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Pluralismo juridico

En sociología jurídica, se entiende por pluralismo jurídico la coexistencia de dos o más órdenes jurídicos en un
mismo ámbito de tiempo y de espacio. El concepto de pluralismo jurídico supone una definición alternativa de
derecho, pues si se adopta la definición clásica, el derecho se reduce a las normas producidas exclusivamente
por el Estado. Si se acepta la noción de pluralismo jurídico, se pone en cuestión la idea del monopolio de la
fuerza estatal.
Desde una perspectiva sociojurídica, puede entenderse como derecho cualquier conjunto de normas que
regulen la conducta humana, y que sea reconocido por sus destinatarios como vinculante. Según Boaventura
de Sousa Santos, cualquier orden social que de cuenta de retórica, violencia y burocracia, puede ser
considerado como derecho.
El comercio informal, la presencia de grupos guerrilleros o paramilitares, o la presencia de etnias o grupos
indígenas en un Estado, son algunos ejemplos de pluralismo jurídico
Localismo globalizado.
Consiste en el proceso por el cual un fenómeno local dado es globalizado con éxito. Usualmente la
globalización de prácticas locales se origina en el centro del sistema mundial y son después expandidas y
diseminadas a la periferia y a la semiperiferia. En realidad, dice Santos, un localismo globalizado es "un proceso
cultural mediante el cual una cultura local hegemónica se come y digiere, como un caníbal, otras culturas
subordinadas" (p.202). Como ejemplo tendríamos ciertas operaciones mundiales de las empresas
transnacionales, la transformación de la lengua inglesa en lengua franca, la globalización de la comida rápida o
la música popular norteamericanas, o la adopción mundial de las leyes de propiedad intelectual norteamericana
sobre software para computadoras.
Globalismo localizado.
Consiste en el impacto específico de las prácticas e imperativos transnacionales en las condiciones
locales, que son así desestructuradas y reestructuradas con el fin de responder a dichos imperativos. Tales
globalismos localizados incluyen: enclaves de libre comercio; deforestación y deterioro masivo de los recursos
naturales para pagar la deuda externa; uso turístico de los tesoros históricos, los lugares y ceremonias
religiosas, las artes y artesanías, la vida salvaje; dumpling ecológico; conversión de la agricultura de
subsistencia en agricultura orientada a la exportación como parte del "ajuste estructural"; etnización del lugar de
trabajo, etc

