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Utilizacion de Las Transformaciones
Utilizacion de Las Transformaciones
Los resultado obtenido por vı́a de este método en base a los problemas aplicados
coinciden con los que se obtiene habitualmente. Es más, es realmente interesante debido a
que nos permite solucionar el problema de Kepler en coordenadas no separables y obtener
1
de manera directa la trayectoria del movimiento de una partı́cula cargada en un campo
magnético uniforme.
Capı́tulo 1
Marco Teórico
Qi = Qi (qi , t) (1.1)
( )
d ∂L ∂L
− = 0 ; L = L(qi , q̇i , t), i = 1, . . . , n
dt ∂ q̇i ∂qi
entonces las Qi satisfacen necesariamente:
( )
d ∂L′ ∂L′
− = 0; , i = 1, . . . , n
dt ∂ Q̇i ∂Qi
Debido a que las ecuaciones de Lagrange son invariantes bajo las transformaciones
(1.1) [20], también son invariantes las ecuaciones de Hamilton [14], Sin embargo estas
3
ecuaciones admiten un margen más amplio de transformaciones. Esto es debido a que
en las ecuaciones de Hamilton, los momentos conjugados son variables independientes
con igual categorı́a que las coordenadas qi , y hablamos del espacio de fases en lugar del
espacio de configuraciones. Por tanto, puede ampliarse la transformación para incluir las
2n variables independientes qi y pi que pasarán a un nuevo sistema Qi , Pi con ecuaciones
(invertibles) de la forma [14]:
Qi = Qi (qi , pi , t)
Pi = Pi (qi , pi , t) (1.2)
{qi , pi , t} −→ {Qi , Pi , t}
Para que estas transformaciones sean invertibles debe de satisfacerse que el jacobiano sea
distinto de cero:
∂(Q, P )
det ̸= 0 (1.3)
∂(q, p)
Para nuestro propósito, resulta suficiente, en lo que sigue, en tratar transformaciones (1.2)
en donde el tiempo no aparezca explı́citamente, esto es:
Qi = Qi (qi , pi )
Pi = Pi (qi , pi ) (1.4)
{qi , pi } −→ {Qi , Pi }
∂H
Qi =
∂Pi
∂H
Pi = − (1.5)
∂Qi
donde la función H desempeña el papel de la hamiltoniana en el nuevo sistema de coor-
denadas (hamiltoniana transformada).
Las caracterizaciones de las transformaciones canónicas se pueden darse bajo tres
aspectos, al saber a través de: funciones generatrices, condición simpléctica o corchetes
de Poisson. Tales métodos desde luego están relacionados y cualquiera de ellos es valido
para el tratamiento de las trasformaciones canónicas.
Por el principio de Hamilton, recordemos que para las variables canónicas qi , pi satisfacen:
∫ t2 ∑n
δ ( pi q̇i − H(qi , pi , t))dt = 0
t1 i
La validez simultanea del principio de Hamilton (ecuaciones (1.2) y (1.4)) implica que
tienen variación nula en los puntos extremos. Esto será [28]:
∫ t2
(L − L)dt = 0 (1.7)
t1
Entonces para que dicha simultaneidad se cumpla debe de existir una función F arbitraria1
tal que (δFt=t1 = δFt=t2 = 0), sea igual a:
dF
L−L= (1.8)
dt
1 dF
no modifica la variación de la acción
dt
más precisamente:
∑
n ∑
n
dF
pi q̇i − H(qi , pi , t) = Pi Q̇i − H(Qi , Pi , t) + (1.9)
i i
dt
F = F1 = F1 (qi , Qi ) (1.10)
De 1.9) se sigue:
∑
n ∑
n
dF
pi q̇i − H = Pi Q̇i − H +
i i
dt
∑
n ∑
n
∂F1 ∑
n
∂F1 ∂F1
= Pi Q̇i − H + q̇i + Q̇i +
i i
∂qi i
∂Qi ∂t
De esta forma podemos expresar las pi y Pi en función de F1 (qi , Qi ) para ası́ pode
determinar las nuevas variables en función de las antiguas y viceversa. Ası́ que de
la segunda ecuación de las (1.11) podemos despejar qi = qi (Qi , Pi , t). Sustituyendo
estos resultados en las primeras de (1.11) se obtiene pi = pi (Qi , Pi , t) y, con ello
calculamos H(Qi , Pi , t).
∑
n ∑
n
d ∑ n
pi q̇i − H = − Ṗi Qi − H + (F + Pi Qi )
i i
dt i
entonces:
∑
n ∑
n ∑
n
∂F2 ∑
n
∂F2 ∂F2
pi q̇i − H = − Ṗi Qi − H + q̇i + Ṗi +
i i i
∂qi i
∂Pi ∂t
∑
n ∑
n
d ∑ n
− ṗi qi − H = pi Q̇i − H + (F − p i qi )
i i
dt i
De esta manera llegamos ha definir:
∑
n
F3 = F1 − pi q i (1.15)
i
Luego:
∑
n ∑
n ∑
n
∂F3 ∑
n
∂F3 ∂F3
− ṗi qi − H = pi Q̇i − H + ṗi + Ṗi +
i i i
∂pi i
∂Pi ∂t
Identificando la definición de F4 :
∑
n ∑
n
F4 = F1 − p i qi + Pi Qi ) (1.17)
i i
De esta manera, a través de las funciones generatrices obtenemos las posible trans-
formaciones canónicas.
1. Transformación identidad:
Consideremos una función generatriz del segundo tipo de la forma [1]:
∑
n
F2 = qi P i
i
2. Transformación puntual:
Consideremos una transformación canónica definida mediante una función genera-
triz de la forma [14]:
∑
n
F2 = fi (qi )Pi
i
Esto nos indica que los nuevos momentos son una transformación de los antiguos.
Dado que fi (qi ) es arbitraria podemos decir que todas las transformaciones puntuales
en el espacio de configuraciones son canónicas [27]. Esto debido a que, en la mecánica
de Lagrange tenemos la misma ecuación que (1.22):
∂L ∑ ∂L ∂ Q̇i ∑ ∂Qi
n n
pj (Qi , Pi ) = = = Pi
∂ q̇j i
∂ Q̇i ∂ q̇j i
∂qj
3. Transformación de permutación:
Otro caso interesante es aquel en el que la función generatriz esta dado por [14]:
∑
n
F1 = qi Qi
i
Sabemos bien que el Hamiltoniano no cambia ante tal transformación, es decir (H(q, p) =
H(Q, P )), en donde hemos invertido las relaciones anteriores en:
qi = qi (Qi , Pi )
pi = pi (Qi , Pi ) (1.23)
Los sub indices de los primeros miembros indican que Qi (qi , pi ), mientras que en los
segundos miembros se indica que pj y qj son funciones de (Qi , Pi ).
