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EL ALBA

La Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe o ALBA como se


la conoce comúnmente, es una propuesta de integración enfocada para los países
latinoamericanos y caribeños que pone énfasis en la lucha contra la pobreza y la
exclusión social. Se concreta en un proyecto de colaboración y complementación
política, social y económica entre países de esta región, promovido inicialmente
por Cuba y Venezuela como contrapartida del Área de Libre Comercio de las
Américas o ALCA, impulsada por Estados Unidos.
El ALBA parte de la visión solidaria de la integración latinoamericana, pero
que se materializa en la suscripción de acuerdos de cooperación concretos.
El ALBA defiende la idea de que “el comercio y la inversión no deben ser
fines en sí mismos sino instrumentos para alcanzar un desarrollo justo y
sustentable”.
La idea fue presentada por el presidente Hugo Chávez en diciembre de
2001 durante la III Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de la Asociación de
Estados del Caribe. El ALBA, es por lo tanto, reflejo de la consolidación de la
“Revolución Bolivariana” que se lleva a cabo en nuestro país.

Sus principios son muy distintos a los del ALCA:


• A diferencia de la integración neoliberal, que da prioridad a la
liberación del comercio y las inversiones, el ALBA se centra en la lucha
contra la pobreza y la exclusión social.
• Se le otorga una alta importancia a los derechos humanos, los
derechos laborales, los derechos de la mujer y la protección de medio
ambiente.
• A diferencia del ALCA, el ALBA se propone eliminar los obstáculos
que impiden la integración: la pobreza, las asimetrías entre países, el
intercambio desigual, la deuda impagable, la imposición de programas
de ajuste y de reglas comerciales rígidas, la monopolización de los
medios de comunicación y los impedimentos para la transferencia de
tecnología debido a onerosos tratados de propiedad intelectual.
• El ALBA se contrapone a las llamadas “reformas” que tienen por
objetivo la desregulación y la privatización de los servicios públicos. En
su lugar persigue fortalecer es estado y promover la participación
ciudadana en los asuntos públicos.
• Contrario a lo que postula la doctrina del libre comercio, la cual
promete alcanzar de manera automática el crecimiento y el bienestar, el
Alba establece la necesidad de la intervención estatal para la reducción
del as disparidades entre países.

El ALBA, al contrario de la integración neoliberal que postula la liberación


de todos los sectores y la “reciprocidad” en la apertura de mercados, propone
“cooperación”, complementariedad y “solidaridad”. Toma en cuenta los diferentes
niveles de desarrollo, los puntos fuertes y las debilidades de las economías
participantes, así como los intereses específicos de los estados de proteger a
determinados sectores. Bajo este concepto en el ALBA tienen prioridad los
proyectos de cooperación en beneficio mutuo, especialmente aquellos que se dan
entre empresas estatales. Además, hace uso de las transacciones compensatorias
que no requieren el gasto de divisas. Podría decirse que los objetivos centrales del
ALBA son el combate a la pobreza y el desarrollo social.

Aunado a ello el ALBA se aboca a:


• Preservar la autonomía e identidad latinoamericana.
• Fomentar la transferencia de tecnología y asistencia técnica.
• Priorizar a empresas nacionales como proveedoras de los entes
públicos.
• Enfrentar el abuso de monopolios y oligopolios a través de eficaces
mecanismos que aseguren una sana competencia.
El ALBA también comprende conceptos tales como:
• Integración tecnológica-productiva
• Soberanía alimentaría
• Participación de los pueblos en los asuntos públicos
• Garantía de comercio justo y sustentable
• Competencia productiva con los países no miembros del ALBA
• Justicia social
• Soberanía
• Pluralidad de culturas
• Diversidad
• Reconocimiento de la cultura afro descendiente y
• El derecho de la autodeterminación de los pueblos indígenas tal como lo
establece los pactos de derechos humanos.

