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EL MUNDO. SÁBADO 2 DE ABRIL DE 2011
El limbo apunta a cielo
El Gobierno traslada a un centro de internamiento de la Península a ocho de los 20
indios que llevan cuatro años bloqueados en Ceuta y dice que los pondrá en libertad
RAFAEL J. ALVAREZ / OLGA R. SANMARTÍN
/ Madrid
Los últimos de Ceuta, o más bien,
los penúltimos, comenzaron ayer a
abandonar el limbo jurídico en el
que malvivían desde hace cuatro
años, sin ser regularizados ni expul-
sados. El Gobierno confirmó que ha
atendido las peticiones de un grupo
de ocho indios sin papeles de los 20
que aún seguían reclamando ser
trasladados a la Península.
Son casi los últimos del gran gru-
po de 54 indios (34 ya fueron trasla-
dados a la Península el año pasado)
que llegaron de forma clandestina a
Ceuta en 2007 y que, tras haber par-
ticipado en una protesta que los lle-
vó a dormir durante cerca de 1.000
días entre el bosque y el Centro de
Estancia Temporal de Inmigrantes
(Ceti), están a punto de ser libres.
Fuentes del Ministerio del Interior
explicaron que un juzgado de Ceuta
autorizó ayer el traslado a la Penín-
sula de ocho de estos inmigrantes a
petición del Departamento que diri-
ge Alfredo Pérez Rubalcaba.
Los ocho fueron trasladados al
Centro de Internamiento de Extran-
jeros (CIE) de Algeciras, donde per-
manecerán durante un tiempo aún
por determinar y se les dejará poste-
riormente en libertad, según confir-
maron a EL MUNDO fuentes de In-
terior. Luego pasarán a estar bajo
acogida de una ONG, que se encar-
gará de atenderlos y orientarlos.
Es el principio del fin de un mun-
Varios de los 20 indios que, hasta ayer, quedaban en Ceuta, durante una protesta pacífica el pasado 18 de febrero. / EFE
do surreal en el que ni eran admiti-
dos por España ni expulsados, una
situación absurda para unas perso-
nas entre el monte y el barracón y
un Estado que miraba, amenazaba y
no daba y que hizo que sobrepasa-
ran mayúsculamente el tiempo me-
dio de estancia en un CIE. Tanto,
que el pasado febrero el Consejo de
Europa instó a España a buscar una
solución. Por eso, con lo de ayer, el
limbo empieza a ser cielo. O casi.
Casi, porque en el Ceti de Ceuta,
es decir, en el limbo, lejos de la Pe-
nínsula, quedan 12 indios. Y porque
nadie sabe bien la vida que les espe-
ra en la España de la crisis a quienes
están a punto de ser libres.
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ESPAÑA
De momento, los ocho inmigran-
tes viven en un CIE, al que llegaron
esposados y en el que fueron some-
tidos al protocolo de registro. No
pueden salir, tienen restringidos los
contactos personales y las visitas y
están bajo las órdenes de las Fuerzas
de Seguridad. La esperanza de los
grupos humanitarios es que no apu-
ren los 60 días de internamiento que
la ley permite y puedan salir antes.
Así, la historia se parecerá a la de
sus predecesores. Tras la presión de
las organizaciones sociales, los me-
dios de comunicación, los vecinos de
Ceuta e incluso algunos empresa-
rios, a comienzos del año pasado el
Ministerio del Interior comenzó a re-
mover la situación del gran colectivo
de los 54, que llevaban ya tres años
en su insólito universo.
La Policía hizo tres grupos y sacó
del CIE de Ceuta a 34 personas. El
primer bloque pasó en el Ceti de Al-
geciras 37 días. El segundo, 40 y el
tercero, 22. Después, abandonaron
la instalación policial y hoy viven re-
partidos en varias ciudades, donde
siguen en contacto con las ONG que
lucharon por su normalización.
Pero en abril de 2010 los traslados
se paralizaron. Los 20 indios huye-
Si regulariza a los
otros 12 cerrará un
hecho surrealista que
hasta la UE denunció
ron de nuevo al monte y al miedo.
Tras mil gestiones, a finales de año
regresaron al Ceti de Ceuta para vol-
ver a esperar mejor suerte. Ayer em-
pezaron a tenerla. Al menos, ocho.
Para 12, España todavía es limbo.