconstricción sistémica y de la arteriola eferente
5. IECA, ARA2, alfa-bloqueantes: vasodilatación de la arteriola efe- RC: 4
rente En el túbulo contorneado proximal se reabsorbe la inmensa mayoría del ultra-
filtrado glomerular. Para empezar, el 60-65% del sodio y agua filtrados se
RC: 3 reabsorben aquí. La reabsorción de sodio genera un gradiente electronegativo,
El filtrado glomerular depende de dos elementos: la “constante” de filtración que permite reabsorber otras sustancias, como el cloro, a favor de gradiente.
y la presión de filtración. La “constante” de filtración depende de la superficie Pero además existen múltiples cotransportadores que utilizan la reabsorción del
de intercambio y de la permeabilidad de la membrana; fundamentalmente sodio para permitir la reabsorción de otras sustancias, como glucosa, aminoá-
depende del mesangio, y no juega un gran papel en la regulación fina del fil- cidos, ácido úrico… Las proteínas filtradas se reabsorben también a este nivel
trado glomerular (aunque si en las patologías glomerulares que llevan a fallo por pinocitosis. El bicarbonato filtrado se reabsorbe en el túbulo contorneado
renal). La presión de filtración depende del balance de presiones oncóticas e proximal gracias a la presencia de enzima anhidrasa carbónica; en el túbulo
hidrostáticas en capilar glomerular y cápsula de Bowman. La presión hidrostá- contorneado distal se puede neogenerar bicarbonato sérico a expensas de eli-
tica en cápsula de Bowman lucha contra el filtrado glomerular; en condiciones minar hidrogeniones, en forma de amonio o fosfatos, pero no se reabsorbe
normales es mínima, pero en casos de sobrecarga funcional del riñón (reflujo bicarbonato filtrado. El potasio tiene reabsorción en el túbulo contorneado
vesicoureteral, uropatía obstructiva, nefropatía intersticial) la hiperpresión en proximal, aunque la más importante es la que ocurre en el túbulo colector,
vía urinaria se transmite retrógradamente y reduce el filtrado glomerular. La regulada por aldosterona en respuesta al estado de hidratación y a la kaliemia.
presión oncótica en cápsula de Bowman es generalmente cercana a cero, y El resto de iones (calcio, litio, …) se reabsorben igualmente a nivel tubular, con
jugaría a favor de la filtración; por ello, la filtración de elementos oncótica- dos excepciones. La reabsorción de magnesio y yodo ocurre fundamentalmen-
mente activos (principalmente, proteínas en las patologías membranosas) pro- te en el asa de Henle; son los únicos iones cuya reabsorción no es esencial-
voca hiperfiltración renal acompañante, con sobrecarga del riñón. La presión mente tubular. Por ello, en pacientes con tratamiento depletivo con diuréticos
oncótica plasmática lucha contra la filtración glomerular, y en condiciones nor- de asa e hipopotasemia refractaria a suplementos orales, es útil evaluar el mag-
males no juega papel alguno en la regulación del filtrado. Y el principal regu- nesio sérico, que puede estar deplecionado e impedir el correcto metabolismo
lador del filtrado glomerular es la presión en el ovillo capilar. de potasio y calcio.
La presión en el ovillo capilar está regulada por el tono vascular de la arteriola
aferente y la arteriola eferente. La vasoconstricción de la arteriola renal eferen-

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10. Una es cierta en relación a la ADH: 3. Hiponatremia con VEC normal


4. Depleción salina
1. La ADH favorece la reabsorción urinaria de agua a nivel del túbu- 5. Hipopotasemia
lo contorneado proximal
2. La ADH favorece la reabsorción activa de agua en el asa de Henle RC: 3
3. La presencia de ADH permite la reabsorción de agua libre, dilu- Los diuréticos son un grupo farmacológico ampliamente usado, con utilidad en
yendo la orina patología cardiaca (insuficiencia cardiaca, IAM, HTA), metabólica (hiperpotase-
mia, hipercalcemia, alcalosis metabólica) y renal (fallo renal agudo, insuficien-
4. La presencia de ADH concentra la orina al disminuir la filtración
cia renal crónica, síndrome nefrótico), y algunas otras circunstancias (edema
glomerular cerebral). Son un grupo de fármacos tan utilizado que cualquier médico debe-
5. La presencia de ADH aumenta la permeabilidad al agua del túbu- ría estar familiarizado con sus efectos secundarios.
lo colector, concentrando la orina Los diuréticos provocan, en mayor o menor medida, diuresis por aumento de
la natriuresis, con la excepción de los diuréticos osmóticos que eliminan agua
RC: 5 libre unida a solutos osmóticamente activos. Provocan depleción del volumen
La hormona antidiurética o vasopresina (ADH) es un nonapéptido de secreción extracelular, e hiponatremia asociada. La depleción de volumen intravascular
en la neurohipófisis, que actúa sobre dos tipos de receptores. El receptor V2, puede originar fallo renal prerrenal. La hiponatremia es menor con los diuréti-
renal, presente en el túbulo colector, permite a la ADH ejercer su efecto anti- cos de asa, pues aunque afectan a una mayor proporción del sodio filtrado glo-
diurético. Al unirse la ADH a su receptor, las vesículas con canales de agua merular provocan sobre todo un aumento de la excreción de agua libre por la
(aquaporinas) presentes en el túbulo colector se unen a la membrana apical, pérdida de capacidad de concentración renal al desestructurar el gradiente cor-
permitiendo el flujo de agua desde el túbulo colector hacia el intersticio a favor ticomedular. La inmensa mayoría de diuréticos provoca activación del eje reni-
de gradiente. El intersticio renal tiene un importante gradiente osmótico corti- na-angiotensina por la depleción hidrosalina y por el aumento del flujo distal
co-medular, generado por el mecanismo de contracorriente del asa de Henle, de sodio, por lo que cursan con aumento de la excreción renal de potasio por
por lo que la adición de mayor cantidad de poros osmóticos permite la reab- el aumento de intercambio con sodio mediado por aldosterona; dicho efecto
sorción de mayor cantidad de agua y por tanto la eliminación de un menor no se observa en los diuréticos ahorradores de potasio, que son tanto los anta-
volumen de orina, más concentrado. gonistas de aldosterona (espironolactona, eplerenona) como los bloqueadores
La liberación de ADH está regulada por la natremia y la volemia, siendo más del canal dependiente de aldosterona (triamtireno, amiloride). La inmensa
sensible a cambios de la natremia (detecta cambios de 1-2% natremia y 10% mayoría de ellos produce alcalosis metabólica, asociada a la hipopotasemia:
de volemia), pero teniendo más importancia los cambios de la volemia. Ante por el aumento del flujo tubular distal de potasio aumenta el intercambio de
grandes descensos de la volemia, o pequeños aumentos de la natremia, se esti- potasio por hidrogeniones en el túbulo distal, condicionando alcalosis metabó-
mula la síntesis de ADH, con mayor permeabilidad del túbulo colector al agua, lica. Dicho efecto no se observa ni con los diuréticos ahorradores de potasio ni
y por tanto eliminación de escasa cantidad de orina muy concentrada, que res- con los diuréticos inhibidores de la anhidrasa carbónica (acetazolamida), que
taura la volemia y produce hemodilución (corrigiendo una hipernatremia). Ante limitan la reabsorción proximal de bicarbonato (principalmente) y excreción dis-
aumentos de la volemia (por ejemplo, ingesta de un litro de cerveza post-clase tal de hidrogeniones (minoritariamente), y que son útiles para el manejo de la
de nefrología) o descensos de la natremia, se produce una inhibición de la libe- alcalosis metabólica crónica (por ejemplo, en pacientes retenedores de carbó-
ración de ADH (por cierto, el alcohol es un inhibidor de la secreción de ADH), nico).
con menor permeabilidad del túbulo colector al agua, y consiguiente disminu- Otros efectos menos conocidos pero importantes en ciertos contextos son los
ción de la reabsorción de agua, con eliminación de una orina abundante y poco metabólicos. Todos los diuréticos son hiperglucemiantes, salvo la torasemida
concentrada, que restaura la euvolemia. (diurético de asa), que comparte parte de su estructura química con las sulfa-
nilureas y es levemente hipoglucemiante. Todos los diuréticos provocan hipe-
ruricemia, salvo la indacrinona (tiazida) que es un uricosúrico; ojo porque la
11. Sobre las funciones endocrinas del riñón una es FALSA: hiperuricemia y la depleción hidrosalina favorecen las crisis gotosas y pseudo-
gotosas. Todos se asocian a hipercolesterolemia, especialmente las tiazidas. Las
1. La hipoxia renal produce aumento de la síntesis de EPO en la cor- tiazidas provocan hipocalciuria, por lo que son útiles en determinados casos de
teza renal nefrolitiasis o nefrocalcinosis, mientras que los diuréticos de asa aumentan la
2. El riñón participa en el metabolismo fosfocálcico como órgano excreción renal de calcio, siendo útiles para el manejo de la hipercalcemia.
diana de la vitamina D y mediante la segunda hidroxilación de la vita-
mina D 13. Con respecto al balance de líquidos, una es FALSA:
3. El riñón es diana de la angiotensina II, sintetizada tras la liberación
de renina por el propio riñón; la AT-II produce vasoconstricción gene- 1. Existen deshidrataciones isotónicas en las hemorragias
ral y renal, aumento la volemia y tensión arterial 2. La deshidratacion hipotónica se produce con pérdidas renales o
4. El riñón participa en el catabolismo de la insulina; en la insuficiencia extrarrenales de líquido rico en sodio; entre las causas renales desta-
renal hay tendencia a la hipoglucemia por acumulación de insulina can el abuso de diuréticos, la enfermedad de Addison y las nefropa-
5. En la médula renal se sintetizan prostaglandinas vasodilatadores tias pierdesal
que regulan el filtrado glomerular 3. Se producen deshidrataciones hipotónicas extrarrenales en la
hiperhidrosis y la ventilación mecánica; cursan con sodio bajo en
RC: 1 orina y orina concentrada
El riñón es un órgano con una importante función metabólica. Tiene impor- 4. Hay hiperhidratación sin edemas en el SIADH y en el hiperaldoste-
tantes implicaciones en varios sistemas endocrinológicos. Para empezar, es fun- ronismo primario
damental en la regulación de la producción de hematíes: la hipoxia renal se
5. La deshidratación hipertónica cursa con menor repercusión hemo-
interpreta como hipoxia sistémica y provoca un aumento de la síntesis de eri-
tropoyetina en la médula renal, con el consiguiente aumento de la eritropoye- dinámica y mayor afectación neurológica
sis. Las enfermedades renales con afectación medular, principalmente la insu-
ficiencia renal de casi cualquier causa, cursan con anemia hiporregenerativa. El RC: 3
riñón también interviene en el metabolismo fosfocálcico como efector y como Las alteraciones del balance de líquidos pueden llevarnos a dos situaciones,
regulador; por una parte es diana de la parathormona, y por otra parte parti- deshidratación (descenso del agua corporal total) o hiperhidratación, general-
cipa en la activación de la vitamina D (se encarga de la segunda hidroxilación, mente a expensas de cambios en el agua extracelular. Se pueden distinguir
la 1-hidroxilación, de la 25-hidroxi-vitamina D). El riñón es efector y regulador alteraciones isotónicas, hipotónicas e hipertónicas, según la tonicidad del plas-
del sistema renina-angiotensina; la renina se sintetiza y libera en el aparato yux- ma con respecto a la normal, que tienen implicaciones en cuanto al comporta-
taglomerular, y la angiotensina actúa sobre el riñón, con vasoconstricción de la miento del agua intracelular: las alteraciones hipotónicas se acompañan de
arteriola eferente que eleva la presión de perfusión glomerular (y por tanto la aumento del volumen intracelular y las hipertónicas de deshidratación intrace-
presión de filtración) y con aumento de la reabsorción de sodio en el túbulo lular.
proximal, que condiciona un aumento de la volemia. El riñón regula el catabo- Las deshidrataciones isotónicas se deben a pérdidas de líquidos con similar con-
lismo de la insulina, por lo que en pacientes con insuficiencia renal crónica hay centración a la del plasma; la causa más frecuente es la hemorragia, y provoca
descenso de la necesidad diaria de insulina (al incrementarse su vida media). hipovolemia sin alteraciones iónicas ni del volumen intracelular. Las deshidra-
Por último, el riñón tiene una regulación interna por prostaglandinas, que afec- taciones hipotónicas se deben a pérdida de líquidos con mayor concentración
ta a la tensión arterial sistémica; las prostaglandinas vasodilatadoras sintetiza- de sodio que el plasma; pueden ser de origen renal, como en las nefropatías
das en la médula renal provocan vasodilatación de la arteriola aferente, con pierdesal, la intoxicación por diuréticos o la enfermedad de Addison, o de ori-
aumento de la presión de perfusión glomerular y aumento de la filtración glo- gen extrarrenal, como en las pérdidas gastrointestinales (vómitos, drenajes, dia-
merular; los antiinflamatorios no esteroideos pueden inducir fallo renal e HTA rreas). Tiene mayores datos de deshidratación, puesto que parte del volumen
al inhibir la síntesis de estas prostaglandinas. se desplaza al espacio intracelular. Las deshidrataciones hipertónicas ocurren
por pérdida de líquidos pobres en solutos; a nivel renal puede deberse al uso
de diuréticos osmóticos o a la diabetes insípida, mientras que a nivel extrarre-
12. Los diuréticos pueden producir todas MENOS una de estas manifestaciones: nal puede deberse a pérdidas por sudor o respiratorias (especialmente impor-
tantes en la ventilación mecánica). Tiene menores datos de deshidratación,
1. Insuficiencia renal prerrenal pues se produce deshidratación intracelular, por lo que pueden asociar altera-
2. Alcalosis metabólica ciones neurológicas. Las deshidrataciones deben tratarse con reposición de

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volumen, con una composición adecuada, que puede ser oral (recomendable maduras o tercer espacio, que son pérdidas hipertónicas (diarrea, vómitos), iso-
en ciertas situaciones, como las pérdidas por diarrea o vómitos). tónicas (tercer espacio) o hipotónicas (quemaduras), pero se reponen habitual-
Las hiperhidrataciones también pueden ser iso, hipo o hipertónicas. Pero mayor mente con líquido hipotónico (agua del grifo).
importancia práctica tiene la distinción entre hiperhidratación con y sin ede- En este caso el volumen extracelular es normal. La hiponatremia no se debe a
mas. La hiperhidratación con edemas aparece en la insuficiencia cardiaca, en el pérdidas desequilibradas o mal repuestas, sino a retención de agua. Esto puede
síndrome nefrótico y en la cirrosis, y cursa con hiperaldosteronismo secundario; deberse a varias causas, siendo la más frecuente en este contexto el SIADH, una
se maneja con restricción hídrica, reposo (reduce la actividad simpática y del eje hiperproducción hipotalámica de ADH debida a algunos anestésicos generales,
renina-angiotensina) y diuréticos. La hiperhidratación sin edemas se da princi- en la que se retiene agua libre (por tanto, la orina es hiperconcentrada y rica
palmente en el SIADH (por retención de agua libre, con hiponatremia asocia- en sodio, con sodio urinario mayor de 20). Requiere para su diagnóstico exclu-
da, se maneja con restricción hídrica y diuréticos de asa, y en casos de hipona- sión de insuficiencia suprarrenal y de hipotiroidismo, así como ausencia de ede-
tremia severa con sueroterapia iso o hipertónica) y en el hiperaldosteronismo mas o datos de depleción de volumen. Se maneja con restricción hídrica, y en
primario (con HTA e hipernatremia, típicamente alcalosis hipopotasémica, se caso de alteración neurológica, sueros iso o hipertónicos (según gravedad) y
maneja con restricción hídrica y diuréticos ahorradores de potasio, en casos de furosemida.
hipernatremia severa pueden ser necesarios sueros hipotónicos).
16. En un enfermo de 57 años con edemas en MMII, la presencia de sodio plas-
14. La hipernatremia suele darse en pacientes con: mático de 125 mEq/l indica:

1. Bajo nivel de conciencia 1. Normonatremia, no precisa tratamiento


2. Uso de diuréticos 2. Hiponatremia con VEC disminuido, tratamiento con suero salino
3. Fallo cardiaco derecho isotónico
4. Secreción inadecuada de ADH (SIADH) 3. Pseudohiponatremia, tratamiento de la hiperglucemia
5. Diarrea 4. Secreción inadecuada de ADH, restricción hídrica
5. Hiponatremia con VEC aumentado, restricción hídrica ± diuréticos
RC: 1
La hipernatremia se define cuando la natremia supera los 145 mEq/l; es una RC: 5
situación rara, salvo en pacientes que han perdido el estímulo de la sed (ancia- Un sodio plasmático menor de 135 es una hiponatremia. Para el diagnóstico
nos) o no son capaces de nutrirse por si mismos (bebes, bajo nivel de concien- diferencial de la hiponatremia hay que plantear varias preguntas. La primera es
cia). Provoca alteraciones neurológicas por deshidratación intracelular (aunque como está la osmolaridad plasmática. Hay falsas hiponatremias, con osmolari-
el volumen de agua total esté aumentado), y se acompaña de intensas sed y dad plasmática normal, en caso de hiperproteinemia o hiperlipemia. Hay hipo-
poliuria. Hay hiperhidrataciones hipernatrémicas, como en el hiperaldostero- natremias dilucionales, con osmolaridad plasmática elevada, cuando un agen-
nismo primario (retención de agua y sodio inadecuadas, con HTA, hipernatre- te osmótico (manitol, glucosa) está altamente concentrado y extrae agua del
mia y alcalosis hipopotasémica), o tras administración de líquidos hipertónicos espacio intracelular. Pero lo más habitual es que la osmolaridad plasmática esté
(ahogamiento en agua de mar, nutrición parenteral, bebes con biberón mal disminuida, pues el sodio es el principal regulador de la osmolaridad en condi-
preparado); tiene escasos datos de depleción de volemia pero grandes altera- ciones normales. En ausencia de este dato, se asume que la hiponatremia es
ciones neurológicas. Hay deshidrataciones hipernatrémicas, con pérdidas de auténtica, es hipoosmolar.
agua inferiores a las de sodio; pueden ser de origen renal (sodio en orina mayor La segunda pregunta que nos debemos plantear no hace referencia al sodio
de 20), como en la diuresis osmótica (también puede ocurrir en la fase poliúri- sino al agua: como está el agua corporal total. Podemos tener deshidratación
ca de un fallo renal agudo), o de origen extrarrenal (sodio en orina menor de (descenso del volumen extracelular, manifestado con datos de hipovolemia),
20), como en situaciones que provocan habitualmente hiponatremia hipovolé- hiperhidratación (aumento del volumen extracelular, manifestado con ede-
mica (diarrea, vómitos, quemaduras, tercer espacio) en pacientes sin mecanis- mas), o normohidratación.
mo de la sed o sin activación de la ADH. La hiperhidratación hiponatrémica puede ser de origen renal (sodio en orina
elevado, mayor de 20) o extrarrenal. Las de origen renal se dan en casos de
15. Un paciente de 63 años presenta deterioro progresivo del nivel de concien- fallo renal agudo o crónico con eliminación de sodio superior a la de agua, y
cia a las 8 h tras una cirugía de colecistectomía con anestesia general, con un reposición oral hipotónica (agua del grifo). Las de origen extrarrenal se deben
postoperatorio inicial normal. Está hemodinámicamente estable, sin datos de a retención de agua y sodio por activación del eje renina-angiotensina, en
situación de cirrosis, síndrome nefrótico (se considera extrarrenal el origen de
insuficiencia cardiaca, afebril, sin focalidad neurológica. Sin alteraciones en el la hiponatremia, pues el sodio en orina es bajo) o la insuficiencia cardiaca, e
hemograma ni en la coagulación; en la bioquímica muestra urea 38 mg/dl, glu- igualmente ingesta de líquidos hipotónicos. Su manejo pasa igualmente por la
cemia 116 mg/dl, Na+ 117 mEq/l, k+ 4,7 mEq/l; en la orina muestra osmolali- restricción hídrica y el tratamiento diurético.
dad de 500 mOsm/Kg y sodio de 35 mEq/l. ¿Cuál es la causa más probable? Si hay depleción de volumen (deshidratación, hipovolemia), el origen puede ser
renal (con sodio mayor de 20) por abuso de diuréticos, nefropatías pierdesal,
1. Insuficiencia hepática aguda por anestésicos insuficiencia suprarrenal… en las que hay pérdidas de sodio que superan a las
2. Deshidratación hipotónica de agua. Puede ser extrarrenal (con sodio en orina menor de 20), con pérdidas
digestivas (diarrea, vómitos), quemaduras o tercer espacio, que son pérdidas
3. Hiponatremia ADH-dependiente
hipertónicas (diarrea, vómitos), isotónicas (tercer espacio) o hipotónicas (que-
4. Tubulopatia pierde-sal por anestésicos maduras), pero se reponen habitualmente con líquido hipotónico (agua del
5. Sepsis en fase inicial grifo). El manejo de estos pacientes pasa por la rehidratación, con suero salino
isotónico o rehidratación oral.
RC: 3 Si el volumen extracelular es normal, la hiponatremia no se debe a pérdidas
Tenemos a un paciente postoperado, con recuperación anestésica normal, que desequilibradas o mal repuestas, sino a retención de agua. Esto puede deber-
desarrolla progresivo deterioro del nivel de conciencia, sin focalidad neurológi- se a varias causas, siendo frecuente en este contexto el SIADH, una hiperpro-
ca que sugiera sangrado intracraneal. Lo más importante es descartar altera- ducción hipotalámica de ADH debida a algunos anestésicos generales, en la
ciones electrolíticas, posibles por varios fármacos empleados en anestesia. En que se retiene agua libre (por tanto, la orina es hiperconcentrada y rica en
su analítica destaca una marcada hiponatremia. Para el diagnóstico diferencial sodio, con sodio urinario mayor de 20). También son posibles la insuficiencia
de la hiponatremia hay que plantear varias preguntas. La primera es como está suprarrenal y el hipotiroidismo, así como la desregulación del osmostato hipo-
la osmolaridad plasmática. Hay falsas hiponatremias, con osmolaridad plasmá- talámico, y la potomanía cuando la ingesta hídrica supera 12 litros. Se mane-
tica normal, en caso de hiperproteinemia o hiperlipemia. Hay hiponatremias jan en cualquier caso con restricción hídrica, y en caso de alteración neurológi-
dilucionales, con osmolaridad plasmática elevada, cuando un agente osmótico ca, sueros iso o hipertónicos (según gravedad) y furosemida.
(manitol, glucosa) está altamente concentrado y extrae agua del espacio intra-
celular. Pero lo más habitual es que la osmolaridad plasmática esté disminuida, 17. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones respecto a los diuréticos es FALSA?
pues el sodio es el principal regulador de la osmolaridad en condiciones nor-
males. Este dato no nos lo dan, pero la ausencia de hiperglucemia, hiperpro-
teinemia, hiperlipemia o uso de manitol nos orientan a osmolaridad normal. 1. Los diuréticos de asa producen alcalosis metabólica
La segunda pregunta que nos debemos plantear no hace referencia al sodio 2. Los diuréticos son útiles en el tratamiento de la hiperpotasemia
sino al agua: como está el agua corporal total. Si hay expansión de volumen 3. Los diuréticos tiazídicos pueden favorecer el desarrollo de litiasis
(edemas) estamos ante una hiperhidratación hiponatrémica; puede ser de ori- cálcica
gen renal (sodio en orina elevado, mayor de 20), en casos de fallo renal agudo 4. Los diuréticos son causa de hiponatremia.
o crónico con eliminación de sodio superior a la de agua, y reposición oral bajo 5. Los diuréticos son útiles en el tratamiento de la hiponatremia
en solutos (agua del grifo), o de origen extrarrenal, en situación de cirrosis, sín-
drome nefrótico (se considera extrarrenal el origen de la hiponatremia, pues el
RC: 3
sodio en orina es bajo) o la insuficiencia cardiaca, por activación del eje renina-
Los diuréticos son un grupo farmacológico ampliamente usado, con utilidad en
angiotensina e igualmente ingesta de líquidos hipotónicos. Si hay depleción de
patología cardiaca (insuficiencia cardiaca, IAM, HTA), metabólica (hiperpotase-
volumen (deshidratación, hipovolemia), el origen puede ser renal (pérdida de
mia, hipercalcemia, alcalosis metabólica) y renal (fallo renal agudo, insuficien-
sodio por orina superior a la de agua, con sodio mayor de 20) por abuso de
cia renal crónica, síndrome nefrótico), y algunas otras circunstancias (edema
diuréticos, nefropatías pierdesal, insuficiencia suprarrenal… o extrarrenal (con
cerebral). Son un grupo de fármacos tan utilizado que cualquier médico debe-
sodio en orina menor de 20), con pérdidas digestivas (diarrea, vómitos), que-
ría estar familiarizado con sus efectos secundarios.

