COMENTARIO DE TEXTO Texto 2. Informe sobre la Ley Agraria de Jovellanos
El fragmento que se expone pertenece al informe sobre la ley agraria de
Jovellanos, que fue presentado en 1794 y publicado en 1795. Es de fuente primaria, ya que nos llega tal cual fue redactado en su época. Así mismo, es de naturaleza histórica y económica-política, ya que trata sobre la situación económica del sector agrícola. Se sitúa en el reinado de Carlos III y, también, en parte del reinado de Carlos IV. Fue planteado por la Real Sociedad Matritense de Amigos del País, amparada en las ideas ilustradas, como la búsqueda de una solución a los problemas que atravesaba el sector agrícola, y que fue encargado por el rey a Gaspar Melchor de Jovellanos, y éste fue quien finalmente lo redactó, en un contexto económico de poder excesivo sobre el sector por parte de la Mesta, una ineficaz estructura de la propiedad de la tierra, la falta de comunicaciones y las deficiencias técnicas. Se plantea en un contexto de intentar aumentar la concentración de poder en la figura del rey, mediante la modificación de la ley agraria, y con el fin de informarse de los propietarios de las tierras cultivables, para gravarlas o despropiárselas a la nobleza.
Mediante dicho informe, Jovellanos expuso los problemas que percibió
como principales lastres del desarrollo económico: al mismo tiempo, se manifiesta el mismo atraso en cuanto a la agricultura frente a otras naciones. En el informe, anima al rey a llevar a cabo férreamente la disolución de la Mesta, así como de sus privilegios, normas y organización e influencia sobre el sector, dominado principalmente por los altos estamentos sociales (nobleza y clero), a la vez que dicha organización desarrollaba una acción dominante y una explotación social sobre dicho sector. Jovellanos apoya, así mismo, que se devuelva al pueblo su libertad para desarrollar la actividad económica, sin ningún tipo de opresión, con el fin de que la agricultura realice su actividad conforme a las disposiciones del mercado y sus trabajadores.
Finalmente, la reforma no se puso en práctica, a pesar del espíritu
reformador borbónico, y al estar en contra nobleza y clero, por ir dicha reforma en contra de sus propios intereses. Por tanto, esto supuso que continuara la decadente situación económica a lo largo del siglo.