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DERECHO CONSTITUCIONAL

I. ANTECEDENTES DEL CONSTITUCIONALISMO


El Constitucionalismo consiste en el ordenamiento jurídico de una sociedad
política, mediante una Constitución escrita, cuya supremacía significa la
subordinación a sus disposiciones de todos los actos emanados de los
poderes constituidos que forman el gobierno ordinario.

Breve visión al mundo antiguo


El derecho constitucional, como disciplina autónoma y sistemática, nace
entrado ya el siglo XIX.
Remontándonos a sus orígenes, los tratadistas ubican la cuna del derecho
constitucional en el Mediterráneo, más concretamente en Grecia;
posteriormente comenzó a desenvolverse en Roma. Aristóteles (384-322
a.C) se refiere en una de sus obras a más de un centenar de constituciones
de ciudades griegas de su época o anteriores a ella, lo que demuestra la
existencia ya, desde entonces, de un conjunto apreciable de leyes
constitucionales.
En Grecia se presentaban dos criterios acerca de la Constitución, ante todo,
como la organización básica del Estado, asimilándola al organismo del ser
humano: por ello se habla de criterio o concepto material, el que en otras
épocas fue llamado sustantivo u orgánico. Aristóteles en sus definiciones
confunde Constitución con gobierno, criterio que estos tiempos resulta
erróneo. El dice “La constitución de un Estado es la organización regular de
todas la magistraturas, principalmente de la magistratura que es dueña y
soberana e todo.
En todas partes el gobierno de la ciudad es la autoridad soberana; la
constitución misma es el gobierno”.
Fueron Platón y Aristóteles quienes, apartándose del criterio material de
constitución, dieron las pautas iniciales para el constitucionalismo moderno,
al sostener que todo gobierno debe estar sujeto a la ley y toda ley a un
principio superior. Este segundo criterio presenta a la constitución como un
orden superior. Para Platón la forma política ideal sería la creada por
personas capaces de gobernar con un arte y una fuerza superiores a la ley.
Pero ese gobernante ideal no existe.
El Platón idealista de la República, se vuelve más realista en otros
escritos – particularmente en el Político -. Si no puede darse un hombre así,
concluye él, un Estado gobernado por uno solo sería el peor de los
regímenes. Entonces, pese a sus muchos vacíos, hay necesidad de recurrir a
la ley superior. Platón aparece aquí como precursor del constitucionalismo.
Por su parte, Aristóteles también distingue las leyes comunes del principio
que les sirve de base y que les imprime validez. Ese principio que para
Platón es la Justicia, para Aristóteles es la Constitución. Las leyes deben
estar de acuerdo con las dos partes del alma: la que “posee por si misma la
razón” y aquella que “no la posee por sí misma”. Además las leyes deben
estar supeditadas a la Constitución; solo así serán justas.
En Roma desaparece el concepto de Constitución como fue concebido por los
griegos, como una realidad general, totalizadora, para convertirse en una ley
titular emanada del emperador. Los romanos identificaban la Constitución
con la lex, el edictum o, en general, con las disposiciones o mandatos
imperiales.
El Derecho público debe a Roma dos conceptos muy importantes, los
cuales jugarán a partir de la Edad Media, un papel capital en la formación de
los Estados modernos: son ellos: el concepto de superanitas del cual se
deriva el término soberanía y el concepto de imperium, el cual se debe
entender como un poder específicamente político, independiente de los
medios de acción económicos o religiosos, ejercido sobre hombres libres, con
el apoyo de las instituciones políticas.
En la Edad Media dos hechos históricos son los que van a influir
considerablemente en el aspecto político: El Imperio Romano y el nacimiento
y evolución del Cristianismo. En la Edad Media se consideró a la Constitución
como una regla particular, como un edicto u orden, expedido por la autoridad
eclesiástica, particularmente por el Papa. Durante el siglo XII el concepto
varió; ya no se trata de una orden papal o episcopal, sino de un acuerdo que
había de regular las relaciones entre la Iglesia y el Estado.
En el siglo XIII reapareció la idea de Constitución como edicto real, y diversos
autores de la época denominan constitutio a las órdenes o decisiones reales,
tanto en Francia como en Inglaterra.
Por fin el derecho constitucional moderno nace, para García-Pelayo, con la
teoría clásica de la ley fundamental, así como con la aparición de varios
tratados sobre constituciones estatales, publicados en Francia, Alemania,
Inglaterra y Holanda, principalmente. Pero como hecho histórico que dio
origen al moderno estudio del derecho constitucional, debe señalarse la
Constitución Inglesa del siglo XVIII, de ella partió el barón de Montesquieu.

Antecedentes Aragoneses
El antecedente más remoto lo encontramos en Inglaterra y España, ambos
países establecían algunas garantías individuales que tendían a impedir las
extralimitaciones del poder real. Son:

• Las Instituciones de Aragón


• Las cartas (convenios entre el Príncipe y sus vasallos).

Revolución Inglesa.
Inglaterra y la Revolución puritana: Loewestein dice "La segunda y moderna
fase del constitucionalismo comienza con la Revolución puritana en Inglaterra
y en sus repercusiones en sus colonias en América. Una serie de
circunstancias hicieron que se pasara de monarquía absoluta a monarquía
constitucional. Con la destrucción de la Armada desapareció el estado de
excepción que había obligado al Parlamento a someterse al liderazgo de
Isabel.
La dinastía extranjera de los Estuardos subió al trono. Los distritos de las
ciudades, que soportaban la principal carga fiscal, habían enviado a hombres
de prestigio a la Cámara de los Comunes para exigir su participación en la
legislación financiera. Los religiosos clamaron por su derecho de
autodeterminación espiritual frente al férreo clericalismo de la Iglesia estatal.
La nueva clase media del Parlamento resucitó sus ancient and indibitable
rights and privilegeds, que si bien se habían apagado durante los largos años
del despotismo de los Tudor, no habían sido olvidados completamente. La
nueva Cámara de los Comunes no quiso por más tiempo darse por contenta
con un simbólico orden constitucional que los Estuardo, ya de por sí, tenían
tendencia a ignorar; la Cámara insistió en implantar las limitaciones
tradicionales a la corona, y exigió su participación en el proceso político.

La cruel guerra acabó con la victoria del Parlamento sobre la corona en la


Glorious Revolution de 1678, en un momento en el cual la monarquía
absoluta, liberada de limitaciones constitucionales, alcanzaba su cenit en
toda Europa.
En este período hizo su aparición la primera constitución escrita. Si se
dejan aparte los estatutos coloniales que fueron otorgados por la corona, el
lugar de honor entre los documentos constitucionales creados por propio
impulso lo ocupa el Fundamental Orders of Connecticut (1639). Con el
Agreement of the people el Consejo de Guerra de Cromwell confecciona por
vez primera una Constitución para Inglaterra, un contrato popular cuya
validez se considera independiente de las cambiarias mayorías. Este sólo fue
un proyecto ya que Cromwell consagra sus principios en el Instrument of
Goverment de 1653. En este documento se expresa que aparte de la Carta
Magna debe existir un documento. Este es el único documento constitucional
Inglés. Este es un documento escrito sistemáticamente, en el sentido de ley
de garantías.
El Instrument of Goverment (1654) de Cromwell es, finalmente, la
primera constitución escrita válida del Estado moderno, a no ser que se
quiera reconocer la prioridad a la Regeringstom de 1634, en Suecia, que
estableció los principios de gobierno en caso de imposibilidad o ausencia en
el extranjero del rey. Los ingleses abandonaron, en último término, la
concepción de una ley fundamental escrita.
Empezando con la legislación anterior y posterior a la Glorious
Revolution los ingleses se contentaron con la regulación en leyes individuales
de su orden fundamental, y la convicción popular les otorgó tanta solemnidad
constitucional como si hubieran estado codificadas en un documento
constitucional formal. Desde entonces persiste en Inglaterra la orgullosa
tradición de un Estado constitucional sin constitución escrita; Inglaterra y
Nueva Zelanda son hoy en día los únicos Estados, dignos de este nombre,
que pueden prescindir de ella".
La Carta Magna inglesa del 15 de julio de 1215 en el fondo es expresión de
una relación contractual. Esta no es una aproximación a una Constitución
moderna liberal o democrática. La Carta Magna históricamente no es más
que un convenio de una aristocracia feudal con su señor territorial.
La eficacia política del modelo de esta Carta Magna descansa en la idea que
ciertos partidos se formaron de ella. Esta contiene 63 capítulos, limitaciones
de la supremacía feudal del rey, limitaciones de su supremacía judicial,
límites al derecho de impuesto y establecimiento de un Comité de resistencia
para el caso de que estas prescripciones no se respetaran.
La Declaración de Derechos de 1688 (Bill of Rights) posee el mismo
carácter por su forma, es un contrato entre el príncipe, llamado al trono por
el parlamento. En su fondo tiene caracteres de la Constitución moderna ya
que aparece el Parlamento en su lucha contra el poder del rey como el
sujeto de la unidad política.
Haciendo un resumen en la historia del constitucionalismo, a los ingleses
se deben en el campo del derecho público, trascendentales instituciones
moldeadas a través del tiempo, son ellas principalmente tres:

• La cristalización de la teoría de la representación, a través de la


puesta en marcha de una institución esencial para el funcionamiento
del régimen democrático: el Parlamento. Aunque formas de
representación se habían instituido en antiguas civilizaciones, en
Grecia y Roma, principalmente, fue el Parlamento inglés, cuya
conformación se remonta al siglo XIII, el que sirvió de modelo a los
demás cuerpos legislativos establecidos posteriormente en el mundo.
• La formalización de las garantías para la seguridad individual, a través
de la institucionalización del Habeas Hábeas, adoptada mediante ley
constitucional en el siglo XVIII, con la cual se buscó impedir la
arbitrariedad a que estaban sometidas las personas, al ser privadas de
su libertad indefinidamente, sin fórmula de juicio y sin recursos de
defensa.
• La implementación del sistema de gobierno parlamentario o de
gabinete, proceso que se cumplió a lo largo del siglo XVIII, buscando
establecer un equilibrio de poderes entre el ejecutivo (la Corona) y el
legislativo (El Parlamento), a través de mecanismos como el de la
responsabilidad política del gobierno ante el Parlamento y el derecho de
disolución de este por aquel.

Revolución Estadounidense
En la convención de Filadelfia el 17 septiembre de 1787 se aprobó el texto
de la Constitución Norteamericana. Benjamín Franklin y una pléyade de
hombres prácticos e inteligentes lograron el consenso para redactar un
documento brevísimo que fijaba las reglas para un nuevo sistema.
Esta es la más importante de sus aportaciones en la historia del
pensamiento y de la acción política al realizar una revolución constitucional.
Concebir la invención de un nuevo régimen que no partía del influyente
pensamiento europeo, especialmente el de la ilustración francesa, que se
basaba en la idea de que el grado de libertad de un país era siempre
inversamente proporcional al grada de autoridad del gobierno, lo que llegaba
a balancear las dos exigencias en un justo medio mecánicamente
determinado entre la anarquía y el autoritarismo. Por el contrario, la
revolución norteamericana fue una revolución constitucional, en el sentido de
entenderla como un intento de fundar, a través de una constitución, de un
texto escrito que fijaba las reglas, un nuevo orden político. A la supremacía
de la voluntad de la mayoría, se contrapuso la supremacía de la Constitución.
Ante la impotencia de realizar el viejo sueño de la democracia directa,
el Constitucionalismo se imponía como una necesaria respuesta, que se
orientaba también a defender al pueblo y a los individuos que lo componen
de la clase dirigente. Principios hoy de curso corriente surgen allí: La
Constitución escrita y rígida; la estabilidad del poder ejecutivo induciendo su
fortaleza y eficacia; los vastos poderes reservados al poder judicial; hasta en
ese momento en alguna medida nulo, como sentencia Montesquieu; su
fortalecimiento como control contra la mayoría de las asambleas; la
protección de los derechos de las personas, de los grupos, de las minorías; y
la concepción de ver a los representantes populares solamente como
mandatarios, que deben estar al servicio del país y no convertirse en
pequeño grupo de élite sin cortapisas, es la gran contribución de los
constituyentes de Filadelfia.
Los aportes de los USA al derecho público moderno también son de
trascendental importancia. Se pueden sintetizar en 4 aspectos principales:
El haberse dado la primera Constitución escrita, de carácter nacional,
en el mundo, a través de la Constitución de Filadelfia de 1787. Ese
documento, que resumía en cláusulas severas y concisas, los principios
políticos y filosóficos de carácter liberal por los cuales venían luchando los
hombres desde tiempos remotos, tuvo directa y marcada influencia sobre la
conformación de las instituciones políticas de los nacientes Estados
americanos y de muchos europeos a lo largo de todo el siglo XIX.
La adopción de la forma de Estado federal para una vasta extensión
territorial, experimento realizado por primera vez, y con resultados positivos,
en el mundo, y luego imitado por otras muchas naciones.
La implantación del sistema de gobierno presidencial, en esa misma
Constitución, sistema basado en un ejecutivo monocrático, dotado de amplios
poderes políticos y administrativos pero sometido, a su vez, a un sistema de
frenos y contrapesos por parte de los otros poderes públicos, y que luego
sería adoptado por la casi totalidad de los Estados de América y por muchos
otros en el resto del mundo.
La formalización de la independencia de los jueces, respecto del
ejecutivo y del legislativo, mediante la creación de una Corte Suprema
colocada en el mismo pie de igualdad que los titulares de esos poderes, y de
tribunales y jueces con funciones determinadas por la propia Constitución.
Además fue en los Estados Unidos de América donde se asignó por primera
vez a un órgano jurisdiccional la función de control de la constitucionalidad
de las leyes.

