Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Aunque algunos elementos como el oro (Au), plata (Ag), cobre (Cu), plomo (Pb) y
el mercurio (Hg) ya eran conocidos desde la antigüedad, el primer descubrimiento
científico de un elemento ocurrió en el siglo XVII cuando el alquimista Henning
Brand descubrió el fósforo (P). En el siglo XVIII se conocieron numerosos nuevos
elementos, los más importantes de los cuales fueron los gases, con el desarrollo
de la química neumática: oxígeno (O), hidrógeno (H) y nitrógeno (N). También se
consolidó en esos años la nueva concepción de elemento, que condujo a Antoine
Lavoisier a escribir su famosa lista de sustancias simples, donde aparecían 33
elementos. A principios del siglo XIX, la aplicación de la pila eléctrica al estudio de
fenómenos químicos condujo al descubrimiento de nuevos elementos, como los
metales alcalinos y alcalino–térreos, sobre todo gracias a los trabajos de Humphry
Davy. En 1830 ya se conocían 55 elementos. Posteriormente, a mediados del
siglo XIX, con la invención del espectroscopio, se descubrieron nuevos elementos,
muchos de ellos nombrados por el color de sus líneas espectrales características:
cesio (Cs, del latín caesĭus, azul), talio (Tl, de tallo, por su color verde), rubidio
(Rb, rojo), etc.
2.2 Propiedades atómicas y su variación
Periódica.
La Tabla Periódica puede usarse para distintos fines, en particular es útil para
relacionar las propiedades de los átomos a escala atómica. Las variaciones de las
propiedades periódicas dependen de las configuraciones electrónicas, en especial
de la configuración de la capa externa ocupada y de su distancia con respecto al
núcleo.
Zefec = Z – σ
Donde Z es la carga nuclear real( es decir, el número atómico del elemento) y σ se llama
constante de protección o constante pantalla. La constante pantalla es mayor que cero
pero menor que Z.
En átomos con 3 o mas electrones, los niveles internos llenos protegen mejor a los
electrones externos que los electrones del mismo nivel.
2.2.2 Radio atómico, radio covalente,
Radio iónico.
Así el radio atómico es la mitad de la distancia entre dos núcleos de dos átomos
adyacentes
La suma de dos radios covalentes debería ser la longitud del enlace covalente
entre los dos átomos. Sin embargo, esta relación no se cumple de forma exacta ya
que el tamaño de un átomo no es constante. Este depende del entorno químico
donde se encuentre. Generalmente la longitud del enlace covalente tiende a ser
menor que lo que la suma de radios covalentes. En consecuencia, los valores
tabulados de radios covalentes que se encuentran en la bibliografía son valores
idealizados o promediados.
El radio iónico es el radio de un anión o de un catión. El radio iónico afecta las
propiedades físicas y químicas de un compuesto iónico