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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.

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INDICE
Páginas
Prólogo 1
Capitulo I. Introducción
1.1. Introducción 3
1.2. Objetivos 5
1.2.1. Objetivos Particularidades 5
1.3. Hipótesis 6
1.4. Planteamiento teórico 12
1.5. Antecedentes de la industria del hueso

Capitulo II. La industria del hueso trabajado: materia prima y


metodología
2.1. Materia prima 19
2.2. Metodología de estudio 26
2.2.1. Separación de materia prima en: hueso, asta, diente 27
e identificación taxonómica
2.2.2. Determinación del grado de conservación 27
2.2.3. Definición del tipo de huellas que se presentan en le 27
hueso trabajado (tafonómicas y antropogénicas)
2.2.4. Determinación de la orientación y su ilustración 35
2.2.5. Descripción del hueso trabajado a nivel morfológico 37
2.2.6. Descripción del hueso trabajado a nivel morfométrico 53
2.2.7. Descripción de uso del elemento e identificación de 56
las huellas de uso
2.2.8. Relación del artefacto de hueso con el contexto 68
arqueológico
2.2.9. Integración de las características de los elementos 68
con la información de las fuentes etnohistóricas y etnográficas

Capitulo III. La aplicación experimental de la metodología en el caso


concreto de agujas y cinceles 75

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3.1. El caso experimental de dos artefactos de hueso 78


3.1.1. Agujas 79
3.1.2. Cinceles 86
3.2. Experimentación y comparación morfológica y 94
morfométrica entre las púas de maguey y los punzones de hueso
para determinar su uso para autosacrificio

Capitulo IV. Discusión de los resultados


4.1. Antecedentes de Teotihuacan 96
4.2. Cronología de Teotihuacan 97
4.3. Análisis del sitio: Xalla 100
4.3.1. Antecedentes de Xalla 100
4.3.2 Descripción general de los materiales de la industria 103
del hueso en Xalla
4.3.3. Descripción de los materiales por espacios 110
arquitectónicos
4.3.4 Las actividades artesanales llevadas en el conjunto 140

Capitulo V. Consideraciones y conclusiones 154


5.1 Aportaciones a la investigación 164

Bibliografía 167
Apéndice A 180
Apéndice B 190

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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INDICE DE ILUSTRACIONES
Páginas
CUADROS
Cuadro 1. Modelo del proceso de producción. 11
Cuadro 2. Diagrama de flujo del proceso de consumo. 34
Cuadro 3. Procesos de consumo y manufactura. 40
Cuadro 4. Resultado de la experimentación de punzones. 59
Cuadro 5. Dimensiones y tipos de agujas experimentales 83
Cuadro 6. Propuesta de empleo de las agujas experimentales. 84
Cuadro 7. Resultado de las agujas experimentales. 86
Cuadro 8. Dimensiones de los cinceles experimentales. 88
Cuadro 9. Resultado de los cinceles experimentales. 94
Cuadro 10. Índices morfométricos para las púas de maguey. 95
Cuadro 11. Proceso de producción de los lapidarios. 144
Cuadro 12. Diagrama de flujo de los bienes o productos 146
manufacturados por los lapidarios
Cuadro 13. Proceso de producción de los sastres. 148
Cuadro 14. Los artesanos y sus implementos de hueso. 159

FIGURAS
Figura 1. Partes anatómicas óseas. 22
Figura 2. Principales elementos de los huesos largos y piezas 23
anatómicas.
Figura 3. El asta y sus elementos. 23
Figura 4. Las partes en que se divide el hueso trabajado. 36
Figura 5. Maneras de orientar a los artefactos. 37
Figura 6. Técnicas de extracción. 41
Figura 7. Desgaste por aserrado. 44
Figura 8. Tipos de ranurado. 45
Figura 9. Técnica de cepillado. 46
Figura 10. Técnica de de abrasión. 47

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Figura 11. Técnica de pulimento. 47


Figura 12. Tipos de perforación. 48
Figura 13. Las medidas básicas para el hueso trabajado 55
Figura 14. Tipos de puntas. 56
Figura 15. Las huellas de uso y las huellas de mantenimiento. 64
Figura 16. Representación de punzones. 69
Figura 17. Representación de caña o tubo de hueso. 70
Figura 18. Representación de una aguja con su hebra. 71
Figura 19. Mapa general del sitio de Xalla 102
Figura 20. Edificio de la Plaza 1. 110

