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TRABAJO DE SEMÁNTICA

Viviani Pietro 20/12/2010

GRUPO A
Carnaval (1680) < it. carnevale < conjunto de dos palabra carne levare “quitar la carne”
Festividad que se celebra al comienzo del periodo de Cuaresma que está caracterizada por
limitaciones en la comida, desde aquel momento se quita la carne.
Las denominaciones castellanas anteriores fueron remplazadas por la palabra italiana porque la
pomposa celebración en mascara de la Italia renacentista era muy famosa.
Carnelevare aparece en Milano ya en 1100.
Arabesco (1567) < it. arabesco < arabo “árabe”
Derivado de árabe, por ser este adorno típico del arte musulmán que no admite representaciones de
imágenes.
Balcón (1535) < it. balcone de balco “tablado” < longobardo balko “viga” (en alemán balken)
Cervantes utilizó la metáfora de la aurora que se asoma a los balcones de oriente que antes
utilizaron Dante y Tasso.
Busto (1605) < lat. bustum “crematorio de cadáveres”, “sepultura”, “monumento fúnebre”
El significado pero se toma del italiano donde se sabe que Ariosto utilizaba esa palabra para
“cadáver” y “cuerpo de hombre vivo” en el Orlando Furioso.
Capricho (1548-51) < it. capriccio
En it. antiguo significaba “horripilación, escalofrío”
En it. moderno significa 1. “idea nueva extraña en arte”
2. “antojo” “capricho”
La acepción n. 2 procede del conjunto de dos palabras: capo riccio “cabeza enrizada”, pero la
palabra fue cambiada por influjo de capra “cabra” por el carácter antojadizo de este animal.
En italiano moderno existe el termino raccapricciante “horroroso” que deriva por el sentido antiguo
de capriccio.
Lo que pasó es que el español tenía el término antojo que pero se especializó sólo por referirse a
deseo conectados con la comida dejando a capricho un significado más general entonces esto es un
caso de reducción de alcance de significado.
Centinela (1530) < it. sentinella < sentire “oir”
Ambos con el sentido de “servicio de vigilancia” “soldado que vigila”.
La palabra italiana procede de gherminella (juegos de manos con que se hacen desparecer algo)
derivado de ghermire “agarrar, coger”.

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Antes se llamaban atalayas a los centinelas del día y a los escuchas lo de la noche, en cambio la
palabra centinela es más general. La acepción primitiva fue la abstracta.
Actitud (1633) “comportamiento” < attitudine it. “aptitud, disposición”, “postura”
Entró como término de las artes plásticas.
El significado viene por etimología popular, o sea por la semejanza de los significantes de actitud y
aptitud, parece que pasó que los dos significados se confundieron: la que deriva del italiano
attitudine o sea actitud no expresa el mismo significado de attitudine que es en cambio
correspondiente al español aptitud.
Fragata (1535) < it. fregata
En Italia Boccaccio la llamó fregata en el 1350.
La fregata en la edad media era una “chalupa ligera remolcada por los navíos mayores”
abreviación de naufragata o barca naufragata.
El barco era utilizado como chalupa para salvarse cuando ocurría un naufragio pero muchas veces
también éste se iba e pique.
Escopeta < it. ant. scoppietto diminutivo de schioppo “explosión, estadillo” < lat. Stloppus “estrallo
que se produce poniendo el dedo dentro de la boca”
Palabra de uso frecuente en el reinado de los reyes católico. En italiano se halla scoppietta en
Leonardo da Vinci.
Escolta “fuerza militar destinada a proteger o conducir a alguien o algo, o a acompañarlo en señal
de reverencia” < it. scòrta < scorgere “divisar, observar”
Fue importante por la tomada del vocablo la Batalla de Pavía en 1530 en la cual Carlo V emperador
del Romano Imperio Romano venció a los Frances.
Al tomarlo del italiano los soldados españoles confundieron el vocablo con el it. ascolta “escucha”
o scolta que es forma más dialectal. Pero en italiano antiguo se decía essere di scolta “estar de
centinela” y en este caso scolta deriva del gótico *skulka “espia” con la superposición de ascoltare
“escuchar”.
Novela < it. novella “noticia”, “relato novelesco más bien corto”
Siguió conservando resabio extranjero en todo el siglo de oro y permaneció.
Soneto < it. sonetto diminutivo de suono “son, sonido”
Soprano < it. soprano < lat. vulgar *soperianus derivato de super “sobre”
Filigrana < it. filigrana composto de filo “hilo” más grano “grano”. Había un trabajo muy preciso
en que se ensartaban pequeños granos de oro en el tejido y se cosían imágenes con un hilo de oro.
Parapeto < it. parapetto compuesto de petto “pecho” más parare “detener, impedir”