Ahora procediendo de la misma manera para los Pi :
n (
∑ ) n (
∑ )
∂Pi ∂Pi ∂Pi ∂H ∂Pi ∂H
Ṗi = q̇j + ṗj = −
j
∂qj ∂pj j
∂qj ∂pj ∂pj ∂qj
Por tanto:
( ) ( ) ( ) ( )
∂Pi ∂pj ∂Pi ∂qj
=− ; = (1.27)
∂qj (q,p) ∂Qi (Q,P ) ∂pj (q,p) ∂Qi (Q,P )
Las ecuaciones (1.26) y (1.27) son las condiciones directas para que una transformación
restringida sea canónica. Estas condiciones se puede expresar de una forma más compacta
y elegante si utilizamos la notación simpléctica para la formulación de Hamilton [25],[14].
Si η es una matriz columna con los 2n elementos qi , pi , recordemos que las ecuaciones
de Hamilton se puede escribir en la forma:
∂H
η̇ = J (1.28)
∂η
ξ = ξ(η) (1.29)
η→ξ
∂ξi
ξ˙i = η̇j i, j = 1, 2, . . . , 2n
∂ηj
∂ξi
Mij =
∂ηj
∂H
ξ̇ = MJ (1.31)
∂η
∂H ∂H ∂ξj
=
∂ηi ∂ξj ∂ηi
∂ξj
Mji = MT =
∂ηi
que es la transpuesta de M:
∂Q T ∂P T
MT =
∂q (n×n) ∂q (n×n)
∂Q T ∂P T
∂p (n×n) ∂p (n×n)
Se tiene:
∂H ∂H
= MT (1.32)
∂η ∂ξ
Sustituyendo (1.32) en (1.31) obtenemos las ecuaciones de movimiento correspondientes
a las variables ξ debido a la transformación de las variables canónicas η:
∂H
ξ̇ = MJMT (1.33)
∂ξ
∂H
ξ̇ = J (1.34)
∂ξ
J = MJMT (1.35)
Esta es la condición necesaria y suficiente llamada condición simpléctica para que una
transformación sea canónica [29]. Existe otra forma de expresar (1.34). En efecto multi-
−1
plicando por la derecha a (1.35) por MT tendremos:
−1
MJ = JMT
−1 −1
JMJ(−J) = J2 MT (−J) ⇒ JM = MT J
Quedando finalmente:
MT JM = J (1.36)
Las (T.C.I) son trasformaciones que difieren en poco de la identidad es decir, las nuevas
variables (Qi , Pi ) difieren de las antiguas en infinitésimos [1].
En general consideremos que la transformación depende de un parámetro continuo θ
(Que se hará cero más adelante) [28], esto es:
Qi = Qi (qi , pi , θ)
Pi = Pi (qi , pi , θ) (1.37)
Pi (qi , pi , 0) = pi (1.38)
Pi = pi + δpi (1.39)
o en forma matricial:
ξ = η + δη (1.40)
δqi y δpi representan esta vez, cambios infinitesimales de las coordenadas y momentos re-
spectivamente. Ası́ una T.C.I solo difiere en infinitésimos de una transformación identidad
[30]. En relación con esto la función generatriz del tipo 2 (ecuación(1.13)) es especialmente
importante pues, entre todas las posibles, contiene la trasformación identidad que es gen-
erada por:
∑
n
F2 = qi P i
i
La T.C.I. (1.39) será entonces generada por una función de la forma [14]:
∑
n
F2 (qi , Pi , θ) = qi Pi + δθG(qi , Pi , θ) (1.41)
i
∂G
δpj = Pj − pj = −δθ (1.42)
∂qj
Análogamente, según la segunda ecuación de (1.14) las ecuaciones de transformación para
las Qj son:
∂F2 ∂G
Qj = = qj + δθ ; j = 1, . . . , n
∂Pj ∂Pj
∂G
δqj = Qj − qj = δθ (1.43)
∂Pj
Debido a que ξ difieren en una cantidad muy pequeña respecto a las η, despreciamos
los términos de de segundo orden en δθ [1], y podemos considerar que:
∂G(qi , Pi , θ) ∂G
= K(qi , Pi , θ) = K(qi , pi + δθ , θ); i = 1, . . . , n
∂Pj ∂qi
Por el desarrollo de Taylor, y considerando siempre δθ → 0:
∂G ∑ ∂K n
K(qi , pi + δθ , θ) ≈ K(qi , pi , θ) + δθ + ···
∂qi i
∂pj
De donde:
∂G(qi , Pi , θ) ∑ ∂K n
δθ = K(qi , Pi , θ) = δθK(qi , pi , θ) + δθ2 + ···
∂Pj i
∂p j
G es llamado función generatriz de una T.C.I. Las ecuaciones (1.44) y (1.45) pueden
combinarse en forma matricial (similar a 1.28):
∂G
δη = δθJ (1.46)
∂η
Entonces, la transformación queda como [14]:
∂G
ξ = η + δθJ (1.47)
∂η
Ahora bien, a partir de las ecuaciones de transformación (1.47) podemos poner en
manifiesto que la condición simpléctica se cumple para una T.C.I, es decir que la matriz
jacobiana de toda T.C.I. es una matriz simpléctica [2]. Por definición los elementos de la
matriz jacobiana para una T.C.I. será:
∂ξi ∂ηi ∂2G
Mij = = + δθJi,j (1.48)
∂ηj ∂ηj ∂ηi ∂ηj
En el lenguaje matricial la expresión anterior es:
∂2G ∂2G
I 0 0 I
M= + δθ ∂q∂q ∂q∂p
∂2G ∂2G
0 I −I 0 ∂p∂q ∂p∂p
ó
∂ 2G
M = I + δθJ
∂η∂η
Por ser J antisimétrica (JT = −J) la transpuesta de M es:
∂ 2G
M = I − δθ
T
J
∂η∂η
Vemos que la condición simpléctica es condición necesaria y suficiente para las T.C.I.
Ası́ que toda transformación canónica que contenga un parámetro continuo arbitrario (θ)
cumple con la condición simpléctica.
