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USO DE SUBSTANCIAS HÚMICAS EXTRAÍDAS DE COMPOSTAS EN LA

PRODUCCIÓN DE ALGUNAS HORTALIZAS

Rubén López Cervantes1 ; Alfonso Reyes López2; Edmundo Peña Cervantes1;


María del Rosario Zúñiga Estrada3

1.- Profesor-Investigador en Suelos – UAAAN; 2.- Profesor-Investigador en Horticultura –


UAAAN; 3.- Investigadora del INIFAP-Coahuila, Campo Experimental Saltillo.

INTRODUCCIÓN

Las substancias húmicas son macromoléculas orgánicas diferentes y más estables que los
compuestos de donde provienen, constituyen al humus e incluyen los ácidos húmicos (AH),
ácidos fúlvicos (AF) y huminas residuales (HR). En el mundo hay dos corrientes de estudio de
acuerdo a su origen:
La primera es en Estados Unidos de América, ya que los ácidos húmicos y fúlvicos
empleados para su estudio son extraídos de minas de carbón y provienen de minerales fósiles
tales como la leonardita, turbas y lignitos, inclusive ya desde fines de la segunda guerra mundial,
los productores de los Estados de California, Texas, Atlanta y Pensilvania, molían estos
minerales y el polvo lo aplicaron como fertilizantes a cereales y pastos con excelentes resultados.
La segunda corriente se ha desarrollado en Rusia, Francia, Alemania, Italia y Canadá, desde
inicios del siglo anterior, donde han estudiado con amplitud el proceso de humificación en suelos
de bosque, es decir, el papel de la materia orgánica ya transformada en humus en la génesis de los
suelos. Esto ha generado que una gran cantidad de investigadores hayan establecido lo conocido
hasta ahora, en cuanto a las características y el modo de acción de las moléculas de las
substancias en los suelos agrícolas y en la fisiología y nutrición vegetal.
En México, sobre todo en el Norte, el uso de ácidos húmicos en la agricultura con fines de
fertilización, inicia a fines de los años 80’s, ya que empresas dedicadas a la venta de productos
agroquímicos expenden los compuestos mencionados, aunque todos estos productos orgánicos
provienen de los minerales fósiles, los cuales se importan de Estados Unidos (California,
Pensilvania y Atlanta), Europa (Alemania, Italia y España) y el Medio Oriente (Israel). Lo
anterior provoca altos precios de estos productos.
En toda materia orgánica se deben presentar los procesos de mineralización
(transformación de compuestos orgánicos en inorgánicos) y humificación (síntesis y/o unión
química y/o biológica de compuestos de degradación de residuos de origen vegetal y animal),
para transformarse en humus, pero, éstos en condiciones naturales son lentos, de varios meses a
decenas de años, en función del tipo de materia orgánica y los factores del medio ambiente. Para
acelerar la humificación, en un “reactor” se mezclaron estiércol de bovino y de caprino con
residuos orgánicos de cocina y agua y en 60 días, se obtuvieron aceptables cantidades de ácidos
húmicos y ácidos fúlvicos con la adecuación de una metodología, cuya eficiencia consiste en usar
una solución acuosa de hidróxido de sodio.
La gran mayoría de los investigadores de las substancias húmicas, concuerdan en que
gracias a los grupos funcionales de éstas, se debe su actuación en las propiedades físicas y
químicas del suelo, así como en las funciones fisiológicas de las plantas y en la nutrición vegetal.
Se cree que las substancias húmicas intervienen directamente en una gran cantidad de procesos
fisiológicos involucrados con el crecimiento de las plantas e indirectamente en la nutrición
vegetal en forma similar a los intercambiadores de iones sintéticos (agentes quelatantes), sin
embargo, este mecanismo no está bien dilucidado. Por lo comentado, el objetivo general fue
obtener en el menor tiempo posible la mayor cantidad de ácidos húmicos y fúlvicos extraídos de
la humificación de residuos de origen animal y establecer su comportamiento en la nutrición,
crecimiento y desarrollo de algunas hortalizas.

1.- OBTENCIÓN Y CARACTERIZACIÓN DE LAS SUBSTANCIAS HÚMICAS

Introducción

El término materia orgánica del suelo (MOS), se refiere al conjunto de substancias


