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Al comienzo del siglo XX se sintió una necesidad de avivamiento. Un


movimiento general de oración empezó, con reuniones especiales de oración
en el Instituto Bíblico Moody, en las convenciones de Keswick en Inglaterra,
y en lugares tan distantes como Melbourne (Australia), Wonsan (Corea), y
Nilgiri Hills (India). Alrededor del mundo entero, creyentes estaban orando
por otro gran avivamiento en el siglo XX.
En el avivamiento de 1905, se reportó que en la universidad de Yale, en
1905, 25% de los estudiantes estaban comprometidos con reuniones de
oración y estudios Bíblicos.
Los ministros de Atlantic City reportaron que de una población de 50'000,
solo 50 adultos quedaron sin convertirse.
En Portland, Oregon, 240 grandes tiendas cerraban de las 11 hasta las 2
cada día para que la gente pudiera asistir a las reuniones de oración, y
firmaron un acuerdo para que ninguno estuviera abriendo su tienda.
En la iglesia bautista de Paducah, Kentucky, el pastor re cibió a mil nuevos
miembros dentro de dos meses.
Esto es lo que sucedió en los Estados Unidos en 1905. Pero ¿cómo empezó?

El avivamiento de Gales empezó en 1904. Comenzó como un movimiento de


oración.
Seth Joshua, un evagelista presbiteriano, llegó al cole gio Emlyn en
Newcastle (Inglaterra). En este colegio estudiaba un minero, Evan Roberts,
de 26 años de edad, para entrar al ministerio. Los estudiantes estaban tan
conmovidos que pidieron asistir a la siguiente campaña de Joshua. Entonces
se suspendieron las clases para ir a Blaenerch, donde Seth Joshua oró en
público: "Oh Dios, dobléganos."
Evan Roberts se fue adelante y oró con gran agonía: "Oh Dios, doblégame."
Cuando regresó, ya no pudo concentrarse en sus estudios. Se fue al director
del colegio y le ex plicó: "Sigo escuchando una voz que me dice que tengo que
ir a casa y hablar a nuestros jóvenes en mi iglesia. ¿Es esta la voz del diablo
o la voz del Espíritu?"
El director respondió sabiamente: "El diablo nunca da órdenes como esta.
Ud. puede tomar una semana libre."
Entonces Evan se fue a su pueblo y dijo al pastor: "He venido para predicar."
El pastor no estaba muy convencido, pero preguntó: "¿Qué te parece hablar
en la reunión de oración el lunes?"
Ni siquiera le dejó hablar en la reunión, sino dijo a los que asistieron:
"Nuestro hermano joven, Evan Roberts, siente que tiene un mensaje para
ustedes si desean quedarse al final."
Diecisiete personas se quedaron, y fueron impresionados con la manera
directa de hablar del joven.
Evan Roberts les dijo: "Tengo un mensaje de Dios para ustedes:

Ê Ustedes tienen que confesar ante Dios cada pecado del cual estén
conscientes, y tienen que arreglar todo mal que han hecho a otros.
Ê Segundo, tienen que despojarse de todo hábito dudoso.
Ê Tercero, tienen que obedecer al Esp íritu prontamente.
Ê âinalmente, tienen que confesar públicamente su fe en Cristo."

A las diez de la noche, todas las diecisiete personas habían respondido. El


pastor estaba tan contento que pidió: "¿Qué te parece hablar en el culto de
misiones mañana por la noche? ¿y el culto del miércoles de la noche?"
El predicó toda la semana, y le pidieron quedarse otra semana más. Entonces
llegó la victoria.
De repente, las columnas eclesiásticas aburridas en los diarios cambiaron:
"Grandes multitudes de personas están siendo atraídas a Loughor."
La carretera principal donde se encontraba la iglesia, estaba repleta de
gente que quería llegar a la iglesia. Los propietarios de tiendas las cerraban
temprano para encontrar un asiento en la iglesia.
Un reportero fue enviado y describió vivamente lo que vio: una reunión
extraña que duró hasta las 4:25 de la madrugada; y aun a esa hora la gente
no quería ir a casa.

El movimiento pasó sobre Gales como una marea alta; en cinco meses se
convirtieron cien mil personas en todo el paí s. Cinco años después, el
Dr.J.V.Morgan escribió un libro para desprestigiar el avivamiento; su crítica
principal fue que de estos cien mil convertidos, ¡después de cinco años "solo"
setenta y cinco mil seguían siendo miembros de iglesias!

El impacto social fue asombroso. Por ejemplo, los jueces no tenían ningún
caso a juzgar: no hubo robos, ni asaltos, ni violaciones, ni asesinatos, ni
malversaciones, nada.
Los consejos distritales tuvieron asambleas de emergencia para discutir de
qué hacer con la policía que ahora se quedó sin trabajo.
En cierto lugar, llamaron al sargento de la policía y le preguntaron: "¿Qué
hace Ud. con su tiempo?" - El respondió: "Antes del avivamiento teníamos
dos trabajos principales: prevenir delitos, y controlar multitudes como por
ejemplo en partidos de fútbol. Desde que comenzó el avivamiento,
prácticamente ya no hay delitos. Entonces simplemente nos quedamos con
las multitudes." - Un miembro del consejo preguntó: "¿Qué significa esto?" -
El sargento respondió: "Ud. sabe donde est án las multitudes. Están llenando
las iglesias." - "¿Pero cómo afecta esto a la policía?" - "Tenemos diecisiete
policías en nuestro puesto. Tenemos tres cuartetos, y si alguna iglesia desea
que cante un cuarteto, entonces nos llaman al puesto."

Mientras el avivamiento pasó por Gales, el alcoholismo se redujo a la mitad.


Hubo una ola de bancarrotas - casi todas cantinas. Hubo también cierta
atraso en las minas, porque muchos mineros se convirtieron y dejaron de
hablar groserías; entonces sus caballos que jal aban las carretas de carbones
en las minas, ya no podían comprender lo que les dijeron.
El avivamiento afectó también la moral sexual. En los números provistos por
los expertos del gobierno británico, se notó que en dos condados el número
de nacimientos ilegítimos había bajado en 44% dentro de un año después del
comienzo del avivamiento.
El avivamiento pasó por Gran Bretaña, Escandinavia, Alemania,
Norteamérica, Asia Austral, Africa, Brasil, México y Chile.
Como siempre, comenzó con un movimiento de oración .

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Las semillas de avivamiento se cultivan siempre en los corazones de los


humildes. Y así fue con el gran avivamiento de Gales en 1904. âue en un
joven minero, Evan Roberts, que Dios impartió una visión ardiente por un
avivamiento espiritual. Evan Roberts no tenía los dones de un gran intelecto,
ni era un orador elocuente, pero tenía una pasión ardiente por Jesús.
Mientras otros jóvenes estaban paseando en sus veleros en la bahía, el
joven Roberts asistía fielmente a las reuniones de oración.

Aunque tenía solamente 26 años, Evan Roberts no tenía tiempo para


distracciones y placeres juveniles. Día y noche sin cesar oraba, lloraba y
suspiraba por un gran avivamiento espiritual. El escribió: "Por diez u once
años había orado por avivamiento. Podía quedarme despierto toda la noche
para leer o hablar sobre avivamiento." - âinalmente fue desalojado de su
cuarto alquilado, porque la propietaria pensaba que en su entusiasmo estaba
poseído o un poco loco. Pasaba ho ras orando y predicando en su cuarto,
hasta que la señora le tuvo miedo y le pidió marcharse.

El papel de Evan Roberts en el avivamiento no fue nada convencional. A


menudo simplemente guiaba a la gente en oración o leía las Escrituras. En
otras ocasión se quedaba sentado tranquilamente, mientras la gente, uno por
uno, confesaban sus pecados o dieron testimonio de la victoria y del poder
de Cristo. También había tiempos gloriosos de adoración que duraban horas.
Roberts solo daba instrucciones humildes de vez en cuando, y dejaba que el
Espíritu Santo hiciera el resto. El era un ejemplo constante, no de como
predicar, pero de como dejarse guiar por el Espíritu.

El avivamiento galés fue una invasión poderosa del Espíritu; el reino de Dios
se manifestó de manera radical en la tierra. Los ingresos de los
trabajadores, en vez de malgastarse en bebidas y vicios, traían ahora gran
alegría a sus familias. Grandes deudas fueron pagadas por miles de nuevos
convertidos. Hacer restitución fue la orden del día. Los negocios de juegos y
alcohol perdieron su trabajo, y los teatros cerraron. El fútbol fue olvidado
tanto por los jugadores como por los espectadores, aunque no se dijo nada
acerca de ello desde los púlpitos. La gente tenía nuevas vidas y nuevos
intereses. Las reuniones políticas fueron suspendidas o abandonadas; nadie
estaba interesado. Los líderes políticos del parlamento en Londres se
dedicaron ellos mismos a las reuniones de avivamiento. Las barreras
denominacionales, hechas por los hombres, colapsaron completame nte
cuando creyentes y pastores adoraban juntos a su Señor majestuoso."

