verdad de humo que se rehusa a dejarse embotellar. Caen fantasías aplastadas al crecer bajo el peso del standard general tristes torres rotas tras la puerta de iris, la puerta al alma. Añoramos la libertad, borrachos de desengaños perdemos de vista la felicidad, que solo sabemos llamar ignorancia. Los paladines de la forma, nos aguarían la fiesta, preguntarían que es todo esto.