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David Victoroff, La publicidad

Aproximación clásica y la imagen, Colección Punto y


linea,Ediciones G.Gili 3° edi- votre choix sur un
cián 1985
1. El modelo A.I.D.A.
- - ' «Mientras que las bases del arte de la ingeniería se deri- Hasta el mismo modelo establecido por Russel H.
..van deja física, escribe en 1911 Walter D. Scott, catedrático de Colley, conocido, bajó las siglas D.A.G.M.A.R. (defining adver-
' Psicología de la Universidad de Chicago, y las de la medicina tising goals jor mesured advertising resultáis), que muchos pu-
proceden,, de la química y la biología, jas únicas bases científi-
cas de-la publicidad residen en la ^psicología.» ' Parece que esta
blicitarios consideran como una innovación, delata de hecho un lis NE VAPIENT JAMÁIS !
parentesco cercano con el A-LD.A. A juicio de Colley, todo men-
-opinión la comparten ampliamente los responsables de las saje publicitario eficaz debe lograr que el consumidor cubra
agencias de aquella época que —primero en Estados Unidos y cuatro etapas sucesivas:
luego en,Europa— recurren a los psicólogos para que les ayu-
den en; la. elaboración de mensajes publicitarios. Con todo, las — el conocimiento: ante todo, el consumidor debe estar Fig. 2. Anuncio elaborado según el modelo A.I.D.A. El texto trans-
• ideas en vigor a principios de este siglo nacían de una psico- informado de la existencia de la marca o producto; mite la parte esencial del mensaje. El producto, contraviniendo por
. logia~«compartirhentada», que se inspiraba en la teoría de las fun- — la comprensión:, se trata luego de ayudarle a com- lo demás las indicaciones de Arren, no aparece reproducido en el
anuncio. La imagen, al-igual que la línea de impacto («Arrétez...»), .
'•' ¿iones- separadas e independientes.2 Tales ideas son las que de- prender qué significa el producto y qué beneficios le puede sirve para llamar la atención. El juego de palabras basado en el ¡
bían,originar una concepción del proceso publicitario entendido reportar; término arrétez. (cuya acepción aquí puede confundirse con deten-'
~como:~división en diversos momentos, momentos que correspon- — la convicción: ya en una tercera fase, el consumidor gase y detenga) despierta un interés. La argumentación, al ensalzar !.
• díari ávlás entidades psicológicas que exigen la acción del pu- debe quedar en tales disposiciones que se sienta impulsado a la precisión de los cronómetros LIP (lis ne varient jamáis!), ha de ••:
avivar el deseo hasta transformarlo en compra. ^
blicitario. Según esta concepción, divulgada por el esquema comprar;
A:I.b-A.,.un buen anuncio debe sucesivamente: — la acción: definitivamente, no tiene más remedio que Los hermanos Lipmann fueron, después de Arren, los primeros que:
actuar.3 . , recurrieron a la publicidad para promociunar una marca de relo-
.":";.; ^ — atraer la Atención; jería francesa.
• -,';'/; — suscitar el Interés; Digamos, en.fin, que el modelo A.I.D.A. ha inspirado la
mayoría, de tests de anuncio,, que hoy. aún sirven para controlar (Reproducido de la obra de J. Arren, La Piiblicité htcrative et raí- v.
'.'.. '.": i- — despertar el Deseo; sonnée, Bibliothéque des Ouvrages Pratiques, París, 1909.) i;.'
:
— provocar la Adquisición. la eficacia de las publicidades.
Muy curiosamente, J. Arren distingue en tal caso dos ;
Así, en la misma medida en que ha marcado a muchas maneras de llamar la atención: «Un anuncio puede impresionar
'.:-- .- • Aunque hoy sea objeto de un gran rechazo, este modelo generaciones de publicitarios, el modelo A.I JD_A. merece que ya porque el dibujo sea muy feo o muy bonito.» Sus preferencias
isigiiérno obstante contando aún con muchos adeptos. Reproduz- • _lo califiquemos de «clásico». se inclinan por el segundo procedimiento. De este modo, princi-
co algunas de sus líneas, sacadas de una obra aparecida en 1974, palmente, otorga un satisfecií a esas imágenes de «tantas mu- :
.que.muestran sobradamente la influencia que todavía ejerce en 2. La fundón de la imagen .