Una de las características sobresalientes del avivamiento fue la confesión


de pecados, no solo entre los incrédulos, sino entre los cristianos. Todos
fueron quebrantados y se derritieron ante la cruz de Cristo.
Durante todo el avivamiento, Evan Roberts enfatizaba constantemente la
necesidad de tratar honestamente con el pecado, la obediencia completa
hacia el Espíritu Santo, y la preeminencia del Señor Jesucristo. Evan
Roberts fue un instrumento para traer sanidad a un país entero, porque se
preocupaba y lloraba y oraba. El abrazó el corazón quebrantado de Dios y se
lo volvió a ofrecer por medio de la oración y la intercesión. Como resultado,
dondequiera que iba, los corazones se encendi eron con el amor de Dios.

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El movimiento pentecostal - al cual pertenece un gran número de iglesias en
América Latina - traza sus orígenes desde el avivamiento en la Calle Azusa
(Los Angeles) en 1906. Según lo que he leído hasta ahora, veo que este fue
un avivamiento genuino según las pautas bíblicas. Sin embargo, me pregunto
si los pentecostales actuales son los herederos legítimos de aquel
avivamiento. Deseo en este artículo resaltar alguna s características del
avivamiento en la Calle Azusa, y hacer algunas comparaciones con el
pentecostalismo actual.
Por la mayor parte me estoy apoyando en el libro "Azusa Street" por ârank
Bartleman, uno de los pioneros de aquel avivamiento (al lado de Will iam
Seymour quien era el pionero principal). Bartleman describe en este libro
sus experiencias de primera mano, acerca del avivamiento, sus antecedentes
y sus resultados.

Al buscar este libro, ya me llevé la primera sorpresa. El libro de Bartleman


(escrito en 1925) fue reeditado en español por la Editorial Peniel en 2006,
con ocasión del centenario del avivamiento, festejado por los pentecostales
alrededor del mundo entero. Pero cuando pedí este libro en una librería
cristiana en 2008, no sabían nada acerca de este libro, y al parecer ni
siquiera sabían a qué se refiere "Calle Azusa". Ahora quizás puedo
disculparlos con el hecho de que la librería en sí no es pentecostal. Pero es
la librería cristiana más grande de la ciudad y es frecuentada por muchos
pastores y líderes pentecostales, puesto que no hay ninguna librería
específicamente "pentecostal" aquí. Entonces me extraña que en todo este
tiempo ninguno de ellos haya pedido este libro. ¿Viven los pentecostales
desconectados de su historia?







Unos pasajes en Apocalipsis, escritos a diversas iglesias, nos hacen ver lo


que es la esencia de un avivamiento:


   
     
 
  
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El Señor dice a las iglesias "muertas y por morir", que volvieran a lo que
recibieron en el principio. Cada avivamiento en la historia comenzó con el
clamor de unos discípulos desesperados por la fri aldad y apostasía de la
iglesia: ¡Volvamos a lo que era en el principio! ¡Volvamos a la comunión con
Jesucristo que tenían los primeros discípulos! ¡Volvamos a la sencillez y la
pureza de corazón de la primera iglesia! ¡Volvamos al temor a Dios que era
tal que un Ananías y una Safira no pudieron quedarse con vida en medio de
una iglesia santa!

Así también al inicio del avivamiento de la Calle Azusa, hubo unos discípulos
que clamaron: ¿Dónde está hoy el poder y la autoridad que tenían los
apóstoles? ¿Dónde está la obra del Espíritu Santo que conocía la primera
iglesia? ¡Volvamos a lo que era en el principio!
Este avivamiento es conocido en primer lugar por la manifestación del
"hablar en lenguas", que apareció a gran escala por primera vez después de
muchos siglos. Pero aquellos primeros pentecostales no buscaron el hablar
en lenguas como un fin en sí mismo. En primer lugar, ellos buscaron al Señor
mismo. El hablar en lenguas era para ellos solamente una señal de que habían
encontrado lo que buscaban: una comu nión y entrega más completa al Señor.

Por tanto, lo que más caracterizaba aquel avivamiento era el


arrepentimiento, y un "ambiente de santidad" que no permitía la presencia
de pecado alguno. De esta manera describe Bartleman las primeras
reuniones en la Calle Azusa:

"Sabíamos instantáneamente cuando habíamos contristado al Espíritu, por


una palabra o una obra cruel. Parecía que vivíamos en un mar de puro amor
divino. El Señor luchaba por nosotros en las batallas. Nos consagrábamos a
su juicio totalmente en todos los asuntos, sin siquiera intentar defender a la
obra o a nosotros mismos. Vivíamos en su presencia, inmediata y maravillosa.
Y nada contrario a su puro Espíritu era permitido allí. Lo falso era separado
de lo real por el Espíritu de Dios. La Palabra de Dios misma decidía
absolutamente todos los temas. Los corazones del pueblo eran escudriñados
a fondo, tanto en hecho como en su motivación. âormar parte de este grupo
no era algo para tomar a la ligera. Nadie 'osaba unírseles' (Hechos 5:13), a
menos que su intención fuera seria..."

Cierto, el "hablar en lenguas" tenía importancia en la Calle Azusa. Pero


mucho más importante todavía era la cruz de Cristo.
Bartleman cita a otro pionero pentecostal, Arthur Booth -Clibborn, con
estas palabras:

"Cualquier abaratamiento del precio del Pentecostés sería un desastre de


magnitud incalculable. Los que se reunían en el aposento alto, sobre quienes
cayó el Pentecostés, habían pagado por él el más alto precio. En esto se
habían acercado lo más posible a Aquel que habí a pagado el más alto precio
por enviarlo. ¿Realmente comprendemos cuán enteramente perdidos para
este mundo, cuán completamente despreciados, rechazados y descastados
eran? Su maestro y líder acababa de ser colgado, por así decirlo, por la
civilización más elevada de su época. Su Calvario estaba completo, por lo que
un Pentecostés completo vino a compensarlo... Nosotros, por lo tanto,
podemos, cada uno, decirnos a nosotros mismos: Ä   
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*, !#"
Entonces, en la Calle Azusa estab a presente lo que caracteriza cada
verdadero avivamiento: una profunda convicción acerca del pecado,
arrepentimiento profundo, y santidad. Y aquí ya tengo que hacer la primera
observación acerca del pentecostalismo actual: ¿Dónde está esta profunda
convicción y este arrepentimiento hoy en día? Cierto, todavía se predica
acerca del "arrepentimiento". Pero ¿cuán profundo es? ¿No están muchas
iglesias hoy contentas con un "ritual" de arrodillarse y decir "Jesús,
perdóname todos mis pecados"? Esto es servir a Dios de labios, pero no de
corazón.

(Vea también: ¿Quieres experimentar avivamiento? y Arrepentimiento -


¿falso o verdadero?)



 





Ningún avivamiento de la historia perduró. Aun la iglesia primitiva decayó


espiritualmente dentro de pocas décadas. Hacia el final del primer siglo, el
Señor tuvo que llamar al arrepentimiento a cinco de las siete iglesias a l as
que se dirige el libro de Apocalipsis.

De manera similar, los avivamientos posteriores empezaron a enfriarse


después de algún tiempo, y se alejaron de sus comienzos. El avivamiento de
la Calle Azusa no es ninguna excepción en este sentido. La historia d e la
iglesia tiene la misma tendencia "hacia abajo" como la historia de toda la
humanidad desde la caída de Adán. Solamente que el Señor renueva
periódicamente Su iglesia por medio de los avivamientos. Por eso, cada
generación necesita un nuevo avivamiento .

Y ahora tengo que mencionar la segunda sorpresa que me llevé al leer el


libro de Bartleman.

La re-edición del 2006 que tengo, contiene una introducción por Vinson
Synan. Esta introducción resalta la extensión del movimiento pentecostal
por el mundo entero, e incluso en la iglesia católica romana (en forma del
movimiento carismático). Me permito calificar esta introducción de un poco
jactanciosa y medio ecumenista. Parece que esto es lo que caracteriza el
pentecostalismo actual.

¡Pero este no es el espírit u del libro escrito por Bartleman! Sin duda, el
señor Synan es alguien eminente en el mundo pentecostal de hoy; pero me
pregunto si él realmente ha comprendido lo que Bartleman quiere decir en
su libro. Lejos de jactarse de los avances del movimiento pente costal,
¡Bartleman lamenta - apenas veinte años después del avivamiento - la
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B„rlem„n ecribe „cerc„ de u minieri c „ne de que cmenz„r„ el


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Di. A en„ cnáb„m cn l„ c„ indi en„ble „r„ vivir. ... L
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comienza entre los laicos. Los líderes eclesiásticos rara vez reciben bien
una reforma.       *  )  
        
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'  -   # . -)  c        
 -  ... Tanto el frío intelectualismo como el eclesiasticismo formal y
la dominación sacerdotal están fuera del genio del evangelio. ... Aun el
poderoso evangelista Charles âinney era tan pobre luego de quince años de
prodigiosa labor para el Señor, que se vio obligado a vender su baúl de viaje
para comprar una vaca y poder así alimentar a su familia."