Revolución Francesa.
La primera Constitución francesa junto con la elaborada por la Convención en
1793, la del Directorio de 1795, la de la época Consular de 1799 y la de los
Estados Unidos de América de 1787 han servido de modelo a las demás que
reconocen los principios demo-liberales. Éstas recibieron su contenido de la
lucha del liberalismo en contra del absolutismo monárquico y éste se
caracteriza por constituir una limitación del poder absoluto del Estado.
Después de la segunda guerra mundial la organización democrática y
constitucional da una vuelta al incorporar a sus textos legislativos los
principios correspondientes a la nueva concepción económico-social del
Estado. Francia, en su Constitución aprobada por referéndum popular el 13
de octubre de 1946, vuelve a afirmar los derechos y libertades del hombre y
del ciudadano consagrados por la Declaración de derechos de 1789 y además
agrega derechos sociales que derivan de la protección de la dignidad
humana que tiene el nuevo Estado, dando una prueba de que a la larga los
pueblos no pueden vivir sino dentro de un régimen de legalidad y seguridad
jurídica.
Karl Loewestein dice que la Constitución como un documento escrito de las
normas fundamentales de un Estado adquirió su forma definitiva en el
ambiente racionalista de la Ilustración. Pero organizaciones políticas
anteriores han vivido bajo un gobierno constitucional sin sentir la necesidad
de articular los límites establecidos al ejercicio del poder político.
Se puede concluir que los aportes de Francia al constitucionalismo y al
derecho público moderno, se proyectan sobre todo en el campo intelectual e
ideológico. Los más importantes fueron:
El esfuerzo por racionalizar y sistematizar el ordenamiento político del
Estado, plasmado en la obra del barón de Montesquieu, particularmente con
su formulación de la teoría de la tridivisión de los poderes públicos en Del
espíritu de las leyes.
La influencia del pensamiento político de los filósofos del enciclopedismo en
la propagación de los ideales liberales en Europa y América.
La revaluación y formulación de Rousseau y la posterior proclamación de la
soberanía nacional en la Revolución Francesa, con el fin de darle a la
democracia su fundamento lógico y su base de legitimidad.
La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, proclamada
formalmente el 26 de agosto de 1789, al comienzo de la Revolución
Francesa, afirmación doctrinal solemne de los derechos y libertades
individuales, hasta entonces jamás formulada con un alcance universal, en la
cual se inspirarían fundamentalmente las demás declaraciones de derechos
proclamadas en el mundo moderno.
Lo expuesto confirma que el derecho constitucional moderno es una
contribución definitiva de Occidente a la instauración del Estado de Derecho
en el mundo.

Visión de los procesos independentistas en América


Puede afirmarse con certeza que fue en América donde el movimiento
constitucionalista vino a dar sus frutos de manera más rápida y consistente.
Primero, como ya se dijo, en los Estados Unidos. Luego, en los países
hispanoamericanos —Colombia entre ellos—, que una vez obtenida su
emancipación de la Corona española, se ciñeron en su organización política a
los postulados del constitucionalismo y se dieron todos, sin excepción, sus
propias constituciones.
Tal fue nuestro caso cuando, al declararse la independencia el 20 de julio de
1810, la primera preocupación manifestada por los representantes de las
provincias de la Nueva Granada fue la de darse una Constitución tal como lo
estatuía el Acta de Independencia aprobada. Y fue así como, entre 1811 y
1815, las provincias se proveyeron de sus respectivas constituciones.
En esas constituciones, al igual que en las que a partir de entonces se dieron
en el resto de la América hispana, se plasmaron los ideales del
constitucionalismo liberal, ideales que podrían resumirse así:

• dotar a los Estados de una Constitución, como ley fundamental a la cual


estén sometidos gobernantes y gobernados;
• distribuir en ramas separadas las funciones legislativa, ejecutiva y
jurisdiccional, desconcentrando así el ejercicio del poder público y
evitando que sea absorbido por una sola rama: la ejecutiva;
• consagrar y garantizar, a través de la Constitución, los derechos
individuales y las libertades públicas frente al Estado;
• otorgarle al pueblo la titularidad exclusiva de la soberanía;
• establecer limitaciones y controles al poder de los gobernantes; o
consagrar, en particular, el derecho a la propiedad como un derecho
natural de la persona, no sujeto a limitaciones por el Estado.

Los regímenes democrático-liberales implantados en América y Europa a lo


largo del siglo xix, al plasmar en sus constituciones los anteriores ideales,
pueden señalarse, pues, como el gran resultado del movimiento
constitucionalista.
Pero, de otro lado, a lo largo del siglo XIX. sobre todo en la segunda mitad,
afloraron en Europa y también en América, aunque en menor medida, los
ideales socialistas que cuestionaron seriamente a los del liberalismo, sobre
todo en materia económica y social, distinguieron los regímenes
constitucionalistas a los cuales califican peroyativamente de democracias
formales, de los regímenes por los cuales ellos abogan y que buscan
implantar la democracia real, basada más en la igualdad económica que en
la policía.

HISTORIA CONSTITUCIONAL DE GUATEMALA


El antecedente concreto más antiguo del constitucionalismo guatemalteco y
centroamericano, indica el Lic. García Laguardia, se encuentra en el Proyecto
de Constitución de 112 artículos más una Declaración de Derechos, que el
diputado por el ayuntamiento de la capital, Antonio Larrazábal, llevó a las
Cortes de Cádiz. Elaborado en el seno de la corporación en 1810, siguió el
destino de la mayoría de los documentos americanos y se perdió en el
papeleo parlamentario del constituyente español.
En Guatemala el Derecho Constitucional empezó a utilizarse en el año de
1824. A continuación se presentará un listado de las distintas Constituciones
que han regido a nuestro país a través de los años:

EL PERÍODO PRE-INDEPENDIENTE

Constitución de Bayona

Por la abdicación de Carlos IV, en 1808, en favor de Napoleón, nombró éste a


su hermano José I Bonaparte como rey de España. Éste último decretó la
Constitución de Bayona, la cual tenía por mandato y ámbito espacial que
"...Regirá para España y todas las posesiones españolas". Aquella carta
fundamental contenía algunos mandatos de desarrollo orgánico-
constitucional y fue emitida con principios de rigidez.
Esta Constitución rigió lo que entonces era la Capitanía General de
Guatemala. Esta constitución fue promulgada con el objeto de darle el
carácter de normas supremas a aquellos aspectos que el rey consideraba de
absoluta importancia. Esta Constitución enumera ya, algunos de los derechos
individuales, como la inviolabilidad de la vivienda y la detención legal.

Constitución Política de la Monarquía Española

Esta carta fundamental fue promulgada en Cádiz, el 19 de marzo de 1812. Se


decretó por las Cortes Generales y extraordinarias de la nación española. La
nueva constitución establecía en su capítulo VIII el proceso de Formación de
las leyes y sanción real. Destaca en el desarrollo orgánico-constitucional la
organización del gobierno del interior de las provincias y de los pueblos.
Además incorporó las instituciones reales de la función administrativa. La
rigidez quedó determinada.
Dentro de lo novedoso de esta Constitución se hace un detalle de las
atribuciones y funcionamiento de los tres poderes. Su objeto fue organizar el
poder público. Posteriormente sobrevinieron movimientos bélicos que
culminan con la declaración de independencia de 1821 y Centroamérica se
independiza de España y pasa formar parte de México, formando así, la
Federación de provincias Centroamérica, lo que motiva la necesidad de
promulgar otra Constitución.

DEL PERÍODO INDEPENDIENTE

Acta de Independencia de 1821


El 15 de septiembre de 1821 fue suscrita el acta de independencia, con
evidente expresión originaria de soberanía radicada en el pueblo. En esta se
impuso el principio de seguridad jurídica. Como no tenían un cuerpo
constituyente y legislativo para conformar el sistema jurídico propio se
continuó con el de la Constitución política de la Monarquía Española.
Determinó, asimismo, la convocatoria del Congreso y la forma de su
composición.

Acta de Independencia de 1823


El primero de julio de 1823 fue suscrita por los diputados al Congreso de la
Unión Centroamericana el acta de independencia que, reafirmando el deseo
independentista de 1821, proclamó la soberanía legitimada por verdaderos
representantes del pueblo para las "Provincias Unidas del Centro de
América". Entre sus declaraciones, tanto de tipo dogmático como de realidad
constitucional, destacan aquéllas verdaderamente originarias y acordes a la
condición política inestable y de muchas situaciones de facto, posteriores al
15 de septiembre de 1821. La rigidez del texto normativo del Acto de 1823
queda reducida a un hecho puramente práctico. El acta contiene la expresión
de que los representantes de las Provincias se han congregado en virtud de
convocatoria legítima para pronunciarse sobre su independencia, su unión y
su gobierno.

Bases constitucionales de 1823


El Decreto que contenía las bases constitucionales de 1823 fue dado por la
Asamblea Nacional Constituyente el 17 de diciembre de 1823 y sancionado
por el Supremo poder Ejecutivo el 27 del mismo mes y año. El documento
estableció cuáles eran los propósitos de la Constitución, la forma de
gobierno, la nueva denominación de "Estados Federados del Centro de
América" y la práctica de la religión católica, apostólica y romana, con
exclusión del ejercicio público de cualquier otra. Ésta decía que el congreso
era el que hacía las leyes y el Senado, compuesto de miembros elegidos
popularmente, por cada uno de los estados, tendría la sanción de ley. Por
primera vez se habla de ley constitucional. El carácter de rigidez de las bases
constitucionales se torna impreciso.
Constitución de la República Federal de Centro América
Esta fue decretada por la Asamblea Nacional Constituyente el 22 de
noviembre de 1824. En sus declaraciones dogmáticas, declara su soberanía y
autonomía; sus primeros objetivos, la conservación de los derechos humanos
de libertad, igualdad, seguridad y propiedad. Esta federación adoptó un
sistema Republicano y Representativo, instauró la División de Poderes, el
régimen presidencial. En cuanto a la rigidez constitucional, la Constitución
Federal estableció un capítulo específico. Esta inspirada en la Constitución
Estadounidense y Francesa.

Constitución Política del Estado de Guatemala


Posteriormente el Estado de Guatemala promulgó, con el objeto de
complementar esta Constitución Federal, la suya propia, el 11 de octubre de
1825. Establecía que sólo el legislativo y el ejecutivo tenían iniciativa de ley.
Además establecía reglas especiales de aprobación acelerada para aquellas
resoluciones que por su naturaleza fueren urgentes. Se limitó a la soberanía y
estableció la administración municipal.

Decretos de la Asamblea Nacional Constituyente de 1839


En 1838 empieza el proceso de desintegración de la Federación por lo que se
da un vacío jurídico. Ante esta crisis el presidente de Guatemala convoca a
una Asamblea Nacional Constituyente, la que promulga tres decretos:

-Ley Constitutiva del Ejecutivo (1839)


-Ley Constitutiva del Supremo o Poder Judicial del Estado de Guatemala
(1839).
-La Declaración de los Derechos del Estado y sus habitantes (1839).

Aunque esta trilogía de decretos de la Asamblea Nacional Constituyente,


convocada por decreto del 25 de julio de 1839, aunque tuviera preceptos
básicos para la futura Constitución Política, sólo determinó un período de
ausencia de derecho constitucional. Estos rigieron por más de diez años.

Acta Constitutiva de la República de Guatemala


Esta fue decretada por la Asamblea Constituyente el 19 de octubre de 1851.
Se ratifica la disolución de la federación, se crea un sistema presidencialista,
período presidencial de 4 años, con posibilidad de reelección. Se crea la
separación de poderes, limitó al estatuto de deberes y derechos de los
guatemaltecos y subordinaba las leyes constitutivas a las disposiciones
básicas del Acta.
El primer presidente fue Rafael Carrera. Fue reformada el 29 de enero de
1855, y la reforma consistió en que Rafael Carrera se nombró presidente
vitalicio.

Ley Constitutiva de la República de Guatemala


Se da una revolución encabezada por Justo Rufino Barrios, la cual culmina
con una nueva Constitución. Esta fue decretada por la Asamblea Nacional
Constituyente el 11 de diciembre de 1879. En el proceso de formación y
sanción de la ley no estableció requisito alguno para leyes calificadas como
constitucionales. Fue una constitución laica, centrista, sumaria. Se reconoció
el derecho de exhibición personal y se volvió al régimen de separación de
poderes, crea un legislativo unicameral y un ejecutivo bastante fuerte. La
rigidez constitucional se estableció con bastante firmeza. Por primera vez se
encuentra el mandato de la Constitución para que una determinada ley tenga
el carácter de Constitución.
En esta Constitución los Derechos Humanos son llamados Garantías.
Sufrió varias reformas, al derecho de trabajo, la prohibición de monopolios,
las reservas del Estado en cuanto a correos, telégrafos radiotelegrafía,
navegación aérea y acuñación de moneda, al derecho de petición a la
libertad de emisión delo pensamiento, propiedad, se regulan los casos en que
una persona puede ser detenida, el debido proceso y el derecho a la
correspondencia

Constitución Política de la República Federal de Centroamérica


Esta fue decretada el 9 de septiembre de 1921 por los representantes
del pueblo de los Estados de Guatemala, El Salvador y Honduras, reunidos en
Asamblea Nacional Constituyente, en cumplimiento del pacto de unión
firmada en San José de Costa Rica el 19 de enero de 1921. Esta nueva carta
constitutiva federal sólo fue un ensayo efímero. Tenían iniciativa de ley los
tres órganos del Estado y las Asambleas de los Estados. En el desarrollo
orgánico se establecían normas destinadas a regir algunas instituciones
jurídicas nuevas. La rigidez constitucional quedó definida mediante la
aprobación bicameral. Las reformas a la Constitución podrían acordarse por
los dos tercios de votos de la Cámara de Diputados y los tres cuartos de la
Cámara de Senadores.

Decreto de la Junta Revolucionaria de Gobierno y de la Asamblea


Legislativa
Por Decreto número 17 del 28 de noviembre de 1944 de la Junta
Revolucionaria de Gobierno aprobado el 15 de diciembre de 1944 por
Decreto número 13 de la Asamblea Legislativa, se declararon los principios
fundamentales del movimiento conocido como Revolución del 20 de Octubre
de 1944. Más que una declaración dogmático-ideológica de un movimiento
armado que se rebela contra el orden jurídico-político y busca un nuevo
acorde a sus postulados, entendemos que aquellos principios, por ser
posteriores a la espontaneidad y éxito del referido movimiento
revolucionario, eran bases fundamentales de una nueva organización estatal.
Es decir, bases constitutivas, dogmáticas y orgánicas para una nueva
concepción del Estado guatemalteco. Éste además de contener los llamados
principios, contenía mandatos expresos de constitucionalidad práctica, por su
fuerza ejecutiva.
Por Decreto número 18 del 28 de noviembre de 1944, de la Junta
Revolucionaria de Gobierno, aprobado el 9 de diciembre de 1944 por Decreto
número 5 de la Asamblea Legislativa, se derogó totalmente la Constitución
de la República.

Constitución de la República, del 11 de marzo de 1945


El 20 de octubre 1944 se gestó una revolución que derrocó al General Jorge
Ubico, y el 11 de marzo de 1945 se decreta la nueva constitución. Tres son
las características fundamentales de ésta constitución:

-Aspiración moralizadora, es decir que los funcionarios y empleados públicos


deben ser honestos.
-Mejoramiento de la educación promoviendo una campaña alfabetizadora.
-Mejoramiento del sistema penitenciario.

En ésta constitución se denomina con el nombre de garantías individuales y


sociales a los Derechos Humanos.

