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Anillo de profirina (trazado en negro) que forma el Imagen de la formación (simétrica) de materia y
centro activo de la hemoglobina (El átomo de hierro antimateria. Un fotón procedente de la parte
en rojo, los azules son nitrógenos y los morados superior de la imagen se transforma en un par
átomos de carbono) electrón (materia) -positrón (antimateria). El
electrón sigue una trayectoria curvada en el sentido
véase el recuadro Simetría en nuestras venas de las agujas del reloj, el positrón en sentido
simétrico
Algo ocurre cuando abrimos los ojos y vemos simetría en nuestro mundo.
Cuando nuestros telescopios nos permiten deducir el orden simétrico de
las órbitas planetarias y de galaxias lejanas, o cuando escudriñamos con
nuestros microscopios la estructura interna de un cristal de nieve o un
grano de polen, el universo se mira en el espejo a través de nuestros
ojos. Pero además, cuando cada uno de nosotros abrimos nuestros
propios ojos y nuestra propia mente y descubrimos pautas que unen lo
grande y lo pequeño, lo pasado y lo futuro nos convertimos en partícipes
de la aventura del conocimiento, una aventura que nos brinda además un
placer muy especial, el placer de descubrir y comprender.
Pedro Gómez Romero es investigador y divulgador científico del CSIC.
Autor del libro "Metaevolución. La Tierra en el Espejo" , Celeste
Ediciones, Nov.2001.
La simetría es una de esas nociones que nos resultan más fáciles de intuir que de
describir o comprender con rigor. Tardamos menos en apreciar la simetría en las
alas de una mariposa que lo que se tarda en decir "una operación de simetría es
una transformación matemática que da lugar a una figura idéntica a la original o
una copia especular de la misma".
Cuando todo esto estaba bien establecido y, como sucede a menudo en
ciencia, alguien vino a cambiar el estado de la cuestión. Sin romper el
conocimiento adquirido ni contradecir la establecido en cuanto a redes periódicas,
Roger Penrose popularizó el concepto de cuasiperiodicidad con sus famosos
mosaicos, que llenan el espacio plano con pautas inusuales, de repetición no
periódica y que han tenido su colofón con el descubrimiento de materiales con
redes atómicas no periódicas conocidas como cuasicristales.
de vuelta a http://www.cienciateca.com/simetria.html
preguntas/comentarios a cienciateca@mail.com
©Pedro Gómez-Romero, 2002
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©Pedro Gómez-Romero, 2002
Polanía Sagra.
Hermann Weyl en su libro Simetría muestra cómo la fascinación por la simetría permea el
diseño y el arte, particularmente en el arte indígena colombiano. Para ello nos limitaremos a
trabajar en el plano.
Una simetría de un “objeto” es una transformación que deja el objeto invariante, lo cual no
significa que cada punto sea igual a su propia imagen, sino que, la imagen, bajo la
conjunto de puntos.
una figura, las cuales forman un grupo que, por el teorema de Cayley, es isomorfo a un
composición de funciones. (En una figura dada con frecuencia es posible encontrar puntos
claves que permiten representar las reflexiones y las rotaciones por permutaciones de esos
puntos).
Cualquier figura geométrica plana tiene un grupo de simetrías relacionado con ella, con
Figura 1
To2
Veamos ahora una figura que presenta alguna regularidad lo cual nos permite pensar que el
Figura 2
Si tomamos al eje Y del plano cartesiano como eje de simetría de la figura, podemos
relacionar esta simetría reflexional con la transformación T1: (x,y) ® (-x,y), claramente
esta figura no posee más simetrías, de donde, su grupo de simetrías es G ={ To, T1}.