Características de los principales pueblos indígenas de Venezuela


Los indígenas que habitan actualmente en Venezuela son descendientes de aquellos primeros pobladores que
llegaron a territorio venezolano hace miles de años, provenientes de diferentes lugares de la tierra, en especial
desde Asia. Y aunque todos los pueblos presentan este origen común, cada uno de ellos ha desarrollado su
manera de ser, adecuándose a sus condiciones particulares de vida.
En la actualidad sólo se tiene registro de los pueblos más numerosos, pero existen otros que aún se deben
conocer y proteger.
• El pueblo wayúu. Es el grupo más numeroso de indígenas venezolanos y pertenece a la familia
lingüística arawak. Se ubica principalmente en la península de la Guajira venezolana y colombiana (estado
Zulia, en Venezuela, y departamento de la Guajira, en Colombia). Por eso, se les conoce también como
guajiros. Algunos emigraron a otras zonas de Zulia y a los estados Mérida y Trujillo. Según los reportes del
último censo indígena, este pueblo tiene 33.845 integrantes.
Los wayúu son monogámicos y poligínicos y su organización social está formada por clanes matrilineales a los
cuales identifican con algún animal. En la baja Guajira construyen casas con palmas de cocoteros y madera,
pero en la alta y desértica Guajira sus viviendas las hacen de barro mezclado con techos de corazón de
cardones. Los hombres de las más apartadas regiones visten el guayuco; las mujeres, en casi todos los lugares
donde se encuentran, su manta guajira. Son sedentarios y seminómadas y presentan un alto grado de
aculturación debido al contacto con pueblos vecinos de criollos venezolanos, colombianos y otros extranjeros.
Su economía está centrada en la pesca y en la cría de ganado ovino, caprino, porcino y vacuno. Quienes se
han asentado en las ciudades trabajan como técnicos o profesionales en los sectores público y privado. En
épocas de lluvia siembran maíz, frijoles, patilla y melones. Son buenos artesanos y se dedican a la cerámica, la
cestería, el hilado, el tejido de tapices, hamacas, chinchorros y alpargatas.
• El pueblo warao. Formado por 28.633 personas censadas, es el segundo pueblo indígena más
numeroso de Venezuela. Se ubica principalmente en Delta Amacuro, pero también hay comunidades en
Monagas, Sucre y bolívar, así como en la República de Guyana. Su nombre refiere a su inseparable curiara
(una embarcación hecha de madera con la que comercian, juegan, viajan y trabajan y, donde además, duermen
y son enterrados).
El grueso de la población vive en palafitos que ubican a orillas de los ríos y que varían de tamaño; los hay
donde habitan desde 20 hasta 300 personas. Generalmente no tienen paredes ni divisiones internas. El
mobiliario principal es el chinchorro que se coloca al lado de un fogón de barro, que ofrece calor en las frías
noches y auyenta los mosquitos.
La autoridad en las familias la ejerce el suegro del esposo. Tienen sistemas de parentesco muy estrictos y se
casan muy jóvenes. Actualmente visten a la usanza de los criollos, aunque aún se puede ver a algunos
hombres vistiendo el guayuco. Las mujeres suelen adornarse mucho con semillas y huesos de animales.
Los warao son pescadores por excelencia, pero también cazan, recogen frutos silvestres, miel y cultivan
algunos productos. Actualmente, se dedican también a la explotación de la madera y de la palma de manaca y
moriche. Algunos trabajan en las fábricas de procesamiento de la palma de manaca, para la elaboración del
palmito. En los conucos siembran ocumo chino, yuca dulce y amarga, plátano, cambur y caña de azúcar y,
cuando las condiciones lo permiten, siembran maíz y arroz. Su vida también gira alrededor de la palma de
moriche, a la que consideran una madre porque les proporciona su bebida, su comida y la materia prima para
otros usos.
• El pueblo pemón. Se encuentra ubicado en la Gran Sabana, en el Parque Nacional Canaima y en la
Sierra de Imataca, estado Bolívar. La palabra pemón significa «persona». Los pemón se dividen en tres
