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El Rapport: cómo crear sintonía

Muchas veces estamos en situaciones en las cuales nos sentimos mal o incómodos,
ya sea por timidez, por antipatía con el otro o por sentirnos fuera de lugar. Puedes
tener problemas de comunicación con tu cónyuge, jefe, hijos, padres o empleados y
en muchas ocasiones tal vez no sepas qué hacer para solucionarlo.

Programación Neurolingüística cuenta con una técnica llamada Rapport que tiene
por objeto crear un ambiente de confianza y cooperación mutua para entablar una
comunicación donde no haya juicios, distorsiones o malos entendidos, sino una
escucha sana. Con esta técnica podemos concentrarnos, sin distracciones, en lo que
la otra persona trata de comunicarte y a su vez hace que tú comuniques justo lo
que quieres sin que suene a regaño, juicio, crítica o mala intención. Logras que tú
mensaje sea escuchado tal y como quieres, y a la vez te metes en los zapatos del
otro para entenderlo. Con esta herramienta o técnica no hay manipulación,
justamente se trata de respetar al otro. La otra persona y tú son libres de decidir si
aceptan o no los puntos de vista del otro, pero lo más importante es que cada uno
escuche y entienda al otro.

A este tipo de comunicación se le llama “comunicación de centro a centro”, ya que


es de inconsciente a inconsciente. Esta comunicación se da muy fácilmente, incluso
sin darnos cuenta, con personas afines a nosotros, como con los amigos con los que
fluimos muy bien. Si observas en un lugar público, como en un restaurante, a las
personas que tienes alrededor, aunque no las escuches, puedes ver que en una
mesa la están pasando muy bien, mientras en otra no. Unos parecen que están
danzando al mismo ritmo y los otros parece que tienen un muro entre ellos. El
lenguaje corporal es más fuerte y fidedigno que el verbal.

¿Cómo hacer para manejar una buena relación con las personas con las que tienes
problemas? ¿Cómo hacer para llegar a las oficinas de gobierno y que te atiendan
con una sonrisa? ¿Cómo manejar una entrevista con alguien difícil? En pocas
palabras, ¿cómo hacer para que me escuchen y me entiendan? Y también, qué
debes hacer tú para entender sin juzgar primero y ser asertivo.

El Rapport es la técnica para que mantengas buenas relaciones con las personas
que te importan o que necesitas en un momento dado. Es comunicarte con todo lo
que eres, no sólo con tus palabras. Es el manejo de tu lenguaje corporal junto con el
verbal.

En la comunicación, el lenguaje verbal solo tiene el 7% de impacto, mientras que el


lenguaje corporal el 55% y el tono de voz el 38%. No es tanto lo que digamos, sino
cómo lo digamos. La comunicación asertiva es un arte que pocos tienen. Imagínate
poder comunicar al 100% con los demás. Todo lo que aprenderías y por supuesto, el
mundo sería otro. Podrías crear un clima de trabajo o familiar agradable y
participativo sin envidias, juicios y mal entendidos.

El Rapport se da por naturaleza con las personas afines a ti. El reto es llevarlo a
cabo conscientemente con las personas que te causan alguna sensación negativa
como pueden ser, miedo, coraje, enojo, impaciencia, intolerancia, inseguridad, u
otras.

Para lograr el Rapport hay que tratar de entrar en el mapa mental de la otra
persona (ver artículo de El mapa mental y la realidad). En realidad empieza con
cosas sencillas como cuando llegas a la ventanilla del banco, antes que nada, di
algo agradable al cajero, por ejemplo, “buenos días, parece que tiene mucho
trabajo, espero termine pronto”. Cuando entras al despacho de alguien, comenzar
por decir “qué bonita foto de su familia, lo felicito”, o cualquier cosa agradable del
lugar o de él. Si se trata de tu hijo, antes de regañarlo y recibirlo con la espada
desenvainada porque llegó tarde, pregunta cual fue la razón por la que lo hizo, por
ejemplo: ¿cómo estuvo la fiesta? ¿Quiénes fueron? y después de que te contestó,
decirle “habíamos quedado en una hora, yo sé que estabas muy contento, sin
embargo creo que no se vale que me tengas despierta hasta tales horas sin
avisarme, así que…”. De esta manera el chico entenderá tu mapa más fácilmente y
en vez de que haya portazos o malos modos, se quedará pensando sobre el asunto
y es más probable que la próxima vez llegue a tiempo o no tan tarde.

Por el contrario, lo que sucede en la mayoría de estos casos es que en vez de


comunicarnos y averiguar lo que queremos, declaramos la guerra, pues no nos
estamos interesando en el otro, sino solamente en nosotros y nuestra problemática.
Se convierte muchas veces en lucha de poderes y que no nos lleva a ningún lado
sino solo a crear resquemores, rencores y juicios negativos.

Para llevar a cabo la técnica del Rapport debes estar muy receptivo con la persona
con la cual te quieres comunicar.

1. Haz que las palabras que utilizas al cuestionar, contestar u opinar


correspondan y sean las mismas o parecidas a las de él. Escucha a tu
interlocutor e inmediatamente contéstale con las mismas palabras con las
que él te ha hablado. Si te dice: “ayer la pasé muy mal”. Bien puedes
preguntarle “¿por qué razón dices que ayer la pasaste muy mal ?” Así la
conversación no se desvía pues está centrada con las mismas palabras que
suenan como un eco y que a la persona que las dice la hacen pensar sobre
ellas ya que las está escuchando a través de ti. Si la persona te está
hablando de cómo “ve” una situación, procura emplear también la palabra
“ver” cuando te refieras al tema. Si él dice: “yo lo veo problemático ”, tú
puedes responder “¿de qué manera lo ves problemático ?”, “yo también lo
veo problemático , o yo no lo veo problemático por esta razón…” en
lugar de decir “yo también lo veo difícil” o “estás mal, esto no es así”. Aquí
ya cambiamos las palabras y estamos creando una resistencia.
2. Reflejar postura. Esto quiere decir que tienes que corresponder a sus
movimientos y a sus gesticulaciones. Así como correspondes con las mismas
palabras, también hazlo con tu cuerpo. Si él cruza o descruza la pierna, si se
hace hacia delante, si se toca el cabello, si sonríe, si mueve la cabeza hacia
un lado, si mueve los ojos hacia un lado en particular, etc. tú haz lo mismo
con discreción y delicadeza. No se trata de imitar sino de corresponder a su
lenguaje corporal de una manera sutil.
3. Igualar la respiración del interlocutor nos dará el volumen y tono de voz que
él está utilizando. Es como si vivieras a su ritmo.
4. Durante la conversación, conscientemente, haz algún movimiento diferente
a los de tu interlocutor, y si él corresponde a éste, esto quiere decir que el
puente de la comunicación ya está tendido, por lo que en ese momento ya
puedes decir algo que en otra ocasión pudiera haber creado un problema
con la seguridad de que tu mensaje será acogido.