Los actuales predicadores de la prosperidad dirían quizás que Bartleman no


vivía en la plenitud de la fe. Pero el hecho es, que del minister io de
Bartleman surgió un avivamiento genuino, mientras los predicadores actuales
tienen a lo máximo una imitación de avivamiento.

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Los inicios del avivamiento eran marcados por u na profunda humildad. No se


hacían distinciones de clase ni de raza. âue una de las primeras comuniones
cristianas en los Estados Unidos donde blancos y negros se mezclaron como
iguales, y esto se manifestaba también en el liderazgo (puesto que Seymour
era negro y Bartleman era blanco).

Igualmente, los pioneros de este avivamiento no buscaban ser reconocidos


por la sociedad, ni por los líderes eclesiásticos. Al contrario, ellos tomaron
en serio lo que dice en Hebreos 13:12 -13:

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El "campamento", en este contexto, se refiere al "campamento de Israel", o


sea, aquellos que se identifican como "pueblo de Dios". El mismo Señor
Jesús fue expulsado y condenado por los líderes religiosos de su tiempo. De
la misma manera, los pioneros de un avivamiento tienen que estar dispuestos
a ser expulsados y condenados por los líderes de las iglesias, y a "salir fuera
del campamento" de la cristiandad. Y no deben tener la ambición de
convertirse en "líderes religiosos" ellos mismos.

Este es exactamente el espíritu que se expresa en este párrafo de


Bartleman acerca de los inicios del avivamiento:
"Un gran espíritu de humildad se manifestaba en esa reunión. Estaban
concentrados en Dios. Evidentemente, el Señor había encontrado su
pequeño remanente, afuera, como siempre, a través de los cuales podría
hacer su voluntad. Esto no podía hacerlo en ninguna obra mi sionera del país.
Todas estaban en manos de hombres. El Espíritu no podía obrar. Otros,
mucho más pretenciosos, habían fallado. Lo que el hombre estima había sido
dejado de lado una vez más, y el Espíritu había nacido de nuevo otra vez en
un humilde 'establo', fuera de las instituciones eclesiásticas, como siempre.
Un cuerpo debe ser preparado, en arrepentimiento y humillación, para todo
derramamiento del Espíritu. ... En el avivamiento de Gales, los grandes
expositores de Inglaterra tuvieron que venir a sentarse a los pies de los
rudos y curtidos trabajadores mineros, y ver las maravillosas obras de
Dios..."

Pero hoy en día, el movimiento pentecostal a su vez se ha convertido en una


multitud de nuevas "instituciones eclesiásticas". Por tanto me pregunto, si
Dios desea enviar un nuevo avivamiento hoy en día, ¿no tendrá que buscar El
a Su pueblo dispuesto AâUERA de las instituciones del pentecostalismo
actual?

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En abril de 1906, un gran terremoto destruyó la ciudad de San ârancisco.


ârank Bartleman vio en ello claramente la voz de Dios que llamaba al
arrepentimiento. Pero para su asombro y desilusión, los otros pastores solo
intentaron tranquilizar a sus oyentes. No eran muy diferentes de muchos
pastores actuales que enseñan que "Dios no castiga", y que los terremotos,
los tsunamis, el SIDA, etc, no tienen nada que ver con el juicio de Dios.

Bartleman no pensaba de esta manera. Veremos unos extractos de su propia


descripción:

"Pronto vi que el terremoto había sacudido muchos corazones ... Casi todos
los púlpitos de la ciudad trabajaban horas extras para probar que Dios no
tenía nada que ver con los terremotos, y de esta forma calmar los temores
de la gente. El Espíritu trataba de golpear a los corazones con su convicción
por medio de este juicio. Yo me sentía indignado de que los predicadores
pudieran ser tan utilizados por satanás como para tratar de ahogar la voz
de Dios.
... Después del sacudón de Los Angeles, el Señor me dijo decididamente que
tenía un mensaje para el pueblo. ... Terminé de escribir a las 0:30 del
martes, listo para llevarlo a la imprenta... Debía ser impreso en la mañana ...
El (Dios) me mostró que estaba terriblemente acongojado por la obstinación
de su pueblo ante su juicio por el pecado. San ârancisco era una ciudad
tremendamente malvada. El me mostró que todo el infierno se movilizaba
para ahogar su voz en el terremoto, si ello fuera posible. El mensaje que me
había dado debía contrarrestar esta influencia."

El tratado que imprimió Bartl eman consistía casi completamente en citas


bíblicas, comprobando que los terremotos son un juicio de Dios. Luchando
contra grandes resistencias y obstáculos, imprimió y distribuyó dentro de
pocas semanas más de cien mil ejemplares de este tratado. Este mensaje
produjo mucha convicción del pecado. âue uno de los factores decisivos para
que comenzara el avivamiento.

¿Cómo piensan los pentecostales actuales? Según veo, la gran mayoría de


ellos prefieren profecías de bendición, de éxito y prosperidad; y este es el
mensaje que sus pastores y profetas predican. Sé de un solo predicador
pentecostal prominente que todavía se atreve a anunciar el juicio de Dios -
David Wilkerson -, y él ha perdido mucha popularidad exactamente por este
mensaje. Temo que ârank Bartlem an no sería bienvenido en los círculos
pentecostales de la actualidad.



  
 
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Aunque William Seymour era generalmente reconocido como el "líder" del


avivamiento, él raras veces "lideraba" a la manera de los pastores actuales.
La siguiente curiosidad es relatada por casi todos los autores que escriben
acerca del avivamiento: Durante las reuniones en la Calle Azusa, Seymour
solía tener delante de sí dos cajas de zapatos vacías, una sobre otra, ponía
su cabeza en la caja superior, y pasaba casi todo el tiempo orando así, en
vez de "dirigir" la reunión. Por mientras, el Espíritu Santo se encargaba de
dirigir la reunión, "repartiendo a cada uno como él quiere" (1 Cor.12:11).

Así lo describe Bartleman:

"El hermano Seymour era reconocido como líder nominal a cargo. Pero no
teníamos papa ni jerarquía alguna. Eramos 'hermanos'. No teníamos un
programa humano. Dios mismo nos dirigía. No teníamos clase sacerdotal, ni
tareas sacerdotales. Estas cosas vinieron después, con la apostasía del
movimiento. En el principio ni siquiera teníamos una plataforma o un púlpito.
Todos estábamos a la misma altura. Los ministros eran siervos, según el
verdadero sentido de la palabra. No honrábamos a los hombres por su
posición ventajosa, ya fuera a causa de su dinero o de su educación...
No se anunciaba con anticipación el tema de los sermones o los mensajes, ni
los nombres de los predicadores para una hora determinada. Nadie saba
qué sucedera, qué hara Dios. Todo era espontáneo, ordenado por el
Espritu. Queramos escuchar lo que Dios tuviera para nosotros, fuera quien
fuere la persona que Él eligiera para hablar. No hacamos acepción de
personas...
Alguien poda estar hablando, y repentinamente el Espritu c aa sobre la
congregación. Dios mismo haca el llamado. Los hombres caan por todas
partes, como heridos en una batalla, o corran hacia el púlpito en masa,
buscando a Dios... Nunca vi que se hiciera un llamado evangelstico en esa
época. Dios mismo los llamaba. Y el predicador saba cuándo irse..."

El contraste con las iglesias actuales es obvio.


Varios otros puntos podemos resaltar en esta descripción:

  

  

 
   
 
      
0
  

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No haba ninguna distinción entre "clérigos" y "laicos", "pastores" y


"miembros comunes". (Ni siquiera exista algo como una "membresa"
oficial.) Esta distinción que hacen las iglesias actuales, es otra de las cosas
que Bartleman califica de "apostasa". En el avivamiento se r econoca que el
Espritu Santo poda usar a cualquier hermano, según 1 Cor.14:26:

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El cambio histórico más importante que trajo "Calle Azusa", sin duda, fue el
nuevo reconocimiento de los dones del Espritu Santo; especialmente los
dones más "llamativos" como hablar en lenguas, profeca y sanidad. Esto es
lo que hasta hoy caracteriza el movimiento pentecostal y carismático.

Pero veo una diferencia importante en la forma como fueron usados estos
dones. En el avivamiento de la Calle Azusa, era el entero "cuerpo de Cristo"
que usaba estos dones para la edifica ción mutua.

Pero en las iglesias pentecostales actuales ya no veo esto. La "ministración "


está ahora completamente centrada en el "pastor". Aun si hay p.ej. profeca,
se ejerce exclusivamente por aquellas pocas personas que son "oficialmente
reconocidas" como "profetas" etc. Ya no veo al "cuerpo entero" ministrando.
Están desapareciendo aquel las pocas iglesias donde un "miembro común"
puede levantarse y dar una palabra de exhortación, enseñanza o profecía,
sin tener una "autorización especial" por el pastor. A lo máximo he visto
esto en unos grupos informales en el marco de obras o misiones
interdenominacionales o "para -eclesiásticas" - aquellas organizaciones que
son despreciadas por las iglesias denominacionales porque las consideran una
competencia "fuera del orden".