Un ejemplo de simetría rotacional Rp de 180° está dada por Rp: (x,y) ® (-x,-y)
Figura 3
Figura 4
123 123
O 123 132
23
Y3
transformación idéntica.
centro del triángulo (intersección de las alturas, bisectrices y medianas) y, una reflexiónales
·A B C D E F
A A B C D F E
B B A F E D C
C C E A F B D
D D F E A C B
E E C D B F A
F F D B C A E
Observamos que cada reflexión es su propio inverso y que en las rotaciones, una es la
inversa de la otra.
impar, cada eje de simetría de P es una recta que pasa por un vértice y el punto medio
del lado opuesto. Ya que cada reflexión es su propio inverso, cada una de estas
diagonales) del polígono corresponde a una simetría rotacional r, la cual genera todas
hasta n veces, con lo cual genera un subgrupo cíclico de orden n del grupo de simetrías
del polígono.
2 34
Cualquier simetría del polígono es generada por combinaciones de una reflexión y una
rotación.
- Cuando el número de lados del polígono es par: En un polígono Q de n lados con n
par, cada eje de simetría de Q es una recta que o bien pasa por un par de vértices
opuestos, o bien por los puntos medios de un par de lados opuestos. Nuevamente, cada
una de estas reflexiones genera un subgrupo de orden dos. Así mismo, una rotación d
(Diapositiva 1) figura que presenta cuatro simetrías rotacionales de 90º, 180º, 270º y
360º .
2.1.2 Cultura Tairona: (Diapositiva 2) Este pectoral, atuendo importante en los actos
y poder; la figura completa presenta una simetría reflexional y, de forma parcial, seis
simetrías reflexiónales.
(Diapositiva 5) Tunjo utilizado como ofrenda en los templos para invocar o agradecer
un ruego. La figura total presenta una simetría reflexional y, de forma parcial, presenta
(Diapositiva 6) Tunjo.
Entenderemos por frisos aquellas “tiras infinitas” que se presentan en expresiones artísticas
y que manifiestan grupos de simetría diferentes de los estudiados en relación con las
configuraciones finitas. El aspecto más interesante de los grupos de simetrías de los frisos
conjuntos de transformaciones que los generan y observar una variedad ilimitada de diseños
de frisos.
d.
Una traslación T de una magnitud d en la figura, genera un grupo infinito de simetrías,
-1
una
Esta tira tiene una segunda simetría, bajo una rotación de 180º , que es el único tipo de
simetría rotacional que pueden tener los frisos por su extensión finita en un sentido e
Veamos ahora la reflexión sesgada, que combina una reflexión con una traslación de la
imagen reflejada. En los frisos, el eje de simetría de la reflexión es la recta que pasa por el
Hemos establecido que en los frisos a lo sumo hay un eje de simetría horizontal, así como
solo puede haber simetrías rotacionales que correspondan a rotaciones de 180º . En cambio,
puede haber varios ejes de simetría verticales en cuanto se repita el diseño básico.
A partir de un análisis de los generadores de los grupos podemos concluir que existen
solamente siete grupos de simetrías, salvo isomorfismos, que corresponden a los frisos.
b de 180º .
Los frisos en el arte indígena se encuentra, como ya se dijo, principalmente en los tejidos,
cerámicas y rodillos.
central.
(Diapositiva 11) Brazalete repujado. Presenta una reflexión y una rotación de 180º.
(Diapositiva 5) Tunjo.
(Diapositiva 9) Mochila.
Antioquia. Para el VIII encuentro ERM en San Juan de Pasto, septiembre de 2001.
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Abstract: A history of the processes of transcription of rock art in Colombia. Rock art
research in Colombia has developed in a slow and precarious way. Since the late 19th
century, the study of this art has become more complex. Even today we are not able to
accurately define it. The impossibility to relate it to specific archeological contexts and its
under-valued esthetic worth, a product of inherited cultural prejudices, have contributed to
official and academic misunderstanding. On the other hand, the finding of many new
zones, and the necessity to implement accurate documentation methods, has forced a
limited number of part-time researchers to confront current problems in rock art research,
but they are nearly always limited by personal time restrictions.The irregular evolutionary
process of investigation and the lack of printed material available, (mostly written during
the first half of this century), have been the main reasons the international community
knows little about in-country investigations.