En este proceso de adoptar el comportamiento de la persona con la cual nos


queremos comunicar, se logra la sintonía o empatía ya que el inconsciente lo está
captando. De alguna manera logramos meternos en los zapatos del otro, y
entenderlo y que él nos entienda. De esta manera no te vas a distraer mientras lo
escuchas o no va a entrar en tu diálogo interno y así desligarnos de lo que te están
platicando.

Aunque a veces no lo parece, es fácil entenderse los unos con los otros ya que
nuestro sistema nervioso es un cableado que abarca cada célula de nuestro cuerpo.
Si yo me muevo, hablo, respiro igual que la otra persona, por fuerza estoy
accediendo a su mapa y a lo que está sintiendo, pues estoy manejando su propio
“cableado”.
Esto te permitirá lograr una genuina identificación con el otro y facilitará
grandemente la comunicación y comprensión.

Realiza tus propósitos con PNL

¿Cuáles son los propósitos de año nuevo más comunes?

Empezar una dieta.


Hacer ejercicio.
Ahorrar dinero.
Ser más ordenado.
Dejar de fumar.
Encontrar un mejor trabajo.

¿Cuál es el suyo? Es un buen momento para fijarse algún propósito para el año. La
mejora continua de uno mismo es algo que ciertamente nos beneficia en todo lo
que hacemos. Convertirnos en mejores personas nos permitirá caminar por la vida
con un mejor estilo de vida (me refiero a una vida en equilibrio tanto mental,
emocional, laboral, familiar y de salud). El ponernos objetivos y metas, y además
lograrlas también ejercita nuestra capacidad de dirigir nuestra mente y nuestros
pensamientos. Por mucho tiempo hemos estado siendo dirigidos por los
pensamientos y programas adquiridos a lo largo de nuestra vida.

Si pensamos lo peor; que nunca logramos nuestros propósitos, que cada año es lo
mismo, que no tiene caso intentarlo, seguramente sugestionarás tu mente con esas
ideas y lograrás exactamente eso, no hacer ningún cambio. Si esperas lo peor,
seguramente eso conseguirás.

Por otro lado si nos damos cuenta que para obtener un resultado diferente hay que
hacer algo diferente, busquemos nuevas formas de hacer las cosas. En el pasado
hemos hecho cambios. Podemos recordar que en algún momento de nuestra vida sí
logramos objetivos. Sí hemos tenido avances y debemos reconocerlo. Hay que
simplemente, poner manos a la obra, o mejor dicho, mente a la obra. Pensar en el
objetivo está bien, sin embargo hay que también pensar en el proceso para darle un
comienzo y un final y visualizar exactamente cuales son los pasos a seguir.

Ahora puede poner en acción su capacidad de decisión y dirección siguiendo una


técnica muy sencilla de Programación Neurolingüística.

Siga los siguientes pasos al pie de la letra y verá qué fácil es. Es importante que
realice todos los pasos del proceso.

Si el propósito es “hacer ejercicio”, veamos cuales serían los pasos a seguir:

1. Enunciar su propósito en forma positiva: “quiero hacer ejercicio”.


Pregúntese si realmente quiere hacer ejercicio.
Pregúntese para qué quiere hacer ejercicio.

2. Visualícese haciendo ejercicio y sintiéndose bien.


¿Qué ve a su alrededor?
¿Qué escucha cuando lo hace?
¿Qué siente mientras hace ejercicio?
¿Cómo es la temperatura?
¿Qué sensación tiene al terminar el ejercicio?
Tómese un momento para contestar estas preguntas antes de continuar.
3. Ahora piense ¿cuál es el primer paso para lograr su objetivo?
¿Qué es lo primero que tiene que hacer? (Ej. Inscribirse en un gimnasio)
¿Conoce algún gimnasio para hacerlo?
¿Cuándo empezaría a asistir? Póngale fecha.
¿Cuál sería la frecuencia?
¿Cuánto tiempo al día piensa ejercitarse?

4. El segundo paso es asistir al gimnasio e iniciar su actividad.


¿Cómo llega al gimnasio? ¿A pie, en coche?
¿A qué hora le conviene y cuanto tiempo?
¿Qué ropa lleva puesta: zapatos, camiseta, toalla?

5. Imagine que ya terminó su primer día en el gimnasio y va regresando a casa.


¿Cómo se siente?
¿Qué se dice en su interior?
¿Qué ve a su alrededor?
¿Qué le dicen en su casa?
Respire profundamente y goce este momento como si ya lo hubiera vivido.

6. Reflexione para qué quiere hacer esto. Para qué le sirve.


¿Está convencido que esto es bueno para usted?
¿Se da cuenta cuáles son los beneficios? Enumérelos.
¿Su actividad no afecta negativamente a las personas que lo rodean?

7. Si su propósito es bueno para todos, adelante. Puede usted iniciar su propósito


de año nuevo.

Acaba usted de enseñarle a su mente lo que quiere y cómo lo quiere. Esto hará que
su primer paso sea más fácil y le cueste menos esfuerzo. Para evitar decepción y
frustración es importante que se fije un objetivo alcanzable. Intente ponerse un
objetivo razonable al principio. Si lleva años sin hacer ejercicio, comience poco a
poco y podrá aumentar la frecuencia y esfuerzo con el tiempo.
Puede seguir estos sencillos pasos con cualquier otro propósito para el año nuevo y
comenzar a sentir que usted dirige su mente y sus pensamientos.

Repita este ejercicio tantas veces lo necesite para reforzar el nuevo programa hasta
que lo realice en forma natural con toda facilidad.

La importancia del lenguaje asertivo

Todos los seres humanos somos comunicadores, en todo momento. Las personas
no pueden no comunicarse. Incluso las personas que no dicen nada, (ni
verbalmente, ni con gestos, movimientos, o señales) están comunicando que no
quieren comunicación alguna.

Somos comunicadores, mensajeros y transmitimos todo el tiempo querramos o no.


En la etapa del bebé, este se comunica perfectamente. Cuando llora, algo le falta y
lo pide llorando y cuando duerme es que está agusto. No hay opción, somos
mensajeros continuos y permanentes. La calidad de comunicación que tenemos es
el resultado de nuestras experiencias. Hoy en día tenemos la oportunidad de
mejorar esa comunicación para nuestro propio beneficio.

¿Qué clase de mensajeros somos? ¿Transmitimos mensajes alentadores, positivos,


de calidad o son nuestros mensajes derrotistas, negativos y deprimentes? Cada
uno elige inconscientemente qué tipo de comunicación / lenguaje transmite y al
pasar del tiempo lo convertimos en hábito y luego llega a ser una
programación. Cuando se convierte en programación es automática, ya se da la
comunicación según nuestra forma de ser.
En la antigua Persia, el mensajero que traía buenas noticias se le ofrecía la mejor
comida, bebida y mujeres; en cambio si traía malas noticias se le sacrificaba. Las
personas asocian con el transmisor la calidad del mensaje que transmite. Si una
persona constantemente da malas noticias, (usa lenguaje negativo), la gente va a
empezar a asociar su rostro, sus gestos, y su lenguaje corporal con la negatividad y
es posible, que lo marginen. Cuando alguien transmite buenas noticias, los demás
quieren asociarse con él y lo tratan en consecuencia. Buenos mensajes emanan
esperanza, calidez, aprecio, respeto, consejo, energía, apoyo, fuerza, entusiasmo,
dirección, mientras que los mensajes negativos aportan negatividad, desilusión,
desesperanza, desastre, frustración, incapacidad etc....

