El viento soplaba muy fuerte provocando el continuo movimiento de las hojas

de los árboles que rodeaban el cerco que se encontraba en mitad de aquel

oscuro lugar.
Mientras la noche caía muy lentamente, unas tenues luces aparecieron de la
nada. Dos diminutos focos de luz se posaron en el cerco mientras se
balanceaban al ritmo del movimiento de las hojas de los árboles que caían
algunas en el suelo y otras salían volando.
Al cabo de unos minutos y durante un instante; el viento se detuvo y aquellas
dos luces que habían estado moviéndose al ritmo, se chocaron entre sí dando
lugar a una explosión de luz que iluminó todo el lugar durante unos minutos.
En aquellos minutos; miles de imágenes aparecieron en donde estaba
sucediendo la explosión de luz. Las imágenes se intercalaban rápidamente;
rostros de personas se sonreían y bailaban al compas de una música que
parecía sonar; mientras, dos jóvenes con mascaras en los rostros, se
acercaban lentamente al centro del haz de luz y se miraban. Sus manos se
entrelazaron lentamente y con mucha suavidad; la otra mano del muchacho
cogió a la muchacha de la cintura y mientras se observaban fijamente
comenzaron a moverse al compás de la música que no dejaba de sonar.
Bailaron y bailaron sin dejar de mirarse a los ojos a través de las máscaras y
con una tierna sonrisa en el rostro dirigida al otro.
Finalmente, y muy despacio, el viento volvió a mover las hojas de los árboles
haciendo que ambas luces que habían estado pegadas la una a la otra
mientras aquellos dos jóvenes bailaban, se separasen y fueran alejadas la una
de la otra. Los jóvenes trataron de cogerse las manos pero les fue imposible y
finalmente cada haz de luz fue hacia un lado alejándose completamente del
lugar y provocando que aquel maravilloso encuentro que al fin se había
producido y que tanto tiempo habían estado esperando aquellos dos
enamorados nunca más se volviera a producir… ¿o quizás si?
Quién sabe, quizás el destino les tenía reservado otro encuentro más adelante
en el que finalmente ambos pudieran estar juntos para siempre. Lo que nunca
nadie podría saber, era el misterio que rodeaba a aquellas gotas de luz que
habían salido volando… ¿Qué podrían ser? ¿Acaso eran las almas de los
jovenes?

Nadie tenía una respuesta clara... unicamente el tiempo era el verdadero

conocedor de aquellas respuestas formuladas.