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a. Las secuencias temporales, con las cuales empiezan estos problemas para los más
pequeños, y pueden continuar después.
b. Las secuencias lógicas que consisten en descubrir relaciones lógicas entre dos,
tres o más imágenes que representan situaciones reales, y expresarlas verbalmente.
c. Los de responder a preguntas formuladas oralmente ante una o más imágenes que
los niños y niñas tienen presente ante su mirada.
Son las situaciones imprevisibles, del día a día, que hay que aprovechar. Toda
situación tiene elementos matemáticos. Sólo falta formular algún interrogante y
acompañar la reflexión de los alumnos, para que se convierta en el más auténtico de los
problemas.
Desde luego, para ellos no hay reglas ni ejemplos posibles, siendo cada maestro o
maestra quien debe discernir, sobre la marcha, los criterios a aplicar, absolutamente
improgramables, y por tanto más interesantes que nunca.
Aunque se trata de otro caso, podemos incluir aquí los problemas llamados
“contextualizados", que tienen como punto de partida un contexto muy cercano a los
niños y niñas, es decir que aunque no sea hoy presente, estuvo presente en sus vidas
algunas veces, y por tanto será fácilmente evocado y comprendido. Tanto unos
problemas como otros, destacan por su alto grado de motivación, y sobre todo por
establecer un auténtico puente entre las matemáticas y la vida.
3. PROBLEMAS DE LÓGICA.
Como su nombre indica, son aquellos que se resuelven únicamente por razonamiento
lógico. Pueden tratar de elementos numéricos o geométricos o simplemente de las
cualidades de las cosas o de hechos de la vida corriente, pero la solución se refiere no
directamente a estos elementos sino a la lógica de algún tipo de relación o
encadenamiento entre ellos. De ahí que su objetivo sea la capacitación de los alumnos
en razonamiento lógico.
Deberían practicarse a menudo, de manera casi sistemática y desde luego en todas
las edades, desde Infantil hasta la ESO.
Generalmente la solución es única, es decir, no suelen ser del tipo que hemos
llamado "abiertos" (n° 5).
Por esto no los hemos incluido entre los del apartado anterior, a pesar de que
comparten con ellos muchas características. Su objetivo prioritario es pues, el de
desarrollar las capacidad de agilidad mental y de ingenio, muy interesantes de
potenciar, ya que favorecen en los niños y niñas una mentalidad más amplia y abierta, y
al mismo tiempo eficaz.
5. PROBLEMAS ABIERTOS.
Son aquellos que admiten más de una solución. Los alumnos buscan "su" solución
individualmente, y después son invitados a exponerla ante sus compañeros y a saber
justificarla. Son los problemas más genuinos y más interesantes en la perspectiva de la
nueva concepción de lo que es un problema, tal como la hemos presentado en el
planteamiento general previo.
Al final, se establece un diálogo entre todos, que ayuda a ir clarificando todas las
verdades, y que contribuye a educar en el trabajo cooperativo. En este diálogo, el
maestro, y toda la clase deben admitir todas las soluciones que son posibles
lógicamente, y rechazar sólo aquellas que no lo son (que por otro lado suelen ser
poquísimas). Ello fomenta el respeto por las soluciones y estrategias de los demás, y nos
hace constatar que todos aprendemos de todos.
Al mismo tiempo, conviene subrayar el hecho de que todos los problemas deberían ser
abiertos en lo que se refiere a los medios de resolución, que cada alumno puede elegir
con toda libertad (ver n° 6, más abajo)
Los alumnos deberían tener la libertad de acudir a ellos siempre que quieran,
decidiendo cada vez si necesitan material, dibujo, calculadora, instrumentos de medida o
geométricos, etc
Cuando han representado algo por escrito (dibujo o esquemas...) conviene que se
habitúen a pasar, gradualmente, a representaciones ya un poco simbólicas, creando
ellos mismos sus propios símbolos, hasta llegar al lenguaje numérico, y más tarde al
algebraico.
Se trata de que los niños y niñas inventen problemas a partir de algunos datos o
condiciones que nosotros les indicamos, y finalmente por propia iniciativa.