Bartleman cuenta incluso que los pastores eran los que tenían las mayores
dificultades de entrar al avivamiento. El Espíritu Santo traía a la luz su
vacío interior, su vanidad y su pobreza espiritual que solían esconder detrás
de sus sermones elaborados:

"Algunas veces venían personas presuntuosas. Especialmente predicadores,


que trataban de promoverse a sí mismos, teniendo un alto concepto de sí.
Pero sus esfuerzos tenían corta vida. Les faltaba el aliento. Sus mentes
vagaban, sus cerebros vacilaban. Comenzaban a ver todo negro. No podían
seguir. Nunca, en esa época, vi a alguno de ellos que pudiera continuar
predicando. Estaban en contra de Dios. Nadie les interrumpía. Simplemente
orábamos; el Espíritu hacía el resto. Nosotros queríamos que el Espíritu
controlara todo. Él los hería prontamente...
Aun los hombres que eran muy buen os llegaban a aborrecerse a sí mismos a
la pristina luz de Dios. Los predicadores tardaban más en morir. Tenían
mucho a lo que morir. Tanta reputación, tantas buenas obras. Pero cuando
Dios obraba en ellos, alegremente daban vuelta a la página y empezaban un
nuevo capítulo... La muerte no es una experiencia agradable, en absoluto. Y
los hombres fuertes tardan en morir."

Con esto, dudo que los pastores actuales se hubieran sentido bien en el
avivamiento de la Calle Azusa...

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Esto está muy en la línea de los avivamientos antiguos con Jonatan Edwards,
George Whitefield, John Wesley, Charles âinney, y muchos otros. Estos
predicadores predicaban sermones muy fuertes, pero confiaban en que Dios
mismo iba a obrar la convicción del pecado, y que entonces las personas iban
a buscar a Dios por sí mismos y encontrarle. Edwards pedía a sus oyentes
que vinieran a testificar después de alcanzar la seguridad de que habían
sido salvos; y âinney les ofrecía un lugar donde podían o rar y buscar a Dios y
recibir consejería si lo deseaban. Pero ninguno de ellos insinuaba que uno
podía ser salvo con un ritual de "venir adelante" o de "decir una oración de
entrega".
Así fue también el avivamiento de la Calle Azusa, según el relato de
Bartleman que cité más arriba.

"Nunca vi que se hiciera un llamado evangelístico en esa época. Dios mismo


los llamaba."

Entonces, obviamente, no existía esta manipulación que se observa en


muchas campañas evangelísticas actuales: "Ven adelante ahora, ahora es la
hora de la salvación..." "Siento que hay una unción especial de Dios en este
lugar para los que vienen adelante ahora..." etc. etc. La obra de Dios no
necesita ser "reforzada" con manipulaciones humanas.

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Vuelvo a citar del relato de Bartleman:

"No teníamos clase sacerdotal, ni tareas sacerdotales. Estas cosas vinieron


después, con la apostasía del movimiento. En el principio ni siquiera teníamos
una plataforma o un púlpito. Todos estábamos a la misma altura . Los
ministros eran siervos, según el verdadero sentido de la palabra."

Más tarde dice también:

"'La iglesia era en el principio una comunidad de hermanos, guiada por


algunos hermanos' (D'Aubigne). '...uno es vuestro Maestro, el Cristo, y
todos vosotros sois hermanos' (Mateo 23:8). Tenemos demasiado espíritu
de 'liderazgo'. Esto divide al 'cuerpo' y separa a los santos."

El avivamiento de la Calle Azusa era "anti-autoritario" (en el sentido más


positivo de la palabra). Los líderes no exigían "sumisión" y n o se
enseñoreaban de sus hermanos. Eran fieles a las palabras del apóstol Pedro:

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Más tarde, el movimiento pentecostal empezó a caer en el "pastorismo" y el


autoritarismo. Este es otro punto que Bartleman llama "apostasía":

"A medida que el movimiento caía en la apostasía, comenzaron a construirse


plataformas más altas, a vestir sacos más largos, se organizaron coros, y
comenzaron a formarse bandas de cuerdas para darle 'ritmo' a la gente. Los
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reuniones, etc. De allí es quizás no tan correcto cuando Bartleman dice que
el "organizarse" es pecado. Pero lo que él relata aquí, tiene que ver con
convertirse en una "institución". Y este es efectivamente un peligro para
cada avivamiento:
Tan pronto como un grupo de personas se organiza como "institución", esta
institución empieza a adquirir una vida propia. La gente empieza a sentirse
obligada a "servir a la institución", a trabajar por el "creci miento de la
institución", a preocuparse por "la reputación de la institución", etc. Así,
poco a poco, "la institución" se convierte en un ídolo y ahoga la vida
espiritual. Así sucedió también con el movimiento pentecostal.

Bartleman describe de la siguien te manera la situación algunos años después


del avivamiento:

"En la calle Colorado se abrió una gran obra misionera, y serví allí también.
Encontré que el poder se había disipado mucho. Había muchas
manifestaciones huecas. Gran parte de ellas eran solo esp uma. Esto me
preocupaba. El espíritu de oración se había perdido. Por consiguiente, se
había filtrado el fanatismo y la carne. La oración quema la carne arrogante.
Esta debe ser crucificada, cauterizada.
... Yo estaba en el pasillo del primer piso. Otros se unieron a mí en oración.
Bajamos y descendió fuego sobre esa reunión. Pero los líderes que estaban a
cargo no eran espirituales. Se habían levantado otros líderes que 'no
conocían a José'. No lo comprendían. Dios trataba de volver. Parecían temer
que alguien les robara la obra misionera. El Espíritu no podía obrar. Además,
se habían organizado mucho y rápidamente, y yo no era parte de su
organización. Así es en muchos lugares hoy. 'âirme sobre la línea punteada,
o no podremos confiar en usted.' Solo nos r eunimos con los que llenan
nuestros formularios. El 'Pentecostés' nos quitó eso. ¿Por qué volver a
ello?"

Con esto, las iglesias pentecostales empezaron también a volverse


tradicionalistas y "costumbristas" como todas las otras:

"En esos momentos nada temíamos más que el buscar nuestra propia gloria,
o que la experiencia pentecostal se convirtiera en un tema de la historia
pasada. En realidad, esperábamos y creíamos que el avivamiento durara sin
cesar hasta que Jesús volviera, lo cual sin duda sucedería, de bería suceder,
si los hombres no le fallaran a Dios. Pero continuamente nos desviamos hacia
las viejas concepciones, formas y ceremonias eclesiásticas apartadas de
Dios. ... Ahora vamos a la iglesia los domingos, etc, igual que 'las naciones
(iglesias) de alrededor'. Pero en el comienzo no fue así. En los primeros días
de la obra de Azusa apenas podía lograrse que los santos dejaran de estar
de rodillas. Cuando dos hermanos se encontraban, inevitablemente iban a
orar. Hoy es difícil arrastrar a alguien para que ore..."


  







Como ya vimos, buscar la santidad era algo de lo más importante para los
primeros pentecostales. Aquí otra cita de Bartleman al respecto:

"En esos días, recibir el 'bautismo' (del Espíritu) significaba un proceso de


muerte y de limpieza. ... En ese momento no sabíamos nada de 'entusiasmar'
a la gente con palabras. El Espíritu obraba en gran profundidad. Un espíritu
inquieto, o una persona que hablara sin cuidar sus palabras, eran
inmediatamente reprobados p or el Espíritu. Estábamos en 'tierra santa'.
Esta atmósfera era insoportable para los espíritus carnales. Esto
generalmente los mantenía lejos de allí, a menos que se hubieran sometido
como era debido y hubieran quemado todo lo carnal."

