Está en la página 1de 10

Los Conectivos

Lee cuidadosamente el siguiente


párrafo

...pero no siempre ocurre así. Además de


Caracas, hay otras grandes ciudades que
ofrecen mejores condiciones de vida, y A todas las palabras que dentro del
posibilidades de trabajo, si no fíjense en texto� aparecen resaltadas en color
Puerto La Cruz y Barcelona,� aunque hay azul se le llaman� CONECTIVOS
mucha construcción y comercio el nivel de
vida es mejor. O en Valencia que hay Los conectivos son palabras� que nos
tantas industrias de carros, sirven para establecer relación,
metalmecánica, o de minería como Ciudad diferencia e igualdad.
Bolívar o la industria petrolera en
Maracaibo.

Fuente: Anzola, M. Los mejores momentos. Cap.3.


Caracas: IRFA-Fe y Alegría.

TIPOS DE CONECTIVOS
Copulativos� =� Y, E, NI:

Establecen� una� unión en la cual cada uno de los elementos se suma a otro u otros con una
relación de absoluta igualdad. Ejemplo: María y Jorge viajan.
Disyuntivos = O, U, YA, BIEN: Expresan una opción entre dos o más posibilidades, el
cumplimiento de una de las cuales excluye a las demás.

Ejemplo: Dame un lápiz o un bolígrafo.


Causales = PORQUE, PUESTO QUE, POR LO TANTO, ENTONCES, YA QUE: Marca� un
enlace de causa a efecto� entre dos fenómenos o dos acontecimientos. Ejemplo: Acepté su
propuesta porque no tenía otro remedio.
Discordancia = PERO, MAS, SINO, SALVO, AUNQUE, SIN EMBARGO, SI BIEN:

Expresan una relación de discordancia entre un efecto y una causa, ya que contraponen a un
elemento otro que restringe su significado o que se le opone completamente.

Ejemplo: Está enfermo pero no es grave.

Otros conectivos:
Conectivos que expresan adición

Y, e, además, también, asimismo, tampoco, ni.

Ejemplos:
* Estaban en el parque hijo y madre, jugando y riendo.
* Estaban en el parque madre e hijo, jugando y riendo.
* Además del béisbol, me gusta el fútbol.
* Me gusta el béisbol. También el fútbol.
Disyunción. O, u.
Ejemplos:
* No he decidido si ir estas vacaciones a la playa o a la montaña.
* No sé si el personaje principal de ese cuento era gigante u ogro.
Causa. Por esto, por esta razón, debido a, por este motivo, porque, pues.

Ejemplos:
* Debido al terremoto ocurrido ayer, se interrumpieron todas las comunicaciones en la ciudad.
Consecuencia. Por consiguiente, en consecuencia, por lo tanto.

Ejemplo:
* Mañana se celebra el día de la Independencia, por consiguiente no habrá actividad bancaria
Oposición. Pero, mas, sino, sin embargo, no obstante, con todo, a pesar de, aunque.

Ejemplo:
* No vino, sin embargo mandó a su hermano.
Aclaración. Por ejemplo, esto es, es decir, en otras palabras.
Es inaudito en otras palabras inexplicable
Condición. Si, en caso de, en estas circunstancias, con estas condiciones, desde ese punto de
vista.
Mañana iré a buscarte en caso de que no estés te llamaré en la tarde.
Temporalidad.Después de, entonces, una vez hecho eso, cuando, antes de, a continuación, luego.
Iras al abasto, luego al centro...
Síntesis. Para concluir, para finalizar, finalmente, en resumen, en síntesis. Y para finalizar les
digo que todo resultó como se planificó
Comparación. Así, así mismo, de igual modo, similarmente, a diferencia de, en comparación con.
Espacio (real o figurado). Siguiendo este orden de ideas, más adelante, en este punto, en
primer� lugar, en segundo lugar.
Las cosas se harán de la manera siguiente: en primer lugar� buscaremos las palabras con acento
ortográfico, en segundo lugar subrayaremos ...
Finalidad o propósito. A fin de, con el objeto de, para que.
Los he reunido en este lugar con el propósito de que, planifiquemos el paseo que mañana vamos a
CONECTORES GRAMATICALES

