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Universidad Nacional de la Amazonia Peruana

Facultad de Agronomía

CURSO NUTRICIÓN ANIMAL


Ing. Victoria Reategui Quispe

PRINCIPIOS DE NUTRICION ANIMAL

Los alimentos son necesarios para el organismo, principalmente para cumplir dos
objetivos:

1. Proporcionar materiales para construir y desarrollar las estructuras corporales.


2. Para producir calor y energía.

Un tercer propósito, el de integrar diversos reguladores de las funciones orgánicas, se


separa a menudo de las otras funciones. Se debe hacer mención de este tercer propósito
en relación a las funciones generales de los grupos de nutrientes.

SE NECESITAN MATERIALES PARA CQNFORMAR LAS ESTRUCTURAS


CORPORALES.

1. Para restaurar las partes gastadas (remplazar la piel, el pelo, etc.)


2. Producir nuevos tejidos (engendrar nuevas células) como en el caso de los
animales en período de crecimiento.
3. Elaborar fluidos orgánicos como sangre, sudor, lágrimas y orina.
4. Desarrollar los fetos.
5. Para la elaboración de productos tales como la leche y los huevos.

LAS NECESIDADES CORPORALES DE CALOR Y ENERGÍA SON LAS


SIGUIENTES:

1. El calor producido ayuda a mantener el cuerpo caliente y el animal confortable.


Una serie de controles y sistemas mantienen la temperatura orgánica casi a un
nivel constante. Estos sistemas sistemas de control garantizan la existencia de un
medio adecuado en el que tienen lugar las diversas funciones corporales. Las
reacciones químicas que se producen en el seno de las células, del mismo modo
que las necesarias para la actividad de los nervios y los músculos, precisan una
temperatura que oscile dentro de un margen muy estrecho. Para mantener este
medio es necesario proporcionar al animal suficiente alimento o en su defecto
facilitar el uso de la grasa almacenada en el interior del cuerpo.
2. La energía producida a partir del alimento se usa para realizar trabajo. Esta
energía se genera en las células de los músculos. Parte del trabajo efectuado por el
animal está bajo su control; el animal puede desear moverse de un lugar a otro o
puede también desear aprehender y masticar su alimento. No obstante la mayor
parte del trabajo efectuado no está bajo el control del animal; la respiración, el
latido del corazón, el funcionamiento del sistema nervioso, la digestión del
alimento y la producción de tejidos.

La capacidad del alimento para llevar a cabo los mencionados propósitos se debe a los
principios nutritivos que en realidad contiene el alimento. Estos nutrientes se extraen del
alimento cuando tiene lugar la digestión y por la sangre se transportan hasta las células.
Los nutrientes se necesitan en varias formas y cantidades para cumplir la mayoría de las
funciones. Entre los nutrientes, la proteína y el calcio son, principalmente, materiales
para construir y desarrollar las estructuras corporales, mientras que otros como el
almidón, el azúcar y la grasa producen, sobre todo, calor y energía.
Las sustancias que forman los nutrientes se dividen en dos clases de compuestos
químicos, orgánicos e inorgánicos. Todos los compuestos orgánicos contienen algo de
carbono y todos ellos se unen fácilmente con el oxígeno bien mediante la acción del aire
o en el interior del organismo. Cuando se produce la unión carbono-oxígeno, se genera
un proceso llamado oxidación (se quema el carbono) produciendo calor y energía. Los
compuestos inorgánicos no contienen carbono y no se oxidan fácilmente.
Las dos clases citadas se subdividen en 6 grupos principales: inorgánicos - (1) agua, (2)
minerales o cenizas; orgánicos - (3) proteínas, (4) carbohidratos, (5) grasas y (6)
vitaminas.
Todos los alimentos contienen como mínimo uno de esos grupos.

Tabla 1. Clasificación y composición de los alimentos

Agua Hidrógeno (H)


Oxigeno (O)

Oxigeno (O)
Compuestos Azufre (S)
Inorgánicos Fósforo (P)
Cloro (Cl)
Sodio (Na)
Potasio (K)
Cenizas y materias Calcio (Ca)
minerales Magnesio (Mg)
Hierro (Fe)
Yodo (I)
Cobre (Cu)
Flúor (F)
Manganeso (Mn)
Cobalto (Co)

Carbono (C)
Alimentos Hidrógeno (H)
Proteínas Oxígeno (O)
Nitrogeno (N) – CHON
Azufre1
Fósforo2
Hierro2
Compuestos
Orgánicos Carbono (C)
Carbohidratos Hidrogeno (H)
Oxigeno (O)

Crabono (C)
Grasas Hidrógeno (H)
Oxigeno (O)

Carbono (C)
Hidrógeno (H)
Vitaminas Oxígeno (O)
Nitrógeno2
Azufre2

1) Generalemnte
2) Algunas veces
Suelo y aire

Anhídrido carbónico (CO2)


Agua (H20) Carbohidratos – CHO
Nitratos (N) Grasas – CHO
Minerales: Síntesis en las plantas Proteínas – CHON + Minerales
Calcio (Ca) Vitaminas – CHO + N + Minerales
Fósforo (P), etc

La leche los contiene todos. La leche contiene agua, minerales (calcio y fósforo),
proteínas llamadas caseína y albúmina, carbohidratos en forma de azúcar de la leche
conocido como lactosa, grasa de la leche y ciertas vitaminas. En contraste, suplementos
para la alimentación animal como la sal común y la harina de huesos sólo contienen un
grupo de nutrientes, materia mineral. La tabla 1 describe cómo se dividen los alimentos
en compuestos químicos y en grupos.
La tabla 1 también proporciona los elementos químicos que constituyen los nutrientes.
El agua sólo contiene dos elementos, hidrógeno y oxígeno. El grupo conocido como
cenizas o materia mineral contiene numerosos elementos. Los carbohidratos y las
grasas contienen carbono, hidrógeno y oxígeno. Las proteínas se componen
principalmente de carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno (-C -H -O -N).
Las proteínas se diferencian de los carbohidratos y de las grasas en que contienen
nitrógeno. La inclusión de nitrógeno en la elaboración de las proteínas les permite
realizar una función específica en el organismo que se discutirá en la sección sobre
proteínas. Las demandas orgánicas de proteína, unidas a la escasez de proteína en la
naturaleza comparada con los carbohidratos y las grasas, da como resultado que las
proteínas sean relativamente más caras que los otros dos nutrientes comparados.

FUNCIONES DE LOS SEIS GRUPOS DE NUTRIENTES

Aunque la principal función del agua parece que es la formación de fluidos orgánicos,
como la sangre, el sudor y la orina, también está implicada en las estructuras corporales.
El agua se encuentra formando parte de los músculos y de los órganos. Además, está
integrada en el esqueleto e incluso se encuentra en los dientes.

Los MINERALES son tanto elementos estructurales como reguladores. El calcio y el


fósforo constituyen la mayor parte del esqueleto. Muchos minerales como el fósforo, el
hierro y el yodo juegan un papel muy importante en la regulación de los movimientos y
acciones corporales.

La PROTEÍNA se considera la estructuradora de los tejidos en la medida que,


principalmente, está relacionada con la generación de nuevos tejidos y la reparación de
los viejos. Sin embargo, generalmente los animales o las aves utilizan parte de la
proteína como combustible.

Cuando la proteína se usa con este propósito, se libera el nitrógeno en el hígado y se


excreta en la orina por los riñones. La parte que queda de la proteína original se usa para
producir calor y energía.

Grasa Proteína – CHON


Carbohidrato
Exceso de proteína - Hígado Nuevo tejidos – animales jóvenes y en
producción.
Restauración de los tejidos – animales
adultos.
CHO – Calor y energía
CHO – calor y energía
N - orina

Los CARBOHIDRATOS y las GRASAS son principalmente alimentos de combustión,


esto es, se oxidan en el organismo para proporcionar calor y energía. Además, ciertos
tejidos necesitan carbohidratos y/o grasa para su formación. Algunos minerales, por
ejemplo calcio y fósforo, y las vitaminas (complejo B), también están implicados con la
utilización de la energía.

Las VITAMINAS funcionan principalmente como reguladores de los procesos


orgánicos. Si bien la mayoría de las vitaminas efectúan múltiples funciones, suelen
jugar, en especial, papeles específicos; por ejemplo, la vitamina A está relacionada con
la protección de la piel y con los procesos de la visión. La vitamina D ayuda a fijar los
minerales para formar el .hueso. Otras vitaminas regulan una gran variedad de
funciones corporales.

Los alimentos del animal deben abastecer de los nutrientes necesarios para la
construcción y renovación de los componentes orgánicos y para la elaboración de
productos como la leche, huevos y lana.
Asimismo deben proporcionar la energía para llevar adelante los correspondientes
procesos. Después del destete, la mayoría de nuestros animales de granja obtienen, en
último análisis, toda su provisión de alimento de las plantas. Esto también se puede
aplicar a los pollitos apenas nacidos. A diferencia de un animal, una planta puede
nutrirse a sí misma; puede crecer y elaborar complejos materiales como los
carbohidratos, grasas y proteínas a partir de materias primas como el bióxido de
carbono, agua, nitratos y otros minerales procedentes del suelo y del aire. La planta usa
la energía del sol para elaborar estas sustancias. Los materiales complejos del alimento
elaborados por las plantas o son consumidos inmediatamente por los animales
domésticos o por otros animales, aves o pescados, que a su vez sirven de alimento para
el ganado de la granja. Por esto, existe una íntima conexión entre la química del suelo y
la fertilidad, la nutrición de las plantas y la alimentación animal.

COMPUESTOS INORGANICOS

EL AGUA CONSIDERADA COMO UN NUTRIENTE

Debido al hecho de que el agua se usa para tantas cosas a menudo se olvida que también
es un alimento. Efectivamente, se hacen muchos esfuerzos para disponer de agua para el
riego de las plantas en la misma granja en la que el abastecimiento de agua para los
animales se considera una tarea improductiva. No obstante el agua es uno de los
nutrientes más importantes en la producción ganadera.

