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A los pueblos y Comunidades,

A la Solidaridad Activa:

A partir de las 00:00 horas, el miércoles 23 de marzo del año en curso, me


encuentro realizando una huelga de hambre líquida de carácter indefinido,
haciéndome parte así de la movilización de similares características iniciada
por otras nueve personas, falsa e injustamente encarceladas en el mal llamado
"caso bombas". Si no lo había hecho antes fue debido al derecho a ejercer una
opinión disidente frente a los análisis políticos, circunstancias y coyunturas que
llevaron a iniciar esta movilización el pasado 21 febrero. Los argumentos y
nuevas imputaciones esgrimidas por el Ministerio Público en una recién pasada
audiencia, son el detonante de la decisión que ahora comunico.

No deja de sorprender que los aparentemente ridículos argumentos sostenidos


por la Fiscalía Sur, para imputar los diversos delitos terroristas, sean
considerados suficientes para mantenernos por más de siete meses en prisión
por tribunales que supuestamente velan por las garantías procesales de los
imputados; todo ello habla de los desafíos que enfrentaremos en el juicio oral
que se avecina. No está de más afirmar que la asociación ilícita terrorista solo
existe en la imaginación delirante de la Fiscalía Sur y las policías que les
entregan los supuestos medios probatorios para construir las acusaciones.

Hace poco más de 18 años fui condenado por pertenecer al Mapu Lautaro; en
ese entonces reivindicamos nuestra militancia y responsabilidad en los hechos
que se nos imputaba. El Lautaro existía, tenía un mando central claro,
estructuras operativas diversas, frentes de masas, sistema de financiamiento y
reclutamiento reales, se evacuaba constantemente propaganda política. Por
ello, y a la base de esto, afirmo taxativamente que ninguno de esos hechos
concurre hoy en día; en caso contrario no tendría inconveniente alguno de
volver a asumir una actitud reivindicatoria de mis acciones, pero sucede que
simplemente estas no existen.

Por último quiero señalar que nunca he sido ni soy anarquista, tampoco
libertario ni antiautoritario. He sido y soy un simpatizante del marxismo-
leninismo en su tercera, nueva y superior etapa, el cual, en el crisol de la lucha
de clases se reconstituye como mando y guía de la revolución proletaria
mundial.

¡Presos polític@s chilen@s y mapuches a la calle!


¡Fin a la ley antiterrorista!

Pablo Morales Fuhrimann


Sección de Máxima Seguridad, marzo 23 de 2011.

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