El lenguaje es muy poderoso porque afecta directamente nuestros pensamientos


que están ligados a nuestras emociones. Si alguien me dice: “Todo lo haces mal” o
“siempre te equivocas”. Yo automáticamente construiré una imagen mía haciendo
las cosas mal y equivocándome y eso tendrá una repercusión en mis
emociones. Estas emociones negativas afectarán mi ánimo, mi autoestima y mis
capacidades.

Como seres humanos tenemos la posibilidad de elegir. Podemos elegir qué


pensamos y qué decimos. Con la ayuda de PNL es posible ser más conscientes de lo
que ocurre en nuestra mente y darnos cuenta del daño que nos causamos y
causamos a los demás. Con PNL es relativamente fácil iniciar un aprendizaje más
positivo y reentrenar nuestra mente para así desencadenar emociones más
alentadoras.

Lenguaje Corporal y PNL

El lenguaje corporal, no muchas veces, sino todas las veces habla más fuerte que
mil palabras. Es una de las formas de comunicación más eficaces y más
contundentes que hay. El sistema físico (cuerpo), el sistema mental y el sistema
emocional están estrechamente unidos y se afectan continuamente. Si el sistema
emocional está triste, el sistema mental lo piensa y el sistema físico lo demuestra.
Lo demuestra al mundo exterior a través del cuerpo, su postura y su actitud. Casi
siempre los ojos pierden un poco de brillo, hay poca energía, poco movimiento y
seguramente el cuerpo estará levemente inclinado hacia la derecha y la vista
igualmente hacia abajo a la derecha. Esta es la lectura de alguien que está pasando
por un momento triste o por una depresión. Es fácil de detectarla.

En cambio una persona que tenga un caminar con entusiasmo, habla con energía y
tiene la mirada al frente o un poco hacia arriba, es imposible que esté triste o
deprimida. Esta persona está alegre, tiene motivación en su vida y no tiene tiempo
para dejarse caer. La piel luce joven, le brillan los ojos y esa energía que irradia es
contagiosa.

Si la mente piensa en una ocasión en la que hubo mucho coraje y todavía hasta el
día de hoy provoca coraje, el sólo pensarlo afectará el sistema físico y el sistema
emocional. Pensar en ese mal rato hará que los músculos de la cara se tensen, la
piel se hace más rígida y todo el cuerpo reluce dureza y enojo. Y todo esto empezó
con un pensamiento que desencadena todos estos cambios. Por eso en
Programación Neurolingüística decimos que las palabras tienen un efecto
bioquímico en el cuerpo. Pensamientos de enojo producirán actitudes de enojo sin
tener que decir una palabra, esto se comprueba fácil pues muchas veces
únicamente hay que observar.

Al hablar con alguna persona que se encuentra con los brazos cruzados y las
piernas cruzadas, nos está indicando que está completamente cerrada al diálogo o
a ideas nuevas. Aunque escuche con educación no aceptará lo que está
escuchando. No permite que entren nuevas ideas y por eso se cierra. El que hable
en realidad estará perdiendo el tiempo.

Cuando alguna persona se encuentre con su cuerpo inclinado hacia la izquierda, ya


sea solamente la cabeza o parte del cuerpo, estará indicando que está en su
diálogo interno. Este diálogo interno es valioso, pues es en esta posición en la que
se toman decisiones. Aquí la persona está deliberando qué hace, cómo lo hace,
cuando lo hace. Sin embargo no está poniendo atención al mundo exterior. Hay
muchas personas que caminan por la calle con la vista hacia abajo, y no es porque
haya algo de interés en el piso, sino porque están en contacto con su diálogo
interno. En ese momento el mundo externo puede esperar, ellos están en lo suyo,
en sus situaciones y seguramente estarán tratando de resolver algo en su vida.

Estos son algunos ejemplos de cómo leer el cuerpo. El cuerpo no miente porque es
el reflejo fiel de la mente y las emociones. Si aprendemos a agudizar nuestra
capacidad de observación podremos darnos cuenta dónde nos encontramos
nosotros mismos y dónde están las personas que nos rodean, ¿están tristes?
¿Enojadas? ¿Cerradas? ¿En diálogo interno? Programación Neurolingüística nos
ayuda a conocer todos estos estados de ánimo y aprovecharlos en nuestro beneficio
si nos decidimos a observar más.

Enséñale a tu mente a cumplir objetivos


Primera parte

¿Qué tan fácil o difícil es el lograr objetivos? Cuantas veces dejamos tareas
importantes o menos importantes para otro momento. Y vamos cargando con un
costal de cosas por hacer que no nos motivan y no tenemos la menor idea de cómo
y cuando las lograremos. No las logramos llevar a cabo porque no nos enfocamos
en una tarea específica, sino que vemos un cúmulo de cosas por hacer y por ello
confundimos a nuestra mente. Debemos elegir una por una en orden de
importancia y elegir el cómo y el cuando queremos un resultado.

Establecer metas es elegir lo que uno quiere. Cuando vamos al cine, a cenar, a una
fiesta, estamos eligiendo y estamos llevando a cabo una serie de procesos
mentales con una habilidad del 100% puesto que logramos ese objetivo. Incluso es
un objetivo logrado con poco esfuerzo y al final placentero. Sin embargo, nos
engañamos porque sí implicó esfuerzo. Ir al cine es un gran esfuerzo: hay que elegir
una película entre docenas, hay que elegir un horario, si vas con alguien más, hace
falta ponerse de acuerdo, desplazarse, lidiar con el tráfico y llegar al cine (aunque
llueva) luego elegir algo para comer o beber y luego regresar a casa. Sin darnos
cuenta gastamos energía, tiempo e hicimos un sin número de elecciones y
logramos el objetivo de ir al cine.

Por otro lado tenemos los objetivos “difíciles”. Así los llamamos y por lo tanto, como
nuestra mente obedece al lenguaje, efectivamente, se nos hacen difíciles. Por
ejemplo, ¿qué tan difícil es arreglar el closet, ordenar los papeles del escritorio,
hacer la cita con el dentista? Es “dificilísimo” porque no son metas agradables y
entonces nuestra mente ya sabe que el patrón a seguir frente a las cosas “difíciles”
(o desagradables), es poner obstáculos, boicotearnos y sin darnos cuenta dirigimos
nuestra mente con una habilidad del 100% hacia la negatividad e imposibilidad. Y
logramos el objetivo de no lograrlo.