Dentro de las innovaciones de la Constitución están:


-En el aspecto laboral se fijó un salario mínimo, se fijaron las jornadas de
trabajo, descansos y vacaciones, el derecho a sindicalización libre, el derecho
a la huelga y al paro, derecho a indemnización por despido injustificado, y la
regulación del trabajo de las mujeres y de los menores.|
-Dentro de las garantías sociales se crea el Instituto Guatemalteco de
Seguridad Social, se prohíben los latifundios y se autoriza la expropiación
forzosa de la tierra, se reconoce la autonomía universitaria, se crean normas
para mejorar el magisterio nacional, se mejoran los poderes presidenciales,
descentralización del poder, se crean las municipalidades, se mantiene la
educación laica, y no se le reconoce personalidad jurídica a la Iglesia, se
reconoce el principio de alternabilidad en el ejercicio de la presidencia y se
reconoce el derecho de rebelión.
Bajo esta Constitución gobernaron Juan José Arévalo y Jacobo Arbenz
Guzmán. Arévalo mejoró las condiciones de los trabajadores. Arbenz propuso
la reforma agraria, lo que motivo un golpe de Estado.

Constitución de la República del 2 de Febrero de 1956


Carlos Castillo Armas fue nombrado presidente y el 2 de febrero de 1956 se
decretó la nueva Constitución.
La Constitución se vio influenciada por dos tratados ratificados por
Guatemala:
-La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre.
-La Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Ambas fueron firmadas en 1948. En esta Constitución se adoptó el término


de Derechos Humanos. Dentro de sus innovaciones están: Se le reconoce
personalidad jurídica a la Iglesia; limita el intervensionismo del Estado y los
proyectos de transformación agraria; limita los procesos de expropiación de
la tierrra; mejoró el régimen legal de las universidades privadas; protegió la s
inversiones extranjeras y suprimió el derecho de rebelión.
Bajo esta Constitución gobernaron Carlos Castillo Armas y Miguel Ydígoras
Fuentes. Este último fue derrocado el 31 de marzo de 1963 por su Ministro de
la Defensa, Coronel Enrique Peralta Azurdia.
La vigencia de la Constitución fue suspendida por el numeral tercero de la
Resolución Constitutiva de Gobierno, del 31 de marzo de 1963, del Ministro
de la Defensa Nacional, altos jefes militares y comandantes de cuerpos
armados, en nombre del "Ejército de Guatemala".
Evidentemente, fue un golpe de estado en contra del Presidente de la
República, Comandante General del Ejército, en nombre de una institución
que, constitucionalmente, estaba normada como obediente y no deliberante,
digna y esencialmente apolítica, obligada al honor militar y la lealtad;
además acto de rebelión constitutivo de delito penal. El golpe fue a la propia
constitucionalidad. Además de romper el orden jurídico que la Constitución
establecía, se produjo un retroceso en los principios republicanos de la
separación de poderes al concentrar las funciones ejecutivas y legislativas en
el Ministro de la Defensa Nacional.

Carta Fundamental de Gobierno


Esta fue emitida por el jefe de Gobierno de la República, por Decreto-Ley
número 8 del 10 de abril de 1963. Contenía una confusión de funciones
administrativas y legislativas, entre las cuales, como la de mayor
importancia, destacaba que el Jefe del gobierno sería el Ministro de la
Defensa Nacional y quién ejercería las funciones Ejecutivas y legislativas. Era
una virtual sustitución del titular del Organismo Ejecutivo y una pseudo
sustitución de la soberanía popular radicada en los integrantes del Organismo
Legislativo.
La Carta Fundamental de Gobierno no contenía mandato alguno para
desarrollo orgánico constitucional. Todo se redujo a declaraciones normativas
dogmáticas y a fijar el concepto de que el poder público radicaba en el
Ejército Nacional.
El Jefe de Gobierno convocó a Asamblea Nacional Constituyente, la que, por
derogatoria dictada sobre el Decreto-Ley 8, Carta Fundamental de Gobierno,
y reconocimiento de validez jurídica a los Decretos leyes emanados de la
Jefatura de Gobierno, decretó y sancionó la CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA
REPÚBLICA DE GUATEMALA, DEL 15 DE SEPTIEMBRE DE 1965, con vigencia a
partir del 5 de mayo de 1966. Para el período de transición, la propia
Constitución de la República, por mandato expreso encargó al Ministro de la
Defensa Nacional ejercer las funciones que correspondían al Presidente de la
República. Período de transición que lo fue del inicio de la vigencia de la
Constitución hasta la toma de posesión de la persona electa para tal cargo.
La Constitución contenía 282 artículos, profundiza la tendencia
anticomunista, mejora el régimen legal de las universidades privadas; se crea
la vice-presidencia de la República; reduce el período presidencial a 4 años,
mantiene el principio de no reelección del presidente; denomina garantías
constitucionales a los Derechos Humanos; crea el Consejo de Estado; crea la
Corte de Constitucionalidad como tribunal temporal.
Bajo esta Constitución gobernaron: Méndez Montenegro, Arana Osorio, Kjell
Laugerud y Romeo Lucas García.
El 23 de marzo de 1982 se da un golpe de Estado en contra del gobierno de
Lucas García, dejó en el poder a una Junta Militar de Gobierno, integrada por
los Generales José Efraín Ríos Montt, Egberto Horacio Maldonado Schaad y el
Coronel Francisco Luis Gordillo Martínez.
Posteriormente, quedó en el poder el General Rios Montt (1982-1983).
Durante su gobierno se promulgó el Estatuto Fundamental de Gobierno.
En 1983 su Ministro de la Defensa Oscar Humberto Mejía Víctores le dio golpe
de Estado, convoca a una Asamblea Nacional Constituyente y los diputados
toman posesión el uno de julio de 1984.
Constitución Política de la República de Guatemala de 1985.
Las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente se llevaron a cabo el
primero de julio de 1984 para que se emitiera la Constitución de 1985 que es
la que nos rige actualmente, la cual fue promulgada el 31 de mayo de 1985 y
entró en vigencia el 14 de enero de 1986.
Dentro de sus innovaciones están: adopta nuevamente el término de
Derechos Humanos.
Consta de dos partes: Una parte dogmática que contiene derechos
individuales y sociales; dentro de los sociales se incluyen las comunidades
indígenas, el ambiente y el equilibrio ecológico; derecho a la huelga. En la
parte orgánica contiene las relaciones internacionales del Estado; el Consejo
Nacional de Desarrollo Urbano y Rural, la Comisión y el Procurador de los
Derechos Humanos, las Garantías constitucionales y defensa del orden
constitucional; la creación de la Corte de constitucionalidad como organismo
permanente.
Bajo esta Constitución gobernaron Marco Vinicio Cerezo Arévalo, Jorge
Serrano Elías, Ramiro de León Carpio, Álvaro Arzú Irigoyen, Alfonso Portillo
Cabrera y Oscar Berger Perdomo.
II. GENERALIDADES DEL DERECHO CONSTITUCIONAL
Según el Lic. De León Carpio: El Derecho Constitucional como ciencia, lo
encontramos dividido en tres ramas fundamentales:

• Derecho constitucional particular: Es el estudio y análisis del


ordenamiento constitucional de un Estado particular, mediante la
exposición doctrinarias y legal de sus variadas modalidades de
organización y de funcionamiento, para llegar a través de sucesivas
abstracciones de las diferentes normas e institutos, a conceptos y
principios más amplios y generales que, sin embargo, encuentran
siempre su fundamento y juntamente su campo de aplicación en aquel
determinado Derecho Positivo.
• Derecho Constitucional General: Es aquel que toma como base de sus
investigaciones, no sólo un ordenamiento constitucional sino múltiples,
con el objeto de disciplinar las normas que presenten características
típicas, las instituciones similares o bien algunas diferencias muy
conspicuas, llegando a esquemas más amplios de las distintas
concepciones políticas y jurídicas, así como de los elementos
económico-sociales que integran la organización de los diferentes
ordenamientos constitucionales que existen y en las causas que los
producen, pudiendo así establecer a qué tipo de éstos pertenece
determinado ordenamiento constitucional.
• Derecho Constitucional Comparado: Es aquel que se dedica al estudio
y confrontación de las normas constitucionales de los diversos
sistemas que rigen en diferentes países, y destaca las notas similares
o diferenciadoras de esos sistemas, así como de las instituciones que
forman el Estado.

Concepto
Según el Lic. De León Carpio, el Derecho Constitucional como Derecho
positivo, es la rama del Derecho Público que contiene las normas jurídicas
básicas que regulan los principios y estructura del Estado y garantizan los
derechos y libertades del pueblo.
Para Eduardo García Maynez: El Derecho Constitucional es el conjunto de
normas relativas a la estructura fundamental del Estado, a las funciones de
sus órganos y a las relaciones de estos entre sí y con los particulares.”

Importancia
La importancia del Derecho Constitucional radica en su finalidad. Como lo
afirma Linares Quintana: “la finalidad del Derecho constitucional es la
garantía de la libertad y la dignidad del individuo, mediante la sumisión o
acomodación del Estado, íntegramente considerado, al Derecho. El Derecho
Constitucional, en cuando derecho del Estado, persigue el sometimiento del
Estado mismo, no sólo al gobierno, aunque, sobre todo, al gobierno –a reglas
jurídicas, convirtiéndolo de soberano asistido del poder de dominación, en
soberano, sí, pero soberano que se acomoda por autodeterminación del
derecho.”
Bielsa dice que "el Derecho Constitucional puede definirse como la parte del
derecho Público que regla el sistema de gobierno, la formación de los
poderes públicos, su estructura y atribuciones, y las declaraciones, derechos
y garantías de los habitantes, como miembros de la sociedad referida al
Estado y como miembros del cuerpo político".

Validez del Derecho mediante la Constitución


La vigencia de una ley, o sea, su aceptación por la sociedad, descubre el
signo (no la causa) de su validez. LEGAZ fija bien la diferencia entre ambos
términos: "La validez pertenece a la esencia del Derecho; la expresión
Derecho válido es un Juicio analítico y a priori; la vigencia, en un cambio, es
un accidente; Derecho vigente es un juicio sintético y a posteriori, extraído
de la experiencia... Validez del Derecho significa exigibilidad del mismo
mientras no es formalmente derogado... nació como un valor indisoluble
unido a él y con independencia completa de la vigencia".
Pero cuando la vigencia no se produce absolutamente, "la validez queda en
aire y en realidad se evapora y se desvanece como un fantasma... Una norma
que, hipotéticamente, fuese desobedecida por todos los súbitos, aun cuando
fuese siempre aplicada por los jueces, perdería su validez no porque perdió
su vigencia, sino porque en sí misma no reunió, o adió, si alguna vez las tuvo,
todas las condiciones para ser derecho válido: Pues a éste le corresponde
servir al bien común, y no es del bien cotón lo que todos o la mayor parte,
rechazan como inútil o perturbador".
La legitimidad de la constitución se apoya en el hecho de que sea reconocida
a la vez como situación real y como ordenación jurídica por el pueblo en
general. Esta nota ya fue debidamente subrayada por BOLINGBROKE cuando
definió la constitución como "el conjunto de leyes, instituciones y costumbres
derivadas de ciertos principios racionales fijos que constituyen el sistema
general, a los que la comunidad presta su consentimiento para ser
gobernada".
Constituye, sin embargo, una visión errónea la que hace depender la validez
de la constitución — como del ordenamiento jurídico en general —
exclusivamente de su reconocimiento por parte del pueblo, como pretendía
BIERLING y como se establecía en esta sentencia de GRACIANO: “Leges instiíui
cum promulgatur; firmari cum moribus suspiciuntur" (las leyes se instituyen
con su promulgación y se afirman con su recepción en las costumbres). Como
observó FRANCISCO SUÁREZ, la mera aceptación de la ley no es una condición
necesaria de la misma: es preciso que la mayor parte del pueblo no la
cumpla para que deje de pertenecer al bien común y pierda, en
consecuencia, su vigencia.
La constitución, como institución y como parte integrante de la realidad
estatal, constituye el sector de la realidad social que incluye todos los
elementos que determinan la organización fundamental del Estado. De ahí
que puedan predicarse de la específica realidad constitucional las mismas
notas que predicamos de la genérica realidad social. Se trata, ante todo, de
conducta humana, de quehacer de hombres que actúan en sociedad, de una
realidad en la que el hombre permanece inmerso, realidad, por tanto, vital,
histórica y existencial.
Orientación, análisis y valores del sistema político guatemalteco:
El sistema político se concibe como un proceso continuo de transacciones
entre el gobierno y la sociedad civil. La sociedad generalmente en forma
organizada plantea insumos que pueden tomar la forma de demandas,
respecto de las cuales el gobierno esta obligado a dar respuestas.
El sistema político se fundamenta en un marco legal e institucional que le
permita un adecuado funcionamiento. En Guatemala se ha dado un
desarrollo significativo de las instituciones democráticas, debido al marco de
legalidad.
La actual democracia en el país, sustentada en su ordenamiento jurídico-
político por la Constitución Política, ya que es la norma suprema. Esta
Constitución en su aspecto dogmático es congruente con la existencia de un
régimen democrático. La Constitución de la República es de Corte humanista
y por lo tanto da los preceptos para el desarrollo de elecciones libres y
populares así como el desarrollo de un sistema político. Como pilares
fundamentales del sistema democrático, la Constitución ha creado dos
instituciones importantes que son la Corte de Constitucionalidad y el
Procurador de los Derechos Humanos.
Otro aspecto importante del ordenamiento jurídico guatemalteco, es la
creación de la Ley Electoral y de Partidos Políticos, cuyo objetivo principal es
el de garantizar elecciones libres y populares.

Actores del sistema político:


a) El gobierno: La Constitución concibe al gobierno como el
promotor del bien común y el responsable de la consolidación de
régimen de igualdad y libertad.

Existen 3 elementos fundamentales para la consolidación de un


gobierno: el reclutamiento político, la socialización política y la
comunicación política.
• El reclutamiento político es el proceso por el cual el
estado se nutre de recursos humanos que le servirán
como base técnica administrativa al margen del gobierno
en el poder.
• La socialización política se refiere al proceso por el cual
se inculca la cultura política en la sociedad.
• Y la función de la comunicación política es aquella que
debe realizar un gobierno para establecer canales de
comunicación adecuados con la sociedad civil y que
facilitan las transacciones entre estos.
El gobierno ha denotado históricamente un paternalismo que ha
generado dependencia y que no ha coadyuvado a subsanar los
problemas básicos de la población. El gobierno no parece tener
canales adecuados de comunicación política con la sociedad
civil, la única oportunidad de comunicación es la de las
elecciones.

b) Partidos Políticos: Un partido político es “Un núcleo de hombres


unidos para promover, mediante un esfuerzo conjunto, el interés
nacional sobre algún principio particular en el cual están todos de
acuerdo. Sin embargo el fin último de un partido político es el de llegar
al poder para poner en practica los programes que según su criterio,
llevarán a la sociedad al desarrollo.
c) Los grupos de presión y la organización social: Los grupos de
presión son asociaciones o grupos organizados de instituciones que
muestran el deseo consciente o interés común a sus miembros,
desempeñando acciones a influir en las instituciones del poder público
produciendo decisiones favorables a sus fines. La organización social
es característica de una sociedad democrática. Las organizaciones con
mayor eficacia en el rol de grupos de presión es la Iglesia, ella siempre
ha estado en la defensa de los sectores mas desposeídos del país.
d) Actores Externos: No forman parte del ambiente intrasocietal del
sistema político guatemalteco, conformando así el ambiente
extrasocietal del país, ejercen influencia sobre decisiones del estado –
gobierno y la vida nacional en general.

