La flor es el órgano de reproducción de las plantas
fanerógamas, y existe en el reino vegetal en una
gran variedad de colores, tamaños y formas; no es un simple adorno, por el contrario cumple con la importante función de la reproducción sexual de las plantas. Algunas partes de una flor fecundada se transformarán en la semilla y otras en el precioso fruto.
Las partes principales en la mayoría de flores son:
Corola: está formada por los pétalos, que generalmente son de vistosos colores. Cáliz: está formada por los sépalos, que casi siempre son de color verde. Androceo: parte masculina de la flor, formada por los estambres. Cada estambre se divide en filamento y antera. En las anteras se guarda el polen. La polinización es la transferencia del polen desde el androceo hasta el gineceo. Gineceo o pistilo: es la parte reproductiva femenina de la flor. Consta a su vez de estigma, estilo y ovario, que contiene los óvulos. Las flores que poseen las cuatro partes principales: corola, cáliz, androceo y gineceo, se llaman flores completas. Las que carecen de una o varias se llaman incompletas.
Las plantas que poseen flores se conocen como
fanerógamas y las que carecen de ellas son conocidas como criptógamas, dentro de este grupo se incluyen los musgos y los helechos. Las plantas criptógamas se reproducen en forma diferente por medio de esporas.