subgrupos, que se corresponden con sus variantes dialectales: kamarakoto, taurepán y arekuna. No se pueden
establecer delimitaciones geográficas rígidas, pero por lo general los arekuna se concentran en la zona norte
del territorio pemón; los taurepán hacia el sur, en dirección este-oeste en la boca del río Maurak; y los
kamaracoto se encuentran en la región de Kamarata y Urimán. Son descendientes de la familia lingüística
caribe. Según el último censo, son 24.121, lo que representa el tercer pueblo indígena más numeroso de
Venezuela.
Los pemón son principalmente horticultores, pescadores y cazadores. La principal actividad de subsistencia es
la agricultura itinerante y de tala y quema, con la cual se elimina la vegetación de pequeños bosques para
establecer los conucos. En ellos cultivan la yuca amarga y dulce, el ají, el mapuey, la batata, el ocumo, el
plátano, el ñame y la piña. Basan su alimentación en la yuca amarga, de la que obtienen almidón, casabe y
kashiri, una bebida con alto grado alcohólico. La economía, en algunas zonas, también está basada en la
minería.
A los hombres les corresponden las tareas como la tala para los conucos y las labores de cacería. Las mujeres
realizan las tareas relacionadas con la siembra y cosecha de los conucos y la preparación de alimentos. En
general, son monógamos pero está permitida la poligamia. Son excelentes artesanos: la cerámica pemón es de
la mejor elaborada, y por ende, sus ollas constituyen un producto tradicional de comercio. Además, tejen
chinchorros y cestas de fibras vegetales. Algunos de ellos participan en el turismo. Construyen tres tipos de
vivienda: la maloca o waipá, el tapuy y el tapuruka. La más común es la waipá, una casa redonda de tipo
habitacional con suelo de tierra apisonada, paredes de bahareque y techo de palma y paja, con una o dos
puertas de entrada y con pocas ventanas. También viven en churuatas. Los pemón son muy alegres, festivos y
cordiales.
• El pueblo kariña. Pertenece a la familia lingüística caribe. Está disperso en el centro-sur del estado
Anzoátegui, en el norte del estado Bolívar, en las riberas del río Orinoco (estados Bolívar, Apure y Delta
Amacuro) y en el estado Monagas. Muchos de ellos han emigrado a El Tigre y Ciudad bolívar. Se registraron en
el último censo 11.789 personas pertenecientes a este pueblo.
El largo contacto de los kariña con los criollos ha ocasionado un alto nivel de aculturación en sus comunidades;
no obstante, ellos combinan los elementos socioculturales, religiosos y lingüísticos autóctonos con lo criollo.
Viven en casas de palma, en viviendas rurales y en viviendas típicas del campesinado venezolano. Se dedican
a la ganadería vacuna y porcina, a la avicultura, a la cestería, a la cerámica y al comercio. Las plantas
alimenticias básicas de los cultivos de los kariña son la yuca, el maíz, el frijol y el plátano, entre otros.
La familia extendida está formada por un hombre casado, su esposa, sus hijos solteros y sus hijas casadas,
más los maridos de ellas y sus hijos. Cada comunidad es autónoma; las decisiones relevantes se toman por
consenso; la figura del «dopooto» o capitán ejerce un liderazgo centrado básicamente en su capacidad de
negociación y persuación. La transmisión cultural depende de los ancianos, quienes garantizan la continuidad
del idioma y las tradiciones más ancestrales de su cultura.
• El pueblo piaroa. También llamado wo'tuha, que quiere decir «gente pacífica», es riguroso y disciplinado
y descarta todo acto de violencia física o verbal. Su idioma tiene influencias arawak y caribe. Se ubica a orillas
de los ríos Puruname, Sipapo, Autana, Cuao, Guayapo, Samariapo, Cataniapo, Paria, Parguaza, Alto Suapure,
Orinoco, en el valle del Manapiare, cuenca inferior del Ventuari y cerca de Puerto Ayacucho, estado Amazonas.
Según el último censo hay actualmente 12.558 piaroa. Los piaroa son el vivo ejemplo del mestizaje, han dejado
entrar en su cultura muchos elementos de sus vecinos criollos, pero a su vez ellos son herederos de las culturas