Ponemos obstáculos y nos boicoteamos con el lenguaje. Recordemos que


elaboramos pensamientos con palabras-lenguaje que influyen nuestro estado de
ánimo y nuestra actividad o inactividad. Frente al escritorio desarreglado
seguramente pondremos obstáculos como por ejemplo: “no tengo tiempo”, “ahora
no puedo”, “no sé donde comenzar”, “después lo hago”, “qué aburrido”. Al decir
“qué flojera”, o “qué aburrido” el cuerpo inmediatamente obedece y caemos en la
inactividad y repentinamente no tenemos energía suficiente para llevar a cabo ese
objetivo que nos exige un “tremendo esfuerzo”. Cuando decimos: “después lo
hago” es el posponer sin determinar un tiempo preciso. “Después” es una palabra
sin tiempo preciso, implica un futuro muy amplio y al no tener la mente la precisión
del tiempo, no hace nada.

Cuando se trató de ir al cine, no hubo obstáculos (mentales) ni boicot (mental) y los


pensamientos-palabras-lenguaje nos llenaron de energía y fueron precisos, por lo
tanto, no hubo lucha interna y no resentimos el esfuerzo.

Bandler y Grinder, los fundadores de Programación Neurolingüística descubrieron


los procesos mentales que nos llevan a cumplir con objetivos placenteros sin
esfuerzo aparente. Lo que ellos proponen es transferir los procesos mentales
positivos que ya sabemos usar para metas motivadoras y enfrentar los objetivos
“difíciles” con patrones mentales positivos y que nos llenen de energía. Si en vez de
decir: “que flojera” ante el escritorio desarreglado, decimos “lo hago rápido y sin
esfuerzo”, “me organizo para hacerlo hoy” estos pensamientos me reportan más
energía y no me la bajan, mientras que el pensamiento de flojera me quita la
energía automáticamente. Al decir que “lo hago rápido y sin esfuerzo”, la mente se
aplica para seguir instrucciones y el cuerpo, por lo tanto, también se pone en la
misma frecuencia.

Es increíble la respuesta que obtenemos cuando cambiamos nuestro diálogo interno


y dirigimos nuestros pensamientos para que trabajen a favor nuestro. En
Programación Neurolingüística proponemos desaprender lo que no nos sirve y
aprender lo que nos ayuda a funcionar mejor en la vida. Empezar a dirigir nuestros
pensamientos con un lenguaje positivo y palabras de acción, es la clave para dejar
de tener esa lucha interna de posponer tantas cosas que deberíamos de hacer hoy.
Ponte a pensar cuántas tareas has pospuesto y cual ha sido tu diálogo interno.
Analiza y pon en práctica cambiar esas frases limitantes por unas más positivas y
de movimiento. Verás resultados inmediatos.

Al estudiar a personas que son naturalmente delgadas y al descubrir cómo lo


hacen, es posible enseñar esta capacidad a otras.

Las personas que son naturalmente esbeltas no se sienten obligadas a ser


delgadas. No se sienten mal por perder la oportunidad de una buena comida y no
restringen su dieta. No sufren pensando en que van a engordar. Los que no lo son,
en vez de librar una constante batalla con la comida, tienen que aprender que es
mucho más fácil pensar y responder como lo hacen las personas naturalmente
esbeltas, para ser como ellas y comer lo que realmente quieren.

Pasos de la estrategia:

En el momento de pensar en la comida, a deshoras o antes del horario de comer:

1.- Encuentra un lugar donde puedas relajarte cómodamente sin ser interrumpido.

2.- Piensa qué es lo que te lleva a pensar en comida. ¿Es cuando ves algo que
comer? ¿Escuchas a alguien que dice: “es hora de comer”? ¿Miras el reloj y te das
cuenta de que es hora de comer? ¿Sientes hambre? ¿Sientes antojo? Imagínate
que:
a) te estás sentando a almorzar, y ves la comida en la mesa
b) que estás mirando dentro del refrigerador
c) que estás mirando dentro de la alacena
d) que estás leyendo un menú.
3.- Percátate de la sensación en tu estómago. Fíjate en la cualidad o calidad de la
sensación que tiene en este preciso instante. Lo que estás examinando, no es sólo
el estar satisfecho o hambriento, sino cómo se siente en general tu estómago. Éste
se sentirá diferente dependiendo de lo último que hayas comido, si has estado
tenso o relajado, etc.

4.- Pregúntate ¿qué cosa le caería bien a mi estómago ahora? No necesitas decirlo
en voz alta, tan sólo formúlate esta pregunta mentalmente.

5.- Ahora piensa en algo disponible de alimento, algo que podrías comer (por
ejemplo un sándwich de queso, un pastel, una ensalada, cualquier cosa que se te
antoje, o que tengas a la mano).

6.- Enseguida imagina que te estás comiendo el alimento en que pensaste, respira
profundo y percátate cómo lo sientes a medida que va cayendo dentro de tu
estómago. Ahora puedes tener la sensación de este alimento en tu estómago y de
cómo se sentirá todo tu cuerpo en las próximas dos horas siguientes si te lo comes.

7.- Compara esta sensación con la que tenía tu estómago antes de imaginar comer
algo. ¿Cuál sensación te gusta más? ¿Te sentirás mejor a lo largo de dos horas si
comes lo que pensaste a que si no comes nada? Si la respuesta es “Si”, ten
presente este alimento como una alternativa que tal vez desees seleccionar. Si la
respuesta es “No”, descarta esta posibilidad. Fíjate que estás decidiendo en base a
lo que te dará mayor placer a lo largo de un período de tiempo. No tiene sentido
comer algo que te haga sentir peor el resto del día.

8.- Realiza este mismo proceso con varias otras posibilidades de alimentos. Cada
vez, ten presente el alimento que te hace sentir mejor a lo largo de un período de
tiempo.

9.- Ahora respira profundo e imagina que vas y te comes este alimento y siente la
satisfacción de comer aquello que es bueno para ti y que te hace sentir bien a lo
largo del tiempo.

Si se practica esta estrategia continuamente, el resultado será que se instale en el


cerebro y que cada vez que estés a punto de ingerir un bocado, muy rápidamente
puedes percibir cómo lo sentirá tu estómago, a lo largo del tiempo. Desde luego
sabrás si el próximo bocado te hará sentir menos cómodo de lo que estás en ese
momento. Esto te proporcionará un modo natural de detenerte cuando estés
satisfecho. A medida que este proceso se convierte en un hábito, ocurre muy
rápidamente y sin que tú tengas que pensar ya en él. Aprenderás, no sólo a sentir
tu estómago, sino también a escucharlo.

Esta estrategia te llevará, no solamente a saber escoger los alimentos que son
buenos para ti, sino también a aprender a disfrutarlos.

Este método no tiene como resultado una pérdida de peso brusca que
frecuentemente no perdura. Su objetivo es una pérdida de peso gradual que se
mantiene a lo largo del tiempo.

Jamás me resisto a la tentación, porque he descubierto


que las cosas que me hacen mal no me tientan.