Si identificamos θ con el tiempo t y el hamiltoniano H(qi , pi , t) con el generador
G(qi , pi , t), observamos que la evolución temporal q(t0 ) → q(t) y p(t0 ) → p(t) es un caso
particular del las transformaciones canónicas que dependen de un parámetro continuo
[14]. Esta evolución temporal en general3 puede ser vista como:
∂H
Qj (q, p, t, δt) = qj + δt = qj (t) + q̇j (t)δt (1.49)
∂pj
∂H
Pj (q, p, t, δt) = pj − δt = pj (t) + ṗj (t)δt (1.50)
∂qj
es decir:
Qj (q, p, t, δt) = qj (t + δt)
δqi ∂H δpi ∂H δη ∂H
= ; =− ; y =J (1.51)
δt ∂pi δt ∂qi δt ∂η
3
Para las transformaciones canónicas restringidas suprimimos el tiempo que aparece explı́citamente
en cualquier ecuación.
que pueden ser vistos como una aproximación a primer orden en δt para las ecuaciones
de Hamilton [1]; pero cuando δt → 0 tenemos las mismas ecuaciones de Hamilton:
dη ∂H
=J
dt ∂η
Estas ecuaciones nos dicen que la transformación cambia las coordenadas y cantidades de
movimiento del instante t a los valores que tienen en el instante t + δt. Ası́ el movimiento
del sistema en un intervalo de tiempo δt puede describirse mediante una T.C.I. [14].
Podemos considerar entonces que la ecuación anterior representa la evolución temporal
del sistema dinámico en el espacio de las fases, por lo que se puede considerar que el
hamiltoniano es una función generadora de una T.C.I. que nos va dando la descripción
del sistema en el espacio de las fases.
MJMT = J
tenemos que:
∂Q T ∂P T
JMT = ∂p
T
∂p
T
− ∂Q
∂q
− ∂P
∂q
∂Q ∂Q T ∂Q ∂Q T
− = 0
∂q ∂p ∂p ∂q
T
∂Q ∂P ∂Q ∂P T
− = I
∂q ∂p ∂p ∂q
T
∂P ∂Q ∂P ∂Q T
− = −I
∂q ∂p ∂p ∂q
T
∂P ∂P ∂P ∂P T
− = 0
∂q ∂p ∂p ∂q
Estas las podemos escribir para cada uno de los elementos que forman las submatrices
anteriores, teniendo en cuenta la delta de Kronecker (ver Apéndice ??) [29]:
n (
∑ )
∂Qi ∂Qj ∂Qi ∂Qj
− = 0 ∀i, j ≤ n
k=1
∂q k ∂pk ∂pk ∂qk
∑n ( )
∂Qi ∂Pj ∂Qi ∂Pj
− = δij
k=1
∂qk ∂pk ∂pk ∂qk
∑n ( )
∂Pi ∂Qj ∂Pi ∂Qj
− = −δij
k=1
∂qk ∂pk ∂pk ∂qk
∑n ( )
∂Pi ∂Pj ∂Pi ∂Pj
− = 0
k=1
∂q k ∂pk ∂pk ∂qk
Ası́ estas 4n2 ecuaciones en términos de los elementos matriciales, expresan las condiciones
necesarias y suficientes para que una transformación sea canónica.
Dentro de la mecánica clásica este tipo de ecuaciones se presentan muy frecuentemente
y por eso vale la pena darle un nombre, entonces definamos el corchete de Poisson.
Corchetes de Poisson
∑n ( )
∂u ∂v ∂u ∂v
[u, v]q,p = − (1.52)
k=1
∂q k ∂pk ∂pk ∂qk
Con esta notación nuestras condiciones para que una transformación sean canónica, se
reducen a [29]:
[Qi , Qj ]η = 0 (1.53)
[Pi , Pj ]η = 0 (1.56)
= −1
∂P ∂P ∂P ∂P
[P, P ] = −
∂q ∂p ∂p ∂q
= 0
[qi , qj ]η = 0
[qi , pj ]η = δij
[pi , qj ]η = −δij
[pi , pj ]η = 0
En forma de matriz:
[η, η]η = J (1.58)
A los corchetes de Poisson de las propias variables tales como dados en las ecuaciones
(1.57) y (1.58) se les da el nombre de corchetes de Poisson fundamentales.
La ecuación (1.57) establece que los corchetes de Poisson fundamentales de las variables
ξ tendrá siempre el mismo valor al calcular respecto a cualquier sistema de coordenadas
canónica [9]. Equivalentemente indica que los corchetes de Poisson fundamentales son
invariantes ante las transformaciones canónicas. Por tanto de la ecuación (1.58) resulta:
Hasta ahora hemos visto que la condición simpléctica para que una transformación sea
canónica (MT JM = J) equivale a la ecuación (1.57) ([ξ, ξ]η = J) y recı́procamente.
Entonces la ecuación (1.57) puede escribirse como:
[ξ, ξ]η = MT JM
más explı́citamente:
∂ξ T ∂ξ
[ξ, ξ]η = J (1.60)
∂η ∂η
Ası́ en general la forma matricial de la definición del corchete de Poisson es :
∂u T ∂v
[u, v]η = J (1.61)
∂η ∂η
que es la forma matricial del corchete de Poisson, donde como sabemos se utiliza el sı́mbolo
de la transpuesta para tratar esta matriz como matriz fila.
Con esta notación matricial de Poisson podemos ver sin costarnos mucho trabajo que,
todo los corchetes de Poisson son invariantes ante las transformaciones canónicas [1].
Consideremos dos funciones u(qi , pi , t) y v(qi , pi , t) que bajo una transformación canónica
η → ξ se transforma en u(Qi , Pi , t) y v(Qi , Pi , t).
La derivada parcial de v respecto a η puede expresarse mediante derivadas parciales
respecto a ξ en analogı́a con la ecuación (1.32):
∂v ∂v
= MT (1.62)
∂η ∂ξ
similarmente para u, tenemos:
( )T ( )T
∂u T ∂u ∂u T
= M = M
∂η ∂ξ ∂ξ
Luego el corchete de Poisson de la ecuación (1.61) toma la forma:
∂u T ∂v ∂u T ∂v
[u, v]η = J = MJMT
∂η ∂η ∂ξ ∂ξ
Si la transformación es canónica se cumplirá la condición simpléctica, consecuentemente
tendremos:
∂u T ∂v
[u, v]η = J = [u, v]ξ (1.63)
∂ξ ∂ξ
Por tanto, el corchete de Poisson tiene siempre el mismo valor cuando se calcula con
respecto a cualquier sistema de variables canónicos . En ese sentido todo los corchetes de
Poisson son invariantes canónicos [29]. En virtud a este importante resultado, mientras
utilicemos tan solo variables canónicas, suprimiremos en adelante en la notación anterior
el subı́ndice que indica con respecto a que sistema de coordenadas canónicos se calcula el
corchete.