Guatemala forma parte de un sistema político internacional en donde la


interdependencia es la característica sobresaliente de la actualidad.

El Derecho Constitucional como Derecho Público y Derecho Privado

El derecho positivo, como conjunto de normas vigentes en un tiempo y país


determinado, admite clasificaciones en atención a los sectores de la vida
social a los que se aplican (Derecho público, Privado, internacional e interno)
o a las características internas de las propias normas (Derecho objetivo y
subjetivo).

• El Derecho Público regula la organización y la actividad del Estado y


demás entes públicos y sus relaciones como tales ente públicos con
los particulares.
• El Derecho Privado: regula las relaciones entre particulares, es decir
aquellas en que ninguna de las partes actúa revestida de poder
estatal. Todos intervienen como iguales, al menos jurídicamente, no
hay entre ellos una relación de subordinación, sino de coordinación.

La opinión general es que ambos tipos de Derecho son principios y criterios


que se encuentran combinados, aunque en diversas proporciones en cada
una de las ramas del derecho. La creciente intervención del Estado en
asuntos que antes se consideraban fuera de su competencia, la preocupación
por las necesidades sociales y otros factores han contribuido a que la antigua
delimitación se haga cada vez mas borrosa y vaya perdiendo carga
ideológica.

• El derecho interno está constituido por el conjunto de normas que


gobiernan la vida de la comunidad estatal.
• El Derecho Internacional regula las relaciones entre Estados.

El Derecho Constitucional como Derecho Público Fundamental.


Derecho constitucional, al referirse directamente a la "organización y
funcionamiento del Estado", a la articulación de los elementos primarios del
mismo y al establecimiento de las pases de la estructura política, se
configura como Derecho público fundamental. Sus normas constituyen un
orden "en que reposa la armonía y vida del grupo porque establece un
equilibrio entre sus elementos" (SANCHIÍZ AGESTA) y en e! que todas las demás
disciplinas jurídicas centran su punto de apoyo. De ahí que el Derecho
constitucional se manifieste como un tronco del que se separan las restantes
ramas del Derecho.
El orden jurídico constitucional "contiene no sólo la organización de los
poderes públicos o de las instituciones de gobierno, sino todos los principios
que regulan la posición del individuo, de la familia, de la propiedad en
general, de todos los elementos que definen un orden de vida en consecución
del bien común. Pero sólo con este carácter de principios del orden, de
simientes, cuyo desarrollo corresponde ya a otras ramas del Derecho";
Con relación a las disciplinas jurídicas, el Derecho constitucional ocupa una
posición central, y demuestra más que cualquier otra latinidad esencial del
Derecho al agrupar en coordinadora síntesis los fundamentos básicos de
todas las manifestaciones del ordenamiento jurídico estatal. Este carácter
fundamental que se predica unánimemente del Derecho constitucional
justifica lo que CARAOS AERO denomina su politización, en cuanto comprende
"aquellas cisiones políticas que afectan a la existencia política", si bien tales
cisiones "han de objetivarse en normas, como dice HELLEE, según el cual, el
deber ser jurídico es querer ser humano, como objetivación de un modo de
decisión".
Por esta razón, en el estudio del Derecho constitucional, debe concederse
especial atención no sólo a las normas, también a las instituciones políticas,
pues, aquéllas se limitan a trazar las grandes líneas del ordenamiento
estatal, siendo las instituciones las que, con su ritmo ininterrumpido, dan vida
y acción al Estado.
Así concebido, define OIABEO el Derecho constitucional como el sistema
unitario de normatividades creadas — o aceptadas — Mantenidas por el
poder de la organización, como realizadoras de determinado orden de
convivencia".
"Hablamos de normatividades para integrar en el término otras instancias
normativas distintas del Derecho escrito. Puntualizamos, como consecuencia,
que tales normatividades no son todas creadas por el poder de la
organización, pues, en caso de normatividades consuetudinarias o
convencionales, aquél se limita a aceptar.
Comprendemos, por último, en esas normatividades, no sólo las que afectan
a un concepto funcional de constitución, es decir, las que se denomina
normas de organización, sino también aquéllas que el propio autor denomina
normas de conducta, en tanto se refieren a ordenar voluntades para la
realización del orden de convivencia".

Fuentes del Derecho Constitucional


Las fuentes del derecho constitucional son:
• Derecho Escrito: La Constitución como fuente del Derecho
Constitucional se entiende como el conjunto de prescripciones que
integran el texto fundamental, sin embargo este documento en sí no
agota la materia constitucional de manera que la constitución en si es
naturalmente fuente del Derecho Constitucional, pero coexisten junto
a ella otras normas, fuera del documento constitucional que son
materialmente constitucionales y que se configuran asimismo fuente
del Derecho constitucional.
• La Jurisprudencia: Los órganos judiciales, al aplicar la Constitución, la
interpretan, fijan o aclaran sus preceptos más oscuros, la adaptan a las
circunstancias sociales y políticas del momento. Pero esta labor es de
mucho mayor alcance cuando se inscribe en la función de jurisdicción
constitucional. La jurisprudencia emanada en el ejercicio de tal función
integra, junto con otras fuentes, el Derecho constitucional del país.
• La Costumbre: La costumbre, no es obra del legislador, sino de la
reiteración de actos o prácticas que contienen una interpretación
espontánea de lo que es junto, de acuerdo con la conciencia colectiva.

Para su existencia son precisos dos elementos:


• El uso, esto es, simple reiteración en el tiempo de una determinada
actitud
• La opinio iuris, es decir, la convicción de que es de cumplimiento
obligatorio.

Relación del Derecho Constitucional con otras Disciplinas.


El derecho constitucional tiene estrecha conexidad con otras de las llamadas
ciencias sociales, especialmente con tres de ellas: la sociología, la historia y
la teoría general del Estado. Como adelante se verá, con esta última llega a
identificarse casi totalmente, en cuanto ambas tienen como objeto primordial
de su estudio al ente estatal, analizado —en el caso del derecho
constitucional— sobre todo en sus aspectos jurídicos y políticos.

Derecho constitucional y sociología:


La sociología, como ciencia, se ocupa del conjunto de las relaciones sociales
de la humanidad; su campo de estudio son los fenómenos de la vida social, la
costumbre, la moral, las creencias, la economía, la creación artística, el
derecho. El término sociología fue implantado por AUGUSTO COMTE (1798-1857),
fundador del positivismo, para designar en su Curso de filosofía positiva
(1839), la ciencia de la sociedad.
El significado de la expresión ha variado un tanto desde la época de COMTE. No
obstante, para la mayoría de los sociólogos, el término sociología designa el
conjunto de las ciencias sociales. Cada ciencia social en particular puede,
entonces, ser designada por la adjunción de un calificativo a la palabra
sociología; tenemos así una sociología política, una sociología religiosa, una
sociología económica, etc.
Como ciencia que se ocupa entonces de los fenómenos sociales, la sociología
y en especial la sociología política, tiene también una estrecha relación con el
derecho constitucional. Definido el objetivo de este como el del
encuadramiento jurídico de los fenómenos políticos y tomados estos como
resultantes de la relación entre los hombres como integrantes de la sociedad,
es fácil deducir que la sociología aporta elementos básicos para la
estructuración del derecho constitucional.
En efecto, la normatividad juridico-constitucional, encuadrada dentro del
marco de una Constitución; busca regular, como ya se dijo, la organización
de los diversos órganos del poder público, así como las relaciones entre el
Estado y los integrantes de la sociedad» en sus aspectos fundamentales.

Naturalmente este ordenamiento no es el producto de una abstracción, sino


del conocimiento de una realidad concreta: la vida de la sociedad a la cual ha
de aplicarse. Debe ser, en todo caso, la respuesta a los requerimientos de
esa sociedad, según su propia naturaleza y las circunstancias de todo orden
en las cuales ella se desenvuelve. Una Constitución, más que ningún otro
precepto, se elabora y mantiene según la realidad y la vivencia del conjunto
de individuos que comprenden la sociedad a la cual ha de aplicarse.
Si bien está llamada a consagrar principios de validez permanente y
universal, al menos en lo que se refiere a la regulación de los órganos
destinados a cumplir las funciones del Estado, debe amoldarse al medio y
circunstancias que esos órganos han de regir. A la sociología corresponde
estudiar y comprender tanto al medio social, como a las circunstancias
imperantes en él, y por lo tanto, está llamada a aportar al constituyente y al
constitucionalista los datos a partir de los cuales podrá elaborar el andamiaje
jurídico-constitucional.

Derecho constitucional e historia


La historia es, indiscutiblemente, uno de los grandes auxiliares de toda la
ciencia jurídica y particularmente del derecho constitucional. Se dice, con
razón, que ella es el fundamento descriptivo de todas las ciencias sociales. La
historia no se limita a la recopilación y enunciado de los hechos que se han
sucedido a través de los tiempos, sino que a ella corresponde, en buena
parte, describir e interpretar esos hechos, sobre todo en cuanto impliquen
fenómenos de cambio en la vida social y política de los pueblos. Debe señalar
su evolución y explicar, a un mismo tiempo, la vinculación interna o externa
entre los mismos.
Además, la historia política tiene como uno de sus cometidos esenciales,
registrar y analizar objetivamente el desenvolvimiento de las civilizaciones y
de los Estados que son producto de ellas. ¿No es, acaso, el Estado uno de los
objetivos primordiales del estudio del derecho constitucional? Es pues fácil
deducir el papel fundamental que el conocimiento de la historia tiene frente
al derecho constitucional. A ella habremos de remitirnos constantemente a lo
largo de este curso.
Sin su contribución y sin la comprensión de los fenómenos históricos que
constituyen hitos .en la elaboración del mundo jurídico y, en particular, de la
normatividad jurídico-constitucional, será muy difícil comprender a cabalidad
aspectos esenciales de esta normatividad.
Por otra parte, la historia misma se constituye como una parte importante del
estudio del derecho constitucional, a través de la historia constitucional,
materia adoptada ya oficialmente en muchas facultades de jurisprudencia, al
igual que la llamada historia de las ideas políticas.

Derecho constitucional y teoría del Estado


Todo estudio del derecho público en general y del derecho constitucional en
particular —dice CARRÉ DE MALBERG— encierra y presupone la noción del Estado.
En efecto, según la definición más difundida, agrega, se debe entender por
derecho público, el derecho del Estado, es decir, el derecho aplicable a todas
las relaciones humanas o sociales en las cuales el Estado entra directamente
en juego.
En cuanto al derecho constitucional, es —como su nombre lo indica— la parte
del derecho público que trata de las reglas o instituciones cuyo conjunto
forma en cada medio estatal la Constitución del Estado.
La teoría del Estado, en un amplio sentido, comprende el estudio de este
ente en todos sus aspectos: sociológicos, políticos, históricos,-filosóficos,
jurídicos. Tal es el objeto de su investigación. Pero él estudio del Estado en el
último de los aspectos mencionados, es decir, el jurídico, cae directamente
bajo la órbita del derecho constitucional. Desde este punto de vista puede
considerarse la teoría del Estado como ciencia jurídica.
Es fundamentalmente bajo este aspecto que vamos a estudiar al Estado, sin
dejar de hacer mención, cuando ello sea necesario, de otros aspectos tales
como los históricos o políticos, para una mejor comprensión del tema,
teniendo en cuenta que el Estado es, como lo reconocen los diferentes
tratadistas, parte sustancial del estudio del derecho constitucional y del
derecho público, en general. Al estudio del Estado dedicaremos, pues, la
primera parte de esta obra.
III. EL ESTADO CONSTITUCIONAL DE DERECHO

La enciclopedia Jurídica Omeba señala que “En un Estado de derecho, el


principio de autoridad reside en la ley fundamental, o ley de leyes que es la
Constitución y para que esto sea una realidad, es necesario que haya una
Constitución escrita.
La Constitución escrita ha sido la partida de nacimiento de las constituciones
nacionales americanas, y eso bastaría para convertirla en una condición
ineludible, exigida por el constitucionalismo, si no revistiera también decisiva
importancia para el funcionamiento de la forma republicana de gobierno
creada por los Estados Unidos y adoptada por todos los países americanos,
(dentro de esta forma se encuentra el principio de la división de poderes del
gobierno).
La división tripartida del sistema americano requiere la Constitución escrita,
como una condición indispensable, porque el poder jurídico no puede ir más
allá de la Constitución misma y la única manera de que ese poder se
mantenga estrictamente dentro de los límites de su propia naturaleza,
consiste en interpretar y aplicar la Constitución, sin apartarse de la letra de
sus disposiciones y de conformidad con su espíritu.”

Supremacía de la Constitución.
Manuel Aragón indica que la supremacía de la Constitución tiene su origen en
la fuente especialísima de donde proviene, el poder constituyente, y esto es
lo que le da el carácter de superioridad sobre toda otra clase de normas que
no tienen esa fuente originaria. Y se inspira en principios político-
constitucionales determinantes: la soberanía popular como base de la
organización política, la primacía de la persona humana sobre las
instituciones del Estado y el régimen de legalidad solamente justificado por
su legitimidad.
Este principio de la supremacía se recoge con gran claridad y énfasis en tres
artículos de la constitución: el artículo 44, el artículo 174 y el 204.
En este contexto indica el Lic. García Laguardia debe interpretarse el artículo
46 que constituye una de las más importantes innovaciones de nuestro
régimen constitucional, y que expresa que “se establece el principio general
de que en materia de derechos humanos, los tratados y convenciones
aceptados y ratificados por Guatemala, tienen preeminencia sobre el derecho
interno”, que introduce una nueva visión en el problema de la jerarquía
normativa, que los constituyentes omitieron resolver expresamente. Puede
afirmarse que la fuente de esta disposición está en el artículo 105 de la
Constitución peruana, pero con diferencias importantes, pues mientras, ésta
atribuye a los tratados sobre derechos humanos “jerarquía constitucional”, la
nuestra les da “preeminencia sobre el derecho interno”, lo que ha abierto la
discusión sobre si en esa expresión se incluye la propia Constitución.
Fuera del argumento central del origen de las diversas normas, lo que da
jerarquía superior a la Constitución sobre todas las demás, debe tomarse en
cuenta, además de las disposiciones antes comentadas, la disposición del
artículo 272, inciso e) de la Constitución, que atribuye a la Corte de
Constitucionalidad la competencia de “emitir opinión sobre la
constitucionalidad de los tratados”, sin hacer distingo entre ellos, lo que deja
abierta la posibilidad de su posible constitucionalidad. Así el comentarista
Gross Espiell afirma que: Los tratados sobre derechos humanos, en
Guatemala, continúan situados bajo la Constitución, pero tienen
preeminencia sobre la ley ordinaria y el resto del derecho interno. De tal
modo, el orden jerárquico sería:

• Constitución
• Tratados ratificados sobre derechos humanos
• Tratados ratificados sobre restantes materias y leyes ordinarias.
• El resto del orden normativo interno, en la posición que resulta del
sistema constitucional y administrativo guatemalteco.