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Los diuréticos provocan, en mayor o menor medida, diuresis por aumento de 19. Una de las siguientes no es útil en el manejo de la hiperpotasemia:
la natriuresis, con la excepción de los diuréticos osmóticos que eliminan agua
libre unida a solutos osmóticamente activos. Provocan depleción del volumen 1. Tiazidas
extracelular, e hiponatremia asociada. La depleción de volumen intravascular
2. Resinas de intercambio iónico
puede originar fallo renal prerrenal. La hiponatremia es menor con los diuréti-
cos de asa, pues aunque afectan a una mayor proporción del sodio filtrado glo- 3. Furosemida
merular provocan sobre todo un aumento de la excreción de agua libre por la 4. Insulina
pérdida de capacidad de concentración renal al desestructurar el gradiente cor- 5. Bicarbonato
ticomedular. La inmensa mayoría de diuréticos provoca activación del eje reni-
na-angiotensina por la depleción hidrosalina y por el aumento del flujo distal RC: 1
de sodio, por lo que cursan con aumento de la excreción renal de potasio por La hiperpotasemia es una alteración hidroelectrolítica de muy distinta etiología
el aumento de intercambio con sodio mediado por aldosterona; dicho efecto y muy distinta gravedad, que se debe conocer y saber manejar. Para su mane-
no se observa en los diuréticos ahorradores de potasio, que son tanto los anta- jo, es fundamental valorar su gravedad, a partir de las cifras de potasio sérico
gonistas de aldosterona (espironolactona, eplerenona) como los bloqueadores y la presencia de alteraciones electrocardiográficas. Se acepta que un potasio
del canal dependiente de aldosterona (triamtireno, amiloride). La inmensa de 5 a 6 mEq/l es una hiperpotasemia leve, de 6 a 7 moderada y por encima
mayoría de ellos produce alcalosis metabólica, asociada a la hipopotasemia: de 7 grave, pero son más importantes las manifestaciones en el EKG. La hiper-
por el aumento del flujo tubular distal de potasio aumenta el intercambio de potasemia provoca onda T picuda (debería considerarse moderada), descenso
potasio por hidrogeniones en el túbulo distal, condicionando alcalosis metabó- del ST, ensanchamiento del QRS y prolongación del PR (o desaparición de onda
lica. Dicho efecto no se observa ni con los diuréticos ahorradores de potasio ni P) y del QT, con riesgo arritmogénico.
con los diuréticos inhibidores de la anhidrasa carbónica (acetazolamida), que Para manejar la hiperpotasemia podemos optar por tres tipos de medidas:
limitan la reabsorción proximal de bicarbonato (principalmente) y excreción dis- Eliminar potasio corporal. Es útil el uso de resinas de intercambio iónico (efec-
tal de hidrogeniones (minoritariamente), y que son útiles para el manejo de la to lento), de diuréticos de asa (efecto rápido) o tiazidas (mínimo efecto y retra-
alcalosis metabólica crónica (por ejemplo, en pacientes retenedores de carbó- sado en el tiempo), o de diálisis.
nico). Redistribuir el potasio al interior celular. Para ello son útiles la insulina, el bicar-
Otros efectos menos conocidos pero importantes en ciertos contextos son los bonato y los beta-agonistas, todos ellos con un efecto fugaz (el potasio vuelve
metabólicos. Todos los diuréticos son hiperglucemiantes, salvo la torasemida a salir al desaparecer su efecto).
(diurético de asa), que comparte parte de su estructura química con las sulfa- Antagonizar la cardiotoxicidad del potasio. El riesgo vital viene de la hiperexci-
nilureas y es levemente hipoglucemiante. Todos los diuréticos provocan hipe- tabilidad de membrana cardiaca que favorece arritmias potencialmente morta-
ruricemia, salvo la indacrinona (tiazida) que es un uricosúrico; ojo porque la les, por lo que en caso de alteraciones electrocardiográficas de mayor índole
hiperuricemia y la depleción hidrosalina favorecen las crisis gotosas y pseudo- que la T picuda debe administrarse gluconato cálcico para reducir el riesgo
gotosas. Todos se asocian a hipercolesterolemia, especialmente las tiazidas. Las arritmogénico.
tiazidas provocan hipocalciuria, por lo que son útiles en determinados casos de Las alteraciones EKG mandan sobre las cifras de potasio. Con alteraciones pro-
nefrolitiasis o nefrocalcinosis, mientras que los diuréticos de asa aumentan la arrítmicas, debe neutralizarse la hiperpotasemia con gluconato cálcico e ins-
excreción renal de calcio, siendo útiles para el manejo de la hipercalcemia. taurar medidas que desplacen el potasio al interior celular, para dar tiempo a
que actúen los tratamientos depletivos de potasio. Con onda T picuda o hiper-
18. Una de las siguientes con respecto a la hipopotasemia NO es cierta: potasemia moderada, se deben instaurar tratamientos redistribuidores para dar
tiempo a que actúen los tratamientos depletivos. Con hiperpotasemias leves, la
restricción de potasio y los tratamientos depletivos bastan, sin necesidad de
1. Existen hipopotasemias por falta de aporte y por redistribución
asociar fármacos redistribuidores.
entre compartimentos; en ambas, el potasio corporal total es normal
2. Las hipopotasemias por perdidas extrarrenales cursan con potasio
20. Una de las siguientes es FALSA con respecto a la hiperpotasemia:
bajo en orina (<25 mEq/24h), y se deben principalmente a diarreas,
laxantes y sudoración
1. Se habla de pseudohiperpotasemia cuando el potasio en la mues-
3. Ante la presencia de tumor en intestino delgado e hipopotasemia
tra está aumentado por aumento local de la liberación, por ejemplo
debemos sospechar VIPoma; tumor en colon e hipopotasemia sugie-
en trombocitosis o punciones traumáticas, bemolizadas
re adenoma velloso
2. La hiperpotasemia por sobreaporte es excepcional y obliga a des-
4. La hipopotasemia por vómitos es de origen renal, para corregir la
cartar yatrogenia
hipovolemia y mantener la electroneutralidad en la neurona
3. Las hiperpotasemias debidas a acidosis metabólica cursan con
5. Hay hipopotasemias por perdidas renales debidas a enfermedades
potasio corporal total aumentado
congenitas como el Bartter o las acidosis tubulares renales, asi como
4. Hay hiperpotasemias por redistribución en la intoxicación digitálica
debidas a fármacos o a hipomagnesemia
5. La hiperpotasemia de causa renal puede deberse a insuficiencia
renal o a hipoaldosteronismo real o inducido por fármacos
RC: 1
La hipopotasemia es la presencia de un potasio sérico menor de 3,5 mEq/l.
Provoca alteraciones del potencial de membrana, con descenso de la excitabi- RC: 3
lidad miocárdica, (manifestada por onda T aplanada, onda U, descenso del ST, La hiperpotasemia es una alteración hidroelectrolítica de muy distinta etiología
y prolongación del QT con importante riesgo arritmogénico), descenso de la y muy distinta gravedad, que se debe conocer y saber manejar. Para su mane-
excitabilidad muscular (debilidad con hipo o arreflexia osteotendinosa) y esca- jo, es fundamental valorar su gravedad, a partir de las cifras de potasio sérico
sa afectación neurológica. Favorece la toxicidad digitálica. A nivel renal, redu- y la presencia de alteraciones electrocardiográficas. Su manejo agudo es inde-
ce el filtrado glomerular de forma aguda, ya de forma crónica produce afecta- pendiente de su etiología, pues se basa en prevenir la cardiotoxicidad de la
ción tubulointersticial. hiperpotasemia y reducir el potasio sérico, pero para su manejo a largo plazo
La hipopotasemia puede deberse a falta de aporte, lo que es raro salvo en indi- es necesario dilucidar su etiología.
gentes o anoréxicas; como curiosidad la ingesta de arcillas (pica, geofagia) Existen pseudohiperpotasemias, en las que el potasio sérico está normal, pero
reduce la absorción de potasio. En tal caso el potasio corporal total estará dis- el potasio del espécimen analizado está elevado, por rotura de células y libera-
minuido. Puede deberse a aumento de las pérdidas, y el potasio total estará dis- ción de potasio intracelular. Esto ocurre en situaciones que inducen hemólisis,
minuido. O puede deberse a redistribución compartimental, con potasio cor- como las punciones traumáticas o la hipercelularidad sanguínea (trombocitosis,
poral total normal pero descenso del potasio sérico; tal situación se da en la leucocitosis). Obviamente no requiere ningún tratamiento, aunque su diagnós-
alcalosis, el hiperinsulinismo (insulinoma, sobredosificación de insulina, trata- tico es complejo.
miento de la cetoacidosis), el uso de beta-agonistas, las parálisis periódicas Las verdaderas hiperpotasemias pueden deberse a exceso de aporte (principal-
hipopotasémicas o la intoxicación por tolueno. mente por manejo excesivo de hipopotasemias o sueroterapia inadecuada), a
La mayor parte de las hipopotasemias se debe a exceso de pérdidas, que pue- redistribución desde el espacio intracelular (por acidosis, por déficit de insulina,
den ser renales o extrarrenales. En las renales el potasio urinario es superior a por betabloqueantes, por lisis celular [hemólisis, rabdomiolisis, síndrome de lisis
25 mEq/l, y puede deberse a trastornos renales primarios (acidosis tubulares tumoral], o en las parálisis periódicas hiperpotasémicas), o principalmente a
renales, hipomagnesemia, hiperaldosteronismo primario, síndrome de Bartter o defecto de la excreción de potasio, de origen renal. Puede verse hiperpotase-
de Gittelman, síndrome de Liddle, fase poliúrica de la NTA) o a hiperaldostero- mia en la insuficiencia renal aguda o crónica, en el déficit mineralcorticoideo
nismo secundario a hipovolemia de otra causa (principalmente vómitos, en los (síndrome de Addison, hipoaldosteronismo hiporreninémico), en tubulopatías
que el único mecanismo de pérdida de potasio es renal, en el resto suele haber con resistencia a aldosterona y con el uso de diuréticos retenedores de potasio,
pérdida extrarrenal asociada). En las extrarrenales el potasio urinario es bajo, o IECA/ARA2, o AINE (reducen la síntesis de prostaglandinas e indirectamente
generalmente menor de 15 mEq/l, y puede deberse a diarrea, laxantes, hiper- provocan hipoaldosteronismo hiporreninémico), o heparina (inhibe la síntesis
sudoración, o aspiración nasogástrica; ojo pues si hay deshidratación la hipo- de aldosterona en la glomerulosa suprarrenal). El manejo de estas patologías
volemia estimula el eje renina-angiotensina y se añaden pérdidas inadecuadas va a ser radicalmente distinto, por lo que es preciso un correcto diagnóstico.
de potasio por el riñón. Hay dos tumores digestivos que pueden causar hipopo-
tasemia, el VIPoma y el adenoma velloso, que pueden diferenciarse por localiza- 21. La presencia de microhematuria sugiere todas las siguientes EXCEPTO una:
ción (VIPoma en intestino delgado o páncreas, adenoma velloso en colon) y por
el equilibrio ácido-base (VIPoma con acidosis, adenoma velloso con alcalosis). 1. Ateroembolismo renal
2. Glomerulonefritis mesangiocapilar

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3. Glomerulonefritis extracapilar secundaria do éste es el único criterio se habla de síndrome nefrótico bioquímico
4. Glomerulonefritis membranosa 2. La presencia de edemas define el síndrome nefrótico clínico; es
5. Litiasis renal uno de los pocos edemas sin activación del eje renina-angiotensina
3. Cursa con hipoproteinemia, con descenso de proteinas transpor-
RC: 4 tadoras plasmáticas y anticuerpos
La hematuria es la presencia de sangre en la orina; se habla de microhematu- 4. Cursa con hiperlipidemia e hipercoagulabilidad, por lo que tiene
ria cuando no es visible pero si detectable. La hematuria macroscópica suele un aumento de riesgo cardiovascular y tromboembólico
tener origen urológico, es decir, en lesión de las vías urinarias. La microhema-
5. Puede haber síndrome nefrótico impuro cuando asocia HTA,
turia sugiere un origen nefrológico, por patologías renales, aunque su causa
más frecuente es la litiasis urinaria. hematuria o fallo renal
Entre las patologías nefrológicas con hematuria, recuerda sobre todo las pato-
logías vasculares renales, como el infarto renal, la trombosis renal, o el atero- RC: 2
embolismo renal, y las glomerulonefritis. No todas las glomerulonefritis cursan Es importante conocer las distintas formas de enfermar que tiene el riñón, pues
con hematuria. Tienen hematuria las que afectan al mesangio, como las glo- en un caso clínico tan sólo pueden mostrarnos alguna de ellas. No es necesa-
merulonefritis mesangiales, mesangiocapilares (también llamadas membrano- rio en cambio conocerse las listas interminables de causas de cada una de ellas.
proliferativas), glomerulonefritis endocapilar aguda, y glomerulonefritis extra- El riñón puede enfermar con síndrome nefrótico, síndrome nefrítico, alteracio-
capilar. No suelen presentar hematuria las que afectan únicamente a la mem- nes del sedimento urinario, fallo renal agudo, insuficiencia renal crónica, defec-
brana de filtración (membranosa, de cambios mínimos, y glomeruloesclerosis). tos tubulares, o afectación de la vía urinaria (obstrucción, inflamación, litiasis).
El síndrome nefrótico surge cuando se altera la barrera de filtración glomerular
de forma que se permite el paso de proteínas al filtrado, con pérdida de pro-
22. Un enfermo de 24 años acude al hospital por cefalea y orinas oscuras. Se teínas de alto peso molecular, fundamentalmente albúmina. Surge por tanto
objetiva TA 200/125 mmHg, edemas bimaleolares, hematuria macroscópica, proteinuria, característicamente en rango nefrótico (los libros de fisiología
urea 145 mg/dl, creatinina 3,6 mg/dl, y proteinuria de 2 g/24 horas. El diag- hablan de que con más de 3,5 g/1,73 m2/día se supera la capacidad de pro-
nóstico más probable es: ducción hepática y es el rango nefrótico, en la práctica se admite 3 g/d en adul-
tos y 40 mg/hora/m2 en niños), único criterio imprescindible para el diagnósti-
1. Síndrome nefrótico co. La pérdida aumentada de proteínas ocasiona hipoproteinemia, que por un
2. Hipertensión vasculorrenal lado provoca aumento de la síntesis proteica hepática (que nos lleva a hiperli-
pemia, y puede que a lipiduria) y por otro lado ocasiona problemas por los dis-
3. Glomerulonefritis membranosa
tintos déficits proteicos. El más evidente es el derivado de la hipoalbuminemia,
4. Síndrome nefrítico agudo que ocasiona edema (inicialmente con volumen corporal normal, pues es por
5. Pielonefritis aguda paso de volumen vascular al espacio intersticial, pero esto provoca a su vez
hiperactivación del eje renina-angiotensina-aldosterona, con retención de agua
RC: 4 y sodio y aumento del volumen corporal total). Igualmente importantes son las
Es importante conocer las distintas formas de enfermar que tiene el riñón, pues alteraciones inmunes (hipocomplementemia e hipogammaglobulinemia), res-
en un caso clínico tan sólo pueden mostrarnos alguna de ellas. No es necesa- ponsables de aumento de infecciones, y las alteraciones de la coagulación, res-
rio en cambio conocerse las listas interminables de causas de cada una de ellas. ponsables de un efecto neto procoagulante. De menor relevancia son la pérdi-
El riñón puede enfermar con síndrome nefrótico, síndrome nefrítico, alteracio- da de proteínas transportadoras (de zinc, de cobre, de hormonas tiroideas…)
nes del sedimento urinario, fallo renal agudo, insuficiencia renal crónica, defec- Para diagnosticar síndrome nefrótico es imprescindible la presencia de protei-
tos tubulares, o afectación de la vía urinaria (obstrucción, inflamación, litiasis). nuria en rango nefrótico, lo que define un síndrome nefrótico “bioquímico”.
El síndrome nefrítico se debe a la inflamación aguda del glomérulo, manifesta- Se habla de síndrome nefrótico clínico cuando hay edemas. Se habla de sín-
da por paso de hematíes y proteínas al filtrado por disrupción de la barrera de drome nefrótico impuro cuando asocia fallo renal, HTA o hematuria.
filtración (hematuria y proteinuria). Cae la filtración glomerular, lo que condi-
ciona oligoanuria y fallo renal agudo (aumento de urea y creatinina plasmáti- 25. Una de las siguientes NO cursa típicamente con síndrome nefrótico:
cas), con retención de agua y sodio (edemas, HTA) y activación del eje renina-
angiotensina-aldosterona (provoca reabsorción de sodio, por lo que el patrón
según la EFNa es de fallo prerrenal). 1. Glomerulonefritis membranosa
La causa más típica de síndrome nefrítico (y además en la que se describió el 2. Glomeruloesclerosis focal y segmentaria
cuadro) es la glomerulonefritis postestreptocócica, pero puede darse en otras 3. Enfermedad de cambios mínimos
glomerulonefritis con actividad inflamatoria glomerular (las “proliferativas”: 4. Glomerulonefritis mesangial IgA
proliferativa extracapilar, membranoproliferativa, proliferativa mesangial), y en 5. Nefropatía asociada a VIH
otras enfermedades con inflamación o isquemia glomerular.
RC: 4
23. Una de las siguientes NO se presenta típicamente como síndrome nefrítico: Es importante conocer las distintas formas de enfermar que tiene el riñón, pues
en un caso clínico tan sólo pueden mostrarnos alguna de ellas. No es necesa-
1. Enfermedad de GoodPasture rio en cambio conocerse las listas interminables de causas de cada una de ellas.
2. Endocarditis bacteriana aguda El riñón puede enfermar con síndromevia urinaria (obstrucción, inflamación,
litiasis).
3. Nefropatía por analgésicos
El síndrome nefrótico surge cuando se altera la barrera de filtración glomerular
4. Granulomatosis de Wegener de forma que se permite el paso de proteínas al filtrado, con pérdida de pro-
5. Poliangeitis microscópica teínas de alto peso molecular, fundamentalmente albúmina, que ocasiona pro-
teinuria rango nefrótico e hipoproteinemia con hiperlipemia asociada. Es por
RC: 3 tanto una manifestación de daño glomerular no inflamatorio. Puede deberse a
Es importante conocer las distintas formas de enfermar que tiene el riñón, pues mecanismos de hiperfiltración (obesidad, enfermedad por reflujo vesicourete-
en un caso clínico tan sólo pueden mostrarnos alguna de ellas. No es necesa- ral, HTA, DM, amiloidosis…), puede deberse a glomerulonefritis no proliferati-
rio en cambio conocerse las listas interminables de causas de cada una de ellas. vas (enfermedad por cambios mínimos, glomeruloesclerosis, glomerulonefritis
El riñón puede enfermar con síndrome nefrótico, síndrome nefrítico, alteracio- membranosa, y glomerulonefritis membranoproliferativa), o a otras patologías
nes del sedimento urinario, fallo renal agudo, insuficiencia renal crónica, defec- o tratamientos farmacológicos. En su tratamiento, aparte del de la enfermedad
tos tubulares, o afectación de la vía urinaria (obstrucción, inflamación, litiasis) de base, son útiles el reposo (reduce la actividad del eje renina-angiotensina),
La causa más típica de síndrome nefrítico (y además en la que se describió el los diuréticos suaves (preferibles tiazidas o espironolactona), el control tensio-
cuadro) es la glomerulonefritis postestreptocócica, pero puede darse en otras nal (especialmente con inhibidores del eje renina-angiotensina por su efecto
glomerulonefritis con actividad inflamatoria glomerular (las “proliferativas”: antiproteinúrico) y la prevención cardiovascular con estatinas y antiagregación.
proliferativa extracapilar, membranoproliferativa, proliferativa mesangial), y en
otras enfermedades con inflamación o isquemia glomerular. No es necesario
TEMA 2. GLOMERULONEFRITIS
memorizar la interminable lista de posibles causas, basta con recordar que
debe haber inflamación o isquemia glomerular para provocar disrupción de la
membrana de filtración. 26. En un paciente con fallo renal agudo, la presencia de hematíes dismórficos
La nefropatía por analgésicos afecta típicamente al túbulo renal, con necrosis o cilindros hemáticos orienta el diagnóstico diferencial a:
crónica de las papilas y daño difuso tubulointersticial cortical. Es dosis-depen-
diente y aparece tras años de consumo crónico. Cursa con piuria con cultivos 1. Necrosis tubular aguda
estériles, y síndrome tubular (poliuria, proteinuria de bajo peso molecular, sín- 2. Nefritis intersticial aguda
drome pierdesal, glucosuria, aminoaciduria y bicarbonaturia, y anemia, des- 3. Obstrucción tubular por cristales
proporcionada al grado de fracaso renal).
4. Glomerulonefritis aguda
5. Insuficiencia renal aguda prerrenal
24. Una de las siguientes NO es cierta con respecto al síndrome nefrótico:
RC: 4
1. Siempre tiene que presentar proteinuria en rango nefrótico; cuan- La presencia de microhematuria es un dato inespecífico, puede deberse tanto

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a lesión nefronal como a infección del tracto urinario como a litiasis (por citar Cursan con hipocomplementemia 3 tipos de glomerulonefritis primarias: la
las más frecuentes). Sin embargo, la presencia de hematíes dismórficos o de GMN extracapilar de tipo II (y no el resto de GMN extracapilares; recuerda que
cilindros hemáticos indica un origen glomerular de la lesión, por lo que la pato- el tipo II es el que cursa con depósitos granulares subendoteliales de IgM y C3),
logía causante debe ser una glomerulonefritis. Esto es válido en el contexto de la GMN aguda postestreptocócica (o GMN subendotelial), y las GMN membra-
fallo renal agudo o de síndrome nefrótico o de alteraciones del sedimento uri- noproliferativas, tanto de tipo I como de tipo II. La GMN membranoproliferati-
nario, y por supuesto en el síndrome nefrítico. va de tipo I se asocia a descenso de C3 y C4, mientras que la GMN membra-
Los cilindros en el sedimento urinario son un hallazgo raro pero que puede noproliferativa de tipo II se asocia a descenso tan sólo de C3, pues activa la vía
tener gran valor diagnóstico, especialmente en el contexto del fallo renal alternativa del complemento; la GMN aguda también activa la vía alternativa y
agudo. Un sedimento limpio y cilindros hialinos son compatibles con el diag- tan solo desciende C3.
nóstico de fallo renal prerrenal (debe dudarse de este diagnóstico ante sedi- Cursan con hipocomplementemia 5 tipos de glomerulonefritis secundarias: las
mento patológico o cilindros de otro tipo). Cilindros granulosos (por células asociadas al lupus, shunt, endocarditis, sepsis y crioglobulinemia.
epiteliales descamadas) pueden verse en la necrosis tubular aguda. Cilindros También cursa con hipocomplementemia el ateroembolismo renal. La enfer-
hemáticos son específicos de daño glomerular, generalmente por glomerulo- medad ateroembólica se debe a la suelta de microémbolos de colesterol a par-
nefritis y a veces por vasculitis. Cilindros leucocitarios (generalmente acompa- tir de una placa aterosclerótica, generalmente tras manipulación intraarterial
ñados de piuria) son característicos de la neuropatía tubulointersticial y de las (cateterismo). A nivel renal, produce fallo renal agudo, con hematuria e hipo-
pielonefritis. Cilindros eosinofilícos aparecen en la nefritis intersticial alérgica. complementemia. Es importante tener en cuenta esta enfermedad en el diag-
Pueden verse cilindros en otros contextos distintos del fallo renal agudo: en la nóstico diferencial de las glomerulonefritis.
insuficiencia renal crónica hay cilindros céreos, y en el síndrome nefrótico gra-
sos (por la hiperlipiduria). 29. Una de las siguientes glomerulonefritis NO se presenta típicamente con sín-
drome nefrótico:
27. Con respecto a los mecanismos inmunológicos de las glomerulonefritis, una
NO es cierta: 1. Glomeruloesclerosis focal y segmentaria
2. Enfermedad de cambios mínimos
1. No media mecanismo inmunológico en las glomerulonefritis de 3. Glomerulonefritis endocapilar
cambios mínimos, la extracapilar de tipo III y la esclerosante focal y 4. Glomerulonefritis mesangiocapilar
segmentaria 5. Glomerulonefritis membranosa
2. En la GN extracapilar de tipo I se forman localmente complejos
antígeno-anticuerpo por reaccion contra antígenos de la membrana RC: 3
basal glomerular Los casos clínicos sobre glomerulonefritis son relativamente agradecidos. Casi
3. En la GN membranosa se forman localmente complejos antígeno- la mitad de las preguntas sobre glomerulonefritis son de tipo caso clínico, y hay
anticuerpo tras el depósito local de antígenos circulantes en la mem- que reconocer el tipo de GMN. Para ello, es útil recordar que las GMN se pue-
brana basal glomerular den presentar de tres maneras: con síndrome nefrótico (proteinuria con o sin
edemas), con hematuria (cumpliendo o no criterios de síndrome nefrítico), o
4. Los depósitos subendoteliales de complejos Ag-Ac circulantes pro-
con fallo renal agudo.
ducen activación inflamatoria por reclutamiento directo de neutrófi- El síndrome nefrótico surge cuando se altera la barrera de filtración glomerular
los y macrófagos; los depósitos subepitelialies no son capaces de de forma que se permite el paso de proteínas al filtrado, con pérdida de pro-
reclutar células del torrente sanguíneo teínas de alto peso molecular, fundamentalmente albúmina. Surge por tanto
5. Los depósitos mesangiales producen proliferación mesangial y proteinuria, en rango nefrótico (en la práctica se admite 3 g/d en adultos y 40
aumento de la síntesis de matriz mesangial mg/hora/m2 en niños), hipoproteinemia y disproteinemia (con hiperlipidemia,
hipercoagulabilidad, déficit de transportadores). A nivel clínico se manifiesta
con edemas. Pueden presentarse con síndrome nefrótico básicamente 4 glo-
RC: 1
merulonefritis: la GMN de cambios mínimos (1ª causa de síndrome nefrótico en
Las glomerulopatías son enfermedades que afectan al glomérulo; la más fre-
niños), la GMN membranosa (1ª causa de síndrome nefrótico en adultos, se
cuente es la debida a diabetes, y la segunda en frecuencia la debida a hiper-
puede acompañar de hematuria, tiene tendencia a la trombosis de la vena
tensión arterial. Las glomerulonefritis son glomerulopatías de causa inmunoló-
renal, cursa con normocomplementemia), la GMN membranoprolifeerativa
gica. Se denominan secundarias cuando son la afectación renal de una enfer-
(única que cursa con hipocomplementemia, también suele asociar hematuria,
medad más compleja (multiorgánica), y primarias cuando son la única mani-
es propia de adultos jóvenes o niños) y la glomeruloesclerosis focal y segmen-
festación del enfermedad.
taria (principal causa de corticorresistencia del síndrome nefrótico en niños,
En toda glomerulonefritis (GMN) media un mecanismo inmunológico por defi-
debe sospecharse siempre que haya mecanismo de hiperfiltración o sobrecar-
nición, pero en algunas de ellas no se evidencian depósitos inmunes en el
riñón. Esto ocurre en la nefropatía por cambios mínimos, en la GMN extraca- ga renal asociados; puede asociar HTA y evoluciona a insuficiencia renal).
pilar de tipo III (con semilunas y sin depósitos inmunes) y en la GMN esclero-
sante focal y segmentaria (o glomeruloesclerosis). Hay GMN secundarias con 30. Una de las siguientes glomerulonefritis NO se presenta típicamente con
afectación anatomopatológica similar a estas GMN primarias pero que pueden hematuria:
cursar con depósitos inmunes (por ejemplo, en las formas tipo 1 y 3 de GMN
lúpica). 1. Glomerulonefritis endocapilar difusa
Hay GMN en las que se forman complejos antígeno-anticuerpo localmente en
2. Glomerulonefritis mesangial IgA
el riñón. Esto ocurre en la GMN membranosa, con formación de complejos en
la membrana basal glomerular (depósito inicial del Ag y posterior fijación del 3. Glomerulonefritis extracapilar
Ac), y en la GMN extracapilar de tipo I, por anticuerpos antimembrana basal 4. Glomerulonefritis mesangiocapilar
glomerular que se depositan de forma lineal (¡patognomónico!). 5. Hialinosis focal y segmentaria
La mayoría de las GMN se deben a depósito renal de complejos antígeno-anti-
cuerpos circulantes. Según las características del inmunocomplejo, se deposita RC: 5
predominantemente en la vertiente subendotelial o subepitelial de la membra- Los casos clínicos sobre glomerulonefritis son relativamente agradecidos. Casi
na basal. Los depósitos subendoteliales están en contacto directo con el endo- la mitad de las preguntas sobre glomerulonefritis son de tipo caso clínico, y hay
telio, y la cascada proinflamatoria del complemento es capaz de reclutar célu- que reconocer el tipo de GMN. Para ello, es útil recordar que las GMN se pue-
las inflamatorias del torrente sanguíneo, por lo que cursan con inflamación den presentar de tres maneras: con síndrome nefrótico (proteinuria con o sin
mesangial (GMN membranoproliferativa o mesangiocapilar, GMN postinfec- edemas), con hematuria (cumpliendo o no criterios de síndrome nefrítico), o
ciosa o endocapilar difusa, GMN mesangial); si hay inflamación mesangial se con fallo renal agudo.
produce proliferación mesangial y expansión de la matriz mesangial. En cam- La hematuria revela actividad inflamatoria glomerular, son las glomerulonefri-
bio, los depósitos subepiteliales no están en contacto con el torrente sanguí- tis que llevan histopatológicamente el apellido “proliferativa” las que la pro-
neo y no tienen activación inflamatoria. ducen. Cursan típicamente con hematuria 4 GMN: la GMN postestreptocócica,
o proliferativa endocapilar difusa (con hipocomplementemia, precedida de
28. Una de las siguientes glomerulopatías NO cursa con hipocomplementemia: faringitis, acompañado de fallo renal agudo con características de prerrenal), la
GMN membranoproliferativa de tipo 2 (también hipocomplementémica, no se
asocia a fallo renal agudo, puede cursar con lipodistrodia parcial o anemia
1. Glomerulonefritis endocapilar difusa
hemolítica), la GMN mesangial IgA, o proliferativa mesangial IgA (normocom-
2. Glomerulonefritis mesangiocapilar plementémica, generalmente hematuria coincidente con infección respiratoria,
3. Glomerulonefritis extracapilar cursa con fallo renal agudo con datos de prerrenalidad y puede que con HTA)
4. Ateroembolismo renal y la GMN proliferativa extracapilar o rápidamente progresiva (normocomple-
5. Crioglobulinemia mentémica salvo la de tipo 2, puede asociar hemoptisis, provoca insuficiencia
renal rápidamente progresiva). Otras GMN pueden cursar con hematuria, pero
RC: 3 con menor frecuencia y generalmente no es el elemento dominante del cua-
Hay una serie de glomerulopatías que cursan con hipocomplementemia, y que dro. Pueden asociar hematuria tanto la GMN membranosa como la GMN
es preciso recordar “de memoria”, pues ese dato limita el diagnóstico diferen- membranoproliferativa de tipo 1 como la GMN esclerosante focal y segmenta-
cial en un caso clínico, ahorrándonos tiempo para contestar la pregunta. ria, pero el cuadro dominante en ellas es el síndrome nefrótico.