IMPORTANCIA DEL AGUA

La gran importancia del agua en el organismo, y por consiguiente como un nutriente


vital, se puede juzgar valorando sus funciones. El agua constituye cerca del 75 % del
peso del cuerpo de un animal adulto y hasta el 95 % del cuerpo del recién nacido. Todas
las células del organismo contienen agua. Los tejidos blandos de los músculos, los
órganos y la piel la contienen en grandes cantidades. En las partes mas duras del cuerpo,
el esqueleto y los dientes se encuentran en cantidades más pequeñas. La leche contiene
casi el 82 % de agua y los huevos el 66 %. Durante el crecimiento, parte del agua se
produce en el organismo. A medida que el animal madura y envejece, decrece la
cantidad de agua que contiene su cuerpo. Toda esta agua procede de los alimentos que
el animal ingiere y de la misma agua que bebe.
Un abastecimiento inadecuado puede retrasar el crecimiento y disminuir la producción.

EL AGUA COMO SOLVENTE

El agua tiene la propiedad, de disolver rápidamente muchas cosas. A causa de sus


propiedades disolventes es un medio ideal para la transferencia de las sustancias
alimenticias desde los órganos de la digestión a las células de todo el organismo.
También lleva a cabo la misión de desembarazar las células de los productos de
desecho. Los jugos digestivos, que descomponen el alimento convirtiéndolo en
elementos asimilables, están constituidos en su mayor parte por agua. La sangre y la
linfa que transportan los nutrientes a través de todo el organismo también contienen una
gran proporción de agua. Los productos finales de la actividad de las células se deben
eliminar. Estos productos (normalmente sales) se filtran por los riñones a partir de la
sangre y se eliminan por la "orina, El agua también se pierde por medio de la sudoración
y la respiración.

EL AGUA DE LOS TEJIDOS

Un examen del globo del ojo revela que está lleno de una sustancia acuosa necesaria
para el proceso visual. El oído también depende fundamentalmente del uso del agua
para que se produzca la audición.
Así como el albañil necesita un nivel de agua para valorar la horizontalidad o
verticalidad de una obra, también el oído necesita una especie de nivel de líquido para
que el animal se mantenga en equilibrio.
Los baños de agua, protegiendo los ojos y la nariz del animal, lubrican las articulaciones
facilitando el movimiento.

REGULACION DE LA TEMPERATURA CORPORAL

El agua está relacionada con la regulación de la temperatura corporal. El promedio de la


temperatura corporal de los animales de la granja es de unos 37,8°C (100 °F), con
ligeras variaciones para las distintas especies e individuos. La temperatura corporal de
las aves es, aproximadamente, de 41,8 °C (107 °F). Puesto que estas temperaturas
corporales son más elevadas que la temperatura ambiente, excepto en los días más
cálidos del verano, es evidente que en el organismo normal. Este calor se genera cuando
en el organismo se oxidan los alimentos. La mayor parte de este calor se produce en los
músculos. Además toda la energía que se usa en el curso de la digestión y utilización de
los alimentos se convierte finalmente en calor. Aunque esta energía se pierde a medida
que se usa para las distintas producciones, el calor resultante ayuda a mantener la
temperatura corporal.

Si bien en el cuerpo se produce continuamente calor, la temperatura se mantiene


constante aún en condiciones externas variables y con un abastecimiento de alimento
con distinta capacidad de producción de calor. Esta temperatura constante se mantiene
mediante la regulación tanto de la pérdida como de la producción de calor. Uno de los
medios más importantes para la regulación de la pérdida del calor consiste en los
cambios que se producen en la circulación de la sangre cerca de la superficie del cuerpo.
Cuando la temperatura corporal se eleva, mayor cantidad de sangre fluye por los
capilares (pequeños vasos sanguíneos) de la piel, a través de la cual el calor pasa al aire
del exterior. Es esta acción la que provoca el rubor de la piel cuando se está acalorado.
Si este aumento de la circulación de la sangre no es suficiente para mantener la
temperatura normal del cuerpo, se produce la sudoración, con la consiguiente
evaporación del sudor, que enfría el cuerpo. Si el animal tiene pocas glándulas
sudoríparas, como en el caso del cerdo, empieza a jadear. El jadeo aumenta la pérdida
de calor mediante vaporización del agua presente en los pulmones y la boca, así como
por el calentamiento de grandes cantidades de aire durante la inspiración y la espiración.

Cuando la temperatura del aire es demasiado fría, se debe acelerar la producción de


calor en el cuerpo. Bajo estas condiciones aumentan las oxidaciones en los músculos y
otros tejidos. En los días fríos los animales comen con más ansia y hacen más ejercicio
que en los días cálidos; medidas que dan como resultado una mayor producción de
calor. Una temperatura externa baja también puede provocar una estimulación
descontrolada de las oxidaciones que se producen en los músculos (estremecimiento,
temblores involuntarios; en los caballos, afección espasmódica parecida a la corea).

ORIGENES DEL AGUA

Un animal o un ave se abastecen de agua bebiéndola o aprovechando la incluida en el


alimento que ingiere. Todos los alimentos contienen un cierto porcentaje de agua.
Incluso los alimentos desecados naturalmente al aire retienen cierta cantidad de agua.
Las raíces, los tubérculos, el pasto y el ensilaje son, por lo común, acuosos.
En adición al agua presente en los alimentos, se produce agua cuando los nutrientes
alimenticios orgánicos se oxidan en las células. Los cambios químicos que tienen lugar
en las células vivas, cuando se produce calor, energía y nuevos tejidos, se conoce como
metabolismo.
Durante este proceso se forma agua y bióxido de carbono. Él bióxido de carbono se
expulsa al exterior, pero el organismo retiene el agua. El agua producida se llama «agua
metabólica», que retiene el animal de la misma forma que el agua obtenida bebiendo o
la procedente de los alimentos. Esta agua metabólica se produce cuando las proteínas,
los carbohidratos y las grasas se oxidan en el seno de las células del organismo, con la
particularidad que el mismo peso de grasa produce dos y cuatro veces más agua que los
carbohidratos y las proteínas. (El camello está conformado de manera que puede
sobrevivir durante largos períodos, gracias al agua producida a partir de la grasa que
tiene almacenada en sus jorobas).

HUMEDAD DE LOS ALIMENTOS

La cantidad de agua encontrada en los alimentos depende sobre todo de su preparación


y almacenamiento, así como de su composición natural. Los alimentos desecados al
aire, como en el caso de los cereales, contienen cerca del 10 % de humedad. El ensilado
contiene del 62 al 85 %. El rastrojo y la paja, así como casi todo el forraje, tiene del 8 al
40 %. La cantidad puede variar considerablemente, dependiendo en especial del método
de henificación o desecación y sobre todo del clima. Las pajas o henos y las semillas
contienen cantidades medias de agua, del 7 al 16 %, mientras que los subproductos
desecados como la harina de carne contiene del 6 al 12 %. El porcentaje de agua
presente en los alimentos permite un adecuado método de clasificación. Alimentos
acuosos son aquellos que contienen un 70 % o más de agua. Alimentos no acuosos
(forrajes o concentrados) contienen menos del 70 %.
Los criadores de ganado deben conocer el contenido de humedad de los alimentos. La
cantidad de materia seca en un alimento determina en gran medida su valor nutritivo.
Cuando se usan alimentos que contienen una gran cantidad de agua, se debe
proporcionar una mayor cantidad, que cuando se usan alimentos poco húmedos. Esta
última recomendación es particularmente importante cuando se alimenta con ensilado y
raíces que normalmente tienen un elevado contenido de agua. Si el ganadero no toma en
consideración que su ensilado contiene el 75 % de agua y sólo el 25 % de materia seca
(que contiene las proteínas, los carbohidratos y las grasas), tendrá una idea errónea de la
cantidad de alimentos que está suministrando a su ganado. Sin embargo, cuando se les
suministran tales alimentos, los animales necesitan menos agua de bebida. En la
siguiente tabla se dan ejemplos de los efectos del contenido de agua en algunos forrajes,
sobre las cantidades que se deben proporcionar diariamente al ganado con objeto de que
ingieran las cantidades adecuadas para cubrir sus necesidades energéticas.

Tabla 2. Efectos del contenido de agua del forraje sobre las cantidades diarias de
alimentos, necesarias para las vacas de ordeño.

Cantidades necesarias,
“Capacidad” normal
diariamente, para una
diaria para la
Alimento Contenido de agua % vaca de 453 Kgs. Con
ingestión de pienso.
una producción de 14
Kg.
Kgs. De leche Kg.

Heno, desecado 10 16 18
Pasto, ensilado 70 40 45
Forraje 75 50 63

Además se debe recordar que el contenido de agua del alimento influye en su valor
nutritivo; el ganadero también debe considerar que los alimentos con más del 14 al 15
% de humedad, no se almacenan tan fácilmente. Alimentos como henos, granos, harinas
y tortas oleaginosas, cuando se almacenan a granel, probablemente fermentan o se
enmohecen si contienen más del 18 al 20 % de humedad. Los cambios ocasionados por
la fermentación, generalmente rebajan la calidad del pienso así como su valor nutritivo.
En algunos se pueden formar sustancias nocivas. Además, la pérdida de un granero por
un incendio espontáneo es una eventualidad muy rara.

EFECTOS DE LA RESTRICCION DE AGUA

Los principales y más inmediatos efectos que sobre un animal pueden tener las
restricciones de agua son una involuntaria reducción de la ingestión de alimento y un
descenso en el metabolismo (uso orgánico eficiente) del alimento que se consume. Los
efectos son especialmente destacados en el caso de animales jóvenes en crecimiento.
La producción de los animales en tales condiciones no puede alcanzar su potencia y con
ello se suelen experimentar considerables pérdidas económicas. Esto último ilustra la
importancia de una adecuada provisión de agua; un animal que pasa hambre puede
perder casi todas sus reservas de carbohidratos y de grasas, la mitad de sus proteínas
orgánicas y cerca del 40 % de su peso, manteniéndose vivo, mientras que si pierde ello
% de su agua sufrirá serios trastornos y la pérdida del 20 % causará su muerte. Las
inversiones para la construcción de depósitos para una adecuada provisión de agua son
obviamente necesarias para la eficiente producción ganadera y para la salud del ganado.