IMÁGENES
Imagen 1. Desecho de la epífisis. 39
Imagen 2. Ranurado. 44
Imagen 3. Coloración del hueso en la exposición al fuego. 50
Imagen 4. Aguja. 57
Imagen 5. Alfiler. 57
Imagen 6. Cincel. 60
Imagen 7. Omichicahuaztli. 62
Imagen 8. Cuenta. 66
Imagen 9. Botón. 66
Imagen 10. Orejera. 66
Imagen 11. Tubo esgrafiado. 67
Imagen 12. Representación de Felino. 68
Imagen 13. Púas de agave actual. 95
Imagen 14. Telar de cintura de hueso. 145

TABLAS
Tabla 1. Frecuencia general del uso de los artefactos. 104
Tabla 2. Relación entre materia prima y artefactos. 106
Tabla 3. Frecuencia general de la materia prima. 106
Tabla 4. Frecuencia general del uso utilitario. 107

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Tabla 5. Frecuencia general del uso ornamental. 108


Tabla 6. Frecuencia general de preformas. 109
Tabla 7. Frecuencia general de desechos. 109
Tabla 8. Frecuencia de artefactos provenientes de la Plaza 1. 111
Tabla 9. Frecuencia de artefactos provenientes de la Plaza 2. 124
Tabla 10. Frecuencia de artefactos provenientes de la Estructura 11. 125
Tabla 11. Frecuencia de artefactos provenientes de la Estructura 12 126
Tabla 12. Frecuencia de artefactos provenientes de la Plaza 4. 128
Tabla 13. Frecuencia de artefactos provenientes de la Plaza 5. 130
Tabla 14. Frecuencia de artefactos de la Plaza 5, trinchera M. 137
Tabla 15. Frecuencia de artefactos de la Plaza 9, trinchera M 138
Tabla 16. Frecuencia de las áreas de actividad con relación a los 139
artefactos de Xalla.
Tabla 17. Relación de las áreas de actividad y los artefactos hallados 150
en Xalla.
Tabla 18. Frecuencia de los tipos de depósitos. 153

GRAFICAS
Gráfica 1. Porcentajes total de los artefactos por su uso general. 155
Gráfica 2. Porcentajes totales por clases de materias primas. 156
Gráfica 3. Diversas materias primas. 157

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PRÓLOGO

En este trabajo de tesis presentamos uno de los materiales arqueológicos


noble por su origen, pero a la vez macizo y flexible por su constitución; éste
tiene distintas formas: planos, largos, cortos o mixtos; nos referimos al hueso.
En la antropología física o arqueología, disciplinas jóvenes mexicanas, el hueso
humano les ha proporcionado información de demografía, de patologías, de
patrones nutricionales y de edad y sexo. No solamente en contextos
arqueológicos se presenta el hueso humano, sino el no humano (que en
términos reales se le llama resto faunístico); que los encargados de estos
materiales son los arqueozoólogos, quienes determinan de qué organismo
provienen, de qué ambiente se trata y cómo el recurso fue usado por el grupo
social. Pero todos estos huesos no están trabajados. Qué sucede cuando se
encuentra un hueso trabajado convertido en herramienta u objeto; y nos
seguíamos preguntando a quién le corresponde investigar el hueso modificado
como artefacto: tal vez a un antropólogo físico, si es humano; tal vez a un
arqueozoólogo, si es animal o a un arqueólogo. Y porqué en México alguno de
estos investigadores sólo mencionan en sus informes “presencia de hueso
trabajado de forma de aguja o punzón”; y nos preguntábamos qué más hay al
respecto. Entonces nos dimos a la tarea de recopilar información, ya sea de
libros o artículos sobre el hueso trabajado en México; nos encontramos con la
sorpresa de que era un campo casi nuevo. Sin embargo esta tarea la
asumimos, y fuimos planteando metodologías que ayudaran a sintetizar los
datos que el hueso trabajado, como naranjas a la hora de ser exprimidas,
pudiera darnos su jugo nutricional. Al ir trabajando en este sentido nos dimos
cuenta que las astas también eran trabajadas de la misma manera.

En el camino hay personas que pasan antes que uno, y esto no fue la
excepción. Personas como José Luis Lorenzo (1965), García Cook (1967), Paul
Tolstoy (1971), Talavera, Rojas y García (2000), Javier Romero (2003 y 2004) y
Johanna Padró (2000 y 2002) ya habían pisado el camino. Lo que a nosotros
correspondía era seguir caminado con la metodología de Padró, que a nuestro

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parecer es la más completa para los materiales del México prehispánico. Esto
no significa que lo recorrido se ha cubierto en la totalidad del camino; no, el
camino es largo, y como investigadores siempre aportaremos nuevos pasos o
nuevos caminos. Esta metodología debe caer en el camino para dejar huella, y
por esta razón le pedimos amablemente a la Doctora Linda Manzanilla que nos
diera permiso de aplicar estos pasos y andares en sus materiales provenientes
del Proyecto “Teotihuacan: Elite y Gobierno” del sitio Xalla. En esta tesis
presentamos uno de los muchos caminos para investigar sistemáticamente al
hueso trabajado.