ya extintas de la zona. De hecho algunas comunidades cuentan todavía con un chamán. Hoy en día hay
docentes y enfermeros dentro de sus comunidades.
Hasta hace muy poco utilizaban casi todos los elementos tradicionales de su cultura, tanto en su vestimenta con
guayucos como en la vivienda (grandes construcciones cilíndricas cuyo techo de palma llegaba al piso) y en la
pesca. Hoy han cambiado mucho su cotidianidad. La gran mayoría se viste como lo hacen sus vecinos criollos.
La gran churuata tradicional es usada sólo en unas pocas comunidades, mientras que la mayoría se organiza
en casas unifamiliares. Los piaroa han sido considerados como buenos comerciantes, de hecho la actividad
comercial con sus vecinos continúa hoy en día; incluso podría decirse que una buena parte de las frutas y de
los productos derivados de la yuca que llegan a Puerto Ayacucho provienen del comercio con los piaroa.
• El pueblo guajibo. Está disperso al sur del estado Apure, al noroccidente del estado Amazonas,
alrededor de San Juan de Manapire, en las riberas de los ríos Vichada, Tuparro, Tomo, Meta, Capanaparo y en
el curso del río Orinoco. Este pueblo cuenta con cerca de 10.473 personas. Por su ubicación dispersa, se ha
mezclado con los criollos pero sin perder del todo su identidad. Los guajibo, desde hace mucho tiempo, han
sido nómadas cazadores y recolectores, aunque actualmente muchas de las comunidades son sedentarias y
cultivan el conuco así como cazan y pescan.
Los guajibos visten como criollos y su vivienda se caracteriza por ser una construcción ovalada con techo de
caballete y con paredes de hoja de palma. Habitan tanto las viviendas tradicionales como la vivienda rural y la
criolla. Su bebida tradicional la preparan las mujeres y se llama mera, mezcla del mañoco (una variante de
casabe, molido con agua y sin alcohol). Utilizan narcóticos como el tabaco, el yopo y el kapi. Comen carnes y
huevos de morrocoy y tortuga, que abundan en la zona.
Dividen el trabajo de acuerdo con el nivel de aculturación y preparación profesional. Sólo los jefes, chamanes y
personas muy estimadas pueden tener dos y hasta tres mujeres, pues la poligamia reviste cierto status o rango.
Tallan la madera, practican la cerámica, la cestería y la cría de aves. Participan en la explotación de los
recursos forestales de la región, en el turismo y en otras actividades.
• El pueblo yanomami. Su nombre significa «persona», «ser humano». Vive en el suroeste de Venezuela,
entre la sierra Parima y el Orinoco, el Ventuari, el Caura y el Paragua, específicamente en las cuencas de los
ríos Ocamo, Manaviche, Mavaca, y en el alto Siapa y el alto Matacuni, en el estado Amazonas. En Venezuela,
la mayor parte vive en el Parque Nacional Parima-Tapirapecó; el resto vive en Brasil. Su población censada es
de 7.003 miembros y es uno de los pueblos menos transculturizado de la región del Amazonas.
Forman familias extensivas que viven en shabonos construídos de palma, en forma circular y con un gran
orificio en el centro, a cielo abierto. Allí pueden vivir entre 20 y 200 personas, dependiendo del tamaño. Las
familias se organizan en torno al fogón. Los yanomami construyen sus casas próximas a sus conucos y cada
cuatro o cinco años se mueven para acercarse a nuevas plantaciones.
Cultivan plátano, ocumo, yuca dulce, caña de azúcar, maíz y batata, además de cambur, aguacate, lechoza,
pijiguao, tabaco y algodón, que usan para la elaboración de hamacas y de sus vestidos. Cazan regularmente
animales, pescan y recolectan productos de la selva. La miel es un recurso natural muy apreciado para ellos. La
artesanía la desarrollan las mujeres haciendo cestería y artículos utilitarios con bejuco de mamure
descortezado.
Conservan sus elementos culturales, religiosos y lingüísticos. Sus vidas giran alrededor de sus creencias
ancestrales. Forman una sociedad igualitaria y no jerárquica, pues los chamanes, quienes ejercen la autoridad
moral, no poseen distintivos y entre las comunidades funciona el principio de reciprocidad.