- George Bernard Shaw

Enséñale a tu mente a cumplir objetivos 2


Segunda parte
Como vimos en la primera parte de cómo “Enseñarle a la Mente a Cumplir
Objetivos”, una parte importante a recordar es el uso correcto y positivo del
lenguaje. Hablamos que un lenguaje que nos llene de energía nos ayuda a
conseguir lo que queremos. Hablamos que el lenguaje puede boicotearnos y un
ejemplo son las palabras como: “difícil”, “después” (“después lo hago”) por citar
algunas. También hablamos del lenguaje limitante que nos frena y nos impide
realizar la tarea como por ejemplo: “no tengo tiempo”, “no sé donde comenzar”,
“que aburrido”, “ahora no puedo”.

Si logramos reeducarnos y cuidar nuestro lenguaje, ya tenemos el primer paso


importante logrado hacia el cumplimiento de nuestros objetivos.

El segundo paso importante en el proceso mental para lograr objetivos es la


vivencia total del objetivo terminado. El lenguaje, por un lado, nos sirve para
plantear nuestro objetivo y la vivencia con los cinco sentidos, nos ayuda a llevarlo a
cabo. No hay nada que hayamos hecho que no haya pasado por nuestra mente, sea
consciente o inconscientemente. De manera que cualquier objetivo se somete a un
proceso mental.

En el primer artículo hablamos de ir al cine y cómo de alguna manera logramos ese


objetivo sin esfuerzo. Lo logramos simplemente porque lo vivimos mentalmente
antes de vivirlo en la realidad. Cuando planeamos en ir al cine, nuestra mente nos
transporta a la butaca con las palomitas y estamos ya gozando con nuestros cinco
sentidos. Vemos la pantalla, olemos y gustamos las palomitas, sentimos la butaca,
escuchamos la película. Nos enfocamos en el paso final, los obstáculos para llegar
allí no los vemos ni los tomamos en cuenta. De alguna manera inconsciente le
mostramos a la mente lo que queremos lograr y lo hace por nosotros.

El segundo paso importante para lograr objetivos es visualizarlo y vivirlo con todos
sus detalles para que la mente sepa exactamente lo que buscamos. Es irse al paso
final y vivirlo. Los objetivos “aburridos” o que motivan poco no los logramos porque
de ninguna manera y en ningún momento vemos el objetivo terminado. Nos
quedamos seguramente atorados en el planteamiento (en el lenguaje que
boicotea). Al visualizar, sentir, escuchar el objetivo terminado; por ejemplo
hablando del escritorio desarreglado, si visualizamos el escritorio arreglado,
escuchamos lo que alguien nos puede comentar, qué sensación podemos tener
ante un logro así, le estamos enseñando a nuestra mente lo que queremos y será
más fácil lograr este objetivo y sin duda lo haremos con menor esfuerzo porque no
estamos en lucha interna, sino al contrario, tenemos a nuestra mente de nuestro
lado cumpliendo lo que le transmitimos.

Enséñale a tu mente a cumplir objetivos 3


Parte 3

Hay personas que:


a) Les cuesta trabajo cumplir sus objetivos
b) Otras que cumplen aparentemente sus objetivos
c) Y otras logran muy bien sus objetivos

¿A cuál grupo pertenece usted?

Hay personas que parecen perdidas por la vida. Andan por la niebla dando
espadazos sin atinarle a nada porque no ven nada. No saben donde está el blanco.
Son personas que intentan una cosa, luego otra y otra. Pasan de una a otra y no
profundizan en nada. Nada les funciona y logran muy poco. No se puede llegar a
donde no se sabe. Si no se sabe a donde va uno, si no hay dirección cualquier ruta
es buena.
[I]Para ponerse un objetivo hace falta estar enfocado. Se despilfarra la energía
cuando hay actividad sin un objetivo definido. Se hace mucho y se logra poco.

Hay otras personas que sí se ponen objetivos y parecen lograr sus metas. Logran un
cierto trabajo, un sueldo determinado, cierta estabilidad, sin embargo de allí no
avanzan. Se quedan estancados en ese nivel. Por creencia y por programaciones se
etiquetan y se encajonan en un nivel de competencia y de allí no pasan. Parecen
estar a gusto en ese nivel. No se atreven a ampliar sus objetivos, son personas
temerosas al cambio y por lo tanto se limitan.

Objetivos limitados dan resultados limitados.

Existen otras personas que no sólo logran objetivos sino que logran objetivos
enormes. Rebasan sus propios límites. Están tan seguros de sí mismos y de lo que
quieren, que se mantienen en una línea de pensamiento. No se distraen con la
piedritas del camino. Estas son las personas altamente exitosas. No se limitan, no
se detienen ante los obstáculos, sino que les dan la vuelta. Programan su mente
con dedicación y con los cinco sentidos. Ven, escuchan y sienten su objetivo
terminado. Lo viven como si ya estuviera en su experiencia. Cuidadosamente crean
y le dan forma a su objetivo mentalmente sin desperdiciar energía.

Hay una encuesta interesante que se les hizo a un grupo de hombres que llevaban
trabajando veinte años. Todos ellos graduados el mismo año, del mismo curso y de
la misma universidad. Se les preguntó si habían logrado lo que querían de la vida.
Los que contestaron sí (un tres por ciento) fueron los que al finalizar el curso, veinte
años atrás, escribieron con detalle sus objetivos.

Objetivos definidos tienen una fuerte influencia en nuestra mentalidad.


Cuando la mente tiene un objetivo definido puede enfocarse y dirigirse hacia el.

Si su sueño es tener una casa. ¿Cuál es el primer paso? Algunos dirán: tener el
terreno, conseguir el dinero, conseguir los materiales: ladrillos, cemento, madera,
clavos, martillo, los albañiles, etc... Error. Lo primero es el proyecto de casa
terminada en mente y luego en papel. De nada sirve tener los ladrillos y los
albañiles si no se sabe qué se quiere específicamente. Una vez que se tiene claro el
proyecto terminado y se vive como si fuera real, se comienza a definir cual es el
primer paso, el segundo, el tercero, etc....

Para que se produzca un efecto en el mundo externo, primero ha tenido que ocurrir
algo en el mundo interno. Mente y cuerpo quedan programados y juntos se dirigen
en una misma dirección.

Aproveche la información de la primera y segunda parte de este tema y tome unos


minutos para reflexionar sobre lo que verdaderamente quiere.

Siga los siguientes pasos:

1. Piense en lo que realmente quiere en forma positiva.

2. Imagine su objetivo terminado con todos los detalles posibles.

3. Piense cuál es el primer paso. Donde está, qué hace, cuanto tiempo le toma, que
ve, que oye, que huele, que toca, que gusta, que siente. Experiméntelo con todos
sus sentidos, con tranquilidad, tómese su tiempo.

4. Terminado su objetivo, vívalo. ¿Es motivador? ¿Qué le reporta? ¿Cómo se siente?


¿Tiene realmente un beneficio para usted y los que lo rodean?
5. Si respondió a todo sí, adelante, puede comenzar poniéndole fecha.

Un consejo importante, empiece a practicar esta técnica con objetivos pequeños y


poco a poco vaya incrementando su tamaño. Verá con satisfacción los resultados.

