segundo Milésima de segundo es lo que demoro en identificar tu cuarto perfil a la izquierda huyendo cuarto perfil a la derecha.
Y en ese mínimo instante todo vuelve a acontecer.
Sigo sin identificar el por qué de estos impulsos huidizos,
de tu maldita e irrevocable existencia, que se renueva en cada mutua visitación.
Si actúas como un asalto a mi existencia,
como un choque con la solitaria realidad, subrayándome todo lo que a ese hombre, que allí parado, veo distante, actúa diálogos, para no ver ni sentir reflejadas en mí, sus propias miserias como un espejo, negando todo el amor que le he dado, y con el que tanto se ha conmovido.
¿Hasta cuando seguirá viviendo
ese sentimiento tan potente que hace de una milésima de segundo un eterno acontecer?