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Medalla < it. medaglia < lat. vulg. MEDALIA “moneda de cobre equivalente a la mitad de un
dinero”
Violín < it. vilono derivado de viola “viola” (en música) que es de origen onomatopéyico.
Tenor < it. tenore < lat. Tenor, -ōris “curso ininterrumpido”
Grupo (1582) < it. gruppo antiguamente especialmente “grupo escultórico” “nudo” “bolto” <
*kruppa gótico “objeto ondulado”
Ajeno a la edad media en el vocabulario de Cervantes.
Entró en castellano en el ámbito de las bellas artes (grupo pictórico) y después se generalizó.
En italiano es una palabra muy antigua aparece en Ariosto y se propagó en los romances, se halla
también en Boccaccio con /o/ con el sentido de “nudo”.
Pavana (1531) “una danza antigua y reiterativa” < it. pavana < forma vulgar de padovano
“perteneciente a Padua”
El término es incierto, pero sólo pudo originarse en Italia o en Castilla. La palabras antes se
presentó en Francia y Inglaterra, esto demuestra que es italiana porque Italia influía sobre estos
países más que España en el siglo XVI.
La forma pavano en vez de padovano, modo estándar, era muy conocida y popularísima en Italia a
la mitad del siglo XVI y además está probado que la pavana se hacía en Papua y en Venecia.
El término puede ser que haya propagado a España de Francia a través de los ocupantes españoles.
Terceto < it. terzetto derivado de terzo “tercero” < lat. Tertiŭs
Modelo < it. modelo < lat. vulg. *MODĔLLUS diminutivo y sinónimo de MODULUS “mesura”
Bisoño < it. bisogno “necesidad”, aplicado por los italianos en el siglo XVI a los soldados
españoles, por lo mal vestidos que iban.
Fachada < it. facciata derivado de faccia “cara” lat. volg. *fiaciam “forma exterior, aspecto, cara'”
deriv. di facere 'hacer'

Para explicar el motivo de la adquisición de palabras italianas que llegan al vocabulario español a lo
largo del siglo XVI y XVII es importante analizar la situación histórica y cultural de Italia y las
relaciones que tiene con España en este periodo.
Ya en 1442 comenzó la dominación de la corona de Aragón en todo el sur de Italia o sea en el
Reino de Nápoles, en el Reino de Sicilia y en Reino de Cerdeña.
Los Franceses entraron en guerra con los Españoles en 1494 para contrastar estas extensas
posesiones españolas en Italia. La guerra acabó con la paz de Cateu-Cambrésis en 1559 y de este
momento los españoles ejercitaron su dominio no contrastado sobre la península italiana.