EL ALBA se fundamenta en la creación de mecanismos que aprovecha las


ventajas cooperativas entre las diferentes naciones asociadas para compensar las
asimetrías entre los países. Esto se realiza mediante la cooperación de fondos
compensatorios (Fondos de Convergencia Estructural), destinados a la corrección
de discapacidades intrínsecas de los países miembros. Estos fondos en buena
medida recuerdan a los fondos estructurales de la Unión Europea.
Los principios del ALBA se materializaron por primera vez en el Acuerdo
suscrito entre Cuba y Venezuela en diciembre del alo 2004. Las actividades que
han desarrollado ambos países al amparo de este acuerdo constituyen un buen
ejemplo de lo que es posible concretar en el marco del ALBA.
Con la firma del tratado ALBA Cuba y Venezuela acordaron pasos
concretos de liberalización, así como una serie de proyectos de cooperación en
materia económica y social.
Por ejemplo. El intercambio de bienes y mercancías puede llevarse a cabo
en forma de un negocio de compensación. Cuba elimina todos sus aranceles y sus
barreras no arancelarias para productos venezolanos, mientras que Venezuela
elimina barreras no arancelarias para mercancías y servicios cubanos. Inversiones
de empresas estatales y mixtas están liberadas del pago de impuestos a las
utilidades, hasta amortizar la inversión. Cuba renuncia a su participación en filiales
cubanas de empresas estatales venezolanas, es decir, le concede a los
venezolanos una propiedad del cien por ciento.
En cuanto a los proyectos e cooperación, un aporte central cubano está en
los servicios de salud y educación. Venezuela, en cambio, ofrece transferencias
de tecnología y financiamiento en los secotes de energía y de infraestructura, al
tiempo que provee a Cuba de petróleo en términos preferenciales.
El apoyo cubano a las “misiones” de los sectores de la salud y la educación
ocupan un puesto importante en la cooperación cubano-venezolana. En el marco
de la estrategia conjunta para la implementación del ALBA acordada en abril de
2005, Cuba se comprometió a enviar hasta 30.000 profesionales de la salud a la
misión “Barrio Adentro” que brinda pro primera vez en la historia, atención médica
básica a los barrios pobres de Venezuela. En el marco del a misión “Ribas” 10.000
estudiantes venezolanos reciben una beca para estudiar carreras médicas en
Cuba. También se acordó tratar en Cuba a hasta 100.000 venezolanos con
enfermedades de la vista durante el año 2005. Cuba también apoya a la misión
“Robinson” en materia de alfabetización y educación escolar.
Venezuela por su parte, se comprometió a brindar cursos de formación a
45.000 médicos cubanos y ofreció una serie de becas. Ambos países acordaron
trabajar conjuntamente en programas de salud y alfabetización en terceros países.
El ingreso de Bolivia al ALBA en abril de 2006 mostró la capacidad
expansiva de la Alternativa Bolivariana, un proceso que continuó con la afiliación
de Nicaragua y posiblemente proseguirá con el ingreso de Ecuador.
Con su ingreso al ALBA Bolivia trajo consigo el concepto de Tratado de
Comercio de los Pueblos (TCP). Esta propuesta es bastante similar a los
principios de ALBA, aunque hace mayor énfasis en la incorporación de
modalidades de producción cooperativistas e indígenas. Según el TCP, el
comercio debe servir para “el fortalecimiento de los pequeños productores,
microempresarios, cooperativas y empresas comunitarias”.
A fin de defender la “cultura indígena”, el Tratado de Comercio de los
Pueblos postula la “complementariedad frente a la competencia;
La convivencia con la naturaleza en contraposición con la explotación
irracional de los recursos:
• La defensa de la propiedad social frente a la privatización extrema;
• El fomento de la diversidad cultural frente a la cultura única y la
uniformidad del mercado que homogeneiza los patrones de consumo”.