Pero con el tiempo surgió una controversia, la única controversia que logró
dividir el movimiento pentecostal en sus primeros años. Un autor metodista,
Edmundo W.Robb, la describe de esta forma:

"En el siglo XX, los pentecostales carismáticos y los adherentes al


movimiento de santidad han estado a menudo en campamentos hostiles. Así
que resulta sorprendente para muchos saber que en realidad el
pentecostalismo salió del movimiento de santidad. De alguna manera fue una
progresión natural del movimiento."
"Al igual que otros predicadores de la santidad que fueron atraídos por el
pentecostalismo, Seymour enseñó que el 'Bautismo en el Espíritu', el cual
producía el don de lenguas era, en esencia, un segundo bautismo del Espíritu
Santo. El primer bautismo producía santificación; el segundo, dones
espirituales y poder."
"Otro pentecostalista inicial invitado a predicar en la Calle Azusa fue
William H.Durham. Después de examinar las cosas, Durham declaró que la
doctrina de Seymour de las tres obras de la gracia no funcionaría. Claro qu e
él creía en la primera, el nuevo nacimiento, y aceptaba la tercera, el
bautismo en el Epsíritu Santo evidenciado mediante el hablar en lenguas,
con los brazos abiertos. Pero Durham rechazaba la segunda obra de la
gracia: la doctrina wesleyana de la santi ficación, como redundante e
innecesaria ... El propio Seymour, y la mayoría de los miembros de la
congregación de la Calle Azusa, fueron devastados. Durham había socavado
todo el razonamiento teológico para el avivamiento. Ellos pensaban: ¿Cómo
alguien puede experimentar un bautismo de poder si primero no ha tenido un
bautismo de limpieza?
Durham siguió hasta fundar las Asambleas de Dios, la cual tendió a atraer a
los anteriores bautistas, presbiterianos y a otros de la tradición de la
iglesia reformada. A su tiempo, esta rama de la 'no -santidad' del
movimiento pentecostal llegó a predominar. Más que considerar el hablar en
lenguas y otros dones ardientes como un complemento de la santificación
completa, como lo hicieron los primeros pentecostales, las Asamb leas y
otros grupos consideraron el 'Bautismo en el Espíritu Santo' como un
sustituto. - Hoy en día, la mayoría de las iglesias pentecostales y
carismáticas buscan sus raíces en este pentecostalismo de la no -santidad."
(Edmundo W.Robb, "El Espíritu que no se intimida", Misión Andina Evangélica
2001)

Según las explicaciones de Robb, el movimiento de la santidad tenía sus


raíces en las enseñanzas de John Wesley, pero llevó estas enseñanzas a
unos extremos que ya no estaban en el sentido de Wesley:

"Para recibir la segunda bendición, los creyentes tenían que rendir a Dios
todo lo que tenían en sus corazones y en sus vidas. A su vez, por la fe, el
Espíritu Santo purificaría sus corazones y los capacitaría para una vida sin
pecado. Esta era una afirmación más amb iciosa que la que Wesley había
hecho con su doctrina de santificación. Wesley dejó en claro que él quiso
decir sólo perfección de intención o de deseo ."
(Edmundo W.Robb, op.cit.)

ârank Bartleman, en cambio, se puso del lado de Durham y lo describe desde


una perspectiva muy diferente:

"Él (Durham) predicaba un evangelio de salvación por fe. âue usado con
poder para marcar nuevamente la línea de separación entre la salvación por
obras y la que es por fe, entre la ley y la gracia. Esto se había vuelto muy
necesario, aun entre los pentecostales. Y es seguro que tal revelación y
reforma son necesarias hoy en las iglesias casi tanto como en la época de
Lutero. Tenemos, en gran parte, un protestantismo romanizado.
... Una multitud de almas aceptaba el mensaje del h ermano Durham con gozo.
... Pero también tenía gran oposición. Algunos abusaban del mensaje, como lo
hacen con todo mensaje enviado por Dios, llegando al extremo de declarar
que dado que la obra de redención había sido totalmente lograda en la cruz
estaba, necesariamente, terminada también en nosotros en el momento en
que creíamos. Esto era un gran error, y un gran obstáculo para el mensaje y
para la obra. ... Algunos llegaban al extremo de combatir el principio mismo
de la santidad, pretendiendo justificar se a sí mismos con el mensaje de
Durham. Pero, o lo habían malentendido o, lo que es más probable, habían
aprovechado la supuesta oportunidad para luchar contra este principio al
que sus propios corazones se negaban a rendirse, y de esta forma hacían
violencia al mensaje que Dios les había enviado."

- No tengo más fuentes acerca de esta controversia, de manera que no


puedo emitir una opinión definitiva. Desafortunadamente, en este asunto de
la santificación y de entender correctamente la ley y la gracia, es muy fácil
caer en uno de los dos extremos: la "gracia barata" y el liberalismo por un
lado, y el legalismo y perfeccionismo por el otro lado. Y a menudo, los que se
dan cuenta del error de uno de estos extremos, caen en el otro. Y aun los
que tienen el en tendimiento correcto y equilibrado, a menudo son
malentendidos por los demás. Así es bien posible que Durham tenía un punto
de vista equilibrado, pero que su mensaje fue malentendido y llevado a un
extremo por algunos de sus simpatizantes.

Lo que es indisputable, es que el avivamiento pentecostal tenía sus raíces en


el movimiento de la santidad, y que en sus inicios el 'bautismo del Espíritu
Santo' estaba estrechamente ligado a la santificación. Se buscaba, no en
primer lugar una "manifestación del Espíritu ", sino la santificación y una
unión más cercana con Jesucristo. Todos los pioneros del pentecostalismo
dieron mucha importancia a la santidad - incluso Durham, según el relato de
Bartleman. No existía esta búsqueda por manifestaciones cada vez más
extraordinarias y más extrañas, que se observa en muchas iglesias actuales.
En otro lugar escribe Bartleman:

"La atención de la gente debe dirigirse primero, y siempre, a Cristo. Un


verdadero 'Pentecostés' producirá una muy fuerte convicción de pecado, un
volverse a Dios. Las falsas manifestaciones solo producen entusiasmo y
admiración. ... Cualquier obra que exalte al Espíritu Santo o a los 'dones' por
sobre Jesús, terminará en el fanaticismo. Todo lo que hace exaltar y amar a
Jesús es bueno y seguro. Lo contrario arruinará todo. El Espíritu Santo es
una gran luz, pero siempre enfocada sobre Cristo, para revelarlo."

  

Hemos visto como Dios respondió al clamor de los pioneros pentecostales.


Por un breve tiempo - uno o dos años de avivamiento -, volvieron el amor, la
pureza y el poder de la primera iglesia de Jesús. Esto fue suficiente para
originar un movimiento que iba a extenderse por el mundo entero; igual como
Pablo y sus pocos compañeros eran capaces de "trastornar el mundo entero"
(Hechos 17:6).
Pero hemos visto también, como muy pronto este movimiento se convirtió en
"una iglesia más", "una institución más", con sus tradiciones, sus sacerdotes
y reyes, como todas las otras iglesias. Prefirieron hacer las cosas "ellos
mismos", en vez de depender constantemente del Espíritu Santo. De manera
que uno de sus propios fundadores, apenas veinte años después, tuvo que
hablar de "apostasía".

¿La conclusión? - El movimiento pentecostal tiene hoy la misma necesidad


como todas las iglesias: volver "a lo que era en el principio". Al comparar la
situación actual con el avivamiento de la Calle Azusa, resaltan las
diferencias, y la necesidad se ve claramente. Aun más claramente lo vemos
si hacemos la comparación con la iglesia original (lo que he hecho en otro
lugar.) El Nuevo Testamento - y especialmente el libro de Hechos - pinta un
cuadro claro de cómo era la primera iglesia. Volver allá era el anhelo de los
pioneros pentecostales; salir de las ataduras de un sistema eclesiástico
institucionalizado, y volver a lo que era la primera iglesia. Esto mismo
debería ser el anhelo del pueblo de Dios hoy.

    


  
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Mientras manejaba con mi carro hacia la ciudad hace unos días, de repente
llegué a un tramo muy ocupa do de la pista, que estaba en construcción. Uno
por uno, los carros delante de mí esperaban su turno para pasar por este
tramo estrecho. Muchos de ellos, tan pronto como encontraron un desvío, se
apartaron de su rumbo para encontrar una ruta más suave. El tramo de
carretera por delante estaba muy áspero, lleno de huecos, pero seguía
abierto para el tránsito y era definitivamente la ruta más directa hacia la
ciudad.

De repente empecé a reflexionar acerca del estado de la iglesia moderna.


Muchos cristianos están siendo seducidos por las "pistas asfaltadas" de un
cristianismo cómodo y agradable - a expensas de su llamado personal y de su
destino original. Tan solamente la vista de aquella carretera áspera
significaba "RIESGO" para muchos choferes en aquel día. Nos amenazaba
con el riesgo de la incertidumbre, la incomodidad, e incluso el riesgo de
peligro físico.

Mientras yo esperaba mi turno, otro pensamiento llegó a mi mente. "Todas


las pistas asfaltadas de la iglesia moderna llevan solamente a lugares donde
todos ya hemos estado antes." Estos letreros coloridos de iglesias a menudo
nos desvían de los lugares donde se hace el trabajo pionero de Dios. Una vez
que la construcción está levantada, el movimiento del cielo y de la tierra ya
pasó.

¿Por cuánto tiempo continuaremos viajando por estas mismas pistas viejas,
previsibles, aburridas, mientras las promesas de Dios nos suplican a entrar
en un movimiento fresco del Espíritu Santo? Todavía hay tanto de la
presencia y del poder de Jesucristo, que es fácilmente di sponible, pero
nadie lo toca. ¡Dios no se queda parado! Aun ahora, El está escogiendo y
buscando a una NUEVA generación en la iglesia, que esté dispuesta a correr
riesgos extremos para REDESCUBRIR el camino hacia la santidad y el poder
del avivamiento. ¡Dios está levantando una nueva generación de pioneros del
avivamiento!