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31. Sólo una de las siguientes debuta habitualmente con oligoanuria: 3. Es de buen pronóstico, con remisión espontanea en el 40% y res-
puesta a corticoides en el 90%
1. Glomerulonefritis extracapilar tipo I 4. En caso de corticorresistencia la causa más frecuente es la evolu-
2. Glomerulonefritis mesangial IgA ción a hialinosis focal y segmentaria.
3. Glomerulonefritis extracapilar tipo II 5. Se debe realizar biopsia renal para precisar el diagnóstico etiológico
4. Glomerulonefritis postinfecciosa aguda
5. Glomerulonefritis extracapilar tipo III RC:5
El síndrome nefrótico es uno de los síndromes con los que se puede manifes-
RC: 4 tar una patología renal. El síndrome nefrótico surge cuando se altera la barre-
Los casos clínicos sobre glomerulonefritis son relativamente agradecidos. Casi ra de filtración glomerular de forma que se permite el paso de proteínas al fil-
la mitad de las preguntas sobre glomerulonefritis son de tipo caso clínico, y hay trado, con pérdida de proteínas de alto peso molecular, fundamentalmente
que reconocer el tipo de GMN. Para ello, es útil recordar que las GMN se pue- albúmina. Surge por tanto proteinuria, característicamente en rango nefrótico,
den presentar de tres maneras: con síndrome nefrótico (proteinuria con o sin único criterio imprescindible para el diagnóstico. La proteinuria suele ser selec-
edemas), con hematuria (cumpliendo o no criterios de síndrome nefrítico), o tiva (a expensas de albúmina, con tan sólo trazas de globulinas) en niños, pero
con fallo renal agudo. en adultos hay mayor cantidad de proteínas de bajo peso molecular. La causa
Muchas glomerulonefritis evolucionan hacia insuficiencia renal crónica (las que principal de síndrome nefrótico en niños es la nefropatía de cambios mínimos,
más, GMN esclerosante focal y segmentaria, GMN membranoproliferativa, y responsable del 80-85% de los casos. Se presenta principalmente entre los 6 y
sobre todo y precozmente GMN extracapilar). Algunas pueden dar fallo renal 8 años. Se desconoce su origen concreto, pero se sabe que una respuesta infla-
agudo, como parte de otro cuadro más florido. Pero sólo dos pueden debutar matoria local, mediada por citoquinas, altera la membrana de permeabilidad
con fallo renal agudo como dato clave de debut. Por una lado, con hematuria capilar, permitiendo el paso de proteínas al filtrado glomerular. Cursa general-
y normocomplementemia, asociada a veces a hemoptisis, las GMN rápidamen- mente como un síndrome nefrótico puro con proteinuria selectiva; en adultos
te progresivas o extracapilares, pero con instauración progresiva en el plazo de tiene mayor prevalencia de hematuria asociada y mayor proporción de globu-
días. Por otro lado, con hematuria e hipocomplementemia, con cuadro de sín- linas. Es una patología de buen pronóstico, remiten espontáneamente en el 30-
drome nefrítico florido y antecedente de infección estreptocócica aguda, la 40% de los niños afectos, y responde al tratamiento corticoideo en el 90% de
GMN postestreptocócica, y ésta sí que presenta oligoanuria como dato clave. los casos (los porcentajes son muy inferiores en el adulto). Si no responde al tra-
La GMN mesangial IgA suele presentarse como hematuria macroscópica. No tamiento corticoideo, debe sospecharse una glomeruloesclerosis asociada, y es
suele (pero puede) debutar con síndrome nefrítico, con oligoanuria, HTA, indicación de realizar biopsia renal. En adultos la biopsia está indicada ante
hematuria. La presencia de HTA en la GMN mesangial es un predictor de mal todo síndrome nefrótico salvo que exista diabetes mellitus que lo justifique (y
pronóstico y evolución hacia insuficiencia renal crónica. debe tener una temporalidad compatible). En niños la biopsia no está indica-
da, salvo en casos de corticorresistencia, de recidiva intratratamiento, de pre-
sentar más de 3 brotes al año, de hipertensión arterial asociada, o de micro-
32. Con respecto al síndrome nefrótico NO es cierto: hematuria persistente. Todos estos datos apoyan la presencia de una glomeru-
loesclerosis, y obligan a la biopsia renal.
1. Es condición indispensable la proteinuria en rango nefrótico, esto
es, >3.5 g/1.73m2/24h en adultos y >40 mg/m2/h en niños 34. Con respecto a la enfermedad de cambios mínimos es FALSO:
2. La mejor medida de la proteinuria se realiza con orina de 24 horas,
que es el método más fiable 1. En niños es la primera causa de síndrome nefrótico, y cursa de
3. Hoy día se aproxima la excreción de 24 horas con el cociente pro- forma pura, no precisando biopsia salvo corticorresistencia
teinas/creatinina, pues la excreción de creatinina es aproximadamen- 2. En adultos es la cuarta causa de síndrome nefrótico en frecuencia,
te 1mg/1.73m2/24h puede cursar con síndrome impuro, y tiene menor tasa de remisión
4. Para definir síndrome nefrótico clínico es precisa la presencia de espontanea y de respuesta a corticoides
edemas e hipoalbuminemia 3. Siempre se debe biopsiar un síndrome nefrotico en adultos para el
5. Las infecciones más típicas del síndrome nefrótico son la PBE por diagnóstico definitivo
neumococo y las sepsis por gram positivos 4. Existen formas secundarias a infecciones virales, enfermedad de
Hodgkin, tratamiento con AINE
RC: 2 5. Se ha descrito la curación tras la infección intercurrente por saram-
El síndrome nefrótico es uno de los síndromes con los que se puede manifes-
pión
tar una patología renal. El síndrome nefrótico surge cuando se altera la barre-
ra de filtración glomerular de forma que se permite el paso de proteínas al fil-
trado, con pérdida de proteínas de alto peso molecular, fundamentalmente RC: 3
albúmina. Surge por tanto proteinuria, característicamente en rango nefrótico La enfermedad de cambios mínimos es una glomerulonefritis mediada inmu-
(los libros de fisiología hablan de que con más de 3,5 g/1,73 m2/día se supera nológicamente por citoquinas, sin infiltrado inflamatorio ni depósitos inmunes
la capacidad de producción hepática y es el rango nefrótico, en la práctica se en el glomérulo. Las citoquinas provocan una alteración de la membrana de
admite 3g/d en adultos y 40 mg/hora/m2 en niños), único criterio imprescindi- permeabilidad del podocito, con pérdida de las cargas negativas, lo que per-
ble para el diagnóstico. La pérdida aumentada de proteínas ocasiona hipopro- mite el paso de proteínas al filtrado. No hay lesiones glomerulares evidentes en
teinemia, que por un lado provoca aumento de la síntesis proteica hepática la microscopía convencional ni en la inmunofluorescencia, pero en la micros-
(que nos lleva a hiperlipemia, y puede que a lipiduria) y por otro lado ocasiona copía electrónica se puede evidenciar fusión de los pedicelos. En los túbulos
problemas por los distintos déficits proteicos. El más evidente es el derivado de renales pueden verse acúmulos de grasa intracelular (nefrosis lipoidea).
la hipoalbuminemia, que ocasiona edema (inicialmente con volumen corporal Generalmente es idiopático, aunque se han descrito casos asociados a atopia,
normal, pues es por paso de volumen vascular al espacio intersticial, pero esto tratamiento con AINE y a enfermedad de Hodgkin. Está descrito que la infec-
provoca a su vez hiperactivación del eje renina-angiotensina-aldosterona, con ción por sarampión cura la nefropatía de cambios mínimos.
retención de agua y sodio y aumento del volumen corporal total). Igualmente En niños, la GMN de cambios mínimos representa el 80-85% de los síndromes
importantes son las alteraciones inmunes (hipocomplementemia e hipogam- nefróticos. Se presenta típicamente entre los 6-8 años, con un síndrome nefró-
maglobulinemia), responsables de aumento de infecciones (son características tico puro. Es una patología de buen pronóstico, tiende a la remisión espontá-
la peritonitis bacteriana espontánea por neumococo y las sepsis por gram posi- nea en el 30% de los casos y responde a corticoides en el 90%. No está indi-
tivos), y las alteraciones de la coagulación, responsables de un efecto neto pro- cada la biopsia sistemática de un síndrome nefrótico en niños; tan sólo se debe
coagulante. De menor relevancia son la pérdida de proteínas transportadoras biopsiar cuando se sospeche una causa alternativa, principalmente la glomeru-
(de zinc, de cobre, de hormonas tiroideas…). loesclerosis focal y segmentaria. Son datos que deben hacer dudar del diag-
Para diagnosticar síndrome nefrótico es imprescindible la presencia de protei- nóstico de GMN de cambios mínimos (y por tanto indicaciones de biopsia renal)
nuria en rango nefrótico, lo que define un síndrome nefrótico “bioquímico”. la corticorresistencia, la recurrencia intratratamiento, la presencia de HTA aso-
Se habla de síndrome nefrótico clínico cuando hay edemas. Se habla de sín- ciada, la presencia de microhematuria persistente, o la aparición de más de 3
drome nefrótico impuro cuando asocia fallo renal, HTA o hematuria. La deter- brotes en un año.
minación clásica de proteinuria se realiza con al recogida de orina de 24 horas, En adultos, la nefropatía de cambios mínimos no es tan benigna, apenas tiene
que tiene dos problemas: es engorrosa y se artefacta con facilidad. Hoy día el resolución espontánea, y tiene menor tasa de respuesta a corticoides, cercana
criterio que más se usa es el cociente proteínas/creatinina, en una única mues- al 50%, por lo que en ocasiones precisa inmunosupresores. Dado que esta
tra. Se da la feliz coincidencia de que la excreción de creatinina urinaria es apro- enfermedad es tan sólo la cuarta causa de síndrome nefrótico (la primera es la
ximadamente 1000 mg/dia/1.73m2, por lo que el cociente proteínas/creatinina GMN membranosa), está indicado hacer biopsia renal al adulto ante todo sín-
o albúmina creatinina prácticamente coincide con la proteinuria de 24 horas drome nefrótico, salvo que exista diabetes mellitus (con una cronología que
recogida en condiciones óptimas. explique adecuadamente el problema) o que haya ya insuficiencia renal cróni-
ca avanzada. Tanto en niños como en adultos, la GMN de cambios mínimos
recurre en un 50% de los casos, se debe valorar entonces el uso de inmuno-
33. Con respecto al síndrome nefrótico en niños, es FALSA: supresores.

1. La causa más frecuente es la enfermedad de cambios mínimos 35. Un varon de 40 años tiene un síndrome nefrótico sin evidencia de enferme-
2. Generalmente cursa con síndrome nefrotico puro dad sistémica. ¿Cúal es la etiología más probable?

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1. Enfermedad de cambios mínimos otros IECA). A nivel microscópico hay engrosamiento de la membrana basal
2. GN membranoproliferativa glomerular, que en la microscopía electrónica permite definir 4 estadios evolu-
3. GN membranosa tivos: formación de depósitos subepiteliales, crecimiento de espigas, engrosa-
miento de membrana basal, inclusión de depósitos en la membrana basal. En
4. Amiloidosis
la inmunofluorescencia se observan depósitos subepiteliales de IgG y C3.
5. GN focal y segmentaria Como el depósito del complemento es subepitelial, sin contacto con el lecho
vascular, no se produce reclutamiento inflamatorio (no es “proliferativa”, no
RC:3 hay hipocomplementemia), y como está en contacto con la membrana basal se
Los casos clínicos sobre glomerulonefritis son relativamente agradecidos. Casi produce una disrupción de la barrera de permeabilidad, con proteinuria.
la mitad de las preguntas sobre glomerulonefritis son de tipo caso clínico, y hay Cursa con síndrome nefrótico (1ª causa en adultos), puede cursar con hematu-
que reconocer el tipo de GMN. Para ello, es útil recordar que las GMN se pue- ria asociada. Es el síndrome nefrótico que son más frecuencia se asocia a trom-
den presentar de tres maneras: con síndrome nefrótico (proteinuria con o sin bosis de la vena renal. Su evolución es variable: un tercio remiten espontánea-
edemas), con hematuria (cumpliendo o no criterios de síndrome nefrítico), o mente, un tercio evolucionan a la insuficiencia renal crónica, y un tercio acaban
con fallo renal agudo. precisando tratamiento sustitutivo renal. Son datos de mal pronóstico la insu-
El síndrome nefrótico surge cuando se altera la barrera de filtración glomerular ficiencia renal al debut, la proteinuria o lipiduria masiva y la HTA asociada.
de forma que se permite el paso de proteínas al filtrado, con pérdida de pro- Tiene una mortalidad a los 10 años del 10-20%. Es capaz de recidivar en el
teínas de alto peso molecular, fundamentalmente albúmina. Surge por tanto transplante renal. Se trata con corticoides asociados a inmunosupresores, y hay
proteinuria, en rango nefrótico (en la práctica se admite 3g/d en adultos y 40 que recordar que los casos secundarios pueden mejorar al controlar la patolo-
mg/hora/m2 en niños), hipoproteinemia y disproteinemia (con hiperlipidemia, gía causal. El edema y la proteinuria se manejan con diuréticos y con IECA.
hipercoagulabilidad, déficit de transportadores). A nivel clínico se manifiesta
con edemas. Pueden presentarse con síndrome nefrótico básicamente 4 glo-
merulonefritis: la GMN de cambios mínimos (1ª causa de síndrome nefrótico en
38. En un paciente con nefropatía secundaria a reflujo vesicoureteral que pre-
niños), la GMN membranosa (1ª causa de síndrome nefrótico en adultos, se senta proteinuria en rango nefrótico con albúmina sérica normal, ¿cuál es el
puede acompañar de hematuria, tiene tendencia a la trombosis de la vena patrón histológico esperable?
renal, cursa con normocomplementemia), la GMN membranoproliferativa
(única que cursa con hipocomplementemia, también suele asociar hematuria, 1. GN membranosa
es propia de adultos jóvenes o niños) y la glomeruloesclerosis focal y segmen- 2. GN membranoproliferativa
taria (principal causa de corticorresistencia del síndrome nefrótico en niños, 3. Glomeruloesclerosis focal y segmentaria
debe sospecharse siempre que haya mecanismo de hiperfiltración o sobrecar-
4. GN proliferativa mesangial
ga renal asociados; puede asociar HTA y evoluciona a insuficiencia renal).
La glomerulonefritis membranosa se produce por la formación in situ de com- 5. GN proliferativa extracapilar
plejos antígeno-anticuerpo en la cara subepitelial del glomérulo, generalmente
por depósito local de antígenos en la membrana basal. Es la primera causa de RC: 3
síndrome nefrótico en adultos, generalmente es primaria pero es obligado des- Los casos clínicos sobre glomerulonefritis son relativamente agradecidos. Casi
cartar algunas causas secundarias especialmente graves o prevalentes: tumores la mitad de las preguntas sobre glomerulonefritis son de tipo caso clínico, y hay
sólidos, infección VHB, malaria, artritis reumatoide o LES, captopril (no con que reconocer el tipo de GMN. Para ello, es útil recordar que las GMN se pue-
otros IECA). den presentar de tres maneras: con síndrome nefrótico (proteinuria con o sin
edemas), con hematuria (cumpliendo o no criterios de síndrome nefrítico), o
con fallo renal agudo.
36. La enfermedad renal denominada glomerulonefritis membranosa cursa El síndrome nefrótico surge cuando se altera la barrera de filtración glomerular
habitualmente con síndrome nefrótico de larga evolución. Se han descrito dis- de forma que se permite el paso de proteínas al filtrado, con pérdida de pro-
tintas causas inductoras de GNM, y se acepta que controlándolas puede remi- teínas de alto peso molecular, fundamentalmente albúmina. Surge por tanto
tir la afectación renal. Una de las siguientes NO es causa de GNM: proteinuria, en rango nefrótico (en la práctica se admite 3 g/d en adultos y 40
mg/hora/m2 en niños), hipoproteinemia y disproteinemia (con hiperlipidemia,
1. Infección por VHB o Plasmodium sp hipercoagulabilidad, déficit de transportadores). A nivel clínico se manifiesta
2. Tumores sólidos de colón con edemas. Pueden presentarse con síndrome nefrótico básicamente 4 glo-
merulonefritis: la GMN de cambios mínimos (1ª causa de síndrome nefrótico en
3. Dermatitis herpetiforme
niños), la GMN membranosa (1ª causa de síndrome nefrótico en adultos, se
4. Picaduras por himenópteros puede acompañar de hematuria, tiene tendencia a la trombosis de la vena
5. Tratamiento con D-penicilamina o con captopril renal, cursa con normocomplementemia), la GMN membranoproliferativa
(única que cursa con hipocomplementemia, también suele asociar hematuria,
RC:4 es propia de adultos jóvenes o niños) y la glomeruloesclerosis focal y segmen-
La glomerulonefritis membranosa se produce por la formación in situ de com- taria (principal causa de corticorresistencia del síndrome nefrótico en niños).
plejos antígeno-anticuerpo en la cara subepitelial del glomérulo, generalmente La glomeruloesclerosis focal y segmentaria es la segunda causa de síndrome
por depósito local de antígenos en la membrana basal. Es la primera causa de nefrótico en niños y según las series también en adultos. Debe sospecharse
síndrome nefrótico en adultos, generalmente es primaria pero es obligado des- siempre que haya mecanismo de hiperfiltración o sobrecarga renal asociados,
cartar algunas causas secundarias especialmente graves o prevalentes. En la como en la obesidad, diabetes mellitus, envejecimiento, en los pacientes
lista se incluyen los tumores sólidos, principalmente melanoma, pulmón y colon monorrenos… También es la más frecuente en pacientes con VIH o con con-
(recuerda que la enfermedad de Hodgkin se asocia a GMN de cambios míni- sumo de heroína, y es la que con más frecuencia aparece de novo en el trans-
mos, y los tumores hematológicos salvo el Hodgkin a GMN membranoprolife- plante renal (por sobrecarga). Puede aparecer secundariamente a nefropatías
rativa de tipo I); infecciones crónicas, como la malaria, la sífilis o la infección tubulointersticiales crónicas (pielonefritis, reflujo vesicoureteral, uropatía obs-
VHB (recuerda que el VHC se asocia principalmente a la GMN membranopro- tructiva).
liferativa de tipo I); enfermedades reumatológicas como la artritis reumatoide
o el lupus eritematoso sistémico; tratamientos como el captopril, las sales de 39. NO es cierto, en relación con la GN esclerosante focal y segmentaria:
oro, o la penicilamina; y otras enfermedades, como la dermatitis herpetiforme.
1. Se asocia a la "sobrecarga" renal: hiperfiltración de cualquier
37. Es FALSO con respecto a la GN membranosa: causa, hiperpresión en la vía urinaria,...
2. No suele cursar con afectación tubulointersticial asociada
1. Es la principal causa de síndrome nefrótico en el adulto y la GN que 3. Es la GN más frecuente en el paciente VIH y en los usuarios de
más da trombosis de la vena renal. heroína parenteral
2. En los casos secundarios puede mejorar con el control de la causa 4. En ocasiones cursa con depósitos subendoteliales de IgM y C3
primaria 5. El tratamiento con corticoides puede reducir la proteinuria y retra-
3. Evoluciona a la curación espontánea en un 33% y a la IRC en un sar su progresión
33%
4. No recurre en el transplante renal RC:2
5. Se trata con IECA y diuréticos, como tratamiento sintomático del Las preguntas sobre glomerulonefritis son relativamente agradecidas. Casi la
síndrome nefrótico, y corticoides e inmunosupresores, como trata- mitad de las preguntas sobre glomerulonefritis son de tipo caso clínico, y hay
miento específico que reconocer el tipo de GMN. Para ello, es útil recordar que las GMN se pue-
den presentar de tres maneras: con síndrome nefrótico (proteinuria con o sin
RC: 4 edemas), con hematuria (cumpliendo o no criterios de síndrome nefrítico), o
La glomerulonefritis membranosa se produce por la formación in situ de com- con fallo renal agudo. La otra mitad nos pide conocer datos sobre una GMN
plejos antígeno-anticuerpo en la cara subepitelial del glomérulo, generalmente concreta, y exigen mayor esfuerzo memorístico.
por depósito local de antígenos en la membrana basal. Es la primera causa de La glomeruloesclerosis focal y segmentaria es la segunda causa de síndrome
síndrome nefrótico en adultos, generalmente es primaria pero es obligado des- nefrótico en niños y según las series también en adultos. Debe sospecharse
cartar algunas causas secundarias especialmente graves o prevalentes: tumores siempre que haya mecanismo de hiperfiltración o sobrecarga renal asociados,
sólidos, infección VHB, malaria, artritis reumatoide o LES, captopril (no con como en la obesidad, diabetes mellitus, envejecimiento, en los pacientes

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monorrenos… También es la más frecuente en pacientes con VIH o con con- inespecíficas del sedimento (lo más frecuente). Ante un síndrome nefrótico con
sumo de heroína, y es la que con más frecuencia aparece de novo en el trans- hematuria y deterioro de función renal, nuestra primera sospecha debe ser
plante renal (por sobrecarga). Puede aparecer secundariamente a nefropatías GMN membranoproliferativa. Es la tercera causa de síndrome nefrótico en el
tubulointersticiales crónicas (pielonefritis, reflujo vesicoureteral, uropatía obs- adulto.
tructiva). Hay dos variantes anatomopatológicas de interés. La tipo I se caracteriza por
Histológicamente cursa con esclerosis (o hialinosis) glomerular, limitada a por- depósitos subendoteliales (y por tanto, activan la cascada del complemento y
ciones aisladas del glomérulo y no en todos los glomérulos. Hay engrosamien- provocan reacción inflamatoria, luego son “proliferativas”), con proliferación
to del asa capilar. Puede acompañarse de hipertrofia de los glomérulos sanos mesangial e imagen de desdoblamiento de la membrana basal (“doble contor-
(hiperfiltración compensadora, provoca progresión de la enfermedad). A nivel no”, “rail de tren”). Los depósitos son subendoteliales y mesangiales, de IgG,
intersticial suele haber fibrosis intersticial y atrofia tubular. En la inmunofluo- IgM y C3. Produce activación de la vía clásica del complemento, con descenso
rescencia puede no verse nada u observarse depósitos subendoteliales de IgM de C3 y C4 séricos. La tipo II se caracteriza por depósitos intramembranosos,
y C3. El complemento sérico es normal. tanto en glomérulo como túbulo, con menor proliferación y desdoblamiento
Cursa como síndrome nefrótico impuro (frecuentemente con microhematuria, membranoso. Los depósitos son granulares, en las paredes capilares, de C3 y
es rara la hematuria macroscópica, puede asociar HTA e insuficiencia renal). C3NEF. Activa la vía alterna y por tanto desciendo tan sólo el componente C3.
Generalmente es progresiva hacia la insuficiencia renal (aparece en >50% de El tipo I puede ser secundario a tumores hematológicos, a infecciones sistémi-
los casos). Se trata con corticoides e inmunosupresores (peor respuesta si ya cas (recuerda la infección VHC, la endocarditis, la esquistosomiasis y la malaria,
hay insuficiencia renal) cuando la causa es inmunológica (GN esclerosante, no y los abscesos de cualquier localización; también se asocia a la infección VIH y
glomeruloesclerosis), y con IECA que reducen la hiperfiltración y la proteinuria, al VHB, aunque estas dos producen prioritariamente otras glomerulonefritis), o
en cualquier caso. a enfermedades autoinmunes (principalmente crioglobulinemia, recuerda tam-
bién la AR aunque se asocia predominantemente a GMN membranosa). La de
40. Un paciente de 48 años, VHC positivo, presenta edemas maleolares, protei- tipo II es idiopática con mayor frecuencia, se puede asociar a enfermedades
autoinmunes, y suele asociar lipodistrofia parcial y anemia hemolítica autoin-
nuria de 3,8 gr/d, creatinina sérica 1.6 mg/dl y microhematuria en el sedimento mune.
urinario. ¿Qué histología esperaría encontrar en la biopsia renal? En ambos casos, es una patología de mal pronóstico, con resolución espontá-
nea en un 20% de los casos pero evolución a IRC en el 66%. Si es secundaria
1. Cambios mínimos puede mejorar con el tratamiento etiológico. Si no, se puede intentar trata-
2. Glomeruloesclerosis focal y esclerosante miento corticoideo y antiagregación. Recidiva en el transplante.
3. GN extracapilar
4. GN membranosa 42. NO es cierto, sobre las GN con hematuria:
5. GN membranoproliferativa
1. Pueden cursar con complemento bajo la GNMP y la GN postes-
RC: 5 treptocócica
Las preguntas sobre glomerulonefritis son relativamente agradecidas. Casi la 2. La GNMP tipo I produce síndrome nefrítico con mayor frecuencia,
mitad de las preguntas sobre glomerulonefritis son de tipo caso clínico, y hay al tener factor nefritogénico (C3NEF)
que reconocer el tipo de GMN. Para ello, es útil recordar que las GMN se pue-
3. Cursan con complemento normal la GN IgA y la GNRP
den presentar de tres maneras: con síndrome nefrótico (proteinuria con o sin
edemas), con hematuria (cumpliendo o no criterios de síndrome nefrítico), o 4. Una infección de vías aéreas puede provocar brotes de hematuria
con fallo renal agudo. La otra mitad nos pide conocer datos sobre una GMN en la GN IgA, GNMP y GN postestreptocócica
concreta, y exigen mayor esfuerzo memorístico. 5. La biopsia puede no estar indicada en la GN postestreptocócica
El síndrome nefrótico surge cuando se altera la barrera de filtración glomerular
de forma que se permite el paso de proteínas al filtrado, con pérdida de pro- RC: 2
teínas de alto peso molecular, fundamentalmente albúmina. Surge por tanto Las preguntas sobre glomerulonefritis son relativamente agradecidas. Casi la
proteinuria, en rango nefrótico (en la práctica se admite 3 g/d en adultos y 40 mitad de las preguntas sobre glomerulonefritis son de tipo caso clínico, y hay
mg/hora/m2 en niños), hipoproteinemia y disproteinemia (con hiperlipidemia, que reconocer el tipo de GMN. Para ello, es útil recordar que las GMN se pue-
hipercoagulabilidad, déficit de transportadores). A nivel clínico se manifiesta den presentar de tres maneras: con síndrome nefrótico (proteinuria con o sin
con edemas. Pueden presentarse con síndrome nefrótico básicamente 4 glo- edemas), con hematuria (cumpliendo o no criterios de síndrome nefrítico), o
merulonefritis: la GMN de cambios mínimos (1ª causa de síndrome nefrótico en con fallo renal agudo. La otra mitad nos pide conocer datos sobre una GMN
niños), la GMN membranosa (1ª causa de síndrome nefrótico en adultos, se concreta, y exigen mayor esfuerzo memorístico. Esta NO es una pregunta típi-
puede acompañar de hematuria, tiene tendencia a la trombosis de la vena ca MIR.
renal, cursa con normocomplementemia), la GMN membranoproliferativa La hematuria revela actividad inflamatoria glomerular, son las glomerulonefri-
(única que cursa con hipocomplementemia, también suele asociar hematuria, tis que llevan histopatológicamente el apellido “proliferativa” las que la pro-
es propia de adultos jóvenes o niños) y la glomeruloesclerosis focal y segmen- ducen. Cursan típicamente con hematuria 4 GMN:
taria (principal causa de corticorresistencia del síndrome nefrótico en niños). la GMN postestreptocócica, o proliferativa endocapilar difusa. Es hipocom-
La glomerulonefritis membranoproliferativa o mesangiocapilar es una GMN plementémica, se precede clínicamente de faringitis estreptocócica, y se
que produce síndrome nefrótico o nefrítico o ambos a la vez o alteraciones acompaña de fallo renal agudo con características de prerrenal; no es impres-
inespecíficas del sedimento (lo más frecuente). Ante un síndrome nefrótico con cindible la biopsia salvo datos de evolución desfavorable
hematuria y deterioro de función renal, nuestra primera sospecha debe ser la GMN membranoproliferativa, fundamentalmente la de tipo 2. También
GMN membranoproliferativa. Si además nos dicen que presenta hipocomple- hipocomplementémica, no se asocia a fallo renal agudo, puede cursar con
mentemia, o nos dan una de las causas secundarias de GMN membranoproli- lipodistrodia parcial o anemia hemolítica; de las dos GMN membranoprolife-
ferativa (en este caso, la infección VHC, pero también se pregunta la asociación rativas es la que más se asocia a síndrome nefrítico por la mayor prevalencia
con crioglobulinemia), el diagnóstico es casi seguro. de factor nefritogénico C3NEF (70% frente a 40% en la tipo 1)
la GMN mesangial IgA, o proliferativa mesangial IgA. Es normocomplemen-
41. Con respecto a la GN mesangiocapilar, una es FALSA: témica, generalmente produce hematuria coincidente con infección respira-
toria. Cursa con fallo renal agudo con datos de prerrenalidad y puede que
con HTA, que es un predictor de mal pronóstico. Es la GMN más frecuente
1. Es la tercera causa de síndrome nefrótico en el adulto.
en el ámbito mediterráneo.
2. Puede deberse a neoplasias hematológicas, incluidos los LNH la GMN proliferativa extracapilar o rápidamente progresiva. Son normocom-
3. Puede deberse a infecciones, destacando la infección VHC, absce- plementémicas salvo la de tipo 2, pueden asociar hemoptisis, provoca insufi-
sos, endocarditis, esquistosomiasis y malaria; también puede asociar- ciencia renal rápidamente progresiva pero no suele debutar con oligoanuria
se a otras enfermedades autoinmunes, como crioglobulinemia y artri- ni síndrome nefrítico.
tis reumatoide Otras GMN pueden cursar con hematuria, pero con menor frecuencia y gene-
4. En la GNMP tipo I hay depósitos subepiteliales y descenso de C3 y ralmente no es el elemento dominante del cuadro. Pueden asociar hematuria
tanto la GMN membranosa como la GMN membranoproliferativa de tipo 1
C4, pues activa la vía clásica del complemento
como la GMN esclerosante focal y segmentaria, pero el cuadro dominante en
5. En la GNMP tipo II hay depósitos densos intramembranosos, des- ellas es el síndrome nefrótico.
ciende solo C3 y se asocia a AHAI y lipodistrofia
43. Un paciente de 28 años presenta hematuria macroscópica al día siguiente
RC: 4 de una infección faríngea, y edemas maleolares. En la exploración física se obje-
Las preguntas sobre glomerulonefritis son relativamente agradecidas. Casi la
mitad de las preguntas sobre glomerulonefritis son de tipo caso clínico, y hay
tiva TA 180/115 creatinina 2,3 mg/dl e hipocomplementemia. ¿Cuál es el diag-
que reconocer el tipo de GMN. Para ello, es útil recordar que las GMN se pue- nóstico más probable?
den presentar de tres maneras: con síndrome nefrótico (proteinuria con o sin
edemas), con hematuria (cumpliendo o no criterios de síndrome nefrítico), o 1. GN membranoproliferativa
con fallo renal agudo. La otra mitad nos pide conocer datos sobre una GMN 2. GN postestreptocócica aguda
concreta, y exigen mayor esfuerzo memorístico. 3. GN rápidamente progresiva
La glomerulonefritis membranoproliferativa o mesangiocapilar es una GMN 4. GN mesangial IgA (enfermedad de Berger)
que produce síndrome nefrótico o nefrítico o ambos a la vez o alteraciones