Con el TCP se quiere lograr una integración que “trascienda los campos
comerciales y económicos” y que lleve a un “desarrollo endógeno justo y
sustentable en base a principios comunitarios.”
Algunos de estos conceptos han sido incluidos en el tratado ALBA-TCP
suscrito por Bolivia, Cuba y Venezuela. Para comenzar, el tratado refleja las
asimetrías existentes entre tres los países. Es así como los aportes bolivianos son
modestos en comparación con los de Cuba u Venezuela. Por ejemplo, Cuba le
ofrece a Bolivia el establecimiento de seis centros oftalmológicos, incluyendo el
equipamiento y el gasto del personal cubano. Además construirá 20 hospitales de
campaña y pone a la disposición 600 médicos y enfermeros, A estudiantes
bolivianos se le ofrecerán 5000 becas para estudiar medicina en Cuba y Cuba
apoyará la campaña boliviana de alfabetización con tecnología y material
didáctico.
Venezuela, por su parte, suministrará petróleo, combustible y asfalto, y
parte del a cuenta podrá ser pagada con productos bolivianos. Además le ofrece
cooperación y ayuda tecnológica a las dos empresas estatales bolivianas de
petróleo y minería, YPFB y Comibol. Además, provee a un fondo boliviano que
financia a inversiones productivas con 100 millones de dólares y dona 300
millones de dólares para fines sociales.
La contribución de Bolivia es mucho menos evidente promover la seguridad
energética de los países miembros y ofrecer experiencias para el estudio de
conjunto de los pueblos indígenas, la medicina natural y la biodiversidad. Aquí se
refleja también la preocupación por la asimetría de las tres partes. En tanto Cuba y
Venezuela expanden sus concesiones comerciales a Bolivia, ésta no se
compromete a bajas sus aranceles. La única obligación de liberalizar en forma de
no arancelaria que ha asumido Bolivia se refiere a preferencias impositivas para
inversiones de empresas estatales cubanas y venezolanas en Bolivia. Estas
empresas están exentas de impuesto a las ganancias hasta amortizarse la
inversión.
Además de eso, Cuba y Venezuela hacen otra concesión comercial: se
comprometen a comprar los productos de exportación bolivianos cuyos mercados
de destino desaparecen por efecto de los tratados de libre comercio suscritos por
Estados Unidos y la Unión Europea con países vecinos de Bolivia. Por ejemplo,
hasta ahora Bolivia ha exportado alrededor de un tercio de su producción de soya
a Colombia y Perú. Con la firma del tratado de libre comercio con Estados Unidos
éstos, sin embargo, se comprometen a abrir sus mercados agrícolas
sucesivamente a las exportaciones agrícolas estadounidenses. Como la soya
boliviana no puede competir con la soja barata de los Estados Unidos, se espera
que Bolivia pierda una parte de sus mercados andinos. Cuba y Venezuela se
comprometen a compensar estas pérdidas comprando la soya boliviana.
Venezuela hoy en día ya compra la mitad de las exportaciones bolivianas de soya.
Uno de los aspectos más importantes del ALBA es el que se refiere a la
cooperación entre empresas públicas y la creación de nuevas empresas públicas
conjuntas. Un ejemplo claro de esto es la visión de una alianza continental de
empresas energéticas estatales, “Petroamérica”. En el marco de las tres iniciativas
sub regionales promovidas por Venezuela, Petrocaribe, Petroandina y Petrosur, la
empresa estatal petrolera de Venezuela, Petróleso de Venezuela o PDVSA, ya ha
comenzado a poner en práctica esta visión de cooperación energética continental.
La iniciativa Más ambiciosa en este sentido es la construcción de un
gasoducto trans-sudamericano propagado por Venezuela: el Gran Gasoducto del
Sur, de más de 8.000 kilómetros, que partirá desde la Costa Atlántica venezolana
y beneficiará a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Igualmente, de gran importancia económica es el plan de crear un banco de
estados latinoamericanos, el “Banco del Sur”, el cual dará créditos para proyectos
de infraestructuras binacionales o multinacionales, sin las onerosas imposiciones
del Banco Mundial, FMI u otros bancos de desarrollo de la región.
Venezuela ya ha tomado las primeras medidas al respecto. La compra de
bonos estatales argentinos y bolivianos se considera como semilla de un banco
latinoamericano. Desde mayo de 2005 Venezuela ha venido adquiriendo bonos
argentinos, lo que le ha facilitado a Argentina la amortización anticipada de su
deuda con el FMI. En julio de 2006 ambos países anunciaron la emisión de un
bono conjunto, el llamado “Bono del Sur”, el cual ya se ha materializado en dos
emisiones.
Otro ejemplo de una empresa estatal conjunta, guiada por los principios del
ALBA, es el canal de televisión “Telesur”, el cual se transmite desde mediados de
2005 y representa una alternativa a los medios más conservadores del continente,
especialmente los canales noticiosos como CNN, Univisión o la BBC. La
propiedad de Telesur se reparte entre cinco países, Venezuela 46%), Argentina
(20%), Cuba (19%), Uruguay (10%) y Bolivia (5%). Los programas se realizan en
diferentes países por una red de corresponsales propios.
Los proyectos de integración del ALBA, sin embargo, no se limitan a
empresas estatales. También existe la intención de incluir en la Alternativa
Bolivariana iniciativas surgidas desde los movimientos sociales, grupos de base o
sindicatos. Un ejemplo de ello fue el encuentro latinoamericano de empresas
recuperadas, realizado en Caracas en octubre de 2005. Trabajadores y
trabajadoras que adquirieron el control de empresas que habían sido
abandonadas o llevadas a la quiebra por sus dueños, acordaron en ese encuentro
dar los primeros pasos para el apoyo mutuo, entre otros, la transferencia de
tecnología, la capacitación y el comercio. En dicho evento el presidente Hugo
Chávez propuso la creación de una red regional de empresas recuperadas bajo el
nombre de Empresas Recuperadas del Sur (EMPRESUR) y anunció la instalación
de un fondo encargado de dar préstamos ventajosos a empresas autogestionadas.
Siendo Venezuela uno de los propulsores de la Alternativa Bolivariana para
las Américas, es lógico que uno de los aspectos más sobresaliente del ALBA sea
la integración energética de América Latina y el Caribe.
Para Venezuela la cooperación energética en el marco del ALBA no viene
propiciada únicamente por el interés de diversificar los mercados para nuestro
petróleo. Más bien viene dada por la convicción de que para alcanzar los objetivos
del ALBA debe apuntarse hacia una integración energética de los países de la
región que asegure el suministro estable de productos energéticos en beneficio de
las sociedades latinoamericanas y caribeñas. También parte de la aspiración
venezolana de lograr un proceso de transformación que limite el rol de las
empresas multinacionales petroleras en Latinoamérica y conduzca hacia el control
público de todo el sector energético de la región.
Este proceso de transformación ya fue iniciado por el presidente Chávez a
finales de 2004 en el sector petrolero venezolano. El plan es revertir
sucesivamente la apertura al sector privado de la industria petrolera realizado
durante los años noventa. Esto se está haciendo mediante la conversión de todos
los contratos de extracción en “empresas mixtas” en las que PDVSA tiene una
participación mayoritaria de al menos un 51%. También se está llevando a cabo
mediante la elevación de los tributos sobre la producción exigidos a las empresas
productoras, de modo que garantice que el estado obtenga al menos el 50% de
valor del mercado.
Las asociaciones estratégicas para la explotación del petróleo de la faja
petrolífera del Orinoco también habrán de convertirse en empresas mixtas bajo
propiedad mayoritaria de PDVSA.
El pilar energético del ALBA lo constituye PetroAmérica. El objetivo de
Petroamérica es la “integración de las empresas energéticas estatales de América
Latina y el Caribe” y la realización de inversiones conjuntas a lo largo de la cadena