• El pueblo añú. También llamado paraujano, pertenece a la familia lingüística arawak. Actualmente, su
población censada es de 3.854 personas. Se ubica principalmente en la laguna de Sinamaica, en las islas San
Carlos y Zapara y en Santa Rosa de Agua, en Maracaibo, entre otras zonas del lago.
Los añú viven en palafitos, el elemento más característico de su cultura, que construyen con madera de mangle
y enea (una especie de hierba alta que crece en terrenos muy anegados). Para trasladarse de un palafito a
otro, los añú se despalazan en pequeños cayucos o canoas o utilizando rústicas pasarelas a manera de
puentes.
Su principal actividad es la pesca con redes y anzuelos. Antiguamente cazaban patos salvajes con un sistema
manual sumamente rápido. Una de las actividades más características de este pueblo es el trabajo del mangle
y la enea, que utilizan para elaborar elementos utilitarios, redes de pesca y artesanías como cestas y esteras.
Hoy en día han abandonado la mayoría de sus costumbres y son los ancianos los que aún conservan las pocas
que quedan. No obstante hay un movimiento social de añú que está luchando por rescatar sus tradiciones y su
idioma. Se caracterizan por ser muy buenos poetas populares.
• El pueblo pumé. Conocido también con el nombre de yaruro. Según el último censo, este pueblo cuenta
con 7.269 miembros. Su carácter pacífico es uno de los rasgos distintivos de su cultura. Las comunidades pumé
se ubican en la región central y sur del Estado Apure, cerca de los ríos Arauca y Cunaviche y, particularmente,
en las riberas de los ríos Capanaparo, Riecito y Sinaruco.
Las comunidades son pequeñas, con menos de cincuenta habitantes organizados en varias casas
unifamiliares. Las comunidades más pequeñas están conformadas por una sola familia extendida: un hombre
casado con su esposa o sus esposas; sus hijos e hijas solteras, y sus hijas casadas con sus respectivos
esposos e hijos.
Cada comunidad es autónoma, pero está encabezada por un capitán, quien desempeña una función social
importante de representación ante el pueblo, como recibir a los visitantes y ser vocero ante las demandas
externas, pero carece de autoridad real puesto que las decisiones más importantes las toma la comunidad por
consenso.
La actividad agrícola se desarrolla en conucos y se siembran principalmente yuca amarga y maíz. Pescan en
los ríos, cazan y recolectan en los bosques de galería y, en menor grado, en la sabana. En las últimas décadas,
los pumé se han visto obligados a compartir su territorio ancestral con la población criolla debido a que, con el
paso del tiempo, sus tierras han sido reducidas y han tenido que competir con los criollos por los mismos
recursos. La mayoría de los pumé aún conserva sus ricas tradiciones culturales.
• El pueblo yukpa. Pertenece a la familia lingüística caribe. Este pueblo cuenta con un total censado de
6.688 miembros. Se ubica en la sierra de Perijá, desde el río Santa Rosa al Guasare, en el norte del estado
Zulia. Sus viviendas son extremadamente sencillas entre las que se distinguen tres tipos: una con techos de
dos aguas, otra de forma circular y la paravientos. Los techos son de palma o de hojas de bijao y casi todas
carecen de paredes.
Los yukpa visten como los criollos, aunque algunos de ellos aún utilizan una manta típica rectangular con un
hueco por donde pasan la cabeza. Las mujeres utilizan dos de éstas, una como falda y otra para el torso
dejando el busto al descubierto. Suelen adornarse con collares de semillas ensartadas en hilos de algodón.
La agricultura de tala y quema sigue siendo su principal actividad de subsistencia, complementada por la caza,
la pesca, la recolección y una incipiente ganadería. El maíz es el cultivo y alimento principal de los yukpa,
combinado con la yuca dulce, el plátano y el cambur. El cultivo del café se ha extendido por todas las
comunidades y constituye el cultivo comercial más importante. Los yukpa comercializan el café a través de su
propia empresa cooperativa establecida en Machiques.