MATERIAS MINERALES EN LA ALlMENTACIÓN

Los minerales se encuentran en todas las plantas y alimentos para animales; son
nutrientes esenciales necesarios para la salud e incluso para la propia vida. Aunque a
menudo se presenta la carencia de algún mineral que debe ser cubierta mediante la
inclusión en el alimento de un suplemento de minerales, la mayor parte de los minerales
se pueden proveer mediante una perfecta selección de los alimentos.

Los minerales efectúan muchas funciones vitales en el organismo. (1) Constituyen la


mayor parte de los dientes y los huesos, dando rigidez al esqueleto. El calcio y el
fósforo son los elementos más importantes que participan en esta función. (2) Los
minerales forman parte de todas las células vivas. Por ejemplo, el fósforo se encuentra
en el cerebro y el tejido nervioso. (3) El azufre es una parte de las proteínas encontradas
en el pelo, uñas, cascos y las astas. (4) En lo fundamental, también depende de los
minerales la absorción de nutrientes en el seno del organismo, su transporte y la
excreción de los productos de desecho. Esta función auxiliar se debe al hecho de que los
minerales, en solución, causan lo que se conoce como presión osmótica a través de las
paredes de las células, permitiendo que los líquidos fluyan hacia el interior o el exterior
de las células. Minerales como la sal común y el potasio suelen participar en esta
función.
Lo mismo que las células del cuerpo necesitan una adecuada temperatura para que
puedan llevar a cabo sus funciones, también necesitan, en el medio donde están
ubicadas, una cantidad correcta de ácidos o álcalis. Este equilibrio ácido-base en la
sangre, en los otros fluidos corporales y en los tejidos, se mantiene mediante un sistema
en el que están implicados la sal común, el potasio y el fósforo. El ácido, cuya presencia
en el estómago es indispensable para efectuar la digestión del alimento, se llama ácido
clorhídrico; es formado a partir de la sal común (cloruro sódico) presente en la sangre.
Los músculos del cuerpo responden a los mensajes transmitidos por los nervios. La
aptitud de los nervios y de los músculos para captar los mensajes y actuar depende de la
presencia de determinados minerales. En esta trabazón existe una relación y un
equilibrio entre el sodio, el potasio, el calcio y el magnesio. Cuando este equilibrio se
perturba o interrumpe por la adición de magnesio, puede dar como resultado la
presencia de parálisis e incluso de coma. Por otra parte, los niveles bajos de calcio en la
sangre, que provocan la «fiebre de leche» en las vacas, conducen a un incremento de la
excitación de los nervios y la consiguiente pérdida del control muscular. El ritmo del
latido cardíaco también depende, en grado considerable, del adecuado equilibrio entre
los elementos minerales.
Los minerales también son importantes para facilitar la acción de ciertas hormonas
(fluidos mensajeros) que estimulan los músculos.
El yodo es necesario para la producción de una hormona elaborada por la glándula
tiroides situada en el cuello de los animales. Esta hormona (tiroxina) controla la forma
con que operan las células del organismo.
Los siguientes elementos minerales desempeñan funciones esenciales en el organismo y
deben estar presentes en el alimento:

Calcio (Ca) Cloro (Cl) Cobre (Cu)


Sodio (Na) Azufre (S) Selenio (Se)
Hierro (Fe) Flúor (F) Manganeso (Mn)
Cinc (Zn) Yodo (I) Magnesio (Mg)
Fósforo (P) Potasio (K) Cobalto (Co)

Todavía se desconoce la exacta función de muchos minerales. Es posible que, a medida


que progrese nuestro conocimiento sobre los nutrientes, se extenderá la presente lista de
los minerales necesarios.
Aún cuando se sabe o se sospecha que sólo son 15 los minerales esenciales, la mayoría
de ellos se incluyen con tanta abundancia en las raciones que corrientemente se
suministran, que no se piensa en proporcionados por separado. En circunstancias
normales los minerales que se consideran necesarios en las raciones del ganado y las
aves de corral son: calcio, fósforo, sodio y cloro (cloruro sódico: sal común); en
determinados casos pueden necesitar atención el yodo, hierro, cobre, cobalto,
manganeso y cinc.

Algunas prácticas de manejo de nuestras granjas han contribuido a la necesidad de


raciones suplementadas (en la alimentación diaria) con minerales. En muchas granjas se
ha menospreciado la práctica de una adecuada fertilización, dando como resultado un
descenso alarmante de la fertilidad de! suelo. La baja fertilidad se puede solucionar
mediante un cambio de pastoreo intensivo, no permitiendo prácticamente el regreso de
los animales al terreno. La adición de los minerales necesarios para suplementar el
alimento de los animales y de las aves, es la forma más fácil y más barata de superar las
deficiencias. El suministro de mezclas minerales es lucrativo en el momento en que se
presentan los síntomas de carencia, pero la corrección preventiva está ligada a un
programa de largo alcance de incremento y mantenimiento de la fertilidad de los suelos.

Afortunadamente e! organismo posee mecanismos de seguridad para prevenir e! daño


sufrido por largos períodos de escasez. Si existe una deficiencia, e! organismo conserva
su abastecimiento y reduce su excreción normal. Otro tipo de mecanismo de seguridad
consiste en la capacidad de almacenamiento de los huesos respecto al calcio y el
fósforo. En circunstancias tales como e! período seco de una vaca lechera, la ingestión
de estos minerales excede las necesidades del animal. Cuando esto sucede, e! exceso se
almacena en los huesos.
Posteriormente, cuando e! gasto es mayor que la ingestión, por ejemplo, durante .el
intenso flujo de leche, los minerales se pueden remover sin daño para el animal. Sin
embargo, se debe apuntar que la acción de estos mecanismos es limitada. Cuando e!
esfuerzo es demasiado severo se puede provocar algún daño al mismo animal, al
desarrollo del feto o puede repercutir en la producción de leche o huevos.

CLORURO SODICO (SAL COMUN)

El mineral más corriente que necesitan los animales es la sal común. Probablemente es
e! nutriente más barato que se puede comprar y probablemente e! más menospreciado.
A la sal común se le ha dado el nombre de cloruro sódico porque es una combinación de
sodio y cloro. Se puede adquirir en forma de cristales blancos, piedras y bloques. Si
posee un color rosado es que se le ha añadido yodo. Si es azul púrpura, se han añadido
yodo y cobalto. El motivo de estos aditivos se discutirá más tarde.

La sal es uno de los minerales implicados en el mantenimiento de la presión osmótica


de las células y el equilibrio ácido-básico de la sangre, donde el sodio representa el
noventa por ciento de las bases del suero y el cloro los dos tercios de la acidez de la
sangre. También es necesaria para la formación del ácido clorhídrico que se encuentra
en los jugos digestivos del estómago. En el alimento, la sal actúa como un condimento,
esto es, sazona el alimento haciéndolo más apetitoso. Los animales o las aves de corral
privadas de sal muestran, después de algún tiempo, pérdida del apetito,
desfallecimiento, reducción de la tasa de crecimiento o pérdida de peso y una caída de la
producción. Las plantas que consumen los animales (ganado vacuno, ovejas y caballos)
necesitan grandes cantidades de sal. En los alimentos de origen animal está presente
cierta cantidad de sal, y por eso los cerdos y las aves de corral necesitan que se añada
menos sal a sus raciones.

En la práctica, a las raciones de las aves de corral se añade de 0,25 % al 1 % de sal, y a


las de los cerdos de 0,25-0,50 %. El método más corriente de suministrar sal al ganado
vacuno, ovejas y caballos consiste en proporcionarles una provisión bien de gránulos o
escamas de sal, sal de roca o en bloques, y permitir que los animales tomen la que ellos
apetezcan. De 30 a 60 g es una dosis liberal para la mayoría del ganado y los caballos;
no consumirán demasiada a menos que previamente hayan recibido una cantidad
inadecuada. Debemos evitar sobre todo que los cerdos puedan tener libre acceso a la sal.

CALCIO Y FOSFORO

Los animales de granja y las aves de corral son propensos a sufrir una carencia de
calcio o fósforo que de otros minerales excepto la sal. El calcio y el fósforo son
esenciales para:
1. El mantenimiento corporal
2. La reproducción
3. La elaboración de leche, lana y carne.
4. El desarrollo de los huesos en caso de animales en período de crecimiento.

En muchas funciones orgánicas estos dos minerales aparecen juntos. Constituyen más
del 70 % de la materia mineral presente en el cuerpo de los animales y por encima del
90 % en el esqueleto. Más de la mitad de los minerales presentes en la leche son calcio
y fósforo, y la cáscara del huevo es, generalmente, carbonato cálcico (cal).
A su función en la formación de los huesos y los dientes hay que añadir que el calcio
afecta las características de muchos fluidos y células orgánicas. Está relacionado
también con la función de los nervios y los músculos.
El fósforo se encuentra, asimismo, en determinados tejidos orgánicos. Es esencial para
la producción de calor y energía a partir de los carbohidratos y las grasas, y está
relacionado con el equilibrio ácido-base en la sangre. El calcio y el fósforo se absorben
por las paredes del intestino y se transportan por la sangre a los huesos y células del
organismo. Con objeto de que esta absorción tenga lugar y asegure la formación de
huesos fuertes y vigorosos, los animales y las aves también deben proveerse de la
cantidad adecuada de vitamina D. Esta vitamina se conoce como «vitamina de la
solana» debido a que en el cuerpo de los animales y los materiales de plantas se forma
en presencia de la luz solar. La vitamina D se puede obtener manteniendo los animales
en lugares soleados o a partir de alimentos que la contienen. La eficacia del uso del
calcio y del fósforo también depende de la proporción en que se encuentren en la dieta.
Una relación de 2 partes de calcio a 1 parte de fósforo es lo ideal. No obstante, la
relación puede variar desde 3: 1 al: 1. Si se consigue una buena relación de Ca: P se
necesita menos vitamina D.