División de los organismos del estado


El principio de división de poderes surge en Inglaterra ya que durante la
monarquía se limitaba cada vez más a los ciudadanos. En Francia con
Montesquieu llega a consideraciones filosóficas: todo el que tiene poder
tiende a abusar de él y lo va a hacer hasta donde encuentre un límite, pero
Montesquieu decía que era necesario que otro poder le pusiera freno.
La necesidad de crear tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) y que
cada uno de estos poderes debía ser ejercido por personas y grupos distintos.
Estados Unidos fue el primer Estado en adoptarlo y ponerlo en práctica;
delimitando las atribuciones de cada organismo y evitando el abuso de poder
y es allí donde surge los frenos y contrapesos que pretende que ninguno de
los tres poderes se exceda de sus facultades imponiendo controles recíprocos
que son: la interpelación (interorgánico) y el bicameralismo (intraorgánico).
El principio de la división de poderes, considerado como medio protector
político, no defiende, no protege el orden constitucional, la división de
poderes es el orden constitucional, la división de poderes es la esencia del
constitucionalismo; es el medio más idóneo encontrado por el hombre para
asegurar su libertad y dignidad frente al Estado.
Los controles intraórganos e interóganos, también constituyen parte
integrante del orden constitucional. Desde sus orígenes, el constitucionalismo
implicó no sólo la división del poder entre varios órganos sino también el
establecimiento de controles recíprocos entre los mismos, es decir, el
sistema de pesos y contrapesos, regulado por la Constitución
Norteamericana, primera Constitución escrita del mundo contemporáneo.
En cuanto a los controles intraorganos, estos también formaron parte del
orden constitucional desde sus orígenes, y si alguno de ellos se incorporó con
posterioridad, no debe considerarse que vinieron a proteger al orden
constitucional sino que a enriquecerlo.

Jurisdicción Constitucional.
La jurisdicción constitucional es aquella con que se inviste a ciertos
tribunales, sean de jurisdicción ordinaria o especializada, para que, con
arreglo a criterios jurídicos y métodos judiciales, satisfagan pretensiones que
tengan origen en normas de derecho constitucional.
La jurisdicción constitucional tiene por objeto la realización efectiva de los
preceptos constitucionales de naturaleza sustantiva y, es por ello que
también se le denomina derecho procesal constitucional o justicia
constitucional.
Jaime Guasp señala que “la justicia constitucional o proceso constitucional
vendría a configurarse como aquella justicia o proceso que tiene por
contenido peculiar las pretensiones que ese invocan fundándose en una
norma del derecho constitucional estricto. Esta sería pues, la diferencia
auténtica que permitiría separar a la jurisdicción constitucional de la civil, de
la penal, administrativa, laboral y así sucesivamente.
De donde habría que extraer la conclusión de la inevitable aplicación a ésta
rama de los tres postulados de un verdadero proceso, exigiendo, en todo
proceso constitucional auténtico, la existencia de una pretensión
constitucional, en toda pretensión constitucional la exigencia de apertura de
un proceso constitucional, y una correlación impecable, fundada en el
llamado principio de la congruencia, entre la reclamación de parte y la
decisión del tribunal constitucional de que se trate.”
La jurisdicción constitucional consiste en los mecanismos destinados a
asegurar el respeto absoluto a la Constitución por parte de quienes detentan
el poder. Es imperativo que los funcionarios y empleados públicos respeten y
cumplan, que los gobernantes encuadren sus actos dentro del ordenamiento
jurídico en donde la cúspide es la constitución, como norma superior que
existe en un Estado y en consecuencia las otras normas se encuentran
jerárquicamente en una posición inferior a la constitución y deben observar el
principio que la constitución es la ley suprema.

Sujetos en la Jurisdicción Constitucional.


El órgano o tribunal encargado de satisfacer la pretensión constitucional.
Las personas individuales o jurídicas que pueden acudir ante la jurisdicción
constitucional con el objeto de que se les satisfaga una pretensión
constitucional.

Objeto.
El objeto fundamental de la jurisdicción constitucional es obtener el respeto
absoluto, por parte de quienes detentan el poder, de los derechos
fundamentales de la persona, reconocidos y consagrados en la parte
dogmática de la constitución y el cumplimiento y observancia de las normas
que regulan la distribución y limitación del poder establecidas en la parte
orgánica de la ley fundamental. Su objeto, en definitiva, es mantener en
plena vigencia la libertad y dignidad del ser humano, a través del
conocimiento de acciones que tiendan, directa o indirectamente, a tutelarlos.

Resoluciones.
En cuanto a las resoluciones dictadas por los órganos de la jurisdicción
constitucional, debemos distinguir entre sentencias declarativas que son las
encaminadas a obtener la tutela directa de derechos fundamentales
(producen efectos inter partes, como por ejemplo el Amparo, la Exhibición
Personal y la Inconstitucionalidad en Caso Concreto) y constitutivas
(producen efectos erga omnes, como por ejemplo la Inconstitucionalidad
General).

IV. LA CONSTITUCIÓN

Concepto
Según el Lic. Ramiro De León Carpio En sentido material, la Constitución es
el conjunto de principios, instituciones, formas de vida, soluciones, etc. que
los integrantes de una sociedad han adoptado como un medio para regular
sus relaciones y lograr una superación colectiva, que no necesariamente
tiene que estar consignados en un documento, pero que los han aceptado y
con ellos han constituido ya un sistema particular de vida, ha creado su
propia organización y han formado un Estado.
En sentido formal, la Constitución es el conjunto de normas jurídicas que
integran los principios fundamentales y las instituciones básicas de un Estado
que las ha adoptado como ley suprema con el objeto de establecer la forma
de organización, regulación y limitación del ejercicio y funcionamiento de sus
poderes y a la vez garantizar los derechos fundamentales de sus habitantes.

Maurice Duverger define la Constitución como: "unos textos que


definen los órganos esenciales del Estado y proclaman, en general, las
libertades públicas fundamentales. Estas constituciones o leyes
constitucionales se consideran superiores a las leyes ordinarias votadas por
el parlamento y establecen, un grado superior de legalidad, una especie de
"súper legalidad.”

Bielsa dice que la Constitución es una carta de contenido jurídico-político, que


establece o reconoce derechos y garantías, sobre todo los "derechos
fundamentales" concernientes a la libertad individual.
El ejercicio de esas libertades crea situaciones jurídicas que constituyen
verdaderos derechos subjetivos. Las "garantías" sean expresas o implícitas,
protegen esos derechos, tanto en la esfera política como en la judicial; pero
es evidente que la verdadera protección debe realizarse sobre ésta última,
pues quien la invoca tiene derecho a que su pretensión jurídica sea conocida
y decidida por el órgano jurisdiccional.
La Constitución además de ser "carta de derechos y garantías" es un
"instrumento de gobierno" ya que ella establece los poderes, determina las
atribuciones y limitaciones de ellos, y regla los modos de su formación.
En opinión de Rodrigo Borja la Constitución es un esquema jurídico de la
organización del Estado, proclamado con especial solemnidad por el órgano
autorizado para ello y destinado a fijar la estructura estatal, así en lo relativo
a la formación y funcionamiento del gobierno, como en lo relativo a la acción
de la opinión pública y sus medios de expresión y a la garantía de los
derechos y prerrogativas de las personas.

Constitución y tratados internacionales


El principio fundamental de que la Constitución es la ley suprema del Estado
acepta una excepción, contenida en su Arto. 46, al enunciarse que: "Se
establece el principio general de que en materia de derechos humanos, los
tratados y convenciones aceptados y ratificados por Guatemala tienen
preeminencia sobre el derecho interno".

El derecho interno del Estado comprende la totalidad de las normas jurídicas


que efectivamente regulan la convivencia social en el Estado, incluyéndose
dentro : del concepto a la propia Constitución; por lo que es una innovación,
no contenida en las Constituciones anteriores, el que un tratado o convenio
que regule materia de derechos humanos pueda tener un rango superior a la
propia Ley Fundamental.
Sin embargo, según criterio sostenido por la Corte de Constitucionalidad, la
Constitución siempre prevalece sobre los tratados internacionales, aun en el
caso del artículo 46, ya que de conformidad con lo estipulado en el artículo
240 de la Constitución los tribunales de justicia observarán siempre el
principio de la supremacía de la misma sobre cualquier ley o tratado
internacional.
La Constitución, por disposición propia, acepta en su artículo 44, la existencia
en tratados internacionales o en cualquier otra ley de otros derechos que
aunque no figuren expresamente en ella, son inherentes a la persona
humana; sin embargo, esto no implica la supremacía de tal tratado sobre la
propia constitución. (expediente 280-90 de la Corte de Constitucionalidad)

Jerarquía normativa
Al analizar nuestro orden jurídico encontramos un sistema jerárquico en el
cual la validez de una norma depende de su adecuación a otras de carácter
jerárquicamente superior, hasta llegar a la Constitución Norma Fundamental

La Constitución o Ley Fundamental:


La validez de todo el sistema jurídico depende de su conformidad con la
Constitución. Esta es considerada como la Ley Suprema emanada del Poder
Constituyente del pueblo cuya finalidad es la creación de órganos
fundamentales del Estado y la regulación de su funcionamiento, así como el
reconocimiento de los derechos fundamentales del individuo frente al poder
estatal.
La Constitución es ley suprema porque por encima de ella no existe ninguna
otra ley y no está sujeta a ningún órgano o poder estatal. Emana del Poder
Constituyente, al que podemos conceptuar como la fuerza o potencia, que en
los regímenes modernos radica en el pueblo, y cuya finalidad es la de crear o
modificar la estructura del Estado- El pueblo deposita temporalmente dicho
poder creador en sus legítimos representantes, los cuales integran un cuerpo
colegiado que en nuestro país se denomina Asamblea Nacional
Constituyente, la cual elabora la Constitución.
La Constitución actual, en su Arto. 280, prescribe que el Congreso de la
República podrá modificar la mayor parte de sus artículos con el voto de las
2/3 partes del total de diputados siempre y cuando dicha reforma sea
aprobada mediante el procedimiento de consulta popular a los ciudadanos,
establecido en su Arto. 173. Será integrada una Asamblea Constituyente
exclusivamente con et objeto de reformar el Arto. 278 de la Carta Magna y
los referentes a los Derechos Humanos. Es conveniente señalar la
irreformabilidad de los artículos de la Constitución que se refieren a la no
prolongación del período presidencial y a la no reelección del Presidente de la
República y lo concerniente a la forma republicana y democrática de
gobierno (Arto. 281 de la Constitución).
Se hace necesario establecer las diferencias fundamentales entre la
Asamblea Constituyente y la Asamblea Legislativa (Congreso de la República
en nuestro país):

a) En la Asamblea Constituyente está depositado el poder creador


(Poder Constituyente), que a través de la Constitución crea o reforma
ai Estado y lo dota de órganos mediante los cuales éste puede ejercer
el poder público (Organismos Ejecutivo, Legislativo y Judicial). Dichos
órganos son depositarios de poderes creados y, por lo tanto, inferiores
al poder creador.

La Asamblea Legislativa es inferior a la Asamblea Constituyente; y en


el ejercicio del poder legislativo crea normas ordinarias que son
inferiores a la Constitución y a las Leyes Constitucionales; por lo tanto,
no pueden contradecirlas.

b) La Asamblea Constituyente es temporal, dado que sólo funcionará el


tiempo necesario para crear o reformar la Constitución o las Leyes
Constitucionales.

En cambio, la Asamblea Legislativa es un organismo permanente del


Estado, que ejerce sus funciones durante los cinco años que dura el
período presidencial en Guatemala.

Para el Derecho Constitucional clásico una Constitución únicamente debe


contener lo referente a la organización y funcionamiento de los organismos
fundamentales del Estado y los derechos de los individuos frente al mismo.
Sin embargo, las Constituciones modernas tienden a incluir otras materias,
como los derechos sociales, para impedir que las cambiantes mayorías del
Congreso anulen fácilmente dichos derechos, los cuales se han obtenido tras
largos años de lucha (derechos de familia, trabajo, cultura, así como otros
tendentes a conservar el equilibrio social).

Preeminencia del Derecho Internacional


El principio fundamental de que la Constitución es la ley suprema del Estado
acepta una excepción, contenida en su Arto. 46, al enunciarse que: "Se
establece el principio general de que en materia de derechos humanos, los
tratados y convenciones aceptados y ratificados por Guatemala tienen
preeminencia sobre el derecho interno". El derecho interno del Estado
comprende la totalidad de las normas jurídicas que efectivamente regulan la
convivencia social en el Estado, incluyéndose dentro : del concepto a la
propia Constitución; por lo que es una innovación, no contenida en las
Constituciones anteriores, el que un tratado o convenio que regule materia
de derechos humanos pueda tener un rango superior a la propia Ley
Fundamental. Sin embargo, según criterio sostenido por la Corte de
Constitucionalidad, la Constitución siempre prevalece sobre los tratados
internacionales, aun en el caso del artículo 46, ya que de conformidad con lo
estipulado en el artículo 240 de la Constitución los tribunales de justicia
observarán siempre el principio de la supremacía de la misma sobre
cualquier ley o tratado internacional. La Constitución, por disposición propia,
acepta en su artículo 44, la existencia en tratados internacionales o en
cualquier otra ley de otros derechos que aunque no figuren expresamente en
ella, son inherentes a la persona humana; sin embargo, esto no implica la
supremacía de tal tratado sobre la propia constitución. (expediente 280-90
de la Corte de Constitucionalidad)

Leyes Constitucionales:
La Constitución enuncia principios generales que deben ser desarrollados por
normas jurídicas contenidas en cuerpos legales distintos de ella, pero que
regulan materia constitucional. Se les denomina leyes constitucionales, y,
según los autores, pueden serlo por tres razones:

a) Por su origen: Al haber sido creadas por el cuerpo que ostenta el


Poder Constituyente. Son leyes constitucionales por su origen, la
"Ley de Amparo, Exhibición Personal y Constitucionalidad", "Ley de
Orden Publico", "Ley Electoral y de Partidos Políticos", "Ley de
Emisión del Pensamiento". Todas ellas emanadas de la Asamblea
Nacional Constituyente,
b) Por su autenticidad: Cuando la propia Constitución o la propia ley se
denomina a sí misma ley constitucional- Por ejemplo: El Arto. 35 de
la Constitución al referirse a la libertad de emisión del pensamiento
establece que: "lodo lo relativo a este derecho constitucional se
regula en la Ley Constitucional de Emisión del Pensamiento".
c) Por su atributo orgánico: Cuando la ley tenga por objeto regular
alguno de los órganos creados por la Constitución es considerada
ley constitucional; por ejemplo; la Ley del Organismo Ejecutivo que
desarrolla el funcionamiento del mismo y de sus diferentes
dependencias. (Tales leyes emanan del Congreso en nuestro
sistema jurídico).