Protégete de personas tóxicas y desgastantes

Los seres humanos somos individuales, esto quiere decir que cada persona tiene su
propio mapa personal y único. Por mapa en Programación Neurolingüística (PNL),
nos referimos al bagaje que cada quien trae consigo mismo. Por lo tanto, cada
persona puede actuar y reaccionar de diferente manera ante un estímulo dado.

Las palabras como ya lo hemos dicho en PNL, tienen mucha influencia, tanto en
nosotros mismos como en los demás. Nuestras palabras pueden motivar o pueden
herir profundamente al otro. Hay personas que han tenido una vida tan llena de
amor, equilibrio, y cosas positivas que así funcionan por la vida y dan mucho a los
que las rodean. Sin embargo, hay otras, que traen un saco lleno de decepciones,
problemas y actitudes negativas que van regando esto en su camino con
quienquiera que estén. Éste es el tema que quiero abordar en esta ocasión. Quiero
hablar de las personas negativas, que son irrefrenables e incorregibles, porque
creen en su interior que ellas están bien, pensando y obrando como lo hacen.

Les llamaremos a esta clase de personas, personas “tóxicas”. Este tipo de personas
se encuentra en cualquier lugar. Puede ser tu jefe, tu amigo, hermano, o incluso tu
pareja. Reconoces a una persona tóxica, porque es la que en forma continua habla
de temas negativos, en vez de halagarte por algo, encuentra el punto negro, no
acepta a la primera una opinión o sugerencia, son hirientes, agresivos, inflexibles y
se exaltan fácilmente si se les contradice. Ellos tienen la razón siempre.

Este tipo de personas afectan de diferente manera a cada quien. Si después de


estar con alguien te sientes: que pierdes energía, cansado, malhumorado por haber
estado con ella, ignorado porque sólo habla de sí misma, aliviado cuando se va, que
tensas tus facciones cuando está presente. Puedes incluso llegar a sentirte mal,
muy mal, y al dejar a esta persona te llevas de regalo un dolor de cabeza o
estómago quiere decir que estás con una persona tóxica.

Estas personas están reflejando lo que traen en su interior: mucha negatividad,


resentimiento, envidia, celos, crítica, frustración, baja autoestima, necesidad de ser
reconocidos, aprobados y ser importantes. Y lo que consiguen es justamente lo
opuesto con su actitud hiriente y ruda hacia los demás. La gente tiende a alejarse
de ellos y ser cautelosos e incluso sentir miedo porque la relación se torna difícil.

También hay personas tóxicas que muestran pasividad y se hacen pasar por
mosquitas muertas, son los llorones, necesitan de tu ayuda constantemente, los de
la vela perpetua, los solitarios, critican incansablemente a los demás, son metiches,
y despiden con su actitud, lástima. Estas personas son desgastantes, porque te
chupan la energía, tu tiempo, tu motivación y entusiasmo, que a ellos les falta. Ellos
están vacíos y buscan llenar este hueco con tu amistad, relación, o compañía. Este
tipo de personas te cansan, te aburren, limitan la conversación y tienes que darles
ánimo constantemente (pierdes tu energía) porque ellos la despilfarran con sus
pensamientos derrotistas que no llevan a ningún lado.

Una vez que hayas detectado, a personas como estas en tu vida, hay varios
consejos de PNL que puedes hacer para no alterarte. El primer consejo obviamente
es alejarte de las personas que hayas identificado como tóxicas o como
desgastantes. Muchas veces no es posible hacerlo, ya que están dentro de nuestro
círculo social, de trabajo o incluso, familia. Convivimos en ocasiones con estas
personas y no las podemos dejar de ver.
Segundo consejo, es tomar una respiración o varias antes de estar con esta
persona. Toma aire, para cargarte de energía y pensamientos positivos y así podrás
pensar mejor. (Ver artículo sobre El arte de la respiración) Más oxígeno te calmará y
estarás en control de tus reacciones. Toma en cuenta que esta persona trae un
bagaje diferente al tuyo y actúa con lo que tiene. No es personal, lo hace con todo
el mundo, no sólo contigo.

Tercero te aconsejo que elabores una protección para ti. Protege tu plexo solar.
Esto lo haces, cerrando tus ojos, respira profundo y deja que tu mente fabrique una
protección para tu parte emocional. Tu mente manifestará alguna forma con un
tamaño, color y textura. Deja que surja, ésta será tu protección. Puede ser un
vidrio, una puerta, un escudo, etc. Lo que haya surgido de tu mente está bien. Esta
es tu protección para tu plexo solar para que no te afecte lo que ésta persona
pueda decir o hacer. Ten presente tu protección cuando estés con este tipo de
personas.

Y el cuarto consejo es cambio de tema. Sí, cambio de tema. Esto en PNL se le llama
“estado separador”. Si la conversación está tomando un camino peligroso de reto,
alteración y en contra de los demás y está creando tensión en el ambiente, lo que
conviene es hacer “un estado separador” y esto es cambiar el tema sutilmente. Si
se está hablando de política y la persona se está exaltando, pues cambia el tema a
algo totalmente diferente como por ejemplo las vacaciones de primavera. De esta
manera se apagan inmediatamente las emociones alteradas y al pensar en las
vacaciones de primavera, surgen otras emociones más favorables. Si es necesario
cambiar el tema varias veces, hacerlo con sutileza para no caer en el juego de una
confrontación innecesaria.

Creo que al leer esto te habrá llegado a la mente alguna o algunas personas de tu
entorno que son tóxicas o desgastantes. Es bueno identificarlas y prevenir cualquier
choque con ellas con los consejos de arriba. Sin embargo, más importante es ver si
nosotros mismos no somos, al menos en ocasiones, personas tóxicas o
desgastantes, que estamos afectando a los demás. Es fácil ver la conducta
desagradable del vecino, y después de hacerlo, piensa en tu propia conducta
cuando alguien no está de acuerdo contigo y analiza qué bagaje traes. Te pido que
seas honesto contigo mismo y que reflexiones un poco para que a tiempo puedas
corregir tus actitudes, en caso que te identifiques con alguna de las personas
negativas que mencionamos.

Movimientos oculares

Los movimientos oculares es uno de los grandes descubrimientos por parte de


Bandler y Grinder, los fundadores de Programación Neurolingüística. Después de
mucha observación de videos, empezaron a descifrar qué podían significar los
movimientos oculares.

Encontraron que estudios neurológicos han demostrado que el movimiento del ojo
está asociado con la activación de distintas parte del cerebro. El ojo está conectado
al cerebro por un nervio y éste accede diferentes departamentos del cerebro según
tenga necesidad.

Ellos descubrieron que para buscar imágenes recordadas, la mayoría de la gente


mueve los ojos hacia arriba a la izquierda. Para crear imágenes nuevas, que no se
han vivido, mueve sus ojos arriba a la derecha, este es el canal de los sueños, de
los proyectos y de la creatividad.
Cuando alguien busca un sonido recordado, moverá sus ojos a la izquierda a la
altura del oído, y cuando se trate de crear un nuevo sonido, o de imaginárselo, sus
ojos se irán a la derecha a la altura del oído. Este es el canal de los compositores,
músicos, conferencistas al crear su ponencia, etc.