orgánicas que contienen carbón. Química y físicamente, consiste en una mezcla de residuos de
plantas y animales en varios estados de descomposición, substancias sintetizadas microbiológica
y/o químicamente, de productos desmenuzados, de cuerpos vivos y muertos de microorganismos
y pequeños animales que permanecen descompuestos (Schnitzer y Schulten, 1995; Schnitzer,
2000). Por convención, es dividida en dos grupos: substancias no húmicas y húmicas (Stevenson,
1982).
Las substancias no húmicas son los carbohidratos, proteínas, grasas, ceras, resinas,
pigmentos y ácidos grasos de bajo peso molecular (Atlas, 1984), éstos son relativamente fácil de
descomponer por los microorganismos, por lo que tienen poca duración en el suelo, mientras que
la celulosa, hemicelulosa y lignina por su estructura molecular son difíciles de alterar
(Alexandrova, 1994; Schnitzer y Schulten, 1995; Yano et al., 1998) y se les considera los
principales “precursores” de las substancias húmicas (SH) (Duchaufour, 1984; Fründ et al., 1994;
Orlov, 1995). La transformación de las substancias no húmicas en húmicas se integra en dos
procesos: la mineralización y la humificación. La primera es la formación de compuestos, en
general solubles (nitratos, fosfatos, etc.) o gaseosos (CO2), por la acción de microorganismos
(Duchaufour, 1984; Fründ et al., 1994). La segunda consiste en la síntesis y/o unión química y/o
biológica de compuestos de la degradación de residuos de plantas y animales, por la actividad
enzimática de los microorganismos (Fründ et al., 1994).
La humificación de materiales orgánicos, origina las substancias húmicas (SH), las cuales
son una mezcla heterogéneas de macromoléculas orgánicas, con estructura química compleja,
distinta y más estable que su forma original, provienen de la degradación de residuos de plantas y
animales, así como de la actividad de síntesis de microorganismos (Stevenson, 1982; Schnitzer,
1978. 2000) y sus características generales son: color de amarillo a oscuro, ácidas,
predominantemente aromáticas, hidrófilas, químicamente complejas, polielectrolíticas, con un
amplio rango de peso molecular, el cual va desde algunos cientos hasta algunos miles (Schnitzer,
1978) y constituyen del 70 al 80 por ciento p/p de la materia orgánica de la mayoría de los suelos
(Schnitzer, 2000).
De acuerdo a su solubilidad en álcalis y ácidos, las substancias húmicas se clasifican en
ácidos húmicos (AH) y ácidos fúlvicos (AF), los que son macromoléculas aromáticas complejas,
muy estables, con estructura polimérica en forma de círculos, cadenas y racimos (Schnitzer,
1978; Schnitzer y Ghosh, 1982; Stevenson, 1982; Schnitzer y Schulten, 1995), ciclos aromáticos
condensados (eworobe-at-cc.Umanitoba.CA, 1996), con aminoácidos, amino-azúcares, péptidos
y compuestos alifáticos (Stevenson, 1982; Schnitzer, 1978, 2000) y las huminas residuales (HR),
las que están menos estudiadas hasta ahora.
Las características son: los AH no son solubles en agua pero en álcalis sí, precipitan en
medio ácido, son de color café oscuro a negro y con alto peso molecular (20000 KDa), 62 % de
carbón y 30 % de oxígeno. Los AF se caracterizan por ser solubles en agua a cualquier condición
de pH del medio y permanecen en solución después de la separación de los AH por acidificación,
son de color amarillo claro a amarillo oscuro, de bajo peso molecular (de 170 a 2000 Da), con un
45 % de carbón y 48 % de oxígeno. Una importante diferencia entre los AH y AF es que el
oxígeno de estos últimos, puede ser considerado como grupos funcionales –COOH, -OH
fenólicos, -COO y C=O, unidos a cadenas alifáticas y ciclos aromáticos, mientras que en los AH
la mayor porción de oxígeno, parece estar presente como un componente estructural del núcleo
y/o ciclos aromáticos (Schnitzer, 1978, 2000; Stevenson, 1982; Stevenson y Schnitzer, 1982;
Cameron et al., 1989).
Para la extracción de substancias húmicas, de cualquier material orgánico humificado y/o
suelos, se emplean métodos denominados no degradativos y degradativos. Por su facilidad el más
empleado (aunque es degradativo) es por vía química, el cual consiste en el uso de hidróxido de
sodio (NaOH) a concentraciones de 0.1 0.5 y 1.0 N en solución acuosa (Senesi, 1994; Sorge et
al., 1994; Amalfitano et al., 1995; Schnitzer, 1978, 1991, 2000). Aunque también han sido
probadas algunas sales neutras y ácidos orgánicos, como el pirofosfato de sodio a 0.1 N y 0.1 M e
hidróxido de potasio al 0.1 y/o 0.5 N (Piccolo, 1989). Sin embargo, la estructura molecular de los
AH y AF no ha sido plenamente identificada, ni reconocida universalmente, por la gran
heterogeneidad de orígenes, fuentes de materiales y factores que intervienen en su constitución y
porque los Científicos no están en posibilidades de proponer un concepto válido de la(s)
molécula(s) de estos compuestos.
En la estructura de los AH, una de las formas muy interesantes, es la presencia de vacíos
de variadas dimensiones, los cuales pueden atrapar o unir otros componentes orgánicos como
carbohidratos, proteínas y lípidos o bien inorgánicos como arcillas minerales y oxihidróxidos.
Además, los carbohidratos y las proteínas, son adsorbidos en la superficie externa y en los vacíos
internos, los puentes de hidrógeno juegan un importante papel en su inmovilización, junto con el
agua. Los grupos funcionales, principalmente los oxigenados, están involucrados en reacciones
con metales y minerales, los que proveen elementos nutrimentales para las raíces de los vegetales
(Orlov, 1995; Schnitzer, 2000). Los AH y los AF pueden complejar y/o quelatar cationes, debido
a su alto contenido de grupos funcionales libres. Aquí dominan los grupos funcionales carboxilos,
estimados entre 500 y 900 meq/100g para los AH y los oxhidrilos fenólicos, cuya cantidad no es
más de 1400 meq/100g para los AF, porque más del 80 % de la estructura molecular de dichos
ácidos, está formada por los grupos funcionales mencionados, por ejemplo, los elementos
metálicos son más rápidamente adsorbidos que los alcalino-térreos (Orlov, 1995; Harter y Naidu,
1995; Schnitzer, 2000).
La complejación y/o quelatación de cationes, es probablemente el más importante papel
de las SH con respecto a los sistemas vivos (vegetales), porque al quelatar los iones, ellos
facilitan la disponibilidad de éstos para algunos mecanismos, uno de los cuales es prevenir su
precipitación y otro puede ser su influencia directa en la disponibilidad de los iones (López,
2002).

Trabajo de Laboratorio

Los AH y AF fueron obtenidos de composta y de leonardita. La composta empleada fue


elaborada a base de estiércol de bovino mezclado con residuos de cocina. La proporción de estos
materiales fue de 3:1 y se colocaron en un recipiente (“reactor”) con agua y después de 30 días se
obtuvo la composta con las siguientes características: pH de 7.6; densidad aparente de 0.62 g cm-
3
; conductividad eléctrica de 2.8 dS m; proteína cruda de 7.38 %; grasas de 7.62 %; carbohidratos
de 11.45%; celulosa de 58 % y lignina de 29 %. Estas últimas cinco características, se
determinaron por el método del ácido- detergente (Wine, 1968).
Los AH y los AF de la composta se obtuvieron de la siguiente manera: a cinco gramos de
la composta, previamente secada al aire, se le agregaron 200 mL-1 de hidróxido de sodio (NaOH,
1M) (CTR, Monterrey, Nuevo León, México). Los AH y los AF de la leonardita, se obtuvieron
disolviendo cinco gramos del mineral fósil mencionado en 200 mL-1 de NaOH, 1M. Las
suspensiones se dejaron reposar durante 24 horas a la temperatura ambiente. De esta forma las
substancias húmicas de ambos orígenes fueron extraídas.
Una vez realizado lo anterior, las substancias húmicas de los dos orígenes, fueron
separados por precipitación con ácido sulfúrico al 10 %. Los AH de ambos orígenes precipitaron
y los AF permanecieron en solución. Los primeros fueron lavados en cinco ocasiones con agua
destilada y cinco con agua bidestilda para eliminar los residuos del ácido sulfúrico. En cada
ocasión de lavado, las substancias fueron centrifugadas (Centrífuga BHG-ROTO UNI,
Instrumenta, S. A. México) durante 20 minutos a 5000 g. Los AH de la composta fueron
denominados AHC y los AF como AFC y sus porcentajes fueron 5.6 y 5.8, respectivamente. Las
correspondientes substancias provenientes de la leonardita fueron nombradas AHL y AFL y
presentaron cantidades de 12 y 32 por ciento, respectivamente.
Los AH de ambos orígenes, fueron deshidratados en estufa durante 72 horas a 60º C, con
el fin de que la presentación fuera sólida. Para concentrar los AF, de las dos fuentes, se procedió
a neutralizar la solución salina en que se encontraban (de pH 2 a 7), por medio de hidróxido de
amonio (NH4OH), desecándose en un roto-evaporador (Büchi R110, Brinkmann Instruments Inc.
Westbury, NY, USA) durante 20 horas a una temperatura de 50º C, hasta presentar una
consistencia de gel. Finalmente, fueron desecados en estufa a 60º C y el resultado fue un polvo
grisáceo los derivados de composta, mientras que los de leonardita quedaron en forma de
hojuelas negras. A las cuatro substancias, por reacción ácido-base, se les midió la acidez total
(AT), es decir, los grupos –COOH y –OH en cmolc·kg-1 (Schnitzer y Gupta, 1965) y la capacidad
de intercambio cationico (CIC) (Lax et al., 1986).
Como se aprecia en el Cuadro 1, la acidez total (AT) de los ácidos fúlvicos de ambos
orígenes fue superior a la de los ácidos húmicos, lo que denota una disminución de la AT de
ambos tipos de ácidos húmicos (Stevenson, 1982) en 48 y 72 por ciento, respectivamente. La
cantidad de grupos funcionales –COOH en los ácidos fúlvicos de composta (AFC), fue superior
en 85 por ciento a los ácidos fúlvicos de leonardita (AFL), 82 por ciento a los ácidos húmicos de
la composta (AHC) y 89 por ciento a los ácidos húmicos de leonardita (AHL). Como una
tendencia general, el contenido de grupos –OH y –COOH en los compuestos húmicos, indican el
grado de humificación de la materia orgánica (Schnitzer, 2000). Cuando en los ácidos húmicos
aumentan los grupos funcionales –COOH, se presenta un decremento en los grupos –OH y
viceversa en los ácidos fúlvicos. Aquí puede presentarse una deprotonación de los grupos, en
función del pH. Lo anterior es determinante porque el número total de grupos funcionales
reacciona con cationes y además, la capacidad de adsorción puede ser afectada por el bloqueo de
los grupos funcionales por cationes como elementos nutrimentales y/o unidos a los minerales
arcillosos de los suelos. La capacidad de intercambio catiónico (CIC) de los ácidos fúlvicos de
composta (AFC), fue superior en 30 por ciento a la CIC de los ácidos fúlvicos de leonardita
(AFL), 24 por ciento a los ácidos húmicos de la composta (AHC) y 62 por ciento a los ácidos
húmicos de leonardita (AHL), esto gracias a la mayor cantidad de grupos funcionales carboxilos
(-COOH) (Stevenson, 1982; Schnitzer, 1991; Orlov, 1995).
Cuadro 1.- Acidez total (AT), grupos funcionales libres (-COOH y –OH) y capacidad de
intercambio catiónico (CIC) de cuatro substancias húmicas de diverso origen.

