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CHACHAFRUTO, OTRO MANJAR ALIMENTICIO

Los habitantes de Nilo (Cundinamarca) están seguros de haber encontrado la fórmula para
prolongar la vida.

No se trata de un elixir, sino del fruto de una planta leguminosa a la que le atribuyen la
longevidad de la que gozan muchos de su pobladores.

Ese mismo fruto, según dicen en San Bernardo (Cundinamarca), es el responsable de la


momificación de los cadáveres que allí ocurre, pues la gente lo consume en forma regular.

Leyenda o no, lo cierto es que la especie a la que se refieren, el chachafruto (Erythrina


edulis) sí puede considerarse como milagrosa dados sus beneficios nutricionales,
medicinales, ambientales y culturales. De sus semillas, hojas, ramas y cáscara del fruto se
obtienen innumerables beneficios.

Está comprobado que la calidad de la proteína del chachafruto es superior a la del frijol,
arveja, haba y lenteja. Además, se puede preparar en toda clase de platos, como postres,
tortas, natillas, pasteles, croquetas, guisos de pollo, coladas, sopas y cremas, entre otros (ver
receta).

Todas las bondades del chachafruto ratifican su condición milagrosa. Su producción y el


consumo de su fruta representan grandes posibilidades para mejorar la calidad de vida de la
población. El porcentaje de su eficiencia proteica es 1,15 (el de la lenteja es 0,91 y el del
frijol es 0,88).

Pero no solo nutre al hombre. Este árbol puede sembrarse como cultivo denso, dirigido a
producir forraje (hojas y ramas) para alimentación de vacas, cabras, caballos, cerdos, pollos
gallinas y conejos. De igual forma, la cáscara o vaina es muy nutritiva para rumiantes como
cabras y vacas.

Sus hojas también se pueden secar y moler para obtener una harina que le da un mejor color
a la piel y huevos de las aves que la consumen.

Esta especie es considerada como madre de agua debido a su fácil propagación y a que sus
raíces retienen el suelo y protegen las orillas de ríos y quebradas.

Es común que en muchas fincas que lo tengan como cerca viva aunque se puede sembrar en
asocio con otros cultivos (café o lulo, por ejemplo), técnica que permite obtener mayor
producción en el mismo terreno.
El árbol es de un alto valor ornamental si se tiene en cuenta la abundancia de sus flores y su
vistoso color rojo carmín. Además, su madera, aunque es blanda se usa para realizar
artesanías.

Su naturaleza Este árbol se conoce también como balú , mompás , sachaporoto ,


antiporoto , sachabas y poroto . El chachafruto, que significa en lengua indígena frijol del
árbol , crece en climas templados de Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia y Colombia, y es
una especie propia de los valles interandinos del norte de Suramérica.

Crece bien y produce frutos en climas templado y templado-frío. En Colombia se ubica


entre los 1.400 y los 2.400 metros sobre el nivel del mar.

Este árbol prefiere zonas húmedas y a pesar de que se desarrolla en suelos sueltos, negros y
bien aireados, tiene cierta tolerancia a encharcamientos temporales.

Se puede reproducir por semilla, estacas o acodos aéreos, es decir, generando raíces en las
ramas del árbol.

Al prepararlo En todas las formas de preparación, se debe retirar la cáscara. Al cocinar las
semillas (el grano), sobre la superficie del agua se forma una espuma blanca, la cual debe
ser retirada con un cucharón, pues si se deja, da un sabor desagradable.

Ya cocidos los granos, se muelen. Con esta masa se pueden hacer buñuelos, coladas, tortas,
cremas natillas, arequipes, naco, chicha, croquetas con atún, con bocadillo o con carne,
empanadas, arepuelas, arepas, panes, galletas, compotas y almojábanas.

Almojabanas: A un kilo de masa de chachafruto se le adiciona cuajada, huevo, sal


mantequilla, dos sobres de polvo para hornear y una caja de maizena. Se mezclan bien los
ingredientes, se les da forma a las almojábanas procurando que no queden muy grandes. Se
llevan al horno precalentado a 350 grados centígrados durante 30 minutos.

Si desea obtener información sobre estas y otras Especies promisorias puede comunicarse
con el Convenio Andrés Bello, avenida 13 No. 85-60, Bogotá, correo electrónico: ecobelb

Publicación
eltiempo.com

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