de valor del petróleo y del gas: desde la explotación pasando por la extracción
hasta la comercialización. Venezuela considera a Petroamérica como una
iniciativa a largo plazo que podría desembocar en una federación de empresas
estatales o incluso en un consorcio energético latinoamericano.
Petroamérica, a su vez, constituye el marco para tres iniciativas
subregionales: Petrocaribe, Petrosur y Petroandina. Mientras que Petrocaribe
comprende a 14 países del Caribe, Petrosur incluye a los países del MERCOSUR
(Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay). Petroandina, por su parte, aspira a la
cooperación con los miembros de la Comunidad Andina de naciones (CAN
(Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia).
El objetivo fundamental de Petrocaribe es contribuir con la seguridad
energética, el desarrollo socio-económico y la integración de los países del Caribe.
Permitir a las pequeñas economías del Caribe tener acceso a fuentes de energía
seguras y en condiciones tales que los precios no se conviertan en obstáculos
para su desarrollo.
Hasta cierto punto, Petrocaribe representa una continuación de los
acuerdos preferenciales que Venezuela ha firmado con los países
centroamericanos y caribeños en el marco del Acuerdo de San José de 1980 y en
el Acuerdo de Cooperación Energética de Caracas del año 2000. Las modalidades
financieras contempladas en Petrocaribe son similares. Una parte de la factura se
puede cubrir con crédito. El monto de los créditos depende de la cantidad
importada y del precio del crudo en el mercado mundial. Los créditos tienen una
duración fija, más pueden convertirse, posteriormente, en préstamos a largo plazo
para el financiamiento de proyectos de desarrollo. El pago de intereses y de
amortizaciones se puede realizar parcialmente en forma de negocios
compensatorios. En Petrocaribe, por ejemplo, Venezuela acepta que una parte de
los pagos sean realizados en forma de mercancías y servicios a precios
preferenciales ofrecidos por los deudores. Las mercancías compensatorias podrán
podrán ser aquellas afectadas por medidas comerciales de países ricos. Con esto
Venezuela abre la posibilidad de una cierta disminución de las pérdidas que
afectan a los exportadores caribeños de bananos, azúcar y otras mercancías por
medidas de distorsión del comercio aplicadas por los países industrializados
(aranceles elevados, cuotas, subvenciones, normas y estándares).
Petrocaribe, sin embargo, no se limita al comercio preferencial de petróleo.
Más bien los países firmantes (Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba,
Dominica, República Dominicana, Granada, Guyana, Jamaica, San Vicente y las
Granadinas, Santa Lucía, San Cristóbal y Nevis, Surinam y Venezuela) formaron
una organización encargada de coordinar su política energética. El tratado
describe a Petrocaribe como una “organización capaz de asegurar la coordinación
y articulación de las políticas de energía”, y esos en todos los ámbitos relevantes,
“incluyendo petróleo y sus derivados, gas, electricidad, uso eficiente de la misma,
cooperación tecnológica, capacitación, desarrollo de infraestructura energética, así
como el aprovechamiento de fuentes alternas, tales como la energía eólica, solar y
otras.”
A nivel institucional, Petrocaribe dispone e un consejo ministerial y una
secretaría ejecutiva, asentada en el Ministerio de Energía y Petróleo de
Venezuela. A eso se agrega el fondo “Alba Caribe”, con un capital inicial e 50
millones de dólares provisto por Venezuela, destinado a financiar proyectos
sociales y económicos.
Más allá, el tratado apunta a una ampliación de influencia del estado sobre
el sector energético en los países miembros: El artículo VI, por ejemplo, establece
que se requerirá la existencia de entes estatales para la realización de las
operaciones energéticas. Venezuela ofrece cooperación técnica para apoyar la
constitución de entidades estatales en aquellos países donde no existan.”
Para la implementación de las medidas acordadas en Petrocaribe, PDVSA
creó la filial PDV Caribe. La misma se encargará del transporte del petróleo de
modo que se elimina el comercio intermedio, lo que representa un ahorro para los
países signatarios del acuerdo.
Venezuela también acordó una serie de proyectos con los países miembros
del MERCOSUR que se enmarcan en la iniciativa regional Petrosur. En mayo de
2005 Argentina, Brasil y Venezuela concertaron coordinar su política energética de
forma más estrecha en el marco de Petrosur. Se acordaron tres proyectos
iniciales: Actividades prospectivas en la Franja de Orinoco (Venezuela) por parte
de PDVSA, Petrobrás (la empresa estatal petrolera brasileña) y ENARSA (la
empresa estatal petrolera argentina); la construcción de una refinería en el estado
brasileño de Pernambuco (PDVSA y Petrobrás) y el acceso a nuevas reservas
petroleras y gasíeras en Argentina (PDVSA y ENARSA).
A modo de complementar esas actividades, Venezuela lleva adelante una
serie de cooperaciones bilaterales. En Argentina PDVSA no sólo realiza tareas de
explotación junto a ENARSA, sino también está comprometida en la construcción
de una red de 600 gasolineras de la marca ENARSA/PDV. Venezuela, por
ejemplo, vende su petróleo a Argentina bajo condiciones preferenciales y compra
a cambio carne de vacuno argentina y maquinaria para la Agricultura.
En febrero de 2005 Venezuela acordó la formación de una “alianza
estratégica” con Brasil para llevar adelante diversos proyectos en el ámbito
energético, petrolero y gasífero, entre ellos la refinería conjunta en Pernambuco y
varios proyectos de etanol y biodiesel. Uruguay también recibe petróleo
venezolano a condiciones preferenciales: la posibilidad de financiar a crédito una
parte de la factura y la posibilidad de pagar la deuda con carne y alimentos.
A los países de la Comunidad Andina (Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia)
Venezuela les ofreció una cooperación más estrecha en el marco de la iniciativa
Petroandina. En julio del 2005 en Lima los participantes aprobaron el “Acta
Presidencial de Lima” en la que los países de la CAN expresan su interés su
interés por una integración energética más profunda.
Ecuador fue el primer país en aceptar la oferta y desde entonces está
negociando la refinación de petróleo ecuatoriano en Venezuela. A pesar de sus
reservas de petróleo propias, Ecuador depende de importaciones de combustible
debido a que carece de capacidad de refinación.
El lazo más estrecho, sin embargo, existe con Bolivia, donde Petroandina
ha sido creada como empresa conjunta PDVSA con la estatal petrolera boliviana.
Después de que Evo Morales anunciara la nacionalización e la industria petrolera
y gasífera boliviana en mayo de 2006, Venezuela y Bolivia a las pocas semanas
firmaron una serie de acuerdos de cooperación. Entre ellos se encuentran
proyectos exploratorios conjuntos, la construcción de dos plantas transformadoras
de gas y sobre todo la creación de Petroandina. A la empresa estatal boliviana le
pertenece el 51% de Petroandina, a PDVSA el 49%. Un primer proyecto consiste
en la construcción de una red de gasolineras en Bolivia.
Todas estas iniciativas energéticas aquí esbozadas son ejemplo de cómo el
ALBA se concreta y avanza en nuestra región. Todos los proyectos energéticos
del ALBA disponen de elementos solidarios importantes, entre ellos la posibilidad
de pagar parte de la factura con exportaciones de bienes y servicios. Esto les
ahorra costos reales a los beneficiarios. Dichas iniciativas también tienen un efecto
directo sobre la distribución de la riqueza. Los recursos que se ahorran por la
eliminación de intermediarios privados van en parte a fondos de desarrollo que
han sido creados en el marco de Petrocaribe y del tratado ALBA-YCP.
En los distintos proyectos se ven reflejados los principios rectores de la
Alternativa Bolivariana: Cooperación, complementación, solidaridad y respecto a la
soberanía.