Si la persona necesita resolver un problema, preguntarse acerca de alguna


situación y sacar conclusiones, bajará su vista a la izquierda, y si quiere estar con
sus sentimientos, tenderá a poner la vista abajo a la derecha. Si sus sentimientos
son de depresión, angustia, miedo, tristeza, etc., hay que procurar salir de ese
canal, moviendo los ojos hacia otro lado.

Estas claves son para la mayoría de las personas, Sin embargo, hay algunas que
pueden tener las claves oculares cruzadas, o sea en el lado opuesto. Esto puede
aplicar para personas zurdas. Esto también es normal, lo importante es descifrarlas.

El estar consciente de los movimientos oculares, nos puede ayudar a mover los ojos
hacia donde lo necesitamos. Ejemplos:

-Cuando necesitamos acordarnos de algo, mover los ojos hacia arriba a la izquierda,
nos proporcionará la información que requerimos más rápidamente. Esto aplica
para las personas con mala memoria.

-Cuando necesitamos hacer proyectos, moviendo los ojos hacia arriba a la derecha
nos será más fácil, imaginándonos los resultados que queremos.

-Cuando tenemos un problema y necesitamos resolverlo o generar opciones, lo


correcto es moverlos hacia abajo a la izquierda. Aquí encontraremos las respuestas
que necesitamos. Es el canal del análisis.

-Cuando nos encontramos en un estado anímico desfavorable, hacer conciencia de


que los ojos no deben bajar a la derecha, pues esto incrementará la sensación.

El movimiento ocular consciente, es una forma de descubrir cómo funciona nuestro


cerebro. Incluso a través de las claves oculares, y con la práctica, podemos
enseñarle al cerebro nuevos caminos para corregir conductas, actitudes o
reacciones no deseadas. "Mirar" hacia el lado correcto a la hora de buscar
información, es una habilidad muy útil.

La importancia del cambio

La vida es un constante movimiento. En esta dimensión en la que vivimos todo,


absolutamente todo tiene movimiento ya sea perceptible o no. Hasta una piedra
está formada por moléculas, átomos, etc. que se mueven continuamente. Así que
nada es estático, ni en el macrocosmos ni en el microcosmos, por lo tanto nuestra
mente y nuestro cuerpo tienen que estar en armonía con este mundo en el que
vivimos a través del movimiento, ya que hasta lo que está muerto tiene células que
se están transformando.

Si hablamos de personas, hay varios tipos de ellas. Hay muchas a las que les cuesta
mucho trabajo el cambio, ya sea mental o físico. Son las personas inflexibles. Todo
es blanco o todo es negro y les cuesta trabajo ver o generar otras opciones. Ellas
siempre tienen la razón. Les llegamos a decir “prepotentes”. El problema con estas
personas es que viven en un continuo estado de estrés, pues están enojadas con el
mundo y muchas veces frustradas, ya que “la gente no hace, no piensa o no dice lo
que ellas piensan que es correcto”. Lo que sucede es que no se ponen a pensar que
eso es imposible, que “cada cabeza es un mundo” y un ser individual diferente.
Todos somos producto de nuestros propios programas mentales que hemos ido
adquiriendo a través de nuestras experiencias, y para esto basta preguntar a la
gente, por ejemplo, qué flor es la más bella, cuál tipo de comida es la mejor, cuál es
la ciudad más bella, cuál es la persona más importante en la historia del mundo,
etc. y nos daremos cuenta que las opiniones son muy diferentes, dependiendo del
“mapa mental” de cada una de ellas.

Hay otras personas a las que les cuesta mucho trabajo compartir o cambiar sus
espacios, “su lugar”. Por ejemplo en la mesa consideran su espacio como sagrado y
nadie puede “violárselos”. El problema aquí es que muchos de estos espacios ya
están “predeterminados” y hay que ser lo suficientemente flexibles para
cambiarlos. Muchas veces la mesa familiar se convierte en un campo de batalla,
pues la perspectiva de todos es la misma siempre. ¿Por qué no irse turnando los
lugares y observar a las personas y cosas desde un ángulo diferente? Esto ayudaría
mucho a mejorar las relaciones intrafamiliares. Lo que cambiamos en el exterior
tiene un efecto de cambio también en la mente, pues al cambiar una imagen se
genera un estado emocional diferente, y por ende de conducta, ya que el estímulo
es otro. Empecemos a dejar a un lado los conceptos de “mi taza, mi lugar, mi sillón,
mi…, mi…, mi…, y a salir de nosotros mismos para ver al otro. Empezar a ser
flexibles, ya que el grado de flexibilidad que manejemos en este mundo, nos va a
dar el grado de felicidad que experimentemos en él. ¿Qué beneficio obtenemos al
generar adrenalina por cosas tan intrascendentes como darle el poder a un sillón,
una taza, un lugar, si hay cosas mucho más importantes en este mundo por las que
tenemos que ocuparnos?

Hay personas que siempre están cambiando algo, por ejemplo su escritorio, la
decoración de su casa, el lugar adonde ir de vacaciones, comparten, regalan, se
deshacen de cosas, siempre están haciendo algo para ellas y para los que las
rodean, están viviendo en una continua renovación. Estas personas pueden
entender mejor el mundo a su alrededor, y no tanto enjuician al otro porque hace o
no hace, o están calificando situaciones que se les presentan, sino enfocándose en
generar opciones y ocuparse de ellas. En otras palabras hay movimiento mental, y
por lo tanto acción en pro y no en contra.

Hablando de asuntos más serios, por qué no ponerme en los zapatos del hijo, de la
esposa, del padre, del empleado, del amigo, analizando su situación antes de
decidir algo importante, estudiando otras perspectivas. Poniéndome a pensar en
cómo me ven o qué piensan y sienten de mí los demás. Las diferentes visiones del
mundo nos sirven para generar diferentes opciones, actitudes, conocimientos,
sentimientos y acciones. Cuando estamos limitados a una sola perspectiva, por
creernos omniscientes, nos limitamos a un solo conjunto de potencialidades.

Dentro de Programación Neurolingüística hay una técnica llamada manejo del


espacio, esto consiste en saber movernos de nuestro mapa al mapa del otro, y así
poder analizar una situación estresante o de conflicto, ya sin la carga emocional
anterior desde mi mapa solamente, sino después de vivenciar el punto de vista del
otro. Cambia la perspectiva o el papel en la realidad o en la imaginación, y
cambiarán tus potencialidades, serás más flexible, dejarás de ser el juez inflexible
que todo cree saber y ya no cargarás el mundo en tus espaldas, lo entenderás
mejor y no te pelearás tanto con él, estarás con él y no en contra de él, disfrutarás
de salud y de la armonía con lo que te rodea y sobretodo, serás más feliz sabiendo
que la riqueza de este mundo reside en la variedad de personas, de situaciones, de
culturas, de educación. El mundo es una variedad de mentes que existen en una
individualidad reinante y que ésta es la manera de ampliar tu visión del mundo,
aprendiendo, respetando al otro y respetándote a ti mismo en las diferencias hacia
una misma meta. Aprende a saber moverte siempre, en el momento adecuado y en
las circunstancias que te tocan vivir dentro de un mundo siempre cambiante, rico
en opciones y en individuos.