En Lingüística, se denomina conector a una palabra o un conjunto de palabras que une partes de un mensaje y
establece una relación lógica entre ellas. Permite la adecuada unión de los enunciados en un texto. Los
conectores pueden ser palabras, oraciones o conjuntos de oraciones, por lo tanto unen desde lo más breve hasta
lo más extenso. Existen diferentes tipos de conectores como por ejemplo: Aditivos, opositivos, causativos,
comparativos, reformulativos, ordenadores y condicionales.

Miremos algunos de ellos:

Aditivos: Expresan suma de ideas: y, además, también, asimismo, también, por añadidura, igualmente, encima,
es más, más aún, incluso, hasta, para colmo.

Opositivos: Expresan diferentes relaciones de contraste entre enunciados


Concesión: con todo, a pesar de todo, aun así, ahora bien, de cualquier modo, al mismo tiempo aunque, aún
cuando, a pesar que, no bien, etc.
Restricción: pero, sin embargo, no obstante, en cierto modo, en cierta medida, hasta cierto punto, si bien, por
otra parte, aunque, sino, en cambio, al contrario.

Causativos-Consecutivo: Expresan relaciones de causa o consecuencia entre los enunciados


Consecutivos: por tanto, de ahí que, en consecuencia, así pues,  por consiguiente, por lo tanto, por eso, por lo
que sigue, por esta razón, entonces, entonces resulta que, de manera que, luego, así que, en ese sentido, de tal
forma, además, enseguida, en efecto, o sea, en otras palabras, por otro lado, por ejemplo, en pocas palabras,
ya que, etc.
Causales: porque, pues, puesto que, ya que, debido a que.

Comparativos: Subrayan algún tipo de semejanza entre los enunciados


Del mismo modo, igualmente, análogamente, de modo similar, como, así como, más… que, menos… que, igual…
que, tan… como.

Reformulativos: Indican que un enunciado posterior reproduce total o parcialmente, bajo otra forma, lo
expresado en uno o más enunciados anteriores.
Explicación: es decir, o sea, esto es, a saber, en otras palabras, Para que, con el fin de que, con el propósito de
que.
Recapitulación: en resumen, en resumidas cuentas, en suma, total, en una palabra, en otras palabras, dicho de
otro modo, en breve, en síntesis.
Ejemplificación: por ejemplo, así, así como, verbigracia, por ejemplo, particularmente,  específicamente,
incidentalmente, para ilustrar.
Corrección: mejor dicho, o sea, bueno.

Ordenadores: Señalan las diferentes partes del texto


Comienzo de discurso: bueno, bien: ante todo, para comenzar, primeramente, en primer lugar.
Cierre de discurso: en fin, por último, en suma, finalmente, terminando, para resumir, para concluir, al final, en
conclusión.
Transición: por otro lado, por otra parte, en otro orden de cosas, a continuación, acto seguido, después.
Digresión: por cierto, a propósito, a todo esto.

Temporales: después (de), después (que), luego, desde (que), desde (entonces), a partir de..., antes de, antes
que, hasta que, en cuanto, al principio, en el comienzo, inmediatamente, temporalmente, actualmente,
cuando, no bien, apenas, en cuanto que.

Espaciales: al lado, arriba, abajo, a la izquierda, en el medio, en el fondo.


Condicionales: si, siempre que, en caso que, mientras que, a no ser que, según, con tal que, sí, siempre y
cuando.

Copulativos: y, ni, y también, no sólo…, sino también, etc.

