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Violencia cultural

Se refiere a los aspectos de la cultura que aportan una legitimidad a la utilización del arte,
religión, ciencia, derecho, ideología, medios de comunicación, educación, etc., que vienen a
violentar la vida. Así, por ejemplo, se puede aceptar la violencia en defensa de la fe o en
defensa de la religión. Dos casos de violencia cultural pueden ser el de una religión que
justifique la realización de guerras santas o de atentados terroristas, así como la legitimidad
otorgada al Estado para ejercer la violencia. Cabe añadir que toda violencia cultural es
simbólica.

La violencia directa es clara y visible, por lo que resulta relativamente sencillo detectarla y
combatirla. En cambio, la violencia cultural y la violencia estructural, son menos visibles,
pues en ellas intervienen más factores que determinan que el detectar su origen, prevención
y remedio sea más difícil.Se pueden añadir más categorías para las diversas formas de
violencia:Violencia emocional: Se refleja a través de desvalorizaciones, amenazas y críticas
que funcionan como mandato cultural en algunas familias o grupos sociales y políticos.

Violencia juvenil: Se refiere a los actos físicamente destructivos (vandalismo) que realizan
los jóvenes y que afectan a otros jóvenes (precisemos, aquí, que los rangos de edad para
definir la juventud son diferentes en cada país y legislación). En todos los países, los
principales actores de este tipo de violencia son los hombres, y la educación social es tal
que el joven violento lo es desde la infancia o temprana adolescencia. Sin embargo, la
interacción con los padres y la formación de grupos, parches, galladas o pandillas aumenta
el riesgo de que los adolescentes se involucren en actividades delictivas, violentas ( accion
directa ) y no violentas (acción no directa).

Violencia de Género: Actos donde se discrimina, ignora y somete a la pareja o cónyuge,


por el simple hecho de ser del sexo opuesto. La violencia de género no sólo atiende al sexo
femenino, pero los casos de violencia de género casi siempre o siempre son de el hombre
hacia la mujer.

Se cuestiona la utilización del argumento de las diferencias biológicas para justificar una
serie de desigualdades en términos de derechos, privilegios y actividades entre hombres y
mujeres, como si fueran parte de la naturaleza humana, cuando en realidad son
construcciones sociales y culturales. La violencia de género se puede manifestar de forma
similar para ambos sexos sin embargo, la opresión que experimentan las mujeres, existe y
se reproduce en la cultura y la sociedad, es más dominante.

Qué es la cultura de la violencia?

La podemos definir como aquella en la cual la respuesta violenta ante los conflictos se ve
como algo natural, normal, incluso como la única manera viable de hacer frente a los
problemas que nos encontramos a diario.

El cine puede ser una herramienta muy útil para trabajar la cultura de la violencia: muchas
películas se nutren de ella, narran historias que muestran una realidad marcada por este tipo
de cultura, tan expandida.
Las preguntas incluidas en las fichas de cada película persiguen este objetivo: abrir el
debate, aumentar la capacidad reflexiva y crear una conciencia crítica en los jóvenes en
relación a esta cultura de la violencia en la que vivimos inmersos.

El resultado de la violencia cae dentro de los delitos y se interpreta según el Código Penal.
El delito puede ser declarado como grave, mereciendo la máxima pena, o leve, con penas
risibles, aprovechando las muchas atenuantes que contiene la ley. Pero no vamos a entrar en
polémica sobre la materia legal, porque lo que nos interesa es el aspecto psicológico y
social que la violencia juega entre nosotros.

La enorme cantidad de muertos, lesionados y dañados durante las vacaciones de Semana


Santa recién pasadas es evidencia de que la cultura de la violencia que el país siempre ha
sufrido ha llegado a proporciones de crisis. Lo que deseamos recalcar es que la
proliferación de las maras y la degeneración de nuestra sociedad, en gran parte, está
fundamentada en nuestra cultura de la violencia.

Los delitos contra la propiedad son fáciles de interpretar, mientras que los delitos contra la
vida y la integridad personal muchas veces parecen cosa de locos y caprichosos. Entre ellos
se encuentran los asaltos o ataques, lesiones y, desde luego, el homicidio y asesinato.

No todos estos están contenidos en el Código Penal Salvadoreño, pero sí están incluidos en
los estudios de la psicología anormal (irregular), que es el tema de nuestro artículo.

Lo que para una cultura es completamente normal, para otra es monstruoso. Los
salvadoreños aceptan vivir en un medio donde los problemas y las diferencias se resuelven
con la violencia.
Se ha comprobado en la práctica lo que los psicólogos habían concluído e incluido en los
textos sobre la conducta irregular.

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