Pero como dijera alguien: “nadie sabe, nadie supo”; lo que en realidad nos
estábamos comprometiendo que era demostrar a nuestros colegas, amigos
antropólogos físicos y arqueozoólogos, que el hueso trabajado es una fuente de
datos biológicos y datos sociales; y si ellos preguntaran hasta dónde se limitan
estos datos, sinceramente responderíamos, aún no lo sabemos.

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CAPITULO I. INTRODUCCIÓN

1.1. Introducción
Los organismos vertebrados contienen una estructura de sostén: ésta es el
hueso, cuyas formas son variadas dependiendo de la zona del cuerpo. Los
peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos presentan estructuras óseas
resistentes; éstas varían en dureza y textura. Las estructuras duras que
componen los cuerpos de estos organismos (algunos de ellos presentan
dientes, cornamentas y garras) y el hueso han sido aprovechados a lo largo de
la historia de la humanidad como materia prima para la confección de
instrumentos, ya sea de uso utilitario u ornamental. La presente investigación
trata de establecer las características generales de los artefactos de hueso no
humano y humano, manufacturados por grupos que usaron el espacio de Xalla,
Teotihuacan.

Entender este propósito es retomar las metodologías establecidas por otros


investigadores y crear nuevas aportaciones e interpretaciones a partir del hueso
como materia prima y los otros artefactos (cerámica, lítica, concha, etc.) junto
con su contexto. Es por esta razón que la presente investigación ha sido
dividida en cinco capítulos:

En el capítulo uno, se presentan los objetivos tanto generales como


particulares, junto con las hipótesis que dirigirán este estudio, además con el
planteamiento teórico y los antecedentes del tema.

En el capítulo dos se tomará al hueso como materia prima y se plantea la


propuesta metodológica de análisis; en éste se hace la distinción y composición
estructural de las principales materias primas como son el hueso, diente y asta
de los organismos vertebrados. De igual forma, se trata de introducir al lector,
observando al hueso trabajado con sus distintas huellas y que cada una
corresponde a un patrón determinado, como las marcas tafonómicas y
antropogénicas (procesos de consumo y de manufactura, además de sus

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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implicaciones). Este capítulo es el eje primordial para el análisis, por lo cual se


establecen las categorías a describir, como las de uso, las morfológicas, las
morfométricas, y se suma dentro de la metodología, el apoyo de las fuentes
etnohistóricas y etnográficas, sin olvidar el contexto donde aparecen.

El capitulo tres plantea el apoyo de la experimentación y su importancia para


definir funcionalidad de los artefactos, anotando que se realizará un estudio
concreto para definir funciones mucho más específicas de dos artefactos
problemáticos teotihuacanos: nos referimos en concreto a cinceles y agujas.

En el capítulo cuatro presentamos una introducción de la ciudad teotihuacana,


sus fases y una breve descripción del conjunto arquitectónico de Xalla. Además
se presenta el análisis de los materiales por plaza, estructura, cuarto y áreas de
actividad, tanto de hueso trabajado como de la cerámica, lítica, la mica, entre
otros. Después se presenta una discusión sobre los grupos de artesanos que
estuvieron en el conjunto; qué grupo de ellos manufacturaba el hueso y qué
productos obtenía. Y para este capitulo se presenta una propuesta para
clasificar los materiales según su contexto.

En el último capítulo se presenta la interpretación de los datos así como las


conclusiones de la industria ósea, las propuestas y sus consideraciones con
respecto a este estudio.

1.2. Objetivos
Los objetivos de esta tesis son:

Establecer las características generales de los artefactos hechos en las materias


primas como son las astas de venado y los huesos tanto no humanos como
humanos, manufacturados por grupos que usaron el espacio de Xalla,
Teotihuacan.

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1.2.1. Particulares:

a) Realizar el análisis a partir de la metodología para los estudios de los


artefactos de asta y hueso propuesta por Johanna Padró (2000 y 2002).
b) Identificar, registrar y describir los objetos manufacturados de hueso
humano y no humano, y asta de venado recuperados en el sitio.
c) Realizar réplicas de los objetos como cinceles y agujas en hueso, para
establecer propuestas de manufactura y observar huellas de uso en diversos
procesos, como el trabajo del mismo hueso, de la concha, de la mica y los
textiles.
d) Evaluar aspectos relacionados con los objetos de hueso y asta a partir del
análisis de áreas de actividad, y relacionar esta industria con otras actividades,
como la subsistencia y el trabajo artesanal (lítica tallada, cerámica, lítica pulida,
mica, etc.).
1.3. Hipótesis

H1. Los objetos de hueso trabajado no humano y humano, además de los


artefactos de asta de venado, están siendo usados como utilitarios.