Conectores de certeza: indudablemente, claro, es evidente, en realidad, como nadie ignora, como es por
muchos conocido, etc.
El Sastrecillo Valiente
Autor: Hermanos Grimm

Había una vez un sastrecillo que cosía en un


tercer piso frente a una ventana. A pesar de que
no era muy afamado, soñaba con llegar a ser el
sastre del rey. Trabajaba mucho desde la mañana
hasta la noche.
Un buen día mientras se hallaba trabajando de
buen humor, oyó que alguien decía: "Mermelada,
deliciosa mermelada, ¿quién compra mi
mermelada?". Al sastrecillo se le hacía agua la
boca y gritó, ¡Eh mujer, suba aquí, quiero
comprar su mercancía!.
La�mujer era una gorda a quien le costó mucho
llegar al tercer piso. El sastrecillo le hizo abrir
todos los frascos de mermelada, hasta que
escogió una de grosellas, que se veía deliciosa. Le
pagó a la mujer, quien se fue refunfuñando, y se
dispuso a saborearla para lo que untó con ella una
rebanada de pan. Pero pensó: antes de comerla
terminaré esta chaqueta...
El olor de la mermelada atrajo a cientos de
moscas que cayeron sin vacilaciones sobre la
rebanada de pan. "¡Pero que villanas que llegaron
sin ser invitadas!" Exclamó el sastre y trató de
matarlas con la mano, pero fue en vano, entonces
tomó un trozo de tela y lo agitó sobre las
intrusas; "¡dejen en paz mi mermelada!" Les gritó
iracundo y les lanzó un golpe.

Se detuvo. Vio varias moscas tendidas en el piso. Las contó. Eran siete.

Pensó: ¡Realmente soy muy fuerte! ¡He matado siete de un golpe!. Es necesario que lo sepa toda la
ciudad.�

Entonces cortó y cosió un cinturón y le bordó en grandes letras: Maté siete de un golpe. Se lo
colocó y salió a hacérselo saber al mundo. Caminó hasta la cima de una montaña y se sentó a
descansar.

Un hombrón de proporciones amenazadoras descansaba en el lugar, el sastrecillo se le acercó y le


dijo:
"¿Buenos d ías amigo? Veo que estás
contemplando el mundo. ¿qué te parece si vienes
conmigo a viajar para conocerlo?".

El gigante molesto le contestó: "enano de siete


suelas ¿por qué te tomas tanta confianza
conmigo?". El sastrecillo le dijo "¿Ah sí? ¿es que
no sabes quién soy?" Y se abrió la chaqueta para
dejar ver el cinturón.�El gigante leyó: Mate
siete de un golpe. Y entonces lo miró con cierto
respeto.

Le dijo: "a ver si eres tan fuerte y puedes hacer lo mismo que yo". Apretó una piedra en su mano e
hizo que brotara agua de ella.�El sastrecillo enseguida sacó un pedazo de queso de su bolsillo y lo
apretó fuertemente haciendo que saliera un líquido blanco.
El gigante impresionado le dijo: "si eres tan fuerte quiero verte lanzar una piedra tan lejos como
yo y lanzó una piedra lo más lejos que pudo hasta que se perdió en el horizonte. El sastrecillo tomó
un pajarillo que tenía también en su bolsillo y lo hizo volar tan lejos que desapareció.
El gigante impresionado exclamó: lanzas muy bien, ahora quiero verte cargar algo pesado. El
sastrecillo le dijo. "Carguemos ese árbol: toma tú la parte del tronco y déjame a mí llevar las ramas
y las hojas que pesan más". En lo que el gigante tomó el árbol por el tronco y echó a andar, se
montó cómodamente en la copa del árbol para que el gigante hiciera doble trabajo. El gigante
convencido de la fuerza del sastre se despidió de él y se marchó.

El sastrecillo llegó al jardín de un palacio pero estaba tan cansado que se quedó dormido. Lo
encontraron los cortesanos que salían de paseo, y al leer la escritura en el cinturón exclamaron:
"debe ser un gran guerrero, pero ¿qué viene a hacer en tiempos de paz?".