a) Complementación, como en el caso de los acuerdos suscritos


entre Argentina y Venezuela. Argentina produce alimentos que hoy
Venezuela necesita y Venezuela tiene combustible que para la
Argentina de hoy son indispensables. Complementación en base de
nuestras potencialidades.
b) Cooperación, como en el caso de los acuerdos petroleros
suscritos entre Brasil y Venezuela. Brasil se especializa en la
exportación petrolera “mar adentro”, Venezuela en la producción en
“tierra firme”. Ahí entonces se produce un acuerdo de cooperación, cada
uno socializa sus conocimientos en las áreas que más se ha
especializado.
c) Solidaridad, como en el caso de Petrocaribe. Los países
caribeños tienen muy poca riqueza en hidrocarburos. Venezuela, de
manera solidaria –sin regalar nada-, ayuda a estos países a adquirir
combustibles a precios justos.
d) Respeto a la soberanía: Todos los acuerdos sin excepción se
realizan respetando la soberanía y el derecho a la autodeterminación de
cada nación firmante.

El ALBA se ha consolidado en una primera etapa y va a continuar


creciendo. A parte de los cuatro países que lo conforman, asisten a las reuniones
regionales seis países observadores, cuatro de ellos caribeños: Haití, San
Cristóbal y Nevis, San Vicente, y las Granadinas y Dominica, y dos países
suramericanos: Ecuador y Uruguay.
Los resultados de la V cumbre del ALBA realizada en Tintorero, Venezuela,
hace apenas dos semana, constituyen un ejemplo claro de cómo los países
miembros conciben la puesta en práctica de la Alternativa Bolivariana en esta
siguiente etapa.
En materia energética, lo acordado en la V cumbre, en el Tratado
Energético del ALBA, supera en alcance todas las fórmulas anteriores aprobadas
en convenios de cooperación suscritos por Venezuela en el plano bilateral o
multilateral. En Tintorero, Venezuela se comprometió a cubrir no una porción de
las necesidades energéticas de las naciones vecinas, sino la totalidad, el 100%,
de esas necesidades. Eso se llama solidaridad.
Según lo acordado en el Tratado Energético el ALBA, las partes tendrán un
bloque en la Faja Petrolífera del Orinoco de Venezuela de manera tal que puedan
tener a su disposición las reservas de petróleo que garanticen el suministro
energético de sus respectivos países en los próximos 25 años. La exploración y
explotación se hará de manera conjunta a través de una empresa Gran Nacional
de petróleo denominada PETROALBA.
En Tintorero también se sentaron las bases para la cooperación de los
países miembros en el uso racional de la energía, la búsqueda del máximo ahorro
y la eficiencia energética. Así como el desarrollo de fuentes alternativas d energía.
A fin de lograr estos objetivos las partes crearán una empresa Gran Nacional de
Energía, que habrá de constituirse como una cooperación de empresas
binacionales de los Estados.
Aparte del tema energético, en la V cumbre también se abordaron otras
áreas de cooperación: educación, salud, cultura, alimentación,
telecomunicaciones, transporte, turismo, finanzas, minería e industria.
Entre los numerosos proyectos conjuntos o “Planes Gran Nacionales” que
se acordaron podemos mencionar los siguientes:

• El Plan Gran Nacional para el desarrollo de la alfabetización


• El Fondo Cultural del ALBA, para la producción y distribución
conjunta de cine, radio, televisión y publicaciones.
• La Empresa Gran nacional de Suministros Industriales del ALBA,
cuyo objetivo será la comercialización de insumos, equipos y
maquinarias para la industria.
• Creación del centro gran nacional para el diseño y ejecución de
proyectos de investigación, innovación tecnológica, asistencia técnica y
formación para mejorar la capacidad y calidad productiva de los países
miembros.
• Creación del Fondo Económico de Cooperación y de Inversiones
Productivas del ALBA.
• Emisión de Bono ALBA.
• Creación del Banco de Alimentos, para garantizar el abastecimiento.
• Creación de una empresa Gran Nacional de Producción
Agroalimentaria.
• Creación de una Corporación Gran Nacional de Líneas Aéreas
Estatales.
• Creación de una empresa Naviera Gran Nacional del Sur, entre
otros.

