Había una vez un caballo llamado Lucero que vivía en
una selva. La selva estaba abandonada, pero un día se encontró un perro llamado Pluto. Los dos se hicieron amigos porque no tenían a nadie para poder jugar. Al rato de estar juntos, vieron un barco pirata a lo lejos.
Entonces, decidieron acercarse a verlo. Estaba
destrozado porque se había chocado con una roca. Cuando estaban cerca escucharon unas voces de piratas, se asustaron y salieron corriendo de aquel lugar. Al escapar, Pluto pisó una rama y un pirata que estaba cerca se dio cuenta y comenzó a perseguirlo. Como Lucero era más rápido que Pluto, consiguió escapar pero Pluto no. El pirata, lo llevó capturado al barco y Lucero se puso muy triste.
Al cabo de varios días, Lucero fue al barco con
cuidado para que no le escucharan los piratas. Cuando entró, Pluto estaba allí en una jaula, Lucero la abrió muy despacio y consiguieron escapar del barco sin que aquellos piratas malvados se dieran cuenta.
Al final, Pluto se alegró mucho y se hizo amigo de