En 1924 Miguel Triana publica en La Civilización Chibcha la interpretación que le
sugieren lo signos pictográficos de la roca de Pandi (Cundinamarca); de uno de los motivos
el autor afirma: “...está dividido en seis cuadratines, cada uno de los cuales encierra dos
signos cursivos, de tan limpios perfiles que hacen desaparecer la hipótesis de que
pudieran ser el resultado del capricho casual del pintor. Nueve de las veinticuatro letras
del alfabeto griego descubre allí el ojo maravillado del observador.”(Fig.1) . Cuando el
lector desprevenido observa la transcripción gráfica que acompaña esta afirmación no le
queda otro remedio que, al igual que Triana... maravillarse. La roca o Piedrapintada de
Pandi fue una de las primeras en reseñarse en el país (durante los viajes realizados por la
Comisión Corográfica, 1850-59), de ella y de algunas otras rocas Manuel María Paz realiza
las primeras transcripciones (acuarelas) de monumentos rupestres en el país. Al observar
dicha transcripción (fig.2) y compararla con la que Triana publica 70 años mas tarde se
deduce que el autor no conoció la roca in situ , los motivos de la pictografía los tom— de la
acuarela, que aunque resulta aproximada en cuanto a la configuración de los motivos es
equívoca en la escala y en la lectura tergiversada de algunos sectores, en uno de los cuales
Triana cree ver letras del alfabeto griego, lo que le da pie para apoyar sus teorías
hiperdifusionistas.
Fig.3.Piedrapintada de
Fig.2.Piedrapintada de Pandi. Pandi Fotograma de
Fig.1.Piedrapintada de Pandi.
Acuarela de Jose Maria Paz, Guillermo
Dibujo de Miguel Triana, 1924
mediados del siglo XIX.
Muñoz,1980.
Si bien, no es del caso presentar en este artículo una crítica a los criterios que han ido
configurando las hipótesis sobre la significación y función del arte rupestre colombiano a
través de la historia de su investigación, si resulta pertinente esclarecer cuáles han sido las
principales carencias que de métodos y técnicas de transcripción ha adolecido, esto con el
fin de vislumbrar la implicación de dichos criterios en las consecuentes tesis que se han
generado en torno a la problemática del arte rupestre nacional.
En 1980 Muñoz et al visitan la roca de Pandi como parte de un plan de revisión del
inventario bibliográfico existente, la desproporción no pudo ser mayor, las magníficas
dimensiones (6 m.de altura) que presentaba el levantamiento de la Comisión Corográfica se
vieron reducidas a un pequeño (1,80 m), aunque no menos imponente panel pictográfico, y
las letras griegas que creyó identificar Triana resultaron ser no mas que otro de los
ininteligibles signos de la iconografía rupestre del altiplano cundiboyacense (fig.3). Como
éste existen infinidad de casos en los que se reparó que la transcripción que del motivo
rupestre hace el dibujante, siempre ha estado condicionada por su percepción, por lo que se
termina presentando una versión diferente del original. Tal parece que para los primeros
investigadores el dibujo no resultaba escencial para la presentación de sus trabajos, hasta se
puede afirmar que sólo presentaron el material que se adaptada a la comprobación de sus
hipótesis.
Durante esta primera etapa de la investigación vale la pena rescatar el trabajo de Lázaro
María Girón, diplomático y viajero de finales del s. XIX quien realizó una visita a la zona
de Chinauta y Anacutá (1882) y reseñó varias rocas con la intención de “buscar y copiar las
antiguas inscripciones indígenas” y presentar un informe descriptivo de lo hallado; éste es
tal vez el primer intento juicioso de elaboración de un inventario de vestigios rupestres. En
dicho informe, Girón no sólo describe la ubicación exacta de las rocas sino que realiza
cuidadosos levantamientos de los motivos y principales rasgos (fig.4).
Hacia 1885 se presentan otros intentos aislados de transcripción como el caso de las
planchas con dibujos de petroglifos de la Sierra Nevada de Santa Marta elaborados por el
escritor Jorge Isaacs (fig.5). En ellas el autor transcribe, con un estilo muy particular, los
diseños y aunque intenta por primera vez una similitud con la textura de los trazos, el
resultado es confuso ya que no se delimitan bien los contornos y se presentan carentes de
contexto (forma de la roca y distribución espacial de los motivos).