Eleva tu autoestima hoy


¿Cuántas veces te has dicho “Yo no puedo hacer eso”?, sin siquiera haber
intentado. Y efectivamente NO lo puedes hacer. ¿Cuántas veces has tenido miedo al
fracaso, a lo que todavía no sucede y sufres por ese miedo? ¿Cuántas veces
habiendo logrado todo lo que quieres y siendo “feliz”, empiezas a pensar que “no
puede ser todo tan perfecto” y que algo malo tiene que suceder? Todo lo anterior
tiene que ver con la autoestima. Ésta como su nombre lo dice, quiere decir la
estima en que te tienes, o el amor que te tienes a ti mismo, la manera en cómo te
aprecias. Esto es el resultado de la seguridad y éxito que manejes en tu vida.

Son demasiadas las personas, por desgracia, que sin importar su nivel de
educación, sexo, edad, posición económica, etc. padecen de miedo al fracaso, y
aunque algunas tienen éxito, el miedo a perder sus logros es mayor a la
satisfacción que tienen. Muchas veces las personas ponen en duda sus capacidades
y se sienten inseguras, son demasiado autocríticas y nunca están satisfechas, o
terminan por no obtener sus objetivos debido a esta inseguridad acompañada del
miedo.

Normalmente una persona con baja autoestima es una persona pasiva, ya que se
siente víctima de todo y de todos, es una persona conformista que no arriesga y se
dice que “más vale malo por conocido que bueno por conocer”. Es una persona que
rechaza cualquier reconocimiento que se le haga, pues “no es para tanto”. Siempre
se está minimizando, y por lo tanto no se compromete. Probablemente durante su
infancia fue constantemente comparada con alguien, “te deberías parecer a...” ,
“deberías ser como….”. Son las personas que han absorbido los mensajes negativos
que se le han mandado tales como “¿no te da vergüenza?” “eres un inútil, un vago,
un bueno para nada, etc.”

También existe la baja autoestima agresiva. Esta corresponde al egocéntrico, al


posesivo, al mentiroso, al burlón, al majadero, al que no respeta, al que no coopera,
al prepotente, al irresponsable, etc. Ésta es la persona a la que se le ha dicho
primero tú, luego tú y siempre tú, “no te juntes con esos niños que no son igual a
ti”, “no prestes tus juguetes porque te los van a romper” , “si te portas buena gente
con ellos, te van a ver la cara”. Todos estos mensajes van haciendo que la persona
se vuelque en sí misma y no sea capaz de relacionarse con el mundo.

El secreto para tener una buena autoestima es la Humildad entendida como el


conocer mis límites y mis capacidades. Es tener aceptación, respeto y amor por mi
mismo y también por los demás. Es saber que cualquier empresa que inicie tiene un
riesgo, el cual, si conozco realmente mis capacidades y mis límites puedo o no
emprender. Es tener objetivos bien definidos y saber que lo que yo quiero y lo que
yo soy, depende básicamente de mí y de nadie más. Es saber manejar el
reconocimiento y la responsabilidad de una manera asertiva y congruente. Es saber
que el único verbo que siempre va a funcionarme es el verbo “querer”. El verbo
poder está sujeto al verbo “querer”. En otras palabras, “qué tanto puedo, depende
de qué tanto quiero” lograr algo. Por ejemplo: el bajar de peso para unas personas
es más fácil que para otras debido a su fuerza de voluntad, es decir, al grado de
querer realmente lograr su objetivo. Recordemos que Programación
Neurolingüística postula que somos un sistema que trabaja unido, es decir mente y
cuerpo trabajan juntos.

“La gente que se siente bien consigo misma produce resultados positivos”.

Hay que entender que la autoestima es un estado mental. Es la manera en que


piensas de ti mismo. Es confianza, valoración y respeto por uno mismo. Está
constituida por sentimientos positivos que reflejan una actitud positiva en que
realmente crees que puedes lograrlo, actitud contraria a la pesimista y pasiva en la
que piensas que no vale la pena el intento pues el fracaso es inminente.
La clave para alcanzar una autoestima elevada es la disposición para asumir la
responsabilidad de tus sentimientos y de tus pensamientos. Aquí es donde PNL
entra en acción. Llegamos a la vida adulta con una serie de vivencias, que en
ocasiones no podemos manejar y caemos en actitudes de culpa, enojo, depresión,
miedo, etc. La Programación Neurolingüística nos ayuda a retomar todas esas
capacidades que creíamos haber perdido en el camino y nos enseña a poder
manejar nuestras emociones de una manera asertiva y sana para nosotros y para
los demás.

El ingrediente principal de una baja autoestima es el miedo, ya que éste paraliza


cualquier intento de movimiento. Es la expectación del mal. Por lo tanto, el
ingrediente principal de una alta autoestima es la seguridad, ya que ésta siempre
nos lanzará hacia delante. Es la expectación del bien.

Te propongo un ejercicio para elevar tu autoestima:

1. Piensa en un momento en el que hayas estado perfectamente seguro de ti


mismo, y que esta seguridad te haya permitido salir adelante. Puede ser en
cualquier etapa de tu vida pasada.
2. Cierra tus ojos y viaja a ese lugar. Revívelo completamente. Ve en qué lugar
te encuentras y cómo es. Escucha los sonidos y/o voces que hay ahí, respira
profundamente y déjate sentir esta seguridad que te saca adelante en este
momento específico. Toca la parte de tu cuerpo donde sientes con más
fuerza esta seguridad y vuelve a respirar profundamente. Ponle un color, el
primero que se te venga a la mente a esta sensación de seguridad y
nuevamente respira profundamente dejándote bañar por este color. Goza
por unos instantes de esta sensación observando y sintiendo su color y
manteniendo tus manos en el lugar dónde se encuentra.
3. Ahora abre tus ojos y date cuenta que esta seguridad es parte tuya, que ya
la conocías y que has empleado en otras ocasiones.
4. Ahora cada vez que necesites seguridad, puedes acceder a ella con solo
cerrar tus ojos, tocando la parte de tu cuerpo donde se encuentra integrada,
visualizando y sintiendo el color que tiene, al mismo tiempo que respiras
profundamente.

Si crees necesario, puedes hacer este ejercicio, con diferentes situaciones


específicas, donde tú hayas manejado la seguridad, procurando tocar ese
sentimiento en el mismo lugar y con el mismo color, para que se vaya formando
una programación efectiva de seguridad que elevará tu autoestima.

Termino con estos dos pensamientos:

“Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento.”

“No hay límites para lo que puedes hacer, pero necesitas empezar.”

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