jeres bonitas que [pueblan] las páginas de nuestras' revistas,, i
•ciertos medios^ «La técnica publicitaria debe cubrir sucesiva- [pues] es evidente que para un grabado de modas no hay mejor |
"-• menfe.7 tries fases: debe llamar la atención sobre la firma o su -SggrilSf?En la teoría de las funciones, se concibe la imagen men-
tal como una reproducción más o menos fiel de una percepción, manera de llamar la atención que la de ofrecernos la silueta de :
: productor debe retener el interés y finalmente debe determinar una persona francamente agradable». Aun., así, el. autor hace
'.la.adquisición por el cliente».3 incluso de una sensación. La imagen, fenómeno pasivo, unida a
constar que, en cualquier caso, la imagen debe presentar una
:L_.4i~.-- Por lo demás, hay varios modelos nuevos, propuestos los sentidos, se opone á'la idea que, en cambio, depende de la
inteligencia. La primacía de la idea, unánimemente - admitida, relación con el producto. Condena el uso de imágenes que no
por recientes trabajos, que recogen esta inspiración. Por ejem- tengan ninguna afinidad con el producto promocionado y que,
plo, el elaborado por C. H. Sandage y Vernon Fryburger, que lleva a que consideremos la imagen como un hecho psíquico de
segundo orden cuyo papel en la vida mental se halla normal- una vez captada la atención, amenazan con despistar al cliente.7
también divide en cuatro partes la acción que ejerce; el men- Sea como sea, a juicio de Arren, repitámoslo, la ima-
saje-publicitario: mente subordinado a la actividad intelectual. No ha de extra-
ñarnos, en tales condiciones, que, desde la óptica de la A.I.D.A., gen soló desempeña un papel accesorio: quien asume la función
.'-••'• — la exposición: el cliente debe hallarse expuesto al la imagen, en el sentido corriente del término, también asuma esencial del mensaje es el texto. No debemos considerar esta
mensaje; . '' una función secundaria, supeditada a la que desempeña el tex- concepción de la imagen como típica únicamente de los teóricos
— la percepción: debe advertir el mensaje, percibirlo; to: la función de la imagen (dibujo o foto), en un buen anun- de principios de siglo. Cincuenta años después, nos encontra-
mos con una concepción análoga del papel que desempeña la
— la integración; el mensaje debe integrársela su per- cio, consiste ante todo en llamar la atención del cliente e indu- imagen, definida por un prontuario para uso de publicitarios y
sonalidad y despertar entonces su interés y su deseo; ""* 4 cirle a leer el texto. Arren a quien ya hemos tenido ocasión de alumnos de las escuelas de publicidad y comercio, prontuario
— la acción: el mensaje debe suscitar la compra. citar, declara a tal fin: «La función del dibujo consistirá casi que, a juzgar por la cantidad de veces que lo han reeditado,
siempre en llamar la atención determinando el aspecto del pro- goza de gran beneplácito: «En un anuncio de prensa, la ilustra-
Está claro que las tres últimas partes siguen muy fiel- ducto; el texto explicará las cualidades del objeto anunciado y
mente el esquema de! A.I.D.A. ción sólo posee un interés secundario: su única razón de ser
hará una breve llamada a la inteligencia» 6 (fig. 2). consiste en aumentar el rendimiento del texto que exige su res-
ualdo». 8 . >>
j ~" — a veces la misma imagen incorpora el elemento de dad que tiene el publicitario de comunicar lo esencial del men- — Las discusiones de grupo: consisten en reui..
• atracción: por ejemplo, reproducción de la etiqueta o del envol- saje partiendo ya del primer contacto con el anuncio. Asi se ex- gunos consumidores y pedirles que discutan, en presencia a\.