Implicación de prueba: Si los objetos de hueso y asta trabajados han sido de


uso utilitario entonces hallaríamos cinceles, agujas, punzones, mangos, alfileres
y alisadores.
H2. Los artefactos de hueso y asta están siendo manufacturados y utilizados
como instrumentos para diversas actividades artesanales.

Implicación de prueba. Si los artefactos hechos en hueso y en asta están siendo


manufacturados en el sitio, entonces hallaríamos en el área de actividad
desechos de la manufactura del asta o/y del hueso relacionados con materiales
de lítica pulida y tallada. Además, si los artefactos hechos en hueso y asta están
siendo utilizados como instrumentos para la confección de vestimentas y
ayudan a manufacturar hueso de uso ornamental, entonces hallaríamos restos
arqueológicos de fauna utilizada como recurso de piel y pluma, restos botánicos

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como agave y algodón, objetos terminados y sin terminar de pendientes,


cuentas, incrustaciones, orejeras, tubos esgrafiados, esculturas antropomorfas
y zoomorfas de hueso.

1.4. Planteamiento teórico

El hueso y el asta trabajada provienen de contextos arqueológicos, los cuales


describen al material que ha pasado por un sistema cultural y que se ha
convertido en objeto de investigación para el arqueólogo, es decir, fueron parte
de un contexto sistémico que se refiere a la condición de un elemento que está
partiendo de un sistema conductual (Schiffer, 1990: 83). En concreto se trata
de investigar la historia de los productos o artefactos óseos en su contexto
arqueológico, abarcando desde su obtención como materia prima, hasta
quiénes manufacturaron los productos, quiénes lo distribuyeron y los
consumieron, incluso el mismo abandono de los productos en los contextos
arqueológicos, así como los diferentes procesos que le han afectado en su
posterioridad.

Hemos partido del modelo de Javier Jover (1999), planteado para la producción
de la lítica y aplicada a nuestro problema de estudio, en este caso el hueso y el
asta. El modelo que es parte del materialismo histórico, señala que la
producción implica y supone necesariamente la apropiación y transformación
del recurso natural, en este caso el hueso, como materia prima. Para ello, las
comunidades humanas pueden hacer uso de determinados instrumentos de
trabajo de los que se valen para su obtención y manufactura implicando
producción e inmediatamente consumo. Entender entonces a la producción
como sistema orgánico de diversos procesos de trabajo concretos a través de
los cuales una sociedad genera diversos bienes que requieren para la
satisfacción de las necesidades que permiten su mantenimiento y reproducción,
y que ésta es capaz de producir (Bate, 1998: 43, en Jover, 1999: 43).

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Es necesario insistir en el hecho de que en todo proceso productivo interviene


obligadamente la fuerza de trabajo, los objetos de trabajo –materia prima- y los
instrumentos de trabajo. El resultado de la interacción de estos elementos tiene
como objetivo fundamental la producción de bienes de uso –producto- con los
cuales se cubren las necesidades sociales y como consecuencia, la generación
de desechos desde el mismo inicio de la producción (idem: 54)

Mientras la producción es social, realizada conforme a las relaciones que se


establecen entre los seres humanos en el trabajo y tiende a cubrir las
necesidades del conjunto del grupo humano, el consumo de los productos
resultantes se convierte en objetos de disfrute de apropiación individual.

Se puede decir que el consumo es la negación de la producción, debido a que


la producción de valores de uso adquiere su máxima expresión y sentido en el
consumo, el cual a su vez genera nueva producción. Marx (idem) distinguió
entre dos tipos de consumo: el consumo productivo, donde los productos se
reintegran al proceso de trabajo como medios de trabajo –instrumentos de
trabajo-, y el consumo no productivo, donde los productos son consumidos
directamente por seres humanos en tanto que son utilizados para el
mantenimiento y reproducción –también ideológica- de la fuerza de trabajo. Los
productos o artefactos de hueso y asta se pueden incluir en ambos tipos de
consumo: los de uso utilitario corresponden al primer consumo, y los de uso
ornamental y/o votivo, al segundo consumo.

Ahora bien, la relación entre la producción y consumo no siempre es directa;


los productos no siempre son consumidos directamente por quien los produce.
Entre ambos puede existir la distribución que también es el resultado de la
producción. Como la distribución es regida por leyes sociales, se determina la
proporción de los productos por parte de los agentes sociales de la producción,
y el modelo en que se distribuyen depende de la posición de los individuos en el
sistema de las relaciones sociales de producción, reforzados por los diferentes
mecanismos superestructurales existentes en toda sociedad.