Esperaron que despertara y lo saludaron:


"Extranjero le dijeron ¿el rey se complacería en
tener a un hombre tan valiente como Ud. ¿queréis
que le avise de vuestra presencia?".
El sastrecillo animado contestó: "¡claro vengo a
ponerme a la orden del rey!" El rey desde el
primer momento se dejó engañar por el
sastrecillo y le demostraba especial predilección
por lo que el resto de sus guerreros se
molestaron. Entonces el rey para comprobar al
sastre, decidió ponerlo a prueba. Le dijo: "en el
reino hay dos gigantes que azotan a mis súbditos
con sus bravuconadas. Quiero que acabes con
ellos. Si lo logras tendrás a mi hija como esposa."

El sastrecillo entusiasmado se marchó al encuentro de los gigantes. Los descubrió durmiendo en el


bosque. Se escondió tras un arbusto y comenzó a lanzarle piedras al pecho al gigante de la
derecha. El gigante golpeado se despertó molesto e increpó a su compañero "¿por qué me tiras
piedras?" El otro contestó: "¿estás loco? Yo estoy durmiendo y tu me molestas con tus pesadillas.
Duérmete de nuevo."

En lo que volvieron a dormir el sastrecillo le lanzó piedras a la cabeza del gigante de la izquierda
quien tomó al otro por la camisa y lo insultó: "¡eres tú el que me golpea!", "yo no he hecho nada"
contestó el otro.
Volvieron a dormir y el sastrecillo repitió la
travesura. Entonces el gigante de la izquierda
indignado comenzó a golpear a su compañero
quien se defendió con igual fuerza�entre los dos
armaron un alboroto que los dejó muertos a
ambos. El sastrecillo salió de su arbusto y se
dirigió a palacio diciendo: "ya no hay nada que
temer he matado a los dos gigantes." Pero el rey
no quería cumplir su promesa: le dijo en el campo
vive un unicornio que es tan dañino como los
gigantes, si lo matas cumpliré mi promesa.
El sastrecillo dijo "¡eso es un juego para mí!" Y
tomando un hacha y una cuerda se fue al campo.
Los caballeros que le acompañaban lo esperaron
en el límite de la zona que habitaba el unicornio.
El sastrecillo al sentir al animal le llamó la
atención parado cerca de un árbol. En lo que el
unicornio lo vio, arremetió contra él, y el
sastrecillo de un brinco se apartó haciéndolo
clavar su cuerno del tronco del árbol. Entonces lo
amarró y le cortó el cuerno clavado al tronco. Se
presentó ante el rey quien ya no tuvo más
excusas y cumplió su promesa. El sastrecillo se
casó con la princesa y a la muerte del rey se
convirtió en el legítimo soberano de aquel reino.

Recuerda: Casi todos los cuentos tradicionales tiene un héroe o heroína, un villano, unos ayudantes
del héroe, un objeto mágico y probablemente un final feliz. Te invito para que extraigas del cuento
de “El sastrecillo valiente” de los Hermanos Grimm los personajes que se indican.
Las medias de los flamencos
Autor: Horacio Quiroga

La historia:
Cierta vez, las víboras dieron un gran baile,
invitaron a las ranas y los sapos, los yacarés y
los peces. Los peces como no caminan no
podían bailar pero se acercaban a la orilla y
aplaudían moviendo la cola.�Los yacarés se
habían puesto un collar de plátanos y
fumaban cigarros paraguayos, los sapos se
habían pegado escamas de peces por todo el
cuerpo y se movían meneándose como si
nadaran, y cada vez que posaban por la orilla,
los peces les hacían burla. Las ranas andaban
paradas en dos pies y se habían colgado una
luciérnaga en el cuello como adorno.