'1 torio que reflejan ostensiblemente el nombre de la marca; plica que interese tanto «el esfuerzo por expresar el mensaje psicólogo, a propósito del problema estudiado. De este modo,
¿ — a veces es distinto: la imagen principal aparece «fir- visualmento.10 En efecto, mientras que el texto comunica su de ocho a diez personas se ven inducidas a conversar sobre el
¡ mada» en cierto modo por otra imagen. Se trata de una especie contenido por etapas, la imagen, en cambio, descubre el suyo al tema sin que el psicólogo, que anima la reunión, influya en el
i de símbolo gráfico (para Haas merece el nombre de logotipo), instante. Por tanto, es un error acentuar el valor de atracción debate. Su función se limita a ervitar que la discusión se desvie
verdadero equivalente visual del slogan: .el personaje «Biben- de la imagen en detrimento de su valor de comunicación. ett. exceso y a procurar que cada uno de los participantes pueda
dum> de los neumáticos Michelin o los trazos azul y rojo de la £n efecto, la expresarse libremente. Los interesados suelen terminar centran-
gasolina Elf proporcionan ejemplos característicos... do su propio pensamiento a la luz del de los otros, y la variedad
deducción esencial de los estudios de Joannis es que no se
puede disociar en la imagen su valor de atención de su valor de 'ide. opiniones expresadas permite resumir muy rápidamente el
comunicación. De modo que una buena imagen publicitaria debe problema estudiado.
Se han elaborado muchos tests de anuncio bajo el im- •" — Las charlas sin directrices: este método consiste en
pulso de los partidarios del modelo A.I.D.A. Gracias a estos suponer a la vez un impacto para la mirada y la expresión de
un mensaje. incitar al consumidor a que diga todo lo que le venga en gana
tests, se han podido establecer varias reglas sobre el impacto con respecto a un producto o una marca determinadas El encar-
visual de la imagen. Se ha podido demostrar entonces-que: gado de la encuesta debe dejar que la persona se exprese libre-
Aproximación motivacionista mente, e intervenir le menos posible. Evidentemente, 1.a explota-
• \ — las formas con contornos geométricos precisos pa- ción de los resultados brutos de una charla de esta índole no
recen particularmente aptas para atraer la mirada; puede admitir la menor improvisación, y sólo una sólida cul-
1. I os estudios de motivación tura psicológica permite librarse de interpretaciones fantasio-
— una imagen en colores es más capaz de llamar la ,
atención que una imagen en blanco y negro; sas. Bajo esta reserva, este método resulta muy fecundo para
A lo largo de la primera mitad del presente siglo, la leo-, lograr que emerjan las aspiraciones inconscientes del consumi-
— ciertos colores, de los llamados «agresivos» (sobre ría clásica del proceso publicitario no ha sufrido apenas impug-
todo el rojo y el amarillo), impresionan más que otros; dor. Los lapsus, omisiones o errores que pueda cometer consti-
naciones por parte de los especialistas. Ha sido en cambio dicha tuyen preciosos indicios, aptos para determinar su profunda ac-
—- la representación de objetos en movimiento despier- teoría, y sólo ella, la que durante todo este período ha inspi-
ta más interés que la de objetos inmóviles; titud con respecto ai producto o-la marca estudiados.
rado los estudios de creación y de difusión de mensajes publici- — Las técnicas proyectivas: la investigación puede
— ciertos trucajes cinematográficos (fondos difumina- tarios. Las cosas cambiaron hacia, los.:años cincuenta, a raíz de
dos, manipulación de- la escala dimensional o volumétrica de los alcanzar niveles más .profundos mediante- la aplicación de tests
la aparición de estudios de motivación que originaron una nue- proyectivos en cuya pormenórización no podernos entrar aquí.
objetos, etc.), permiten, en elmismo seno de la imagen, llamar va interpretación de la "comunicación .publicitaria y contribuye-
la atención sobre tal o cual objeto... Digamos simplemente que estos tests (fotos o dibujos que repre-
ron a modificar sensiblemente la idea del papel que desempeña sentan situaciones o personajes) permiten que las personas se
3. Crítica de la concepción clásica la imagen. Por éso, con objeto de entender la perspectiva que expresen de manera indirecta, es decir, por proyección de su
adoptan estas páginas a continuación, vale la pena recordar bra- comportamiento sobre círa persona, actitud que aumenta la
Todas estas constataciones presentan un interés induda- vemente en qué consisten tales estudios. autenticidad de las opiniones que expresan.