También se acordaron los instrumentos jurídicos y de carácter político del


ALBA, así como la creación de un Consejo de Presidentes, Consejo de Ministros,
Consejo de Movimientos Sociales y comisiones por áreas.
Todas estas propuestas fueron parte de la discusión que acaban de
sostener los cancilleres de Cuba y Venezuela en el marco de la XI reunión del
Mecanismo de Consulta Política que acaba de celebrarse en Caracas.
El ALBA es producto del despertar de la conciencia que se expresa en la
emergencia de un nuevo liderazgo político, económico y social en América Latina
y El Caribe. El ALBA, como propuesta bolivariana y venezolana, se suma a la
lucha de los movimientos sociales, de las organizaciones y campañas nacionales
que se multiplican y articulan a lo largo y ancho de todo el continente a favor de
una región más solidaria. Es, en definitiva, una manifestación de la decisión
histórica de las fuerzas revolucionarias de Venezuela y de otros países
latinoamericanos para demostrar que “Otra América es Posible”.

EL ALBA Y LA PROPIEDAD INTELECTUAL

La propiedad intelectual es otro de los asuntos en los cuales se expresa


más nítidamente la oposición de intereses entre las grandes corporaciones
internacionales y los países pobres del Sur, especialmente las poblaciones
campesinas y aborígenes.
Apelando a lo que fueron denominados “asuntos relacionados con el
comercio”, se estableció un amplio régimen de protección de la propiedad
intelectual en condiciones muy desventajosas para los países el Sur. A pesar de la
resistencia inicial, los países del Norte lograron imponer un régimen obligatorio y
global de protección de la propiedad intelectual de acuerdo a sus exigencias, a
partir de propuestas formuladas por las transnacionales farmacéuticas.
En las relaciones asimétricas hoy existentes entre los países
industrializados del Norte y el Sur, las ventajas del Norte residen precisamente en
las áreas científico-tecnológicas. El régimen internacional de definición y
protección de la propiedad intelectual esta orientado a acentuar este des-balance.
Protege aquello en lo cual los países más fuertes tienen ventajas, mientras que,
básicamente, deja sin protección aquello en lo cual los países y pueblos del Sur
tienen una indudable ventaja: en la diversidad genética de sus territorios y en el
conocimiento tradicional de los pueblos campesinos y aborígenes.
Antes de estas negociaciones más de 50 países no tenían regimenes
legales de protección de patentes sobre productos farmacéuticos, con lo cual sus
mercados internos podían ser surtidos por medicamentos genéricos a precios muy
inferiores a los ofrecidos por las empresas dueñas de las patentes.
La comparación de los precios de los medicamentos en la India con países
en los cuales existe la protección de patentes farmacéuticas, indica que en éstos
los precios son hasta 41 veces más altos. La industria farmacéutica de la India es
una industria floreciente de más de 20 mil empresas, produce medicamentos de
alta calidad accesibles a millones de personas de bajos niveles de ingresos y
desempeña además un papel importante en la generación de empleo.
Esto ha comenzado a cambiar en La india y en el resto del mundo en forma
acelerada y radical. Los acuerdo sobre propiedad intelectual de la Organización
Mundial de Comercio obligan a todos los países después de un período de gracia
para los países “menos desarrollados” a establecer regímenes de patentes que
garanticen la protección estricta de la propiedad intelectual.
Así pues, los días de los medicamentos genéricos están contados. Como
consecuencia de los derechos monopólicos otorgados por tales acuerdos, las
compañías farmacéuticas pueden eliminar la competencia y cobrar precios más
allá de la posibilidad de pago de millones de personas.
A partir de diversos estudios se ha calculado que ocurrirían no solo
aumentos significativos de precios como consecuencia de la introducción de
patentes, sino igualmente una notoria reducción del consumo: amplios sectores de
la población quedarían excluidos del acceso a medicamentos comerciales.
El caso de Egipto es ilustrativo: la introducción de patentes en los
medicamentos condujo a aumentos de precios de cinco a seis veces, comparado
con los medicamentos sin patentes. Se tenderá igualmente a la quiebra de
medianas y pequeñas empresas farmacéuticas y al incremento de los niveles de
monopolización de la actividad por las grande trasnacionales.
En la actualidad 80 % de las patentes sobre alimentos modificados
genéricamente están en manos de 13 trasnacionales, y las 5 compañías
agroquímicas más grandes controlan casi todo el mercado global de semillas.
Como consecuencia del establecimiento de patentes sobre diversas formas
de vida, y la apropiación/expropiación del conocimiento campesino/comunitario por
parte de las grandes transnacionales de semillas y agroquímicos, están
cambiando aceleradamente los patrones de producción campesinos en escala
global. Los campesinos se hacen cada vez menos autónomos, cada vez más
dependientes de la compra de costosos insumos de las transnacionales.
La “libertad de comercio” impuestas crecientemente por los intereses de
estas transnacionales a los campesinos de todo el mundo, esta conduciendo hacia
una reducción de la variedad genética de muchos de los principales cultivos
alimenticios.
Esta reducción de la diversidad genética, asociada a una visión ingenieril de
la agricultura, basada en un control extremo de tipo fabril sobre cada fase del
proceso productivo -con semillas manipuladas genéticamente y el uso intensivo de
agroquímicos- reduce drásticamente la capacidad auto-adaptativa y regenerativa
de los sistemas ecológicos.
Producto de este régimen legal global de biopiratería es la inmensa gama
de patentes -basados en la expropiación no reconocida de los conocimientos y/o
recursos de otros que han sido otorgados. Muchas de estas patentes han sido
particularmente escandalosas como la de ingredientes activos del árbol de neem
que han sido ampliamente utilizados para muy diversas aplicaciones en la India
durante centenares de años.
Como ha podido constatarse en el espectro de asuntos críticos para el
presente y futuro de la humanidad que están siendo afectados por los acuerdos de
derecho a la propiedad intelectual, se trata de uno de los ejes más dinámicos de
concentración del poder y acentuación de las desigualdades que caracteriza las
actuales tendencias hegemónicas de la globalización.