Las observaciones anteriores nos muestran que los corchetes de Poisson juegan un
papel muy importante en la mecánica hamiltoniana y por tanto es conveniente asimilar
sus principales propiedades, y estas son [27]:
1. Fundamental:
sea u, v y w funciones; α, β constantes.
[u, u] = 0
2. Antisimetrı́a:
[u, v] = −[v, u]
3. Linealidad:
[αu + βv, w] = α[u, w] + β[v, w]
4. Identidad de Jacobi:
5. Producto:
[u, vw] = [u, v]w + v[u, w]
Invariante Canónicos
du ∂u
= [u, H] + (1.64)
dt ∂t
ó en notación simpléctica considerando la ecuación (1.28):
du ∂u ∂u ∂u ∂H ∂u
= η̇ + = J +
dt ∂η ∂t ∂η ∂η ∂t
∂H
q̇i = [qi , H] = (1.65)
∂pi
∂H
ṗi = [pi , H] = − (1.66)
∂qi
en forma compacta:
∂H
η̇ = [η, H] = J (1.67)
∂η
Las ecuaciones (1.65) y (1.66) como ya habı́amos señalado no es sino otra manera de
escribir las ecuaciones de Hamilton.
Si u es una constante de movimiento del sistema, de la ecuación (1.64) resulta:
du ∂u
= [u, H] + =0
dt ∂t
∂u
[H, u] = (1.68)
∂t
Todas las funciones que cumplan con (1.68) serán constantes de movimiento. Pero si
∂u
además u no depende explı́citamente del tiempo ( = 0), entonces el corchete de Poisson
∂t
con H es nulo:
[u, H] = 0 (1.69)
que nos proporciona una manera de verificar si una función que no depende explı́citamente
del tiempo es una constante de movimiento. Mas aún, si se conocen dos constantes de
movimiento u y v que no dependen del tiempo, de la identidad de Jacobi tomando H en
vez de w se tiene:
[u, [v, H]] + [H, [u, v]] + [v, [H, u]] = 0
4
Para u que no depende explı́citamente del tiempo tendrı́amos:
du
= [u, H]
dt
Dado que [u, H] = [v, H] = 0 resulta inmediatamente que:
que nos indica que el corchete de Poisson de dos constantes de movimiento cualesquiera es
también una constante de movimiento, lo que nos permitirá encontrar nuevas constantes
de movimientos.
La notación del corchete de Poisson se puede utilizar también para formular las ecua-
ciones básicas de una T.C.I. tal como hemos visto dicha transformación es un caso partic-
ular de una transformación que es una función continua de un parámetro (que si conviene
se hace igual a cero)[14]. Si el parámetro es suficientemente pequeño (δθ → 0) para que
se pueda tratar como infinitésimo de primer orden, las variables canónicas transformadas
diferirán infinitesimalmente de las coordenadas iniciales de la forma:
ξ = η + δη
∂G
δη = δθJ
∂η
∂G
[η, G] = J (1.71)
∂η
Ası́ que las ecuaciones de transformación para una T.C.I. se escribe de la forma [14]:
δη = δθ[η, G] (1.72)
δη = δt[η, G] (1.73)
Capı́tulo 2
26
mación canónica pero será fructı́fera para nuestro propósito.
B (Q,P)
Espacio
fásico A
(q,p)
∂u = u(B) − u(A)
t t+e Tiempo
la forma [14]:
∂u = u(η + δη, t) − u(η, t)
explı́citamente:
∂u = u(qi + δqi , pi + δpi , t) − u(qi , pi , t)
| {z } | {z }
Qi Pi
Este resultado es evidente ya que al tomar en vez de u una de las propias coordenadas
del espacio de las fases (o la matriz de las coordenadas y momentos), tenemos la ecuación
(1.73). Que según la definición del punto B en relación con A, el cambio de coordenadas de
A a B es precisamente la diferencia infinitesimal entre las coordenadas antiguas y nuevas.
Considerando los resultados respecto al cambio de valor de una función debido a una
T.C.I. hablemos ahora sobre el cambio de la hamiltoniana. Recordemos que la hamilto-
niana no es una función concreta igual en todos los sistemas (o espacio de las fases), sino
que es una función que en el espacio de las fases dado, define las ecuaciones canónicas
del movimiento. Ası́ H(A) no pasa a H(A′ ) = H(B) sino a H(A′ ) y H(A) no tendrá en
general el mismo valor que H(A′ ) [14]. En tal sentido el cambio de la hamiltoniana ∂H
significará en realidad la diferencia entre los valores de la hamiltoniana en una y otra
interpretación de la forma [1]:
∂H = H(A′ ) − H(B)
∂F
H=H+
∂t
donde en el caso de una T.C.I. la función generatriz está dado por la ecuación (1.41).
Como en esa ecuación G puede ser función explı́cita del tiempo, la nueva hamiltoniana
vendrá dada por:
∂G
H(A′ ) = H(A′ ) + ε
∂t
Pero H(A′ ) = H(A) ya que es solamente cambio de coordenadas de η a ξ, luego:
∂G
H(A′ ) = H(A) + ϵ
∂t
∂G
∂H = H(A) − H(B) + ε
∂t
∂G
∂H = −(H(A) − H(B)) + ε
∂t
Siguiendo la secuencia para llegar a la ecuación (2.2) vemos que ∂H estará dado por:
∂G
∂H = −ε[H, G] + ε
∂t
ó igualmente:
∂G
∂H = ε[G, H] + ε
∂t
Por otra parte, de la ecuación (1.64) del movimiento generalizado, reemplazando G en
vez de u y multiplicando por ϵ es:
dG ∂G
ε = ε[G, H] + ε (2.3)
dt ∂t
Luego, finalmente se deduce que el cambio de H es:
dG
∂H = ε (2.4)
dt
Por tanto si G que es la función generatriz de la T.C.I. es una constante de movimiento,
la ecuación (2.4) nos señala que genera una T.C.I. que no cambia el valor de la hamil-
toniana. Es decir, las constantes de movimiento son las funciones que generan aquellas
transformaciones canónicas que dejan invariante la hamiltoniana [15],[23] y [14].