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Por este motivo no es raro que palabras del léxico de la guerra como escolta, escopeta, centinela y
bisoño procedan del italiano al español precisamente en este periodo, por ejemplo la palabra
escolta, con su malinterpretado significado, llega al español precisamente en el contexto de la
Guerra de Pavía, una de las guerras que marcó la derrota de los franceses.
Después de la paz con los franceses, la hegemonía española consistió en el dominio directo de toda
la parte meridional de Italia, de las islas, del Ducado de Milán y de los Presidios de Toscana.
También los Estados Pontificios, el Gran Ducado de Toscana, la República de Génova y otros
estados menores debieron apoyar la corona española y su política imperial. Sólo la República de
Venecia consiguió conservar una relativa independencia.
En los estados mencionados arriba se situaban las importantes ciudades de Florencia, Milán, Siena,
Roma y Venecia que fueron puntos neurálgicos por el desarrollo del renacimiento italiano. Sobre
todo en Florencia desde la mitad del siglo XIV hasta el siglo XVI esta época de civilización fue
caracterizada por las máximas expresiones artísticas; entonces no es anómalo que palabras que
pertenecen a este ámbito pasen del italiano al español aproximadamente en este periodo. Algunos
ejemplos son: fachada, balcón, arabesco y parapeto, todos términos de la arquitectura; capricho y
actitud que entraron como término de la pintura y la escultura; palabras de música como violín, o
mejor de la opera lírica como soprano, tenor y terceto, que llegaron del italiano al español poco
después que la opera lírica nació en Florencia por parte de Claudio Monteverdi con su opera titulada
Orfeo.
Influyó sobre la formación del vocabulario español también la literatura italiana, y el canal entre las
dos en algunos casos fue Cervantes que en su viaje a Italia leyó a Ludovico Arioso y, por ejemplo,
utilizó en el Quijote la palabra busto con el mismo sentido con el cual Ariosto la empleó en el
Orlando Furioso, un otro caso similar es el de la palabra balcón que Cervantes expresó
metafóricamente como antes habían hecho Dante y Tasso. Durante el Siglo de Oro y después, el
Quijote era la novela más conocida y leída en España, entonces intervino copiosamente en la
formación del léxico español.
Desde una perspectiva etnolingüística es bastante claro que, por los motivos históricos de
dominación española en Italia, algunos rasgos de la cultura italiana hayan afectado la española y
hayan dejado una huella en el vocabulario español. Palabras como carnaval y pavana derivan de
tradiciones típicas de Italia que en aquel tiempo eran muy famosas.
Además se pueden observar palabras que llegan al español del italiano y a éste último derivan de
antiguos idiomas germánicos, como en el caso de grupo y balcón. Por ejemplo el término balcone
hecha sus raíces en el idioma longobardo, los longobardos eran una población germánica que se
situó en Italia del 568 al 774 que por supuesto dejó huellas en la cultura y lengua italiana.

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En definitiva todas las palabras analizadas demuestran que la cultura italiana del renacimiento
influyó sobre la española porque en primer lugar los españoles desde la mitad del siglo XVI
ocupaban y tenían relaciones de poder con las principales ciudades italianas y en segundo lugar
porque el renacimiento, que se desarrolló en estás ciudades, influyó en toda Europa y sobre todo en
España.

GRUPO B
Junco “embarcación que se usa en los mares de China e Indonesia” < port. junco < malayo jung
En el siglo XVI se trataba de un navío de gran porte, mientras en otros posteriores y relativos a otras
regiones figura como embarcación pequeña.
Lancha (1587) “bote grande al servicio de un buque pequeño, o para navegar en el interior de los
puertos o entre puertos cercanos de la costa” < port. lancha nombre de una embarcación pequeña y
rápida empleada en los mares de oriente < malayo láncār “rápido, ágil”
En conclusión la palabra lancha es uno de los nombres que los portugueses trajeron del Oriente
como junco. Luego del portugués pasó al español y del español al italiano,
pero en italiano hodierno la palabra lancia es muy poco común porque es especifica del vocabulario
marítimo y se prefiere utilizar la palabra motoscafo compuesta por moto “movimiento” y scafo
“casco”.
Mandarín (1610) < port. mandarim < malayo măntări < sánscrito “consejero, ministro de estado”
De mandarín deriva Mandarina una especie de naranja por el alusión al color del traje del mandarín.
En portugués se pasó de măntări a mandarim por infujo del port. “mandar”.
Buzo (1570) < port. búzio “caracol que vive debajo del agua” < lat. bucĭna “cuerno de boyero”
La forma castellana búzano se empleó hasta principios del siglo XVIII porque usada por Cervantes.
La forma actual puede venir de una variante portuguesa *buzo.
Callao “guijarro”, “playa guijarrosa” marino < gallegoportugués calhan “canto, guijarro”
En español es un término dialectal canario y es lenguaje de los marinos. De callao deriva el nombre
del puerto peruano del Callao por su playa. En gallego callau es “canto, piedra que se lanza o con la
que se carga un carro”
La mayor estrechez del significado y su especialización marítima sugiere la posibilidad de que en
gallegoportugués no sea autóctono, sino tomado por los marinos del occitano.
Catre (1578) “cama ligera para una sola persona” < port. catre < tamul “cama” “sofá” y eso del
sánscrito

