Aunque su actividad profética se desarrolla en el Norte, Amós procede del
reino del Sur, de una aldea de Judea llamada Tecoa, en el límite del desierto de Judá. Amós era un pastor de esta zona de colinas algo agrestes. Se dedicaba también al cultivo de sicomoros (7,14) en el buen tiempo, y cuyo fruto servía de alimento para el ganado menor. Aunque su procedencia sea rural, era de condición acomodada y gozaba de un buen bagaje cultural, como vemos en su predicación. Predica en el reinado de Joroboan II, 783-743, época gloriosa humanamente hablando, pero en la que el lujo de los grandes es un insulto para la miseria de los oprimidos.
2. Buscar y redactar su llamada al servicio de Dios.
Amós describe su vocación, es decir, la llamada de Dios que él sintió, en
apenas dos versículos de su libro (Am 7,14-15). Cuando Amasías, el sacerdote del santuario de Betél, acusa a Amós de estar conspirando contra el rey Jeroboam II y le dice que se vaya a “profetizar” y a “ganarse el pan” en Judá, su país, y que no profetice más en Betél, Amós le responde: “Yo no soy profeta ni uno de los hermanos profetas; soy simplemente vaquero y picador de sicomoros. Yahveh es quien me sacó de detrás de las ovejas y me dijo: «Ve y habla de parte mía a Israel, mi pueblo»” (Am 7,14-15). 3. Mencione las características en el ejercicio de su ministerio
Está a favor del pueblo (de los más pobre)
Denuncia la desigualdad y la injusticia, la infidelidad a Yahvéh y a los derechos del pueblo Obedece en toda circunstancia. Fue Valiente pese a la adversidad. Fiel en el ejercicio de su misión.
4. Que elementos nos da para ser verdaderos líderes.
Tener vocación (sentir el llamado de Dios).
Tener Valores espirituales. Ser Perseverantes. Velar por el bien de los demás. Denunciar la injusticia.