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Capítulo 15

Los hidrocarburos y el ambiente.


Las energías alternativas y el futuro.
Siglo XXI. Concepto de Desarrollo Sustentable.
Su implementación ......................................................................................... 124

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Desde la exploración empieza el cuidado de la relación entre
el hombre y la tierra o su ambiente; continúa con la perforación,
la producción, el almacenamiento, refinación y petroquímica, y
llega al usuario directo de los derivados del petróleo y del gas,
como se ha visto, por ejemplo, en el espacio de la estación de
servicios.

Pero esto no ha sido suficiente. El siglo XX trajo el petróleo y


el hollín desapareció: pero quedó el dióxido de carbono. Para
muchos, la producción de energía ha pasado a ser sinónimo
de generación de dióxido de carbono, y con ello, del efecto
invernadero. Puede consignarse que:
> la temperatura media de la superficie de la tierra subió entre
0,3 y 0,6ºC desde1900;
> los 10 años más calurosos se han registrado desde 1980 en
Consumo de energía adelante;
en el mundo. > en el último siglo el incremento de los gases del efecto
Situación en 1997. invernadero ha sido el siguiente:

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• metano: 100%;
• dióxido de carbono: 25%;
• óxido nitroso: 19%.

De todos modos, tanto las causas como las


consecuencias del efecto invernadero se
encuentran aún en proceso de análisis.

Los acuerdos a nivel mundial sobre cambios


climáticos producidos por este efecto invernadero
comprometen a realizar esfuerzos para disminuir las
emisiones de los gases que ocasionan dicho efecto. El uso de Consumo de energía
naftas sin contenido de plomo (eliminación del empleo del en el mundo.
tetraetilo de plomo –altamente venenoso y contaminante– Proyección para el 2015.
como mejorador octánico) o la creciente demanda de gas
como fuente energética, se explica porque es energía más
limpia y económica. El impacto ambiental producto de la
combustión del gas es menor que el de los combustibles líquidos
y sólidos.

Pero el área de cuidado del ambiente no sólo atiende a la


naturaleza: quedaría incompleta su significación si no atendiera
también al hombre que trabaja en esta industria, y a quien se
beneficia con su uso. Las publicidades preparadas por las
empresas del gas, por ejemplo, para evitar accidentes
domésticos, son un dato permanente de la educación para la
preservación del hombre y su medio. Seguridad, confiabilidad,
disminución de riesgos.

El uso racional de la energía, tan ligado a la noción de


recursos no renovables, como ya se observó, es también un fuerte
componente del cuidado del ambiente: se prevé que las metas
de la política de conservación del ambiente para los próximos
años en gran medida podrán ser alcanzadas en los países
industrializados (de alto índice de consumo de energía por
habitante), con un uso más racional de la energía que el actual.

El panorama para las próximas décadas presenta grandes


desafíos: los combustibles fósiles como el petróleo y el gas
parecen tener asegurado su protagonismo pero habrá mayor

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presión en cuanto a atender sus efectos sobre el ambiente. Por
ello comienza a resurgir la participación de las energías
alternativas como soluciones para obtener un entorno más limpio.

Siglo XXI. Concepto de Desarrollo Sustentable.


Su implementación.
El fin del milenio encuentra al hombre en la búsqueda de
fuentes de energía renovables, no contaminantes y capaces de
proveer un "desarrollo sustentable": entre ellas las energías solar,
eólica, hidráulica, geotérmica, oceánica, todas de uso en
general restringido, a las que se agrega la biomasa.

El concepto de "desarrollo sustentable" nace en 1987 con el


informe titulado "Nuestro futuro común", más conocido como
"Informe Brundtland" (Gro Harlem Brundtland: World Commission
on Environment and Development, Ginebra, 1987): el Desarrollo
Sustentable es aquél capaz de satisfacer las necesidades de la
actual generación sin amenazar las correspondientes a las
generaciones venideras, dejándoles a las mismas la opción de
poder elegir su propio estilo de vida. El desarrollo, expresado en
forma genérica, involucra tres componentes interrelacionados: el
económico, el social y el ecológico, visto esto como el conjunto
armónico de tres factores conciliables.

Estos conceptos fueron extendidos y expresados en términos


concretos en la Conferencia para el Ambiente y el Desarrollo,
organizada por las Naciones Unidas en Río de Janeiro en 1992. En
esta Conferencia se redactó además la denominada Agenda 21,
que consiste en un plan de acciones para el próximo siglo,
distribuidos en cuarenta capítulos cuyo objetivo es lograr el
"desarrollo sustentable".

La energía –así calificada en la Agenda 21– es uno de los


factores decisivos del "desarrollo sustentable". Los países
desarrollados con un 25% de la población mundial, consumen el
75% de la energía producida en el planeta. A su vez se prevé que
la demanda global crecerá en un 40% hasta el 2020, y que más
de las dos terceras partes de dicho aumento será absorbido por
los países de Asia, Sud América y África. Sin energía estos países
no saldrán del subdesarrollo.

A su vez, el aumento de población con el consecuente


incremento de demanda de energía aumentará la dependencia
de su importación. Así pues, mientras en la actualidad la mitad
de la población del globo depende de la importación de
energía, dicha dependencia llegará al 80% para el año 2020.

La consecuencia del "desarrollo sustentable" exigirá pues una


cuidadosa extracción del recurso energético, una producción
mejorada del mismo, su uso racional, tecnologías competitivas y
el recultivo de las tierras dañadas por la sobreexplotación.

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