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Pero entre la producción y la distribución podemos encontrar un momento


mediador como es el intercambio. Se trata de un proceso de distribución que
permite a los individuos de una sociedad, obtener bienes de uso específicos
requeridos por el consumo (Bate, 1998: 62). La complejidad del intercambio
depende del grado de desarrollo en el seno de una sociedad, de la división
social del trabajo, entendida ésta como la existencia de individuos o los grupos
de especialistas cuya actividad laboral está destinada exclusivamente a la
producción de una determinada clase de bienes, o incluso, de partes del
proceso de trabajo de los mismos.

Cada producto tiene un periodo de uso y al mismo tiempo, la función y las


necesidades que cubren tienen a su vez un periodo de duración, hasta que otro
objeto sea creado para la misma labor, aunque difiera morfológicamente del
anterior, mejorando su efectividad. No obstante, Jover (1999:57-62) propone
teorizar sobre una serie de estadios o etapas concatenadas, donde se articulan
en una secuencia lógica y temporal toda una serie de procesos que se realizan
durante el estadio que constituye lo que denominamos como vida cotidiana de
cualquier grupo humano (ver cuadro 1). Estas etapas son:

1) Procesos de obtención de la materia prima. En el momento en que el


recurso natural es seleccionado para su uso por un grupo humano, pasa a
ser materia prima. Pero antes de iniciar los procesos de transformación de la
materia prima; es necesario ejecutar diversos procesos de trabajo para la
obtención de la misma, a la par que el traslado de la materia prima, bien a
áreas de actividad. Una vez seleccionada la materia prima en función de sus
características y de la necesidad socialmente establecida, se iniciarán los
procesos de manufactura que conducirán a su adecuación morfológica. Se
pueden observar áreas relacionadas con la selección del hueso como
materia prima, estas áreas de actividad pueden ser dos: la primera que
corresponde a la de producción en la preparación de carne o área de uso -

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consumo en la subsistencia familiar, en la zona de destazamiento-, y la


segunda es la de evacuación, es decir, en los basureros (Manzanilla, 1986).

2) Procesos de manufactura. Se trata del conjunto de acciones de labores


técnicas destinadas a la transformación de la materia prima en productos,
implicando en todos los casos la reducción y/o adecuación de los bloques (o
matriz) de la materia prima, y como consecuencia, la generación de
desechos, en principio no aprovechables. La principal unidad de análisis
donde podemos observar los procesos de manufactura serán las áreas de
actividad de producción (idem: 12).

3) Consumo. Constituye el momento o estadio en el que el elemento se


convierte realmente en producto, es decir, se lleva a cabo su empleo o su
uso en las labores para las que fue elaborado. El consumo puede darse
desde que se realiza el aprovisionamiento de la materia prima, sin pasar por
el proceso de manufactura (ver el caso de herramientas obtenidas por
astillas), o una vez que la materia prima ha sufrido los procesos de
manufactura requeridos. Aunque la distribución y el intercambio se pueden
dar en cualquier momento del proceso productivo, antes del uso efectivo del
producto es cuando existe una mayor posibilidad de realizarse,
especialmente en sociedades donde se ha adquirido un grado considerable
de división social del trabajo. El consumo de los productos también se
realiza después de los procesos de mantenimiento y del reciclado. La
principal unidad arqueológica donde se puede observar el consumo será
principalmente las áreas de actividad de consumo (Manzanilla, 1986).

4) Procesos de mantenimiento. Los procesos de mantenimiento constituyen un


conjunto de actividades laborales a través de las cuales se consigue por un
lado, mantener la efectividad laboral del producto y, por otro alargar la vida
útil del mismo hasta que ya no se puede obtener rendimiento laboral. Para
sociedades donde no existe un alto grado de división social, las labores de
mantenimiento de los productos deben considerarse como una labor

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individual, propia de quien la consume. Los procesos de mantenimiento


deben tenerse muy presentes en el estudio de los instrumentos de trabajo,
es decir, en el conjunto de productos que intervienen en el consumo
productivo. Los procesos de mantenimiento constituyen, por lo tanto, los
momentos de la producción integrada a la esfera de las prácticas
socioeconómicas que permiten la continuidad de las condiciones materiales
producidas. La producción no finaliza en la manufactura de los artefactos,
sino en el desecho. El mantenimiento afecta especialmente a las partes
activas (ver zona activa y huellas de mantenimiento en el cap. II) de los
instrumentos trabajados. La técnica empleada para el avivado de las partes
activas fue principalmente la abrasión, el retoque mediante presión y/o
percusión o el piqueteado. El estudio traceológico de los instrumentos
constituyen la principal herramienta en su determinación.