Fig.12.Petrogl
ifo El encanto.
Fotografía y
tizado de E.
Silva Celis,
1968.
Fig.13.Petroglifo de
Sasaima. Transcripcion a
Fig.14.Conjunto de rocas. Dibujo de W. Cabrera Ortíz, 1968.
escala de W. Cabrera Ortíz,
1968.
Con estos dos trabajos parece concluir la serie de trabajos monográficos que pretendían
elaborar las tésis generales sobre la problemática rupestre en el país. Cada investigador
retomaba los trabajos de sus antecesores e incorporaba nuevos elementos y zonas a la
discusión, pero este intento de generalización parece haber sido el principal obstáculo para
pensar en la singularidad de cada zona, de cada yacimiento, de cada roca, de cada motivo.
Desinterés y superficialidad para aplicar criterios rigurosos de transcripción han sido patrón
común a todas las investigaciones, hecho que ha generado el gran vacío documental del
que adolece hoy en día el estudio del arte rupestre en el país. Al revisar muchas de las
zonas que han sido reseñadas, Muñoz et al pudieron constatar que alrededor de cada roca
descrita existía una gran concentración de yacimientos que no fueron siquiera nombrados.
Ejemplos como los de la zona de Suacha-Bosa (descrito el 10% de lo existente), El Colegio
(descritas 17 rocas y halladas hasta la fecha algo mas de 500), Tibacuy y Anacutá (6 rocas
de 50), son claramente ilustrativos de la alta densidad de manifestaciones rupestres que
yacen en territorio colombiano, y no solamente es de resaltar el número, sino la compleja
variedad y particularidad de cada una de las zonas. Con lo anterior sólo queda claro el
incipiente estado en que se hallan los procesos de documentación y de investigación con
criterios descriptivos.
Para los últimos años son cada vez más escasos los estudios descriptivos que se realizan.
Alvaro Botiva C. (1986). presenta algunas fotografías en el informe sobre las pinturas del
río Guayabero y cita posibles métodos de transcripción (calcos y estereofotogrametría) que
deberían aplicarse para un adecuado levantamiento, pero estos no son llevados a cabo.
(fig.16)
Fig.15.Petroglifo La
pedrera-Araracuara. Fig.16.Pictografía en
Transcripción de Guayabero.Fotografía de
Elizabeth Von Alvaro Botiva, 1986.
Hildebrand, 1975.
Con la elaboración de varias tésis de grado (Inés Elvira Montoya ,1975; Silvia Botero y
Menno Oostra, 1977) se percibe un creciente interés en el arte rupestre por parte de los
medios académicos, especialmente en las facultades de antropología, pero a pesar de las
buenas intenciones nunca se lograron crear verdaderos criterios metodológicos que
resistieran aplicaciones posteriores, las técnicas empleadas (fotografías y dibujos a escala)
nunca alcanzaron la calidad necesaria para convertirse en documento. Investigaciones
recientes como la de José V. Becerra en la región de Ventaquemada,Boyacá (1990)
muestran una nueva, aunque excepciona,l tendencia a realizar registros mas detallados
(forma de la roca, orientación, calco de pictográfias, escala, ubicación). Sin embargo, al
revisarse el trabajo publicado, se observa que dicho material se ha rendido a una limitante
que ha sido común a otras investigaciones: la escala en la que se publica el material gráfico
no posee la suficiente resolución para convertirse en un veráz documento de consulta.
(fig.17)
Fig.17.Pintura rupestre No.,35 en Samacá. Ilustración
que describe la roca, los motivos rupestres, su escala y
orientación. J.V. Becerra, 1990.
1) Presentar una ubicación cartográfica que permitiera conocer el lugar exacto donde se
encuentran las rocas.