ble. Por lo demás, en la medida en que se han establecido ex- Es fácil concebir que el publicitario que, dispuesto a
lanzar un nuevo producto, quiere elegir un nombre y un lema Todas estas técnicas suelen aplicarse a una cantidad re- ;
perimentalmenté, a nadie se le ocurre dudar de ellas. Más dis- ducida de personas: 50 ó 100 como máximo. Permiten establecer ;¡
de campaña, deba preocuparse ante todo de conocer las nece-
- - cu tibie parece, en cambio, la actitud de los partidarios del mo- : sidades, los gustos y los deseos (confesados o no) del eventual un inventario de las actitudes profundas y de los deseos más o U
délo A.IJDA cuando plantean eL papel desempeñado por la ima- •. menos inconscientes del público. Evidentemente, para conocer i!
.comprador..También comprendemos la clase de .dificultades y
:- gen. Según ellos, si la imagen ha de llamar la atención no debe i tropiezos que puede-sufrir; puesto que de hecho ha de descubrir luego la frecuencia y la distribución de estas actitudes y deseos, ¡í
f - hacerlo por su cuenta y riesgo, sino por el del texto, y será en- -! y analizar actitudes profundas. Ya hace tiempo que recurrir a hay que interrogar a un número de-personas mucho más alto: i
f - tonces la argumentación escrita la que asuma la función esen- i la pregunta directa, tal como hacían los partidarios del mode- uno o varios miles. Esta segunda parte de la encuesta se acerca '•
cial del mensaje publicitario.-Ncrobstante, resulta que la- evoltK~~ lo A.I.D.A., resulta en este aspecto totalmente insuficiente. En bastante al estudio clásico por sondeo, dado que las preguntas
ción de las prácticas publicitarias durante estos últimos cincuen- efecto, la gente no irá a decir en una encuesta cos^s que ni si- suelen hacerse a partir de un cuestionario preestablecido. No
ta años desmiente flagrantemente 'semejante concepción. quiera contaría a sus mejores amigos, cosas por otra parte de obstante, este cuestionario se caracteriza por la introducción de
A nivel teórico, será Henri Joannis, de entre los autores las que no es muy consciente ella misma. Además, aun suponien- preguntas abiertas y de algunas técnicas proyectivas simplifi-
recientes, quien mejor haya puesto en evidencia las insuficien- cadas.
cias de la interpretación clásica. Veamos, brevemente resumida, do que la persona encuestada sea capaz de responder, su res- •
la mayor reserva que formula con respecto a dicha interpreta- puesta no sería-con frecuencia más que una justificación o una
ción. Los tests de anuncio, recuerda, suelen desembocar en los racionalización de los verdaderos móviles de su comportamien-
siguientes resultados: to. Si busca una posibilidad de éxito, el encargado de la encues- 2. La concepción motivacionista de la imagen
\^
ta debe recurrir a técnicas indirectas y crear un impacto en el
J
— se han fijado en el anuncio: 40 % de las personas que plano preconsciente o inconsciente del consumidor. Por eso, la El gran interés de los estudios de motivación ha consis-
constituyen el objetivo de la campaña; mejor manera de caracterizar los estudios de motivación será a tido en descubrir la naturaleza inconsciente de los móviles que
— lo han identificado: 35 %; .•:•• base de abandonar las técnicas directas y de cambiar radical- pesan sobre las decisiones de' compra y en verificar el carácter
— lo han leído en parte: 10%; mente el nivel de la investigación. Las técnicas principales uti- auto-expresivo de la mayor parte de nuestras conductas ya
— han leído el texto por entero: 5 %. lizadas por dichos estudios se presentan como sigue: puesto en evidencia por el psicoanálisis. Esto les ha ayudado a
demostrar, sobre todo, que el deseo de expresar nuestra per-