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Además del significado moderno expresó sobre todo una especie de hamaca; una pequeña lama de
pies bajos y fácil de armar y en el trono de los reyes de Malabar consiste en un estrado o diván
ricamente guarnecido.
El uso por parte de los marinos que se dedicaban al tráfico con la India hizo que el sentido se fijara
definitivamente en “cama tosca y pobre”.
Carabela < port. caravela diminutivo de CARĂBUS “embarcación de mimbres forrada de cuero”
En árabe qârib “bote o embarcación pequeña”.
El viaje de Colón se serví de carabelas en su primer viaje para sus excelentes condiciones marine, él
dio a la palabra carabela fama universal.
Baliza “señal fija o flotante en el mar para marcar direcciones o lugares peligrosos” < port. baliza
“palo hincado en el fondo del mar para señalar un rumbo” “estacado de la cual arrancaban los
caballeros de carrera” < mozárabe lat. PALUS “palo”
Subí la importancia del abalizamiento en los puentes en los puertos fluviales como el de Lisboa,
siempre a punto de llenarse por las aluviones que arrastra el río. De Lisboa, que fue bajo la
dominación araba hasta el 1147, pasó al español.
Bambú (1609) < port. bambu < marati y guazarti bāmbū
Es también importante considerar que ya la palabra había llegado a la península por conducto del
árabe bambû.
Bandeja < port. bandeja “soplillo”, “herramienta para limpiar el trigo aventándolo”, bandeja deriva
por bandejar “aventar con este soplillo”
En el siglo XVII los portugueses importaban bandejas de la India lo cual explica que se tomara la
denominación portuguesa. También esto es uno de los términos traído por los portugueses del
Extremo Oriente.
Biombo (1684) < port. biombo < japonés byóbu
En viajeros portugueses desde el 1569 se halla la forma biobo que se nasalizó.
En el siglo XVI comerciantes y misionarios portugueses alcanzaron por primera vez Japón y
empezó un periodo de activos intercambios comerciales y culturales entre Japón y occidente.
Caramelo < port. caramelo 1 “carámbano” 2 “caramelo” < lat. CARAMELLUS diminutivo de
Calamos “caña”
1. Para el empleo de CARAMELLUS para designar una estalactita de hielo.
2. La acepción “caramelo” claro que se comparó al almíbar endurecido con un carámbano de hielo
de aspecto idéntico. Por lo tanto éste parece un caso de derivación metafórica porque hay semejanza
de sentidos.