5) Procesos de reciclado. Se trata del conjunto de actividades laborales


encaminadas a la transformación de un producto con características y usos
determinados, en un nuevo producto con características y usos diferentes:
los instrumentos de trabajo que después de un prolongado uso y
mantenimiento, ya no están en condiciones de cumplir con las labores para
las que habían sido hechas, como por ejemplo, sucede con las agujas de
hueso que se reciclan en alfileres. En múltiples ocasiones, las fracturas o
agotamientos del mismo durante su consumo conlleva su reciclado.

Proceso de
Proceso de
obtención
manufactura
de materia

prima
Proceso de

mantenimiento
Consumo

16
Proceso de
Desecho
reciclaje o
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
reutilización
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Cuadro 1. Modelo del proceso de producción

6) Desecho. Es el momento en la vida cotidiana de cualquier sociedad en el


que se produce el descarte definitivo del producto, como consecuencia de
múltiples causas, en unos casos intencionales, - desechos, abandonos, ajuar
de sepultura- o no intencional – pérdida, almacenamiento, depósito, etc.-.
Será en las áreas de actividad de desecho o evacuación donde podemos
documentarlo (idem: 13).

A través de la identificación de las diferentes áreas de actividad y yacimientos,


podemos descubrir cómo se producen, cómo se distribuyen, cómo se
intercambian y cómo se consumen los productos.

1.5. Antecedentes de la industria del hueso

Existe un gran número de publicaciones sobre la industria ósea en el mundo.


De los pioneros en el estudio sistematizado de esta materia tenemos a los
franceses Henri Martín y Henri Breuil (1906, 1907-1910, 1910 en Meneses
Fernández, 1994: 74-75), especialmente en lo concerniente al yacimiento
musteriense de La Quina, que son una muestra temprana del análisis de la
industria ósea desde campos tan dispares como son la identificación anatómica
de soporte, la tecnología a través de la traceología (fabricación y uso) y la
reconstrucción gestual. Examinaron las alteraciones impresas en la superficie de
los huesos de animales, como las ocasionadas por las mordeduras de
carnívoros o por la acción de instrumentos líticos cortantes, percutores y
perforaciones. Apoyándose en la experimentación, efectuó observaciones de la
reacción del hueso frente a la percusión, y analizó aspectos como las
condiciones en las que se efectuó la percusión, la reconstrucción del hueso a
partir de esquirlas producidas, el tipo de fisuras óseas, y esquirlas ocasionadas
según el percutor y la velocidad impresa, junto a la localización del punto de
percusión. Así, concluye, se confirma el control de la fuerza aplicada para
fracturar los huesos largos, la localización intencional del punto de percusión, el
empleo intencional como herramientas de algunas esquirlas según muestran las

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trazas de acondicionamientos (corte, aserrado, pulido y excepcionalmente


retoque) y de uso, y el aprovechamiento más que probable de la médula ósea,
de los yacimientos de este depósito del hombre de Neandertal.

El siguiente autor que fue el segundo de los que asentaron la base


metodológica y sistematizada en el estudio de la industria ósea, fue el danés
Raymond Arthur Dart (Santamaría, 1978); en sus trabajos se dedicó a la cultura
ostodontoquerática de yacimientos de los primeros homínidos en África del Sur,
y marcaron el inicio de uno de los debates más prolongados en lo concerniente
a la industria ósea. Esta polémica, vinculada en un principio al empleo por estos
homínidos de piezas anatómicas como herramientas, derivó en una línea de
investigación renovada desde la tafonomía y los mecanismos de formación de
los depósitos óseos.

Uno de los máximos precursores en la industria ósea y lítica tallada o pulida y


en propuesta de análisis y obligada como referencia en cualquier investigación
del orden arqueológico, es el trabajo el soviético Sergei Aristarkhavich Semenov
(1981), quien en el mismo año en que R. Dart publicaba The Osteodontokeratic
Culture of ` Australopithecus prometheus ´ 1957, editaba en ruso Tecnología
Prehistórica, su obra máxima difundida fuera de la ex URSS gracias a su
traducción. Fiel a la escuela materialista histórica soviética, se caracterizó este
investigador por entender los vestigios materiales en términos de productos de
trabajo, como resultado de los modos de manufacturar. Los materiales
permiten reconstruir los modos de producción, los procesos de la producción y
el grado de desarrollo de las fuerzas de trabajo; además, la organización social,
pues existe una relación que permite acceder al sistema correspondiente de las
fases de los procesos sociales de estudio. Por tanto, la explicación de toda
sociedad exige analizar sus modos de manufacturar y de producir. El
materialismo histórico ve en los artefactos un medio de reconocer leyes del
progreso tecnológico, que requiere del método traceológico más que del
tipológico.

