LATERCERA Domingo 16 de enero de 2011
País
Benjamín Moraga (2) murió en un incendio mientras dormía encerrado en su pieza en
Puente Alto y su madre celebraba la llegada de 2011. En su corta vida supo del abandono
y la negligencia, problemas que, según el Sename, van en alza. Por J. Poblete. Foto: Luis Sergio
La tragedia de Año Nuevo que
desnudó el desamparo infantil
T
ODAVIA hay niños
que juegan frente a
la casa de Benja-
mín, en el pasaje
Los Arcabuceros,
de la populosa
Puente Alto. Ya no
preguntan por él (la casa está va-
cía y no tendrían a quién hacerlo)
pero sí siguen comentando unos
con otros el incendio de Año Nue-
vo donde su amigo de dos años
murió asfixiado, encerrado en su
pieza, mientras su madre bailaba
en una discoteca.
Sus vecinos coinciden en que
hasta ese día Benjamín Moraga
Becerra era para ellos sólo un niño
que pasaba muchas horas confina-
do en una casa de menos de 60
metros cuadrados y saludaba a los
transeúntes a través de la reja. Di-
cen que otras veces tiraba la pelo-
ta a la calle y en ocasiones alguna
de sus zapatillas.
Las pocas veces que lo veían en
la calle solía llevar la ropa sucia.
La muerte de la madrugada del
1 de enero atrajo la atención so-
EL MENOR FALLECIDO
BenjamínMoragaBecerra
vivía con su madre en Puente Alto,
quien solía dejarlo solo y encerrrado.
Tenía tres medio hermanos, dos de
ellos bajo el cuidado del Sename.
INCREMENTO DE CASOS
8,3 %
se han incrementado los casos de
negligencia que registra el Sename
entre 2009 y 2010. Son 20.084 con-
tra 21.758 casos.
bre la situación familiar de Ben-
jamín, quien en su breve vida ha-
bitó en más de cuatro casas, en
ocasiones hacinado, siendo testi-
go de episodios de violencia y pa-
sando muchas horas encerrado.
Una situación catalogada por el
Servicio Nacional de Menores (Se-
name) como negligencia y que
en 2010 presentó 21.758 casos,
un 8,3% más que el año anterior.
Según vecinos de Puente Alto, las
semanas previas al incendio per-
noctó en una garita de micros,
junto a su madre, Nancy Becerra
Figueroa. Ella nació hace 28 años
cerca de Talcahuano, pero creció
en la población El Volcán, de
Puente Alto. No tenía oficio cono-
cido y afirman que era una bebe-
dora y fumadora frecuente, algo
que el 1 de nero tendría conse-
cuencias. De acuerdo con la inda-
gación del fiscal Juan Pablo Buo-
no Core, de la Fiscalía Metropoli-
tana Sur, dejó en un sillón un
cigarrillo encendido, lo que pro-
vocó el incendio que mató a su
hijo. Hoy permanece en prisión
RR En la casa de Puente Alto
donde murió Benjamín, aún
son visibles los efectos del
incendio. FOTO: LUIS SERGIO
preventiva, acusada de homici-
dio por omisión y abandono.
Cuando volvió a la casa, Carabi-
neros se la llevó para evitar que los
vecinos la agredieran. “La que-
rían linchar”, resume el fiscal.
Becerra no tenía muchos amigos
en el barrio, pero Soraya Guerra,
la dueña del local Mami Berta, era
una de las personas con quien más
hablaba. Ella cuenta que la mujer
vivió en esa casa junto a Cristián
Zapata (que no era el padre del
menor), entre enero y septiem-
bre pasados, y relata que la noche
de la tragedia Nancy llegó a su
casa a las 0.50 para dar el abrazo
de Año Nuevo y que se quedó allí
junto a Zapata. Berta asegura que
le preguntó reiteradamente por
su hijo, pero que ella le respondía:
“No se preocupe, vecina, si duer-
me toda la noche”. Dice, también,
que mientras estuvo ahí bebió y
fumó casi todo el tiempo.
Otros vecinos cuentan que Bece-
rra sí era una madre preocupada.
La celebración continuó y Nancy
Becerra se entretuvo un rato con
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FRASE
“La negligencia es un tipo
de maltrato que ha ido en
aumento (...) Se está dando
de manera transversal”.
Paula Paz de la Cerda,
directora metropolitana del Sename.
las máquinas de juego del local,
hasta que a las 3.00 Soraya Gue-
rra le dijo que partiría a saludar a
su hermana, a unas cuadras.
Entonces, Nancy hizo un alto en
la casa de Zapata, donde dormía
Benjamín, y luego partió a bailar a
una discoteca junto a su pareja.
Este es el momento en que, de
acuerdo con los antecedentes de la
fiscalía, la mujer habría dejado un
cigarrillo encendido en un sillón.
Luis Moraga Abarca es el padre
del niño muerto y quien disputa-
ba la custodia del menor. Moraga
sostiene que se enteró en la ma-
drugada de lo ocurrido y recuer-
da la última vez que lo vio: el do-
mingo 26, cuando le entregó los
regalos atrasados de Navidad: “Un
robot grande, una espada de luces
con un escudo, un set de pesca”.
Luis cuenta cómo se relacionó
con la mujer a fines de 2006: ha-
bía hecho el servicio militar en
Calama y trabajaba de guardia
cuando la conoció en una fiesta. Al
poco tiempo se fueron a vivir a la
casa de sus padres, pero luego
arrendaron una pieza y mantuvie-
ron una relación intermitente
hasta 2008. ¿Qué pasó? Recono-
ce que entre ambos hubo episo-
dios de violencia.
El joven no pudo tener la custo-
dia y ahora sólo se reconforta con
la noticia que le dieron en la mor-
gue: que su hijo no sufrió, ya que
murió por la inhalación del humo
y no por las quemaduras.
Los otros niños
Aunque pocos lo sabían antes de
Año Nuevo, Benjamín no era el
único hijo de Nancy. Según datos
del Sename, tiene otros tres: de
ocho, seis y cuatro años.
Todos de padres distintos.
En la entidad afirman que el ma-
yor tiene una deficiencia cogniti-
va y está en una residencia del
servicio desde 2007. La menor
participa del programa Familias
de Acogida para víctimas de mal-
trato. Del de seis años no se sabe
su paradero y el Sename desarro-
lla una indagación para hallarlo.
La directora metropolitana del
organismo, Paula Paz de la Cerda,
explica que estos casos no sólo
han aumentado: son los que reci-
ben con más frecuencia: un 37,4%
del total registrado en 2010.
“La negligencia es un tipo de
maltrato. Es el tipo de maltrato
que está caracterizado por la omi-
sión” de cuidados necesarios, dice
De la Cerda.
La sicóloga Soledad Larraín, con-
sultora de Unicef en protección,
sostiene que tras estos datos “hay
un número importante de situa-
ciones que no se detectan”. Estudios
del organismo sobre maltrato físi-
co revelan que éstos pueden llegar
a ser cinco veces mayores a los in-
formados. b