Mantenimiento
Ingestión de Calcio Sangre
Producción

Control por medio de


Hormonas

Reservas en los huesos

LOS HUESOS SON ESTRUCTURAS Y ALMACENES

Los huesos no sólo sirven como partes estructurales del cuerpo sino también como
almacenes de calcio y fósforo. El uso de estos minerales por los huesos implica no
solamente su deposición durante el crecimiento, sino también el procedimiento de
acopio y remoción que se produce en el curso de toda la vida. Como ayuda para
comprender cómo se desarrolla este proceso, se muestra un diagrama de la sección de
un hueso largo.
El crecimiento en longitud de un hueso se efectúa a partir de la unión de la cabeza y la
diáfisis. El cartílago entre esas dos estructuras es una formación temporal que crece
gracias a la multiplicación de sus propias células. Gradualmente este cartílago y las
trabéculas en expansión se reemplazan por hueso mineralizado (calcio y fósforo).
Cuando todas las células del cartílago están «mineralizadas», cesa el crecimiento del
hueso.
La formación del hueso también tiene lugar en la diáfisis. La parte exterior se endurece
y se convierte en hueso sólido y firme, capaz de servir como soporte del cuerpo. La
parte interior está ocupada por un grupo de células esponjosas llamadas trabéculas de
almacenamiento, que pueden almacenar el calcio y el fósforo y posteriormente liberado
para ser usado. Los minerales se acarrean hasta las trabéculas con el flujo de sangre que
discurre a través de las células de la médula ósea, que ocupa el resto del interior de la
diáfisis.
Si se ingiere más calcio que el necesario para el mantenimiento o la producción, el
sobrante se almacena en los huesos. Cuando se necesita más que la cantidad ingerida, el
calcio se mueve desde los huesos a la sangre. Los huesos, y en particular las trabéculas
(células de acopio), actúan como un banco. El banquero es una hormona (líquido
mensajero) que controla el movimiento del calcio hacia el interior o hacia el exterior de
los huesos. Esta hormona se produce en la glándula paratiroides, localizada en el cuello
del animal. A veces, como en el caso de las novillas cuando tienen el primer ternero,
existe tal demanda calcio para incorporado a la leche, que el movimiento desde los
huesos requiere más hormona que la que puede elaborar la glándula. En este caso cesa
el movimiento del calcio. Disminuye la cantidad de calcio en la sangre y se presenta un
grave trastorno en el control de los nervios y los músculos. Esta afección se llama
«fiebre de leche». La vaca permanece acostada y no puede levantarse. El animal se
alivia cuando el veterinario le administra una inyección de calcio. La fiebre de leche no
es simplemente una enfermedad nutricional, puesto que también tiende a ser hereditaria.
Por esta causa, han fallado los esfuerzos para prevenir la enfermedad mediante el
suministro de calcio extra. Bajo estas circunstancias, el ganadero advertido observa sus
animales en el momento del parto y, si se presenta la fiebre de leche, está en
condiciones de prestar una rápida y pronta ayuda.

La enfermedad nutricional se presenta como resultado de una deficiencia o necesidad de


suficiente calcio y fósforo en la dieta. Esta enfermedad carencial también se puede
presentar si hay carencia de vitamina D en el alimento o si el animal no está expuesto a
los rayos del sol. Se conocen a fondo dos enfermedades que afectan los huesos del
animal. Una es la llamada «raquitismo», que sufren los animales jóvenes y las aves que
están en período de crecimiento. La otra enfermedad conocida como «osteomalacia»
aqueja al ganado adulto.

RAQUITISMO. En el ganado joven, se desarrollan los huesos y su tamaño está


creciendo constantemente; la aportación de calcio y fósforo se lleva a cabo a través de la
sangre depositándose en las células para haced as sólidas y resistentes. Si no se dispone
de suficientes materiales, los huesos son blandos y débiles. También suelen ser de
escaso tamaño, combados, encorvados o torcidos. En un intento de superar su débil
constitución, los huesos largos adoptan una estructura anormalmente alargada en los
extremos. También se puede producir el alargamiento de los extremos de las costillas.
Este último trastorno da como resultado la formación de hinchazones o bultos en los
huesos o «rosario raquítico», estando las costillas pegadas al esternón. Todos estos
síntomas caracterizan el raquitismo.

Entre los animales de la granja, el raquitismo se presenta con mayor frecuencia en los
terneros y los lechones. El ganado joven está envarado, las rodillas suelen estar
encorvadas e hinchadas, los corvejones hinchados y el dorso arqueado. El síntoma más
destacado en los cerdos es el encorvamiento de las extremidades. Eventualmente se
presenta parálisis de los cuartos traseros cuando se fracturan los segmentos de la
columna vertebral y la médula espinal queda aplastada. En caso de pollos, pavitos y
patitos, el raquitismo se caracteriza por encorvamiento, deformación de los huesos de
las extremidades, «rosarios» en el pecho y picos como de caucho. Cuando los huesos de
los animales o de las aves de corral sufren de raquitismo, al ser examinados en el
laboratorio se encuentra que el porcentaje de cenizas es anormalmente bajo.

OSTEOMALACIA. Una deficiencia de calcio, fósforo o vitamina D, que afecte a los


animales adultos, suele producir diversos síntomas. En los animales adultos los huesos
están completamente desarrollados.
Los minerales ya se han depositado conformando la parte dura del hueso y se ha
establecido el movimiento normal hacia el interior y hacia el exterior de las trabéculas
(células de acopio) del hueso. Sin embargo, si se extraen más minerales que los que el
animal puede obtener de su alimento, se usan en forma creciente los que están
almacenados en las trabéculas. Cuando se vacían las células de acopio, se produce la
absorción de los minerales de la parte dura del hueso.
Esta absorción debilita los huesos haciéndolos más vulnerables a una ruptura. El calcio
y el fósforo se pueden extraer de los huesos para cubrir las necesidades del organismo,
particularmente en caso de hembras en gestación o para la producción de leche. En
casos extremos el esqueleto de la madre puede quedar dañado en forma permanente, y
los recién nacidos suelen ser débiles y presentar deformaciones o nacer muertos.

La sola carencia de fósforo provoca trastornos adicionales a los discutidos


anteriormente. Entre los síntomas más comunes que afectan a los animales más grandes
de la granja debido a la carencia de fósforo, se pueden destacar la falta de apetito o un
apetito depravado (anormal). Los animales rehuyen el alimento, mastican huesos,
madera, trozos de tela y metales en un intento de obtener lo que les falta. Otros síntomas
son una reducida producción de leche y la presencia de trastornos en lo que respecta a la
reproducción. El animal suele tener dificultades para presentar el estro o para concebir.

El ganado y las aves de corral necesitan en la dieta mayores cantidades de calcio que de
fósforo debido a que la cantidad de calcio presente en sus cuerpos y en sus productos
(huevos, leche) es más grande que la de fósforo. Los cereales poseen cantidades
reducidas de calcio, aunque bastante elevadas de fósforo. Puesto que los cerdos y las
aves de corral se alimentan generalmente con elevados porcentajes de cereales, es
factible una ulterior deficiencia de calcio. En esas circunstancias es efectiva la adición
de calcio a la dieta, en alguna forma de carbonato cálcico, por ejemplo, caliza. Si los
cerdos se alimentan con una ración equilibrada de cereales suplementados con leche
descremada, harina de carne o de pescado como fuente de proteína, recibirán
considerables cantidades tanto de calcio como de fósforo.

Las gallinas y otras aves ponedoras necesitan calcio para la formación de la cáscara del
huevo. En la práctica el calcio se procura permitiendo el acceso de los animales a un
suplemento de calcio, normalmente conchillas de ostras. El calcio también se puede
añadir a la ración en forma de piedra caliza molida, conchilla de ostras o de almeja, etc.

Aunque en la dieta del ganado existe una mayor demanda de calcio que de fósforo, en
las raciones de los caballos, ganado bovino y ovejas, no es probable que se presente una
carencia de calcio. Estos animales consumen grandes cantidades de forrajes, como paja
y pasto. Estos alimentos son de moderadas a buenas fuentes de calcio, pero contienen
poco fósforo. Los cereales y las harinas usadas como suplemento de los alimentos
ayudan a suministrar las necesidades de fósforo. Las vacas lecheras necesitan en los
concentrados una fuente de fósforo, como harina de hueso. Además, normalmente se
debe proporcionar una mezcla mineral que contenga a la vez calcio y fósforo.

La tabla 3 es una lista de suplementos minerales, usados solos o en combinación como


fuentes de calcio y/o fósforo. Algunos suplementos como la harina de hueso abastecen
de calcio y de fósforo; otros sólo surten de calcio o de fósforo.

Calcio Fósforo
Suplemento
% %
Harina de pescado 22.5 – 31.3 10.5 – 14.4
Fosfato bicálcico 26.5 18.5 – 20.5
Fosfato monocálcico 16.0 24.5
Fosfato exento de flúor 25.7 – 28.3 12.3 – 14.5
Fosfato blando con arcilla coloidal 21.0 – 22.7 10.0
Hueso carbonizado 22.0 10.9 – 13.1
Conchillas de ostras 37.9 ---
Piedra caliza, calcita 38.3 ---
Fosfato disódico --- 8.6
Fosfato monosódico --- 22.4

MINERALES TRAZA Y OLlGOELEMENTOS

El ganado necesita algunos minerales en cantidades tan diminutas que por su tamaño se
conocen por «trazas» de minerales. El yodo, el hierro, el cobre, el cobalto, el manganeso
y el cinc forman parte de este grupo. Aunque se encuentran en cantidades tan pequeñas,
que para detectados en los alimentos se usan métodos de laboratorio especiales, llevan a
cabo funciones vitales en el organismo y en determinadas condiciones los efectos de su
ausencia pueden ser desastrosos.

YODO (1)

El organismo necesita yodo para producir un compuesto que lo contiene (tiroxina) el


cual controla la tasa de energía que se produce en el cuerpo. Esta hormona (líquido
mensajero) se elabora en la glándula tiroides situada en el cuello de los animales y de
las aves. Si un animal o un ave reciben cantidades insuficientes de yodo en su alimento
para la producción de cantidades normales de la hormona, la glándula aumenta de
tamaño, dando como resultado una enfermedad conocida como bocio o «cuello
voluminoso». La presencia del bocio bloquea el paso por la garganta y la ausencia de
suficiente hormona impide el adecuado funcionamiento de las células del organismo. Si
la deficiencia de yodo es limitada, el bocio no suele ser evidente, aunque el animal no
puede aprovechar apropiadamente su alimento y consecuentemente se presenta una
reducción del crecimiento o la producción.