• Para los demás podemos dar la información con dibujo, tabla, esquemas, o incluso
con alguna operación numérica, y a partir de ahí pedir la redacción de un
enunciado.
8. PROBLEMAS DE CÁLCULO:
Son quizás los más corrientes, pero insistimos en que ni nosotros ni los alumnos
los identifiquemos con la totalidad, es decir con la palabra "problema". Además es
esencial tener en cuenta que el aspecto numérico siempre debe estar supeditado al
aspecto lógico, que es el prioritario.
b. De cálculo mental: En ellos los alumnos necesitan resolver alguna operación sin
material, ni calculadora, ni lápiz y papel. La base ha de ser la imaginación de las
cantidades, y no la memoria de los números escritos.
c. De hallar números a partir de pistas: Se trata de hallar números que cumplan unas
consignas dadas, lo cual les da un carácter lúdico y un parecido con los enigmas y
problemas de lógica. A veces no son fáciles, ya que hay que tener en cuenta todas las
pistas a la vez, y distinguir por cuál de ellas conviene empezar.
f. Problemas de estimación: Son problemas que proponen anticipar una posible solución,
a vista, antes de decidir el camino a seguir. La estimación es una habilidad a practicar
siempre, pero en estos problemas la proponemos no como medio sino como objetivo.
Requieren tener cierta experiencia en el tema que forma la trama del problema.
g. Juegos y actividades con calculadora: Son tan diversos y numerosos que merecen un
tratado a parte.
Ideas para ayudar a la realización de problemas de este tipo: (han sido ya citadas a lo
largo de este apartado).
Son los que inciden en las dificultades de comprensión del texto o enunciado.
Enseñan a fijar la atención en la información, lo cual va más allá de la pura comprensión
lectora. Dichas dificultades pueden venir de distintas causas, y atendiendo a ellas
tendremos problemas de las siguientes características:
b. Para propiciar el análisis del enunciado: En ellos no se pide una solución, sino
únicamente responder algunas preguntas, cambiar el texto, completarlo, etc. Los
alumnos empiezan teniendo que aceptar esta limitación, que les parece banal, y acaben
reconociendo que son útiles porque les hacen pensar.
c. De enunciado en forma de tabla: Conviene dar la información no siempre igual, sino
también en otras formas distintas al clásico texto (listas, horarios, gráficos, etc.)
• Reformular la pregunta
• Es bueno que se deje a los alumnos usar el material que ellos decidan para
representar la situación y para facilitar el hallazgo de soluciones.
• Alguna vez, pero no siempre, pueden plantearse y resolverse con lápiz y papel. .En
los que tienen carácter de juego los niños y niñas han de sentirse suficientemente
atraídos por el deseo de ganar, como es natural.
• Pero en todos han de estar seguros de que valoraremos todas las opciones que
ellos hayan pensado (que naturalmente no son la que nosotros habíamos previsto).
• Leyes de causa-efecto
f. De planteamiento inverso
• Modificar el enunciado para que cumpla unas nuevas condiciones puestas ( por
ejemplo, no tener solución... )
• Cuando hay dos preguntas, distinguir si son independientes o no. Si una condiciona
la otra, reconocer cual es y explicar por qué.
• Conseguir que, los mayores, lleguen a expresar verbalmente los pasos a realizar
sin nombrar las posiciones o cantidades concretas, sino sólo en términos
generales. (ejemplo: multiplicaré el número de quilos" por el precio de cada quilo)
• Sólo para los mayores, evocar una estrategia conocida que puede convenir en el
caso presente.
Sólo son adecuados para los alumnos de 30 ciclo y de ESO, ya que requiere ya un cierto
grado de generalización para reconocer características comunes.
• Luego, lo más interesante será que los mismos alumnos descubran otras
estrategias
Para los alumnos del tercer ciclo, son importantes aquellos en que se propone la solución
y comparación de dos o más situaciones parecidas, hasta llegar a descubrir y formular
alguna ley general (proceso de generalización).