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Naire (1578) “el que cuida un elefante” < port. naire “habitante de Malabar de casta militar”
“naire” < malayala nāyar id. < sánscrito nāyakah “jefe director”
Monzón (1678) < port. monção < port. antiguo moução “estación más o menos apropiada para
navegar” < árabe máusim “fecha o estación fijada para hacer algo”
Primitivamente moução significaba cada una de les estaciones en que se divide el año desde el
punto de vista náutico.
Después el significado se trasladó a la parte del año desfavorable a la navegación y finalmente a los
vientos que se manifestan en este periodo.
Los portugueses aprendieron el vocablo de los árabes en los primeras navegaciones a la India.
Mequetrefe (1625) “sujeto entremetido, bullicioso y de poco provecho” < port. meco “hombre
libertino” jergal “sujeto asusto y malicioso” + trefe “travieso”.
La combinación pudo nacer en Portugal o en Castilla. La palabra realmente empleada se lee en
textos del XVI entre personas que se insultan.
Virar (1570) < port. virar < celto-latino *VĪRĀRE, en galés gwyro “desviarse, inclinarse a un lado”
En castellano no perece ser voz antigua sino un término náutico debido al influjo convergente del
francés y el portugués.
Era un vocablo especifico náutico y siguió siéndolo casi hasta ahora.
Ostra < port. ostra < lat. ŏstrĕa
La forma propriamente castellana es la antigua ostria u ostia.
La /r/ de ostria se perdió a causa de un juegos de palabra entre ostia “ostra” y hostia “eucaristía”
Las palabras hostia y ostia son homófonas y una cayó por colisión homonímica, en Castellano
permaneció el término eclesiástico. En cambio en portugués existía sólo ostra y los españoles
tomaron ésta del portugués.
Pues estamos antes de una de los innúmeros casos de voces marinas tomadas del portugueses, el
préstamo fue favorecido por la permanencia del término eclesiástico.
Sólo sobrevivió el término aumentativo ostión que se usa por ejemplo en Cuba y Andalucía.
Charol < port. charão < chino chat liao.
Lacre < port. lacre variante de laca.

Todas las palabras del grupo B llegan al español desde el portugués y la mayoría de estas se
empiezan a utilizar con el significado moderno del término a lo largo del siglo XVI. Al portugués
proceden desde idiomas orientales como árabe, malayo, japonés, chino etc. porque es cosa muy
conocida que en el siglo XVI los portugueses tenían contactos con el oriente de donde traían
mercadería y especias que llevaban a los puertos del mediterráneo.

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Históricamente se puede comentar que en el siglo XVI la corte española y la portuguesa mantenían
una estrecha relación. Durante años los reyes de Castilla mostraron siempre una inclinación para
casar a sus hijos con príncipes y princesas de la familia real portuguesa. De hecho el matrimonio
entre la reina Isabel con el rey Ferdinando de Aragón fue quizá la única excepción.
Así durante el siglo XVI fueron muchísimas las dispensas papales para legalizar uniones
matrimoniales entre príncipes castellanos y portugueses que en ocasiones bordeaban el incesto.
Uno de los matrimonios más importantes fue entre Carlos V, emperador del Sacro Imperio
Romano, e Isabel de Portugal en 1526.
En suma, la comunicación entre las dos casas reinantes: la de Castilla y la de Portugal era fluida y
familiar y los matrimonios con la Casa de Austria hicieron de la corte portuguesa, desde inicios del
siglo XVI, un espacio bilingüe. Está documentado que en la literatura portuguesa de corte se
alteraba le lengua castellana y portuguesa en autores como Camões o Gil Vicente.
Como se puede notar, muchas de las palabras que etimológicamente proceden del portugués
analizadas arriba se comenzaron a usar en España a lo largo de la segunda mitad siglo XVI y la
primera mitad del siglo XVII y esto es precisamente el periodo en el que reinaron sobre Portugal los
tres monarcas españoles de la Casa de Austria. Felipe II de España entre 1580 y 1598, Felipe III de
España entre 1598 y 1621 y Felipe IV de España entre 1621 y 1640, éste último quería hacer de
Portugal una provincia de Castilla. Así no es sorprendente que palabras como mequetrefe o
caramelo fueron tomadas del portugués y en el caso de la primera se halla su testimonio en textos
castellanos del 1625.
Como antes se había mencionado, los portugueses del periodo de la reina Catalina habían
expandido significativamente sus dominios comerciales en los mares. La talasocracia que las naves
portuguesas crearon en Extremo Oriente había ya desarrollado su imperio y el sistema comercial de
factoría se había extendido alcanzando ya su mejor desarrollo.
Tras la muerte en batalla contra los árabes del rey portugués Sebastián, Felipe II, sucesor de Carlo
V, esgrimió sus derechos dinásticos sobre el reino de Portugal que quedó unido a los territorios de
los Austrias y desde luego parecía cierto que el mundo del comercio y de los negocios
internacionales que operaba en Lisboa era muy proclive a la figura del rey de España. Entonces
empezó un periodo de control español sobre el comercio portugués. De Lisboa salían las naves con
destino a las Indias Orientales y Brasil, éstas traían de India a Occidente mercancías antes
desconocidas como bambú, catres, biombos y charol, y para nombrar estos objetos los portugueses
utilizaron palabras que derivaban del idioma cuya cultura estaba relacionada con estos objetos pero
algunas veces el significado se modificó con un paso semántico como en el caso de catre. Además
introdujeron a Europa palabras correlativas a los rasgos culturales de los países colonizados: como