DESARROLLO ENDOGENO

El desarrollo endógeno, significa desarrollo desde adentro. Es un modelo


económico y social en el que las comunidades desarrollan sus propias propuestas.
Es decir, el liderazgo nace en la comunidad y las decisiones parten desde adentro
de la comunidad misma.
En este sentido, dicho modelo busca la satisfacción de las necesidades
básicas, la participación de la comunidad y la conservación del medio ambiente.
Desde esta perspectiva el desarrollo endógeno tiene su meta en la
comunidad de manera que el desarrollo transcienda hacia arriba, hacia la
economía del país y de allí para el resto del mundo.
Con la instauración del gobierno del Coronel (R) Hugo Rafael Chávez Frías
en el año 1998, en Venezuela se ha venido desarrollando una serie de políticas
orientadas hacia la transformación sostenida social y económicamente del país,
una de esas políticas es el auge y afianzamiento del Desarrollo Endógeno.
De allí que, se hace evidente que las cosas que tienen corazón y voluntad
son las que tienden a enfilarse hacia el éxito y es lo que se esta experimentando
en la mayoría de los estados de Venezuela, tales como; en el Estado Guárico que
es hoy por hoy el primer productor de maíz, arroz y sorgo, en Mérida se dan las
mejores Hortalizas, estos ejemplos son constancias que acreditan que la gestión
del gobierno están bien encaminadas hacia el progreso, debido a que los estados
están trabajando rumbo a el desarrollo sostenido que requiere el país.
Finalmente, se puede decir que, El Desarrollo Endógeno es la punta de
lanza para que cualquier Nación logre un desarrollo sostenido en lo político, social
y económico, esto debido a que el desarrollo comienza desde “El Ser para Los
Seres”.
Es una forma de llevar adelante la transformación social, cultural y
económica de nuestra sociedad, basada en la reconquista de las tradiciones, el
respeto al medio ambiente y las relaciones equitativas de producción, que nos
permita convertir nuestros recursos naturales en productos que podamos
consumir, distribuir y exportar al mundo entero.
Se busca incorporar a los venezolanos que hasta ahora habían sido
excluidos del sistema educativo, económico y social; mediante la construcción de
redes productivas donde todos participen en igual de condiciones, accediendo
fácilmente a la tecnología y el conocimiento.
A través del desarrollo endógeno se otorga poder a las comunidades
organizadas para que desarrollen las potencialidades agrícolas, industriales y
turísticas de cada una de las regiones. Se logra poniendo al servicio de toda la
gente la infraestructura del Estado que había sido abandonada (campos
industriales, maquinarias, tierras ociosas, entre otros) para generar bienes y
servicios.

Objetivos
En líneas generales, los objetivos de las políticas de NDE son los
siguientes:
• • Organizar a las comunidades
• • Erradicar la pobreza
• • Mejorar la calidad de vida de las comunidades desasistidas y ubicadas
en zonas demográficamente desconcentradas
• • Propiciar la desconcentración de la población en el territorio nacional
• • Impulsar una sociedad proactiva y productiva
• • Restituir el sentido de ciudadanía participativa en las comunidades

Organismos Participantes y Ejecutores


La política de Núcleos de Desarrollo Endógeno impulsada por el Gobierno
de la República Bolivariana de Venezuela está orientada a erradicar la pobreza,
mejorar la calidad de vida de la población y crear un nuevo modelo de desarrollo
económico y social al que se incorporan los sectores populares así como aquellas
zonas desasistidas y desconcentradas demográficamente.
PDVSA visualiza el desarrollo social con una sinergia interinstitucional, es
decir conjuntamente con otras instituciones del Estado.
Los lineamientos para conformar un Núcleo de Desarrollo Endógeno
provienen del Ministerio Para la Economía Popular (MINEP), desde donde pasan
al Ministerio de Energía y Petróleo (MEP), máximo ente regulador del negocio de
los hidrocarburos, al cual se suscribe PDVSA como operadora de este sector.
La Oficina de Coordinación Nacional de NDE del MEP planifica los proyecto
locales para la conformación de núcleos y a PDVSA le corresponde, a través de
su filial Palmaven, dar soporte financiero y operativo, por ser esta empresa la
encargada de ejecutar cada proyecto de NDE.

