Está en la página 1de 1

Cuando llegamos a esta Universidad, entramos con el anhelo de llegar a algún día a ser

profesionistas algún. Nuestras familias hablaban sobre nosotros como “los futuros
profesionistas”.

Cuando ingresamos a esta universidad, entramos con un anhelo de ser profesionistas, llegar
aquí fue un logro para nosotros, y un orgullo para nuestras familias. Sin embargo el orgullo
se confunde con la nostalgia de “terminar” una etapa de nuestras vidas. Quizá la mayoría
de nosotros deben se estar sintiendo n

. Hoy podría estarse repitiendo esa sensación. Estoy casi segura de que así es. Sin embargo
algo ha cambiado. El orgullo se confunde con la nostalgia de “terminar” una etapa de
nuestras vidas. Al mismo tiempo, deben estar sintiendo como yo, el nerviosismo de estar a
punto de empezar algo completamente distinto.

Hace cinco años, unos más, otros menos, entramos a esta Universidad, algunos de nosotros
tal vez sin la certeza de haber elegido la carrera apropiada. Pero nuestras expectativas
fueron cambiando según el aprendizaje adquirido dentro y fuera de las aulas; a veces
aprendimos las mejores lecciones en los pasillos o en esas cotidianas conversaciones rumbo
a la cafetería, la biblioteca o el mismo estacionamiento con nuestros compañeros. Algunas
veces el camino estuvo oscuro y quizá más de uno quiso dar vuelta en la esquina más
cercana, pero ninguno de nosotros lo hizo y hoy, en vez de tener que conformarnos con una
esquina, tenemos un crucero para nosotros solos.

También podría gustarte