En ese sentido, en particular para sistemas conservativos tendremos la descripción de
un sistema mediante una T.C.I. por una constante de movimiento, la hamiltoniana que
mueve un punto figurativo sobre la trayectoria del sistema en el espacio de las fases.
u = u(X1 , . . . , Xn )
Desarrollando u en serie de Taylor (ver Apéndice ??) entorno a las condiciones iniciales
de los puntos X0i , esto es:
∑
n
∂u 1 ∑ ∂ 2 u
n
u(Xi ) = u(X0i ) + (Xi − X0i ) + (Xi − X0i )(Xj − X0j )+
i
∂Xi 0 2! i,j ∂Xj ∂Xi 0
1 ∑
n
∂ 3u (Xi − X0i )(Xj − X0j )(Xk − X0k ) + · · · (2.5)
3! i,j,k ∂Xk ∂Xj ∂Xi 0
donde el subı́ndice cero significa que hay que tomar el valor de las derivadas en los puntos
iniciales.
Ahora como señalábamos antes, supongamos que para este desarrollo los cambios
infinitesimales de u y Xi que aparecen en las derivadas parciales provienen de una trans-
formación canónica generada por una función G de la forma [14]:
∂u = ε[u, G] (2.6)
y para Xi :
∂Xi = ε[Xi , G] (2.7)
∂u [u, G]
=
∂Xi [Xi , G]
[ ]
[u, G]
,G
∂ 2u ∂ [u, G] [Xi , G]
= ( )=
∂Xj ∂Xi ∂Xj [Xi , G] [Xj , G]
[ [u,G] ]
] [ , G
[u, G] [Xi ,G] , G
,G [Xj , G]
∂ 3u ∂ [Xi , G]
= ( )=
∂Xk ∂Xj ∂Xi ∂Xk [Xj , G] [Xk , G]
Finalmente el desarrollo de la función solución queda como:
[ ]
[u, G]
∑n
∑ n , G
[u, G] 1 [Xi , G]
u(Xi ) = u(X01 , . . . , X0n )+ (Xi −X0i )+ (Xi −X0i )(Xj −X0j )
i
[Xi , G] 0 2! i,j [Xj , G]
0
[ [u,G]
]
,G
[Xi ,G]
, G
1 ∑
n [Xj , G]
+ (Xi − X0i )(Xj − X0j )(Xk − X0k ) + · · · (2.8)
3! i,j,k [Xk , G]
0
donde el subı́ndice cero significa que hay que tomar el valor de los corchetes de Poisson
en los puntos iniciales X0i . Esta ecuación nos sirve para obtener la solución o trayectoria
del sistema de manera implı́cita.
Una particularidad muy importante de la ecuación (2.8) que nos sirve para obtener
las ecuaciones paramétricas de la trayectoria, se tiene cuando consideramos a Xi como la
única variable, el tiempo t, y tomamos la función u como: las posiciones qi , los momentos pi
o cualquier función que dependa solo de una variable ya sea de coordenadas o momentos, a
esta función lo denotaremos como ui . La generadora G identificamos con la hamiltoniana
del sistema H y Asimismo considerando las ecuaciones (1.73) y (2.7) tenemos que [t, H] =
1, por lo que teniendo en cuenta las condiciones iniciales en t0 = 0 a qi (t0 ), las ecuaciones
paramétricas de forma general ya sea de las coordenadas o momentos se reducen a:
1 1
ui (t) = ui (t0 ) + [ui , H]0 t + [[ui , H], H]0 t2 + [[[ui , H], H] , H]0 t3 + · · · (2.9)
2! 3!
El método de solución (ecuación 2.8) proporciona de manera directa que las T.C.I.
pueden generar transformaciones canónicas finitas dependientes del parámetro continuo
tiempo, llevándonos ası́ a obtener la ecuación de la trayectoria de forma implı́cita o de
forma paramétrica sin la necesidad de resolver ecuaciones diferenciales [3]. Además esta,
muestra una vision profunda de la estructura de la mecánica clásica basada en la teorı́a
de las transformaciones canónicas.
Lo que hemos desarrollado es simplemente reescribir las ecuaciones de movimiento, y
en tal sentido podemos percibir que el procedimiento es meramente artificial por cuanto
las ecuaciones permanecen sin solución analı́tica. Sin embargo esta formulación (ecuación
2.8) nos permite obtener la trayectoria de la configuración de un sistema directamente,
calculando los corchetes de Poisson del generador y las variables de interés.
2.3. Aplicaciones
Las aplicaciones del método propuesto, realizaremos exclusivamente a problemas den-
tro del marco de la mecánica clásica de sistemas conservativos ó sistemas con potencial
generalizados en donde se considera que la función generadora de la T.C.I. que deja in-
variante la hamiltoniana, es la misma hamiltoniana del sistema. Por tanto cabe identificar
G con H y en consecuencia H no dependerá explı́citamente del tiempo.
La aplicación que nos interesa hacer, y que de hecho motivó el desarrollo del presente
trabajo, es la de obtener directamente las trayectorias que describen los sistemas (ecuación
implı́cita de la trayectoria) y la solución en función del tiempo (ecuaciones paramétricas
de la trayectoria) de algunos problemas en mecánica clásica sin necesidad de resolver
ecuación diferencial alguna.
Por otro lado, según nuestro método de solución planteado, para problemas unidimen-
sionales utilizamos la ecuación (2.9) que en principio nos da la solución de la ecuación
del movimiento para problemas con un grado de libertad. Considerando ui = q en tal
ecuación se tiene:
1 1
q(t) = q(t0 ) + [q, H]0 t + [[q, H], H]0 t2 + [[[q, H], H] , H]0 t3 + · · · (2.12)
2! 3!
Entonces apliquemos esta formula al problema planteado, para el cual la hamiltoniana
es:
p2
H= − Fq (2.13)
2m
siendo q la posición. Los corchetes de Poisson necesarios de la ecuación (2.12) se pueden
calcular a partir de los corchetes fundamentales, que son:
p
[q, H] = q̇ =
m
1 ṗ F
[[q, H], H] = [p, H] = =
m m m
F
Debido a que este ultimo corchete de Poisson tiene un valor constante, es una
m
constante de movimiento, entonces su corchete de Poisson con la hamiltoniana sera cero
F
([ , H] = 0); ası́ que todos los corchetes de Poisson de orden superior se anularan idénti-
m
camente y terminará la serie, por lo que la ecuación para la trayectoria estará dado por:
p0 F t2
q(t) = q0 + t+ (2.14)
m m2
1
q(t) = q0 + v0 t + at2 (2.15)
2
Por tanto comparando las ecuaciones (2.11) y (2.14) notamos que son las mismas
ecuaciones, lo cual nos señala que el método es confiable.