2) Generar una hoja con cuadrícula que permitiera dibujar la roca y sus condiciones
espaciales. Cada una de las rocas debería ser documentada en planta y alzado y con ello dar
una idea de la forma, del estado y ubicación de los pictogramas. Los dibujos realizados
deber’an tener todas las dimensiones y la inclinación de las rocas in situ. Del mismo modo,
se incluyeron datos sobre su orientación. Los pictogramas deberían ser reseñados por un
dibujante quien tomaría las dimensiones precisas de cada uno de los trazos y sus formas,
tratando de copiar las proporciones y las figuras tal y como aparecían en la roca. Del
mismo modo, el trabajo del fotógrafo debería ser los mas profesional posible en cuanto a la
calidad del material y a la evacuación ordenada de las figuras.
3) Realizar in situ algunas observaciones sobre las figuras y comentarios de cada uno de los
sectores (grupos pictóricos) que posee cada roca. Finalmente, hacer algunos comentarios
(por ejemplo, especulación general sobre localización de la roca y de los dibujos mismos)
que pudieran en el futuro dar pautas para contextualizar los motivos rupestres encontrados.
Con todos estos datos se pretendía tener un levantamiento de cada una de las rocas
supliendo así las deficiencias de los trabajos anteriores. La ficha actual (3) es el resultado
de la transformación de esta ficha de campo inicial. El resultado final es que la ficha ha
diversificado los temas y ampliado aspectos. La descripción de los yacimientos rupestres
presentes en la ficha es la síntesis de diversos trabajos de documentación (fig.18).
Fig.18. Algunos formatos de la Ficha de registro propuestas para el proyecto de documentación del
parque arquológico "Piedras de Tunja" en Facatativá.
Frottage de
un sector de
la cara
superior de la
roca.
Digitalizació
n con efecto
de relieve y
resalte de
niveles de
profundidad a
partir del
frottage.
Por D.
Martínez.
Tal parece que cada día es mas grande la brecha que nos separa del esclarecimiento del
enigma rupestre, cientos de teorías antagonizan o se interrelacionan para liderar su
explicación a nivel internacional, lo único seguro es que los grabados y pinturas están allí y
este legado cultural está expuesto no solo al deterioro por la acción de los elementos
naturales sino a la que causa el hombre, la mayoría de las veces, por simple ignorancia. Se
hace necesario entonces, incrementar esfuerzos para diseñar verdaderas estrategias de
rescate, pensadas desde la conservación y consolidación de la roca y los motivos, hasta la
elaboración de completos inventarios unificados bajo un mismo criterio descriptivo. El
esfuerzo realizado por los investigadores que han afrontado la problemática rupestre en
estos cien años, se ha visto eclipsado por la falta de rigor en la documentación, tal vez
agobiados por la urgencia de elaborar interpretaciones y plantear apresuradas hipótesis que
saciaran la agobiante sed de respuestas que plantea el enigma pétreo. Ya no es posible
pretender, por ejemplo, elaborar cuadros de recurrencias tipológicas de una región
determinada(4) con el estudio y descripción de sólo un pequeño porcentaje de las rocas
existentes, ni mucho menos plantear teorías difusionistas por la simple observación de
similitudes formales entre dos rocas separadas entre sí por cientos de kilómetros(5). La
propuesta de elaborar juiciosos procesos desctriptivos y la creación de archivos
sistematizados de registro, son en últimas, sólo la primera instancia de un proceso que
tiende a rehacer sus malos pasos, y que sin subestimar el importante trabajo de los
pioneros, se proyecta hacia el futuro asumiendo un nuevo rol tal vez más discreto pero no
por eso menos ambicioso.
NOTAS
ARTICULOS RELACIONADOS
—¿Preguntas, comentarios? escriba a: rupestreweb@yahoogroups.com—
2000 (1997)
BIBLIOGRAFIA
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Vol 7 Edizioni del centro. Capo di Ponte, Italy, 1977.
BECERRA, Jose V.. Arte Precolombino. Pinturas rupestres del departamento de Boyaca-
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GUISLETTI, Louis V. Los Mwiskas, una gran civilizaci—n precolombina, Tomo II,
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