Las leyes constitucionales pueden ser reformadas por el Congreso, para lo


cual es necesaria una mayoría de las 2/3 partes del total de diputados que lo
integran, previo dictamen favorable de la Corte de Constitucionalidad (Arto.
175, 2o. párrafo, Constitución de 1985).

Tratados Internacionales:
Los tratados internacionales son acuerdos regulados por el Derecho
Internacional Público y celebrados por escrito entre dos o más Estados u
Organismos Internacionales de carácter gubernamental; constan en un
instrumento escrito o en varios conexos en que deben llenarse las
formalidades prescritas por el Derecho Internacional así como por el Derecho
interno de los países que los suscriben.
Dentro de nuestro sistema jurídico los tratados deben ser aprobados por el
Organismo Legislativo, con mayoría absoluta (mitad + uno) del total de
diputados que lo integran, en los casos señalados en el Arto. 171 inc. I) de la
Constitución y con mayoría calificada, es decir, dos terceras partes, en ios
casos señalados en el Arlo. 172 del mismo cuerpo legal, posteriormente
deberán ser ratificados por el Presidente de la República Arto. 183 inc. K) de
la Constitución y entrarán en vigor al ser efectuado el canje de ratificaciones
o su respectivo depósito en la oficina internacional correspondiente.
En nuestro sistema jerárquico, solamente la Constitución ocupa un lugar
superior al de los tratados internacionales, salvo en lo que se refiere a los
derechos humanos, tal como se explicó al referirnos a la preeminencia del
Derecho Internacional.

Leyes Ordinarias:
Son tas normas generales y abstractas que emanan del Organismo
Legislativo del Estado, previo cumplimiento de los requisitos establecidos por
la Constitución para la creación y sanción de la ley. (Artos. 174-180 de la
Constitución).
No todo acto del Congreso implicará la creación de una ley ordinaria, pues
este organismo puede realizar funciones de otro tipo (ejemplo: al aprobar el
Presupuesto Nacional está realizando un acto concreto; y, por lo tanto, no
concurren los requisitos de abstracción y generalidad propios de la ley
ordinaria).

Las leyes ordinarias se clasifican en:

• ORDINARIAS PROPIAMENTE DICHAS: Son las dictadas por el


Congreso sobre materia distinta de la contemplada en la Constitución
y en las leyes constitucionales. Ejemplo: Código de Comercio (Dto.
Legislativo 2-70), Código Penal (Dto. Legislativo 17-73), Código
Procesal Penal (Din. Legislativo 52-73).
• ORGÁNICAS: Las que regulan la estructura o funcionamiento de algún
órgano estatal. Ejemplo: Ley Orgánica del 1NDE, del IGSS, etc
• DECRETOS LEYES: Son las normas emanadas del Organismo
Ejecutivo con valor y eficacia de ley. Por ejemplo, el decreto que pone
en vigor la Ley de Orden Público (Arto. 183 inciso e) de la Constitución;
son Decretos Leyes también los emitidos por el Jefe del Ejecutivo en
los regímenes de fado en que no existe un Organismo Legislativo,
pudiendo en tal caso, crear leyes ordinarias. Ejemplo: Código Civil
(Decreto-Ley 106), Código Procesal Civil y Mercantil (Decreto-Ley 107).

Disposiciones Reglamentarias:
La función reglamentaria ha sido depositada, constitucionalmente, en el
Presidente de la República (Arto. 183 inciso e); por lo que la emisión de los
reglamentos es una atribución primaría de! Organismo Ejecutivo; pues éste,
por medio de sus diferentes Ministerios, se encuentra en contacto directo con
los problemas concretos que la ley ordinaria trata de resolver, pero cuya
aplicación práctica se facilita por medio del reglamento. Por ejemplo, la Ley
del Impuesto del Papel Sellado y Timbres Fiscales, contiene las normas
generales de recaudación del impuesto, pero su aplicación práctica es
detallada en el reglamento respectivo.
Los otros dos poderes del Estado, en forma excepcional, pueden emitir
reglamentos. Por ejemplo: El Congreso puede emitir su propio reglamento
interior (Arto. 181 de la Constitución) y la Curte Suprema de Justicia podrá
dictar los reglamentos que le correspondan de acuerdo con la ley (Arto. 38
inciso 10o. de !a Ley del Organismo Judicial).
Los reglamentos sirven para explicar y facilitar la aplicación de las leyes
ordinarias. Ocupan una posición jerárquica inferior a ellas y no pueden variar
o contradecir el espíritu o fundamento de la ley ordinaria que están
reglamentando.

Normas Individualizadas:
Ocupan el último peldaño en la escala jerárquica y dentro de ellas están
comprendidas la sentencia judicial y la resolución administrativa.
Estas normas se diferencian de todas las anteriores porque se dictan para ser
aplicadas en la resolución de situaciones concretas y exclusivamente para
resolver un caso determinado. Por ejemplo: la sentencia que resuelve una
controversia se aplica exclusivamente a las partes que intervinieron en el
proceso. Lo mismo sucede con la resolución administrativa que se dicta
únicamente para aplicarse a la persona individual o jurídica involucrada en
un asunto específico o determinado.

Sistema jerárquico guatemalteco

• La Constitución
• Ley Fundamental
• Tratados y convenciones sobre derechos humanos (aceptados y
ratificados por Guatemala)
• Leyes Constitucionales
• Tratados internacionales
• Leyes Ordinarias
• Disposiciones reglamentarias
• Normas individualizadas (Sentencia judicial, resolución administrativa)
V. PODER CONSTITUYENTE

Concepto
Linares Quintana lo define: “Poder Constituyente es la facultad inherente a
toda comunidad soberana de darse su ordenamiento jurídico-político
fundamental originario por medio de una Constitución, y de reformar este
total o parcialmente cuando sea necesario.
Aparecen en esta definición como características esenciales del concepto de
poder constituyente, en primer lugar, el que su titularidad está en cabeza de
la comunidad soberana, es decir, el pueblo como titular de la soberanía
nacional; en segundo lugar, que esa facultad consiste en darse su propio
ordenamiento jurídico-político fundamental, a través de una Constitución; en
tercer lugar, que el poder constituyente puede ser originario o primario,
cuando actúa para dar este ordenamiento por primera vez, o paga cambiarlo
por otro distinto y derivado, cuando delega en un cuerpo específico, que
puede ser un poder constituido, la facultad de reformar o modificar el
ordenamiento, es decir para hacer una reforma constitucional.

El poder constituyente posee las siguientes características:

- Es supremo: pues como poder social constituyente no es constituido y no


depende de ningún poder anterior.
- Es ilimitado: en la medida de sus posibilidades (lo cual significa que de
hecho podrá estar sujeto a límites, pues no es un ser absoluto.
- Es extraordinario: cuando se ejerce a través de la normatividad, pues se lo
hace en casos de excepción.
- Es ordinario: cuando se ejerce a través de la normalidad, pues funciona
continuadamente por medio de la interpretación constitucional de la Corte
Suprema y por las mutaciones constitucionales que actualizan su efectividad.
- Es único e indivisible: porque, se ejerza como se ejerza, es el mismo poder
constituyente; no cabe distinguir entre poder originario y derivado.
- Es intransferible: porque cuando un órgano ejerce el poder constituyente lo
hace siempre en forma originaria y no por delegación.
- No es soberano: porque la soberanía es la cualidad de la norma
fundamental de un Estado según la cual ella no deriva de una norma
superior.

Sujeto del Poder Constituyente


El pueblo es el sujeto del poder constituyente, pero éste lo delega en una
Asamblea Constituyente o Congreso o Corte Constituyente.

Poder Constituyente Originario o Genuino:


Se llama así cuando el nuevo orden jurídico que él establece nace sin apoyo
de una norma positiva anterior, es decir, cuando surge por primera vez. Ello
puede tener lugar en el caso del nacimiento o conformación de un nuevo
Estado, por el cambio de régimen político en un Estado preexistente, ya sea
que este cambio se produzca por vía de revolución, por Golpe de Estado o de
conquista militar. El poder Constituyente originario lo podemos encontrar en
el PREÁMBULO DE LA CONSTITUCIÓN.

Poder Constituyente Derivado o Constituido:


Consiste en la potestad de poder reformar, total o parcialmente, la
Constitución existente. Su funcionamiento está previsto en disposiciones de
la Constitución anterior, la cual dispone procedimientos especiales para su
revisión o reforma. El poder constituyente derivado en sus Reformas.
Asimismo se debe observar el artículo 278 de la Constitución Política de la
República de Guatemala (Asamblea Constituyente).- 279 y 280 de la
Constitución.

Limites del Poder Constituyente


La teoría constitucional establece límites en el ejercicio del poder
constituyente. Seguiremos a Jellinek y a Vanossi. Estos límites pueden ser:

1. Límites extrajurídicos (son absolutos porque no se pueden superar):

a) Ideológicos: El conjunto de valores emanados de la ideología


predominante cuando actúa el poder constituyente (es la
superestructura de normas, valores o conocimientos vigentes
en la sociedad);
b) Materiales: el conjunto de condiciones que determinan la
infraestructura social: lucha de clases o sistema de producción,
situación geográfica o desarrollo económico.

2. Límites jurídicos: Según la teoría estos son:

a) Procesales: conjunto de reglas que establecen el


procedimiento de actuación del poder constituyente; trámite
para la reforma o plazos de prohibición para reformar;
b) Sustantivos: conjunto de directivas que aspiran orientar la
labor del poder constituyente que a su vez pueden ser:

1) expresos: cláusulas pétreas o inmodificables; o


directivas dirigidas al poder constituyente por quien lo
convoca.
2) tácitos: contenidos pétreos que surgen del espíritu
intangible emanado de nuestra tradición.
c) pactos preconstituyentes: son ordenaciones dirigidas a
constituir el poder constituyente; sus determinaciones no lo
limitan, pues son producidas por el mismo poder constituyente
en forma autónoma;
d) tratados internacionales: son ordenaciones que no limitan el
poder constituyente pues ha emanado, en forma autónoma, del
mismo: si no fuera así se habría formado un Estado de superior
nivel cuyo poder constituyente sería supremo.

Así como el poder constituyente originario es ilimitado, el poder


constituyente derivado o reformador está subordinado a los límites que le
impone la propia Constitución, como ser: límites procesales y límites
sustanciales. Los primeros, se refieren al procedimiento que se debe
observar, y los segundos, se relacionan con limitaciones de contenidos o
sustantivas.
La Constitución puede imponer límites temporales, plazos durante los cuales
no se le reforme. En consecuencia, la validez del ejercicio del poder
constituyente derivado depende del cumplimiento de las condiciones y del
procedimiento impuesto por el ordenamiento constitucional.

Titularidad, legitimidad y ejercicio del Poder Constituyente.


El poder constituyente se desnaturaliza si está realmente sometido o
subordinado a normas jurídicas que lo dejan de lado o lo limitan. El poder
constituyente no puede ser consecuencia de las normas jurídicas sino fuente
de ellas. Es el poder constituido el que está realmente sometido a normas
jurídicas y dejado de lado por los órganos de control.
Las cláusulas pétreas están previstas en la constitución con el fin de evitar
ser suprimidas en una reforma. Los contenidos pétreos no están
expresamente previstos: ellos se desprenden del espíritu intangible del
Estado. El tratar de reformar una cláusula pétrea es una contradicción lógica.
En la teoría constitucional es clásica la distinción entre titularidad y ejercicio
del poder constituyente. Se dice que el titular del poder es el pueblo o la
nación y que el poder se ejerce sólo a través de "actos" realizados por
representantes del titular.

Legitimidad de la Constitución
Para que una Constitución se considere legítima es imprescindible que se
cumpla con 3 requisitos fundamentales:
a) Que el poder constituyente (A.N.C.) que sanciona, decreta y
promulga la Constitución, sea legítimo, lo cual significa que los
diputados que lo integran estén revertidos de legitimidad en el sentido
de que representen genuinamente al pueblo y para ello es necesario
que hayan sido electos democráticamente y libremente a través de
elecciones limpias;
b) Que en la integración del Poder Constituyente hayan participado
para estar representados en él todas las corrientes políticas, filosóficas
e ideológicas;
c) Que en el momento de la discusión y aprobación de la Constitución,
los diputados constituyentes tengan absoluta libertad y no se
impongan criterios desde fuera de ese órgano.
VI. CLASIFICACIÓN DE LAS CONSTITUCIONES

Constituciones Escritas Y No Escritas


Las Escritas son las que se encuentran en documentos sancionado y
promulgados de acuerdo con su procedimiento válido y que, por su precisión
y fijeza, constituyen una garantía para gobernantes y gobernados. Las
constituciones escritas consignan los principios básicos que regulan la
organización y funcionamiento del Estado, la enunciación de los derechos de
los habitantes y sus respectivas garantías, siendo su característica la
cualidad de suprema y fundamental, a la que deben acomodarse las demás
leyes, so pena de nulidad.
Las No escritas son las que se forman por la evolución de las instituciones del
Estado y de prácticas constantes consagradas por el uso y la tradición
histórica. Son consuetudinarias. (Lic. Ordóñez Reina)

Rígidas y Flexibles.
Son constituciones rígidas las que para ser reformadas necesitan ciertas y
determinadas formalidades que no son necesarias para la reforma de las
demás leyes ordinarias, con lo cual se está aumentando su fuerza moral y al
mismo tiempo se está aumentando su fuerza moral y al mismo tiempo se
está garantizando su estabilidad. O sea que desde que nace la constitución,
lo hace con ciertos caracteres formales que no tienen las demás leyes
ordinarias. Se argumenta a favor de este tipo de constituciones, que con
ellas se garantiza la estabilidad y permanencia de su contenido y se evitan
los actos arbitrarios. Sin embargo, se argumenta en contra de ellas, por
considerar que produce estancamiento en lo económico, social y
naturalmente en lo político, así como no permite soluciones acordes al
momento histórico que se viva y al interés del pueblo en ese momento. (Lic.
Ramiro De León Carpio)
Son constituciones flexibles: Las que se pueden modificar por el órgano
legislativo ordinario en la misma forma que una ley ordinaria. (Lic. Aylin
Ordóñez)

Desarrolladas y Sumarias.
Según el Lic. Ramiro De León Carpio, las Constituciones desarrolladas son
aquellas que además de exponer los fundamentos de la organización política,
introducen disposiciones relativas a otras materias con el objeto de afianzar
el sistema y asegurar su funcionamiento. Se dan especialmente en aquellos
países en que no existe homogeneidad social, que tienen una sociedad
cambiante y que por lo tanto no es suficientemente fuerte. Nuestra
constitución es de este tipo.
Las Constituciones Sumarias son aquellas constituciones que regulan las
materias en forma escueta y se limitan a exponer los fundamentos de la
organización política. Se dan únicamente en aquellos países que poseen una
conciencia jurídica completa, bien integrada, lo cual hace que acepten un
sistema político de tan buen agrado, que unos cuantos brochazos
constitucionales señalan el camino y ruta para esa entidad política. No es
necesario más. Este es el caso de la Constitución de los USA.