(usamos la variables q para denotar la posición del objeto, en lugar de x). De esto resulta
la ecuación:
k
q̈ + q=0
m
Las soluciones de esta ecuación son bien conocidas y son de la forma [6]:
Ahora aplicamos nuestro método planteado, nos referimos de la ecuación (2.9) siendo
ui = q, para lo cual, la hamiltoniana del oscilador armónico simple es:
p2 1
H= + mω 2 q 2 (2.17)
2m 2
Entonces desarrollamos los corchetes de Poisson necesarios que aparecen en la ecuación
(2.9):
1 1 1
q(t) = q(0) + [q, H]0 t + [[q, H], H]0 t2 + [[[q, H], H] , H]0 t3 + [[[[q, H], H] , H] , H]0 t4
2! 3! 4!
1 1
+ [[[[[q, H], H] , H] , H] , H]0 t5 + [[[[[[q, H], H] , H] , H] , H] , H]0 t6 + · · · (2.18)
5! 6!
Dadas los corchetes de Poisson fundamentales:
p
[q, H] = q̇ = ; [p, H] = ṗ = −mω 2 q
m
estas son:
p
[q, H] = q̇ =
m
1
[[q, H], H] = [p, H] = −ω 2 q
m
ω2
[[[q, H], H] , H] = −ω [q, H] = − p
2
m
ω2
[[[[q, H], H] , H] , H] = − [p, H] = ω 4 q
m
ω4
[[[[[q, H], H] , H] , H] , H] = ω 4 [q, H] = p
m
ω4
[[[[[[q, H], H] , H] , H] , H] , H] = [p, H] = −ω 6 q
m
reemplazando estos corchetes de Poisson evaluados a las condiciones iniciales dados arriba
cuando t = 0 a la ecuación (2.18), tenemos:
p0 (ωt)2 p0 (ωt)3 (ωt)4 p0 (ωt)5 (ωt)6
q(t) = q0 − (ωt) − q0 + + q0 − − q0 + ···
mω 2! mω 3! 4! mω 5! 6!
reagrupando convenientemente:
( ) ( )
(ωt)2 (ωt)4 (ωt)6 p0 (ωt)3 (ωt)5
q(t) = q0 1 − + − + ··· − (ωt) − + − ···
2! 4! 6! mω 3! 5!
identificando las series queda:
p0
q(t) = q0 cos ωt − sen ωt (2.19)
mω
Esta ecuación es la misma que la ecuación solución obtenida con la segunda ley de Newton.
Admitimos en este caso que no existe resistencia del medio, por lo que la única fuerza
de que actúa sobre la partı́cula de masa m es la gravedad terrestre, que suponemos definida
por el campo gravitatorio simplificado (−mgj) de valor constante (Figura 2.3)[12]. Las
ecuaciones de movimiento según la segunda ley de Newton son:
g
v0
q0
x
1
x(t) = v0 cos θ0 · t, y(t) = v0 sen θ0 · t − gt2 (2.21)
2
siendo las condiciones iniciales: x0 = 0; y0 = 0 y v0 .
La trayectoria descrita por la partı́cula queda definida por las ecuaciones paramétricas
(2.21), mediante el parámetro t. Se puede obtener la ecuación implı́cita de la trayectoria
eliminando el parámetro t de las ecuaciones (2.21) [10], esto es:
1 g
y(x) = x tan θ0 − 2 2
x2 (2.22)
2 v0 cos θ0
Por otra parte, para problemas en dos dimensiones siendo nuestras coordenadas las
cartesianas, nuestro método de solución que hemos planteado se puede aplicar dividiendo
en dos partes, para obtener la trayectoria y para obtener las soluciones en función del
tiempo.
Solución para la trayectoria: partimos de la ecuación (2.8), hacemos u = y o en
general una función de y, si nos conviene como se hará en la ultima aplicación; y X1 = x
la posición en x. Sabiendo que la causante de los cambios de las variables x y y es la
T.C.I. generada por la hamiltoniana H, la ecuación (2.8) se reduce a:
[ [y,H] ]
[ ] ,H
[y, H] [x,H] , H
, H [x, H]
[y, H] 1 [x, H] 1
y(x) = y(x0 )+ (x−x )+ (x−x ) 2
+ (x−x0 )3 +· · ·
[x, H] 0
0 0
2! [x, H] 3! [x, H]
0 0
(2.23)
en donde se debe de evaluar los corchetes de Poisson en las condiciones iniciales cuando
t0 = 0 ya arriba dadas.
La hamiltoniana asociada al movimiento de un proyectil en las condiciones men-
cionadas es:
p2x p2y
H= + + mgy (2.24)
2m 2m
Entonces para determinar la trayectoria en este caso, los corchetes necesarios a calcular
en el segundo término de la ecuación (2.23), debido a las ecuación (1.65) son:
py
[y, H] = ẏ = (2.25)
m
px
[x, H] = ẋ = (2.26)
m
entonces:
[y, H] py
= (2.27)
[x, H] px
Para el tercer término de la ecuación (2.23) necesitamos calcular directamente:
[ ] [ ]
[y, H] py 1 1 ṗy mg
,H = , H = [py , H] + py [ , H] = +0=− (2.28)
[x, H] px px px px px
por tanto se puede ver de la ecuación (2.28) que los Corchetes de Poisson siguientes
son ceros, y que la ecuación para la trayectoria se determina sustituyendo las ecuaciones
(2.26), (2.27) y (2.28) en la ecuación (2.23):
px0 1 m2 g 2
y(x) = x− x
py0 2 p2x0
en donde:
finalmente:
1 g
y(x) = tan θ0 · x − 2
x2 (2.29)
2 v0 cos2 θ0
es la ecuación de la parabola que corresponde al movimiento definido por la hamiltoniana
(2.24).
Solución en función del tiempo: utilizamos la ecuación (2.9), para dos dimensiones
u1 = x, u2 = y, con las condiciones iniciales dadas arriba tendremos:
1 1
x(t) = x(t0 ) + [x, H]0 t + [[x, H], H]0 t2 + [[[x, H], H] , H]0 t3 + · · · (2.30)
2! 3!
1 1
y(t) = y(t0 ) + [y, H]0 t + [[y, H], H]0 t2 + [[[y, H], H] , H]0 t3 + · · · (2.31)
2! 3!