PRINCIPIOS DE LA CONCILIACIÓN

PRINCIPOS PROCESALES

FINALIDAD
La finalidad que persigue la conciliación es ultra valiosa no solo para las partes en conflicto sino también para la
sociedad en su conjunto, ya que si se utiliza adecuadamente no solo se resuelve el conflicto de intereses entre
las partes, sino que va mas allá todavía, pues con la auto composición entre las partes se restablece la paz
social, integrante del desarrollo económico, esta es su finalidad suprema.

RESTABLECER LA PAZ SOCIAL.


Como la solución la han generado, elaborado y construido ellos mismos poco a poco con la ayuda del
conciliador, se sienten satisfechos con el resultado, desapareciendo la enemistad, de modo no les sirva para
desunirlos sino para unirlos pues ambos tendrán que trabajar conjuntamente cooperativamente para solucionar
su problema, que es una solución en la que ambas partes queda mutuamente satisfechas, ambos ganan,
restableciendo la paz entre ambos.

LEGALIDAD.
El principio de legalidad se refiere a que los acuerdos inteligentes al que arriban los conciliantes, vale decir, el
acto jurídico por el cual las partes ponen fin a su conflicto, este de conformidad con el ordenamiento jurídico y
no contravenga el orden público y las buenas costumbres.

VERACIDAD.-
El principio de veracidad. Implica que todo aquel que participa en un proceso de Conciliación debe dirigir su
actuar por el camino limpio de la verdad, de lo autentico.
En lo que respecta a las partes, están obligadas a proporcionar información real, autentica y no falsa, decir la
verdad, de verdad, sobre el origen, causas, consecuencias del conflicto así como de los intereses reales.

En cuanto al conciliador esta obligado a explicar a las partes el proceso de Conciliación, ventajas, desventajas y
honorarios con una alta fidelidad.
Así, al ingresar los conciliantes al proceso de Conciliación deben dejar a fuera de la sala de sesiones todo tipo
de armas como la falsedad, la mentira, ingresando con una sola arma, la verdad y manifestar sus verdaderos
intereses para que puedan logar un acuerdo inteligente que se puede cumplir.

BUENA FE.
Implica el deber de las partes conciliantes de mostrar durante el desarrollo del proceso de Conciliación una
conducta leal y honesta. Las partes han de abstenerse de engañar para obtener un acuerdo pues si este
resulta fruto de aquel se desviara el proceso de conciliación de su fin natural cuales de restablecer la paz social
con justicia.
Esta conducta también es extensiva a todos los sujetos de una conciliación.

ECONOMIA.-
La economía debe entenderse en sus tres dimensiones de tiempo, esfuerzos y gastos.
La economía de tiempo es de radical importancia pues “el tiempo no es oro, es algo mas, justicia”. La economía
implica que el proceso de conciliación debe durar el menor tiempo posible, solo debe usarse el tiempo
indispensable, absteniéndose de dilatar el proceso innecesariamente con la finalidad que construyan un
acuerdo inteligente con el que resuelven su conflicto de intereses lo mas rápido posible utilizando un espacio de
tiempo reducido.
La economía de esfuerzos esta referida a la eliminación dentro del proceso conciliatorio de ciertos actos
innecesarios. Para la obtención de su finalidad que es resolver el conflicto.
La economía de gasto implica que las partes conciliantes ahorren en costos lo cual dependerá directamente del
tiempo, esfuerzo y complejidad del conflicto.

CELERIDAD.
Este principio es trascendental pues “Justicia tardía, no es Justicia”, se busca con este principio que los
conciliantes arriben a un acuerdo inteligente con el que ponen fin a su conflicto en el menor tiempo posible, lo
mas rápido y breve que se pueda lograr y si se presenta un impase insalvable las partes o el conciliador deben
dar por concluido el proceso de conciliación con el fin de evitar la utilización de tiempo, costo económico y
psicológico innecesario.

SOCIALIZACION.
La igualdad jurídica, vele decir la igualdad de las personas ante la ley, se traslada al proceso conciliatorio,
dando resultado a la igualdad de los conciliantes durante el desarrollo del proceso conciliatorio.
Este principio implica el deber del conciliador de impedir que las desigualdades entre los conciliantes, por
motivos de raza, sexo, religión, idioma o condición social política o económica, perjudique el desarrollo o el
resultado del proceso de conciliación. Exige que a los conciliantes se le aplique el mismo criterio de derechos y
obligaciones sin ser discriminados por algún motivo. Las partes conciliantes deben ser tratadas por igual.

PRINCIPIOS ETICOS

EQUIDAD
El principio de equidad implica que el auto composición de los conciliantes debe inspirarse en la justicia, vale
decir, el acuerdo con el que los conciliantes ponen fin a su conflicto debe ser justo y equitativo, duradero,
considerar los intereses de ambos conciliantes y de la comunidad.