: 6




7

El llamado a buscar avivamiento, es un llamado a ser un pionero. Un pionero


de avivamiento intenta redescubrir lugares nuevos y olvidados en el Espíritu.
Los busca de manera valiente y a veces ingenua. Instintivamente, los
pioneros desafían a la iglesia moderna, a ir a lugares donde nunca fue,
lugares que hace tiempo fueron olvidados, y escondidos debajo de décadas
de tradiciones hechas por hombre s, y debajo de la decadencia espiritual.
Los pioneros desafían a otros a soñar y a confiar en Dios que El hará TODO
lo que la Biblia promete. Los pioneros no están satisfechos con una reforma
superficial. Ellos tienen hambre y sed de REALIDAD espiritual. S u llamado
exige que desafíen las leyes y limitaciones de la religión que se centra en el
hombre. En su búsqueda de "más de Jesús", ellos sin saberlo están
desafiando los fundamentos de la así llamada "iglesia normal". Como el joven
José en la compañía de sus hermanos mayores, el sueño del pionero acerca
del avivamiento produce a menudo reacciones fuertes de parte de la iglesia
establecida (Gén.37:5). Con toda seguridad, el joven pionero tendrá que
enfrentarse con gigantes de intimidación, y con montes de in credulidad y de
control religioso. En otros instantes, simplemente son despreciados y
considerados extremistas e idealistas inmaduros.
Todos los grandes pioneros de avivamientos tuvieron que enfrentarse con
estos mismos obstáculos, en su celo de traer el c ielo a la tierra. - La
mayoría de los "pioneros" norteamericanos que se fueron hacia el oeste,
entre 1760 y 1850, se enfrentraron con innumerables peligros y
dificultades extremas, porque no eran contentos con lo que ya habían visto.
Sabían que más allá del horizonte debía haber algo mejor; y este
conocimiento les impulsó a correr riesgos extremos para mejorar la calidad
de su vida. Un verdadero pionero es incansable. Se niega a trocar la
presencia viva de Jesús, por una llanura estéril de ortodoxia muerta.
Ninguna cantidad de retórica religiosa o de ceremonias podrá satisfacer su
corazón sediento de Dios. Las promesas inspiradas de las Escrituras
penetran su alma, y le hacen recordar continuamente su destino y llamado.
Las promesas de bosques verdes, cosechas abundantes, y ríos de agua viva,
le impulsan a continuar buscando y orando por MÁS. (Is.35:7, 41:18 -19,
44:3-4, 51:3)

±    

Los pioneros de avivamiento son llamados por Dios a mover violentamente el


cielo y la tierra. La pala bra "pionero" se deriva de una palabra francesa que
significa "pico" (para cavar). Más adelante se usaba también para describir
a un soldado a pie. En tiempos de guerra, un pionero era un soldado que
caminaba delante del ejército invasor, para preparar y a rreglar el camino.
Ellos hacían de todo, desde remover barreras hasta poner dinamita para
destruir las obras del enemigo. Los pioneros son "scouts" y espías que
investigan el camino. Como Jeremías, un pionero es alguien que camina
delante, removiendo obstrucciones, para preparar el camino para otros que
seguirán pronto. "Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre
reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para
edificar y para plantar." (Jer.1:10)
Estas personas proféticas ponen dinamita para destruir y aplanar montes de
impiedad, no simplemente por la emoción de ver explotar las cosas. No, el
pionero de avivamiento comprende que es su tarea preparar el camino y
hacerlo más fácil para otros que entren en la presencia m anifiesta de
Jesucristo.

El pionero de avivamiento trabaja duramente para restaurar la carretera de


santidad, removiendo tropiezos, para que sea nuevamente recta y plana.
Esta trabajo se hace no solamente por causa del ejército que debe seguir,
sino también para los discapacitados espiritualmente. El profeta Isaías nos
hace recordar esta verdad importante: "âortaleced las manos cansadas,
afirmad las rodillas debilitadas. Decid a los de corazón apocado: Esforzaos,
no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios
mismo vendrá, y os salvará. Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y
los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y
cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto , y
torrentes en la soledad. El lugar seco se convertirá en estanque, y el
sequedal en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en su guarida,
será lugar de cañas y juncos. Y habrá allí calzada y camino, y será llamado
Camino de Santidad ..." (Is.35:3 -8)

"Y dirá: Allanad, allanad; barred el camino, quitad los tropiezos del camino
de mi pueblo. Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y
cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el
quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los
humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados." (Is.57:14 -15)





 


Los pioneros norteamericanos, en su camino hacia el oeste, buscaban


siempre algún lugar alto desde dond e podían ver cómo seguía el camino
delante de ellos. Los pioneros de avivamiento hacen lo mismo. Desde las
alturas de las rodillas dobladas, ellos rebuscan el horizonte espiritual para
descubrir alguna señal de un movimiento venidero de Dios. Estos
precursores del Espíritu Santo pasan constantemente por las alturas de la
oración, en la esperanza de encontrar por lo menos una pequeña señal de
avivamiento. Los pioneros de avivamiento no pueden vivir de informes de
segunda mano, ni de teorías tomadas de libros . Su visión y llamado divino son
tan inmensos que necesitan ellos mismos escuchar de Dios. Ellos necesitan la
perspectiva celestial, para mantener su rumbo y no perder su destino
eterno. Solo por medio de tiempos regulares y extendidos de oración,
pueden mantener su dirección y su brújula espiritual.

Cada verdadero pionero de avivamiento conoce muy bien el sabor de las


lágrimas y del dolor de corazón. Para el pionero de avivamiento, la oración es
no solamente un medio de renovar su dirección, pero también u na salida
sobrenatural para la carga de un corazón quebrantado. Repetidamente, el
pionero es atormentado por la crisis creciente de una iglesia sin poder, en
medio de un mundo perdido y enfermo del pecado. Los desiertos religiosos,
y los valles llenos de huesos secos, hacen burla de sus esperanzas y sueños.
Pero, por cuan extraño que parezca, son estas mismas condiciones
espirituales tristes y amenazantes, que mantienen al pionero de avivamiento
en oración, y le desafían a avanzar más hacia nuevos territori os del Espíritu
Santo. Para ellos, hacer morada en un desierto religioso, significaría la
muerte de su ministerio y visión.

Para aquellos que realmente son llamados a ser pioneros, el avivamiento no


es simplemente otro método de crecimiento eclesiástico, n i un lujo
espiritual. No, el avivamiento es su razón de ser, su propósito creado y
destino divino. Aunque durante algunos tiempos, muchos de los jóvenes
pioneros pueden intentar negar la visión y esperanza de avivamiento, ¡no
pueden escapar de ello! Las lá grimas y el anhelo intenso de avivamiento
siempre regresan. Esta pasión y esta carga fueron parte de su concepción y
nacimiento espiritual. Ellos no sirven para nada excepto un avivamiento
genuino. El pionero no puede descansar ni rendirse hasta que la glo ria de
Dios se manifieste en un avivamiento en la tierra. Ellos preferirán morir, en
vez de perderse o malograr la visitación de Dios. Estos jóvenes pioneros son
impulsados a seguir orando, llorando y creyendo en un avivamiento.

Aunque a veces se desaniman y se debilitan, siempre vuelven a levantarse,


clamando a Dios que rompa los cielos y descienda. (Is.64:1 -4).

64 *  7

Por tanto dolor de corazón, ¿alguna vez te preguntaste si ibas a volverte


loco? - Muchos de los pioneros tempranos que abandonaron sus raíces y
caminaron hacia el oeste, experimentaban emociones similares antes de
abandonar la seguridad y comodidad de sus hogares establecidos. A pesar
de que disfrutaban de su propiedad y de sus vecinos, ellos siempre sentían
que no encajaban; que de alguna manera no pertenecían allí. Por cuanto que
intentaban, no podían ahogar esta hambre y esta carga por algo más. El
espíritu pionero muy dentro de ellos les impulsaba a seguir moviéndose y a
seguir dirigiéndose hacia el oeste. En una manera muy pareci da, hoy hay
miles de jóvenes pioneros de avivamiento que comparten estos mismos
sentimientos. Estoy hablando de algo que nace del Espíritu Santo, un
descontento divino que no te permitirá contentarte con nada menos que la
presencia manifiesta de Jesucristo.

Algunos pioneros jóvenes que no conocen el proceso de avivamiento de Dios,


intentan escapar del toque de Dios en sus corazones. Vez tras vez, luchan
por encajar en la agenda normal de la iglesia. Pero nunca se sienten
aliviados. Aun en medio de iglesias renovadas, el joven pionero a menudo se
siente como un solitario, un maladaptado espiritual. Mientras otros en la
iglesia parecen ser totalmente satisfechos, el pionero de avivamiento en el
mismo entorno tiene que reprender las lágrimas y tiene sed de algo más. ¿Te
puedes identificar con estas emociones desconcertadas e incómodas? ¿Tu
corazón sediente está confundido, y te preguntas dónde encajas en la casa
de Dios? - ¡Quizás Dios no te permitió "encajar"!