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5. Hialinosis focal y segmentaria 45. Es FALSO, con relación a la enfermedad de Berger:

RC:1 1. Es la GN más prevalerte en el area mediterránea


Las preguntas sobre glomerulonefritis son relativamente agradecidas. Casi la 2. Cursa con proliferación mesangial focal o difusa, con depósitos de
mitad de las preguntas sobre glomerulonefritis son de tipo caso clínico, y hay IgA
que reconocer el tipo de GMN. Para ello, es útil recordar que las GMN se pue-
3. Puede considerarse como una forma organoconfinada de púrpura
den presentar de tres maneras: con síndrome nefrótico (proteinuria con o sin
edemas), con hematuria (cumpliendo o no criterios de síndrome nefrítico), o de Schönlein-Henoch
con fallo renal agudo. La otra mitad nos pide conocer datos sobre una GMN 4. Cursa con aumento de la IgA circulante y complemento normal
concreta, y exigen mayor esfuerzo memorístico. 5. La HTA es un importante predictor de evolución a IRC
La hematuria revela actividad inflamatoria glomerular, son las glomerulonefri-
tis que llevan histopatológicamente el apellido “proliferativa” las que la pro- RC: 4
ducen. Cursan típicamente con hematuria cuatro GMN: la GMN postestrepto- Las preguntas sobre glomerulonefritis son relativamente agradecidas. Casi la
cócica, la GMN membranoproliferativa, la GMN mesangial IgA y la GMN proli- mitad de las preguntas sobre glomerulonefritis son de tipo caso clínico, y hay
ferativa extracapilar. De ellas, son hipocomplementémicas las postestreptocóci- que reconocer el tipo de GMN. Para ello, es útil recordar que las GMN se pue-
cas, las membranoproliferativas y la extracapilar de tipo 2. den presentar de tres maneras: con síndrome nefrótico (proteinuria con o sin
De las cuatro GMN con hematuria, tres pueden cursar con brotes en relación edemas), con hematuria (cumpliendo o no criterios de síndrome nefrítico), o
con infecciones, con distinta cronología que nos orienta a la causa. La GMN con fallo renal agudo. La otra mitad nos pide conocer datos sobre una GMN
postestreptocócica se debe a inmunocomplejos por anticuerpos contra el concreta, y exigen mayor esfuerzo memorístico.
Streptococcus pyogenes. En una primera infección, tiene una latencia prolon- Cursan típicamente con hematuria cuatro GMN: la GMN postestreptocócica, la
gada, de unos 7-10 días en caso de faringitis estreptocócica y de unas 2-3 GMN membranoproliferativa, la GMN mesangial IgA y la GMN proliferativa
semanas en caso de infección cutánea; en cambio, en infecciones sucesivas la extracapilar. De ellas, son hipocomplementémicas las postestreptocócicas, las
latencia se acorta a 2-4 días, pero en ningún caso coincide con el debut de la membranoproliferativas y la extracapilar de tipo 2. De las cuatro GMN con
infección. La GMN membrana proliferativa puede dar brotes en relación con hematuria, tres (postestreptocócica, mesangial IgA, membranoproliferativa)
infecciones, típicamente al día siguiente del debut de la infección respiratoria. pueden cursar con brotes en relación con infecciones, con distinta cronología
La GMN mesangial IgA cursa con brotes de hematuria recidivantes en relación que nos orienta a la causa.
con infecciones o sobreesfuerzos, que pueden aparecer coincidiendo con el La GMN mesangial IgA cursa con brotes de hematuria recidivantes en relación
debut infeccioso o en los 2-3 días siguientes; en tal caso, para el diagnóstico con infecciones o sobreesfuerzos, que pueden aparecer coincidiendo con el
diferencial con la membranoproliferativa es importante recordar que ésta es debut infeccioso o en los 2-3 días siguientes; en tal caso, para el diagnóstico
hipocomplementémica mientras la mesangial cursa con complemento normal. diferencial con la membranoproliferativa es importante recordar que ésta es
En este caso, la asociación de infección en el día previo con hipocomplemen- hipocomplementémica mientras la mesangial cursa con complemento normal.
temia nos orienta a GMN membranoproliferativa. Histológicamente cursa con proliferación mesangial, con depósitos granulares
de IgA en la inmunofluorescencia. Clínicamente da brotes de hematuria recidi-
44. Un estudiante de 20 años consulta porque cada vez que tiene una infección vante, y entre episodios suele quedar microhematuria y proteinuria no nefróti-
respiratoria o hace un esfuerzo intenso su orina tiene un aspecto "en agua de ca. Puede tener un aumento de IgA circulante asociado, pero no es constante,
tan sólo aparece en el 50% de los casos. Se considera que es una forma orga-
lavar carne". Exploración física normal. Una analítica en intercrisis muestra crea- noconfinada de la púrpura de Schönlein-Henoch, una vasculitis que afecta a
tinina y complemento normal, proteinograma normal, aumento de la IgA al doble otros órganos y sistemas. Es la más prevalente en el área mediterránea, y la
del rango normal, y orina macroscópicamente normal con 5-10 hematíes en el GMN a la que peor le sienta la HTA (predictor de mal pronóstico).
sedimento urinario. ¿Qué tipo de lesión histológica le parece más probable?
46. Es FALSO, con respecto a la GN endocapilar aguda:
1. GN proliferativa endocapilar difusa
2. GN proliferativa mesangial difusa 1. Se debe a inmunocomplejos circulantes desencadenados por una
3. GN de cambios mínimos infección, principalmente por estreptococo beta-hemolítico
4. GN membranosa 2. Produce hematuria posterior a infección faringea o cutánea, pero
5. Riñón normal, anomalías en vía urinaria nunca simultanea; el tratamiento precoz de la infección puede pre-
venir su aparición
RC: 2 3. Cursa con descenso de C3, que debe normalizarse antes de los 3
Las preguntas sobre glomerulonefritis son relativamente agradecidas. Casi la
meses
mitad de las preguntas sobre glomerulonefritis son de tipo caso clínico, y hay
que reconocer el tipo de GMN. Para ello, es útil recordar que las GMN se pue- 4. Cursa con fallo renal parenquimatoso pero con excreción fraccio-
den presentar de tres maneras: con síndrome nefrótico (proteinuria con o sin nal baja por hipoperfusión renal
edemas), con hematuria (cumpliendo o no criterios de síndrome nefrítico), o 5. La biopsia no es necesaria salvo persistencia de oliguria más de 3
con fallo renal agudo. La otra mitad nos pide conocer datos sobre una GMN semanas, hipocomplementemia más de 8 semanas, o microhematu-
concreta, y exigen mayor esfuerzo memorístico. ria más de 6 meses
La hematuria revela actividad inflamatoria glomerular, son las glomerulonefri-
tis que llevan histopatológicamente el apellido “proliferativa” las que la pro-
RC: 3
ducen. Cursan típicamente con hematuria cuatro GMN: la GMN postestrepto-
Las preguntas sobre glomerulonefritis son relativamente agradecidas. Casi la
cócica, la GMN membranoproliferativa, la GMN mesangial IgA y la GMN proli-
mitad de las preguntas sobre glomerulonefritis son de tipo caso clínico, y hay
ferativa extracapilar. De ellas, son hipocomplementémicas las postestreptocóci-
que reconocer el tipo de GMN. Para ello, es útil recordar que las GMN se pue-
cas, las membranoproliferativas y la extracapilar de tipo 2.
den presentar de tres maneras: con síndrome nefrótico (proteinuria con o sin
De las cuatro GMN con hematuria, tres pueden cursar con brotes en relación
edemas), con hematuria (cumpliendo o no criterios de síndrome nefrítico), o
con infecciones, con distinta cronología que nos orienta a la causa. La GMN
con fallo renal agudo. La otra mitad nos pide conocer datos sobre una GMN
postestreptocócica se debe a inmunocomplejos por anticuerpos contra el
concreta, y exigen mayor esfuerzo memorístico.
Streptococcus pyogenes. En una primera infección, tiene una latencia prolon-
Cursan típicamente con hematuria cuatro GMN: la GMN postestreptocócica, la
gada, de unos 7-10 días en caso de faringitis estreptocócica y de unas 2-3
GMN membranoproliferativa, la GMN mesangial IgA y la GMN proliferativa
semanas en caso de infección cutánea; en cambio, en infecciones sucesivas la
extracapilar. De ellas, son hipocomplementémicas las postestreptocócicas, las
latencia se acorta a 2-4 días, pero en ningún caso coincide con el debut de la
membranoproliferativas y la extracapilar de tipo 2. De las cuatro GMN con
infección. La GMN membranoproliferativa puede dar brotes en relación con
hematuria, tres (postestreptocócica, mesangial IgA, membranoproliferativa)
infecciones, típicamente al día siguiente del debut de la infección respiratoria.
pueden cursar con brotes en relación con infecciones, con distinta cronología
La GMN mesangial IgA cursa con brotes de hematuria recidivantes en relación
que nos orienta a la causa.
con infecciones o sobreesfuerzos, que pueden aparecer coincidiendo con el
La GMN postestreptocócica se debe a inmunocomplejos por anticuerpos con-
debut infeccioso o en los 2-3 días siguientes; en tal caso, para el diagnóstico
tra el Streptococcus pyogenes. Las cepas nefritogénicas (12, 99) son distintas
diferencial con la membranoproliferativa es importante recordar que ésta es
de las que causan fiebre reumática. En una primera infección, tiene una laten-
hipocomplementémica mientras la mesangial cursa con complemento normal.
cia prolongada, de unos 7-10 días en caso de faringitis estreptocócica y de unas
En este caso, la asociación de infección en el día previo con normocomple-
2-3 semanas en caso de infección cutánea; en cambio, en infecciones sucesi-
mentemia nos orienta a GMN mesangial IgA. Histológicamente cursa con pro-
vas la latencia se acorta a 2-4 días, pero en ningún caso coincide con el debut
liferación mesangial, con depósitos granulares de IgA en la inmunofluorescen-
de la infección. Tratando la infección adecuadamente de forma precoz se
cia. Clínicamente da brotes de hematuria recidivante, que coinciden con infec-
puede prevenir la aparición de la nefropatía. Produce un síndrome nefrítico flo-
ciones o ejercicio intenso, y entre episodios suele quedar microhematuria y pro-
rido, con hematuria franca, HTA y oligoanuria, con fallo renal establecido pero
teinuria no nefrótica. Puede tener un aumento de IgA circulante asociado. Se
con datos de prerrenalidad (EFNa<1%). Tiene unos plazos habituales de recu-
considera que es una forma organoconfinada de la púrpura de Schönlein-
peración, que de excederse obligan a biopsia renal para descartar complicacio-
Henoch, que afecta a otro órganos y sistemas. Es la más prevalente en el area
nes: la fiebre y oliguria remiten en 3 semanas, la hipocomplementemia en 8
mediterránea, y la GMN a la que peor le sienta la HTA (predictor de mal pro-
semanas, la microhematuria en 6 meses y la proteinuria en 1 año.
nóstico).

47. Las glomerulonefritis extracapilares también se denominan rápidamente

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progresivas por su tendencia a la evolución a IRC Terminal en el plazo de pocos manifestaciones cutáneas, con alteraciones del sedimento. No tiene tratamien-
meses. Con respecto a este grupo de GN NO es cierto: to específico, debe hacerse manejo de sostén, y tratamiento posterior de la
enfermedad ateroesclerótica.
1. Se deben a proliferación de semilunar en el espacio urinario tras la
ruptura de la membrana basal TEMA 3. GLOMERULOPATÍAS SECUNDARIAS
2. Hay formas primarias y secundarias, principalmente a enfermeda-
des autoinmunes como la enfermedad de Goodpasture y el LES 49. En la valoración de un paciente con síndrome nefrítico, la presencia de anti-
3. La GN RP tipo I cursa con depósitos granulares de IgG cona ctivi- cuerpos anticitoplasma de neutrofilo (ANCA) con patrón citoplásmico nos orien-
dad específica contra la membrana basal glomerular ta hacia:
4. LA GN RP tipo II se debe al depósito subendotelial de inmuno-
complejos circulantes de IgM, y es la única con hipocomplementemia 1. Síndrome de GoodPasture
5. La GN RP tipo III no tiene depósitos inmunológicos (forma pau- 2. Crioglobulinemia
ciinmune), las semilunas tan solo contienen fibrina, y cursa con p- 3. Nefritis lúpica
ANCA circulantes 4. Granulomatosis de Wegener
5. Púrpura de Schönlein-Henoch
RC: 3
Hay dos tipos de preguntas sobre glomerulonefritis. En unas nos piden el diag- RC: 4
nostico diferencial, y son relativamente asequibles. Otras nos piden saber datos La glomerulopatías secundarias son un tema importante en el MIR, da cuenta
concretos de algún tipo de GMN, y requieren mayor esfuerzo memorístico. de buena parte de las preguntas de la asignatura. Las preguntas se reparten
Cuatro de las GMN pueden presentarse con hematuria como dato clave: la entre diabetes, lupus, mieloma y vasculitis. Las preguntas sobre vasculitis se
GMN postestreptocócica, la GMN membranoproliferativa, la GMN mesangial sacan adelante no por datos nefrológicos, sino por las características de la afec-
IgA y la GMN proliferativa extracapilar. De ellas, son hipocomplementémicas las tación extrarrenal o los datos complementarios.
postestreptocócicas, las membranoproliferativas y la extracapilar de tipo 2. De Las vasculitis sistémicas que pueden afectar al riñón son la púrpura de
las cuatro GMN con hematuria, tres (postestreptocócica, mesangial IgA, mem- Schönlein-Henoch y las vasculitis necrotizantes. La púrpura de Schönlein-
branoproliferativa) pueden cursar con brotes en relación con infecciones, con Henoch produce una GMN proliferativa mesangial con depósitos mesangiales
distinta cronología que nos orienta a la causa. y endocapilares de IgA, por lo que es muy similar a la GMN mesangial IgA pri-
Las GMN extracapilares cursan con proliferación inflamatoria en la cápsula de maria. Las GMN necrotizantes afectan al riñón de forma similar, con fallo renal
Bowman. Se deben a disrupción física de la membrana basal, con paso de san- o síndrome nefrítico. De las cuatro vasculitis necrotizantes, la única que no se
gre al espacio urinario que propicia la inflamación de éste, con formación de asocia a ANCA específicamente es además la única que no produce GMN, la
semilunas que comprimen el glomérulo. En la inmunofluorescencia se distin- panarteritis nodosa clásica produce fallo renal por isquemia glomerular(bueno,
guen tres patrones. El tipo I cursa con depósitos LINEALES de IgG y a veces C3 puede provocar GMN en un porcentaje bajísimo de casos, pero no es lo habi-
en la membrana basal, se debe a la presencia de autoanticuerpos contra la tual, y además tiene ANCA en un 30% pero no son específicos). Las restantes
membrana basal glomerular, que pueden dar reacción con la membrana basal se asocian a ANCA, anticuerpos anticitoplasma del neutrófilo. Es característica
alveolar y ocasionar hemoptisis. El tipo II es la única con hipocomplementemia la asociación del Wegener a cANCA, anticuerpos de distribución citoplásmica,
sérica, cursa con depósitos granulares de IgM y C3 en los capilares, se debe a altamente sensibles (90%) y específicos (95%), y con valor pronóstico. La
inmunocomplejos circulantes. El tipo III no tiene depósitos inmunes, tan sólo poliangeitis microscópica y el Churg-Strauss se asocian a pANCA, de distribu-
aumento de fibrinógeno en el glomérulo y las semilunas; se asocia a pANCA ción perinuclear, con una sensibilidad menor (aproximadamente 50%).
circulantes. Clínicamente, cursan con síndrome nefrítico de instauración pro- Otras enfermedades sistémicas con afectación renal también se asocian a auto-
gresiva, con fallo renal en días o semanas (no suelen presentar oligoanuria), por anticuerpos. El lupus se asocia a distintos tipos de anticuerpos antinucleares
lo que se las denomina rápidamente progresivas. (ANA), algunos de ellos con correlación con el grado de afectación renal (los
Las GMN extracapilares pueden cursar con síndrome renopulmonar (asociación antiRo se asocian a mayor riesgo de nefritis, y los antiDNA-d se asocian a mayor
de nefritis y hemoptisis). Hay enfermedades multisistémicas que cursan con riesgo y a actividad de nefritis). La enfermedad de GoodPasture se asocia a anti-
afectación renopulmonar en forma de GMN RP, como son la enfermedad de cuerpos antimembrana basal glomerular.
GoodPasture (de tipo I), el LES (de tipo II) y vasculitis, principalmente polian-
geitis microscópica (tipo III). 50. Varón de 45 años con historia de rinorrea purulenta, fiebre, artralgias, infil-
trados pulmonares nodulares y glomerulonefritis rápidamente progresiva. ¿Cuál
48. Paciente de 70 años, que hace 2 semanas fue sometido a una coronario- de los siguientes hallazgos es más probable encontrar?
grafía, acude al hospital por aparición de lesiones purpúricas palpables en
miembros inferiores, elevación de la creatinina sérica a 3 mg/dl, proteinuria de 1. Anticuerpos antinucleares
1 g/24 h, hipocomplementemia y microhematuria y leucocituria en el sedimen- 2. Anticuerpos anticitoplasma de neutrófilo
to urinario. ¿Cuál es el diagnóstico más probable? 3. Niveles descendidos de C3
4. Anticuerpos antimembrana basal glomerular
1. Glomerulonefritis aguda rápidamente progresiva 5. Crioinmunoglobulinas
2. Glomerulonefritis aguda postestreptocócica
3. Síndrome hemolítico-urémico RC:2
4. Enfermedad ateroembólica La glomerulopatías secundarias son un tema importante en el MIR, da cuenta
5. Glomerulonefritis membranoproliferativa de buena parte de las preguntas de la asignatura. Las preguntas se reparten
entre diabetes, lupus, mieloma y vasculitis. Las preguntas sobre vasculitis se
RC: 4 sacan adelante no por datos nefrológicos, sino por las características de la afec-
En el diagnóstico diferencial de patología renal con fallo renal y alteraciones del tación extrarrenal o los datos complementarios.
sedimento sugerentes de glomerulonefritis, hay que incluir al ateroembolismo Las vasculitis sistémicas que pueden afectar al riñón son la púrpura de
renal. La enfermedad ateroembólica es una afectación multisistémica debida a Schönlein-Henoch y las vasculitis necrotizantes. La púrpura de Schönlein-
la liberación de microémbolos de colesterol desde una placa ateromatosa lesio- Henoch produce una GMN proliferativa mesangial con depósitos mesangiales
nada. Sus factores de riesgo son por un lado los de la ateroesclerosis (edad y endocapilares de IgA, por lo que es muy similar a la GMN mesangial IgA pri-
avanzada, tabaquismo, hipercolesterolemia, HTA), sobre todo si hay enferme- maria. Las GMN necrotizantes afectan al riñón de forma similar, con fallo renal
dad ateroesclerótica manifiesta (enfermedad cerebrovascular, cardiopatía o síndrome nefrítico. Son prácticamente indistinguibles por su afectación renal
isquémica, arteriopatía periférica, isquemia mesentérica), y por otro lado el (síndrome nefrítico, fallo renal), por lo que se distinguen por la distinta afecta-
cateterismo, que lesiona la placa ateroesclerótica y libera los microémbolos. Es ción sistémica.
muy típica postcoronariografía, y su riesgo aumenta con el uso de anticoagu- La púrpura de Schonlein-Henoch produce púrpura, artralgias, dolor abdominal
lantes. y nefritis con hematuria y normocomplementemia, con aumento de IgA en el
Clínicamente afecta a distintos sistemas. En el riñón provoca fallo renal pro- 50% de los pacientes.
gresivo, generalmente asintomático y sin dolor asociado (a diferencia de otras La PAN clásica afecta al riñón principalmente con HTA vasculorrenal, pero tam-
enfermedades vasculares renales), con alteraciones del sedimento urinario (pro- bién produce síndrome nefrítico; típicamente no da GMN sino afectación
teinuria, hematuria, leucocituria). A nivel cutáneo afecta sobre todo a zonas isquémica por los microaneurismas. A nivel extrarrenal da cuadro consuntivo
acras, con livedo reticularis, gangrena, necrosis, nódulos cutáneos y hemorra- general, afectación articular, mononeuritis múltiple, dolor abdominal difuso y
gias en astilla; recuerda que a esta enfermedad se la denomina también “blue- manifestaciones cutáneas, y respeta el pulmón. Sería el cuadro de vasculitis
toe síndrome”. En el fondo de ojo pueden verse émbolos de colesterol (placas multisistémica sin ningún dato específico. En cambio, el resto de vasculitis
de Hollenhorst). A nivel intestinal provoca desde molestias inespecíficas a infar- necrotizantes tiene siempre algún rasgo distintivo. La poliangeitis microscópica
tos esplénicos, pancreatitis o isquemia intestinal. Es raro que afecte a la circu- cursa sin formación de aneurismas, con capilaritis pulmonar y GMN extracapi-
lación cerebral, pero puede ser causa de infartos embólicos. Suele acompañar- lar de tipo III; se asocia a pANCA en el 50%. La enfermedad de Wegener tiene
se de aumento de LDH y CPK y de eosinofilia. Provoca descenso del comple- típica y precoz afectación de vía aérea superior (sinusitis, granulomas o perfo-
mento sérico. raciones del tabique,…), afectación pulmonar con infiltrados pulmonares no
Recuerda este diagnóstico en un paciente con intervencionismo coronario migratorios y cavitados, y afectación renal con GMN; como dato curioso se aso-
reciente, u otro tipo de cateterismo arterial, que desarrolle fallo renal, con o sin cia también a proptosis ocular, y como dato característico con valor pronóstico

