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INTRODUCCIÓN:
En 1.931 la debilitada monarquía de Alfonso XIII se derrumbó, siendo sustituida por
una República. Los nuevos gobernantes, republicanos, socialistas y nacionalistas, se
marcaron el enorme objetivo de modernizar España, mediante un extenso programa de
reformas, que habría de resolver los profundps problemas del país. Ellos confiaban en
restablecer una sociedad más justa, más democrática, menos clerical, que hiciera
realidad aquel anhelo regeneracionista de “despensa y escuela”. Por ello fue recibida
con gran entusiasmo popular, esperanzados en un cambio radical de sus vidas. Sin
embargo, el plan reformista se enfrentará a una dura oposición social y política, tanto de
la oligarquía, celosa de su poder y riqueza, como de los sectores extremistas del
movimiento obrero y campesino, que exigen cambios revolucionarios, del sistema
socioeconómico.
Por otro lado, la República no encontró apoyo en una turbulenta Europa, sumida en una
depresión económica, y dominada por la intolerancia y la violencia de las ideologías
totalitarias: el fascismo y el comunismo.
La tensión política y social fue en aumento. La frustración y el desasosiego se
extendieron incluso entre aquellos que más creían en la República, que finalmente se
hundió debilitada por el acoso de los intransigentes extremismos de “las izquierdas” y
“las derechas” (“las dos Españas”), que faltos de espíritu tolerante y democrático,
dirimieron sus diferencias en una guerra civil, la mayor tragedia nacional
contemporánea, que ensangrentó la tierra y la conciencia de España.
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Zamora, y que cuenta con Manuel Azaña y Indalecio Prieto, entre otros. El PCE, por su
escasa entidad, y la C.N.T., contraria a la actividad política, quedaron fuera del pacto.
En diciembre, por dos veces se intenta derribar violentamente la Monarquía, ambas
fracasaron y sus dirigentes fueron duramente castigados. Berenguer dimitió en febrero.
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la República y alarmarán a los propietarios, facilitando el avance de la derecha
antirrepublicana.
• En contra: la oligarquía, que perdió el poder político y los medianos propietarios
fueron enemigos directos de la República, temerosos de que su programa
reformista y anticlerical cambiase la estructura económica y social del país,
debilitando su privilegiada posición.
En muchos sectores del Ejército la llegada de la República no despertó mucho
entusiasmo; muy pronto no disimularán su malestar ante unas reformas, en las que ven
un ataque al Ejército, el germen del separatismo y la pérdida de la catolicidad de
España: “¡La Patria estaba en peligro!”. La Iglesia reaccionó con prudencia; pero muy
pronto, algunos dirigentes, coincidiendo con sectores oligárquicos y militares,
manifestaron su opinión contraria al nuevo régimen.
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D.- El Problema Educativo:
Analfabetismo generalizado y control eclesiástico de la enseñanza. M. Domingo
promulgó la Ley de Construcciones Escolares, que pretendía crear miles de plazas en la
Escuela Pública. También se mejoraba el salario de los maestros. A la vez que suprimía
la obligatoriedad de la enseñanza de la Religión.
Para extender la cultura a los pueblos se pusieron en marcha las Misiones Pedagógicas.
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aunque podían ser elegidas, no podían votar. Las Cortes se reunirían en una sola
Cámara.
Concurrió una gran cantidad de formaciones políticas. No lo hizo la CNT, que aboga
por la abstención, ni la derecha oligárquica, al encontrarse desorganizada tras la
práctica desaparición de los tradicionales partidos dinásticos, que la habían representado
durante la Restauración.
El resultado electoral: En las elecciones de junio, con una participación del 70%, el
triunfo fue de la izquierda republicano-socialista; la composición de la Cámara fue
aproximadamente: izquierda (60%), centro (23%) y derecha (15%).
Pero este resultado no refleja la realidad socio-política española, pues la izquierda,
cuyas listas fueron las más votadas, obtuvieron aun más diputados, al aplicarse un
sistema de distribución de escaños que favorecía a las listas mayoritarias. La Oligarquía
conservadora, escasamente representada en las Cortes, no se sintió identificada con la
nueva Constitución republicana.
Las Cortes, presididas por el socialista moderado Julián Besteiro, ratificaron
inmediatamente al Gobierno Provisional (28 de julio), que pasó a ser ahora el Gobierno
Regular.
