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La iglesia, junto con la torre, se construyo en la primera mitad del siglo XIV

consta de una sola nave un ábside poligonal de siete lados sin contrafuertes,
la decoración del ábside es de ladrillo que resulta de gran belleza. Bajo las
ventanas hay arcos mixtilíneos entrecruzados, en arcos apuntados con doble
derrame y sobre las ventanas cruces de múltiples brazos formando la
retícula de rombos.

La nave tiene tres tramos abovedados con crucería sencilla y


con capillas laterales poco profundas, entre los contrafuertes sobre las
capillas existe un ámbito de tribunas como las iglesias fortaleza.

La puerta original en ladrillo aplantillado y con arquivoltas apuntadas


(Actualmente cegada). Esta situada en el último tramo del lado sur de la nave
en la calle mayor.

La torre es de planta cuadrada, presenta la estructura de los alminares


almohades, por el interior en realidad son dos torres una envolviendo a la
otra, en la torre interior hay habitaciones superpuestas en altura y se cubren
con bóveda de arista.

La torre se divide en tres cuerpos separados por impostas, el cuerpo interior


va sin decoración hasta su parte más alta donde aparece el primer friso de
arcos mixtilíneos, el segundo cuerpo con ventanas en arcos de medio punto
lleva paños de cruce de múltiples brazos formando rombos y sobre las
ventanas otro friso de arcos mixtilíneos, el tercer cuerpo que es el de vanos
reproduce los cuerpos de vanos de las torres de Teruel. En las reformas
barrocas había desaparecido, su reconstrucción empezó en 1670.

La entrada es por el ábside mudéjar. La portadita está abierta en el antiguo


ábside mudéjar y labrada en mármol negro de Calatorao. En las capillas
laterales como en la sacristía puede destacarse la pintura de una Magdalena.
También destaca el busto de Santa María Magdalena en plata repujada, en su
color, y con los cabellos, copa y libro sobre bordados, echo por Jerónimo
Pérez.

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