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y diagnóstico se asocia a cANCA. El síndrome de Churg-Strauss afecta además debut generalmente en la tercera década. Cursa con afectación multiorgánica,
de arteriolas a capilares y vénulas, y forma granulomas intra y extracapilares; se y para su diagnóstico se requiere combinación de criterios de afectación de dis-
caracteriza por eosinofilia periférica, asociación a asma de difícil control, rinitis tintos sistemas. La afectación renal en el lupus es extremadamente frecuente;
y poliposis nasal, e infiltrados pulmonares migratorios no cavitados, y la afec- es clínicamente manifiesta en el 50%, pero prácticamente el 100% de los
tación renal es menos frecuente que en Wegener o PAN. La principal causa de pacientes con lupus tienen depósitos en la biopsia o necropsia renal. Es la afec-
muerte en el Churg-Strauss es la patología cardiaca. Se asocia a pANCA. tación que condiciona el pronóstico clínico. Analíticamente, el lupus cursa con
elevación de anticuerpos antinucleares (no en el 100% de los casos) y con hipo-
51. Un mujer de 68 años acude al Servicio de Urgencias por malestar general complementemia en las fases de actividad, principalmente a expensas de C4.
La afectación clínica renal del lupus puede debutar con fallo renal progresivo,
que ha ido progresando en los últimos 15 días, a partir de un episodio gripal. síndrome nefrótico, o hematuria. En el sedimento es frecuente encontrar
Ha notado disminución progresiva del volumen de diuresis, edemas maleolares hematuria y proteinuria, y “sedimento telescopado” (con cilindros de todo
y dificultad respiratoria. Es hipertensa. En la analítica destaca una creatinina tipo). En la evolución es frecuente la progresión hacia insuficiencia renal cróni-
plasmática de 5 mg/dl, urea 180 mg/dl, Na 138 mEq/l, K 4.9 mEq/l. Las cifras de ca a lo largo de años. La afectación renal del lupus se clasifica en 6 patrones
complemento son normales. Los anticuerpos antimembrana basal son negati- histopatológicos. Se consideran de buen pronóstico los patrones de cambios
vos. En la orina presenta cilindros hemáticos, proteinuria de 1g/l y microhema- mínimos, mesangial, y membranosa, y de mal pronóstico las formas prolifera-
turia. Aporta una analítica de un mes antes, sin alteraciones. ¿Cuál de los tiva difusa, focal y segmentaria lúpica, y esclerosante. Para el tratamiento es
más importante que el tipo de afectación el grado de reversibilidad de las lesio-
siguientes diagnósticos es más probable? nes. Si en la biopsia encontramos lesiones reversibles, se intenta tratamiento
con corticoides, generalmente con inmunosupresores asociados en las formas
1. PAN microscópica de mal pronóstico; si los cambios son irreversibles no hay tratamiento posible,
2. Brote lúpico salvo el sustitutivo renal cuando evoluciona a insuficiencia renal terminal.
3. Glomerulonefritis aguda postinfecciosa En el caso clínico nos muestran a una chica joven (primer dato sugestivo de
4. Crioglubulinemia lupus) con síndrome nefrótico (proteinuria y edemas) impuro (microhematuria).
5. Enfermedad de Goodpasture De las GMN primarias que nos ofrecen, tanto la membranosa como la de cam-
bios mínimos pueden dar síndrome nefrótico, pero son normocomplementé-
micas; la GMN mesangial IgA no da síndrome nefrótico sino hematurias de
RC:1
repetición, y es normocomplementémica igualmente. La trombosis de la vena
Se trata de un cuadro con afectación pulmonar (disnea progresiva) y afectación
renal es una complicación infrecuente del síndrome nefrótico, que puede oca-
renal (fallo renal progresivo, aumento de creatinina, y hematuria+proteinu-
sionar deterioro de función renal y hematuria, más típica de la GMN membra-
ria+cilindros que orienta a afectación glomerular), por lo que podemos decir
nosa, y favorecida como todo fenómeno tromboembólico por la toma de anti-
que es un síndrome de Goodpasture. Se denomina síndrome de Goodpasture
conceptivos, pero no es congruente con el caso clínico. El lupus renal es com-
a la coexistencia de hemorragia alveolar y nefritis; puede darse en patologías
patible con el cuadro clínico presentado, y se ve apoyado por la hipocomple-
no multisistémicas, como la neumonía por Legionella, o el TEP por trombosis
mentemia a expensas de C4 y por los ANA a títulos altos; la GMN focal y seg-
de la vena renal, pero lo habitual es que se deba a enfermedades autoinmunes
mentaria lúpica es una forma de mal pronóstico a largo plazo, con tendencia a
multisistémicas. Se denomina enfermedad de Goodpasture al síndrome de
la progresión hacia formas difusas y a la insuficiencia renal progresiva, que
Goodpasture por anticuerpos antimembrana basal (descartado en este caso
suele responder bien a tratamiento corticoideo.
por la negatividad de dichos autoanticuerpos). Otras enfermedades sistémicas
con afectación renopulmonar son el LES (recuerda que cursa sin capilaritis), la
granulomatosis de Wegener, el síndrome de Churg-Strauss, la poliangeítis 53. NO es cierto con respecto al LES y el riñón:
microscópica, y la crioglobulinemia mixta. La PAN clásica, paradigma de vascu-
litis, cursa sin afectación pulmonar, por lo que NO es causa de síndrome de 1. Hay afectación clínica en el 50% de pacientes, pero anatomopa-
Goodpasture. tológica en el 100%
Para el diagnóstico diferencial de las enfermedades multisistémicas autoinmu- 2. Se consideran de buen pronóstico las formas de cambios mínimos,
nes que producen síndrome de GoodPasture, es fundamental el estudio de
mesangial y membranosa
autoanticuerpos. La enfermedad de GoodPasture cursa con anticuerpos anti-
membrana basal glomerular; a nivel renal produce una GMN extracapilar de 3. Las formas proliferativa focal, proliferativa difusa y esclerosante
tipo I, con depósitos lineales (patognomónicos). El LES cursa con hipocomple- son de mal pronóstico y por tanto candidatas a un tratamiento agre-
mentemia y con ANA elevados, y produce una GMN extracapilar de tipo II (la sivo
única con hipocomplementemia), con depósitos granulares subendoteliales y 4. La forma membranosa cursa con espigas pero con importante
mesangiales. Las vasculitis necrotizantes cursan con ANCA, de tipo cANCA en afectación mesangial
la enfermedad de Wegener y de tipo pANCA en el ChurgStrauss y poliangeitis 5. La biopsia permite diagnosticar el subtipo histológico y el grado de
microscópica; son njormocomplementémicas y dan afectación extracapilar de
fibrosis
tipo III (pauciinmune, sin depósitos en inmunofluorescencia). La crioglobuline-
mia cursa también con hipocomplementemia y hepatoesplenomegalia, a nivel
renal afecta principalmente con alteraciones del sedimento pero también con RC: 3
síndrome nefrítico o fallo renal rápidamente progresivo, y en tal caso su GMN La glomerulopatías secundarias son un tema importante en el MIR, da cuenta
es extracapilar de tipo II, mientras que habitualmente es de tipo mesangial o de buena parte de las preguntas de la asignatura. Las preguntas se reparten
mesangiocapilar. entre diabetes, lupus, mieloma y vasculitis. El lupus eritematoso sistémico es el
Como complemento formativo (aunque no es de esta asignatura): los síndro- paradigma de enfermedad autoinmune por inmunocomplejos. Es una enfer-
mes de hemorragia alveolar se caracterizan por hemoptisis recurrentes cuyo medad autoinmune, de predominio femenino y debut generalmente en la ter-
origen no es focal, no tiene un punto concreto de sangrado. Pueden deberse cera década. Cursa con afectación multiorgánica, y para su diagnóstico se
a capilaritis (siendo por lo general parte de un cuadro de vasculitis o enferme- requiere combinación de criterios de afectación de distintos sistemas. La afec-
dad multisistémica), o sin capilaritis, como la hemosiderosis pulmonar idiomá- tación renal en el lupus es extremadamente frecuente; es clínicamente mani-
tica. Es interesante que el LES es la única enfermedad autoinmune multisisté- fiesta en el 50%, pero prácticamente el 100% de los pacientes con lupus tie-
mica que si produce hemorragia alveolar no es debido a capilaritis; el resto, por nen depósitos en la biopsia o necropsia renal. Es la afectación que condiciona
ejemplo esclerodermia, enfermedad mixta del tejido conectivo, vasculitis, sín- el pronóstico clínico.
drome de Goodpasture… sí que presentan capilaritis. La afectación clínica renal del lupus puede debutar con fallo renal progresivo,
síndrome nefrótico, o hematuria. En el sedimento es frecuente encontrar
hematuria y proteinuria, y “sedimento telescopado” (con cilindros de todo
52. Chica de 18 años con irregularidades menstruales en tratamiento con ano- tipo). Analíticamente, el lupus cursa con elevación de anticuerpos antinuclea-
vulatorios. En los últimos meses desarrolla edemas manifiestos con cifras de TA res (no en el 100% de los casos) y con hipocomplementemia en las fases de
de 140/95 mmHg. Los análisis muestran proteinuria de rango nefrótico: 4.500 actividad, principalmente a expensas de C4; algunos subtipos de ANA se aso-
mg/24 h. Hematuria de 25 hematíes por campo con cilindros hialinogranulosos. cian a afectación renal (los anti-Ro aumentan el riesgo de nefritis, que se neu-
En sangre: IgA 258 mg/dl, C3 58 mg/dl, C4 menos de 5mg/dl. Anticuerpos anti- traliza si aumentan los anti-La; los anti-DNAds se asocian a mayor riesgo de
nucleares positivos (título 1/1250). Un ciclo de esteroides de 8 semanas se aso- nefritis y al grado de actividad de la nefritis). En la evolución es frecuente la pro-
gresión hacia insuficiencia renal crónica a lo largo de años. La afectación renal
cia con disminución de la proteinuria a 1300 mg/24 horas, persistiendo la hipo- del lupus se clasifica en 6 patrones histopatológicos:
complementemia. Señale el diagnóstico más probable: Cambios mínimos lúpicos. El riñón es óptimamente normal, pero muestra
depósitos en inmunofluorescencia
1. Glomerulonefritis membranosa idiopática Mesangial lúpica. La más frecuente en pacientes asintomáticos. Con mínimas
2. Síndrome nefrótico por lesiones glomerulares mínimas alteraciones del sedimento.
3. Glomerulonefritis focal y segmentaria asociada a lupus eritematoso Proliferativa focal y segmentaria. Anatomopatológicamente sería como una
4. Glomerulonefritis mesangial IgA membranoproliferativa primaria afectando a menos del 50% de los glomé-
rulos. Tiende a evolucionar a formas difusas y a insuficiencia renal crónica en
5. Trombosis venosa renal asociada a anovulatorios
el paso de años. Es raro el síndrome nefrótico, suele cursar con hematuria y
proteinuria no nefrótica.
RC:3 Proliferativa difusa. Anatomopatológicamente sería como una membrano-
El lupus eritematoso sistémico es el paradigma de enfermedad autoinmune por proliferativa primaria afectando a más del 50% de los glomérulos, con el
inmunocomplejos. Es una enfermedad autoinmune, de predominio femenino y dato típico de las “asas de alambre” y los cuerpos hematoxinófilos. Es la

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forma más prevalente en pacientes sintomáticos, y la más agresiva. Cursa con nopatía y neuropatía establecidas, mientras en la DM-2 evolucionan de forma
síndrome nefrótico impuro, asociado a hematuria, HTA y deterioro de fun- independiente.
ción renal, con tendencia a evolución a insuficiencia renal de forma precoz. La nefropatía diabética evoluciona de una forma predecible en 5 estadios, lo
Membranosa lúpica. Similar a la forma primaria, pero con mayor proliferación que permite su monitorización y un adecuado tratamiento. En el primer esta-
mesangial. Produce proteinuria o síndrome nefrótico, y evoluciona lenta- dio hay hiperfiltración, por lo que la función renal está conservada, pero la
mente hacia insuficiencia renal. hiperfiltración supone una sobrecarga renal que evoluciona hacia la glomeru-
Esclerosis renal lúpica. Fibrosis glomerular e intersticial, como afectación ter- loesclerosis. En el estadio II, aparece microalbuminuria intermitente, sólo con el
minal de cualquiera de las otras formas, irreversible con tratamiento. ejercicio físico; dado que hay personas con microalbuminuria ortostática o con
Se consideran de buen pronóstico los patrones de cambios mínimos, mesan- el ejercicio sin que ello implique patología, hay autores que no aceptan esto
gial, y membranosa, y de mal pronóstico las formas proliferativa difusa, focal y como un hecho evolutivo independiente. En el estadio III hay microalbuminu-
segmentaria lúpica, y esclerosante. Las formas proliferativas tanto focal como ria persistente con filtrado glomerular normal; esta situación es predictora de
difusa pueden evolucionar hacia GMN extracapilar, con formación de semilu- deterioro renal en la DM-1 y de riesgo cardiovascular en la DM-2. En el estadio
nas y fallo renal rápidamente progresivo. IV hay nefropatía establecida con proteinuria franca, HTA y progresivo deterio-
Para el tratamiento del lupus renal es más importante que el tipo de afectación ro de función renal, y suele aparecer tras unos 15 años de evolución de la DM-
el grado de reversibilidad de las lesiones. Si en la biopsia encontramos lesiones 1 (indeterminado en la DM-2). El estadio V es la IRC terminal, subsidiaria de tra-
reversibles, se intenta tratamiento con corticoides, generalmente con inmuno- tamiento sustitutivo renal, a la que se llega tras unos 15 años de nefropatía dia-
supresores asociados en las formas de mal pronóstico; si los cambios son irre- bética establecida.
versibles no hay tratamiento posible, salvo el sustitutivo renal cuando evolucio-
na a insuficiencia renal terminal. 56. Ante un diabético tipo I que empieza a presentar valores elevados y repeti-
dos de microalbuminuria (por encima de 30 microgramos/minuto o mg/24
54. No se considera una lesión reversible en la biopsia renal de un lupus: horas). ¿Cuál de las siguientes actitudes NO es correcta?

1. Semilunas epiteliales 1. Mejorar significativamente su control metabólico


2. Esclerosis glomerular 2. Si es hipertenso controlar más exigentemente sus cifras tensiona-
3. Inflamación intersticial les, por ejemplo 130/80
4. Vasculitis necrotizante 3. Añadir a su tratamiento habitual dosis bajas de corticoides, por
5. Depósitos en "asa de alambre" ejemplo Prednisona 5 mg/día
4. Valorar periódicamente su función renal: creatinina y aclaramien-
RC: 2 to de creatinina
Las glomerulopatías secundarias son un tema importante en el MIR, da cuenta
5. Añadir a su tratamiento habitual, aunque sea normotenso, fárma-
de buena parte de las preguntas de la asignatura. Las preguntas se reparten
entre diabetes, lupus, mieloma y vasculitis. El lupus eritematoso sistémico es el cos inhibidores de la enzima conversora de angiotensina, por ejem-
paradigma de enfermedad autoinmune por inmunocomplejos. Es una enfer- plo enalapril
medad autoinmune, de predominio femenino y debut generalmente en la ter-
cera década. Cursa con afectación multiorgánica, y para su diagnóstico se RC: 3
requiere combinación de criterios de afectación de distintos sistemas. La afec- La diabetes mellitus es un importante factor de riesgo cardiovascular. Produce
tación renal en el lupus es extremadamente frecuente; es clínicamente mani- aterosclerosis precoz que favorece todos los eventos vasculares mayores (infar-
fiesta en el 50%, pero prácticamente el 100% de los pacientes con lupus tie- to de miocardio, ictus, arteriopatía periférica), y produce daño endotelial res-
nen depósitos en la biopsia o necropsia renal. Es la afectación que condiciona ponsable de nefropatía, neuropatía y retinopatía diabética.
el pronóstico clínico. La nefropatía diabética es la primera causa de insuficiencia renal crónica termi-
La afectación renal del lupus se clasifica en 6 patrones histopatológicos. Se con- nal en EEUU, y lo será en Europa con el paso de los años y el estilo de vida
sideran de buen pronóstico los patrones de cambios mínimos, mesangial, y sedentario. Evoluciona de una forma predecible en 5 estadios, lo que permite
membranosa, y de mal pronóstico las formas proliferativa difusa, focal y seg- su monitorización y un adecuado tratamiento. En el primer estadio hay hiper-
mentaria lúpica, y esclerosante. Las formas proliferativas tanto focal como difu- filtración, con función renal conservada, pero sobrecarga renal que evoluciona
sa pueden evolucionar hacia GMN extracapilar, con formación de semilunas y hacia la glomeruloesclerosis. En el estadio II, aparece microalbuminuria inter-
fallo renal rápidamente progresivo. Para el tratamiento del lupus renal es más mitente, sólo con el ejercicio físico; dado que hay personas con microalbumi-
importante que el tipo de afectación el grado de reversibilidad de las lesiones. nuria ortostática o con el ejercicio sin que ello implique patología, hay autores
Si en la biopsia encontramos lesiones reversibles, se intenta tratamiento con que no aceptan esto como un hecho evolutivo independiente. En el estadio III
corticoides, generalmente con inmunosupresores asociados en las formas de hay microalbuminuria persistente con filtrado glomerular normal; esta situación
mal pronóstico; si los cambios son irreversibles no hay tratamiento posible, es predictora de deterioro renal en la DM-1 y de riesgo cardiovascular en la
salvo el sustitutivo renal cuando evoluciona a insuficiencia renal terminal. DM-2. En el estadio IV hay nefropatía establecida con proteinuria franca, HTA
Para evaluar la reversibilidad hay que fijarse en la biopsia en la afectación del y progresivo deterioro de función renal, y suele aparecer tras unos 15 años de
glomérulo, intersticio, túbulos, vasos y el tipo de semilunas (si las hay). En el evolución de la DM-1 (indeterminado en la DM-2), evolucionando a la IRC ter-
glomérulo son reversibles la necrosis y los depósitos en asa de alambre, pero minal, subsidiaria de tratamiento sustitutivo renal (estadio V), en unos 15 años
irreversible la esclerosis. En el intersticio son reversibles los infiltrados inflama- de nefropatía diabética establecida.
torios, pero no la fibrosis, que suele asociar atrofia tubular. A nivel vascular es La nefropatía diabética se maneja de una forma global, atendiendo a múltiples
reversible la vasculitis necrotizante. En cuanto a las semilunas, son reversibles factores de riesgo cardiovascular. El tratamiento más efectivo para reducir la
las epiteliales e irreversibles las fibrosas. progresión de la nefropatía no es el control glucémico sino tensional; el objeti-
vo de tensión en estos pacientes es más estricto, 130/85, e incluso más estric-
55. Con respecto a la nefropatía diabética, señalar la respuesta FALSA: to (120/75) si ya hay proteinuria mayor de 1g/dia. Los fármacos de elección son
IECA (en DM1) o ARA2 (en DM2). El control glucémico es necesario, y reduce
la progresión cuando aun no hay nefropatía establecida (estadios I a III). La pre-
1. La diabetes tipo 2 es la etiología más frecuente de insuficiencia sencia de DM obliga a un control más estricto de la hipercolesterolemia; pare-
renal terminal en el mundo occidental ce que las estatinas pueden jugar un papel estabilizando el endotelio glomeru-
2. Más del 90% de los diabéticos tipo 1 desarrollan nefropatía a los lar y ralentizando la progresión de la nefropatía, aunque no está claro.
30 años del diagnóstico de diabetes
3. La alteración renal más temprana es la hiperfiltración 57. Un paciente diabético conocido de 2 años de evolución y 64 años de edad,
4. La existencia de microalbuminuria predice el desarrollo de nefro- consulta por anemia, proteinuria de 3 gramos/24 horas junto con hematuria,
patía clínica hipertensión arterial y discreta insuficiencia renal con creatinina plasmática de
5. La gran mayoría de los diabéticos tipo 1 con nefropatía tienen tam- 2.3 mg/dl. El diagnóstico MENOS probable es:
bién retinopatía
1. Nefropatía diabética
RC: 2 2. Angeitis necrotizante del tipo poliangetis microscópica
La diabetes mellitus es una enfermedad endocrinológica que constituye un 3. Glomerulonefritis rápidamente progresiva
importante factor de riesgo cardiovascular. A nivel macrovascular supone un
4. Granulomatosis de Wegener
proceso de aterosclerosis precoz que favorece todos los eventos vasculares
mayores (infarto de miocardio, ictus, arteriopatía periférica). A nivel microvas- 5. Síndrome urémico-hemolítico
cular produce nefropatía, neuropatía y retinopatía diabética. La nefropatía dia-
bética es la primera causa de insuficiencia renal crónica terminal (en trata- RC:1
miento sustitutivo renal) en EEUU, y lo será en Europa con el paso de los años La diabetes mellitus es un importante factor de riesgo cardiovascular. Produce
y el estilo de vida sedentario. aterosclerosis precoz que favorece todos los eventos vasculares mayores (infar-
La nefropatía es más prevalente en los diabéticos tipo 1, en los que un 50% la to de miocardio, ictus, arteriopatía periférica), y produce daño endotelial res-
presenta a los 10 años del diagnóstico. En la diabetes tipo 2 la evolución es más ponsable de nefropatía, neuropatía y retinopatía diabética.
impredecible, con menor porcentaje de nefropatía y aparición más precoz dado La nefropatía diabética es la primera causa de insuficiencia renal crónica termi-
el retraso diagnóstico. En la DM-1, la presencia de nefropatía se asocia a reti- nal en EEUU, y lo será en Europa con el paso de los años y el estilo de vida
sedentario. Evoluciona de una forma predecible en 5 estadios, lo que permite

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su monitorización y un adecuado tratamiento. En el primer estadio hay hiper- Riñón de mieloma: fallo renal agudo debido debido a la precipitación intra-
filtración, con función renal conservada, pero sobrecarga renal que evoluciona tubular de proteínas de BenceJones (cadenas ligeras kappa o lambda de
hacia la glomeruloesclerosis. En el estadio II, aparece microalbuminuria inter- inmunoglobulinas)
mitente, sólo con el ejercicio físico; dado que hay personas con microalbumi- Síndrome de Fanconi: la presencia de proteínas de BenceJones en el túbulo
nuria ortostática o con el ejercicio sin que ello implique patología, hay autores provoca intoxicación del epitelio tubular, con alteración del transporte fun-
que no aceptan esto como un hecho evolutivo independiente. En el estadio III damentalmente de glucosa, fosfato y aminoácidos.
hay microalbuminuria persistente con filtrado glomerular normal; esta situación Amiloidosis renal: las cadenas ligeras pueden depositarse en mesangio e
es predictora de deterioro renal en la DM-1 y de riesgo cardiovascular en la intersticio renal, provocando síndrome nefrótico que evoluciona a insuficien-
DM-2. En el estadio IV hay nefropatía establecida con proteinuria franca, HTA cia renal crónica por amiloidosis primaria, de tipo AL.
y progresivo deterioro de función renal, y suele aparecer tras unos 15 años de Enfermedad por depósito de cadenas ligeras: las cadenas ligeras pueden acu-
evolución de la DM-1 (indeterminado en la DM-2), evolucionando a la IRC ter- mularse en el mesangio formando acúmulos nodulares, similares a los de la
minal, subsidiaria de tratamiento sustitutivo renal (estadio V), en unos 15 años nefroesclerosis diabética nodular.
de nefropatía diabética establecida. Fallo renal agudo por hipercalcemia.
Dado que la evolución de la nefropatía diabética es predecible, no es razona- Además, el mieloma predispone a la toxicidad del contraste yodado.
ble que un diabético de dos años de evolución presente insuficiencia renal, con
proteinuria en rango nefrótico, hematuria, HTA y anemia asociadas. Si llevara
TEMA 4. FRACASO RENAL AGUDO
10-15 años, o fuera un DM-2 de reciente diagnóstico y cronología indetermi-
nada, sería aceptable que la diabetes fuera la responsable del cuadro, pero con
una evolución tan corta de la diabetes y una aparición tan “rápida” (hemos de 60. Una de las siguientes pruebas NO es necesaria en la evaluación inicial de
suponer que realiza seguimiento anual) de la nefropatía es obligado descartar un paciente con elevación de la creatinina sérica:
otro tipo de procesos, del tipo GMN, glomerulopatías secundarias a enferme-
dades inflamatorias sistémicas, o alteraciones vasculares renales. 1. Sondaje urinario para descartar obstrucción urinaria baja y moni-
torizar diuresis
58. Niño de 11 años con los siguientes antecedentes: a los 6 años y en varios 2. Analítica sanguínea para valorar posibles causas y posibles compli-
análisis se detecta hematuria microscópica, con niveles de IgA normales y nor- caciones
mocalciuria. A la edad de 9 años persistía la hematuria en los análisis e incluso 3. Analítica urinaria para valorar el patrón de excreción de sodio
habían observado algún episodio recortado de hematuria macroscópica. Un año 4. Radiografía simple de abdomen para descartar litiasis
más tarde se detectó proteinuria moderada de 1250 mg/24 horas. En el momen- 5. Ecografía para el diagnóstico diferencial agudo/crónico
to de la consulta persisten las alteraciones en el sedimiento, pero la proteinuria
es de rango nefrótico, con creatinina sérica de 1,3 mg/dl. Existen antecedentes RC: 4
familiares de nefropatía evolutiva con desarrollo de insuficiencia renal y de mio- La pérdida brusca (en horas o semanas) de función renal condiciona acumula-
pía familiar por "lenticonus". ¿Cuál sería el diagnóstico más probable? ción de tóxicos de depuración renal y alteraciones hidroelectrolíticas. Para eva-
luar la función renal utilizamos la creatinina sérica, que es sin embargo un mar-
1. Enfermedad de Alport cador poco fidedigno, pues no se eleva hasta que el filtrado glomerular cae por
debajo del 50% (debería utilizarse el aclaramiento de creatinina).
2. Glomerulonefritis mesangial (enfermedad de Berger)
El fallo renal agudo puede ser de causa prerrenal, renal o postrenal. El FRA pre-
3. Enfermedad poliquística autosómica dominante rrenal se debe a hipoperfusión renal con caída de la ultrafiltración glomerular;
4. Enfermedad de adelgazamiento de la membrana basal es la más frecuente, y es inicialmente reversible, pero puede cronificarse en
5. Nefritis intersticial por hipersensibilidad forma de FRA renal si la hipoperfusión se mantiene más de 24 horas. El fallo
postrenal se debe a obstrucción de la vía urológica, con aumento de la presión
RC:1 que al transmitirse de forma retrógrada impide la ultrafiltración glomerular. El
La enfermedad de Alport es una patología de origen genético (hay dos formas fallo renal, parenquimatoso, se debe a alteraciones vasculares, tubulares,
de herencia, autonómica dominante y ligada al X), en la que se altera la sínte- intersticiales o glomerulares que alteran la función renal a distintos niveles.
sis del colágeno IV, uno de los constituyentes de la membrana basal de glo- En el estudio de un fallo renal agudo, es importante realizar sondaje urinario,
mérulo, aparato coclear y cristalino. Provoca sordera neurosensorial, lenticonus que descarta la uropatía obstructiva baja como causa de fallo postrenal y per-
o esferofaquia, y nefropatía hereditaria. A nivel renal suele provocar proteinu- mite monitorizar la diuresis. Se debe realizar analítica sanguínea con iones,
ria persistente con episodios intercurrentes de hematuria, con progresión hacia gasometría venosa y hemograma y bioquímica básica; los iones y el equilibrio
la insuficiencia renal crónica, terminal hacia la tercera década de la vida. ácido-base nos permiten valorar repercusión del fallo renal, el hemograma nos
Anatomopatológicamente se caracteriza por membrana basal deslaminada, permite valorar cronología (el FRA suele cursar con hemoconcentración, y la
típicamente descrita como “capas de hojaldre”, asociada a células espumosas IRC cursa con anemia de trastorno crónico). La creatinina es el parámetro que
en el intersticio. No existe tratamiento médico eficaz, la única opción es el marca el fallo renal, aunque debería valorarse el aclaramiento de creatinina. El
transplante. No recidiva nunca en el transplante puesto que el riñón transplan- análisis de orina permite valorar alteraciones del sedimento que orienten a
tado tiene una composición normal del colágeno. Dado que el colágeno IV es causa parenquimatosa de la patología, y además permite calcular la excreción
el antígeno del GoodPasture, y estos pacientes no pueden desarrollar toleran- fraccional de sodio. La EFNa es útil para distinguir FRA prerrenal de renal esta-
cia inmunológica al colágeno IV puesto que carecen de él, es típico que des- blecido; una EFNa < 1% con sedimento normal es FRA prerrenal, mientras que
arrollen enfermedad de GoodPasture al ser transplantados y exponerse a colá- EFNa >3% es compatible con origen parenquimatoso.
geno IV normal, especialmente asociada al haplotipo HLA DR2. Como pruebas de imagen, la radiografía simple de abdomen es poco rentable
(tan solo permite visualizar el calcio en la vía urinaria, y el tamaño de la silueta
renal). La ecografía renal sí es útil en el manejo de un fallo renal agudo. Por una
59. Una de las siguientes NO es cierta en relación a la afectación renal del mie- parte, permite descartar origen obstructivo (recuerda que el sondaje descarta
loma: obstrucción baja, pero no ureteral, y que hay falsos negativos por deshidrata-
ción), y por otra parte permite valorar con mayor exactitud el tamaño renal
1. Se denomina riñón de mieloma al fracaso renal agudo por preci- (generalmente, disminuido en IRC y normal o aumentado en FRA) y detectar
pitación intratubular de proteínas de BenceJones anomalías groseras (alteración del gradiente cortico-medular que sugiera
2. Las proteínas de BenceJones pueden "intoxicar" al túbulo renal, nefropatía “médica”, presencia de lesiones quísticas). Otras pruebas específi-
ocasionando síndrome de Fanconi secundario cas (pielografía retrógrada, renograma isotópico…) tienen indicaciones mucho
más limitadas.
3. La precipitación intersticial de cadenas ligeras puede conducir a
amiloidosis renal, con síndrome nefrótico secundario
4. La enfermedad por depósito de cadenas ligeras hace referencia a 61. Una de las siguientes NO es cierta en el fallo renal agudo:
depósitos nodulares en el mesangio, similares a los nódulos de
Kimmelstein-Wilson de la diabetes 1. La causa más frecuente de muerte es la infección
5. El mieloma múltiple predispone a las infecciones, a la toxicidad de 2. Puede cursar con hiperpotasemia, hiperfosforemia, hipercalcemia
contrastes yodados, y puede ser causa de hiperviscosidad o hipercal- e hipermagnesemia
cemia y originar FRA 3. En el fallo renal prerrenal el riñón es normofuncionante, pero tiene
una presión de perfusión inadecuada
RC: 3 4. El fallo postrenal cursa con hidronefrosis salvo obstrucción extrín-
La glomerulopatías secundarias son un tema importante en el MIR, da cuenta seca
de buena parte de las preguntas de la asignatura. Las preguntas se reparten 5. El fallo parenquimatoso suele deberse a necrosis tubular aguda,
entre diabetes, lupus, mieloma y vasculitis. El mieloma múltiple es una enfer- pero también puede deberse a problemas vasculares o intersticiales
medad hematológica debida a proliferación clonal de células plasmáticas, secre-
toras de Ig, que se caracteriza clínicamente por la combinación de dolor óseo RC:2
(síntoma más frecuente), anemia normocítica normocrómica, hipercalcemia, El fallo renal agudo es la pérdida brusca de función renal, con instauración en
afectación renal, e infecciones de repetición (principal causa de mortalidad). horas o días (máximo un par de semanas), que condiciona acumulación de tóxi-
La afectación renal del mieloma múltiple es muy variopinta. Puede provocar: cos de depuración renal y alteraciones hidroelectrolíticas. Para evaluar la fun-
ción renal utilizamos la creatinina sérica, que es sin embargo un marcador poco