CONFIDENCIALIDAD
La confidencialidad es uno de los rasgos característicos que identifica plenamente a la conciliación. La
confidencialidad permite a las partes actuar durante todo el desarrollo del proceso de conciliación dentro de un
ambiente de plena libertad, a fin que puedan sincerarse, generar eficazmente opciones, asimismo ayuda a la
credibilidad del conciliador y del sistema conciliatorio. Por otro lado, protege a las partes a fin que toda la base
información que se genere como consecuencia del proceso de conciliación no se haga pública, a través de
cualquier medio, a la otra parte o tercero, en un proceso judicial posterior.
En virtud de este principio el conciliador tiene la obligación durante el desarrollo y aun después del proceso de
conciliación de guardar reserva de la información recibida. El conciliador esta prohibido de revelar la información
a la que acceda por participar en el proceso de conciliación obtenida en un causus o reunión conjunta ya sea a
la otra parte o terceros. Salvo que los conciliantes lo autoricen, este obligado por Ley o vaya contra el orden
publico.
NEUTRALIDAD
El principio de neutralidad esta dirigido exclusivamente al conciliador, La neutralidad es un rasgo distintivo del
conciliador, en virtud de este principio el conciliador ha de ser un tercero ajeno a los conciliantes.
El conciliador no debe tener antes, durante y después de la conciliación ningún tipo de relación jurídica o extra
jurídica con alguna de las partes conciliantes o sus familiares, para evitar un conflicto de intereses
Hay conflicto de intereses cuando existe una relación jurídica o no jurídica entre el conciliador su cónyuge,
conviviente o esta incurso dentro de las causales de recusación, abstención o impedimentos establecidos Por el
Código Procesal Civil con alguna de las partes, en estos casos el conciliador está obligado a revelar todos los
conflictos de intereses reales o potenciales que razonablemente conozca,
Antes de aceptar una designación como conciliador, deberá verificar si existe alguna relación de la que pueda
surgir un interés directo o indirecto en el resultado del conflicto, o alguna circunstancia que pueda poner en
duda su imparcialidad, y en su caso hacerla conocer a las partes.
Durante el desarrollo de la conciliación, deberá evitar cualquier situación que pueda afectar su objetividad,
neutralidad, apariencia de que existe un conflicto de intereses.
No es necesario que el hecho haya generado efectivamente esa imparcialidad. Basta con que sea
potencialmente capaz de producirla, o que el conciliador crea que las partes pueden haber dudado de ella.

IMPARCIALIDAD
Al igual que el anterior principio esta dirigido exclusivamente al conciliador, La imparcialidad es una
característica del conciliador, implica el deber del conciliador hacia los conciliantes de despojarse de
favoritismos o prejuicios durante el desarrollo del proceso de conciliación, con el fin de no perjudicar o favorecer
a uno de los conciliantes. El conciliador debe mostrar una conducta que refleje imparcialidad ya sea de hechos
o palabra. No solo debe ser imparcial sino debe parecerlo.
LOS PRINCIPIOS BÁSICOS EN LOS CUALES SE FUNDAMENTA LA MEDIACIÓN,, A SABER: LA
AUTODETERMINACIÓN DE LAS PARTES, LA CONFIDENCIALIDAD DEL PROCESO Y LA ÉTICA DEL
MEDIADOR CENTRADA EN SU OBLIGATORIA NEUTRALIDAD E IMPARCIALIDAD, EN EL CONFLICTO
OBJETO DE MEDIACIÓN. El principio de autodeterminación de las partes, se define como el derecho de los
ciudadanos de solucionar sus conflictos ya sea judicial, extrajudicialmente, en familia, en sus comunidades, en
fin en sus actividades cotidianas. La autodeterminación de las partes como derecho inherente de quienes
acuden a los medios alternativos de resolución de conflictos, debe quedar plasmado en la futura ley, para que
tenga la fuerza necesaria en la exigencia del cumplimiento de los acuerdos o actas de mediación. Recordemos
que este principio esta normado en el código de procedimiento civil, como autocomposición procesal, derecho
que las partes tienen dentro del mismo juicio, de desistir del procedimiento, convenir en las pretensiones de la
otra parte, transar o conciliar el conflicto objeto de litigio. En cuanto a la confidencialidad del proceso, debe
garantizarse legalmente la absoluta confidencialidad de todas las informaciones, discusiones, negociaciones
y/o elementos probatorios, que las partes traigan a colación dentro de la mediación,. La confidencialidad es un
principio que el mediador esta en la obligación de acatar y en el derecho de defender, ante cualquier intento de
las propias partes o de otras instancias de obligarle a violarla. Otra razón a favor de la necesidad de la ley es
que en ella quedarían plasmados los principios éticos que el mediador esta obligado a respetar, tales como
neutralidad, imparcialidad, mejoramiento e idoneidad profesional, para que lo conozcan y lo exijan quienes
voluntariamente solicitan sus servicios profesionales. He dejado para el final el tema esencial de la fuerza legal
que tendría el acta o acuerdo de mediación, es decir el documento que contiene las conclusiones y soluciones
que las partes han acordado para la solución de su propio conflicto. El análisis jurídico de los legisladores
asesorados por especialistas en la materia, concluirían si se le torga el mismo valor que tiene un laudo arbitral.
Estamos de acuerdo en que el principio básico de la mediación es que las partes asistidas por el mediador,
encuentren la solución que les beneficie mutuamente, se sientan satisfechos y cumplan a pie juntillas con lo
acordado. Sin embargo aquí y en cualquier parte del mundo, habrá quien de buena o mala fe decida incumplir
su compromiso, lo cual por lo demás, sucede frente a sentencias definitivamente firmes emanadas del poder
judicial. Por lo tanto es necesario que exista una norma legal que garantice a las parte que el acuerdo o acta de
mediación, será cumplido por las partes o se hará cumplir por las autoridades.
Diferencias entre mediación y conciliación