AT -COOH -OH CIC


(cmol Kg-1) (cmol Kg-1) (cmol Kg-1) (cmol Kg-1)

AHC 500 156 344 482

AHL 125 97.6 27.4 240

AFC 961 859 102 632

AFL 600 127 479 443


2.- LAS SUBSTANCIAS HÚMICAS EN LA PRODUCCIÓN DE ALGUNAS
HORTALIZAS

Introducción

Para los fisiólogos vegetales el criterio fundamental del crecimiento, es el aumento en


tamaño del vegetal completo (Salisbury y Ross, 1994), aunque en ocasiones es difícil de medir,
sobre todo por la distribución de la raíz.
Gracias al auge de la agricultura sostenible, dentro de los modos de producción de
hortalizas, el uso de substancias húmicas (SH) se ha incrementado (Reyes et al., 1999), porque se
infiere que intervienen directamente en el crecimiento vegetal. A pesar de esto, no hay evidencia
de que las mencionadas substancias intervengan en algunos procesos fisiológicos de la planta,
como son la formación de raíces adventicias, respiración de raíces y síntesis de proteínas e
indirectamente en la disponibilidad de iones y su traslocación dentro de la planta (Kuiters y
Mulder, 1993), es decir, con esto último se cree que actúan como suplidores y reguladores de la
nutrición vegetal en forma similar a los intercambiadores de iones sintéticos (quelatos)
(Schnitzer, 1991; Orlov, 1995), aunque, también es necesario considerar la capacidad de
intercambio catiónico de las mencionadas SH (Schnitzer, 2000) y de las raíces de las plantas
(Marschner, 1995).
Un ejemplo muy claro del efecto de substancias húmicas en el crecimiento de diferentes
órganos en plantas intactas, fue presentado por Rauthan y Schnitzer (1981) para el accionar de los
ácidos fúlvicos en el crecimiento de pepinos, en este caso, los ácidos fúlvicos a concentraciones
de 100 mg L-1 de agua, incrementaron la longitud de raíz en 31 % , el peso del tallo en 81 %, el
peso de la planta en 130 %, el número de hojas y flores por planta fue de 40 y 145 %,
respectivamente, con respecto a plantas donde se adicionaron mucho más altas concentraciones
de las mencionadas substancias. En adición al incremento en longitud y peso fresco y seco, las
substancias húmicas pueden ejercer un efecto favorable en el desarrollo de raíces adventicias, en
soluciones nutritivas (Vaughan y Malcolm, 1985). En raíces de tomate producidas en solución
nutritiva, los ácidos húmicos fueron más efectivos que los ácidos fúlvicos en el aumento del
crecimiento (Schnitzer (1991), sin embargo, podría parecer que estas dos fracciones húmicas
influyen diferentes aspectos del crecimiento y solo los ácidos húmicos aumentan la elongación
celular, mientras que los ácidos fúlvicos producen efectos opuestos.
Schnitzer y Poapst (1967), demostraron que los ácidos fúlvicos estimulan la iniciación de
la raíz en hipocotilos del frijol (Phaseolus vulgaris), ya que la concentración óptima de los ácidos
fúlvicos requeridos en los hipocotilos (3000-6000 mg L-1), es más grande que los 25 mg L-1
reportados por Linehan (1976) para raíces de tomate. Los grupos funcionales carboxílos, están
involucrados en la iniciación de la raíz en plántula de tomate, porque el ácido polimaléico e
indolacético son similares al ácido policarboxílico de los ácidos fúlvicos, lo cual produce una
respuesta similar de la plántula (Orlov, 1995). Estos mismos científicos, postularon que los
grupos carboxílos y oxhidrilos fenólicos y alcohólicos de los ácidos fúlvicos, son los
responsables de la influencia en la raíz de los hipocotilos como un resultado de su actividad
quelatante.
Se cree que los ácidos húmicos y fúlvicos, pueden complejar y/o quelatar los cationes y
colocarlos disponibles para la raíz de la planta, pero a pesar de esto, el o los mecanismos
mediante el cual sucede lo anterior, no está bien establecido. Para ello, Schnitzer (1991) y Orlov
(1995), propusieron que los grupos carboxilos e hidroxilos fenólicos y alcohólicos de los ácidos
húmicos y fúlvicos son los responsables de lo anterior, ya que más del 80 % de la estructura
molecular de los ácidos está formada por los grupos funcionales mencionados. Los cationes son
complejados en diferentes extensiones por los ácidos húmicos, por ejemplo, los elementos
metálicos son más rápidamente adsorbidos que los alcalino térreos, ya que podrían complejar
hierro y zinc más rápido que el sodio (Stevenson, 1982; Orlov, 1995), por lo que al adicionar
ácidos fúlvicos el hierro es más abundante en tejido vegetal de follaje de tomate (Cuevas, 2001) y
el calcio en melón (Serna, 2001).
Sin embargo, la complejación y/o quelatación de elementos por los grupos funcionales de
las substancias húmicas, podría no ser explicados con el incremento en la disponibilidad de iones,
sino que otros mecanismos podrían estar implicados y es necesario tenerlos en cuenta, como el de
oxidación-reducción (De Silva et al., 1993; Shenker et al., 1995; Adani et al., 1998), por ejemplo,
Römheld y Marshner (1995), propusieron la idea de que la reducción de Fe2+ quelatado por un
compuesto sintético se realiza en el plasmalema cortical de la células de la raíz, lo anterior es
importante porque muchos reportes revelan que los ácidos húmicos y fúlvicos estimulan el
crecimiento vegetal en términos de longitud y peso fresco y seco, pero está en función de las
fuentes de las substancias húmicas y de las condiciones del cultivo.
Además, una gran discrepancia existe por entender si las moléculas completas de las
substancias húmicas son directamente tomadas por las plantas o si son alteradas, este mecanismo
no se conoce aún, sin embargo, las evidencias disponibles sugieren que las substancias húmicas
son adsorbidas en la superficie de la raíz o acumuladas en el “espacio libre aparente” de las
células de la raíz (Vaughan y Ord, 1981), pero, según Marschner (1995), las substancias húmicas
no pueden ser absorbidas por las raíces como tales, debido a su gran peso molecular, más bien los
grupos funcionales son alojados en las partes mencionadas de la células de la raíz.
Comportamiento de Ácidos Fúlvicos de Dos Orígenes en el Crecimiento de Plántula de
Tomate, en Invernadero
Introducción
El tomate es la hortaliza de mayor importancia económica a nivel nacional, porque está
considerada como alimento básico dentro de la dieta de los mexicanos, ya sea para su consumo
en fresco o procesado. Los modos de producción son muy variados, sin embargo, en los últimos
10 años ha tomado gran auge producirlo bajo condiciones de invernadero con fertirriego, para
obtener mayores producciones y de alta calidad para exportación, principalmente a los Estados
Unidos, ya que es el principal mercado importador del tomate mexicano.
Gracias a la acción de los grupos funcionales de las substancias húmicas, se incrementa la
velocidad de germinación al actuar directamente en la multiplicación celular, debido a la
aceleración en la actividad enzimática que se encarga del desdoblamiento de las substancias de
reserva en las semillas, aumentan la longitud de la plúmula al acelerar el proceso respiratorio, lo
que redunda en la intensificación del metabolismo e inducen la proliferación de raíz, al acelerar el
proceso de respiración, aumentan la permeabilidad celular y estimulación hormonal, las cuales
incrementan la longitud de la planta debido a que las moléculas de las substancias húmicas,
proporcionan electrones y oxígeno a las células vegetales (Lulakis, 1995; Furter et al., 1996;
Wang et al., 1996; Xu et al., 1997; Muñoz et al., 1999; Rodríguez y Cordeiro, 1999).
La producción de tomate depende en gran medida de la calidad de la plántula a
trasplantar, la cual está en función de las condiciones fitosanitarias, el vigor, el tamaño y éstas de
acuerdo a las condiciones de nutrición. Para asegurar esta última situación, el productor de
plántula aplica fertilizantes químicos con muy buen éxito, sin embargo, estos son sales
inorgánicas costosas. Por lo anterior, se hace necesaria la búsqueda e implementación de técnicas
económica y ecológicamente factibles para la producción de plántula de hortalizas, por lo que el
objetivo del presente trabajo fue determinar el comportamiento de ácidos fúlvicos de dos orígenes
en el crecimiento de plántula de tomate, en invernadero.