A menudo, nadie escucha el mensaje profético del pi onero, hasta que una
obra fresca de Dios empiece a realizarse. Por tanto, los jóvenes pioneros no
deben sorprenderse cuando son acusados de ser idealistas, o que su
mensaje y método no se pueda practicar. Estos malentendidos y críticas son
a menudo una par te del proceso de entrenamiento de Dios, para convertirte
en un precursor espiritual. Estas pruebas ayudan a profundizar la obra de
perseverancia y humildad en el corazón del pionero. Aunque a veces son
marginados o incluso rechazados de manera áspera, el verdadero pionero
aprende (a través de muchos errores) cómo aguantarlo en mansedumbre,
paciencia y amor. Sin embargo, que cada pastor y líder espiritual tenga
cuidado de no desechar rápidamente la pasión sincera de un pionero joven, y
de no etiquetarlo rápidamente como el espíritu crítico de un rebelde
inmaduro.

Pionero joven, ¡ten ánimo! Estos sentimientos de soledad y de descontento


santo son parte del proceso de Dios en ti. Los pioneros siempre salieron en
números pequeños, para preparar el camino para l as masas. Sin embargo, ten
cuidado. Que lo especial de tu llamado no sea una excusa para discusiones
carnales y divisiones con otros creyentes. Recuerda que NUNCA
construiremos la casa del avivamiento con las herramientas de la ira y de la
contienda, que son de satanás. No pierdas tu tiempo en discusiones y
argumentos constantes con aquellos que no comparten tu visión y pasión
para avivamiento. Entra a tu cuarto de oración y deja las cargas de tu
corazón quebrantado ante el Padre. Entrégate a la oración fer viente y no
pares hasta que venga la gloria. Pide al Señor que El envíe personas a tu vida
que tengan un don y una visión similares. Lee las obras clásicas acerca de los
grandes movimientos de Dios. El Padre quiere que alimentes esta pasión y
visión por algo MÁS. Pero tendrás que hacer sacrificios para mantenerla.
Cuánto más grande la visión, más solitario será el camino que tendrás que
caminar. Una visión del tamaño de Dios requiere siempre la gracia, el amor, y
la humildad del tamaño de Dios.


 
  

La probabilidad de sobrevivencia de una persona en la "frontera" del oeste,


a menudo fue determinada por su disposición de cooperar con otros. Una de
las leyes no escritas de la frontera oeste fue: "Sé un buen vecino". Las
amenazas constantes y la incertidumbre de la vida en el camino, enseñó a los
pioneros a apreciar la seguridad de un número más grande de ellos. Por
tanto, la mayoría de las familias pioneras, cuando se encaminaron hacia el
oeste, se juntaron con varias otras familias que hacían el mismo viaje.
Típicamente, lo que empezó como un grupo disperso de individuos, se
convirtió en una comunidad estrecha de viaje. Servir, y considerar las
necesidades básicas unos de los otros, fue su estilo de vida. Cultivar un
ambiente de longanimidad y unidad fue más que un lujo; fue una
NECESIDAD diaria. (Ef.4:14-16)

Como hemos visto, un pionero de avivamiento es llamado a caminar por un


camino muy exigente y solitario. El pionero es a menudo malentendido,
rechazado, y aun ridiculizado por aventurarse e n territorio nuevo y
desconocido. Por tanto, él es el último que pueda darse el lujo de descuidar
sus relaciones de pacto. Si el pionero de avivamiento quiere tener éxito en
su llamado, no puede mantener terquedad o un espíritu independiente.
Nuestras diferencias y nuestra diversidad deben hacernos recordar cuánto
nos necesitamos unos a otros; no deben ser una excusa para separarnos unos
de otros. El pionero persistente aprende inevitablemente esta lección
valiosa de amor y de negarse a sí mismo. El proceso y camino del avivamiento
ya es suficientemente exigente; no debemos hacerlo aún más difícil con ser
caprichosos en vez de cooperadores.

  
  

âue bastante común para muchos de los pioneros tempranos, que algunos de
sus parientes y amigos les abandonaron durante las partes más difíciles del
viaje. Después de viajar cientos de millas, algunos abandonaron sus sueños
de una nueva frontera. La falta de recursos, el cansancio, la enfermedad y
aun la muerte, dividieron muchas com pañías de pioneros. Algunos se
retiraron a territorios más conocidos. Otros abandonaron su visión original
e hicieron su morada a medio camino. Para una familia de pioneros exhaustos
y desanimados, fue fácil justificar el quedarse a medio camino. Aunque
faltaban todavía cientos de millas para su destino, los recursos naturales
del lugar donde se encontraban ya eran mucho más ricas de lo que tenían en
casa. Esto rompió el corazón de aquellos que se sentían llamados a avanzar
más todavía. Separados de sus amados, muchos pioneros avanzaban mientras
las quejas de los cansados y cobardes todavía resonaban en sus oídos. Los
mismos temores y excusas que inducen a los cobardes a abandonar lo
MEJOR de Dios para ellos, son una tentación que amenaza y desanima aun el
progreso de aquellos que están determinados a avanzar más.
Muchos querían ser pioneros y por un tiempo realmente buscaban y oraban
por avivamiento; pero después regresaron a las cisternas rotas de lo que se
llama una iglesia "BUENA". Otros avanzaron más, pero siempre se quedaron
atrán. Sin darse cuenta, fueron atraídos por las bendiciones espirituales que
disfrutaban durante el viaje. Dios en Su misericordia a menudo nos da
anticipadamente una muestra de las bendiciones que nos esperan, para
animarnos en el camino de la fe y obediencia. Pero algunos son tentados a
confundir estas gotas de refrigerio con la realidad de un avivamiento. Se
dejaron distraer por estas "muestras" de la gracia futura, y dejaron de
tener hambre por la plenitud de la presencia de Dios . Hoy, ¡muchas almas
hambrientas por avivamiento están en el peligro de cometer este error
terrible! Tener esta vista corta, les roba su destino espiritual, y desvía a
muchos otros en el camino. Esta satisfacción prematura cuestiona la validez
de nuestra visión por un avivamiento mundial. Desprecia y se burla del mismo
carácter y de la fidelidad del Dios quien cumple el pacto. Si lo que
experimentamos hoy es "la plenitud del poder de avivamiento de Dios",
¡entonces esta generación por cierto es condenada!

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  c 

Cada paso y cada decisión del pionero debe considerarse en vista de cómo
contribuye, u obstaculiza, a él y otros pioneros para llegar a su destino final.
Cada acción, cada plan y oportunidad debe evaluarse consideran do el final
del camino. Un pionero de avivamiento sabio comprende qué cosas son
esenciales para el camino, y cuáles dejar atrás. El pionero debe discernir
entre las cosas que son temporales, y las que son eternas. Debe estar
dispuesto a poner de un lado to do lo que podría debilitar su capacidad de
alcanzar su destino ordenado por Dios (Mat.13:22, 2 Tim.2:3 -6).

Un sentir del tiempo de Dios es una parte muy importante en la vida de un


pionero de avivamiento. Dependiendo del lugar de su partida, los pioneros
tempranos tenían que partir a tiempo para cruzar las grandes cordilleras
occidentales antes que cayera la primera nieve. Aun la fuerza física y los
recursos abundantes no podían compensar una falta de preparación y
planificación apropiada. De la misma mane ra, los pioneros de avivamiento
TIENEN QUE discernir correctamente las épocas espirituales, para poder
entrar a su destino. ¡El mismo llamado y propósito de un pionero exige que
SALGA temprano! Debe mirar lejos, y por tanto no esperará hasta que todo
esté bien establecido y clavado en su lugar. El titubeo espiritual es el peor
enemigo del pionero. El discernimiento del tiempo a menudo hace la
diferencia entre volverse un participante activo del avivamiento, o
solamente ser un espectador religioso.
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3

Hay algunos en la iglesia de hoy que parecen estar desesperados por un


avivamiento, pero rechazan el camino y el llamado de un pionero. Ellos
quieren avivamiento, pero a sus propias condiciones. Su pasión por
avivamiento no incluye la perseverancia en oración, ni la paciencia con los
quebrantados y necesitados en medio de ellos. Ellos prefieren quejarse de
los problemas, en vez de derramar su corazón en oración. Ellos reconocen
rápidamente las necesidades alrededor de ellos; pero no tienen valor ni fe
para hacer algo al respecto. Los problemas que deberían despertarles a la
oración de intercesión, son torcidos y manipulados por ellos para justificar
su andar de iglesia en iglesia. Estos "ladrones de terrenos espirituales"
quieren riquezas espirituales, pero se niegan a doblar sus propias espaldas y
rodillas para alcanzarlas. Ellos codician el avivamiento, pero no tienen la
perseverancia de hacer la obra pionera y ayudar a concebir algo en el
Espíritu. Entonces ellos buscan un lugar donde Dios ya se está moviendo,
mientras descuidan las disciplinas de la oración, lealtad, y sacrificio, que son
necesarias para sostener tales obras.

