Los vecinos estamos irritados de estar ejerciendo una función supletoria de las labores propias
del Ayuntamiento, como son todos esos mecanismos de control y las labores de protección del
dominio público, el patrimonio histórico y verde.
Las herramientas con que cuenta la ciudadanía consisten en acudir a los tribunales, con
grandes gastos difíciles de sufragar. A pesar de ello hemos obtenido dos sentencias favorables,
y no comprendemos qué intereses motivan al equipo de gobierno del Ayuntamiento no
acatarlas. ¿Qué les pesa más que las decisiones de los tribunales, en una operación que no
beneficia manifiestamente en ningún aspecto a la ciudad de Madrid y sí, por contra, a una
entidad privada? ¿Qué pactos inquebrantables esconden bajo la mesa para no acatar lo que es
de ley?
Nos indigna que el equipo de gobierno del Ayuntamiento no reconozca ninguna autoridad que
no sea la propia, desdeñando sistemáticamente cualquier objeción, osando interponer –como
es el caso, con dos sentencias en contra- un recurso de casación cuyo gasto repercute una vez
más en el maltrecho erario público.
Como ciudadanos nos preocupa ver cómo un equipo municipal que ha hipotecado todos los
recursos económicos por varias generaciones, sigue generando gastos públicos para defender
posturas que son claramente ilegales.
Por ello exigimos que cumplan la legalidad y acepten lo dispuesto por el Tribunal Superior de
Justicia de Madrid.