Metodología
En un invernadero del Campus sede de la Universidad Autónoma Agraria “Antonio
Narro”, ubicado en la Ex – Hacienda de Buenavista, Saltillo, Coahuila, México, la cual se ubica a
los 25º 22’ de latitud norte, a los 101º 01’ de longitud oeste y a una altura de 1743 msnm, fueron
colocadas charolas germinadoras de poliestireno de 200 cavidades, con el sustrato denominado
“perlita” (material inerte) y sembradas semillas del híbrido de tomate “Río Grande”. La forma fue
de “charolas flotantes”.
Una charola fue usada para cada tratamiento, los cuales fueron 0.2 y 0.4 mL L-1 de agua
de cada ácido fúlvico, lo que representa una cantidad real (con base en sus porcentajes) aplicada
de 0.58 y 1.16 mg L-1 de agua de los AFC y 3.20 y 6.40 mg L-1 de agua para los AFL,
respectivamente. Estos fueron mezclados con diferentes niveles de la solución nutritiva Douglas
para hidroponía (Sánchez y Escalante, 1988) y se usaron como testigos cuatro niveles de la
solución nutritiva sola. Esto proporcionó un total de 20 tratamientos, los cuales fueron
distribuidos de acuerdo a un Diseño Experimental Completamente al Azar con arreglo Factorial
2x2 con tres repeticiones. La distribución de los tratamientos se presenta en el Cuadro 2.
Se muestreó cada 10 días, después de que la plántula presentó dos hojas verdaderas, en
tres ocasiones y se colectaron 10 plántulas por repetición. El análisis estadístico que se efectuó,
consistió en el análisis de varianza (ANVA) y la prueba de medias de Tuckey (p<0.05%), con el
uso del paquete de computo MINITAB versión 13 para WINDOWS.
Las variables de respuesta medidas fueron: longitud de la plántula (LP) y raíz (LR) área
foliar (AF) (Automatic Area Meter, Model AAM-7, HAYASHI DENKOH Co., LTD, Tokio,
Japan) y peso seco total de la plántula (PS). Además, cuando las plántulas alcanzaron 15 cm-1 de
longitud en promedio (35 días después de la siembra), se midió por vía húmeda (mezcla de ácido
nítrico con ácido perclórico) con el espectrofotómetro de absorción atómica (AA) (Perkin Elmer-
2380) el contenido de potasio (K), calcio (Ca), magnesio (Mg), manganeso (Mn), hierro (Fe),
cobre (Cu) y zinc (Zn) y por colorimetría (Método Olsen) (colorímetro MILTON ROY,
Spectronic 20D) el fósforo (P) del tejido vegetal de follaje, es decir, al momento de alcanzar las
dimensiones para trasplante.
Cuadro 2.- Tratamientos aplicados a plántulas de tomate en “charolas flotantes”, en invernadero.

Tratamientos Fuente Dosis Solución


(mL L-1) Nutritiva
(%)
1 AFC 0.2 25
2 AFC 0.2 50
3 AFC 0.2 75
4 AFC 0.2 100
5 AFC 0.4 25
6 AFC 0.4 50
7 AFC 0.4 75
8 AFC 0.4 100
9 AFL 0.2 25
10 AFL 0.2 50
11 AFL 0.2 75
12 AFL 0.2 100
13 AFL 0.4 25
14 AFL 0.4 50
15 AFL 0.4 75
16 AFL 0.4 100
17 SN 0.0 25
18 SN 0.0 50
19 SN 0.0 75
20 SN 0.0 100

Resultados
En el Cuadro 3 se muestra un concentrado del ANVA realizado a las diversas variables
medidas en el experimento. Aquí se puede apreciar que en la longitud del tallo no hay
significancia estadística de ningún tratamiento, sin embargo, desde el punto de vista gráfico, al
agregar 0.58 mg L-1 de agua de los AFC, mezclados con el 25 por ciento de la solución nutritiva,
superaron en 180 por ciento a la solución nutritiva sola. También, en el cuadro se puede observar
que al aplicar 6.40 mg L-1 de los AFL con el 25 por ciento de la solución nutritiva, la longitud de
la raíz fue 32 por ciento mayor, que al adicionar la solución nutritiva sola al 100 por ciento. En el
área foliar, 1.16 mg L-1 de los AFC con el 75 por ciento de la solución nutritiva, aventajaron en
40 por ciento al 100 por ciento de la solución nutritiva. Al adicionar 3.20 mg L-1 de los AFL
mezclados con el 25 por ciento de la solución nutritiva, el peso seco de la plántula sobrepasó en
550 por ciento a la aplicación del 100 por ciento de la solución nutritiva sola.
Cuadro 3.- Concentrado del análisis de varianza del efecto de ácidos fúlvicos y sus dosis en las
variables de respuesta medidas a plántulas de tomate, en invernadero.

