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Y finalmente me comí una manzana!

Había evitado a toda costa hacerlo….¿Porqué debía ceder a los caprichos


dictatoriales de mi estómago? ¿Por qué ceder a su propuesta? Si nunca me ha
gustado la presión…ahora menos me gustaba teniéndola tan cerca…había
pasado unos días terribles donde presencié una lucha de poderes entre mi
cabeza, corazón, garganta y estómago. Contrario a toda apuesta, el vencedor
resultó el estómago!!

Ese músculo pequeño, insignificante, intermedio…se levantaba airoso


de una lucha que no duró ni siquiera dos rounds! Mi cabeza se intentó levantar
una y otra vez, argumentando mil y una razones, estableció estrategias,
mencionó contundentes argumentos que hubieran podido dejar en la lona al
más afamado de los académicos pero que en esta pelea cuerpo a cuerpo el
estómago solo tuvo un solo golpe para dejar sin aliento y acabado totalmente a
mi cabeza. El corazón intentó como buen compañero ayudar a la cabeza, la
alentó a continuar, le dio más de un abrazo y con la pasión desbordando, le
intentó dar fuerza titánica capaz de derrotar al insignificante y gris estómago,
pero, por más palabras de aliento y latidos armoniosos, no logró reanimar a la
cabeza y mucho menos derrotar, o por lo menos, hacer mella en el cruel
peleador... La garganta, temerosa, se acogió a la protección del estómago y
comenzó también su protesta. Era tanta su inconformidad y mucha la fuerza
que el estómago le había dado, que ella dejó de trabajar en una perfección
acostumbrada, se durmió y ya no hizo su labor. Ya no hubo nadie que se
entrometiera en el boicot del estómago y éste llenó el ambiente con sus
carcajadas maliciosas, con sus espasmos y cólicos. Ya sin resistencia, el cuerpo
entregó el mando total y se declaró a merced del dictador que se levantaba
victorioso, triunfante, imponente, en esa gran lucha que terminó haciéndome
comer finalmente la manzana. Ahora, veo lo que quedó de ella y mi cabeza se
pregunta ¿por cuánto tiempo más el estómago seguirá siendo dueño y señor
de mi cuerpo? Pregunta para la que aún no tengo respuesta…pero aún me
queda una esperanza: mi cabeza está preparando la revancha…

Jueves 26 de agosto de 2010 17:51 hrs.

(la tarde que finalmente me comí una manzana!)

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