La fuente más importante de yodo en el mundo, es el mar. A lo largo de las costas se


encuentran abundantes cantidades de yodo. No obstante, en las zonas del interior, el
suelo y las cosechas son pobres en yodo.
Normalmente en los animales de la granja la carencia de yodo ya se encuentra en los
animales recién nacidos como resultado de una deficiencia en la ración de la madre
durante la gestación (preñez). El peligro aumenta en caso de nacimientos múltiples. Los
animales jóvenes afectados de carencia de yodo nacen muertos o muy débiles, las
pérdidas son especialmente severas en caso de lechones y corderos. Los lechones
afectados suelen aparecer sin pelo, por lo que la afección en estos animales se suele
llamar «enfermedad de los pelones». Los lechones muestran una piel gruesa y pulposa y
los cuellos voluminosos. Parecen inusitadamente grandes y gordos debido a que están
hinchados. En los corderos y los terneros afectados de bocio, el aumento de volumen de
la glándula se aprecia fácilmente. Los animales, recién nacidos, que presentan un bocio
muy desarrollado no suelen sobrevivir o subsisten muy débiles. Ningún tratamiento
administrado a estos animales es particularmente efectivo.

La mejor práctica para la prevención de la enfermedad es el uso de sal yodada en lugar


de la sal ordinaria. Parece que es una definitiva necesidad su provisión en las raciones
de las hembras en gestación y es un buen seguro su presencia en las de todo tipo de
ganado. La sal yodada contiene yodo en forma de yoduro potásico. Los preparados
comerciales contienen un estabilizador para prevenir o minimizar la pérdida de yodo
durante el almacenamiento. La sal yodada se puede usar como si fuera sal ordinaria,
esto es, se puede mezclar con las raciones o desliar en el alimento o en forma de
bloques.

HIERRO, COBRE Y COBALTO

El hierro, el cobre y el cobalto se pueden agrupar juntos debido a que los tres elementos
son necesarios para la formación de los glóbulos rojos de la sangre, los eritrocitos o
hematíes.

HIERRO (FE). Si los animales de la granja o las aves ¿e alimentan con una ración
demasiado baja en contenido de hierro, desarrollan una enfermedad llamada anemia o
«sangre cansada». Se produce insuficiente cantidad de hemoglobina y la sangre pierde
su color rojo oscuro. Puesto que los glóbulos rojos de la sangre transportan el oxígeno
hasta las células del organismo, una caída del nivel suficiente de hemoglobina provoca
una carencia de oxígeno.

Es más probable que la deficiencia de hierro se presente en los lechones amamantando.


Esta deficiencia se debe al hecho de que los lechones tienen un largo período de
lactancia y la leche es muy pobre en hierro. La enfermedad puede afectar a otros
animales, aunque cuando consumen precozmente alimentos sólidos, su dieta contiene
normalmente una buena provisión de hierro.

La anemia de los lechones es más común cuando nacen a finales de otoño, en invierno o
a principios de la primavera, cuando están estabulados y no tienen acceso al suelo o al
forraje. Alrededor de las2 a las 4 semanas de edad, los lechones con carencia de hierro
se vuelven flojos y negligentes o indiferentes, con la piel lacia y descolorida. No crecen
bien y suelen estar delgados y débiles. Los animales tienen dificultad para respirar y
puede suceder que mueran súbitamente.

La prevención de la enfermedad descansa en la administración de hierro a los lechones,


a los pocos días de nacer. El hierro se suministra en forma de polvo «reducido» de
hierro aplicado a la lengua del lechón, o en solución. Se dispone de preparaciones en
forma de pasta apta para ser ingerida y mejor aún como compuestos que se pueden
inyectar intramuscularmente. Los animales que consumen pienso encuentran su hierro
en las semillas, subproductos de los cereales y harinas de carne.
COBRE (Cu). Además de ayudar a la formación de la hemoglobina, el cobre tiene
otras funciones en el organismo animal, que varían con las especies. En la granja,
parece que sólo el ganado vacuno y las ovejas pueden experimentar una carencia de
cobre. Todas las deficiencias encontradas se presentan ton una zona localizada, debido a
alguna particularidad del suelo y del desarrollo de los cultivos. La carencia puede ser de
dos tipos. Una deficiencia «simple» de cobre se presenta cuando el suelo y las cosechas
tienen un contenido bajo de cobre. Una deficiencia «condicionada» de cobre se puede
producir incluso si el suelo y las cosechas contienen suficiente cobre. En este caso lo
que produce la deficiencia es la presencia en el forraje de una cantidad anormal de otros
minerales, generalmente molibdeno, el cual, cuando se ingiere por el animal, neutraliza
la posible acción del cobre; En estas circunstancias el animal sufre de una carencia de
cobre a pesar de que esté incluido en el alimento en suficiente cantidad.

El ganado que sufre carencia de cobre tiene una capa áspera e intensa diarrea. Los
terneros no crecen; las vacas pierden peso y se detiene la producción de leche. En las
ovejas, la carencia de cobre aparece como una ausencia del rizado en la lana. En los
corderos aparece una enfermedad conocida como «caída de espaldas». Se presenta
como una deficiente coordinación de los nervios y de los músculos.
Aparte de los síntomas visibles, en el laboratorio también se puede determinar la
existencia de un nivel bajo de cobre.

Los efectos de la carencia de cobre, sea «simple» o «condicionada», se pueden superar


mediante un adecuado tratamiento a base de cobre. Al ganado vacuno y a las ovejas se
les puede suministrar una solución de cobre por la boca o un suplemento mineral al que
se ha añadido suficiente cantidad de cobre. En determinadas zonas se suelen usar
bloques de sal para lamer que contienen cobre. Todos estos tratamientos se deben hacer
bajo la estricta supervisión de un veterinario debido a que el cobre en grandes
cantidades es un veneno. El contenido de cobre de los concentrados y los forrajes que
normalmente se suministran a los animales es tal que no suele ser necesaria la
suplementación de cobre, excepto en zonas especiales donde existen deficiencias.

COBALTO (Co). Parece ser que el cobalto sólo es necesario para los rumiantes. Lo
necesitan las bacterias del rumen de estos animales para obtener vitamina BI2, que una
vez elaborada, se usa por los animales para producir los glóbulos rojos de la sangre.

Sólo se presenta una deficiencia «simple» de cobalto. El forraje con insuficiente


contenido de cobalto que consume el ganado vacuno
y las ovejas, es consecuencia de una falta del mineral en los campos. Existe una
evidencia razonable que indica que una deficiencia de cobalto se puede propagar
ampliamente.

Los síntomas de una enfermedad por carencia de cobalto en el ganado vacuno y ovino
son una gradual pérdida de apetito, decaimiento y extenuación. A menudo se observa
depravación del apetito similar al apreciado en la deficiencia de fósforo. Se pueden
presentar fallos en la reproducción. En el ganado lechero se produce una decidida
detención de la producción de leche.

Aunque las plantas no necesitan cobalto, fijan este elemento a partir del suelo. La
fertilización del suelo con sulfato de cobalto eleva el nivel de cobalto en el forraje, en
forma suficiente para prevenir la enfermedad del ganado que lo consume. La forma más
práctica para prevenir la enfermedad consiste en suministrar sal cobaltizada. Esta
preparación contiene cobalto además del suficiente yodo para curar el animal. La sal
cobaltizada, de color azul púrpura, se puede obtener desleída o en forma de bloques, y
se puede usar de la misma forma que la sal ordinaria. También se dispone de cobalto en
forma de «balas» o gránulos (pellets). Se fuerza su introducción por la boca hasta el
rumen, donde se disuelven lentamente.

MANGANESO (Mn)
El manganeso es un mineral esencial para los animales domésticos y las aves. Se
necesita para el crecimiento y desarrollo, para la formación adecuada de los huesos y la
reproducción. Las aves de corral necesitan el mineral con objeto de asegurar la
producción de huevos y la idónea incubabilidad.

En las raciones para los animales de la granja no se presentan prácticamente


deficiencias, pero sí puede aparecer un fallo en las raciones de las aves de corral.
Pueden existir deficiencias en el alimento con un alto contenido de maíz. El maíz es
pobre en manganeso.

La enfermedad por deficiencia de manganeso en las aves de corral se llama


deslizamiento del tendón»' o perosis. Durante el rápido crecimiento de los pollitos y los
pavipollos el tendón, que se desplaza por el surco de la articulación del corvejón o
jarrete, se desliza de su lugar. La extremidad del ave se comba y se encorvan los huesos,
lisiando el ave. El trigo, la avena y sus subproductos son buenas fuentes de manganeso.
La prevención de la enfermedad está estrechamente ligada a la adición de sulfato de
manganeso a las raciones de los pollos. Normalmente se añaden de 100 a 200 g de
sulfato de manganeso por tonelada de pienso.

CINC (Zn)
El cinc tiene una particular importancia en la dieta de los lechones. Los lechones que
consumen una dieta pobre en cinc desarrollan una enfermedad de la piel llamada
paraqueratosis. Los síntomas de la enfermedad se caracterizan por la existencia de
zonas rojas como pústulas en la parte inferior del cuerpo del lechón con el subsiguiente
desarrollo de costras, como parches, en las extremidades, cabeza y la región de la cola.
Los lechones afectados de esta enfermedad responden cuando se añade cinc a su
alimento. Las raciones que contienen altas cantidades de calcio parece que agravan esta
afección.

SELENIO
Fhanke y Potter, de la estación experimental de Dakota del Sur, identificaron en 1935 al
selenio como el factor tóxico del forraje que provocaba una enfermedad peculiar
ampliamente reconocida en el ganado local, a la que se le conocía como "enfermedad
del álcali" o cegura vacilante. A partir de 1950, se acumuló evidencia respecto a que el
selenio en pequeñas cantidades es un nutriente esencial, no obstante su toxicidad cuando
se ingiere en exceso, ya que animales que pastoreaban sobre ciertos terrenos sufrían
retardo en su crecimiento y trastornos de la reproducción que podían eliminarse cuando
se adicionaban trazas del mineral a los alimentos, y que la enfermedad conocida como
enfermedad del músculo blanco, podía prevenirse completamente.