Variable Factor F P Tratamiento


Sobresaliente
Longitud de tallo Fúlvicos 6.89 0.00** AFC2+25%
Dosis 0.03 0.87NS
Longitud de raíz Fúlvicos 15.09 0.00** AFL4+25%
Dosis 9.94 0.00**
Área foliar Fúlvicos 12.87 0.00** AFC4+75%
Dosis 22.12 0.00**
Peso seco Fúlvicos 2.66 0.00** AFL2+25%
Dosis 2.83 0.00**

Los Ácidos Fúlvicos en la Nutrición Vegetal


Los tratamientos realizaron un efecto estadístico significativo en el contenido de algunos
elementos nutrimentales, medidos en el tejido vegetal de follaje. Así, se observa que al adicionar
1.16 mg L-1 de agua de los AFC, mezclados con el 50 y 75 por ciento de la solución nutritiva
(SN), la cantidad de potasio superó en 800 por ciento en ambos tratamientos a la SN sola al 100
por ciento. Cuando se aplicaron los AFC a la cantidad de 1.16 mg L-1 más el 50 por ciento de la
SN, la cantidad de calcio aventajó en 74 por ciento a la SN sola al 100 por ciento. Al agregar 1.16
mg L-1 con el 50 y 75 por ciento de la SN, la cantidad de magnesio fue mayor en 100 por ciento a
la SN al 100 por ciento. Al aplicar los AFL a razón de 3.20 mg L-1, el contenido de hierro superó
en 77 por ciento a la SN sola al 100 por ciento, mientras que el contenido de manganeso fue 259
por ciento mayor que la SN sola al 100 por ciento, a la adición del tratamiento de los AFC a la
cantidad de 0.58 mg L-1. El mayor valor del cobre se presentó cuando se aplicaron los AFC a la
concentración de 0.58 mg L-1 más el 100 por ciento de la SN y los AFC a razón de 1.16 mg L-1
mezclados con el 75 por ciento de la SN, porque aventajaron con 47 y 13 por ciento a la SN sola
al 100 y 75 por ciento, respectivamente. El zinc fue mayor en 86 por ciento a la SN al 100 por
ciento sola, cuando se adicionaron los AFC a 0.58 por ciento mg L-1 más el 100 por ciento de la
SN (Cuadro 4). Lo anterior significa, de acuerdo a la clasificación de Castellanos et al., (2000),
que el contenido de potasio es moderadamente alto; el de calcio alto, el de magnesio
moderadamente bajo; el hierro moderadamente alto; el de cobre y manganeso bajo y el de zinc
moderadamente bajo.
Cuadro 4.- Concentrado del análisis de varianza del contenido de algunos elementos
nutrimentales al adicionar ácidos fúlvicos a plántulas de tomate, en invernadero.

Elemento F P>P Tratamiento Valor


Nutrimental Superior Medio
Potasio 95.87 0.000** AFC1.16+SN50 0.718 (%)
y
AFC1.16+SN75
Calcio 46.39 0.000** AFC1.16+SN50 8.078 (%)
Magnesio 19.33 0.000** AFC1.16+SN50 1.973 (%)
y
AFC1.16+SN75
Hierro 37.27 0.000** AFL3.20+SN25 1592.167
(%)
Cobre 78.70 0.000** AFC0.58+SN100 201.783
y (%)
AFC1.16+SN75
Manganeso 411.61 0.000** AFC0.58+SN100 2829.00
(%)
Zinc 160.44 0.000** AFL6.40+SN50 739.833
y (%)
AFC0.58+SN100
Las Substancias Húmicas de Diverso Origen en el Crecimiento y Desarrollo del Tomate, en
Invernadero

El objetivo de este trabajo fue, determinar el comportamiento de cuatro derivados


húmicos en el crecimiento y desarrollo del tomate, en invernadero.

Metodología
Las substancias húmicas obtenidas de la manera descrita con anterioridad se aplicaron en dosis de
0.2, 0.4 y 0.6 ml L-1 de agua y mezcladas con la solución nutritiva Douglas para tomate en
hidroponía (Sánchez y Escalante, 1988). El cultivar empleado fue el “Río Grande”, de hábito
determinado. La solución nutritiva presenta tres niveles: dosis mínima, óptima y máxima y para
el presente trabajo fueron usados sólo dos niveles que se refieren al 100% (dosis mínima) y el
50% (la mitad) de ésta, todo bajo un diseño experimental completamente al azar, con arreglo
factorial 4x3x2, con tres repeticiones. El análisis estadístico consistió en análisis de varianza
(ANVA) y prueba de medias (Tukey. P>0.05 y 0.01), para lo cual se empleó el programa de
computador MINITAB, versión 13 para Windows. El Cuadro 5, muestra la distribución de los
tratamientos.
Las substancias húmicas, a partir del trasplante, fueron aplicadas cada 15 días (seis en total) y
mezcladas con la solución nutritiva, esta mezcla fue adicionada a las plantas cada cinco días.
Cada tercer día sólo riegos con agua, cuyo pH fue de 7.2.
Las variables de respuesta medidas fueron: número de racimos y frutos, peso seco de planta y
peso de fruto por planta. El número total de cortes fue de ocho practicado de forma manual. A
tejido vegetal de follaje y raíz se le determinó, mediante el espectrofotómetro de absorción
atómica el contenido de potasio (K), calcio (Ca), magnesio (Mg), hierro (Fe), cobre (Cu) y zinc
(Zn). El fósforo (P) por colorimetría.
Cuadro 5.- Distribución de los tratamientos de substancias húmicas de diversos orígenes
aplicados a tomate, en invernadero.

Tratamiento No. Dosis Solución Nutritiva


(ml L-1) (%)
1 0.2
2 0.4 50
3 0.6
AHC
4 0.2
5 0.4 100
6 0.6
7 0.2
8 0.4 50
9 0.6
AHL
10 0.2
11 0.4 100
12 0.6
13 0.2
14 0.4 50
15 0.6
AFC
16 0.2
17 0.4 100
18 0.6
19 0.2
20 0.4 50
21 0.6
AFL
22 0.2
23 0.4 100
24 0.6
24 50
SN
26 100

AHC- Ácidos Húmicos Extraídos de Composta.


AFC- Ácidos Fúlvicos Extraídos de Composta.
AHL- Ácidos Húmicos de Leonardita.
AFL- Ácidos Fúlvicos de Leonardita.
SN- Solución Nutritiva.
Resultados
El Cuadro 6, denota un concentrado de los análisis de varianza (ANVA) del efecto de
substancias húmicas y sus dosis en el número de racimos, número de frutos, peso seco de planta y
peso de fruto por planta de tomate, en invernadero. De forma general puede establecerse que las
substancias húmicas produjeron un efecto altamente significativo en el número de racimos y
frutos y en el peso del fruto.