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fidedigno, pues no se eleva hasta que el filtrado glomerular cae por debajo del RC: 4
50% (debería utilizarse el aclaramiento de creatinina). Un clásico del MIR, dada su importancia en la práctica clínica, es la identifica-
El fallo renal agudo puede ser de causa prerrenal, renal o postrenal. El FRA pre- ción del patrón prerrenal de Fallo Renal Agudo. El FRA prerrenal se debe a des-
rrenal se debe a hipoperfusión renal con caída de la ultrafiltración glomerular; censo de la presión de perfusión renal, sea por baja volemia (lo más frecuente)
es la más frecuente, y es inicialmente reversible, pero puede cronificarse en o por bajo gasto cardiaco (también posible y con tratamiento distinto). Es la
forma de FRA renal si la hipoperfusión se mantiene más de 24 horas. El riñón causa más frecuente de FRA. Lo más importante es distinguirlo del FRA esta-
del FRA prerrenal es funcionalmente normal, por lo que basta restaurar la per- blecido, de mayor gravedad y distinto manejo, sobre todo porque la hipoper-
fusión renal para recuperar la diuresis y restaurar la función renal. El fallo pos- fusión renal mantenida puede transformarse en FRA establecido por isquemia
trenal se debe a obstrucción de la vía urológica, con aumento de la presión que tubular (necrosis tubular aguda). Para diferenciarlo, se usan una serie de pará-
al transmitirse de forma retrógrada impide la ultrafiltración glomerular. metros urinarios, e índices que correlacionan concentraciones séricas y urina-
Condiciona hidronefrosis, dilatación de la vía urinaria extra (uréteres) e intra- rias de sustancias de manejo renal.
rrenal (cálices, pelvis), salvo en el caso de obstrucción extrínseca que impida la La orina normal tiene una concentración de sodio entre 20 y 40 mEq/l, de pota-
dilatación de vía urinaria. En casos de deshidratación, no se visualiza hidrone- sio entre 10 y 20 mEq/l y una osmolaridad cercana a 300-350, (aunque puede
frosis (falso negativo de la ecografía), hasta que se repleciona el volumen. El oscilar entre 150 y 1500 mOsm/Kg según las necesidades del organismo). En el
fallo renal parenquimatoso se debe a alteraciones vasculares, tubulares, inters- FRA prerrenal, el riñón detecta hipoperfusión a nivel del aparato yuxtaglome-
ticiales o glomerulares que alteran la función renal a distintos niveles. Su causa rular y activa el sistema renina-angiotensina-aldosterona, con el objetivo de
más frecuente, con mucha diferencia, es la necrosis tubular aguda, debida a aumentar la presión de perfusión renal y de aumentar la reabsorción de sodio
isquemia renal mantenida, que suele deberse a hipoperfusión renal manifesta- y agua, generando una orina escasa y muy concentrada, con sodio urinario
da como FRA prerrenal mantenido más de 24 horas. También es frecuente el menor de 10-20 mEq/l, y osmolaridad urinaria aumentada, por encima de 500;
FRA renal por fármacos nefrotóxicos. en cambio, en el FRA establecido se pierde esta capacidad del riñón de retener
Sea cual sea la etiología, el FRA cursa con ausencia de eliminación de produc- agua y sodio, por lo que la orina es diluida (Osm<350) y el sodio urinario >40
tos de desecho, con aumento de urea y BUN séricos, y aumento de potasio, mEq/l.
fósforo, magnesio. El calcio no se acumula sino que desciende en el fallo renal La EFNa (excreción fraccional de sodio) es un importante marcador de prerre-
agudo, por acumulación de fósforo, por lo que un FRA con hipercalcemia nalidad; cifras de EFNa <1%, en ausencia de cilindros, orientan a origen pre-
acompañante implica que el origen es nefrotoxicidad tubular de la hipercalce- rrenal, mientras que cifras >1% sugieren fallo establecido. La relación entre el
mia. Se acompaña de acidosis metabólica por 1) pérdida de eliminación renal nitrógeno ureico y la creatinina en plasma se dispara en el FRA prerrenal, con
de ácidos orgánicos 2) pérdida de reabsorción tubular de bicarbonato filtrado cociente BUN/Cr mayor de 20, mientras en el FRA establecido dicho cociente
3) pérdida de la capacidad de generación renal de bicarbonato. suele rondar 10. La relación entre creatinina urinaria y plasmática es mayor de
40 en el FRA prerrenal, y <20 en el establecido; la relación entre urea urinaria
62. El patrón urinario característico del Fracaso Renal Agudo prerrenal es: y plasmática es >10 en el FRA prerrenal y <5 en el establecido.

1. Oliguria, sodio alto y osmolaridad alta en orina 64. El fallo prerrenal se diferencia del fallo renal establecido por la excreción
2. Oliguria o no, sodio bajo y osmolaridad baja en orina fraccional de sodio inferior al 1%. Algunas causas de fallo renal parenquimato-
3. Oliguria, sodio bajo y osmolaridad alta en orina so pueden cursar con excreción baja, salvo:
4. Oliguria o no, sodio alto y osmolaridad alta en orina
5. Oliguria con excreción fraccional de sodio alta 1. GN proliferativa endocapilar aguda
2. Nefropatías por pigmentos
RC:3 3. Rechazo agudo del transplante renal
Un clásico del MIR, dada su importancia en la práctica clínica, es la identifica- 4. Nefritis intersticial inmunoalérgica
ción del patrón prerrenal de Fallo Renal Agudo. El FRA prerrenal se debe a des- 5. Hipertensión maligna
censo de la presión de perfusión renal, sea por baja volemia (lo más frecuente)
o por bajo gasto cardiaco (también posible y con tratamiento distinto). Es la RC: 4
causa más frecuente de FRA. Lo más importante es distinguirlo del FRA esta- Es un clásico del MIR el diagnóstico diferencial entre fallo renal agudo de ori-
blecido, de mayor gravedad y distinto manejo, sobre todo porque la hipoper- gen prerrenal o de origen renal establecido… Para diferenciar uno de otro, es
fusión renal mantenida puede transformarse en FRA establecido por isquemia fundamental atender a algunos datos del análisis de orina, como son la osmo-
tubular (necrosis tubular aguda). Para diferenciarlo, se usan una serie de pará- laridad (aumentada, generalmente por encima de 500, en el prerrenal), la con-
metros urinarios, e índices que correlacionan concentraciones séricas y urina- centración de sodio urinario (disminuida, por debajo de 20 mEq/l y más suge-
rias de sustancias de manejo renal. rente si es menor de 10), y el cálculo de la EFNa. La excreción fraccional de
En el FRA prerrenal, el riñón detecta hipoperfusión a nivel del aparato yuxta- sodio baja, menor de 1%, es característica del fallo prerrenal, pero puede darse
glomerular y activa el sistema renina-angiotensina-aldosterona, con el objetivo en algunos fallos renales establecidos. Tienen la gran ventaja de que todos ellos
de aumentar la presión de perfusión renal y de aumentar la reabsorción de cursan con alteraciones del sedimento urinario, del tipo hematuria, proteinuria,
sodio y agua. Así, la orina del FRA prerrenal es una orina escasa y muy con- o cilindros. Son la GMN endocapilar difusa (postinfecciosa), la nefropatía por
centrada, con sodio urinario menor de 10 mEq/l, y osmolaridad urinaria pigmentos (bilirrubina, mioglobina, hemoglobina), las vasculitis con hipoperfu-
aumentada, por encima de 500; en cambio, en el FRA establecido se pierde sión renal (por ejemplo, la crisis esclerodérmica), la hipertensión vasculorrenal
esta capacidad del riñón de retener agua y sodio, por lo que la orina es diluida malignizada, el rechazo agudo del transplante renal (intensa vasoconstricción
(Osm<350) y el sodio urinario >30 mEq/l. La EFNa (excreción fraccional de que causa hipoperfusión y por tanto activa el eje renina-angiotensina-aldoste-
sodio) es un importante marcador de prerrenalidad; cifras de EFNa <1%, en rona y retiene sodio), y nefritis intersticial inmunoalérgica por rifampicina (no la
ausencia de cilindros, orientan a origen prerrenal, mientras que cifras >1% inducida por otros fármacos).
sugieren fallo establecido. LA relación entre el nitrógeno ureico y la creatinina
en plasma se dispara en el FRA prerrenal, con cociente BUN/Cr mayor de 20,
mientras en el FRA establecido dicho cociente suele rondar 10. Hay otros datos 65. Son causas de fallo renal anúrico (diuresis <100 ml/d) las siguientes excepto:
que se utilizan para evaluar el posible origen prerrenal de un FRA, como la den-
sidad urinaria, el índice de insuficiencia renal (similar interpretación que la 1. Obstrucción urinaria bilateral, o unilateral en paciente monorreno
EFNa), o el cociente creatinina urinaria/plasmática, pero son complementarios 2. Oclusiones vasculares, entre ellas, la debida a IECA/ARA-II en
a los anteriores y no han sido preguntados en el MIR. pacientes monorrenos o con estenosis bilateral de arteria renal
3. Obstrucción tubular aguda, por ácido úrico, oxalato, calcio o cade-
63. En la uremia prerrenal: nas ligeras
4. GN postestreptocócica
1. El sodio en orina es superior a 60 mEq/l, la osmolalidad urinaria es 5. Necrosis cortical renal bilateral, o unilateral en paciente monorre-
superior a 500 mOsm/Kg H2O y la relación de urea en orina/urea en no
plasma es superior a 8
2. El sodio en orina es inferior a 20, la osmolalidad urinaria es infe- RC: 4
rior a 200 mOsm/Kg H2O y la relación de urea en orina/urea en plas- El fallo renal agudo puede clasificarse clínicamente en función de su diuresis.
Se distingue FRA poliúrico, oligúrico y anúrico. La inmensa mayoría son oligú-
ma es inferior a 2 ricos, con diuresis menores de 400-500 ml/día. Aproximadamente un 40% son
3. El sodio en orina es inferior a 20 mEq/l, la osmolalidad urinaria es poliúricos, con diuresis conservadas (se estima que la diuresis normal es de
inferior a 200 mOsm/Kg H2O y la relación de urea en orina/urea en aproximadamente medio cc por hora por kg de peso, así que un paciente de
plasma es superior a 8 80 kg debe orinar mínimo 40 ml/hora, o unos 480 ml/día; diuresis superiores a
4. El sodio en orina es inferior a 20 mEq/l, la osmolalidad urinaria es 500 ml/día en este paciente serían no-oligúricas), y se deben en su mayoría a
fármacos nefrotóxicos. Son más fáciles de manejar pues el paciente no presen-
superior a 500 mOsm/Kg H2O y la relación entre urea en orina y la
tará sobrecarga de volumen. Muy pocos de los FRA son oligúricos, con diure-
urea en plasma es superior a 8 sis menores de 100 ml/d, implican filtrado glomerular casi nulo. Son pocos,
5. El sodio en orina es superior a 60, la osmolalidad urinaria es supe- pero son muy orientativos, pues restringen el diagnóstico a muy pocas posibi-
rior a 500 mOsm/Kg H2O y la relación de urea en orina/urea en plas- lidades:
ma es superior a 8

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Obstructivas: obstrucción baja u obstrucción ureteral bilateral, completas. La EFNa (excreción fraccional de sodio) es un importante marcador de prerre-
Suponen el 90% de las anurias. Ante una anuria, lo primero es sondar al nalidad; cifras de EFNa <1%, en ausencia de cilindros, orientan a origen pre-
paciente para descartar obstrucción baja, y si no se resuelve es precisa una rrenal, mientras que cifras >1% sugieren fallo establecido. La relación entre el
ecografía para valorar ureterohidronefrosis. nitrógeno ureico y la creatinina en plasma se dispara en el FRA prerrenal, con
Oclusión vascular, bilateral o unilateral sobre paciente monorreno. Recuerda cociente BUN/Cr mayor de 20, mientras en el FRA establecido dicho cociente
el problema con las estenosis de la arteria renal y los IECA o ARA-2. Junto suele rondar 10. La relación entre creatinina urinaria y plasmática es mayor de
con las obstrucciones, suponen la inmensa mayoría de las anurias, por lo que 40 en el FRA prerrenal, y <20 en el establecido; la relación entre urea urinaria
las demás causas son anecdóticas. y plasmática es >10 en el FRA prerrenal y <5 en el establecido.
GMN Rápidamente Progresivas (extracapilares). Un cuadro diarreico puede asociar un cierto grado de fallo renal agudo por
Obstrucción tubular aguda. No deja de ser un tipo de uropatía obstructiva, depleción de volumen, de tipo prerrenal, reversible con hidratación. El proble-
pero a nivel intrarrenal. Puede deberse a cristales de ácido úrico, oxalato, o a ma es que si la rehidratación es imposible (por vómitos) o insuficiente (por
depósito de calcio o cadenas ligeras (en el mieloma múltiple). ejemplo, por pérdidas excesivas, como en los cuadros coleriformes), la hipo-
Necrosis cortical bilateral. Es rara, su causa más frecuente es el desprendi- perfusión renal permanece, y pasadas 24 horas corre el riesgo de producir
miento prematuro de placenta. necrosis tubular aguda. Este es nuestro caso. El paciente tiene una EFNa de
3%, lo que descarta prerrenalidad, y obliga a ingresar al paciente para un
66. Todos los siguientes, menos uno, pueden ser causa de fallo renal agudo pre- manejo más agresivo que la simple rehidratación oral.
rrenal:
68. Sobre la necrosis tubular aguda NO es cierto:
1. AINE
2. IECA 1. Su causa más frecuente es la isquemia tubular, seguida del empleo
3. Aciclovir de fármacos nefrotóxicos
4. Diuréticos 2. Cuando la causa es vascular puede cursar con patrón de excreción
5. ARA-II de sodio sugerente de prerrenalidad, por la activación del eje renina-
angiotensina
RC:3 3. También puede deberse a lesiones glomerulares o intersticiales
Hay un gran surtido de fármacos que ejercen efectos nefrotóxicos. Unos lo 4. Cursa con una primera fase oligúrica, por obstrucción tubular y
hacen por toxicidad directa sobre túbulo o intersticio, otros afectan a función edema intersticial
renal provocando fallo prerrenal por descenso de la volemia circulante o por 5. En la fase poliúrica hay incapacidad para la concentración por
alteración de la autorregulación renal. ausencia del gradiente corticomedular; es más difícil de manejar pues
Los diuréticos, al reducir el volumen circulante, provocan un descenso de la
hay abundantes pérdidas renales de oligoelementos
perfusión renal, con fallo renal de tipo prerrenal corregible con expansión de
volemia. Los AINE, al inhibir la síntesis de prostaglandinas dilatadoras de la arte-
riola renal aferente, provocan un descenso de la perfusión glomerular, con fallo RC:5
renal prerrenal euvolémico. Los IECA y ARA2 son el tratamiento de elección de La necrosis tubular aguda es la principal causa de fallo renal agudo (FRA) paren-
la hipertensión arterial vasculorrenal, pero en caso de estenosis bilateral de la quimatoso, pero también puede deberse a afectación vascular, afectación glo-
arteria renal, o unilateral sobre riñón monorreno, provocan vasodilatación de la merular, y afectación intersticial o tubular por infección, fármacos, o tóxicos
arteriola eferente, con caída de la presión de perfusión glomerular y fallo renal endógenos. Es muy importante conocer la NTA, tanto sus rasgos característi-
prerrenal, generalmente anúrico. Los antihipertensivos en general, en un cos como sus fases evolutivas, pues todos los FRA prerrenales pueden condu-
paciente hipertenso en que la autorregulación se desplaza hacia valores más cir a NTA si se perpetúa la hipoperfusión renal. El diagnóstico diferencial entre
elevados, pueden precipitar un fallo renal prerrenal por hipotensión: el riñón, FRA prerrenal y FRA establecido ha sido preguntado insistentemente en el MIR,
“acostumbrado” a filtrar con presiones más altas, deja de funcionar al volver a y se basa en la EFNa baja, el sodio urinario bajo y la osmolaridad urinaria alta;
una presión arterial normal. todos ellos son datos de activación del eje renina-angiotensina, y por tanto
Otra serie de fármacos son nefrotóxicos por toxicidad tubular o intersticial. En pueden estar elevados en casos de NTA por isquemia de causa vascular (vas-
este grupo hay que incluir a los contrastes yodados, a los aminoglucósidos, a culitis, ateroembolismo, HTA maligna), que active igualmente el eje.
la anfotericina B (menos tóxica en forma liposomal, pero con importante toxi- En la NTA hay 4 fases bien diferenciadas. La inicial es el fallo prerrenal por
cidad en cualquier forma), al aciclovir y al foscarnet, y a algunos quimioterápi- isquemia, o un leve descenso de diuresis con aumento de creatinina acompa-
cos, como principalmente el cisplatino y la ciclosporina. Es importante con ñante en el uso de nefrotóxicos; si se detecta, la hidratación previene la pro-
estos fármacos mantener una buena hidratación, y ajustar la dosis en función gresión del daño renal. Posteriormente aparece oligoanuria, con clínica florida
de la creatinina plasmática y la edad del paciente. de fallo renal agudo, de duración variable entre 3 y 10 días; su mecanismo no
es bien conocido, pues el daño tubular provoca generalmente poliuria por des-
censo de la reabsorción de sodio. A continuación aparece una fase de poliuria
67. Los familiares traen a Urgencias a un hombre de 80 años, hipertenso cono- ineficaz, el paciente orina abundantemente pero persiste en situación de fallo
cido, por un cuadro diarréico coleriforme de 3 días de evolución. El enfermo está renal; suele durar 2 o 3 días, por lo que es predictora de la restauración de la
obnubilado, deshidratado y oligúrico. La tensión arterial sistólica es de 80 función renal. La poliuria se debe por un lado a diuresis osmótica para eliminar
mmHg. La urea en sangre es de 450 mg/dl y la creatinina de 14 mg/dl. La excre- los residuos acumulados (“ponerse al día”), y a alteración del gradiente corti-
ción fraccional de sodio es de 5%. Vd. sospecha que el enfermo tiene: comedular, con incapacidad para la concentración de orina. Supone mayor
facilidad para el manejo del paciente, pues ya no hace sobrecarga de volumen,
pero exige control hidroelectrolítico frecuente. Tras la poliuria, se restaura len-
1. Fracaso renal por pielonefritis
tamente la función renal, comenzando con las funciones glomerulares y sien-
2. Glomerulonefritis aguda do más lenta la recuperación de la función tubular.
3. Vasculitis con afectación intestinal y renal
4. Uremia prerrenal 69. No es indicación de diálisis en el fallo renal agudo:
5. Necrosis tubular aguda
1. Sobrecarga hídrica
RC: 5
2. Hiperpotasemia grave
Un clásico del MIR, dada su importancia en la práctica clínica, es la identifica-
ción del patrón prerrenal de Fallo Renal Agudo. El FRA prerrenal se debe a des- 3. Hipocalcemia severa
censo de la presión de perfusión renal, sea por baja volemia (lo más frecuente) 4. Acidosis metabólica severa que no responde a bicarbonato
o por bajo gasto cardiaco (también posible y con tratamiento distinto). Es la 5. Síntomas urémicos graves: pericarditis, trombopatía, encefalopatía
causa más frecuente de FRA. Lo más importante es distinguirlo del FRA esta-
blecido, de mayor gravedad y distinto manejo, sobre todo porque la hipoper- RC: 3
fusión renal mantenida puede transformarse en FRA establecido por isquemia El manejo del Fallo Renal Agudo se suele realizar de forma conservadora, con
tubular (necrosis tubular aguda). Para diferenciarlo, se usan una serie de pará- tratamiento de la depleción de volumen/bajo gasto si el fallo es prerrenal, o el
metros urinarios, e índices que correlacionan concentraciones séricas y urina- específico de su causa si es parenquimatoso u obstructivo; además precisa
rias de sustancias de manejo renal. manejo de la hiperpotasemia, de la acidosis metabólica y de la sobrecarga hídri-
La orina normal tiene una concentración de sodio entre 20 y 40 mEq/l, de pota- ca. En casos severos, refractarios a tratamiento convencional, se opta por la
sio entre 10 y 20 mEq/l y una osmolaridad cercana a 300-350, (aunque puede diálisis. La diálisis no se indica por una cifra concreta de creatinina ni de filtra-
oscilar entre 150 y 1500 mOsm/Kg según las necesidades del organismo). En el do glomerular, sino que se indica ante complicaciones del FRA no tratables de
FRA prerrenal, el riñón detecta hipoperfusión a nivel del aparato yuxtaglome- forma conservadora. El papel de la diálisis es mucho más importante en la IRC
rular y activa el sistema renina-angiotensina-aldosterona, con el objetivo de que en el FRA, pues en ésta es un soporte vital momentáneo mientras en aque-
aumentar la presión de perfusión renal y de aumentar la reabsorción de sodio lla se trata de un tratamiento sustitutivo renal de larga duración.
y agua, generando una orina escasa y muy concentrada, con sodio urinario Se indica la diálisis en el FRA fundamentalmente ante hiperpotasemia tóxica
menor de 10-20 mEq/l, y osmolaridad urinaria aumentada, por encima de 500; grave persistente pese a tratamiento médico, ante sobrecarga hídrica (edema
en cambio, en el FRA establecido se pierde esta capacidad del riñón de retener agudo de pulmón) resistente a tratamiento diurético, ante acidosis metabólica
agua y sodio, por lo que la orina es diluida (Osm<350) y el sodio urinario >40 severa (bicarbonato inferior a 10 mEq/l) resistente a tratamiento con bicarbo-
mEq/l. nato i.v., y ante hipercalcemias severas (recuerda que la hipercalcemia es causa

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y no consecuencia del fallo renal agudo). También se indica ante complicacio- ño, y es preciso conocerlas pues ese dato ecográfico será muy orientativo ante
nes clínicas graves, como la pericarditis urémica, encefalopatía urémica, trom- un caso clínico. Cursan con aumento del tamaño renal la nefropatía diabética,
bopenia urémica (en caso de hemorragia), o enteritis urémica. la amiloidosis, la poliquistosis renal, y la trombosis de la vena renal (que gene-
ralmente dará un deterioro de función renal en un paciente con síndrome
nefrótico). Además, en las patologías quísticas nos ofrece una primera orienta-
TEMA 5. INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
ción diagnóstica, que habrá que confirmar con otras pruebas más precisas.