El selenio como nutriente esencial


Los estudios que se iniciaron en 1950 establecieron que la levadura de cerveza contenía
un factor no identificado capaz de prevenir la necrosis hepática de origen alimentario en
las ratas, así como la diátesis exudativa, una enfermedad hemorrágica de los pollos, y
que este factor era diferente a la vitamina E, la que también podía prevenir tales
padecimientos. Las investigaciones posteriores, comprobaron que este factor no
identificado, al que Schwartz (que fue el pionero de estos estudios en las ratas)
denominó como factor 3, era un compuesto de selenio. Únicamente renecesitaban trazas
mínimas del elemento; la cantidad necesaria para casos de diátesis exudativa es de cerca
de 0.1 ppm. Por consiguiente, se reconoce al selenio no sólo como ingrediente esencial,
sino también como una sustancia dañina.

En 1958, tanto en Oregon como en Cornell, se publicaron estudios que demostraron que
la prevención completa de la enfermedad del músculo blanco en corderos recién nacidos
se había logrado con la adición de cantidades pequeñísimas de selenio a los alimentos
de la borrega madre. Los investigadores de Nueva Zelanda encontrar que la adición
periódica de este elemento en los animales que pastoreaban en ciertas áreas disminuyó
la mortalidad, mejoró el grado de crecimiento e impidió la enfermedad del músculo
blanco en los corderos y en los becerros. Esta enfermedad, que con anterioridad se sabía
que podía prevenirse si se administraba vitamina E (Sec.11.18), se llama así por la
apariencia de los músculos cuando se practica una autopsia. En los pollos y en el mink,
como en los corderos y becerros, la enfermedad se previene tanto con selenio como con
vitamina E. Las interrelaciones que se presentan aquí serán estudiadas en la sección
10.20, en donde se presenta el cuadro patológico de la distrofia muscular y otras
enfermedades que se pueden prevenir con la vitamina pero no con el mineral.

Puesto que la necrosis del hígado, la enfermedad del músculo blanco y la diátesis
exudativa de los pollos, pueden prevenirse con vitamina E, algunos nutriólogos son
renuentes de aceptar el selenio como un mineral esencial, pero estudios recientes han
aclarado esta situación. Los investigadores de Cornell prepararon una ración purificada
que contenía 0.005 ppm de selenio. El crecimiento de los pollos alimentados con esta
dieta fue muy escaso, tuvieron pobre emplumado y desarrollaron atrofia del páncreas, a
pesar de que la dieta contenía altos niveles de vitamina E. Los cambios pancreáticos
fueron rápidos y dramáticos. La degeneración del páncreas se pudo detectar por medio
de estudios histológicos en los primeros seis días y después de14díasde
complementación con selenio, el páncreas regresó a la normalidad. Investigadores den
Wisconsin descubrieron que el selenio es componente de la glutatión-peroxidasa. Esta
enzima cataliza la remoción de los peróxidos, lo cual puede explicarla acción
antioxidante del selenio y por qué la Vitamina E, que tiene también el papel de
antioxidante biológico, puede tener efectos semejantes al selenio en ciertas situaciones.
Estudios posteriores hacen suponer que el selenio tiene otras funciones portantes
además de su participación en la glutatión-peroxidasa, aunque es necesario dilucidar
estos procesos con investigaciones futuras. Se ha mencionado que la complementación
con selenio puede mejorar la eficiencia reproductiva de las Ovejas y reduce la
incidencia de placentas retenidas en las vacas lecheras. Los requerimientos para ovinos
y bovinos son del orden de 0.1 mg/kg de alimento.

Deficiencias de selenio: un problema geográfico


En Estados Unidos existen áreas muy amplias en las cuales muchos de los granos y los
forrajes son bajos en selenio en relación con las necesidades alimentarías de los
animales y en donde es frecuente la aparición de la enfermedad del músculo blanco en
becerros y corderos. Esas áreas se localizan al noroeste del Pacífico, en el noreste a lo
largo de la costa del sureste, como se observa en la figura 10.17. Este mapa
proporcionado por W.H. Allaway, está basado en la publicación de J. Kubota y
colaboradores del Laboratorio de Plantas, Tierra y Nutrición de los Estados Unidos,
ubicado en Ithaca, Nueva Llora. Los síntomas de la deficiencia se presentan los
animales alimentados única o principalmente con productos que crecen en las en
cuestión. En el noroeste, en donde las raciones de las vacas lecheras y de los pollos
contienen ingredientes procedentes de áreas cuyo contenido de selenio es usado, las
necesidades, desde luego, quedan cubiertas.

Toxicidad por selenio


Los síntomas físicos del envenenamiento por selenio se han observado en muchas partes
del mundo en donde los animales pastorean o se alimentan con materiales procedentes
de determinadas áreas. En Estados Unidos estas áreas se encuentran en la parte
occidental del país, como se observa en la figura 10.17. En los casos crónicos de la
enfermedad se pierde el pelo del cuello y de la cola de los caballos y bovinos, y hay
pérdida general de la cerda de los porcinos. Las pezuñas se desprenden, aparecen
cojeras, disminuye la ingesta de alimento y sobreviene la muerte por inanición. Estos
síntomas externos se acompañan por cambios patológicos muy marcados, como las
lesiones del hígado que se pueden encontrar en la autopsia. Los síntomas externos que
exhibe un animal aparecen en la figura 10.18. En algunas áreas el suelo puede contener
más de 40 ppm, pero cualquier suelo que contenga más de 0.5 ppm puede ser
potencialmente peligroso. Tanto el forraje como los granos pueden contener
concentraciones tóxicas. Las cantidades presentes en las diferentes plantas varían
ampliamente entre sí, pero la concentración en éstas, por lo general, es mucho mayor
que las que pueden existir en el suelo. Cuando un terreno contiene 9 ppm de selenio,
algunas cosechas llegan a poseer hasta más de I 200 ppm. La toxicidad crónica se
produce con raciones que contengan tan solo 8.5 ppm de selenio. Los casos agudos de
envenenamiento ocurren con niveles que varían entre 500 y 1 000 ppm. Los animales
jóvenes son especialmente susceptibles y el crecimiento se retarda con niveles tan bajos
que no aparecen otros síntomas evidentes. En los cerdos, niveles de 10 ppm han
disminuido la tasa de concepción y han aumentado el porcentaje de muertes al
nacimiento o la incidencia de camadas débiles y muy pequeñas. En ovejas y aves
también aparecen trastornos de la reproducción. Los daños que causa el selenio no se
circunscriben sólo a los animales ya que se han observado casos similares en el hombre.
Las harinas del trigo cultivado en áreas seleníferas pueden contener niveles tóxicos. El
selenio aparece en la leche de vacas y el huevo de gallinas ponedoras cuyas raciones
contienen este elemento.

Se han efectuado muchos experimentos con animales de laboratorio y de granja en un


intento por contrarrestar la toxicidad del selenio. Algunas fuentes proteicas
especialmente la harina de la semilla de linaza, ejerce cierta acción protectora. Este
producto protege menos al bovino que a los porcinos y a las ratas. Hay estudios
experimentales que demuestran que varios compuestos ejercen su acción benéfica, pero
en general su aplicación práctica es muy limitada. La incorporación de sales arsenicales
de tipo orgánico a las raciones de los cerdos ayuda a esta acción protectora.
Los sulfatos alivian en parte la disminución del crecimiento, pero no reducen el daño
hepático que constituye un efecto patológico crítico. El sulfato que se usa como
fertilizante también reduce la acumulación del selenio en las plantas, pero esto parece
que no tiene ninguna importancia práctica como medida de control. Hasta la fecha no
hay una solución práctica que sea satisfactoria.

Es necesario elaborar cartogramas de las zonas que tienen terrenos seleníferos. Algunas
de ellas se pueden utilizar con rotación de praderas y adición de alimentos
complementarios. El pastoreo durante la última parte de la temporada de crecimiento
puede también ser beneficioso porque el contenido de selenio de las plantas disminuye
con la madurez.

MOLIBDENO
El molibdeno es otro elemento que recientemente se consideró esencial en trazas, y que
ha sido señalado por mucho tiempo como la causa aparente de los síntomas tóxicos que
manifiestan los animales en pastoreo en diversas partes del mundo.

El molibdeno como un elemento esencial


La conclusión de que el molibdeno es un elemento esencial se basa en el descubrimiento
de que es un constituyente de la enzima xantina-oxidasa, una metalo-flavina proteína.
Esta enzima, que desempeña un papel esencial en el metabolismo de purinas, se
encuentra en el hígado, en el tejido intestinal y posiblemente en algunos otros tejidos, y
además, en la leche. El molibdeno se considera un elemento esencial para el crecimiento
de pollos nacidos de huevos puestos por gallinas con deficiencia de molibdeno, o que
reciben dietas con alto contenido de tungsteno, minerales que actúa como antagonista
del molibdeno. Sin embargo, en las ratas sólo se ha logrado resultados negativos. Las
diferencias en cuanto a especie pueden ser esperadas en razón de que los pollos tienen
grandes necesidades de xantina-oxidasa para la formación del ácido úrico, lo que no
ocurre en las ratas y otros mamíferos en los que el principal producto final del
metabolismo de las proteínas es la urea. El papel nutricional del molibdeno en el
crecimiento de los corderos se explica en base a acción estimulante de los
microorganismos del rumen. Desde luego, y gracias a las investigaciones realizadas, se
debe considerar al molibdeno como nutriente esencial, es muy probable que los
requerimientos de cualquier animal doméstico se cumplan con las raciones comunes.

Toxicidad por molibdeno


Existe un padecimiento en ganado bovino que se llama lagrimeo y que desde hace mas
de cien años se le ha asociado definitivamente con ciertas áreas de pastoreo de
Inglaterra y no con otras. En 1938, Ferguson y colaboradores identificaron este
padecimiento como una toxicidad causada por molibdeno. La toxicidad afecta
principalmente a los rumiantes, en particular a los becerros y a las vacas en lactancia.
Los síntomas físicos más notables consisten en diarrea extrema con la consiguiente
pérdida de peso y baja de la producción. Se descubrió, por medio de los análisis de los
forrajes procedentes de las zonas enfermas y comparadas con las normales, así como
por su producción experimental con molibdato sódico, que el molibdeno era el causante
de este padecimiento. Este daño aparece cuando el forraje contiene como mínimo el
0.002070del elemento. Más tarde, se encontraron niveles potencialmente tóxicos en el
suelo, en el forraje de varias áreas del mundo, incluyendo Florida, California y
Manitoba, en América del Norte, donde existe una alta incidencia de molibdenosis.