Cuadro 6.- Concentrado de análisis de varianza del efecto de substancias húmicas y sus dosis en
las variables de respuesta medidas a plantas de tomate, en invernadero.

Variables Factores ANVA


F P
No. Racimos Subs. húmica 4.21 0.00**
Dosis 2.54 0.08*
No. Frutos Subs. húmica 3.13 0.00**
Dosis 0.42 0.65NS
Peso seco Subs. Húmica 1.38 0.16NS
Dosis 3.87 0.02*
Peso fruto Subs. húmica 2.74 0.00**
Dosis 0.47 0.62NS
* nivel de significancia p (< 0.01).
** nivel de significancia p (< 0.05).
NS= No significativo.

La figura 5 precisa cómo al aplicar los ácidos húmicos de leonardita a razón de 0.6 ml por L-1
de agua mas la solución nutritiva al 100 % (AHL6+100%) y los ácidos fúlvicos de leonardita a
una cantidad de 0.4 ml L-1 de agua combinados con la solución nutritiva al 100% (AFL4+100%),
el número de frutos fue superior en 184 % que cuando se adicionó la solución nutritiva sola al
50% (SN50) y en 117% a la solución al 100% y al adicionar este último tratamiento
(AFL4+100%), el número de racimos superó en 70 % a la solución nutritiva al 50% y en 20 % a
la de 100%. Lo anterior se comprobó al llevar a efecto la prueba de medias Tuckey, 0.5 %).
Figura 5.- Número de frutos y racimos de tomate al adicionar substancias húmicas de diverso
origen, en invernadero.

6
5
4

Nº 3
N°Frutos
2 N°Racim.
1
0
AHC2+50

AHC6+50

AHC4+100

AHL2+50

AHL6+50

AHL4+100

AFC2+50

AFC6+50

AFC4+100

AFL2+50

AFL6+50

AFL4+100

SN50
Tratamientos

Al realizar el análisis numérico no hay efecto estadístico significativo de los factores en el


peso seco de planta, sin embargo, el tratamiento de ácidos fúlvicos de composta a la dosis de 0.4
ml L-1 de agua mezclados con la solución nutritiva al 50% (AFC4+50%), produjeron el peso seco
superior en un 30% y 35% que al adicionar la solución nutritiva sola al 50 y 100%,
respectivamente.
El peso superior del tomate, fue al aplicar los ácidos húmicos de leonardita a una cantidad
de 0.6 ml L-1 de agua combinados con la solución nutritiva al 100% (AHL6+100 %) (Figura 3);
sin embargo, al comparar las medias, el tratamiento de los ácidos fúlvicos de leonardita a la
cantidad de 0.4 ml L-1 de agua mas la solución nutritiva al 50% (AFL4+100%) fue
estadísticamente superior, lo cual significa un 150% mas que al aplicar la solución nutritiva sola
al 50% y 145% delante de la solución al 100%.
La Figuras 7 presentan los contenidos de hierro, manganeso y calcio de tejido vegetal de
raíz a) y follaje b) del tomate; en ella se aprecia cómo el porcentaje de hierro en el tejido de raíz
fue superior 250 % al adicionar los ácidos húmicos de composta a la dosis de 0.6 ml L-1 de agua,
mezclados con la solución nutritiva al 100 % (AHC6+100), mientras que el contenido de calcio
fue mayor al agregar los ácidos fúlvicos de leonardita a razón de 0.6 ml por L-1 de agua, unidos
con la solución nutritiva al 100 % (AFL6+100), en 71 % a la aplicación de la solución nutritiva
sola al 100 % y en 50 % a la solución nutritiva sola al 50 % y los porcentajes de manganeso
fueron 250 y 75 % superiores al aplicar los ácidos húmicos de composta a la dosis de 0.6 ml L-1
de agua mezclados con la solución nutritiva al 100 % (AHC6+100) sobre la aplicación de la
solución nutritiva sola al 100 y 50 %, respectivamente.

Figura 6.- Peso de fruto por planta de tomate al adicionar substancias húmicas de diverso origen,
en invernadero.

300

250

200
g-1 pta. 150
Peso
100

50

0
AHC2+50

AHC4+50

AHC6+50

AHC2+100

AHC4+100

AHC6+100

AHL2+50

AHL4+50

AHL6+50

AHL2+100

AHL4+100

AHL6+100

AFC2+50

AFC4+50

AFC6+50

AFC2+100

AFC4+100

AFC6+100

AFL2+50

AFL4+50

AFL6+50

AFL2+100

AFL4+100

AFL6+100

SN50

SN100
Tratamientos

Figura 7.- Contenido de hierro, calcio y manganeso de tejido vegetal de raíz a) y tejido
vegetal de follaje b) de tomate al adicionar substancias húmicas de diverso origen, en
invernadero.

a)

1000

800

600
%ppm Fe
400 Mn
Ca
200

0
AHC2+50

AHC4+50

AHC6+50

AHC2+100

AHC4+100

AHC6+100

AHL2+50

AHL4+50

AHL6+50

AHL2+100

AHL4+100

AHL6+100

AFC2+50

AFC4+50

AFC6+50

AFC2+100

AFC4+100

AFC6+100

AFL2+50

AFL4+50

AFL6+50

AFL2+100

AFL4+100

AFL6+100

SN50

SN100
b)

1000

800

ppm 600
Fe
400 Mn
Ca
200

0
AHC2+50

AHC4+50

AHC6+50

AHC2+100

AHC4+100

AHC6+100

AHL2+50

AHL4+50

AHL6+50

AHL2+100

AHL4+100

AHL6+100

AFC2+50

AFC4+50

AFC6+50

AFC2+100

AFC4+100

AFC6+100

AFL2+50

AFL4+50

AFL6+50

AFL2+100

AFL4+100

AFL6+100

SN50

SN100
Tratamientos

La misma Figura muestra cómo la cantidad superior de calcio en los tejidos de follaje fue
al adicionar los ácidos fúlvicos de composta a la dosis de 0.6 ml L-1 de agua, mezclados con la
solución nutritiva al 100 % (AHC6+100), esto es un 654 % más que cuando se aplicó solo la
solución nutritiva al 100 %, mientras que al combinar los ácidos húmicos de leonardita al 0.6 ml
L-1 con la solución nutritiva al 50 % (AHL6+50), el contenido de manganeso en el tejido
mencionado fue superior en 175 % a la aplicación de la solución nutritiva sola al 100 %. Al
agregar los ácidos húmicos de composta a una cantidad de 0.2 ml L-1 de agua mas la solución
nutritiva al 100% (AHC2+100), la cantidad de hierro superó en un 75% a la aplicación de la
solución nutritiva sola al 100%.
Comportamiento de Tres Substancias Húmicas Extraídas de Compostas en la
Nutrición y Crecimiento de Chile, en Invernadero

El objetivo de este trabajo fue determinar el comportamiento de tres substancias húmicas


extraídas de diferentes compostas y mezcladas con diversas dosis de solución nutritiva en la
nutrición y crecimiento del chile, en invernadero.

