Cristianos: ¿Quiénes somos?
que cualquier capacidad humana y ha
El hombre desde los inicios de la
humanidad siempre ha perseguido su
razón de ser, su objetivo en esta vida,
que en ocasiones, para algunos, es
simplemente disfrutarla sin tener en
cuenta nada más; como decían los
antiguos romanos “Pan y Circo”, es
decir, comer, beber y divertirse hasta
hastiarse, sin importarles lo que
sucedía a su alrededor: hambre,
muerte, injusticias, abuso de poder,
corrupción, en fin una sociedad
destruida desde sus bases.
Cuestionémonos: ¿se parece en algo
lo anterior a nuestro tiempo?
Pienso que asistimos a una época en la
cual a pesar de haber avanzado en
tecnología, conocimiento científico y
médico; hemos olvidado por completo
lo que verdaderamente significa el
“Vivir”, ya que más nos importa el
“tener, poder y poseer”, pilares
“fundamentales” de la sociedad actual,
antes que construirnos como personas.
Y la pregunta entonces es ¿Dónde
cabe Dios en todo esto? –
Lamentablemente Él no cabe –
Él, que nos regalo todo lo que nos
rodea, quien nos dio la vida y
capacidad de hacer todo lo que
podemos y aun no descubrimos que lo
podemos, Él, que vino a la tierra a
sufrir, sonreír, caminar, a sentir el
calor del abrazo de una madre, Él que
Murió por ti, por mi; en realidad ¿no
cabe?
¡Qué engaño tan grande! Lo único que
sucede es que cuando algo nos exige
un poco de compromiso lo
desechamos lo tratamos de relegar, de
botarlo a un rincón; lo que no nos
hemos dado cuenta es que Él, es más
trascendido en el tiempo y el espacio y
se manifiesta de modos inimaginables.
Amigos, recordemos que el “Ser
Cristiano” es “Ser de Cristo” y por
esto no basta con llevar una camiseta
con su imagen, cargar una cruz o
hacernos llamar “pastorales”; hace
falta vivir como Él nos ha propuesto y
cumplir en la medida de nuestra
humana capacidad las exigencias del
“Ser Cristianos”.
“Vayan y anuncien a todos los
pueblos la Buena Nueva….. (Mc.
16,15) y bautícenlos en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
(Mt. 28, 19)” es el mandato de Cristo
Resucitado, a todos los que
pretendemos llamarnos “cristianos”;
Sí, pretendemos, porque en realidad
no somos ni la mínima expresión del
“Ser Cristiano”
Cómodos espectadores de las
realidades injustas y cruentas de
nuestro tiempo; impávidos ante el
paso de Dios por nuestras vidas, que
quiere ser reconocido en el más
necesitado de los más necesitados.
Débiles y tímidos ante el mal del
mundo moderno. Cristo exige
compromisos firmes y permanentes,
que nazcan del corazón humano,
que sean vivos testimonios de Amor al
que está a nuestro lado. Nos pide en
definitiva “Servir”, solamente Servir
como él lo hizo, hasta entregar
nuestra vida por la causa del Reino
de Amor, Justicia y Paz”
David Esteban Alemán Fierro.