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mandarín, quizás de Singapore, naire probablemente de India o junco, tal vez de Indonesia. Y todas
estás palabras la tomaron también los españoles por la proximidad de los dos países pero sobre todo
por la dominación de la Casa de Austria en Portugal. Con la hegemonía española en Lisboa muchos
navíos portugueses comienzan a prestar servicio a la corona Española, así que muchos términos
náuticos portugueses pasan también al Castellano, algunos ejemplos son virar, mozón, baliza,
carabela, callao, lancha, buzo.
En conclusión muchas de las palabras analizadas las llevaron los portugueses a Europa por el Medio
Oriente y el Extremo Oriente y pasaron a España porque en el siglo XVI la corona española
dominaba a la de Portugal y a sus negocios comerciales.

GRUPO C
Acelga (1272 – 79) < árabe silqa < griego σιχελός “siciliano”
Epíteto que en griego se aplicaba a una clase de acelgas que procedían de Sicilia.
También gallego-portugués celga.
Aciago “referido a un período de tiempo, infeliz, nefasto o que presagia desgracias” < lat.
aegyptiacus “egipcio” que en la Edad Media se aplicaba a ciertos días del año considerados
infaustos o peligrosos. Quizá con esta denominación se aludía a las plagas de Egipto.
Moneda < lat. monēta “sobrenombre que los romanos daban a la diosa Juno”, “ceca de la zona
instalada en el templo de Juno”.
Tarántula (1570) < it. tarantola id.
Derivado del nombre de la ciudad de Taranto por abundar de esta especie de araña en la Pulla y en
los rededores de esta ciudad italiana.
La araña es del sur Italia pero la preocupación por el tarantismo se difundió bastante también en
España.
Sibarita “aficionado al lujo y a los placeres refinados” (1817) < lat. sibarita < griego
Habitante de Síbaris, ciudad de la Magna Grecia cuyo ciudadanos tenían fama de ser dados al lujo y
a la malicia.
Bronce < it. bronzo
Ese termino el castellano lo toma por el catalán. La origen de este voz italiana es incierta,
probablemente procede del latín AES BRŬNDŬSI “bronce de Brindisi”, famoso porque se hacía en
esta ciudad de Italia.
Arlequín “personaje cómico de la antigua comedia italiana”, “maniquí”, “chisgarabís” < it.
arlecchino < antiguo francés Herlequin “estantigua, procesión de diablos”.