Los corchetes de Poisson necesarios son fundamentales, ası́ que tomando en cuenta los
que fueron calculados anteriormente resulta sin dificultad alguna las soluciones en función
del tiempo:
1
x(t) = v0 cos θ0 · t, y(t) = v0 sen θ0 · t − gt2 (2.32)
2
Como se ha demostrado, las ecuaciones halladas mediante el nuestro método coinciden
con los encontrado usualmente.
Este problema consiste en que, un cuerpo de masa M situado en el origen del plano
(fijo) de coordenadas ejerce una fuerza de atracción sobre otro cuerpo de masa m situado
en el mismo plano con una magnitud que es inversamente proporcional al cuadrado de
la distancia entre ellos (Ley de la Gravitación Universal de Newton) (Figura 2.4) [30].
Utilizando las coordenadas polares planas la ecuación que la caracteriza a este problema
es:
GmM r kr
r̈m = − = − (2.33)
r2 r r3
Por otra parte, el momento lineal y el momento angular respecto al origen de la
partı́cula de masa M dados por [10]:
1 k
m(ṙ2 + r2 θ̇2 ) − = E (2.36)
2 r
m
y
F=-k/r
M
q
x x
α
r= (2.39)
1 + e cos θ
con:
L2
α= (2.40)
mk
y, √
2EL2
e= 1+ (2.41)
mk 2
La ecuación (2.39) representa una cónica de excentricidad e. Como sabemos que el
potencial es atractivo (k > 0), entonces habrá cuatro posibilidades de órbita:
p2x p2y k
H= + −√ (2.43)
2m 2m x2 + y 2
Calculamos los corchetes de Poisson involucrados del segundo término de la ecuación
(2.42):
[ 2 ] 2ypy
y , H = 2 [y, H] y = (2.44)
m
px
[x, H] = (2.45)
m
Para el tercer termino necesitamos calcular directamente:
[ 2 ]
[y , H] 2ypy −kx 2py py 2y −yk
, H = 0 − ( 2 )( 2 ) + ( )( ) − ( )( )
[x, H] px (x + y 2 )3/2 px m px (x2 + y 2 )3/2
2p2y 2yk ypx − xpy
= − 2 ( 2 ) (2.46)
mpx px (x + y 2 )3/2
de donde: [ ]
[y 2 , H]
,H
[x, H] 2p2y 2mky xpy − ypx
= 2 + ( ) (2.47)
[x, H] px p3x (x2 + y 2 )3/2
Luego, después del largo proceso de cálculo de los corchetes de Poisson involucrado
del término de tercer grado, tenemos que:
[ [y2 ,H] ]
,H
[x,H] , H
[x, H] ( )
p2y py 1
= 2kx 3 − 4ky 2 +
[x, H] px px (x + y 2 )3/2
2
( )
2 py k(xpy − ypx ) 3mk 2 xy (xpy − ypx )
+ −3xy + (x − 4y )
2
+ (2.48)
px p2x (x2 + y 2 )5/2 (x2 + y 2 )3 px
Evaluando para las condiciones iniciales cuando t = 0, x0 = 0; y0 = b; px = px0 ̸= 0;
py = py0 ; para los dos primeros corchetes de Poisson ( a partir de las ecuaciones (2.44) al
(2.47)) nos da:
[y 2 , H] 2bpy0
= (2.49)
[x, H] 0 px0
[ 2 ]
[y , H]
, H
[x, H] 2p2y0 2mk
= 2 − 2 (2.50)
[x, H] px 0 bpx0
0
Mientras que la contribución del termino de tercer grado (ecuaciones (2.48)) es cero como
se puede comprobar fácilmente:
[ [y2 ,H] ]
,H
[x,H] , H
[x, H] −4kpy −4kpy
=− 2 2 0 + 2 2 0 =0 (2.51)
[x, H] b px 0 b px 0
0
Sustituyendo (2.49), (2.50) y (2.51) en (2.42) llegamos a que se la trayectoria tiene la
forma cuadrática:
y 2 = Ax2 + Bx + C (2.52)
p2y0 mk 2bpy0
En donde: A = 2
− 2 ;B= ; C = y 2 (x0 )
px 0 bpx0 px0
La cual corresponde a una curva cónica de excentricidad e tal que:
p2y0 mk
e −1=A= 2 − 2
2
(2.53)
px 0 bpx0
En donde como sabemos que los caso de cı́rculo, elipse, parábola e hipérbola corre-
sponden a los valores de energı́a de la partı́cula que resultan de los tratamientos usuales
del problema de Kepler en coordenadas polares. Esto es, si:
2mbE + km
e2 = (2.54)
bp2x0
Tendremos, una trayectoria circular cuando e = 0, el mismo que corresponde a una energı́a
igual a:
k
E=− (2.55)
2b
La trayectoria será una parábola cuando e = 1, en este caso la energı́a tiene un valor
de:
p2x0 k
E= − (2.56)
2m 2b
Por último desarrollando la energı́a en función de la excentricidad:
p2x0 k
E = e2 − (2.57)
2m 2b
k
se deduce que, cuando − < e < 0 la trayectoria sera una elipse.
2b
Finalmente cuando E > 0 tendremos una trayectoria hiperbólica.
Solución en función del tiempo: en cierto sentido para trabajar menos y con-
siderando los resultados anteriores vamos a desarrollar x2 y y 2 en función del tiempo en
lugar de ui a partir de la ecuación (2.9) tales que toma la forma:
1 [ 2 ] 1 [[ 2 ] ]
x2 (t) = x2 (t0 ) + [x2 , H]0 t + [x , H], H 0 t2 + [x , H], H , H 0 t3 + · · · (2.58)
2! 3!
1 [ 2 ] 1 [[ 2 ] ]
y 2 (t) = y 2 (t0 ) + [y 2 , H]0 t + [y , H], H 0 t2 + [y , H], H , H 0 t3 + · · · (2.59)
2! 3!