Pero las que estaban hermosísimas eran las víboras, cada una vestida con traje de bailarina del
color de cada víbora. Las coloradas llevaban una pollerita de tul colorada, las verdes una de tul
verde, las amarillas, una de tul amarillo. Y las más espléndidas de todas eran las víboras de coral,
vestidas con larguísimas gasas rojas, blancas y negras y bailaban como serpentinas. Cuando
danzaban y daban vueltas todos los invitados aplaudían como locos.

Sólo los flamencos estaban tristes, porque como


tienen poca inteligencia no habían sabido cómo
adornarse. Envidiaban todos los trajes, sobre todo el
de las víboras de coral. Cada vez que una de ellas les
pasaba enfrente se morían de la envidia...

Entonces un flamenco dijo:

-Vamos a ponernos medias coloradas, blancas y rojas y las víboras se enamorarán de nosotros.
Todos juntos se fueron volando al almacén del pueblo y preguntaron ¿tiene medias rojas, blancas y
negras? Y el hombre les dijo ¿están locos? ¿quién va a tener medias así?. Se fueron a otra tienda e
hicieron la misma pregunta y recibieron la misma respuesta, así ocurrió otra y otra vez: ¿tiene
medias rojas, blancas y negras? ¡qué va! ¿cómo se le ocurre?. Hasta que un tatú les dijo: ¿ustedes
son flamencos locos, nunca van a encontrar esas medias rojas, blancas y negras, a menos que se las
pidan a mi cuñada la lechuza ella sí tiene medias rojas, blancas y negras. Entonces los flamencos
volaron a visitar a la lechuza y le pidieron:

-Señora lechuza ¿es cierto que usted tiene medias rojas, blancas y negras? Y ella les dijo: esperen
vuelvo enseguida.

-Aquí las tienen, pónganselas y vayan a bailar, pero eso sí: tienen que bailar todo el tiempo adelante
atrás, arriba abajo, nunca pueden dejar de bailar, porque si lo hacen van a llorar. Y era que las
medias estaban hechas de víboras de coral.

Los flamencos sin saberlo se las pusieron y llegaron a la fiesta siendo la envidia de todos.

Pero las víboras desconfiaban de sus medias,


sobre todo las víboras de coral. Cuando un
flamenco se cayó de cansado le alumbraron
las patas y descubrieron que las medias eran
hechas de piel de víboras. Entonces las
víboras los mordieron y les hicieron mucho
daño en sus patas. Los flamencos muertos del
dolor corrieron a refugiarse en el agua y a
sumergir sus patas en el río para aliviar el
dolor de las mordidas y el veneno. Por eso los
flamencos tienen las patas tan rojas y se la
pasan metidos en el agua, para aliviar su
dolor.

Recuerda: Casi todos los cuentos tradicionales tiene un héroe o heroína, un villano, unos ayudantes
del héroe, un objeto mágico y probablemente un final feliz.
El nuevo traje del emperador
Autor: Hans Christian Anders

La Historia:
Había una vez un emperador a quien fascinaban
tanto los suntuosos atavíos que gastaba todo su
dinero en comprar trajes.

Todas las grandes ocasiones: nacimientos,


bodas, duelos, fiestas, el emperador debía
estrenar un traje y hacía que le combinaran
zapatillas, sombreros, capas, medias, capa,
sombrero, todo lo que usaba.
Al emperador no le importaban los asuntos del Estado, pues se mantenía muy ocupado con los
problemas del vestuario. Los súbditos siempre trataban de halagarlo y cuando el emperador
preguntaba: "¿De qué hablaron ayer durante el baile?"

Ellos respondían: "sólo se habló de lo maravilloso de su traje majestad".


Al salir un invitado preguntaba: "¿qué dijo ese dignatario?"
Contestaban: "quedó admirado de su elegancia Su Majestad."