Obtención de las Substancias Húmicas


Las substancias húmicas (SH) empleadas fueron extraídas de tres compostas de tres
orígenes: de estiércol de bovino mezclado con residuos de cocina (EB+DC), de estiércol de
bovino más harina de maíz (EB+HM) y estiércol de caprino mezclado con paja de soya
((EC+PS). Para la elaboración de éstas, los materiales fueron colocados en recipientes
(“reactores”) de plástico de 200 L-1 con agua. Después de 30 días se colectaron las compostas y
se secaron al aire durante 72 horas. Realizado lo anterior, se tomaron 5 g-1 de cada composta y se
elaboró una suspensión con 200 mL-1 de hidróxido de sodio (NaOH), 1 M, las cuales se dejaron
reposar 24 horas a temperatura ambiente de laboratorio. De esta manera fueron extraídas las SH
(ácidos húmicos y ácidos fúlvicos) y con ácido sulfúrico (H2SO4, al 10 %), se les disminuyó el
pH de 11 a 6.5 para posteriormente ser aplicadas al cultivo. A las SH se les midió la cantidad de
ácidos húmicos y fúlvicos, de acuerdo a la metodología modificada por López (2002) y por
reacción ácido-base la acidez total (AT), es decir, los grupos funcionales libres carboxilos (-
COOH) y los oxidrilos fenólicos (-OH).

Las Substancias Húmicas en el Crecimiento del Chile


En un invernadero del Campus sede de la Universidad Autónoma Agraria “Antonio
Narro,” localizada en la Ex – Hacienda de Buenavista, Saltillo, Coahuila, México, a los 25° 23’
de latitud norte, a los 101° 00’ de longitud oeste y a una altura de 1742 msnm, se colocaron
charolas germinadoras de poliestireno de 200 cavidades, con una mezcla del sustrato “perlita”
(material inerte) y “peat moss” a una relación 1:1 y como fertilización la dosis óptima de la
solución nutritiva Hoagland (SNH) y se produjeron plántulas de chile Anaheim cv. “Joe Parker.”
Con cuatro hojas verdaderas (35 días después de la siembra, con altura promedio de 15 cm-1), se
trasplantaron a macetas con 18 kg-1 del horizonte Ap de un Calcisol (WRB, FAO/UNESCO,
1994).
Las SH se aplicaron en dosis de 0.5 mL L-1 de agua, mezclada con la SNH para chile en
hidroponía en tres niveles: 0 %, 50 % y 100 %. Dicha solución se empleó también como testigo
absoluto a las cantidades de 0, 50 y 100 %. La SH (ácidos fúlvicos) comercial denominada K-
tionic (producida por El Grupo Bioquímico Mexicano), se empleó como testigo relativo y se
mezcló con las cantidades mencionadas de la SNH. Lo anterior proporcionó 15 tratamientos
(Cuadro 7), los que fueron distribuidos de acuerdo a un Diseño Experimental Completamente al
Azar, con un arreglo factorial 5x3 con tres repeticiones (cada tres plantas fueron una repetición).
Los tratamientos fueron aplicados cada semana a partir del trasplante y cada tercer día, aplicado
el riego, cuyo pH del agua fue de 7.2
Las variables evaluadas fueron: diámetro de tallo (DT), número de frutos amarrados
(NFA), número de frutos cosechados (NFC), peso de fruto (PF), peso fresco (PFP) y seco de
planta (PSP). La variable NFA fue el promedio de 16 lecturas (una por semana durante el ciclo
del cultivo) y el peso de fruto fue el total de nueve cortes. Al término del ciclo se colectó follaje y
del tejido vegetal de este órgano vegetal (vía húmeda con una mezcla de ácido nítrico y ácido
perclórico), se determinó el potasio (K), calcio (Ca), magnesio (Mg), manganeso (Mn), cobre
(Cu), hierro (Fe) y zinc (Zn), con espectrómetro de absorción atómica (EAA) (Perkin Elmer-
2380), el nitrógeno total (Nt) (método Kjeldall) y el fósforo (colorimetría con el método Olsen)
(Colorímetro MILTON ROY, Spectronic 20 D).
El análisis estadístico consistió en el Análisis de Varianza (ANVA) y prueba de medias
(Tukey, P< 0.05), para lo cual se empleó el paquete para computador Statistical Analysis System
(SAS).
Cuadro 7.- Distribución de los tratamientos de la mezcla de substancias húmicas extraídas
de compostas y una solución nutritiva, aplicadas a chile Anaheim, en invernadero.
Tratamiento Substancia Húmica Dosis de SH (mL L-1) Solución Nutritiva
(SH) Hoagland (%)
1 EB+DC 0.5 100
2 EB+DC 0.5 50
3 EB+DC 0.5 0
4 EB+HM 0.5 100
5 EB+HM 0.5 50
6 EB+HM 0.5 0
7 EC+PS 0.5 100
8 EC+PS 0.5 50
9 EC+PS 0.5 0
10 K-tionic 0.5 100
11 K-tionic 0.5 50
12 K-tionic 0.5 0
13 SNH 0 100
14 SNH 0 50
15 SNH 0 0

Resultados
Grupos Funcionales de los Ácidos
La cantidad de grupos funcionales libres carboxilos (-COOH) de los ácidos fúlvicos
extraídos de la composta de EC+PS, superaron al testigo (K-tionic) en 624 por ciento, mientras
que la cantidad de los grupos funcionales libres oxidrilos fenólicos (-OH) de los ácidos húmicos
obtenidos de la composta de EB+DC, sobrepasaron también al testigo en 251 por ciento (Cuadro
8). Los ácidos fúlvicos extraídos de las compostas EB+DC y EB+HM, presentaron mayor
contenido de grupos -OH (356 y 366 cmolc kg-1), mientras que los obtenidos de la composta de
EC+PS de –COOH (536 cmolc kg-1). Lo anterior significa que estos últimos compuestos son los
más oxidados y polimerizados, de acuerdo con lo establecido por Fründ et al., (1994), Orlov
(1995) y Schnitzer (2000), al decir que cuando un tipo de substancias húmicas presentan mayores
cantidades de grupos funcionales libres –COOH, son los más capaces de complejar y/o quelatar
iones con carga eléctrica positiva, principalmente los metálicos, en función del material orgánico
original.

Cuadro 8.- Porcentaje de substancias húmicas (SH), acidez total (AT), grupos funcionales libres
carboxilos (-COOH) y grupos funcionales libres oxhidrilos (-OH) de ácidos húmicos y ácidos
fúlvicos de tres compostas y un producto comercial.