Por favor no me entiendan mal; no estoy diciendo que esté mal visitar
iglesias donde Dios se está moviendo. En los tiempos pasados de gracia, la
gente siempre estaba deseosa de ver un movimiento genuino de Dios. Ellos
aprovecharon de todas las oportunidades para participar en estos eventos
maravillosos. ¡Pero después ellos regresaron a casa para orar y trabaj ar en
fe para que Dios hiciera lo mismo en sus propias comunidades! Esto fue a
menudo el medio cómo un avivamiento se extendía de una región a otra, o
incluso de un continente a otro. El plan de Dios para ti no es un viaje sin fin
de renovación y recaída, sino una visitación permanente de Su gloria. ¡El no
está contento con unos pocos focos de avivamiento! El Señor de la cosecha
anhela derramar el Espíritu del avivamiento sobre la tierra entera, sobre
toda lengua, tribu, y nación.

  
 




Algunos de los pioneros tempranos nunca llegaron a su destino porque


constantemente intentaban cortar el camino. Los aficionados a la historia
seguramente recordarán la historia trágica del grupo de los Donner. En
1846, un grupo de unos 300 pioneros se e ncaminó por el camino de Oregon
hacia California. Jorge Donner había escuchado de una ruta nueva y más
rápida. Entonces animó a su familia y a sus compañeros a abandonar el
confiable camino de Oregon, para seguir otro camino según las indicaciones
de cierto Hastings. Les prometió que el camino iba a ser 400 millas menos.
En contra de las advertencias de los pioneros más experimentados, se
fueron por el camino nuevo. En el desierto de Utah gastaron casi todos sus
recursos, y tuvieron que cruzar quebradas y r íos secos. Por fin reconocieron
su error y regresaron al camino establecido.

Pero ya habían perdido demasiado tiempo. A causa de una tormenta de


nieve, ya no pudieron cruzar la cordillera. Exhaustos y sin experiencia, la
mayoría del grupo Donner murieron e n las montañas. La tentación de ahorrar
tiempo les costó sus esperanzas, sus familias, y hasta sus propias vidas. -
Más tarde fue conocido que Hastings había promovido este cortocaminos
para su propia ventaja política, y que él mismo nunca había llegado ha sta
California por este camino.

Si satanás no puede tentarte a abandonar tu visión de avivamiento, él


tratará de seducirte a buscar las promesas de manera carnal. Esta es
probablemente su táctica más engañosa. Siempre tenemos que recordar que
no tenemos ninguna garantía cuando nos salimos de la dirección de Dios y Su
gracia. Como el grupo Donner, seríamos capaces de recurrir a cualquier cosa
cuando nos quedamos con nada más que nuestra propia sabiduría. Apartados
de la gracia de Dios, no tenemos idea de don de terminaremos o qué
haríamos. La vida de un pionero sin duda es llena de riesgos extremos e
incertidumbres. ¡Pero el pionero nunca es llamado a correr un riesgo que
contradice los principios establecidos e infalibles de la Palabra de Dios!

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Los pioneros antiguos tenían este dicho: "Todos los cobardes se quedaron en
casa, y los débiles murieron en el camino." Donde hombres y mujeres
desafían las leyes de la comodidad, seguirán problemas y pérdidas. "Pero en
cuanto a vosotros, amados, estamos persuadidos de cosas mejores." Ninguno
de nosotros necesita quedarse atrás en estos días de esperanza y
oportunidad. El CORDERO ha vencido. Jesús provee un camino seguro hacia
las nuevas fronteras de bendición de avivamiento y de cosecha para todos
los que confían y obedecen. Estamos viviendo en una nueva época de
oportunidades y posibilidades sin precedentes. Dios está abriendo nuevas
puertas en la iglesia, que nadie puede cerrar. Estos tiempos requieren visión
y fuerzas frescas. La iglesia necesita cada onza de celo, visión y poder que
tiene.

Prov.20:29 dice: "La gloria de los jóvenes es su fuerza..." El celo y la energía


de nuestra juventud no es para desperdiciarlo en la búsqueda de diversión.
¡Con cada don grande viene el lla mado a una RESPONSABILIDAD grande!
Ahora es tiempo para que una nueva generación de cristianos se someta
plenamente al yugo de Cristo, y tome su lugar correspondiente en el camino
pionero. Dios está levantando una nueva generación en la iglesia para
redescubrir las fronteras olvidadas de la santidad personal y del poder de
avivamiento. El los prepara para llevar las semillas del avivamiento hasta lo
último de la tierra. El profeta Joel profetizó que Dios hará cosas grandes
por medio de una tal generación: " Derramaré de mi Espíritu sobre toda
carne, y vuestro hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán
visiones ..." (Hechos 2:17)

Sin duda, este lenguaje hará que algunos miembros cautelosos de las iglesias
se sientan muy incómodos. Ellos serán rápidos en hacernos recordar
Lam.3:27 - "Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud." - ¡Esto
es cierto! Pero los yugos de Dios son diseñados para canalizar la fuerza, no
para estropearla. El yugo del Señor no es un lazo de cautividad, sino una
herramienta para el servicio y la obra. âueron los bueyes debajo del yugo los
que jalaron los carros de los pioneros, atravesando ríos y montes. Es la
fuerza de los bueyes debajo del yugo la que rompe y ara la tierra pedregosa
para una cosecha venidera. Aún así, algunos temen la incertidumbre y los
excesos que a veces vienen con el celo y el entusiasmo de los bueyes
jóvenes. No olvidemos la sabiduría divina de Salomón: "Sin bueyes el establo
está limpio; pero de la fuerza del buey viene la cosecha abundant e."
(Prov.14:4) - Pastor, ¿qué prefiere Ud. tener en su iglesia? ¿Un establo
limpio y ordenado, o una cosecha abundante? ¡Es tiempo que los bueyes
jóvenes hagan su trabajo!

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Los grandes pioneros de avivamientos pasados fueron jóvenes que se


atrevían a confiar en Dios para algo más de lo que tenían en su propia
generación. Jorge Whitefield, Howell Harris, el conde de Zinzendorf,
Carlos G.âinney, Carlos Spurgeon, Evan Roberts, R obert Murray M'Cheyne,
William C.Burns, Hudson Taylor, C.T.Studd, David Brainerd, y otros
innumerables, fueron grandemente usados por Dios mientras tenían poco
más de veinte años. Entonces, ¿por qué tantos de nosotros creemos todavía
que las instituciones sin fruto de un cristianismo decadente sean el camino
hacia nuestros sueños de avivamiento? Mientras imitamos los métodos no
avivados del cristianismo tradicionalista, nunca realizaremos nuestro
verdadero potencial espiritual. Dios no nos llamó a imitar la religión débil y
semi-reformada que nos rodea. Como Abram, somos llamados a salir de la
tierra estéril, para heredar los campos fértiles de cosecha de avivamiento
para esta generación y las generaciones venideras. (Jos.24:2 -3)
Los verdaderos pioneros espirituales son la encarnación de URGENCIA y
CELO. Ellos reconocen su responsabilidad eterna por su propia generación.
El "apóstol de la fe", Jorge Mueller, dijo una vez: "Mi tarea es servir mi
propia generación con todas mis fuerzas. Al hacer esto, yo servir é de la
mejor manera a la generación siguiente, si es que el Señor tarda en volver...
Tengo una sola vida en esta tierra, y esta única vida es muy corta para
sembrar, en comparación con la eternidad para cosechar." - El general Booth
expresó el mismo pensa miento cuando escribió: "Tus días no pueden ser
muchos; entonces utilízalos según lo mejor de tu capacidad para la gloria de
Dios y el beneficio de tu generación." - Catherine Booth, la madre del
Ejército de Salvación, encargaba diariamente a sus nueve hij os algo similar:
"Ustedes no están en el mundo para ustedes mismos. Ustedes fueron
enviados aquí para otros. ¡El mundo les espera!"

Más de una vez escuché a Leonard Ravenhill decir que Dios iba a levantar
una nueva generación para traer el fuego de avivami ento a este mundo
enfermo del pecado. - Keith Green tenía el mismo sentir de urgencia. En los
últimos días de su vida, él nos incomodó frecuentemente con estas palabras:
"¡Esta generación de cristianos es responsable por esta generación de almas
en la tierra!" - ¿Ya te has despertado para tu responsabilidad eterna y
personal por esta generación?

Un buen pionero está siempre deseoso de aprender algo del entendimiento y


de las experiencias de otros; pero NUNCA se detiene. No mientras las
promesas de avivamiento siguen siendo desconocidas en esta generación. No
mientras Cristo sigue siendo un extraño para innumerables almas perdidas
alrededor del mundo. No mientras haya todavía un solo corazón ciego y
terco que rehúse alabar y honrar a nuestro Rey Jesús. - ¿Estás dispuesto a
entrar en tierras nuevas, y a redescubrir algunos de los tesoros olvidados
de Jesucristo? ¿Estás dispuesto a llevar Su presencia manifiesta hasta lo
último de la tierra? Joven pionero, ¡AHORA es el tiempo de mirar a
Jesucristo y atreverte a soñar con algo MÁS! "El reino de los cielos sufre
violencia, y los violentos lo arrebatan." (Mat.11:12).

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