Los síntomas comunes son diarreas, emaciación, anemia y rigidez. La intoxicación por
molibdeno sólo se considera como problema práctico en los animales que viven del
pastoreo y aparentemente está limitada a ciertas áreas. En otras especies sobre todo en
las ratas, conejos, pollos y cerdos, se han reproducido los síntomas de toxicidad a
través de experimentos de alimentación.
Los primeros investigadores ingleses que lo estudiaron, observaron que los síntomas
tenían ciertas semejanzas con los de los bovinos de Holanda en las zonas con
deficiencias de cobre, por lo que administraron sulfato de cobre a los animales afectados
y la diarrea desapareció. Tal resultado se logró a pesar de que los forrajes contenían el
nivel adecuado de cobre. Esto hizo sospechar la existencia de algunas interacciones
entre cobre y molibdeno. Se acordó abrir una nueva área de estudio.

Por medio de pruebas con animales de laboratorio y en rumiantes, se demostró que la


alimentación con exceso de molibdeno trae como consecuencia la aparición de los
síntomas clínicos característicos de la deficiencia de cobre ya que interfiere su
metabolismo.

La adición de cobre restablece la normalidad en los animales afectados. En rumiantes si


el contenido de molibdeno en el forraje para crecimiento es de 2 a 25 ppm, los
requerimientos de cobre se van incrementando. Los cambios de los huesos que aparecen
con deficiencias de cobre, se pueden agravar si el contenido de molibdeno del forraje es
elevado. Experimentos con animales de laboratorio permitieron establecer las
semejanzas entre los síntomas por la intoxicación crónica con molibdeno y los
causados por deficiencia de cobre. A partir de tales estudios se supuso, tentativamente,
que la molibdenosis es esencialmente una deficiencia de cobre; o expresado de otra
manera, la deficiencia de cobre que aparece en el campo es el resultado del exceso de
molibdeno. Estudios posteriores demuestran, sin embargo, que las interrelaciones son
mucho más complicadas que esto.

El contenido de sulfatos de la ración es un factor determinante, según lo señaló Dick en


una serie de estudios efectuados en Australia.64 En experimentos con ovejas le
estableció que el aumento de la ingesta de sulfatos acelera la excreción de molibdeno
pero en ciertos casos, los sulfatos pueden aumentar los efectos del molibdeno sobre la
situación del cobre. Desde luego, estas relaciones entre cobre, sulfatos y molibdeno son
muy complicadas y requieren muchas investigaciones en el futuro.
La naturaleza de estas relaciones entre los minerales pueden variar de acuerdo con los
diferentes niveles de minerales, así como por particularidades entre todas las especies y,
no sólo entre los rumiantes y los que no lo son, sino también entre ovejas y bovinos. La
tolerancia al molibdeno en las diferentes especies es muy grande. Underwoods concluyó
que el bovino y el ovino son los menos tolerantes, en tanto que los cerdos y los equinos
lo son más. La rata, el conejo, el cobayo y los pollos fueron menos tolerantes que los
cerdos, pero más que los bovinos.

FLÚOR
El flúor aparece en forma de apatita, como parte integrante de la estructura de los
huesos y los dientes (Sec. 10.6), en un porcentaje de 0.04 a 0.06% o más en el individuo
adulto. La ingesta de cantidades mínimas muestra un definitivo daño acumulativo. Este
es un aspecto de verdadera verdadera importancia práctica en la alimentación de los
animales

Efectos nocivos del flúor


Los efectos son el resultado de la ingestión continuada de agua alta en fluoruros, de
complementos de alimentos que contienen minerales fosfatados altos en este elemento,
de forrajes contaminados con flúor procedente del humo liberado por las plantas
fundidoras de metales. Aquí aparece la acumulación gradual que se torna exhiba para
los huesos y para los dientes. Las estructuras óseas pierden su color y lustrosidad
habituales al tiempo que engrosan y se ablandan, por lo que es fácil que se fracturen. A
partir de las superficies se forman sobrehuesos denominados exostosis.

El contenido de flúor de los huesos, junto con el de magnesia, aumenta varias veces al
tiempo que disminuye el de carbonatos. El contenido total de cenizas se disminuye si la
ingesta es muy alta. También hay cambios histológicos característicos. Los efectos
sobre los dientes son similares aunque se manifiestan de manera distinta, especialmente
en ciertas especies. En las ratas el esmalte pierde su color amarillo brillan y se vuelve
yesoso y quebradizo. Los incisivos que tienen crecimiento permanente y se desgastan en
forma normal y, por lo tanto, se elongan desmesuradamente, ya sean los superiores o los
inferiores. Estos cambios se muestran en la figura 10.19 en donde también se puede ver
el engrosamiento de los huesos del cráneo como resultado de la alimentación con
mucho flúor. En los cerdos y bovinos se presentan defectos en el esmalte de los dientes,
lo que causa el reblandecimiento y desgaste acelerado, y hasta se dan casos en los que la
pulpa queda expuesta. Los dientes se hacen sensibles al agua fría y con esto se interfiere
la ingesta de alimentos.

En los niños, la ingesta excesiva de flúor es la causa del desarrollo de manchas en el


esmalte. Este trastorno se caracteriza por la presencia de parches blanco yesosos sobre
la superficie del diente. Con frecuencia, la superficie entera del diente aparece de color
blanco opaco y con el esmalte agujerado, e incluso la pieza puede estar astillada En
forma secundaria, el diente puede estar manchado con un color que varía desde el
amarillo hasta el negro. Los dientes manchados tienen estructura débil por la
interferencia con el desarrollo normal del esmalte. Fundamentalmente las manchas se
presentan en los dientes permanentes, durante su formación. Los dientes que se
formaron normalmente no aparecerán manchados después. Sin embargo debido al
crecimiento permanente de los dientes de las ratas, éstos se pueden blanquear en
cualquier momento de su vida. El problema del manchado de los dientes se presenta en
los niños que en forma regular beben aguas que contienen pequeñas cantidades, como
de 2 a 5 ppm de flúor, lo que demuestra que aun reducidas proporciones pueden
ocasionar esos cambios. El esmalte manchado aparece en bovinos y ovinos en las áreas
donde el agua es alta en flúor, y puede causar que los dientes erosionen.

Aun cuando las lesiones de los huesos y de los dientes son las pruebas más evidentes de
los daños que ocasiona el flúor, la ingesta de mayores cantidades, o bien la ingestión
continua por largos periodos de este elemento, interfiere con el crecimiento y la
reproducción y la lactancia. Desde luego, el desgaste de los dientes interfiere con la
ingesta de alimento y esto, a su vez, con el crecimiento y la producción. Hay efectos
tóxicos generalizados que se manifiestan como cambios degenerativos en varios
órganos y tejidos blandos. La forma química del flúor presente en los alimentos influye
en la toxicidad. El fluoruro de sodio es más tóxico que el fluoruro de calcio y que
algunos otros productos insolubles. La susceptibilidad reconoce diferencias de especies.
Los pollos toleran niveles considerablemente mayores que otros animales domésticos.

El flúor es un veneno acumulativo. Experimentos a corto plazo, en los que no se notaron


efectos nocivos, no señalan medidas de seguridad dignas de confianza sobre el nivel
práctico que debe existir en el alimento. Al principio, el flúor simplemente se acumula
en los huesos y los dientes sin ninguna prueba aparente de que produzca daños y se
requiere de largo tiempo para que aparezcan las lesiones estructurales. La nidez de los
huesos y los dientes por el flúor implica una tendencia para proteger los tejidos blandos
en contra de las concentraciones excesivas. A medida que los huesos se saturan la,
mayor parte del flúor que se absorbe se encuentra libre para producir sus efectos tóxicos
sobre los órganos y tejidos blandos. Investigadores de Wisconsin comprobaron que si
bien el efecto venenoso de niveles altos de flúor son evidentes con rapidez, la ingesta de
roca fosfórica, que proporcionaba aproximadamente 0.008% del total de la materia seca
del alimento de vacas lecheras, tuvo un efecto muy marcado sobre la producción sólo
tres años después de iniciado el suministro. También se afectó la reproducción en esos
animales.

La Academia Nacional de Ciencias publicó un excelente resumen sobre el efecto de los


fluoruros

Los niveles más seguros varían según la especie, edad del animal, duración de los
periodos alimentarios, fuentes del flúor y de los niveles nutritivos generales. Sin
embargo, existen normas generales como las que aparecen en la tabla 10.4.
Aparentemente las aves tienen mayor tolerancia que otros animales.

Tolerancia dietética de flúor para animales domésticos.

Comportamiento Patológicas
Especie Animal
ppm (F) ppm (F)
Becerra para carne o leche 40 30
Bovino maduro para carne o leche 50 40
Bovino en finalización 100 NAe
Corderos en crecimiento 150 DI
Ovejas para reproducción 60 DI
Caballos 60 40
Cerdos en finalización 150 NA
Cerdas para reproducción 150 100
Aves en crecimiento y pollo en engorda 300 DI
Aves ponedoras o reproductoras 400 DI
Pavos 400 DI
Perros en desarrollo 100 50
a
Los valores se presentan en ppm F en la materia seca del alimento y se considera la
ingestión de una forma sólida como el NaF. Cuando el flúor de la ración se encuentra en
alguna forma de roca fosfórica desfluorinada. La tolerancia puede ser incrementada en
50%.
b
Niveles que en base a los datos publicados para estas especies pueden ser
suministradas sin interferencias clínicas como comportamiento normal.
e
A estos niveles ocurren cambios patológicos por la ingestión de flúor. Los efectos de
estos cambios sobre el comportamiento no son totalmente conocidos.
d
Los bovinos se expusieron por primera vez a este nivel después de los 3 años de edad.
e
NA = no aplicable
f
DI = datos insuficientes
g
Este nivel se ha mostrado como seguro para los pavos hembra en crecimiento. Algunos
datos muy limitados que la tolerancia de los pavos machos en crecimiento puede ser
menor. (Shupe et al.66)

¿Es el flúor un elemento esencial?