El debate constitucional: la Comisión Constitucional, encargada de elaborar el
proyecto de Constitución también estaba presidida por el socialista Jiménez de Asúa. En
ella hubo muchos debates, siendo el más importante el referente a la cuestión religiosa.
El fuerte carácter laico del proyecto constitucional hizo que el Jefe de Gobierno Alcalá
Zamora dimitiese el 14 de octubre. Fue sustituido por Manuel Azaña.
Sobre el voto femenino hubo diversidad de opiniones, para la radical Clara Campoamor
el sufragio femenino era un derecho inalienable, sin empbargo para la republicana
Victoria Kent su reconocimiento debería aplazarse. Finalmente se aprobó.
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- Pacifista: Renunciaba al uso de la guerra y prohibía la salida de España de la
S.D.N.
- Crea nuevas instituciones: la Diputación Permanente para mantener la
presencia del Parlamento en la vida política cuando las Cortes permanezcan
inactivas.
Presidente de la República: es el Jefe del Estado, elegid por las Cortes por seis años y
con escaso protagonismo. Propone al Jefe de Gobierno, que nombra a los Ministros;
aunque todos han de ser ratificados por las Cortes, que pueden ser disueltas por el
Presidente en dos ocasiones durante su mandato, aunque debe convocar inmediatamente
nuevas elecciones.
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salvo las tierras de la grandeza nobiliaria, pero ésta no sería equitativa, sino
proporcional a la tierra poseída.
Los resultados de la reforma fueron bastante limitados y conllevaron un considerable
aumento de la tensión social. La reforma se aplicó con muchas limitaciones y acabaron
expropiándose muchas menos hectáreas y menos campesinos asentados de los
previstos. En el bienio progresista se asentaron pocos campesinos, durante el
conservador se eliminó tal posibilidad y durante el gobierno del Frente Popular se
asentaron muchos más que en el primer periodo. La oposición encontrada tanto por la
derecha como la izquierda fue ingente, dando lugar a grandes disturbios como los
Sucesos de Casas Viejas.
La reforma agraria fue muy lenta. La causa de esta lentitud, que tanto exaltó los ánimos
de las masas campesinas, estaba en los trámites burocráticos y en el tiempo que
requerían los distintos procesos legales que conllevaba el Estado de derecho, en cuyo
marco se realizaba la expropiación legal de la tierra. Junto a esto hay que señalar la
escasez de presupuesto para abordar la indemnización a los propietarios de las tierras
expropiadas. El presupuesto del IRA era de sólo 50 millones de pesetas, cantidad
verdaderamente ridícula en sí misma, pero mucho más si se la compara con la magnitud
del problema que pretendía resolver.
Con la llegada de la Segunda República las insurrecciones campesinas aumentan
espectacularmente en número. Ello se debió a tres problemas. El gran encanto inicial de
los campesinos se trastocó rápidamente en desencanto ante la lentitud de la reforma
agraria y los obstáculos que presentaban los terratenientes (legales y no legales como la
quema de cosechas). En estos levantamientos campesinos la CNT y, la FAI, su rama
radicalizada que se había hecho con el control de la central anarquista, tuvieron un lugar
central. En 1931 tuvieron lugar los sucesos de Corral de Almaje (Toledo), finales del
año 31 de Castilblanco de los Arroyos (Badajoz), en Arnedo (Rioja) y, sobre todo, el
levantamiento campesino de Casas Viejas que tuvo como resultado veinticinco muertos,
con la guardia de asalto de protagonista y la guardia civil en un papel secundario. Estos
hechos van a tener unas graves consecuencias, ya que contribuirán al desprestigio de la
República y al triunfo de las derechas en las siguientes elecciones legislativas.
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hacia los nacionalismos. La España actual democrática recogió el modelo autonomista
de la Constitución del 31, pero, desgraciadamente, el problema no se ha resuelto.