Fácil es comprobar, en tales condiciones, la necesi- sonalidad tai cual es —o tal como querríamos que mera—, es
3. el mensaje conativo (o ¡mpltcativo) se orienta esen- máximo con los signos ¡cónicos para lograr que produzcan el 1. En la imagen epifánica —que a nivel verbal corres-
cialmente hacia el destinatario (su expresión gramatical prefe- efecto deseado. Así pues, serán esta clase de imágenes las que ponde al término «fíjense»—. el significado esencial del mensa-
rencial es e! vocativo o el imperativo); mejor asuman la función poética, típica de la comunicación pu- je se centra, no tanto en el mismo producto, sino en su aparición
4. el mensaje fótico tiene por objetivo principal el con- blicitaria (fig. 6). en el mercado. Semejante imagen suele construirse «en base a
trol del circuito que permite la comunicación («Escuche, me De todos modos, una buena imagen publicitaria no pue- una dinámica de irrupción: el objeto que surge del fondo de la
oye?."): de ni debe ser una simple obra de arte, por mucho que le tiente irhagen [...] estalla en primer plano, de forma casi siempre hi-
5. el mensaje metaüngüistico se propone explicitar los al creador. En este terreno, el éxito consiste en saber conciliar pertrofiada».2' Puede ir solo o acompañado de personajes. En
términos que utiliza (sirva de ejemplo lo que estamos haciendo poesía y eficacia. tai caso, estos últimos hacen de presentadores: situados en posi-
en este momento); Por eso, a fin de cuentas, será-la eficacia la que exija ci~>n frontal, mirando hacia el «lector», ofrecen el producto con
6. el mensaje poético, finalmente, que, pese a su deno- nue una imagen publicitaria cumpla con este otro requisito: la un gesto particular de exhibición o de elevación. El producto
minación, no se limita al terreno de la poesía: Jakobson entiende redundancia. Mientras que la repetición de palabras de igual ocupa así el centro y la parte delantera de la imagen, y suele
por «poético» toda comunicación en donde «el acento [queda] significación constituye en un texto literario (salvo casos bien colocarse por encima del presentador (fig. 8).
situado en el mensaje por cuenta propia»," o sea toda comu- delimitados) un defecto de estilo muy inequívoco, el pleonasmo 2. La imagen ontológica tiende a recordar la existencia
nicación en donde los signos han sido tratados con especial cui- en cambio es una necesidad vital para la imagen utilizada en de un producto ya más o menos antiguo. En la imagen iipo que
dado. publicidad. Una imagen publicitaria debe ser redundante no corresponde a esta clase de mensaje, el producto aparece en pri-
sólo con relación al texto, sino también en su misma estructura: mer plano, abultado, sin ambientación, sin personajes, con un
Al inspirarse en este análisis, Péninou atribuye al men- requiere la utilización de varios-«signos» para traducir una mis- texto que casi siempre se limita al nombre de la marca. Esta es
saje publicitario24 tres funciones esenciales. Toda publicidad pro- m a idea. ' . . ' : _ la clase dé mensaje que Péninou califica de «mensaje ontológi-
cura implicar al destinatario: cumple así una función implicati- Esta multiplicación de significantes que tengan el mis^ co»: todo ocurre como si el producto se contentara con procla-
\>a. Toda publicidad es publicidad por algo: de modo que tam- ; mo significado permite privar a la.imagen de esta temible poli- mar: «Soy M » (fig. 9). . . '••
bien cumple una función referencial. Toda publicidad, en 'suma, ; semia inherente, a .su. propia naturaleza de imagen-y evitar así 3. La imagen predicativa intenta esencialmente signifi-;
se dedica a un determinado trabajo sobre los signos que utiliza: [ toda «lectura» errónea del mensaje. Además, se encarga de que car una cualidad, o un conjunto de cualidades, del producto.