Un día llegaron a la ciudad dos bribones haciéndose


pasar por sastres famosos; armaron su telar en
una enramada alquilada y corrieron la noticia de
que elaborarían la tela más suntuosa que alguien
pudiera imaginar. No sólo el diseño, la trama y los
colores serían originales, sino que la tela tenía la
virtud mágica de que sólo podían verla los que no
fueran tontos y fueran dignos del cargo que
ocupaban. Cuando el emperador se enteró dijo: esa
tela será para mí. Así sabré qué ministros no son
inteligentes para el cargo que les he confiado. Los
compinches fueron presentados a Su Majestad y le
confirmaron las extraordinarias propiedades de la
tela.

Accedieron a confeccionar el traje del emperador, no sin antes solicitar un anticipo importante de
dinero para comprar sedas muy costosas y oro muy fino que según ellos necesitarían. Desde ese
momento fingían estar ocupadísimos y dejaban luces encendidas hasta altas horas de la noche para
demostrara cuánto trabajaban.

El emperador interesado en la evolución del trabajo pensó que debería enviar a supervisarlos a
alguno de sus ministros más inteligentes para que pudiera ver la tela. Envió al primer ministro,
que cuando llegó a ver a los sastres pensó: ¡no puede ser! No veo ni rastros de tela, ni un hilo,
¡nada!. Los compinches mientras tanto simulaban trabajar en el hilado y movían la tela dando
explicaciones sobre el diseño y la confección y le rogaban que no tocara nada porque la trama
era delicada y muy fina, a la vez le preguntaban:-¿qué piensa de esta obra? ¿es que no le parece
sublime?
sPero el ministro no decía nada, decir que no veía nada sería confesar su estupidez y exclamó:
-“espléndida magnífica, maravillosa...” -¡eso si nos llega al alma!, expresaron los compinches y
siguieron elogiando su tela.
El Ministro oyó cada palabra de los elogios de los compinches para repetírselas al Emperador. Éste
estaba tan dichoso que cuando le solicitaron más dinero para continuar, no dudó en entregárselos.
Al tiempo el Emperador eligió a otra persona para ir a ver la tela, y envió a su secretario a quien le
ocurrió lo mismo, y aterrado de perder su cargo ante las preguntas de los compinches dijo: ¡es
espléndida, magnífica, maravillosa!.
Eso nos colma de alegría contestaron los
supuestos sastres. Llegó el día en que el propio
emperador decidió ir a ver su traje,
acompañado de sus ministros llegó al taller y al
no ver nada y escuchar los elogios de sus
acompañantes que decían ¿no es magnífica?,
pensó que era él el único imbécil incapaz de
verla a lo que respondió: ciertamente me siento
embelesado. Condecoró a los bribones y les
otorgó la Orden del Guardarropa. Un buen día
los bribones decidieron que el traje estaba
listo, el soberano fue llamado para la prueba.
Ellos decían he aquí el pantalón, mire que bella
camisa...¡un verdadero prodigio! El Emperador
se lo probó y quiso verse en el espejo, a ver si
allí no lucía invisible, pero sólo vio su ropa
interior. Decidió salir a la calle con su traje
nuevo. El pueblo se agolpaba para ver pasar al
soberano. La gente no se atrevía a confesar que
no veía nada, al contrario se oían comentarios:
“¡que lujo! ¡qué elegancia!”. De repente un niñito
que no tenía esas preocupaciones gritó: ¡pero si
el emperador está en ropa interior! ¡Si no tiene
ningún traje!.

Entonces todo el mundo insistió en gritar ¡el emperador está en cueros!, y él consciente del ridículo
que hacía pensó no puedo dar mi brazo a torcer, llegaré hasta el fin y los cortesanos al ver la
actitud del mandatario siguieron haciendo como si recogían las colas de tan suntuoso e invisible
vestido.

Recuerda: Casi todos los cuentos tradicionales tiene un héroe o heroína, un villano, unos
ayudantes del héroe, un objeto mágico y probablemente un final feliz.

http://www.rena.edu.ve/primeraetapa/Literatura/index1.html

También podría gustarte