Dispersas O Codificadas Según tesis de la Lic. Ordoñez, Reina


Constituciones dispersas son producidas sin unidad de sistema en actos
legales o consuetudinarios. Un ejemplo es la de Gran Bretaña.
Constituciones Codificadas son aquellas formuladas en un solo cuerpo legal.

Originarias Y Derivadas (Loewestein):


Constituciones originarias son aquellas que contienen principios nuevos u
originales para la regulación del proceso político o la formación del Estado.
Constituciones derivadas son aquellas que no contienen principios originales
en relación con la formación del Estado, sino adoptan una o varias
constituciones originarias. La cuestión es fluida y relativa, pero en general la
mayoría de las constituciones latinoamericanas serían derivadas. La
distinción tiene la importancia de destacar la frecuente inclinación de los
constituyentes en adoptar modelos ajenos a la realidad que van a ordenar,
estableciendo una suerte de dependencia cultural.

Breves y desarrolladas.
Son Breves o restrictas las que contienen únicamente el esquema
fundamental de la organización de los poderes del Estado, son textos
básicos. Ejemplos de constituciones sobrias son la mayoría de las
constituciones del siglo XVIII y XIX, entre ellas la de los Estados Unidos de
1787.
Desarrolladas las que reproducen en los textos con abundancia y precisión de
reglas, todos los principios esenciales del ordenamiento jurídico-social del
Estado.

Absolutamente Pétreas t Parcialmente Pétreas. (Kelsen)


Constituciones absolutamente pétreas son aquellas que no pueden
reformarse en ningún aspecto.
Constitución parcialmente pétrea (cláusulas pétreas): es aquella que prohíbe
la reforma de una o varias de sus cláusulas.
La doctrina sostiene que aunque no sean expresas las cláusulas pétreas, ellas
están implícitas "en el espíritu intangible de la constitución". El
reconocimiento de la existencia de las cláusulas pétreas es una afirmación
conservadora, negatoria de la libertad del hombre como protagonista de la
historia; niega la posibilidad de la revolución por medio del derecho e incita al
ejercicio de la violencia, todo ello por no reconocer el verdadero carácter del
poder constituyente: relación social no sujeta al derecho, sino creadora de
derecho. Las cláusulas pétreas no tienen carácter jurídico: ellas son acatadas
o no por el poder constituyente por razones de convivencia política.

Ideológicas y Utilitarias (Tesis de la Lic. Ordóñez Reina)


Ideológicas-programáticas son las que establecen en su parte dogmática y/o
preámbulo los principios ideológicos que la inspiran y que guiarán su
accionar.
Utilitarias, son neutrales en materia ideológica. No son más que estatutos
que regulan la gestión de los negocios gubernamentales en los órganos
estatales superiores, con ausencia de toda referencia a los derechos
fundamentales.

Ideológicas y funcionales.
Ideológicas: También llamadas pragmáticas, son aquellas que regulan un
aspecto idealista o filosófico en su estructura muy bien definido.
Funcionales: Es aquella constitución a la que se le puede considerar
ideológicamente neutral, porque hace énfasis en la organización mecánica
del funcionamiento del poder del Estado.

Normativas, nominales y semánticas (Tesis de la Lic. Ordóñez, Reina)


Constituciones normativas son aquellas que logran hacer coincidir sus
postulados con la efectiva aplicación de sus normas.
Constituciones Nominales son aquellas que no logran ser aplicadas en forma
efectiva.
Constituciones semánticas son aquellas que si bien son aplicables, son
insuficientes en lo relativo a la protección de los derechos individuales y a la
división de los poderes de gobierno.

Materiales y formales (Tesis de la Lic. Ordóñez, Reina)


Constituciones materiales o reales son las que están integradas tanto por la
normatividad legal como por la normatividad social.
Constituciones formales son las elaboradas según los procedimientos
previstos en la propia constitución.

Genéricas y analíticas (Vanossi):


Constitución genérica: es la que expone en forma concisa las líneas
generales de la organización del Estado, delegando al legislador ordinario la
regulación variable de acuerdo con las circunstancias dentro de aquel marco:
ello favorece la durabilidad de la constitución. Constituciones del siglo
pasado, por ejemplo: la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica.
Constitución analítica: es la que contiene un gran número de disposiciones
reglamentarias, sobre contenidos no sólo políticos, sino económicos y
sociales, lo cual obliga a reformarla con frecuencia. Por ejemplo la
Constitución de la República Española de 1931 y de la India, la más extensa
del mundo con 395 artículos.

Definitivas y de transición (Alberdi):

Constitución definitiva: es la que establece en una etapa de consolidación,


luego de un proceso que puede ser de transición.
Constitución de transición: es la que se dicta en una etapa de tensiones que
necesita madurar el proceso en búsqueda de síntesis.

Ramiro de León Carpio nos dice que nuestra Constitución es escrita,


desarrollada y rígida. Es escrita porque la estructura total del Estado en sus
preceptos fundamentales, se encuentra regulada en un documento escrito y
este documento contiene la voluntad para la determinación del destino
político del Estado de Guatemala. Además la Constitución de Guatemala
tiene la característica de ser desarrollada puesto que además de exponer los
derechos básicos del pueblo y los fundamentos de la organización política,
introduce disposiciones relativas a otras materias con el objeto de afianzar el
sistema y asegurar su funcionamiento. Por ello es que los Derechos Humanos
tanto individuales como sociales en nuestra Constitución, se encuentran
establecidos con terminología desarrollada y hasta detallista. Es rígida ya que
para ser reformada necesita ciertas y determinadas formalidades que no son
necesarias para las reformas de las demás leyes ordinarias, con lo cual se
está aumentando su fuerza moral y al mismo tiempo se estará garantizando
su estabilidad.
La rigidez de nuestra Constitución la apreciamos en el Capítulo único
denominado Reformas a la Constitución y comprende de los artículos 277 al
281 inclusive

VII. SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL

Supremacía Constitucional y Estructura Jerárquica del orden jurídico


estatal:
Hemos dicho que no hay Estado sin Constitución. Sea que esté formulada por
escrito en un texto determinado, que esté dispersa en varias leyes, o sea de
carácter consuetudinario la Constitución es el fundamento positivo sobre el
cual se asienta el orden Jurídico del Estado. La supremacía de la Constitución
resulta, pues, del hecho de ser el primer fundamento del orden jurídico y del
Estado; ella es la fuente o el principio del orden estatal entero, y hace que
todo lo demás, dentro de la vida del Estado, sea de determinada manera y no
de otra diferente. Por eso se dice que la Constitución es la ley de leyes.
HANS KELSEN, al exponer la teoría de la pirámide jurídica, ideada por MERKL,
explica: "La norma que determina la creación de otra es superior a esta; la
creada de acuerdo con tal regulación, es inferior a la primera. El orden
jurídico, especialmente aquel cuya personificación constituye el Estado, no
es, por tanto, un sistema de normas coordinadas entre sí, que se hallasen,
por así decirlo, una al lado de la otra, en un mismo nivel, sino que se trata de
una verdadera jerarquía de diferentes niveles de normas.
La unidad de estas se halla constituida por el hecho de que la creación de
una norma —la de grado más bajo—, se encuentra determinada por otra —de
grado superior—, cuya creación es determinada, a su vez, por otra todavía
más alta. Lo que constituye la unidad del sistema es precisamente la
circunstancia de que tal regressus termina en la norma de grado más alto, o
norma básica, que representa la suprema razón de validez de todo el orden
jurídico. La estructura jerárquica del orden jurídico de un Estado puede
expresarse toscamente en los siguientes términos: supuesta la existencia de
la norma fundamental, la Constitución representa el nivel más alto dentro del
derecho nacional".
La posición jerárquica que la Constitución ocupa pues, respecto del resto del
ordenamiento jurídico de un Estado, es clara. No solo obedece esa ubicación
en la cúspide al hecho de ser la norma fundamental —o contener el conjunto
de normas fundamentales—, de la cual derivan su validez las demás normas
positivas, sino, además, por el hecho de llevar implícita toda una filosofía
política que sirve de orientación no solamente a los agentes del poder —los
gobernantes—, sino a la conducta de los gobernados, en cuanto miembros
activos del conglomerado social.
"Siempre hemos considerado —dice COPETE LÍZARRALDE— que el fundamento de la
super legalidad de la Constitución está en el reconocimiento que ella hace de
los derechos de las personas, encausando y limitando la actividad legítima
del Estado, cuyo fin es la persecución del bien común".
Ya se ha visto cómo el contenido de la Constitución no se limita a la
recopilación de las normas fundamentales para la organización del poder en
el Estado, sino que comprende, además, otros tipos de reglas, como son
aquellas que consagran los derechos de los individuos frente al Estado y las
libertades públicas, y de las cuales deriva también su supremacía.
La fuerza que se otorga a las disposiciones constitucionales debe ser
enfocada desde un doble punto de vista: ella proviene de una parte de su
propio contenido, por lo cual se habla de una supremacía material, y en
ocasiones del procedimiento a través del cual es elaborada: esto es la
supremacía formal.

SUPREMACÍA Material y Supremacía formal de la CONSTITUCIÓN:


La supremacía material significa que el orden jurídico del Estado depende por
entero de la Constitución. Siendo ella el origen de toda la actividad jurídica
que se desarrolla dentro del Estado, necesariamente será superior a todas las
formas de esta actividad, puesto que es de ella, y tan solo de ella, que esas
formas derivan validez. En este sentido decimos que la Constitución es la
norma o la ley fundamental.
De una manera más precisa, como explica BURDEAU, la supremacía material de
la Constitución resulta del hecho de que ella organiza las competencias. En
efecto, al crear las competencias, ella es necesariamente superior a los
individuos —los gobernantes— que están investidos de esas competencias.
Por consiguiente, los gobernantes no pueden ir en sus actos contra la
Constitución, sin despojarse, al mismo tiempo, de su investidura jurídica 3.
Tratándose de saber si el príncipe o una asamblea podrían modificar las leyes
fundamentales del Estado, VATTEL respondía: "Es de la Constitución que los
legisladores tienen sus poderes ¿Cómo podrían ellos cambiarla sin destruir el
fundamento de su autoridad?”.
Del hecho de la supremacía material de la Constitución se derivan
importantes consecuencias:
En primer lugar, ella asegura para los participantes —para toda la comunidad
— un refuerzo de la legalidad, ya que si todo acto contrario a la ley debe ser
considerado desprovisto de valor jurídico, necesariamente lo será también
todo acto contrario a la Constitución, inclusive en el caso de que el acto
emane de los gobernantes; la supremacía material de la Constitución se
opone también a que el órgano investido de una competencia determinada
delegue su ejercicio en otro.
En efecto, no es posible delegar un poder del cual no puede disponerse por si
mismo, y los gobernantes no tienen un derecho propio sóbrela función que
ejercen. Esta les es conferida en consideración a las garantías particulares
que ofrecen su modo de nominación y su status. Si ellos pudieran delegarla a
otros, dice BURDEAU, es toda la organización del poder en el Estado la que sería
puesta en tela de juicio. Es por esta razón por la cual debe condenarse la
práctica abusiva de los decretos-leyes tan corriente en Colombia bajo el
imperio del estado de sitio, que ha regido por tanto tiempo entre nosotros
durante las últimas décadas.
La supremacía formal de la Constitución surge, fundamentalmente, del hecho
de que sus normas han sido consagradas mediante procedimientos
especiales, diferentes a los de la ley ordinaria, y de que para modificar esas
normas se requiere igualmente de procedimientos especiales. De ahí que
cuando se trata de disposiciones cuyo contenido no sea propiamente de
naturaleza constitucional, pero que por su particular importancia el
constituyente ha considerado oportuno elevar a esa categoría,
introduciéndolas en el texto de una Constitución, esas disposiciones, al igual
que las demás, tendrán supremacía sobre cualquier otra norma no
constitucional. Es por esto que el establecimiento y reforma de los textos
constitucionales, se subordina generalmente al respeto de ciertas
formalidades especiales. De ahí resulta, en primer término, la distinción que
se hace entre Constitución rígida y flexible, que ya examinamos en capítulo
anterior. Como se explicó, se trata de una distinción puramente formal, que
se refiere a los procedimientos para su elaboración y no a su contenido. De
tal manera que se habla de supremacía formal en los casos de Constitución
rígida, ya que esta es la que prevé esos procedimientos.

Leyes constitucionales y leyes ordinarias


"Las leyes constitucionales o fundamentales, explica ESMEIN, son anteriores y
superiores a las leyes ordinarias; se imponen al respeto del poder legislativo,
el cual, impotente para abrogarlas o modificarlas, no puede legislar sino en
las condiciones y bajo las formas que ellas han determinado". En los países
de Constitución flexible, la distinción entre leyes constitucionales y leyes
ordinarias no tiene consecuencias jurídicas diferentes a la superioridad
material que se reconoce a las primeras. Solo dentro del marco de la
Constitución rígida, esta distinción tiene trascendencia.
Ella se basa no ser el objeto o el contenido de la ley, sino pura y simplemente
en la forma en que esta ha sido elaborada o puede ser modificada, es decir,
sobre los procedimientos seguidos para su establecimiento. Normalmente la
forme constitucional se utilizará para regular los asuntos de naturaleza
constitucional. Pero puede suceder que exista desacuerdo entre la forma y el
fondo En algunas constituciones se consagran normas que no son
propiamente de tipo constitucional. En este caso ¿Será necesario tener en
cuenta la forma a través de la cual ha sido elaborada, o más bien su
contenido?
La solución generalmente admitida es, como lo confirma BURDEAU, que la forma
debe prevalecer. Es decir, que si una regla, por más ajena a la organización
política de un Estado que sea, ha sido elaborada según la forma
constitucional, tendrá valor constitucional, con todas las consecuencias que
se derivan de ello7. Es decir, será considerada como superior a la ley
ordinaria.