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Es posible que las formas castellanas que significan “maniquí” y “chisgarabís” procedan de Francia
porque en italiano estas acepciones no existen.
En la francés antiguo se halla “Herlequin” como nombre de un diablo.
Caolín < fr. Kaolin < Kao Ling que es un nombre de lugar en el norte de la China de donde se
extrajo primeramente esta materia.
Medusa < gr. Μέδουγα nombre de una de las Gorgonas, figuras femeninas monstruosas de la
mitología griega, que se representa con abundantes cabellos de serpientes.
Benjamín por alusión a Benjamín, hijo último y predilecto de Jacob, en los textos bíblicos unos de
los padres del hebraísmo.
Cobre < lat. CŬPRUM < gr. Κύπρος nombre de la isla de Chipre donde se obtenía en abundancia
este metal.
Armiño (1258) < lat. armĕnĭous mus “rata de Armenia” porque se importó a Europa desde el Mar
Negro.
Al principio se llamaba con el nombre mus ponticus (“rata de Ponto o del Mar Negro”) pero siendo
Armenia al país más conocido de Asia Menor esa forma despareció y se empezó a utilizar mus
armenious.
Adanismo “nudismo” de Adán que en las representaciones bíblicas está casi completamente
desnudo.
Erostratismo “manía que lleva a cometer actos delictivos para conseguir renombre” de Eróstrato,
ciudadano efesio que, en el año 356 a. C., incendió el templo de Ártemis en Éfeso por aspiración de
notoriedad.
Hortensia < lat. Hortensĭa, evocado por el francés Hortense, nombre de la dama francesa a quien
dedicó esta flor el naturalista Commerson, que la importó de la China.
Cheviot de Cheviot, orónimo escocés
Mesalina “mujer disoluta” alusión a Mesalina, esposa de Claudio, emperador romano. Mesalina era
celebre por su belleza y por su constantes infidelidades.
Guinea “baile de movimientos violentos y gestos cómicos que era propio de la gente de raza negra”
de Guinea, país de África
Leotardo de J. M. Léotaro (1838 – 1870) acróbata francés que llevaba este ropa.
Polichinela “personaje burlesco de las farsas y pantomima italiana” de Paolo Cinelli, comediante
napolitano del siglo XVI.

Todas las palabras del grupo C derivan de la toponimia o de la o antroponimia, o sea, de nombres
de lugares o de personas y son relacionadas a diferentes rasgos de la cultura externa, es decir no

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propiamente a la española. Estas palabras pueden ser observadas desde una perspectiva
etnolingüística, porque desde luego la cultura afecta la lengua.
Se puede observar como las culturas precedentes y externas impactan sobre la formación del
vocabulario español, como en el caso de arlequín, palabra en la que se reflejan rasgos de la
tradición italiana y francesa, ésta última es responsable también de la formación de hortensia.
Por supuesto, siendo el español una lengua romance y siendo España una de las tierras donde se
instalaron los romanos, muchas palabras echan su raíces debido a nombres propios de la cultura
clásica latina y griega como en mesalina y erostratismo.
Además, el estudio diacrónico del diccionario, es decir el que considera la evolución histórica de los
vocablos, depende también de las creencias, la mitología y las supersticiones antiguas, por ejemplo
esto se encuentra en palabras como medusa y aciago. Hay también influencia de la religión en la
lengua, por ejemplo, vocablos como moneda, benjamín y adanismo derivan todos de antropónimos
religiosos, la primera palabra de la religión politeísta romana, la segunda de la hebrea y la tercera de
la cristiana.
Entre las palabras analizadas, es claro también que los nombres de lugares, en donde se producía o
se encontraba una determinada cosa material han acabado con dar su nombre a la cosa misma, esto
pasa sobre todo con minerales como cobre, bronce y caolín, pero también con animales como en el
caso de tarántula y armiño, y con plantas como se observa en acelga o con tejidos como cheviot.
Para concluir se puede afirmar que la toponimia y la antroponimia están relacionadas con otras
culturas y religiones y que han influido en la formación del léxico español.

Mirando a los tres grupos de palabras desde una perspectiva etnolingüística global se pude notar
como el vocabulario español fue influenciado por la cultura italiana, la portuguesa y la cultura
clásica.

BIBLIOGRAFÍA:
Diccionario crítico etimológico Corominas Pascual
Diccionario de la Real Academia Española
Diccionario Clave
Grande Dizionario di Italiano Garzanti
Historia de España, volúmenes 5 y 6, La España de los Austrias parte I y II, El molino

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