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II
III
IV
Marta, acudiendo presurosa al oír el ruido del portazo que hizo retemblar
la casa, pregunto a Axel si el profesor se había marchado sin comer, Axel
le afirmo que no volvería a comer nadie en la casa hasta que se haya
descifrado un antiguo pergamino. Cuando axel quedo solo se le ocurrió la
idea de írselo a contar todo a Graüben; pero no podía salir de casa porque
en cualquier momento regresaría el profesor con una nueva formula para
descifrar el pergamino, así aprovechando que un mineralogista de
Besanzón acababa de remitir una colección de geodas silíceas que era
preciso clasificar. Puso manos a la obra, y escogió, rotuló y colocó en su
vitrina todas aquellas piedras. Entre tanto la cabeza le daba vueltas,
sobrecogido por una vaga inquietud. Presentía una inminente catástrofe.
Al cabo de una hora, había terminado y se sentó a descansar;
imaginándose donde estaría su tío corriendo bajo los frondosos árboles de
la calzada de Altona, gesticulando, golpeando las tapias con su pesado
bastón, pisoteando las hierbas, decapitando los cardos e interrumpiendo
el reposo de las solitarias cigüeñas.
VI
VII
VIII
Rapidamente avanzó sobre las sombrías aguas del Gran Belt. Ala
siete de la noche desembarcaron en Korsör, donde trasbordaron a
otro ferrocarril aun faltando dos horas para llegar a Dinamarca.
Estado ya ubicados en Copenhague, el profesor y Axel buscaron el
museo de Antigüedades del Norte, entrevistándose con el director
el profesor Thomson, a quien le entregarían una carta de
recomendación manifestándole que solo visitarían a Islandia en un
viaje de recreo, para no revelar el secreto de su verdadera
intención. Asi que el señor Thomson los acompaño a buscar un
buque que partiera en breve, y en efecto encontraron una pequeña
goleta danesa, la Valkvria, y abordo el capitán el señor Biarne,
luego de hacer un buen arreglo y después de reembolsarle una
buena suma se despidieron del señor Thomson y se fueron a
almorzar y visitar la ciudad; después de un largo recorrido del cual
nada llamo la atención del profesor a excepción de un campanario
que se erguía en la isla de Amak, que forma parte del barrio SO. de
Copenhague y se dirigieron hacia él a través de un pavorcito y al
llegar subieron por las escaleras que formaban un espiral alrededor
de la iglesia, con el fin de acabar con el vértigo que sufría Axel.
Después de mucho esfuerzo Axel llego a la cúpula y observo el
panorama, y durante cinco días repitieron el mismo ejercicio.
Alcanzando bastantes logros.
IX
Llegó el día de la marcha, el señor Thomson les llevo cartas de
recomendación y con gran amabilidad y gratitud el profesor le dio
un fuerte apretón de mano. Ya abordo de la Valkyria, e instalados
en unos pequeñísimos camarotes el profesor instalo conversación
con el capitán. Una hora más tarde, la capital de Dinamarca parecía
sumergirse en las lejanas olas, y la Valkiria rozaba casi la costa de
Elsenor. Enterándose que la travesía duraría mas o menos diez días.
El día 3 reconoció el capitán la isla Myganness, que es la más
oriental de este grupo, y, a partir de este momento, hizo rumbo al
cabo Portland, situado en la costa meridional de Islandia. La
travesía no ofreció ningún incidente notable. El profesor paso el
viaje mareado cosa que agrió su carácter. El día 11 montaron al
cabo Portland, permitiéndo distinguir el Myrdals Yocul, que lo
domina. No tardaron en descubrir un inmenso peñasco, horadado
de parte a parte, a través del cual pasaba enfurecido el espumoso
mar. Cuarenta y ocho horas después, sorteada una tempestad que
obligó a la goleta a correr a palo seco y, tres horas más tarde,
fondeaba la Valkyria delante de Reykiavik, en la bahía de Faxa.
Entonces salió por fin el profesor de su camarote, algo pálido y
quebrantado, pero con el mismo entusiasmo de siempre y con la
satisfacción retratada en su semblante. Los habitantes de la ciudad,
a quienes interesaba en extremo la llegada del buque, del que
todos tenían algo que recoger, se agruparonen el muelle. Antes de
bajar el profesor llevo a Axel a la proa y le indico con el dedo El
Sneffels. Al bajar lo esperaba el gobernador de la isla, el señor
barón de Trampe el profesor le entregó las cartas que traía de
Copenhague; fue muy bien recibido por las autoridades de la isla. El
profesor allí a provecho para ir a la biblioteca a buscar algún escrito
de Saknussemm, entre tanto Axel recorrió la ciudad en tres horas y
luego regresó a la casa del señor Fridriksson
X
XI
Al otro día después de pasar una buena noche Axel se reunió con el
profesor que muy temprano hablaba con hombre de figura atlética,
cabello largo y ojos azules de aspecto tranquilo supuso que era el
hombre que les serviría de guía y en ese momento atendía a todo lo
que el profesor le decía, se llamaba Hans Bjelke, y en efecto seria el
futuro guía y se entendía bien con el profesor y su oficio seria
acompañarlos todo el tiempo que consideren necesario. En virtud
de lo que habían acordado Hans se comprometió a llevarlos a una
aldea llamada Stapi situada al pie del volcán Sneffels por el camino
más corto, con la compañía de cuatro caballos, partirían el día 15
de junio. Durante el transcurso de las 48 horas faltantes Axel se
dedicaron a hacer los preparativos: los instrumentos a un lado, las
armas al otro, las herramientas en este paquete, los víveres en
aquel otro, agrupándolo todo en cuatro divlsiones principales.