70. Con respecto a la función renal NO es cierto: 72. Cuál es el factor más importante en el desarrollo de HTA en un paciente con
IRC:
1. La creatinina plasmática es el marcador de función renal mejor y
más usado 1. Retención de agua y sal
2. El riñón es capaz de mantener la homeostasis del sodio y agua 2. Hiperaldosteronismo primario
hasta estadios terminales de insuficiencia renal 3. Hiperaldosteronismo secundario
3. El riñón mantiene la homeostasis del potasio y fósforo hasta que 4. Ansiedad
la función renal cae por debajo del 25% 5. Hiperactividad simpática
4. La hipertensión arterial es causa, consecuencia y perpetuador de la
insuficiencia renal crónica RC: 1
5. Se cree que los IECA y ARA-II pueden ralentizar la progresión de la La HTA y el riñón son íntimos enemigos, de tal forma que el riñón actúa como
IRC víctima y verdugo. Por un lado, la hipertensión es el factor más importante en
la progresión de la insuficiencia renal de cualquier causa, por someter al riñón
RC:1 a hiperfiltración por la hipertensión glomerular, que condiciona glomeruloes-
La creatinina plasmática es el marcador de función renal más usado, pero no el clerosis y progresión del daño renal. Por otro lado, el riñón es causa de HTA.
mejor. La creatinina no se correlaciona con el grado de función renal, pues no En pacientes sin fallo renal, el principal mecanismo es el hiperaldosteronismo
sea acumula por encima de valores normales hasta que el filtrado glomerular secundario, por estenosis de la arteria renal: se produce hipoperfusión renal,
cae por debajo del 50%. Es mejor indicador de la función renal el filtrado glo- con activación secundaria del eje renina-angiotensina que normaliza el filtrado
merular, calculado como el aclaramiento de una sustancia que no sufra excre- glomerular a costa de HTA. En pacientes con fallo renal, el hiperaldosteronis-
ción ni reabsorción tubular. La mejor sustancia es la inulina, de administración mo secundario tiene su papel en la HTA y contribuye al deterioro de la función
exógena y manejo tubular nulo, por lo que su aclaramiento renal equivale a la renal (los IECA y ARA2 parecen proteger de la progresión de función renal),
tasa de filtrado glomerular. Como es engorroso determinarlo con inulina, se pero el principal mecanismo productor de HTA en estadios terminales de la
suele usar el aclaramiento de creatinina, endógena y con un manejo tubular enfermedad es la retención de agua y sodio.
neutro (hay reabsorción y secreción tubulares, pero de igual cuantía, salvo en
situaciones de fallo renal, en que la secreción sobrepasa a la reabsorción y por 73. La causa más frecuente de muerte en el paciente en hemodiálisis es:
tanto sobreestima el filtrado). Por tanto, el mejor estimador del filtrado glome-
rular es el aclaramiento de la inulina y no de creatinina. El filtrado glomerular
1. Sepsis por Gram negativos
normal es de unos 120-125 ml/min, con variaciones según peso y edad, y es
un 10% inferior en mujeres. 2. Infección del acceso vascular
La caída de la filtración glomerular afecta de distinta manera a distintas sus- 3. Hiperpotasemia
tancias, dependiendo del tipo de manejo tubular que tengan. Se definen tres 4. Cardiopatía isquémica
curvas, A, B y C. La curva A la siguen sustancias como la creatinina o la urea, 5. Encefalopatía urémica
que no tienen manejo tubular; mantienen su concentración aproximadamente
constante (leve aumento, pero manteniéndose en rango de normalidad) hasta RC: 4
tasas de filtrado glomerular inferiores al 50. Por ello, la creatinina plasmática El paciente con insuficiencia renal crónica sufre un proceso de aterosclerosis
no es un buen marcador de función renal, pues no se altera hasta deterioros acelerada, responsable de un aumento de patología macrovascular, como car-
superiores al 50%. La curva B la siguen sustancias con reabsorción tubular. La diopatía isquémica, accidentes cerebrovasculares, y arteriopatía periférica. La
caída en el filtrado glomerular se acompaña de un descenso en la reabsorción principal causa de mortalidad del paciente con IRC es la cardiopatía isquémica,
tubular o un aumento de mecanismos de excreción tubular, con lo que se man- y la causa más frecuente de muerte durante la diálisis es el infarto agudo de
tienen concentraciones estables hasta que el filtrado cae por debajo del 25%. miocardio, facilitado por la hipotensión que se produce durante la diálisis.
Es lo que ocurre con el potasio, fósforo, hidrogeniones y ácido úrico. La curva Aunque no está computada entre los factores de riesgo cardiovascular clásicos,
C la tienen sustancias con mecanismos redundantes de reabsorción tubular. la insuficiencia renal crónica es un importante predictor de mortalidad cardio-
Hasta que la función renal no cae por debajo del 5%, no hay acumulación de vascular. En los pacientes con fallo renal agudo, la principal causa de mortali-
estas sustancias. Son el sodio y el agua; el riñón es capaz de mantener euvole- dad es la infección, sobre todo la sepsis por gram negativos.
mia y normonatremia, salvo sobrecargas graves, hasta estadios terminales de la
IRC.
En la HTA, el riñón es víctima y verdugo. Por una parte, el deterioro de la fun- 74. Con respecto a las complicaciones metabólicas de la IRC, NO es cierto:
ción renal condiciona hiperestimulación del eje renina-angiotensina-aldostero-
na para mantener el filtrado glomerular, con la consiguiente HTA, y en fases 1. En fases iniciales el riñón pierde la capacidad de concentrar la orina
terminales hay retención de sodio y agua con HTA volumen-dependiente. Con y cursa con poliuria y nicturia; en fases tardías pierde la regulación del
independencia de la función renal, la estenosis de la arteria renal condiciona sodio y cursa con oliguria, HTA y edemas.
hipoperfusión renal, que es una importante causa de HTA por activación del eje 2. Aparece hiperpotasemia con FG menor del 25%, y se puede ver
renina-angiotensina. Por otra parte, la HTA supone una sobrecarga funcional
favorecida por la acidosis metabólica y el uso de fármacos que blo-
del riñón, con progresiva esclerosis glomerular que deteriora la función renal.
Dado el importante papel del eje renina-angiotensina en esta interacción entre quean el eje renina-angiotensina-aldosterona
riñón e HTA, es comprensible que los fármacos que actúan a este nivel (IECA, 3. Aparece acidosis metabólica con orinas ácidas, debido a hiperpro-
ARA2) ralenticen la progresión de la IRC. ducción de ácidos orgánicos que sobrepasan la capacidad de excre-
ción renal
71. ¿Cuál de las siguientes situaciones NO suele cursar con riñones aumenta- 4. Aparece hipocalcemia e hiperparatiroidismo secundario como con-
dos de tamaño? secuencia del déficit de síntesis de vitamina D y la retención progre-
siva de fósforo
1. Nefropatía diabética 5. La osteodistrofia renal puede adoptar distintas formas, desde oste-
2. Poliquistosis renal omalacia a zonas de osteitis fibrosa quística o incluso osteoesclerosis
3. Trombosis de vena renal
4. Nefroangioesclerosis RC: 3
5. Nefropatía amiloidea En la insuficiencia renal crónica se produce una pléyade de alteraciones meta-
bólicas; es la alteración del principal regulador del medio interno, y afecta al
equilibrio de prácticamente todos los electrolitos. Con respecto al agua, el
RC: 4
riñón es capaz de mantener la euvolemia hasta estadios muy terminales, con
La ecografía renal es un elemento muy útil en el diagnóstico de un deterioro
filtrados glomerulares inferiores al 5%. Lo primero en alterarse es la capacidad
de función renal de cualquier cronología. Si estamos ante un fallo renal agudo,
de concentración de la orina, por lo que para eliminar la misma cantidad de
permite valorar la presencia de uropatía obstructiva. Si tenemos un fallo renal
solutos se precisa un mayor volumen de diuresis; en esta fase hay poliuria y nic-
de cronología indeterminada, permite diferenciar el fallo renal agudo (riñones
turia. En estadios finales se produce retención de agua y sodio, con edema, oli-
normales, con buena diferenciación cortico-medular, con aumento de la refrin-
guria, e HTA dependiente de volumen. La regulación del potasio se pierde por
gencia [“datos de nefropatía médica”]) de la insuficiencia renal crónica (riño-
debajo del 25% del filtrado, cuando comienza a aparecer hiperpotasemia; la
nes atróficos, disminuidos de tamaño, con una desestructuración corticome-
hiperpotasemia se ve favorecida por la acidosis metabólica, que desplaza pota-
dular, y con quistes corticales simples). En una IRC, permite una valoración
sio del interior celular, y por el uso de fármacos que bloquean el eje renina-
estructural grosera, siendo la norma el riñón atrófico con quistes corticales. Sin
angiotensina-aldosterona, como los IECA, ARA2, o espironolactona.
embargo, unas pocas causas de IRC cursan con riñones aumentados de tama-

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La regulación del equilibrio ácido-base también se pierde con filtrados inferio- a desarrollar amiloidosis por beta-2-microglobulina, capaz de generar artropa-
res al 25%. Se debe a múltiples factores, siendo importante la pérdida de la tía amiloide, principalmente a nivel del túnel carpiano. El uso de líquidos dialí-
capacidad excretora de ácidos del riñón, que junto con el descenso de la reab- ticos con aluminio, o de quelantes de fósforo ricos en aluminio, pueden con-
sorción de bicarbonato filtrado y de la generación renal de bicarbonato condi- ducir a una forma de intoxicación por aluminio en la que se forman cristales
ciona orinas alcalinas. Puede producir deterioro de la función renal, y agrava la con aluminio, que se deposita en el hueso, donde no puede ser reabsorbido,
hiperpotasemia. produciendo la enfermedad ósea adinámica, responsable de fracturas patoló-
El metabolismo fosfocálcico está gravemente alterado en la IRC, y es de lo pri- gicas y dolor óseo.
mero en alterarse (el fósforo es el primer ión que se retiene en la IRC). Por la
retención de fósforo se produce un descenso de la calcemia, que estimula la 77. Paciente en tratamiento reciente con hemodiálisis que desarrolla de forma
síntesis de PTH (hiperparatiroidismo secundario), pero el descenso de la sínte-
sis renal de vitamina D por la atrofia renal también juega un importante papel
aguda: cefalea, náuseas, agitación, somnolencia y convulsiones. ¿Cuál es el
en la hipocalcemia.
diagnóstico más probable?

75. Señalar la respuesta correcta en relación con la fisiopatología del calcio en 1. Encefalopatía por diálisis
la insuficiencia renal crónica: 2. Encefalopatía urémica
3. Síndrome de desequilibrio
1. La hormona paratiroidea se eleva precozmente y de forma pro- 4. Linfoma cerebral primario
gresiva 5. Mielinosis central pontina
2. Mecanismos compensadores consiguen mantener a la hormona
RC:3
paratiroidea dentro de límites normales hasta estadios avanzados de
La IRC es responsable de diversos síndromes neurológicos. Para empezar, como
la insuficiencia renal factor de aterosclerosis acelerada, condiciona un aumento de incidencia de
3. Disminuye la síntesis de 25-hidroxi-vitamina D enfermedad cerebrovascular. Cuando hay síndrome urémico, se produce la
4. El calcio sanguíneo aumenta paralelamente a la disminución del fil- polineuropatía urémica, de etiología mal conocida, inicialmente sensitiva de
trado glomerular predominio inferior y distal, con piernas inquietas y dolor neuropático (indica
5. Aumenta la síntesis de 1,25-dihidroxi-vitamina D necesidad de diálisis), y que progresa hacia afectación motora con parálisis de
segunda motoneurona. En estos casos de síndrome urémico puede aparecer
encefalopatía urémica, por acumulación de neurotóxicos, que indica necesidad
RC: 1
de diálisis urgente.
La osteodistrofia renal es quizás el tema más complejo de las alteraciones meta-
En pacientes en diálisis es posible la aparición de dos patologías neurológicas
bólicas de la insuficiencia renal crónica, dados los múltiples mecanismos que
específicas. Por un lado, el tratamiento dialítico crónico, con líquidos ricos en
intervienen y las múltiples manifestaciones que origina. Simplificándolo mucho,
aluminio, y asociado generalmente a quelantes de fósforo (algunos son ricos
podríamos resumirlo en que con el deterioro de la función renal se producen
en aluminio), puede conducir a intoxicación por aluminio, cuyo depósito óseo
dos fenómenos primarios: un descenso en la 1-hidroxilación de la 25-hidroxi-
produce la enfermedad ósea adinámica, pero en el cerebro provoca la demen-
vitamina D y un aumento del fósforo sérico. La hipovitaminosis D condiciona
cia dialítica, con deterioro cognitivo progresivo que se detiene (pero no revier-
un descenso en la absorción intestinal de fósforo y calcio y un descenso en la
te) al eliminar el aluminio del tratamiento, y con quelantes de aluminio como
formación de hueso, conduciendo a osteomalacia. El descenso del filtrado glo-
el EDTA. Por otra parte, el tratamiento dialítico puede provocar rápidas varia-
merular, cuando cae por debajo del 25%, condiciona retención renal de fós-
ciones de la composición del líquido extracelular, que ocasionan por equilibrio
foro, lo que origina hipocalcemia, por depósito tisular y óseo de calcio y fósfo-
osmótico edema cerebral por hiperhidratación neuronal; se manifiesta inicial-
ro y por aumento de las pérdidas renales de calcio. Por ambas vías se llega a
mente con alteraciones inespecíficas como cefalea, nauseas, visión borrosa,
hipocalcemia, que estimula la síntesis de PTH. La PTH produce aumento de la
pero de no corregirse progresa hacia obnubilación, convulsiones e incluso la
reabsorción renal de calcio y de la excreción de fósforo, y movilización del cal-
muerte; su tratamiento es interrumpir la diálisis y reiniciarla con un líquido dia-
cio y fósforo óseos. El aumento de PTH aparece precozmente en la IRC, e ini-
lítico adecuado, y se puede prevenir haciendo diálisis cortas las primeras sesio-
cialmente consigue normalizar la calcemia, a costa de movilizar los depósitos
nes (por la mayor acumulación de urea y otros electrolitos).
óseos (osteitis fibrosa quística, quistes pardos). Progresivamente, el deterioro
La mielinolisis central pontina es una complicación de la corrección rápida de la
de la función renal produce nueva retención de fósforo, con aumento del pro-
hiponatremia severa, por lo que no es una complicación habitual de la IRC
ducto calcio-fósforo y depósito óseo (osteoesclerosis) o extraoseo (calcificacio-
nes metastásicas, calcifilaxia) de fosfato cálcico, con el consiguiente descenso (recuerda que el metabolismo del sodio se mantiene hasta estadios terminales).
de la calcemia y progresivo aumento de la PTH. El estímulo de la secreción de
PTH puede conducir a la formación de adenomas paratiroideos (hiperparatiroi- 78. Señale cuál de las siguientes manifestaciones clínicas generales del síndro-
dismo terciario). me urémico es la única que mejora habitualmente con el tratamiento renal sus-
titutivo:
76. Señale cuál de las siguientes asociaciones etiológicas es incorrecta:
1. Disfunción sexual
1. Osteomalacia - Déficit de vitamina D 2. Hipertrigliceridemia
2. Osteítis fibrosa quística - hiperparatiroidismo 3. Prurito
3. Enfermedad ósea adinámica - quelantes de fósforo con calcio 4. Anorexia
4. Calcifilaxia - niveles elevados de Ca y P 5. Alteraciones del sueño
5. Artropatía amiloide - acúmulo de ß2-µglobulina
RC: 4
RC: 3 De los síntomas urémicos generales, el que más mejora con la diálisis es la ano-
La osteodistrofia renal es quizás el tema más complejo de las alteraciones meta- rexia, mientras que el prurito, uno de los síntomas más molestos e incontrola-
bólicas de la insuficiencia renal crónica, dados los múltiples mecanismos que bles de la insuficiencia renal crónica, no mejora nunca (o casi nunca) con ella.
intervienen y las múltiples manifestaciones que origina. Simplificándolo mucho, El resto de síntomas mejora con mayor o menor fortuna. Las alteraciones hidro-
podríamos resumirlo en que con el deterioro de la función renal se producen electrolíticas responden de una manera bastante previsible a la diálisis, pero las
dos fenómenos primarios: un descenso en la 1-hidroxilación de la 25-hidroxi- manifestaciones metabólicas secundarias (hiperlipemia, hiperparatiroidismo
vitamina D y un aumento del fósforo sérico. La hipovitaminosis D condiciona secundario con osteodistrodia renal…) si lo hacen es de una forma más incons-
un descenso en la absorción intestinal de fósforo y calcio y un descenso en la tante. Recuerda que la diálisis no se inicia por una cifra concreta de creatinina,
formación de hueso, conduciendo a osteomalacia. El descenso del filtrado glo- sino ante un paciente con IRC terminal, con filtrado menor del 15%, que des-
merular, cuando cae por debajo del 25%, condiciona retención renal de fós- arrolla alguna manifestación clínica grave: trastornos hidroelectrolíticos no con-
foro, lo que origina hipocalcemia, por depósito tisular y óseo de calcio y fósfo- trolables con tratamiento médico, encefalopatía urémica, polineuropatía uré-
ro y por aumento de las pérdidas renales de calcio. Por ambas vías se llega a mica, pericarditis urémica, encefalopatía urémica, trombopenia urémica con
hipocalcemia, que estimula la síntesis de PTH. La PTH produce aumento de la hemorragia, enteropatía urémica,...
reabsorción renal de calcio y de la excreción de fósforo, y movilización del cal-
cio y fósforo óseos. El aumento de PTH aparece precozmente en la IRC, e ini- 79. En un paciente con insuficiencia renal crónica terminal, ¿cuál de las siguien-
cialmente consigue normalizar la calcemia, a costa de movilizar los depósitos tes situaciones sería indicación de inicio de tratamiento sustitutivo renal?
óseos (osteitis fibrosa quística, quistes pardos). Progresivamente, el deterioro
de la función renal produce nueva retención de fósforo, con aumento del pro-
1. Anorexia intensa
ducto calcio-fósforo y depósito óseo (osteoesclerosis) o extraoseo (calcificacio-
nes metastásicas, calcifilaxia) de fosfato cálcico, con el consiguiente descenso 2. Aclaramiento de creatinina de 12 mL/min
de la calcemia y progresivo aumento de la PTH. El estímulo de la secreción de 3. Potasio sérico de 5.8
PTH puede conducir a la formación de adenomas paratiroideos (hiperparatiroi- 4. Proteinuria de 4 g/24h
dismo terciario). 5. Natremia de 135
En la IRC hay otras formas de afectación osteoarticular que no dependen direc-
tamente del metabolismo fosfocálcico. La diálisis elimina tóxicos, pero filtra mal RC: 1
ciertas proteínas plasmáticas, por lo que los pacientes en diálisis son proclives La diálisis se indica en pacientes con insuficiencia renal terminal (filtrado menor

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del 15%), generalmente con filtrados menores del 5% (se tiende a iniciarla más 1. El túbulo se encarga de la reabsorción de agua y solutos; las nefro-
precozmente en diabéticos), pero no se indica por la cifra concreta de creatini- patías intersticiales cursan típicamente con poliuria
na ni de filtrado glomerular, sino por la presencia o no de clínica urémica acom- 2. La nefropatía intersticial cursa con proteinuria no selectiva, mien-
pañante. Son indicaciones de diálisis claras e indiscutibles los trastornos urémi-
tras que la glomerular cursa con proteinuria selectiva
cos graves (trastornos hidroelectrolíticos no controlables con tratamiento médi-
co, encefalopatía urémica, polineuropatía urémica, pericarditis urémica, ence- 3. Puede cursar con síndrome de Fanconi, y por tanto con bicarbo-
falopatía urémica, trombopenia urémica con hemorragia, enteropatía urémi- naturia, aminoaciduria, hiperpotasuria, hipercalciuria, hiperfosfaturia,
ca), pero también se puede indicar de forma individualizada ante pacientes con glucosuria
clínica “menor” pero que resulte molesta y vaya a mejorar con el tratamiento 4. Cursa tipicamente con piuria, mientras los síndromes glomerulares
dialítico: astenia, anorexia, alteraciones del sueño… Recuerda que el picor NO cursan con hematuria
mejora con diálisis, luego nunca será una indicación de iniciarla. 5. Cursan con hipotensión por síndrome pierdesal, salvo la nefropa-
tia gotosa y la nefronoptisis
80. Varón de 74 años con insuficiencia renal crónica terminal secundaria a
nefroangioesclerosis, que ingresa por trombosis venosa profunda. ¿Cuál de los RC: 2
siguientes tratamientos estaría absolutamente contraindicado? El riñón puede enfermar a nivel glomerular, tubular, intersticial o vascular. La
afectación glomerular cursa con alteraciones del sedimento, síndrome nefróti-
1. Heparina sódica iv co, síndrome nefrítico, fallo renal agudo o insuficiencia renal crónica. La afec-
2. HBPM a dosis activas tación tubulointersticial puede cursar con un síndrome muy concreto, la nefro-
patía tubulointersticial, y también puede dar fallo agudo (como la necrosis
3. AAS
tubular aguda) y evolucionar hacia insuficiencia renal crónica. Además, hay
4. Clopidogrel ciertas patologías con trastornos muy específicos de la función tubular.
5. Anticoagulación oral La función principal del túbulo renal es la reabsorción de agua y solutos, así que
no ha de extrañar que la alteración tubular curse con poliuria, síndrome pier-
RC: 2 desal, y pérdida de múltiples solutos. Se denomina síndrome de Fanconi a la
La insuficiencia renal crónica supone una alteración de la función plaquetaria, combinación de bicarbonaturia, aminoaciduria, hiperpotasuria, hipercalciuria,
con plaquetas disfuncionantes, y además tendencia a la trombopenia, por lo hiperfosfaturia, hiperuricosuria y glucosuria, por alteración global de la reab-
que el uso de antiagregantes debe ser juicioso y debe vigilarse estrechamente, sorción en el túbulo proximal; hay síndromes específicos por alteraciones selec-
aunque no están contraindicados. La desmopresina puede mejorar la función tivas del transporte tubular, y además la lesión tubulointersticial no tiene por
plaquetaria, por lo que se suele usar como profilaxis de sangrado ante pruebas qué presentar todos los déficit simultáneamente.
intervencionistas. Al contrario que en la insuficiencia hepática, no suele haber Como rasgos diferenciales de interés con la patología glomerular, hay que rese-
alteración de la coagulación, pues tanto la absorción de vitamina K como la sín- ñar la poliuria (frente a oliguria en la lesión glomerular), la piuria con cilindros
tesis de factores hepáticos esta preservada; hay un defecto de síntesis de los cereos (frente a hematuria y cilindros hemáticos), la hipotensión por síndrome
factores VIII y III, de origen endotelial, que puede conducir a coagulopatía en pierdesal (excepto en la nefropatía gotosa y la nefronoptisis, que presentan
IRC terminales. La anticoagulación como terapia en general no está contrain- hipertensión), la proteinuria a expensas de proteínas de bajo peso molecular
dicada. No hay problema en usar anticoagulantes orales ni heparina no frac- (globulinas, lisozima, cadenas ligeras…), la acidosis metabólica hiperclorémica
cionada, pero si con las heparinas de bajo peso molecular. Las heparinas de (por pérdida de bicarbonato, mientras en las lesiones glomerulares es con
bajo peso molecular tienen metabolismo renal, por lo que se acumulan en la anión gap alto por acumulación de ácidos orgánicos por el descenso del filtra-
insuficiencia renal. Dado que se desconoce su cinética y actividad exacta en do), y la anemia por pérdida de producción de eritropoyetina. La proteinuria de
pacientes sanos (se conocen las dosis terapeúticas y profilácticas en base a la patología glomerular puede ser selectiva (a expensas de albúmina) o no
ensayos clínicos, no a monitorización de su efecto anticoagulante), en pacien- selectiva (albúmina y proteínas de menor peso molecular), mientras la tubular
tes con insuficiencia renal, con excreción reducida, se han producido casos de es siempre de bajo peso molecular (no se filtra la albúmina por la integridad de
hemorragias graves. Por ello, se recomienda evitarlas en la medida de lo posi- la membrana de filtración).
ble, se consideran contraindicadas relativamente con creatininas plasmáticas
mayores de 2.5, y en caso de usarlas se debe ajustar su dosis. Hoy día se plan- 83. Con respecto a las nefropatias quisticas, una es FALSA:
tea que la IRC pueda ser una contraindicación absoluta de HBPM, puesto que
existen alternativas terapéuticas eficaces y con menor riesgo.
1. Las enfermedades quísticas corticales evolucionan hacia la IRC y la
HTA, mientras que los quistes medulares tienden a producir síndro-
81. En comparación con el tratamiento con hemodiálisis periódicas para el
me pierdesal
enfermo con insuficiencia renal crónica, se considera que el trasplante renal de
2. En la evolución de la enfermedad quística medular o nefronoptisis
donante cadáver:
es frecuente la aparición precoz de HTA.
3. Las enfermedades poliquísticas corticales se asocian a quistes
1. Ofrece mejor calidad de vida, pero es más caro
extrarrenales y malformaciones vasculares
2. Cabe esperar una mayor mortalidad y cuesta lo mismo
4. El riñón en esponja medular es el más prevalerte, y cursa casi asin-
3. Cabe esperar una supervivencia similar, pero es más caro
tomático, salvo por la mayor incidencia de litiasis e ITU
4. Eleva la esperanza de vida hasta unos valores similares a los de las
5. La nefronoptisis se asocia a retinosis pigmentaria, pero tan solo la
personas sin insuficiencia renal
forma AR
5. Tiene una mejor calidad de vida, una supervivencia igual o supe-
rior y es más barato
RC: 2
Las nefropatías quísticas son un tema arduo cuya comprensión mejora si parti-
RC:5 mos de unas premisas sencillas. Para empezar, hay enfermedades quísticas
La terapia sustitutiva renal incluye tres opciones: la diálisis peritoneal, la hemo- renales corticales y medulares. Las enfermedades corticales afectan al filtrado
diálisis, y el transplante renal. La diálisis peritoneal permite relativa mayor auto- glomerular, por lo que cursan con oliguria, expansión de volemia, activación
nomía al paciente que la hemodiálisis, aunque le obliga a realizarla a diario del eje renina-angiotensina, y por tanto HTA. Las enfermedades medulares
mientras la hemodiálisis es en días alternos. El transplante renal es una opción afectan al gradiente corticomedular a través de alteración del metabolismo
terapéutica preferible a ambas modalidades de diálisis, puesto que permite una tubular; cursan por tanto con síndrome pierde-sal y poliuria, salvo cuando evo-
mejor calidad de vida, una supervivencia al menos igual pero generalmente lucionan a la insuficiencia renal y provocan HTA dependiente de volumen.
superior, y, aunque es una consideración menor, es más barato. El principal Las enfermedades quísticas corticales son la enfermedad poliquística del adul-
problema es la disponibilidad de donantes, lo que limita su utilización. Son con- to (AD, la más frecuente) y la enfermedad poliquística infantil (AR). Ambas pro-
traindicaciones para el transplante, por parte del receptor, la existencia de ducen quistes corticales, HTA de forma precoz, y evolucionan a la insuficiencia
enfermedad renal reversible o manejable médicamente (por tanto, no subsi- renal crónica. Cursan con alteraciones extrarrenales, del tipo quistes hepáticos.
diaria de tratamiento sustitutivo), la presencia de glomerulonefritis activa, la En la poliquistosis del adulto hay quistes en mesenterio, bazo,… y aumento de
presencia de infección activa, la incompatibilidad ABO, la sensibilización previa prevalencia de aneurismas intracraneales, de diverticulosis colónica, y de valvu-
frente al donante, y la esperanza de vida reducida por otra causa (neoplásica, lopatías (prolapso mitral). En la poliquistosis infantil hay quistes hepáticos,
cardiovascular, cerebrovascular). Se considera contraindicación relativa la edad fibrosis portal y evolución hacia cirrosis; además puede cursar con hipoplasia
avanzada, los trastornos psiquiátricos que no aseguren el cumplimiento del tra- pulmonar bilateral (complejo malformativo de Potter).
tamiento inmunosupresor, y las anomalías ureterales o estenosis vascular Las enfermedades quísticas medulares son la nefronoptisis o enfermedad
aorto-iliaca. Un paciente con transplante renal precisa tratamiento inmunosu- medular quística, y el riñón en esponja medular. Cursan con alteración de la
presor de por vida, que no debe interrumpir en ninguna circunstancia, y segui- función tubular, de tal forma que tiene síndrome pierdesal y poliuria, alteración
miento periódico con ecografía renal. de la acidificación de la orina, e hipercalciuria. La nefronoptisis puede evolu-
cionar hacia insuficiencia renal y cursa con HTA en sus estadios finales (junto
TEMA 6. TUBULOPATÍAS HEREDITARIAS con la nefropatía gotosa, única nefropatía intersticial con HTA), y su forma de
herencia AR se asocia a retinosis pigmentaria. El riñón es esponja medular es
asintomático, y tan sólo muestra aumento de prevalencia de ITU y tendencia a
82. Señale la respuesta FALSA en relación con la función tubular renal:
la nefrocalcinosis y nefrolitiasis.