EL NACIONALISMO CATALÁN
El principado de Cataluña tiene su origen en el siglo VIII cuando era la marca
septentrional del Imperio Carolingio. En "la reconquista" formó parte de la Corona de
Aragón donde los distintos reinos se regían de una forma pactista. Cuando los RRCC
reunieron territorialmente la corona de Aragón y Castilla, ellos continuaron con sus
instituciones (la Generalitat) su moneda, su derecho, su lengua... continuando con el
pactismo ya tradicional. Esa situación duró hasta principios del siglo XVIII cuando los
decretos de Nueva Planta castellanizaron los reinos de la corona de Aragón. Al hilo del
renacimiento cultural y del desarrollo industrial en la segunda mitad del siglo XIX surge
el nacionalismo catalán, que desde el principio reivindicó volver a la situación anterior a
los decretos de Nueva Planta. Se trata de un nacionalismo moderado, que se ha
implicado en la resolución de los problemas de España y que ha sido el más importante
y modelo de la mayoría de los nacionalismo españoles. A raíz de la crisis del 98 este
nacionalismo cobra una gran fuerza, participando su líder más importante, Cambó, en la
mayoría de las vicisitudes políticas del primer tercio del siglo XX. En 1932 se aprueba
el estatuto de Cataluña, así como su antiguo órgano de gobierno, la Generalitat. Las
lenguas oficiales serían el catalán y el castellano y, excepto las competencias exclusivas
del Estado (asuntos exteriores, moneda, defensa y control de fronteras, por citar las más
importantes), la Generalitat tenía amplias atribuciones en materia de orden público,
sanidad, cultura, hacienda, transportes, etc. Muy parecido a la situación actual.
EL PAÍS VASCO Y NAVARRA
La Euskalerría Sabiniana era una identidad cultural y "étnica" que pasaba por ser la más
antigua y menos contaminada de Europa. Comprendía las tres provincias vascas, el
denominado País Vasco francés y Navarra. Sobre esa base formarían los vascos su país:
Euskadi. La evolución de Navarra y el País Vasco en el problema de la estructura de
España fue paralela hasta la Segunda República. Ambas salvaron sus fueros con Felipe
V y ambas los vieron casi desaparecidos, salvo los derechos civiles y los conciertos
económicos con Cánovas del Castillo, después de la tercera guerra carlista; guerras
carlistas en las que participaron las dos "regiones" muy activamente. Pero en la Segunda
República Navarra se escoró hacia el foralismo, separándose del nacionalismo vasco. La
fuerte implantación carlista en este territorio histórico fue la responsable de esta
decisión, al considerarse la legislación republicana contraria a la religión. Esta fue
también la causa de que el estatuto vasco no se aprobara en el 32, sino en el 36 y este
hecho hizo que el nacionalismo vasco luchara en bloque contra Franco en la guerra
civil, mientras que Navarra si lo hizo con las tropas nacionales (Mola y los requetes). En
la actualidad en Navarra sigue habiendo presencia en el parlamento del PNV y la
antigua HB, quienes siguen demandando su unión con Euskadi, pero la mayoría de la
población sigue optando por el foralismo y rechazan el nacionalismo vasco. De hecho el
partido mayoritario es UPN, Unión del Pueblo Navarro, un partido de clara vocación
foralista.
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rangos tradicionales, se cerró la Academia Militar de Zaragoza y desaparecieron los
tribunales de honor y la prensa exclusivamente militar.
El número de oficiales retirados fue menor del esperado, pero sobre todo la república se
ganó la animadversión de los africanistas, por considerar las reformas como una
agresión al estamento militar.
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4.2.- LA OPOSICIÓN Y FIN DEL BIENIO REFORMISTA:
Las reformas polarizaron la vida política española y los reformistas se toparon con una
importante oposición; tanto de los sectores directamente más afectados (Iglesia,
Ejército, propietarios de tierras, organizaciones patronales...) como de los sectores
radicales del izquierdismo promoviendo una oleada de conflictividad, alentada por la
alta incidencia del paro y las duras condiciones de vida en algunas zonas de España.
La oposición de los de los sectores conservadores y tradicionalistas a estas reformas
hizo que se organizaran en diversos partidos o agrupaciones políticas. El más
importante fue la aparición en 1932 de la CEDA, dirigido por Gil Robles, agrupó a los
sectores católicos, tradicionales y de derechas, muy activos en este periodo van a tener
un gran protagonismo posteriormente; odiaban a la república por el problema religioso
y la reforma agraria fundamentalmente. También se opusieron activamente los
monárquicos, liderados por Calvo Sotelo y que defendían abiertamente la necesidad de
un golpe de estado. Además estaban la Falange fundado por José Antonio Primo de
Rivera, hijo del fallecido dictador y las JONS (Juntas de Ofensiva Nacional
Sindicalista) que no tardarían en fusionarse; estos grupos eran de corte nacional
sindicalista y fascista. Algunos grupos del ejército intentaron agrupar el descontento y
dar un golpe de estado. Pero Sanjurjo fracasó en 1932.