Fundamento Legal
La política de Desarrollo Endógeno se basa en el proceso de cambios que
está viviendo el país desde 1999, impulsado desde el Ejecutivo Nacional, que
busca la participación de las mayorías en el destino de la nación, la
democratización de los recursos petroleros, la construcción de una sociedad más
justa y el mejoramiento en las condiciones de vida de poblaciones históricamente
olvidadas y desasistidas.
Al respecto, el artículo 61 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, señala:
“Artículo 61. Toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia y a
manifestarla, salvo que su práctica afecte su personalidad o constituya delito. La
objeción de conciencia no puede invocarse para eludir el cumplimiento de la ley o
impedir a otros su cumplimiento o el ejercicio de sus derechos.

Lo Contrario de Endógeno
Pan para hoy, hambre para mañana. Lo contrario al desarrollo endógeno es
el que se desarrolla afuera, es decir, el “exógeno”. Por venir desde afuera, este
modelo no sabe ni respeta las necesidades de las personas que conforman las
comunidades. Su estructura ignora lo que pasa en lo local. Es más, no le importa
el desarrollo de las personas. Sólo le interesa el capital, la acumulación de
ganancias. Debido a este ‘modelo’, muchas personas y niños en el mundo
trabajan cada día más y cobran cada día menos. Esta esclavitud laboral sólo
enriquece a las grandes empresas, muchas de ellas fuera de su país.
Este modelo antihumano es el neoliberalismo salvaje, la cara más
despiadada del capitalismo. Y de él nos estamos librando, pues con el Desarrollo
Endógeno también se desarrolla la autoestima, la soberanía y la dignidad de los
pueblos.
COMUNICACIÓN VERBAL
La comunicación verbal puede realizarse de dos formas: oral: a través de
signos orales y palabras habladas o escrita: por medio de la representación gráfica
de signos.
Hay múltiples formas de comunicación oral. Los gritos, silbidos, llantos y
risas pueden expresar diferentes situaciones anímicas y son una de las formas
más primarias de la comunicación. La forma más evolucionada de comunicación
oral es el lenguaje articulado, los sonidos estructurados que dan lugar a las
sílabas, palabras y oraciones con las que nos comunicamos con los demás.
Las formas de comunicación escrita también son muy variadas y
numerosas (ideogramas, jeroglíficos, alfabetos, siglas, graffiti, logotipos…). Desde
la escritura primitiva ideográfica y jeroglífica, tan difíciles de entender por nosotros;
hasta la fonética silábica y alfabética, más conocida, hay una evolución
importante. Para interpretar correctamente los mensajes escritos es necesario
conocer el código, que ha de ser común al emisor y al receptor del mensaje.

COMUNICACIÓN NO VERBAL
La comunicación no verbal es la comunicación que se da mediante indicios,
signos y que carecen de estructura sintáctica verbal, es decir, no tienen estructura
sintáctica por lo que no pueden ser analizadas secuencias de constituyentes
jerárquicos.
La comunicación no verbal es el proceso de comunicación mediante el
envio y recepción de mensajes sin palabras. Estos mensajes pueden ser
comunicados a través de gestos, lenguaje corporal o postura, expresión facial y el
contacto visual, la comunicación de objetos tales como ropa, peinados o incluso la
arquitectura, o símbolos y la infografía, así como a través de un agregado de lo
anterior, tales como la comunicación de la conducta. La comunicación no verbal
juega un papel clave en el día a día de toda persona.La comunicación no verbal es
la comunicación que se da mediante indicios, signos y que carecen de estructura
sintáctica verbal, es decir, no tienen estructura sintáctica por lo que no pueden ser
analizadas secuencias de constituyentes jerárquicos.
La comunicación no verbal es el proceso de comunicación mediante el
envio y recepción de mensajes sin palabras. Estos mensajes pueden ser
comunicados a través de gestos, lenguaje corporal o postura, expresión facial y el
contacto visual, la comunicación de objetos tales como ropa, peinados o incluso la
arquitectura, o símbolos y la infografía, así como a través de un agregado de lo
anterior, tales como la comunicación de la conducta. La comunicación no verbal
juega un papel clave en el día a día de toda persona.
La comunicación no verbal (CNV) surge con los inicios de la especie
humana antes de la evolución del lenguaje propiamente dicho. Los animales
también muestran ciertos tipos de comunicación no verbal. Es importante no
confundir la "comunicación no verbal" con la "comunicación no oral" ya que existen
formas de comunicación "verbal" (es decir, con estructura lingüística o sintáctica)
no orales, como por ejemplo la comunicación escrita y las lenguas de señas. E
igualmente existe comunicación no verbal que puede ser producida oralmente,
como los gruñidos o sonidos de desaprobación. En los seres humanos, la CNV es
frecuentemente paralingüística, es decir acompaña a la información verbal
matizándola, ampliándola o mandando señales contradictorias. Por eso la CNV es
importante en la medida que:
«Cuando hablamos (o escuchamos), nuestra atención se centra en las
palabras más que en el lenguaje corporal. Aunque nuestro juicio incluye ambas
cosas. Una audiencia está procesando simultáneamente el aspecto verbal y el no-
verbal. Los movimientos del cuerpo no son generalmente positivos o negativos en
sí mismos, más bien, la situación y el mensaje determinarán su evaluación»
La comunicación no verbal ha recibido menor atención y estudio científico
que la verbal, ya que consiste en un modo de transmisión de información menos
estructurado y de más difícil interpretación.

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