La supremacía de la Constitución como la más eficiente garantía de la


libertad y dignidad del individuo.
Para establecer que la supremacía de la Constitución es la más eficiente
garantía de la libertad y dignidad del individuo, Segundo Linares Quintana
expone: “Al imponer a los poderes constituidos la obligación de encuadrar
sus actos en las reglas que prescribe la ley fundamental, si los actos
emanados de dichos poderes tuvieran la misma jerarquía que las normas
constitucionales, la constitución y, con ella, todo el sistema de amparo de la
libertad y de la dignidad humanas que ella consagra, podría ser dejada en
cualquier momento sin efecto, por los órganos institucionales a los cuales
aquella pretende limitar en su actuación”.

Orden Jerárquico de los Preceptos de Derecho en el Sistema


Guatemalteco:

Al analizar nuestro orden jurídico encontramos un sistema jerárquico en el


cual la validez de una norma depende de su adecuación a otras de carácter
jerárquicamente superior, hasta llegar a la Constitución Norma Fundamental

La Constitución o Ley Fundamental: La validez de todo el sistema


jurídico depende de su conformidad con la Constitución. Esta es
considerada como la Ley Suprema emanada del Poder Constituyente
del pueblo cuya finalidad es la creación de órganos .fundamentales del
Estado y la regulación de su funcionamiento, así como el
reconocimiento de los derechos fundamentales del individuo frente al
poder estatal.
La Constitución es ley suprema porque por encima de ella no
existe ninguna otra ley y no está sujeta a ningún órgano o poder
estatal. Emana del Poder Constituyente, al que podemos
conceptuar como la fuerza o potencia, que en los regímenes
modernos radica en el pueblo, y cuya finalidad es la de crear o
modificar la estructura del Estado- El pueblo deposita
temporalmente dicho poder creador en sus legítimos
representantes, los cuales integran un cuerpo colegiado que en
nuestro país se denomina Asamblea Nacional Constituyente, la
cual elabora la Constitución.
La Constitución actual, en su Arto. 280, prescribe que el
Congreso de la República podrá modificar la mayor parte de sus
artículos con el voto de las 2/3 partes del total de diputados
siempre y cuando dicha reforma sea aprobada mediante el
procedimiento de consulta popular a los ciudadanos, establecido
en su Arto. 173.
Será integrada una Asamblea Constituyente exclusivamente con
et objeto de reformar el Arto. 278 de la Carta Magna y los
referentes a los Derechos Humanos. Es conveniente señalar la
irreformabilidad de los artículos de la Constitución que se
refieren a la no prolongación del período presidencial y a la no
reelección del Presidente de la República y lo concerniente a la
forma republicana y democrática de gobierno (Arto. 281 de la
Constitución).

Se hace necesario establecer las diferencias fundamentales entre la


Asamblea Constituyente y la Asamblea Legislativa (Congreso de la República
en nuestro país):

a. En la Asamblea Constituyente está depositado el poder creador (Poder


Constituyente), que a través de la Constitución crea o reforma ai Estado y lo
dota de órganos mediante los cuales éste puede ejercer el poder público
(Organismos Ejecutivo, Legislativo y Judicial). Dichos órganos son
depositarios de poderes creados y, por lo tanto, inferiores al poder creador
La Asamblea Legislativa es inferior a la Asamblea Constituyente; y en el
ejercicio del poder legislativo crea normas ordinarias que son inferiores a la
Constitución y a las Leyes Constitucionales; por lo tanto, no pueden
contradecirlas.

b. La Asamblea Constituyente es temporal, dado que sólo funcionará el


tiempo necesario para crear o reformar la Constitución o las Leyes
Constitucionales. En cambio, la Asamblea Legislativa es un organismo
permanente del Estado, que ejerce sus funciones durante los cinco años que
dura el período presidencial en Guatemala.
Para el Derecho Constitucional clásico una Constitución únicamente debe
contener lo referente a la organización y funcionamiento de los organismos
fundamentales del Estado y los derechos de los individuos frente al mismo.
Sin embargo, las Constituciones modernas tienden a incluir otras materias,
como los derechos sociales, para impedir que las cambiantes mayorías del
Congreso anulen fácilmente dichos derechos, los cuales se han obtenido tras
largos años de lucha (derechos de familia, trabajo, cultura, así como otros
tendentes a conservar el equilibrio social).

Preeminencia del Derecho Internacional


El principio fundamental de que la Constitución es la ley suprema del Estado
acepta una excepción, contenida en su Arto. 46, al enunciarse que: "Se
establece el principio general de que en materia de derechos humanos, los
tratados y convenciones aceptados y ratificados por Guatemala tienen
preeminencia sobre el derecho interno".
El derecho interno del Estado comprende la totalidad de las normas jurídicas
que efectivamente regulan la convivencia social en el Estado, incluyéndose
dentro : del concepto a la propia Constitución; por lo que es una innovación,
no contenida en las Constituciones anteriores, el que un tratado o convenio
que regule materia de derechos humanos pueda tener un rango superior a la
propia Ley Fundamental

Leyes Constitucionales:
La Constitución enuncia principios generales que deben ser desarrollados por
normas jurídicas contenidas en cuerpos legales distintos de ella, pero que
regulan materia constitucional. Se les denomina leyes constitucionales, y,
según los autores, pueden serlo por tres razones:

Por su origen: Al haber sido creadas por el cuerpo que ostenta el Poder
Constituyente. Son leyes constitucionales por su origen, la "Ley de Amparo,
Exhibición Personal y Constitucionalidad", "Ley de Orden Publico", "Ley
Electoral y de Partidos Políticos", "Ley de Emisión del Pensamiento". Todas
ellas emanadas de la Asamblea Nacional Constituyente,
Por su autenticidad: Cuando la propia Constitución o la propia ley se
denomina a sí misma ley constitucional- Por ejemplo: El Arto. 35 de la
Constitución al referirse a la libertad de emisión del pensamiento establece
que: "lodo lo relativo a este derecho constitucional se regula en la Ley
Constitucional de Emisión del Pensamiento".
Por su atributo orgánico: Cuando la ley tenga por objeto regular alguno de
los órganos creados por la Constitución es considerada ley constitucional; por
ejemplo; la Ley del Organismo Ejecutivo que desarrolla el funcionamiento del
mismo y de sus diferentes dependencias. (Tales leyes emanan del Congreso
en nuestro sistema jurídico).
Las leyes constitucionales pueden ser reformadas por el Congreso, para lo
cual es necesaria una mayoría de las 2/3 partes del total de diputados que lo
integran, previo dictamen favorable de la Corte de Constitucionalidad (Arto.
175, 2o. párrafo, Constitución de 1985).

Tratados Internacionales:
Los tratados internacionales son acuerdos regulados por el Derecho
Internacional Público y celebrados por escrito entre dos o más Estados u
Organismos Internacionales de carácter gubernamental; constan en un
instrumento escrito o en varios conexos en que deben llenarse las
formalidades prescritas por el Derecho Internacional así como por el Derecho
interno de los países que los suscriben.
Dentro de nuestro sistema jurídico los tratados deben ser aprobados por el
Organismo Legislativo, con mayoría absoluta (mitad + uno) del total de
diputados que lo integran, en los casos señalados en el Arto. 171 inc. I) de la
Constitución y con mayoría calificada, es decir, dos terceras partes, en los
casos señalados en el Arlo. 172 del mismo cuerpo legal, posteriormente
deberán ser ratificados por el Presidente de la República Arto. 183 inc. K) de
la Constitución y entrarán en vigor al ser efectuado el canje de ratificaciones
o su respectivo depósito en la oficina internacional correspondiente.
En nuestro sistema jerárquico, solamente la Constitución ocupa un lugar
superior al de los tratados internacionales, salvo en lo que se refiere a los
derechos humanos, tal como se explicó al referirnos a la preeminencia del
Derecho Internacional.

Leyes Ordinarias:
Son tas normas generales y abstractas que emanan del Organismo
Legislativo del Estado, previo cumplimiento de los requisitos establecidos por
la Constitución para la creación y sanción de la ley. (Artos. 174-180 de la
Constitución).
No todo acto del Congreso implicará la creación de una ley ordinaria, pues
este organismo puede realizar funciones de otro tipo (ejemplo: al aprobar el
Presupuesto Nacional está realizando un acto concreto; y, por lo tanto, no
concurren los requisitos de abstracción y generalidad propios de la ley
ordinaria).

Las leyes ordinarias se clasifican en:

ORDINARIAS PROPIAMENTE DICHAS: Son las dictadas por el Congreso


sobre materia distinta de la contemplada en la Constitución y en las leyes
constitucionales. Ejemplo: Código de Comercio (Dto. Legislativo 2-70), Código
Penal (Dto. Legislativo 17-73), Código Procesal Penal (Din. Legislativo 52-73).

ORGÁNICAS: Las que regulan la estructura o funcionamiento de algún


órgano estatal. Ejemplo: Ley Orgánica del INDE, del IGSS, etc.

DECRETOS LEYES: Son las normas emanadas del Organismo Ejecutivo con
valor y eficacia de ley. Por ejemplo, el decreto que pone en vigor la Ley de
Orden Público (Arto. 183 inciso e) de la Constitución; son Decretos Leyes
también los emitidos por el Jefe del Ejecutivo en los regímenes de fado en
que no existe un Organismo Legislativo, pudiendo en tal caso, crear leyes
ordinarias. Ejemplo: Código Civil (Decreto-Ley 106), Código Procesal Civil y
Mercantil (Decreto-Ley 107).

Disposiciones Reglamentarias:
La función reglamentaria ha sido depositada, constitucionalmente, en el
Presidente de la República (Arto. 183 inciso e); por lo que la emisión de los
reglamentos es una atribución primaría de! Organismo Ejecutivo; pues éste,
por medio de sus diferentes Ministerios, se encuentra en contacto directo con
los problemas concretos que la ley ordinaria trata de resolver, pero cuya
aplicación práctica se facilita por medio del reglamento.
Por ejemplo, la Ley del Impuesto del Papel Sellado y Timbres Fiscales,
contiene las normas generales de recaudación del impuesto, pero su
aplicación práctica es detallada en el reglamento respectivo.
Los otros dos poderes del Estado, en forma excepcional, pueden emitir
reglamentos. Por ejemplo: El Congreso puede emitir su propio reglamento
interior (Arto. 181 de la Constitución) y la Curte Suprema de Justicia podrá
dictar los reglamentos que le correspondan de acuerdo con la ley (Arto. 38
inciso 10o. de !a Ley del Organismo Judicial).
Los reglamentos sirven para explicar y facilitar la aplicación de las leyes
ordinarias. Ocupan una posición jerárquica inferior a ellas y no pueden variar
o contradecir el espíritu o fundamento de la ley ordinaria que están
reglamentando.

Normas Individualizadas:
Ocupan el último peldaño en la escala jerárquica y dentro de ellas están
comprendidas la sentencia judicial y la resolución administrativa.
Estas normas se diferencian de todas las anteriores porque se dictan para ser
aplicadas en la resolución de situaciones concretas y exclusivamente para
resolver un caso determinado. Por ejemplo: la sentencia que resuelve una
controversia se aplica exclusivamente a las partes que intervinieron en el
proceso. Lo mismo sucede con la resolución administrativa que se dicta
únicamente para aplicarse a la persona individual o jurídica involucrada en
un asunto específico o determinado.

VIII. PARTES DE LA CONSTITUCIÓN

El contenido de una constitución debe obedecer, como es natural, a los


objetivos que esta se propone y que son fundamentalmente, los de organizar
el ejercicio de poder en el Estado y fijar los principios esenciales que deben
inspirar la acción pública, mediante la consagración de los derechos y
libertades de que son titulares los asociados. Una constitución debe constar,
básicamente de dos tipos de normas: normas de carácter ORGÁNICO y
normas de carácter DOGMÁTICO.
Las normas de tipo orgánico son todas aquellas que se refieren directamente
al primero de los objetivos señalados que es la organización del poder en el
Estado.
Las normas de tipo dogmático consagran los derechos, libertades y
responsabilidades de los asociados y establecen los principios filosóficos que
deben inspirar la acción de los gobernantes. Por ello se habla en las
constituciones de una PARTE ORGÁNICA y una PARTE DOGMÁTICA
Pero además las constituciones contienen, por lo general, una cláusula de
reforma, es decir, una o varias normas destinadas específicamente a prever y
describir los mecanismos para su propia reforma.
Y la mayoría de ellas contienen también normas que no se refieren
propiamente ni a la organización del poder ni a declaraciones de derechos, es
decir, normas ajenas tanto a la parte orgánica como a la dogmática, que se
podrían calificar de neutras, pero que, por su importancia, el constituyente ha
considerado conveniente incorporarlas al cuerpo constitucional.
Por lo demás, las Constituciones están precedidas – salvo contadas
excepciones – de un Preámbulo, en el cual se trazan de manera solemne y
genérica los grandes principios que inspiran su expedición.

Preámbulo:
Es una forma solemne colocada, a manera de introducción, en el
encabezamiento de la Constitución y que resume las grandes directrices que
inspiran la promulgación de esta y que deben servir de pauta o guía a
gobernantes y gobernados en la vida del Estado. Puede definirse también
como la enunciación previa contenida en las constituciones, donde se
exponen los grandes principios y fines que han guiado al constituyente para
redactar las normas básicas de la organización política del país.
En materia de preámbulos, el de la Constitución de los Estados Unidos de
1787 sirvió de modelo clásico a la gran mayoría de las constituciones
americanas y europeas del siglo XIX e, incluso, de la época contemporánea.
(Vladimiro Navarijo Mesa, tratadista argentino)
La Constitución Política de la República de Guatemala, el Lic. Ramiro De León
Carpio en su catecismo constitucional la divide en tres grandes partes, siendo
éstas la PARTE DOGMÁTICA, LA PARTE ORGÁNICA Y LA PARTE PRÁCTICA:

Parte Dogmática:
Es aquella donde se establecen los principios, creencias y fundamentalmente
los derechos humanos, tanto individuales como sociales, que se le otorgan al
pueblo como sector gobernado frente al poder público como sector
gobernante, para que este último respecte estos derechos. Esta parte
dogmática la encontramos contenida en el título I y II de nuestra Constitución
desde el PREÁMBULO y DE LOS ARTÍCULOS 1º. Al 139

Parte Orgánica:
Es la que establece como se organiza Guatemala, la forma de organización
del poder, es decir las estructuras jurídico-políticas del Estado y las
limitaciones del poder público frente a la persona, o sea a la población. Esta
parte Orgánica la encontramos contenida en los TÍTULOS III, IV y V de nuestra
Constitución, DE LOS ARTÍCULOS 140 AL 262.

Parte práctica:
Es la que establece las garantías y los mecanismos para hacer valer los
derechos establecidos en la Constitución y para defender el orden
constitucional. Esta parte práctica la encontramos contenida en el TÍTULO VI
y VII de nuestra Constitución, DE LOS ARTÍCULOS 263 AL 281

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