XII
Al salir de Reykiavik, Hans los guió por la orilla del mar, el profesor
se notaba impaciente pero resaltaba el trabajo de los caballos
islandeses, que no se detendrían por ningún camino por difícil que
fuera, Axel se preocupaba por el guía que iría a pie todo el camino y
se preguntaba si lograría hacerlo, pero el profesor lo tranquilizó
diciéndole que era su naturaleza y que llegado el caso si se cansaba
el le cedía su caballo, ya que el moverse poco le causa calambres y
seria bueno de vez en cuando caminar. A paso rápido el país iba
estando ya casi desierto.
Dos horas después de haber salido de Reykiavik, llegaron a la villa
de Gufunes, llamada aoalkirkja o iglesia principal. Hans se detuvo
allí media hora, aproximadamente, almorzaron y acordaron que
pasarían la noche en Gardär un caserío ubicado a cuatro millas de
Reykiavik. No tardaron en entrar en un pingtaoer, lugar de
jurisdicción comunal, nombrado Ejulberg, allí dieron descanso a los
caballos, luego a las cuatro de la tarde habían avanzado cuatro
millas. Luego al tener que pasar un verdadero brazo de mar el
caballo del profesor se detuvo y al este obligarlo a seguir hizo que
el caballo lo dejara plantado sobre dos piedras de la orilla. El guía
sugirió una barca y vieron una barca que los transportaría con
caballos y todo pero tendrían que esperar a que creciera la marea
para esto esperaron hasta las seis de la tarde y en una hora
atravesaron el fiordo sin accidente ninguno. Media hora después
llegaban al Gardä.
XIII
XIV
XV
Guiados por Hans por un estrecho sendero, Axel veía con interés las
curiosidades mineralógicas, analizando así la forma como se había
formado la isla, mientras caminaban sobre rocas pesadas, de color
gris oscuro, que al enfriarse habían adoptado la forma de prismas
de bases hexagonales. Así sus reflexiones lo fueron tranquilizando a
pesar de que el camino se hacia más difícil. Después de tres horas
llegaron a la falda del volcán, descansaron y almorzaron allí, luego
empezarían a subir las vertientes del Sneffels; encontraron
dificultades y tuvieron que ayudarse mutuamente durante hora y
media hasta que encontraron una especie de escalera que
simplificó la ascensión. Cuando quisieron descansar advirtieron que
se dirigía hacia ellos una tromba que no demoro mucho en chocar
con la montaña pero ellos ya se encontraban en la vertiente
opuesta y al abrigo de todo peligro recorrieron los 1.500 pies que
faltaba para llegar a la cumbre, Axel se sentía desfallecer de frió y
de hambre, cinco horas después a las 11 de la noche llegaron a la
cumbre.
XVI
XVII
XVIII
XIX
XX
XXI
XXII
Espero casi una hora dándose as i mismo muchas razones por las
que Hans se internara más dentro del túnel. Luego escucho sus
pasos y la luz se acercaba cada vez más y cuando llego se acerco al
profesor y lo despertó, en su idioma le dijo agua, agua, Axel
ignoraba el danés pero en ese momento comprendió todo lo que le
dijo. Y emprendieron la marcha, cuando pasó media hora
empezaron a escuchar un ruido, el profesor sabía que un río
subterráneo circulaba alrededor de ellos pero no veían nada una
pared de granito los separaba. Axel sintió de nuevo desfallecer y
perder sus fuerzas pero observo a Hans que tomaba la lámpara y se
acercaba a la pared y aplicó el oído a la piedra seca y lo paseó por
ella lentamente, escuchando con suma atención, buscaba el punto
preciso en que se oyera con más claridad el ruido, cuando encontró
el punto tomo el pico y se dirigió nuevamente al lugar dándole
pequeños golpes a la roca y así paso una hora en espera de ver
aparecer el liquido, pero justo cuando impaciente el profesor tomo
un pico se escucho como un silbido y salió con gran fuerza un
chorro de agua que toco la pared del frente. Hans grito de dolor,
igual lo hizo Axel cuando descubrió que estaba caliente. Bebieron
cuando ya estaba fría, le dieron a ese arroyuelo el nombre de Hans
Bach. Llenaron unas vasijas con agua y decidieron no taponar el
orificio de salida del agua, luego comieron y durmieron.
XXIV
XXV
XXVI
XXVII
Se sintió realmente desesperado al verse solo sintió que moriría de
hambre y de sed, pensó que en algún punto el caminos se había
bifurcado, entonces como haría sin poder ubicar huellas y mucho
menos dejar huellas en el suelo de granito y cuando se vio lejos de
todo socorro humano recurrió a la oración. Tenía víveres para tres
días y agua, lo importante para ubicarse era encontrar el cauce de
las aguas y empezó a subir por especio de media hora y encontró
un callejón sin salida desesperado pensó en la muerte y en como si
algún día encontraban su cuerpo en estado fósil, su aparición en las
entrañas de la tierra, a treinta leguas de su superfïcie, suscitaría
graves cuestiones científicas. Al tropezar con la pared y caer se
estropeó la lampar y pronto quedo en medio de la tiniebla. Al cabo
de varias horas ya agotado se desplomo y perdió la noción.
XXVIII
XXIX
XXX
XXXI
XXXII
XXXIII
XXXIV
XXXV
XXXVI
XXXVII
XXXVIII
XXXIX
XL
XLI
XLII
XLIII
XLIV
XLV
FIN