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Según Semenov (Meneses Fernández, 1994: 77), los útiles son contemplados
como medios de producción, es decir, con una función, justificándose el mayor
interés por las huellas ocasionadas durante el uso de los útiles o artefactos. Sin
embargo, debe señalarse que Semenov desarrolló algunos ejemplos de
interdependencia entre industria ósea e industria lítica del Paleolítico, uno de
los aspectos de estos utillajes sin duda más interesantes a tratar. De este
trasfondo teórico deriva el interés por el reconocimiento de la técnica de
fabricación y especialmente de los usos de herramientas, a fin de establecer las
regularidades del desarrollo y paralelizarlas con las regularidades de la
relaciones de producción. La concepción evolucionista unilineal de la
humanidad, a fin de esta escuela, explica la correspondencia entre los tres
grandes períodos del Paleolítico y la sucesión de las técnicas de la
transformación de soportes óseos desde una menor a mayor complejidad:
percusión, astillado, fuego/ cepillado / lascado, piqueteado, cincelado, aserrado,
rasurado por buril, entallado, ablandamiento. Es éste, de hecho, el único
resultado destacable en tecnología ósea prehistórica.

En México, la industria del hueso y asta no ha alcanzado en investigación


niveles similares a las de Estados Unidos o Europa. Las primeras publicaciones
en México dedicadas a esta discusión, iniciaron a principios del siglo XX, a partir
de artefactos u objetos sumamente ornamentales o tallados. El interés de la
investigación se centraba en descifrar los íconos grabados y relacionarlos con
representaciones encontradas en códices, dinteles, murales, entre otros. Una de
las primeras investigaciones es el trabajo de Hennings (1913), en donde se
presentan descripciones de un artefacto hallado en la cuenca de México,
tratándose de un fémur humano esgrafiado, encontrado en Tláhuac.

Otro pionero en la discusión del hueso trabajado es Caso (1934), quien estudió
una figurilla tallada en hueso procedente del área maya. Y para 1969, Alfonso
Caso publicó en la obra de El Tesoro de Monte Albán, imágenes y descripciones
de huesos grabados, placas, tubos, mandíbula perforada y fémures. Asimismo
abordó la discusión iconográfica presente en este material.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Los antecedentes en la cuenca de México son los trabajos del profesor Vaillant
en Zacatenco, Ticomán y Arbolillo (1930, 1931, 1935), con el estudio y
descripción de artefactos de hueso y asta. En 1934, Hermann Beyer publicó el
caso de un omichicahuaztli en Estados Unidos. Linné publica en 1934, un
apartado de artefactos en hueso, donde describió e identificó: punzones,
agujas, discos perforados, pizcadores y omichicahuaztli, encontrados en
Teotihuacan. Los trabajos de Kidder (1946, et al., 1947) en la región maya,
área de Guatemala, presentaron las descripciones de algunos artefactos como
agujas, pendientes, tubos, dientes, astas, entre otros.

Surge un auge en las publicaciones para los 60ª y 70ª (Coe, 1959; Lee, 1969;
Foncerrada, 1967; MacNeish et al., 1967; Drennan, 1976, Stresser, 1977; Di
Peso, 1979; West, 1980), en donde aparecen descripciones de astas, dientes y
huesos trabajados; formaron parte de capítulos, apéndices o anexos, pero cuya
discusión funcional no fue abordada.

Se pueden destacar dos trabajos realizados por investigadores nacionales; el


primero es el de José L. Franco (1968), llamado Los objetos de hueso de la
Época Precolombina, en donde se destacan artefactos de hueso, diente y asta
en que la mayoría presenta labrado, esgrafiado y tallado; se presentan
descripciones y gráficos de éstos. El aporte de este trabajo es la sistematización
y propuesta de una cronología relativa a partir de estilos. El segundo es el
trabajo de Federico Solórzano (1976) intitulado: Artefactos Prehistóricos de
Hueso del Occidente de México; en esta obra, se aplicaron aspectos
tafonómicos y técnicos de la manufactura, y propuso la forma de analizar para
distinguir a los artefactos fabricados y los usados, a partir de la utilización de
microscopio.

En Teotihuacan, las investigaciones sobre este tema se tienen registradas


desde el trabajo de Linné (1934, 1942), donde presentó y definió cada uno de
los artefactos a partir de su morfología, como el caso de punzones, agujas,

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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discos perforados y otros utensilios. Cabe resaltar algunos otros autores como
el caso de Séjourné (1958, 1966, 1986), Starbuck (1975), Ortiz (1993), Romero
y Cid (1997), y Romero Hernández (2003).