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84. En la poliquistosis renal del adulto, ¿cuál de las siguientes afirmaciones es correcto:
ALSA?
1. Síndrome de Bartter
1. Es una enfermedad hereditaria, autosómica dominante 2. Acidosis tubular distal (Tipo I)
2. Habitualmente se detecta en la primera infancia con ecografía 3. Acidosis tubular proximal (Tipo II)
3. Es causa de deterioro progresivo de la función renal 4. Síndrome completo de Fanconi
4. Frecuentemente cursa con hipertensión arterial 5. Enfermedad de Harnup
5. Asocia litiasis renal en un 15-20% de los casos
RC: 2
RC: 2 Las acidosis tubulares son un grupo de enfermedades tubulares en las que se
Las enfermedades quísticas renales son un grupo de patologías de estudio altera la capacidad del túbulo renal de reabsorber o regenerar bicarbonato. La
arduo. Las corticales cursan con HTA y tendencia a la IRC, las medulares pro- acidosis tubular de tipo I es una enfermedad genética, AD, en la que se pierde
vocan síndrome pierdesal y alteraciones del metabolismo tubular renal. La más la capacidad del túbulo distal de expulsar hidrogeniones (y por tanto de neo-
preguntada es la poliquistosis renal del adulto. generar bicarbonato), así como la capacidad de reabsorber potasio. La acidosis
De las poliquistosis renales, la infantil es autonómica recesiva, y como tal se crónica reduce la reabsorción renal de calcio, con hipercalciuria y aumento de
manifiesta desde el nacimiento, con masa abdominal bilateral (hidronefrosis litiasis y nefrocalcinosis, y en niños produce el raquitismo renal. Su clínica por
congénita, puede provocar hipoplasia pulmonar bilateral por complejo de tanto va a ser de enfermedad ósea, litiasis de repetición, poliuria, hipopotase-
Potter), HTA e IRC progresivas desde la infancia, y fibrosis portal con evolución mia y orinas persistentemente alcalinas. La acidosis tubular renal de tipo II
precoz a cirrosis. En cambio, la del adulto es autonómica dominante, de apari- puede ser genética o adquirida, por diversas nefropatías que afecten al túbulo
ción más progresiva, con debut clínico en la 5ª-6ª década. Cursa con hematu- proximal. Cursa con pérdida de la capacidad de reabsorción de bicarbonato en
ria y litiasis recidivantes, HTA, evolución lenta a IRC, y algunos datos paradóji- el túbulo proximal, con hiperpotasuria y leve hipercalciuria asociada. No afecta
cos: es de las pocas IRC con aumento e la silueta renal, y cursa con hiperpro- al desarrollo oseo ni al crecimiento. Provoca cálculos, pero no con tanta fre-
ducción de eritropoyetina, por lo que tiene poliglobulia o bajo grado de ane- cuencia.
mia para el grado de IRC. Presenta importante afectación extrarrenal, que Ambas enfermedades cursan con acidosis con anion gap normal (hipercloré-
sugiere afectación del tejido conjuntivo: mayor incidencia de diverticulosis, de micas), con hipercalciuria e hiperpotasuria asociadas. Son, junto con la diarrea
hernias inguinales, de aneurismas intracraneales, y de valvulopatía, del tipo y el abuso de laxantes, las únicas causas de acidosis con hipopotasemia. Para
prolapso mitral, IM, IT, IAo. Además, puede presentar quistes hepáticos, en distinguir entre una y otra, se hace una prueba con sobrecarga oral de amonio.
bazo, mesenterio, útero. En la acidosis tipo II, con función tubular distal normal, el amonio se excreta (la
orina se acidifica, el pH baja de 5.5) y se regenera bicarbonato que compensa
la acidosis generada por el amonio. En la de tipo I, el amonio no se excreta, por
85. Con respecto a las acidosis tubulares renales, NO es cierto: lo que la orina persiste alcalina (pH >5.5) y empeora la acidosis sistémica.
Ambas se tratan con bicarbonato y suplementos de potasio.
1. La acidosis glomerular se debe a reducción de la excreción de áci- En el síndrome de Bartter hay alteración del cotransportador Na-K-Cl del asa de
dos orgánicos, y por tanto tiene anion gap elevado; las acidosis tubu- Henle, cursa con alcalosis hipopotasémica e hipercalciuria que favorece la litia-
lares se deben a descenso en la reabsorción o regeneración de bicar- sis y nefrocalcinosis, pero no ocasiona raquitismo renal. En el síndrome de
bonato, y son por tanto hiperclorémicas Fanconi hay alteración de la reabsorción tubular de bicarbonato, potasio, fós-
2. En la acidosis tubular renal de tipo I hay descenso de la síntesis de foro, calcio, aminoácidos, ácido úrico, glucosa, por lo que no reunimos las alte-
raciones que lo caracterizan.
bicarbonato en el túbulo distal, acoplado a un descenso en la excre-
ción de protones y amonio
3. En la acidosis tubular renal de tipo II hay descenso de la reabsor- 87. ¿En cuál de las siguientes enfermedades es excepcional la aparición de
ción de bicarbonato en el túbulo proximal por alteración del umbral nefrocalcinosis medular como complicación?
de excreción
4. Las acidosis tubulares renales de tipo I y tipo II, junto con las dia- 1. Enfermedad de Bartter
rreas y el abuso de laxantes, son causa de acidosis con hipopotase- 2. Intoxicación por vitamina D
mia 3. Hiperparatiroidismo primario
5. Se puede diferenciar la acidosis tipo I de la tipo II en que la tipo 4. Acidosis tubular proximal tipo II
Ipuede acidificar la orina tras sobrecarga de ácido 5. Acidosis tubular distal (clásica)

RC: 2
RC: 5
La nefrocalcinosis es una complicación de la hipercalciuria persistente. Puede
Las acidosis tubulares son un grupo de enfermedades tubulares en las que se
verse en enfermedades sistémicas y en enfermedades nefrológicas. Cuando
altera la capacidad del túbulo renal de reabsorber o regenerar bicarbonato. La
hay un aumento de la calcemia, por ejemplo en la hipervitaminosis D o en el
acidosis glomerular en cambio se debe a una reducción en la capacidad de
hiperparatiroidismo primario, se produce un aumento de la calciuria al aumen-
excreción de ácidos orgánicos por el descenso de la capacidad de filtración; es
tar el calcio filtrado y sobrepasar la capacidad renal de reabsorción. Cuando
una acidosis con anion gap elevado.
hay enfermedades renales con aumento de la excreción de calcio también
La acidosis tubular de tipo I es una enfermedad genética, AD, en la que se pier-
puede verse nefrocalcinosis. Esto ocurre en el síndrome de Bartter, en el que se
de la capacidad del túbulo distal de expulsar hidrogeniones (y por tanto de neo-
altera la función del cotransportador Na-K-Cl, por lo que se reabsorbe menor
generar bicarbonato), así como la capacidad de reabsorber potasio. La acidosis
cantidad de sodio a nivel del asa de Henle y llega más sodio al túbulo distal,
crónica reduce la reabsorción renal de calcio en el túbulo proximal, con hiper-
donde se intercambia por calcio, provocando hipercalciuria; dicho efecto tam-
calciuria y aumento de litiasis y nefrocalcinosis, y en niños produce el raquitis-
bién se observa con el tratamiento con furosemida. En la acidosis tubular renal
mo renal. Su clínica por tanto va a ser de enfermedad ósea, litiasis de repeti-
de tipo I, distal, hay un descenso en la reabsorción de calcio secundario a la aci-
ción, poliuria, hipopotasemia y orinas persistentemente alcalinas.
dosis metabólica, con importante hipercalciuria y tendencia a la nefrocalcinosis
La acidosis tubular renal de tipo II puede ser genética o adquirida, por diversas
y nefrolitiasis; en cambio, la acidosis tubular tipo II provoca leve hipercalciuria
nefropatías que afecten al túbulo proximal. Cursa con pérdida de la capacidad
con escasa tendencia a la litiasis y la nefrocalcinosis. En las enfermedades quís-
de reabsorción de bicarbonato en el túbulo proximal, con hiperpotasuria y leve
ticas renales (poliquísticas infantil y del adulto, nefronoptisis, riñón en esponja
hipercalciuria asociada. No afecta al desarrollo óseo ni al crecimiento. Provoca
medular) se provoca también hipercalciuria con tendencia a la litiasis y nefro-
cálculos, pero no con tanta frecuencia.
Ambas enfermedades cursan con acidosis con anion gap normal (hipercloré- calcinosis, especialmente marcada en el riñón en esponja medular.
micas), con hipercalciuria e hiperpotasuria asociadas. Son, junto con la diarrea
y el abuso de laxantes, las únicas causas de acidosis con hipopotasemia. Para 88. Con respecto a la fisiopatología del síndrome de Bartter, NO es cierto:
distinguir entre una y otra, se hace una prueba con sobrecarga oral de amonio.
En la acidosis tipo II, con función tubular distal normal, el amonio se excreta (la 1. El defecto radica en una anomalía del cotransportador Na/K/2Cl
orina se acidifica, el pH baja de 5.5) y se regenera bicarbonato que compensa del túbulo colector
la acidosis generada por el amonio. En la de tipo I, el amonio no se excreta, por
2. El descenso en la resorción de potasio es causa de hipopotasemia;
lo que la orina persiste alcalina (pH >5.5) y empeora la acidosis sistémica.
Ambas se tratan con bicarbonato y suplementos de potasio.
el descenso en la resorcion de sodio se compensa a nivel mas distal,
con el cotransportador Na/Ca y el cotransportador regulado por
86. Se trata de un niño de 7 años con retraso estaturo-ponderal que presenta aldosterona Na/K/H
signos radiológicos de raquitismo y ecográficos de nefrocalcinosis. Los análisis 3. Cursa con hipercalciuria e hipermagnesuria y alcalosis hipopotasé-
demuestran acidosis metabólica con pH inferior a 7.32 y bicarbonato plasmáti- mica
co inferior a 17 mEq/litro. El pH de la orina en 3 determinaciones es siempre 4. Cursa con hiperplasia yuxtaglomerular e hiperaldosteronismo hipe-
superior a 5.5. Otras alteraciones metabólicas consisten en hipercalciuria, hipo- rreninémico
citraturia y discreta disminución de la resorción del fósforo. No se detecta glu- 5. Cursa sin HTA por aumento de prostaglandinas
cosuria ni aminoaciduria. De las siguientes posibilidades, señale el diagnóstico
RC: 1

21 ] NEFROLOGÍA [
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En el diagnóstico diferencial de la alcalosis hipopotasémica debe incluirse, apar- 5. El diagnostico diferencial de las alcalosis hipopotasémicas incluye
te del tratamiento con diuréticos, al hiperaldosteronismo primario, al síndrome al síndrome de Bartter, al Gittelman, al Liddle y al hiperaldosteronis-
de Bartter, al síndrome de Gittelman y al síndrome de Liddle, que son enfer- mo primario
medades congénitas por trastornos en transportadores tubulares específicos.
El síndrome de Bartter es una enfermedad genética por alteración del cotrans-
RC: 2
portador Na-K-2Cl del asa de Henle, de herencia AR. Conceptualmente equi-
En el diagnóstico diferencial de la alcalosis hipopotasémica debe incluirse, apar-
vale a estar intoxicado por furosemida. Al alterarse la reabsorción de potasio en
te del tratamiento con diuréticos, al hiperaldosteronismo primario, al síndrome
el asa de Henle se produce aumento del potasio en el filtrado; al alterarse la de
de Bartter, al síndrome de Gittelman y al síndrome de Liddle, que son enfer-
sodio aumenta el sodio en el filtrado que llega al túbulo distal. Como el obje-
medades congénitas por trastornos en transportadores tubulares específicos.
tivo primario de la reabsorción tubular es conservar el agua y sodio, el sodio fil-
El síndrome de Liddle se debe a hiperfuncionamiento del transportador de
trado se reabsorbe por los transportadores disponibles, que son el cotranspor-
sodio dependiente de aldosterona del túbulo colector, con aumento de reab-
tador Na-Ca y el transportador dependiente de aldosterona. Así, el sodio se
sorción de sodio a expensas de excreción aumentada de potasio e hidrogenio-
reabsorbe a expensas de un aumento en la excreción de calcio (hipercalciuria)
nes. Conceptualmente equivale a estar “intoxicado por aldosterona”, y por
y de potasio, acompañado de hidrogeniones (alcalosis hipopotasémica, hiper-
tanto cursa con inhibición del eje renina-angiotensina-aldosterona (hipoaldos-
potasuria y orinas ácidas). La hipopotasemia estimula al intersticio renal, con
teronismo hiporreninémico). Presenta expansión de volumen, con HTA y ede-
síntesis de prostaglandinas vasodilatadores renales. Las prostaglandinas y el
mas, y alcalosis hipopotasémica. No altera el metabolismo del magnesio (asa
aumento del flujo renal ocasionan un estímulo del sistema renina-angiotensi-
de Henle) ni del calcio (túbulo distal).
na-aldosterona, que aumenta la reabsorción tubular distal de sodio (aldostero-
Para su manejo es necesario reducir el aporte distal de sodio (restricción de
na) y debería provocar aumento del filtrado glomerular por vasoconstricción
sodio en dieta) y bloquear el transportador con diuréticos retenedores de pota-
renal, e HTA, que sin embrago están impedidas por las prostaglandinas vaso-
sio de acción directa (triamtireno, amiloride); la espironolactona es inútil pues
dilatadoras. Así, cursa con hiperaldosteronismo hiperreninémico pero con
el transportador es independiente de aldosterona y los niveles de ésta están dis-
ausencia de edemas y de HTA.
Debuta clínicamente en la infancia, con retraso del crecimiento, debilidad mus- minuidos.
cular, poliuria, polidipsia y vómitos. Exige un diagnóstico diferencial con el uso
de diuréticos, otros síndromes tubulares y las nefropatías tubulointersticiales 91. Un niño de 18 meses, con retraso pondoestatural y polidipsia, tiene la
adquiridas. Se trata con suplementos de potasio y sodio, y diuréticos ahorra- siguiente analítica: Na 131 mEq/l, K 3.2 mEq/l, Cl 115 mEq/l, HCO3 12 mEq/l,
dores de potasio. Es útil la indometacina (bloquea la síntesis de prostaglandi- pCO2 28 mmHg, y en orina Na 29 mEq/l, K 38 mEq/l, pH 7.0. ¿Cuál es el diag-
nas). nóstico más probable?

89. Un paciente de 15 años de edad consulta por poliuria y nicturia, cansancio 1. Síndrome de Liddle
fácil y astenia. Presenta dichos síntomas desde hace años, y tienden a intensi- 2. Acidosis tubular distal
ficarse durante los veranos muy calurosos, en los que se asocia hormigueo lin- 3. Síndrome de Fanconi
gual y peribucal. A la exploración física sólo destaca una tensión de 100/50 4. Acidosis tubular proximal
mmHg. El ionograma muestra Na 135 mEq/l, K 2 mEq/l, CI 105 mEq/l, pH 7.45, 5. Síndrome de Bartter
bicarbonato 30 mEq/l. La determinación de renina y aldosterona muestra cifras
elevadas, tanto basales como tras estímulo. De los procesos que siguen ¿cuál RC: 2
es compatible con el cuadro clínico descrito? Ante un niño o recién nacido con poliuria hay que plantear el diagnóstico dife-
rencial de las tubulopatías hereditarias y adquiridas. Con alcalosis hipopotasé-
1. Hipoaldosteronismo primario mica tendríamos el síndrome de Bartter y el Gittelman; el Liddle cursa con
2. Estenosis de la arterial renal retención hidrosalina, no con poliuria. Sin embargo, este paciente tiene hipo-
potasemia pero con un bicarbonato sérico de 12, que implica, aun en ausen-
3. Síndrome de Liddle
cia de la cifra de pH, una acidosis metabólica.
4. Enfermedad de Addison Con hiperpotasuria y acidosis tenemos a las acidosis tubulares renales y al sín-
5. Síndrome de Bartter drome de Fanconi. En el síndrome de Fanconi hay bicarbonaturia (responsable
de acidosis metabólica), hay hiperpotasuria (responde de la hipopotasemia),
RC: 5 pero también debe haber hipercalciuria, hiperfosfaturia, aminoaciduria, gluco-
En el diagnóstico diferencial de la alcalosis hipopotasémica debe incluirse, apar- suria e hiperuricosuria, por lo que no reunimos criterios para diagnosticar un
te del tratamiento con diuréticos, al hiperaldosteronismo primario, al síndrome Fanconi. En las acidosis tubulares renales hay defecto en la síntesis de bicarbo-
de Bartter, al síndrome de Gittelman y al síndrome de Liddle, que son enfer- nato por el túbulo distal (ATR tipo I) o en la reabsorción de bicarbonato (tipo II);
medades congénitas por trastornos en transportadores tubulares específicos. es más grave la tipo 1, que además se asocia a hipercalciuria por la acidosis, con
El síndrome de Bartter es una enfermedad genética por alteración del cotrans- raquitismo renal y retraso pondoestatural. La orina es persistentemente alcalina,
portador Na-K-2Cl del asa de Henle, de herencia AR. El sodio filtrado no se no desciende el pH de 5.5 con la sobrecarga oral de cloruro amónico.
reabsorbe en asa de Henle y se reabsorbe por los transportadores disponibles,
que son el cotransportador Na-Ca y el transportador dependiente de aldoste- 92. Un niño de cuatro años de edad muestra un importante retraso de creci-
rona, a expensas de un aumento en la excreción de calcio (hipercalciuria) y de
potasio, acompañado de hidrogeniones (alcalosis hipopotasémica, hiperpota-
miento, lesiones de raquitismo resistentes al tratamiento con dosis habituales
suria y orinas ácidas). Cursa con estimulo del sistema renina-angiotensina y por de vitamina D y poliuria. ¿Cuál de las siguientes asociaciones considera que
tanto con hiperaldosteronismo hiperreninémico, pero sin edemas ni HTA por la permite el diagnóstico de síndrome de Fanconi?
pérdida hidrosalina y el aumento de prostaglandinas vasodilatadores. Debuta
clínicamente en la infancia, con retraso del crecimiento, debilidad muscular, 1. Glucosuria + hiperaminoaciduria + alcalosis + hiperfosforemia
poliuria, polidipsia y vómitos. Se trata con suplementos de potasio y sodio, y 2. Glucosuria + hipoglucemia + acidosis metabólica + hipofosforemia
diuréticos ahorradores de potasio. Es útil la indometacina (bloquea la síntesis 3. Glucosuria + hiperaminoaciduria + acidosis metabólica + hipofos-
de prostaglandinas).
foremia
El síndrome de Liddle se trata de un defecto tubular con hiperactividad del
transportador Na-K-H dependiente de aldosterona. Cursa con alcalosis hipo- 4. Glucosuria + hiperaminoaciduria + alcalosis metabólica + hipofos-
potasémica, y con exceso de reabsorción de sodio, que conduce a HTA y ede- foremia
mas. Dada la hiperactividad del transportador, se inhibe el eje renina-angio- 5. Hipoglucemia + hiperaminoaciduria + alcalosis metabólica + hipo-
tensina, por lo que es un pseudohiperaldosteronismo, con hipoaldosteronismo fosforemia
hiporreninémico.
El hiperaldosteronismo primario cursa con secrecióna autónoma de aldostero- RC: 3
na, por lo que la renina plasmática está abolida. Cursa con alcalosis hipopota- El síndrome de Fanconi es una alteración del transporte tubular a nivel del
sémica, HTA y puede presentar edemas. Las HTA vasculorrenales, como la este- túbulo proximal, donde ocurre la reabsorción de la mayor cantidad de sodio y
nosis de la arteria renal, producen hiperaldosteronismos secundarios, con agua y de la inmensa mayoría del resto de sustancias del filtrado glomerular.
aumento de la renina plasmática, pero su dato característico es la presencia de En el síndrome de Fanconi coexisten: glucosuria, aminoaciduria, hipercalciuria,
HTA. hiperfosfaturia, hiperuricosuria, y bicarbonaturia. Por ello, cursa con acidosis
hipopotasémica, síndrome pierdesal con poliuria, y raquitismo renal con retra-
90. Con respecto a la fisiopatología del síndrome de Liddle, NO es cierto: so del crecimiento pondoestatural y osteomalacia resistente a vitamina D.
Puede ser primario, de origen genético o esporádico, o secundario a numero-
1. El defecto primario radica en la hiperfunción del intercambiador sas patologías que afecten al túbulo renal: tesaurosis (glucogenosis, enferme-
dad de Wilson), amiloidosis, mieloma múltiple, síndrome nefrótico, sustancias
Na/K/H del túbulo colector, que funciona independientemente de
que intoxican al túbulo renal, nefropatías tubulointersticiales…
aldosterona
2. Cursa con alcalosis hipopotasemia e hiperaldosteronismo hiporre-
ninémico
TEMA 9. PATOLOGIAS TUBULOINTERSTICIALES
3. El aumento en la resorción de sodio origina HTA y edemas
4. No se altera el equilibrio de otros iones, como calcio o magnesio 93. NO es cierto, con respecto a las nefritis intersticiales agudas:

22 ] NEFROLOGÍA [
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1. Cursan con necrosis tubular, edema intersticial e infiltrado de PMN 96. NO es cierto, con respecto a las nefritis intersticiales crónicas:
2. La primera alteración funcional es la hipostenuria, y por tanto cur-
san con poliuria 1. Cursan con atrofia tubular, fibrosis intersticial e infiltrado de
3. Pueden cursar con síndrome de Fanconi completo o incompleto mononucleares
4. En la ecografia renal hay típicamente riñones de gran tamaño con 2. La primera alteración funcional es la hipostenuria, y por tanto cur-
pérdida de la diferenciación córtico-medular san con poliuria
5. Su causa más frecuente es la isquémica, por NTA; también son fre- 3. No suelen presentar HTA hasta fases terminales, debido a la glo-
cuentes las tóxicas meruloesclerosis por sobrecarga funcional
4. En la ecografía renal hay típicamente riñones de gran tamaño con
RC: 4 pérdida de la diferenciación córtico-medular
La nefritis túbulo-intersticial aguda es una inflamación del intersticio renal, con 5. Puede deberse a infecciones crónicas del riñón, sobrecarga fun-
necrosis tubular e infiltrado polimorfonuclear, que clínicamente cursa con sín- cional por reflujo u obstrucción, o a tóxicos endógenos o exógenos
drome tubular: poliuria y nicturia por pérdida de la función isostenúrica. Puede
tener alteración del transporte tubular, y cursar con acidosis tubular o con sín-
RC: 4
drome de Fanconi. Presenta proteinuria de características tubulares: no incluye
Las nefritis tubulointersticiales crónicas cursan con inflamación crónica (linfoci-
albúmina sino globulinas, se acompaña de cilindros céreos o hialinos en vez de
tos, monolitos), del intersticio renal, con atrofia tubular y fibrosis intersticial.
hemáticos, presenta leucocituria en lugar de hematuria. Las proteínas excreta-
Son de instauración paulatina, siendo el primer síntoma la poliuria, derivada de
das son generalmente globulinas (lisozima, cadenas ligeras, beta-2 microglo-
la pérdida de capacidad de concentración renal; se acompaña de síndrome
bulina…). Clínicamente cursa con síndrome pierdesal y poliuria, frente a la oli-
pierdesal, con tendencia a la hipotensión, y pérdida de la capacidad de reab-
guria e HTA de las lesiones glomerulares. En la ecografía se ven riñones de
sorción de bicarbonato, con orinas alcalinas y acidosis metabólica. La evolución
tamaño normal o levemente aumentados por edema intersticial, con hipereco-
es hacia la lesión glomerular por sobrecarga funcional del riñón, con glomeru-
genicidad (“datos de nefropatía médica”) pero sin alteración de la diferencia-
loesclerosis progresiva que lleva a insuficiencia renal crónica. En fases termina-
ción corticomedular.
les aparece oliguria, HTA y clínica urémica franca.
Tienen una etiología muy variopinta. La principal causa es isquémica, por
Tiene diversas etiologías, entre las que cabe destacar todas las sobrecargas fun-
necrosis tubular aguda, pero también las hay tóxicas (por pigmentos, parapro-
cionales del riñón (uropatía obstructiva, nefropatía por reflujo vesicoureteral,
teínas, hipercalcemia, ácido úrico, o por sustancias exógenas, siendo lo más
rechazo del transplante renal), la pielonefritis crónica, y las NTIC por tóxicos.
frecuente el origen yatrógeno) y existe la nefritis intersticial inmunoalérgica,
Tiene importancia clínica la nefropatía gotosa, por depósito de urato en el
con infiltración por eosinófilos.
parénquima renal (no confundir con la nefropatía por ácido úrico, con NTIA por
depósito intratubular de cristales de ácido úrico), la nefropatía por hipercalce-
94. NO es cierto, con respecto a la nefritis intersticial inmunoalérgica: mia crónica y por hipopotasemia crónica. Entre los tóxicos exógenos destaca la
nefropatía por analgésicos, con necrosis papilar como dato característico (signo
1. Se debe a hipersensibilidad y cursa con eosinofilia y eosinofiluria del anillo en la pielografía intravenosa), y típicamente con mayor anemia de la
2. Suele deberse a fármacos, siendo los más frecuentes antibióticos esperable por su grado de insuficiencia renal (debido a perdidas digestivas aso-
(meticilina) y AINE ciadas). En cualquier caso y sea cual sea su origen, la ecografía muestra datos
inespecíficos de insuficiencia renal crónica: riñón pequeño con mala diferen-
3. Puede confundirse con CRU (dolor lumbar, hematuria, molestias
ciación córtico-medular.
miccionales) o con PNA (fiebre, dolor lumbar, piuria)
4. Es muy frecuente que se acompañe de exantema cutáneo, pete-
quias, artralgias o diarrea
5. Ecográficamente cursa con riñones pequeños, atróficos

RC: 5
La nefritis intersticial inmunoalérgica es una nefropatía tubulointersticial (cursa
con proteinuria tubular, poliuria y síndrome pierdesal, piuria, y alteraciones en
la reabsorción tubular) de origen alérgico, generalmente debida a fármacos.
Presenta infiltrado intersticial agudo con PMN, linfocitos y eosinófilos.
Generalmente se debe a fármacos, siendo lo más habitual los antibióticos (prin-
cipalmente betalactámicos, también la rifampicina) y los AINE; también es posi-
ble por diuréticos.
Su presentación es alérgica: sensibilización en la primera exposición, patología
en la segunda. Cursa con fiebre, malestar general, ocasionalmente dolor lum-
bar, y generalmente artralgias. Puede presentar exantema. Suele acompañarse
de diarrea. Puede presentar hematuria (OJO: piuria y hematuria con dolor lum-
bar, diagnóstico frecuente de cólico renoureteral o ITU, se inicia tratamiento
con AINE y empeora…). En la analítica, puede verse eosinofilia y eosinofiluria,
así como hematuria y piuria, y proteinuria no nefrótica a expensas de globuli-
nas (tubular). En la ecografía, típicamente presenta riñones aumentados de
tamaño por el edema intersticial.
Su tratamiento es la retirada del fármaco, el soporte renal (hidratación, diuré-
ticos, … ) y en ocasiones se añade corticoides.

95. NO es un efecto de los AINE sobre el riñón:

1. Carcinogénesis
2. FRA prerrenal por VC de arteriola aferente
3. GN membranosa
4. NTA tóxica o NTIA inmunoalérgica
5. NTIC crónica con necrosis papilar

RC: 3
Los AINE son fármacos muy utilizados, con importantes efectos a nivel renal.
Pueden originar distintos síndromes:
Fallo renal agudo, por defecto de perfusión renal; al inhibir la síntesis de pros-
taglandinas vasodilatadoras provocan vasoconstricción de la arteriola aferente.
Síndrome nefrótico por nefropatía de cambios mínimos
Nefritis intersticial aguda, por mecanismo isquémico (NTA por vasconstricción
renal mantenida) o de mecanismo inmune (nefritis intersticial inmunoalérgica)
Nefritis tubulointersticial crónica, característicamente con necrosis papilar (típi-
ca de la diabetes mellitus y de la nefropatía por AINE), y con anemia des-
proporcionada al grado de fallo renal.
Carcinogénesis: los AINE se asocian a mayor incidencia de tumores uroteliales
del tracto urinario, por lo que en consumidores crónicos es conveniente reali-
zar citologías urinarias.

23 ] NEFROLOGÍA [

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