A pesar de los efectos nocivos que representa el consumo de niveles elevados flúor,
como los observados en el deterioro dental del hombre y en los animales, la ingestión de
cantidades mínimas es benéfica. La demostración definitiva por medio de estudios
epidemiológicos y experimentales, la constituye el hecho de que el suministro de agua
que contiene de 1a 2 ppm disminuye la aparición de caries durante el desarrollo
dentario, en comparación con la ingesta de agua con niveles inferiores de flúor. Los
registros respectivos señalan que el deterioro se reduce cuando menos 50% en
individuos jóvenes y que su efecto es permanente mientras el individuo continué
ingiriendo cantidades adecuadas del elemento. Mientras tanto, y como medida
preventiva en materia de salud pública, muchas municipalidades agregan de 0.7 a 1 ppm
de flúor en forma de fluoruros al agua potable que contiene sólo trazas de él. Esta
adición al agua de bebida no causa manchas del esmalte dentario ni efectos de letéreos,
como se pudo observar a través de experimentos a largo plazo. Ha pruebas
epidemiológicas de que el flúor ayuda a retrasar la aparición de osteoporosis en los
adultos.

Está reconocido que el aprovisionamiento de trazas de fluoruros es una medida


provechosa para la prevención de caries dentales en los nifíos, y algunos investigadores
juzgan con base en lo anterior, que a este mineral se le debe considerar como
sustituyente esencial de la alimentación.

Los primeros intentos para demostrar la esencialidad del flúor no fueron muy
afortunados, pero los recientes estudios con ratas, mantenidas dentro de unidades
especiales de aislamiento, que se alimentaron con dietas que contenían menos de 0.04
ppm del mineral respondieron con una mejoría del crecimiento en cuanto se adicionó
este elemento mineral a su ración alimenticia. Los ratones que comieron alimento que
contenía niveles muy bajos de flúor desarrollaron anemia y sufrieron daños en sus
funciones de reproducción.
Cromo
Las ratas alimentadas con raciones deficientes en cromo evidenciaron cierta intolerancia
a la glucosa. La adición de cromo trivalente restableció la capacidad para metabolizar de
este azúcar. Aparentemente, la deficiencia de cromo origina la disminución de la
sensibilidad de los tejidos periféricos a la insulina. Se atribuye a la deficiencia de las
lesiones de la cornea, reducción del grado de crecimiento, trastornos en el metabolismo
proteico y reducción de la longevidad. También se estableció que en ciertos casos la
intolerancia a la glucosa en la especie humana responde al tratamiento con
complementos de cromo. La forma activa de cromo se denomina como factor de
tolerancia a la glucosa, en un complejo orgánico que aún no se ha identificado. Se han
llevado a cabo algunos estudios sobre la ingestión de cromo por el ganado, pero hasta
ahora se desconocen datos sobre sus requerimientos y su toxicidad.

Microelementos recientemente reconocidos como esenciales


Los microelementos como silicio, estaño, vanadio y níquel, se han reconocido
recientemente como elementos esenciales para los animales. En la actualidad hay pocas
pruebas de que los animales puedan llegar a presentar deficiencias de estos cuatro
elementos.

Éstas se provocaron en animales de laboratorio bajo condiciones muy estrictas, y la


mayoría de los alimentos contienen cantidades suficientes de tales minerales. Sin
embargo, Miller afirmó que "por más de 20 años desde que se supo que el zinc era un
mineral esencial, nadie apreció su inmensa importancia practica. Esperamos que los
científicos muestren un criterio más amplio respecto a la importancia práctica de los
microelementos esenciales recientemente reconocidas".

Silicio
Un primer informe sobre el papel fisiológico del silicio fue publicado por Carlisle,
quien demostró que era esencial para la calcificación normal de los huesos de los pollos.
Las articulaciones fueron más pequeñas y el hueso contenía de 34 a 35% menos de la
cantidad de agua considerada como normal. El silicio puede desempeñar un papel en la
síntesis de los mucopolisacáridos y es posible que funcione como un enlace que
contribuya a darle integridad estructural al tejido conectivo. También se que puede
ocurrir disminución del crecimiento en las ratas73 y pollos74 que fueron alimentados
con raciones carentes de silicio. Por otra parte, en las ratas se daño la pigmentación de
los dientes incisivos, y los pollos deficientes no desarrollaron las barbillas y las crestas
fueron muy pequeñas.

Los niveles altos de silicio en la dieta de los animales domésticos pueden ser dañinos.
En una forma no muy bien conocida, el silicio que llega a la orina puede formar
depósitos en los riñones, vejiga urinaria, y uretra, con la posibilidad de formación de
cálculos. Estos cálculos pueden ser lo suficientemente grandes como para obstruir el
paso de la orina. Sin embargo, este proceso no se debe únicamente al silicio, ya que no
ha sido posible producir estos cálculos al agregar este elemento a la ración de los
rumiantes.

La digestibilidad de las plantas que contienen altos niveles de silicio en forma de


silicatos se reduce notablemente.

Estaño
Se menciona que el estaño es un mineral esencial desde que Schwartz, y colaboradores
consiguieron incrementar el promedio de ganancia de pesode1.1 hasta 1,75 g. diarios en
ratas mantenidas dentro de cámaras aisladas construidas en plástico y alimentadas con
raciones purificadas que contenían un complemento de 1 ppm de sulfato de estaño. El
valor biológico de los diferentes compuestos de estaño varía considerablemente. La
función biológica del estaño todavía es desconocida, aunque se supone que participa
como catalizador en reacciones de óxido-reducción probablemente en el sitio activo de
algunas metalo-enzimas.

Vanadio
Las deficiencias de vanadio afectan el emplume y la ganancia de peso de los pollos
disminuye la tasa de crecimiento y afecta la reproducción de las ratas. Se ha sugerido
que el vanadio funciona como catalizador en reacciones de oxido-reducción, pero los
requerimientos diarios son menores de 500 ppb (partes por billón).
El consumo de cantidades elevadas de vanadio es considerado como responsable de la
inhibición de la síntesis del colesterol en el hombre y en los animales, posiblemente
porque inhibe a la escualeno sintétasa. Se menciona también que este elemento
disminuye la incidencia de caries en las ratas, hámster y cobayos, aunque otros
investigadores no han encontrado ningún beneficio.

Níquel
Los pollos que recibieron dietas con cantidades menores de 14 ppb de níquel tuvieron
anormalidades muy serias que más tarde mejoraron con la adición de dicho elemento.
Tales anormalidades comprenden trastornos en el metabolismo hepático, tales como la
disminución de la capacidad para la oxidación de a-glicerofosfato, un aumento en el
contenido de lípidos y disminución en el de fosfolípidos, y la degeneración ultra
estructural de las células hepáticas. Los cambios macroscópicos incluyen una dermatitis,
una alteración en la pigmentación de la piel de las patas, reducción de la friabilidad del
hígado.

Otros estudios señalan que el níquel es necesario para la rata, el cerdo y las cabras. Se
ha sugerido que el níquel participa en el metabolismo o en la estructura de las
membranas y puede tener un papel estructural en los ácidos nucleicos. El níquel
también se menciona como esencial para la actividad de la ureasa por los
microorganismos del rumen.

Plomo
El plomo es de interés para los nutriólogos ya que es un mineral que con frecuencia
provoca envenenamiento accidental en el hombre y en los animales domésticos.
Las fuentes de este elemento incluyen la ingestión de pinturas elaboradas a base de
plomo, el uso de aceites para motores, almacenamiento de acumuladores eléctricos y
linóleos. El envenenamiento por plomo también puede ocurrir cuando bovinos, ovinos y
equinos comen forrajes contaminados por el humo o polvo emitidos por plantas
industriales que operan con este mineral. Aronson llegó a la conclusión de que una
concentración de 1.7 mg/kg de peso en los caballos puede causar síntomas clínicos de
envenenamiento por plomo, mientras que se necesitan de 6 a 7 mg/kg de peso para
envenenar a los bovinos. Por otro lado, concentraciones de 80 ppm en el forraje puede
intoxicar a los caballos, en tanto que el ganado bovino tolera hasta 200 ppm. o más.

Existen muchas interacciones entre el plomo y otros minerales. Se menciona que los
niveles altos de calcio pueden disminuir la toxicidad del plomo. Los estudios respecto a
las interacciones del zinc y el plomo son todavía contradictorios. Algunos trabajos
señalan que el zinc mejora la tolerancia de los animales al plomo, en tanto que otros
sugieren que más bien hay disminución de la tolerancia al plomo en los animales
alimentados con raciones con elevado contenido de zinc.
El plomo está presente en pequeñas cantidades en casi todos los alimentos y en los
tejidos animales. Se cree que también desempeña funciones esenciales, ya que ratas
criadas en aisladores de plástico y que recibieron como alimento raciones purificadas,
mejoraron su crecimiento cuando se les adicionó plomo. No obstante, se necesitan
muchos estudios en el futuro para justificar la inclusión del plomo en la lista de
minerales indispensables.

Nitratos
Al igual que con el plomo, su importancia se debe a sus efectos tóxicos. El nitrato por sí
mismo es nocivo, sino que puede ser transformado en nitritos por los microorganismos
del tracto gastrointestinal. Este nitrito oxida al hierro ferroso de la hemoglobina y lo
transforma en hierro férrico de la metahemoglobina, y de esta manera es incapaz de
transportar oxígeno. En los casos graves, la sangre adquiere color de chocolate y
aparece la decoloración pardusca de las áreas no pigmentadas de la piel y de las
membranas mucosas. El pulso es rápido y la respiración agitada. La muerte se presenta
por causa de la anoxia. Los animales no rumiantes pueden tolerar los nitratos, pero los
rumiantes les producen daños severos en vista de la transformación anitritos que
produce la microflora del rumen. Las fuentes de nitratos/nitritos pueden ser las aguas
contaminadas con detritus de animales o desechos industriales, así como alimentos que
los contengan en concentraciones elevadas. Los factores ambientales que ocasionan
acumulación de nitratos no están bien definidos.

Diversos estudios sobre el papel de los nitratos en la nutrición animal fueron publicados
por Wringht y Davidson y por Deeb y Sloan.

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