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El Perú es un país pluricultural y plurilingüe, eso no es novedad para nadie, pues no es un

fenómeno de pocos años. Este país fue plurilingüe y multicultural desde épocas prehispánicas.
Si bien con una relativa complementariedad entre pueblos distintos que compartían una
matriz cultural común, esa diversidad que convivía en ese espacio denominado Tahuantinsuyo.
El Perú es un país pluricultural y multilingüe en el
que coexisten 56 grupos étnicos en costa, andes y
amazonía. Los pueblos originarios abarcan una
población de aproximadamente ocho millones de
personas y están representados
fundamentalmente en la supervivencia de
elementos culturales ancestrales como es “el
ayllu” conocido actualmente como “comunidad”.
Los pueblos originarios del área costeña y andina se
articulan en comunidades, denominadas comunidades indígenas, hasta la reforma agraria de la
década del 70, en que adquirieron el nuevo nombre de comunidades campesinas, con el que
permanecen hasta la actualidad. Los pueblos amazónicos se organizan en comunidades
nativas.
El marco en que se desenvuelve la vida de los pueblos originarios es la de un país polarizado
socialmente, demostrado palpablemente en las elecciones del 2006, donde el 46% de la
población votó por una opción contraria al modelo económico neoliberal, debido a su fracaso
para generar la inclusión social, todo lo contrario, lo que ha hecho es profundizar las
desigualdades. Por ejemplo, las estadísticas nos indican que, mientras en el ámbito urbano la
pobreza extrema representa 9.3% del total de la población, en las zonas rurales, en cambio,
este indicador se eleva a casi el triple: 24.5%, donde ser pobre extremo en el Perú significa
subsistir con S/. 3.00 diarios para comer, transportarse, vestirse, curarse, etc. Esta
desesperante situación no es marginal: afecta a unos 3.7 millones de peruanos. Es decir, al
15% de la población. El libre mercado, al menos en el corto plazo, no muestra resultados
alentadores.
Debido al rápido crecimiento urbano y a la
migración forzada producida por la violencia
política, hay también más pobres y se ha hecho
más evidente la discriminación étnica en la
ciudad. La migración por la violencia política,
según lo que refiere la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, constituye el episodio de
violencia más intenso y extenso de toda la historia de la República y fue un conflicto que reveló
brechas y desencuentros profundos y dolorosos en la sociedad peruana. Lamentablemente
esos desencuentros aun no han sido superados.
En las zonas rurales, lugar donde se asienta la mayor parte de la población de los pueblos
originarios, la situación de la salud, educación, vivienda, salubridad y medio ambiente es cada
vez más dramática. De acuerdo al diagnóstico planteado por Richard Webb en el I Foro sobre
Pobreza, en 1998, expresó lo siguiente:
"Así, la causa central de la pobreza extrema sigue siendo la bajísima productividad del
minifundista, factor que determina no sólo un paupérrimo nivel de vida en el campo sino
también un muy bajo salario de oferta en la ciudad. Los instrumentos que se han aplicado para
elevar esa productividad son muchos, y la historia de esos esfuerzos, en el Perú como en el
resto del mundo, es larga. Las estrategias para el desarrollo rural han priorizado por momentos
el esfuerzo colectivo local (‘desarrollo comunal’), la reforma agraria y el ‘capital humano’. Cada
una de estas grandes estrategias ha tenido eco en el Perú".
Debemos agregar que dicha ponencia planteaba tres posibles estrategias para enfrentar la
pobreza rural: (i) desarrollar una revolución verde peruana, que aumente el nivel de
productividad e ingresos agrarios, (ii) promover las actividades no agrícolas y (iii) promover la
migración de parte de la población rural a áreas urbanas. Ninguna de estas estrategias han
dado resultado.

º
Históricamente la diferencia entre el género humano ha sido marcada fuertemente, desde el
inicio de la vida social, económica y política. Desde aquel entonces, la mujer no tenía derecho a
ni a ser escuchada, ni a opinar, ni mucho menos a elegir su papel en la familia o  en la
sociedad, pues existía una división de trabajo muy diferenciada; el hombre se dedicaba al
trabajo y la mujer al cuidado de la casa y de la familia.
La equidad de género es la capacidad de ser equitativo, justo y correcto en el trato de mujeres
y hombres según sus necesidades respectivas. La equidad de género se refiere a la justicia
necesaria para  ofrecer el acceso y el control de recursos a mujeres y hombres por parte del
gobierno, de las instituciones educativas y de la sociedad en su
conjunto.
La equidad de género representa el respeto a nuestros derechos
como seres humanos y la tolerancia de nuestras diferencias como
mujeres y hombres, representa la igualdad de oportunidades en
todos los sectores importantes y en cualquier ámbito, sea este social,
cultural o político. Es en este último donde es necesario que la mujer
haga valer su lugar, sus capacidades y sus conocimientos, su voto, su
voz. En el terreno económico, es también de vital importancia lograr
la equidad de género, ya que si a la mujer se le restringe el acceso al
campo productivo, al campo laboral o al campo comercial, se genera pobreza. En el caso de
mujeres estudiantes y trabajadoras, las madres solteras que son el pilar de la familia, ¿Qué
pasa si no tienen una fuente generadora de ingresos? Se restringe la educación, el
esparcimiento, la recreación, la salud y sobretodo la alimentación

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