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Tres reglas imprescindibles para trabajar correctamente el espacio de nuestro escaparate:


 


 

 




El triangulo de oro: Permite un mejor trabajo del espacio, trabajando la altura, anchura y
profundidad de nuestro escaparate.

Siempre hay que imaginar que se trabaja dentro de un triángulo imaginario, lo que permitirá
centrar nuestro escaparate y optimizar la visualización. Se deben crear polos de atracción
dentro del escaparate para transmitir un mensaje más claro al cliente.




 
 

Altura: Trabajando un punto grande

Anchura: Trabajando un punto mediano

Profundidad: trabajando un punto pequeño


 
  


Triangulo imaginario isósceles izquierdo:

Triangulo imaginario isósceles derecho:

Menos es más

Los vacios hacen que los llenos tengan más importancia

Hay que crear dentro del escaparate zonas vacías. Estas zonas permiten dar más importancia
al producto que vamos a exponer, también permiten una lectura más rápida y captar mejor la
vista del cliente

Para facilitar las búsquedas de zonas vacias y equilibrar nuestro espacio nos ayudaremos del
triángulo de oro.