MEDIACIÓN Y CONCILIACIÓN
La mediación es una forma de resolver conflictos entre dos o más personas, con la ayuda de una tercera
persona imparcial, el mediador. Los mediadores pueden ser alumnos, profesores, padres. No son jueces ni
árbitros, no imponen soluciones ni opinan sobre quién tiene la verdad, lo que buscan es satisfacer las
necesidades de las partes en disputa, regulando el proceso de comunicación y conduciéndolo por medio de
unos sencillos pasos en los que, si las partes colaboran, es posible llegar a una solución en la que todos ganen
o, al menos, queden satisfechos.
Experiencias como éstas se están llevando a cabo actualmente en algunos centros educativos y, más allá de
la solución a los problemas interpersonales, lo que promueven es un modelo de convivencia más pacífico.
La mediación es VOLUNTARIA, es CONFIDENCIAL, y está basada en el DIÁLOGO.
La mediación puede resolver conflictos relacionados con la transgresión de las normas de convivencia,
amistades que se han deteriorado, situaciones que desagraden o parezcan injustas, malos tratos o cualquier
tipo de problemas entre miembros de la comunidad educativa.
Se diferencia de la conciliación porque:
El proceso de mediación se orienta hacia una solución contractual cualquiera del conflicto de intereses entre
las partes. En cambio el proceso de conciliación se orienta hacia una solución justa del conflicto de intereses.
Da a cada parte lo suyo.
En la mediación, el tercero neutral denominado Mediador tiene un menor protagonismo durante el desarrollo de
todo el proceso, pues participa pasivamente en el proceso limitándose a acercar, aproximar y juntar a las
partes, facilitar la comunicación entre las partes, absteniéndose de proponer soluciones al conflicto.
En cambio, en la conciliación el tercero neutral denominado Conciliador, tiene un mayor protagonismo en el
proceso, ya que puede proponer a las partes soluciones no vinculantes para solucionar el conflicto.
En el proceso de mediación las partes tienen un mayor protagonismo, un papel mas activo en el desarrollo del
proceso de mediación, ya que el mediador no propone soluciones al conflicto.
En cambio en la conciliación las partes tienen menor protagonismo, desde el momento en que el tercero puede
proponer formulas de solución al conflicto, pero a su ves mas activo que en un proceso judicial.

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