Los corchete de Poisson necesarios para las ecuaciones (2.58) y (2.59) evaluados con
las condiciones iniciales son:
2x0 px0
[x2 , H]0 = =0
m
[ 2 ] 2p2x0 2kx20 2p2x0
[x , H], H 0 = − = 2
m m(x20 + y02 )3/2 m
( )
[[ 2 ] ] 6kpx0 x0 (x0 + y0 ) − x0
2 2 3
6kpy0 x20 y0
[x , H], H , H 0 = − 2 + =0
m (x20 + y02 )5/2 m2 (x20 + y02 )5/2
el término del tercer grado se anula como se puede verificar fácilmente. Sustituyendo los
corchetes determinados en las ecuaciones (2.58), (2.59) resultan las ecuaciones paramétri-
cas de la trayectoria:
p2x0 2
x2 (t) = t (2.60)
m2
2bpy0 p2y k 2
y 2 (t) = y 2 (t0 ) + t + ( 02 − )t (2.61)
m m mb
Ahora, despejando el tiempo de la ecuación (2.66) luego sustituyendo en (2.67) lle-
gamos a la misma ecuación (2.52) esto es:
2bpy0 p2y mk
y 2 (x) = y 2 (x0 ) + x + ( 20 − 2 )x2 (2.62)
p x0 px0 bpx0
Aquı́ es importante hacer notar que para este caso particular (problema de Kepler)
la serie se corta en la tercera derivada. En general, el resultado depende del problema a
tratar y de la variable que se esté desarrollando. Inclusive para este mismo problema, si
hubiéramos desarrollado y(x), es de esperarse una serie infinita para que pueda dar lugar
a la trayectoria cónica, la cual es la solución del problema.
2.3.3. Aplicación en Tres Dimensiones
Otro problema interesante tal que nos sirva para analizar la confiabilidad del método
de solución planteado es esta que viene a continuación. Consideremos el movimiento de
una partı́cula de masa m y carga eléctrica q en un campo magnético constante y uniforme
B (Figura 2.5), como una particularidad del campo electromagnético tomando los ejes de
modo que E = 0, B = (0, 0, B) [27].
El movimiento de la partı́cula esta sometido a la fuerza de Lorentz, aplicando la
segunda ley de Newton la ecuación de movimiento es:
mv̇ = qv × B
y
x
[ 2 ]
[x ,H]
[ 2 ] [ 2 ]
, H
[x , H] [x , H]
[y,H] , H
,H ,H
[y, H]
[z, H] [z, H] 2 1 3
+ yz + z + y + ··· (2.64)
[y, H] [z, H] 3!
[y, H]
0 0
0
1 1 1
x(t) = x(0)+[q, H]0 t+ [[x, H], H]0 t2 + [[[x, H], H] , H]0 t3 + [[[[x, H], H] , H] , H]0 t4
2! 3! 4!
1 1
+ [[[[[x, H], H] , H] , H] , H]0 t5 + [[[[[[x, H], H] , H] , H] , H] , H]0 t6 + · · · (2.67)
5! 6!
1 1 1
y(t) = y(0) + [q, H]0 t + [[y, H], H]0 t2 + [[[y, H], H] , H]0 t3 + [[[[y, H], H] , H] , H]0 t4
2! 3! 4!
1 1
+ [[[[[y, H], H] , H] , H] , H]0 t5 + [[[[[[y, H], H] , H] , H] , H] , H]0 t6 + · · · (2.68)
5! 6!
1 1
z(t) = z(0)+[q, H]0 t+ [[z, H], H]0 t2 + [[[z, H], H] , H]0 t3 +· · · (2.69)
2! 3!
Los corchetes de Poisson necesarios para calcular estas ecuaciones, previa evaluación
en las condiciones iniciales arriba dadas para el problema son:
px0 − 21 qBy0 p′x0
[x, H]0 = = =0
m m
qB py0 + 12 qBx0 qB p′y
[[x, H], H]0 = − = − ( 0)
m m m m
q B x0 − 2 qBy0
2 2p 1
q 2 B 2 p′
[[[x, H], H] , H]0 = − 2 = − 2 ( x0 ) = 0
m m m m
3 3 p + 1 qBx 3 3 p′
q B y0 2 0 q B y
[[[[x, H], H] , H] , H]0 = 3
= 3
( 0)
m m m m
q 4 B 4 px0 − 12 qBy0 q 4 B 4 p′x0
[[[[[x, H], H] , H] , H] , H]0 = = ( )=0
m4 m m4 m
q 5 B 4 py + 1 qBx0 q 5 B 5 p′y
[[[[[[x, H], H] , H] , H] , H] , H]0 = − 5 0 2 = − 5 ( 0)
m m m m
pz 0
[z, H]0 =
m
ṗz0
[[z, H], H]0 = =0
m
2py0 qBt
x(t) = cos( ) (2.70)
qB m
2py0 qBt
y(t) = sen( ) (2.71)
qB m
pz 0
z(t) = t (2.72)
m
qBx0
x2 (y, z) = x20 − y2
py0 + 12 qBx0
p′y0 2py0
teniendo en cuenta que x0 = = llegamos a que la partı́cula describe una trayec-
qB qB
toria circular:
x2 + y 2 = x20 (2.73)
Del mismo modo, para el caso particular mencionado, las ecuaciones (2.70) al (4.72)
se reducen a:
2py0 qBt 2py0 qBt
x(t) = cos( ), y(t) = sen( )
qB m qB m
desapareciendo el parámetro tiempo resulta:
(2py0 )2
x2 + y 2 = = x20 (2.74)
(qB)2
esta ultima es precisamente la misma ecuación que (2.73), por lo que nos deja en claro
que ambas ecuaciones representan la trayectoria.
Capı́tulo 3
Conclusiones
Se enumerará a continuación las conclusiones que se considera las más relevantes sobre
la presente tesis.
51
- No se han resuelto ecuaciones diferenciales o integrales en forma directa.
- En una misma fórmula, ecuación (2.8), se tiene la solución formal para trayec-
torias y solución en función del tiempo.
4. Por último la intención del presente trabajo ha sido mostrar la bondad y alcance de
las transformaciones canónicas que poco se enseñan en los cursos avanzados. Por lo
tanto, hay que tener precaución en considerar a esta alternativa como un método
competitivo para resolver problemas en mecánica clásica, no obstante nos haya per-
mitido resolver un problema considerado “muy difı́cil” en los cursos tradicionales,
como fue la obtención de la trayectoria en el problema de Kepler en coordenadas
cartesianas. Si bien el uso de propagadores y funciones de Green ha mostrado ser
la forma adecuada de trabajo en teorı́a de campo y teorı́a de muchos cuerpos, el
equivalente en mecánica clásica, mostrado aquı́, todavı́a tiene que demostrar su valor
para considerarlo como un método práctico de solución de problemas.
Bibliografı́a
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[10] Geiner, W. “Classical Mechanics: Point Particles and Relativity”, Springer, (2004).
53
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Wesley, (2003).
[18] Landau, L.; Lifshitz, E. “Mecánica Vol. 1, Segunda Edición”, Editorial Reverté, Es-
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