Substancias SH AT -COOH -OH


-1 -1
húmicas (SH) (%) (cmolc kg ) (cmolc kg ) (cmolc kg-1)
AH-EB+DC 3.20 620 240 380
AF-EB+DC 3.00 560 204 356
AH-EB+HM 4.30 246 56 190
AF-EB+HM 2.20 270 204 366
AH-EC+PS 4.60 680 409 271
AF-EC+PS 3.80 736 536 197
K-tionic 25.00 182 74 108

Efecto de las Substancias Húmicas en el crecimiento de Chile


De manera general se puede establecer que los tratamientos realizaron un efecto
estadísticamente significativo en todas las variables medidas. En el DT el valor medio mayor fue
de 13.43 cm-1, al adicionar las SH extraídas de la composta de ECPS más el 100 por ciento de la
SNH, lo que representa un tres por ciento más que el testigo relativo (K-tionic + 100 % SN) y
cuatro por ciento superior a la SNH al 100 por ciento sola (testigo absoluto). En el NFA el testigo
relativo (K-tionic) (8.02), sobrepasó en dos por ciento al tratamiento donde se aplicaron las SH de
la composta elaborada con ECPS mezcladas con el 100 por ciento de la SNH (7.79) y en 21 por
ciento a la SNH al 100 por ciento (6.62). Con el testigo relativo (18.33), el NFC aventajó en tres
por ciento a las plantas que se les agregaron las SH de la composta de ECPS y el 100 por ciento
de la SNH (17.66) y con 17 por ciento al testigo absoluto (15.66). Cuando se adicionaron las SH
extraídas de la composta elaborada a base de ECPS y el 100 por ciento de la SNH, el PF (734.65
g-1), sobrepasó en nueve por ciento al testigo relativo (672.23 g-1) y en 11 por ciento al testigo
absoluto (660.12 g-1). A la adición de las SH de EBHM con el 100 por ciento de la SNH, el PFP
(416.11 g-1) superó al testigo relativo (401.11 g-1) en tres por ciento y 19 por ciento al testigo
absoluto (348.55 g-1). En el PSP, cuando se adicionaron las SH obtenidas de la composta de
EBHM mezcladas con el 100 por ciento de la SNH (93.88 g-1), esta variable sobrepasó en tres por
ciento al testigo relativo (91.11 g-1) y en 12 por ciento al testigo absoluto (83.89 g-1) (Cuadro 9).

Cuadro 9.- Diámetro de tallo (DT), número de frutos amarrados (NFA) y cosechados
(NFC), peso de fruto (PF) y peso fresco (PFP) y seco de planta (PSP) de chile Anheim, al
adicionar substancias húmicas extraídas de tres compostas y mezcladas con una solución
nutritiva, en invernadero.

Tratamientos DT NFA NFC PF PFP PSP


(mm-1) (g-1) (g-1) (g-1)
EBDC+SNH100 11.60 a 5.85 a 15.66 a 490.10 b 299.44 a 68.66 a
EBDC+SNH 50 12.83 a 6.45 a 16.33 a 714.30 a 372.77 a 90.33 a
EBDC+SNH 0 11.51 a 5.48 b 10.66 b 350.99 b 206.11 b 52.22 b
EBHM+SNH100 13.23 a 7.55 a 17.33 a 692.00 a 416.11 a 93.88 a
EBHM+SNH 50 12.39 a 7.22 a 17.33 a 637.88 a 348.33 a 80.55 a
EBHM+SNH 0 11.50 a 5.21 b 12.00 b 430.09 b 221.66 b 52.77 b
ECPS+SNH100 13.43 a ** 7.79 a 17.66 a 734.65 a 409.44 a 91.11 a
ECPS+SNH 50 12.27 a 6.65 a 16.66 a 670.64 a 345.55 a 82.22 a
ECPS+SNH 0 11.40 b 3.92 b 11.00 b 463.40 b 193.33 b 51.11 b
Ktionic+SNH100 12.97 a 8.02 a 18.33 a 672.23 a 401.11 a 91.11 a
K-tionic+SNH50 12.84 a 6.34 a 16.66 a 731.07 a 401.11 a 86.66 a
K-tionic+SNH0 10.92 b 4.72 b 12.33 b 464.46 b 193.55 b 51.11 b
SNH 100 12.84 a 6.62 a 15.66 a 660.12 a 348.55 a 83.89 a
SNH 50 12.81 a 6.02 a 15.66 a 491.09 a 330.55 a 80.55 a
SNH 0 8.73 b 0.94 b 4.33 b 114.51 b 150.00 b 38.16 b
Cuando se adicionó el K-tionic más el 50 por ciento de la solución nutritiva (K-tionic + 50
SNH), el rendimiento total (27.11 t ha-1) aventajó en 34 por ciento a la producción donde se
agregó el tratamiento sin solución nutritiva (SNH 0) (20.18 t ha-1). A la aplicación de las
substancias húmicas extraídas de la composta de EB + HM, mezcladas con el 100 por ciento de la
SNH, el rendimiento total (26.34 t ha-1) sobrepasó en 36 por ciento al rendimiento cuando se
adicionaron las substancias húmicas solas (19.39 t ha-1). El tratamiento de las substancias
húmicas obtenidas de la composta de EC + PS con el 100 por ciento de la SNH (26.06 t ha-1),
incrementó en 35 por ciento el rendimiento sobre el cultivo producido solo con las substancias
húmicas (19.30 t ha-1) (Figura 8). Aquí cabe hacer mención que la media nacional de producción
son 20 t ha-1

Figura 8.- Rendimiento de chile Anaheim al adicionar tres substancias húmicas extraídas
de diversas compostas y mezcladas con diferentes cantidades de una solución nutritiva, en
invernadero.

30

25

20
EB+CD
EB+HM
t ha-1 15
EC+PS
K-tionic
10
SN 0

0
SN 0 SN 50 SN 100

Tratamientos
DISCUSIÓN GENERAL

Los grupos funcionales libres de los ácidos fúlvicos (–COOH), actuaron como ligantes
naturales de los iones y posteriormente los colocaron disponibles para las plantas. Esto quiere
decir que las substancias húmicas están bien polimerizadas (Fründ et al., 1994; Orlov, 1995;
Schnitzer, 1991, 2000) y bien oxidados (AF=859 meq/100g). Aquí es necesario considerar el
número de cargas eléctricas negativas (de 1 a n: donde n es el número total de sitios aniónicos
disponibles) de las moléculas orgánicas, las cuales pudieron ser equilibradas por cargas positivas
de los cationes (Schnitzer, 1991; Orlov, 1995; Harter y Naidu, 1995) de la solución nutritiva
adicionada. Además, es necesario considerar la capacidad de intercambio catiónico de la raíz
(Marschner, 1995).
La gran importancia de precisar la química de la unión de metales traza con las
substancias húmicas es la extensión de la complejación, la estabilidad de los complejos y el
efecto de la formación de los complejos en propiedades como su solubilidad. La acidez total es
generalmente considerada como la que provee una adecuada medida de la habilidad de las
substancias húmicas para unirse con metales, sin embargo, existe la posibilidad de que grupos
funcionales no oxigenados podrían estar involucrados. Además, cationes polivalentes como el
hierro, el cobre y otros elementos traza es probable que sean utilizados para formar puentes entre
las cadenas de moléculas de ácidos fúlvicos, hasta que su tamaño molecular produzca
insolubilidad (Linehan, 1985). Cabe mencionar que el hierro y el manganeso son esenciales en la
molécula de clorofila, es decir, intervienen en la fotosíntesis, además, lo anterior provoca un
aumento en el área foliar y por consiguiente en el peso del fruto (Rauthan y Schnitzer, 1981;
Salisbury y Ross, 1994; Reyes et al., 1999). El calcio (de baja movilidad), es determinante en la
rigidez de tallos y consistencia de los frutos (Marschner, 1995).
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