cumple asimismo, por consiguiente, una función poética.23 resalte más la imagen en medio del incesante.raudal de las de-
'_ Toda pubilicidad, en un momento dado de su política de pro-
Por tanto, todo mensaje publicitario equilibrado cumple ' más imágenes: «Se trata de una. reacción preventiva y defensiva moción, no tiene más remedio que recurrir a este género de imá-
competitivamente las tres funciones ya citadas. De hecho, como contra un entorno publicitario igualado»17 (fig. 7). genes. El creador tropieza aquí con una dificultad que ignora:1,
el objetivo esencial del mensaje consiste en provocar un acto (el las dos categorías precedentes de imágenes: representar visu^l-
acto de compra), las funciones referencial y poética suelen su- mente una cualidad. Si no duda en recurrir a la retórica, se ex-
peditarse a la función implicativa. b) Principales tipos de imágenes • plica por su necesidad de burlar este obstáculo: las figuras cíe
En tales condiciones, los que se meten con la publicidad : retórica permiten sugerir lo que no puede representarse direc-
porque informa mal al consumidor sitúan su crítica en un te- Debemos completar y matizar las observaciones prece- tamente (fig. 10). Las dos figuras utilizadas con más frecuencia
rreno deficiente. Es como si nos quejáramos de que el lenguaje dentes mediante la descripción de-los principales tipos de men- en publicidad, en razón de su valor de connotación particular-
de las matemáticas no conmueve nuestra sensibilidad. Paralela- sajes a que corresponden los principales tipos de imágenes. Esta mente rica, serán la metáfora y la sinécdoque. En la primera,
mente, también cometen un error quienes reivindican la eficacia clasificación, que ya de por sí es provechosa, tiene además la el respaldo de esta cualidad no se basa en el producto, sino en
'de la publicidad en tanto que información f actual... __ —: virtud de precisar el código perteneciente a cada categoría de un objeto o un personaje que se une- al producto o que lo substi-¡
:
" ;•:'"' ":'~ ~-'~ •"~-_-¿.;"-.'r-->.~--!-r.^. por ¡o demás, podemos imágenes. tuye mediante una «transfusión» peculiar de sus propias cuali-¡
distinguir, en este aspecto, dos grandes «regímenes» de figura- Podemos distinguir tres grandes variedades de mensa- dades (bloque de hielo que equivale al frescor de una nevera, í
ción publicitarios:.» la figuración con carácter documental y la jes publicitarios: por ejemplo). En la segunda, será el mismo producto, reducido!
figuración c o n carácter jmpresivo?*.' . . . .;.'-.• a uno de sus elementos, quien sirva,;de'respaldo a la cualidad!
En el primer caso, la imagen pretende j-eprpducir fiel- 1. el mensaje de aparición (mensaje epifdnico) que as- (el volante y las marchas que, por sí solas, ya sugieren la «clase»
mente el producto e informar sobre sus principales característi- pira a que "ér publico "se entere de que ha irrumpido en el mer- del vehículo).30
cas, su forma de empleo... En rigpr, esta clase de imagen, cuan- cado un nuevo producto o una nueva variante de un producto
do el mensaje de denotación se impone al de connotación, deja antiguo; ' Observemos que las-imágenes' epifánica y ontológica
de ser publicidad: -semejantes imágenes también podrían figu- 2. el mensaje de exposición (mensaje ontológico) que se suelen formar parte del régimen de publicidad documental. La
rar en un manual o una enciclopedia. Y por lo general, ésta es propone recordar la existencia de un producto (evidentemente, ¡m?gen predicativa, en cambio, representa por excelencia el ré-
la ocasión que aprovecha el texto, acompañante de la imagen, esta clase de mensaje sólo afecta a los productos que ya están gimen impresivo.
'para recuperar en beneficio propio el carácter" implicativo del en el mercado);
mensaje (fig. 5). 3. el mensaje de atribución (mensaje predicativo) que
En el segundo caso, el objetivo propuesto no consiste pretende valorizar tal cualidad o tal-conjunto de cualidades per-
en suministrar una representación analógica del objeto, sino en tenecientes al producto. * 63
crear un ambiente, evocar un sentimiento, suscitar una emoción.
Publicidad que calificaremos de sentimental, imprevisiva, erótica Estas tres categorías de mensajes conectan con tres ca-
o más comúnmente, según la afortunada expresión de Péninou, tegorías de imágenes: la imagen epifánica. la imagen ontolóeica
de publicidad «pasional». Entramos aquí de lleno en lo implica- y la imagen predicativa.
tivo, el mensaje de connotación suplanta al de denotación y la
retórica se mueve a sus anchas. El creador debe esforzarse al

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