Por la izquierda, la impaciencia de los trabajadores frente a las reformas y el
desencanto ante la lentitud y la timidez, según ellos, de estas reformas, provocaron una
oleada de conflictos sociales. La CNT se escindió en dos tendencias: los moderados
liderados por Ángel Pestaña y partidarios de cierta colaboración con la República y los
seguidores de la FAI, liderados por García Oliver y Durruti, partidarios de la
insurrección y más radicales. Este sector se iría imponiendo progresivamente. El PCE
también mostraba su oposición a las reformas solicitando más profundidad. Las huelgas
obreras y las insurrecciones campesinas menudeaban.
Los Sucesos de Casas Viejas fueron aprovechados por la derecha y la izquierda radical
para forzar la salida de los socialistas del gobierno y el derrumbe de la coalición. El
desgaste del gobierno llegó hasta tal punto que Azaña dimitió y Alcalá Zamora convocó
elecciones para noviembre de 1933.
5.- EL BIENIO CONSERVADOR: Noviembre 1.933-Febrero 1.936.
(Bienio Radical-Cedista o República de Derechas)
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Ante todo esto el movimiento obrero empieza a radicalizarse, lo que aumentó el clima
de tensión.
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terratenientes o quemaba o no sembraban sus cosechas, muchos industriales cerraron
sus fábricas y la falange formó patrullas callejeras que sembraron un clima de violencia
callejera enfrentándose a grupos izquierdistas.
El triunfo de las izquierdas trajo consigo una intensa movilización popular que creó un
clima de tensión social: huelgas obreras, toma de fincas, incendios de conventos e
iglesias... Los anarquistas, los comunistas y el sector de Largo Caballero del PSOE
radicalizaron sus posturas, promulgando la revolución social.
El gobierno se vio desbordado por la espiral de violencia que generaba el extremismo
de la izquierda, dueña absoluta de la calle. El terrorismo fascista estaba representado por
las milicias de falange, financiadas por empresarios y personalidades económicas
destacadas como J. March. Fueron ilegalizadas por el gobierno y sus líderes fueron
encarcelados, con José Antonio Primo de Rivera a la cabeza. Los carlistas también
crearon sus milicias, los requetés, que se unieron a la dialéctica de las pistolas, de la que
hablaba José Antonio. Además, la actitud conspirativa de la derecha, cada vez más
convencida de que el momento de la rebelión militar estaba a punto de producirse,
provocaba de nuevo la respuesta de la izquierda, quemando posesiones de la iglesia y
asesinando a destacados dirigentes de la derecha, y ésta, a su vez, asesinaba a personajes
representativos de la izquierda. Es decir, el principio de acción-represión-acción. Otro
aspecto a destacar es que había desaparecido de la escena política Alcalá Zamora, un
gran moderador, y había sido sustituido por Azaña como presidente de la República: se
perdía un importante elemento de moderación en la persona de Alcalá Zamora y un gran
jefe de gobierno en la persona de Azaña.
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PARTIDOS DE IZQUIERDASENTOS LÍDERES IDEOLOGÍA
GRUPOSOCIALES
P. Radical Manuel Azaña izquierda moderada. Clases medias urbanas
Socialista/Acción Republicanos de
Republicana
PSOE Indalecio Prieto y Socialistas con varias Clase obrera.
Largo Caballero tendencias
PCE J. Díaz, Pasionaria revolución marxista Clase obrera
Partidarios de la
Anarcosindicalistas Durruti, Ascaso, No se organizan en Clase obrera y
Pestaña, Peiró, partidos sino en campesinado
Montseny. sindicatos: CNT, FAI.
Extremadamente
revolucionarios
CENTR
PARTIDOS DE CENTRO
PARTIDOS DE DERECHAS
PARTIDOS NACIONALISTAS
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