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Tengo la libertad, y tengo el gozo

de disfrutar poco a poco las luces de aquel farol


gigantesco entre torres y semáforos
iluminado de personas, iluminado como tu olor.
Camino por todos lados y disfruto esta soledad
que me dejaste plantada en los pies,
Y corro cuando tengo ganas,
El resto del tiempo te espero aquí sentada
Y miro por la ventanita que abriste en mi corazón,
Esa de donde salen canciones que te dedico en la mañana
y cuando anochece y me cuesta desvelarme,
Te me apareces como un ángel que destapa al alba.
No te pido que llegues ahora,
Quédate ahí mismo, donde siempre estás,
Porque más cerca no te tendría,
Que ahí en el atardecer rosado
Que nuevamente ha cerrado
Mi día sin ti.

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