Entre los primeros trabajos sistematizados como referente a un estudio


tipológico y con una metodología para su análisis, está el propuesto por José
Luis Lorenzo (1965), en donde él aplicó términos en cada paso para las técnicas
de trabajo de los instrumentos líticos y por lo tanto las de hueso de animal; y
en esta referencia se menciona además diente y asta. El autor definió dos tipos
de grupos de instrumentos: los causales y los intencionales, y propone
funciones para cada uno de ellos, como por ejemplo los punzones, agujas,
cincel percutor, cincel-cuchillo, entre otros.

El otro autor es García Cook (1967), quien propuso una tipología aplicada a
cualquier material arqueológico y usó el término de industria. En la industria del
hueso, él presentó cinco categorías: punzón, aguja, lezna, cincel y figurilla. De
la categoría de punzones definió dos tipos diferentes: con epífisis de astillas y
con mango. También presentó la industria de asta; en ese pequeño apartado
abrió nada más la categoría de punzones. Su tipología se sigue aplicando a los
casos de la industria lítica, de la concha (Suárez, 1974, 1977) y más reciente,
en caso del hueso (Gómez, 2000).

La propuesta de análisis de la industria del hueso y asta de Paul Tolstoy (1971),


se basó en una tipología con observaciones hechas sobre 349 artefactos
utilitarios, recuperados mayormente en excavaciones realizadas en el Valle de
México. Los objetos fueron separados en nueve tipos principalmente (agujas,
tubos, manos, raspadores, punzones, retocadores, espátulas, puntas y espinas
de raya), que a su vez fueron divididas en 21 categorías relacionadas con la
forma, el tamaño y las terminaciones. Esta propuesta fue retomada por la
doctora Johanna Padró (2000, 2002), para el análisis de artefactos provenientes
del proyecto “Estudio de Túneles y Cuevas de Teotihuacan” y el proyecto

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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“Teotihuacan: Elite y Gobierno”, excavaciones en Teopancazco, ambos dirigidos


por la Doctora Linda Manzanilla.

Uno de los trabajos que vino a replantear un análisis más detallado, con
respecto a las huellas de corte, es el trabajo de Carmen Pijoán y Alejandro
Pastrana (1987), intitulado “Método para el registro de marcas de corte en
hueso humano: el caso de Tlatelcomila Tetelpan, D.F.”, en donde definieron los
tipos de marcas dejadas por la acción de consumo para el retiro de carne y las
huellas que dejan en el hueso humano, definiendo en conjunto las marcas por
su ubicación anatómica (destazamiento, desollamiento, desmembramiento,
entre otros), y proponen una forma de analizar estas huellas para establecer la
herramienta que la realizó.

En la obra de Botella, Alemán y Jiménez (2000), intitulada Los huesos


humanos: modificación y alteraciones, ellos propusieron un análisis detallado
con respecto a los huesos humanos; observaron las modificaciones culturales
como son: los cortes, las alteraciones térmicas, el sacrificio, el consumo y el
aprovechamiento para convertirlas en materia prima para herramientas. Y los
materiales que observaron son provenientes de distintas partes de México.

La corriente de la bioarqueología que se está desarrollando en México, ha ido


creando su metodología para el estudio del hueso con modificaciones
culturales. Autores como Arturo Talavera, Enrique García y Juan Martínez
(2000) de la obra Modificaciones culturales en los restos óseos de Cantona,
Puebla: un análisis bioarqueológico, analizaron la marcas del sacrificio en
humanos y las marcas dejadas por la manufactura en el hueso. La propuesta de
manufactura se basó en el trabajo de Semenov y para el análisis de la
tipológica tecnológica, en el trabajo de Sheets. Establecieron también una
relación espacial – arquitectura-artefactos – y definieron a partir de la
experimentación y las fuentes históricas, la función de algunos artefactos de
hueso.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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En la tipología de Javier Romero Hernández (Gómez, 2000; Romero, 2003),


quien analizó materiales del Barrio de la Ventilla Teotihuacan, divide por
atributos como los usos, familias y categorías. La información que se presentó
es muy escasa para poder inferir si en este trabajo realizaron experimentación
u otros aspectos, como las huellas de uso.

En la tipología de Padró (2000, 2002), retomó las propuestas de Tolstoy (1971)


y la propuesta de la española Gema Adán Álvarez (1997); nos parece la más
acorde, pues ella tomó aspectos como la morfología y las huellas de uso,
contextualizando los artefactos en donde fueron hallados; relaciona estos
objetos con los materiales asociados a su contexto; llegó a establecer áreas de
actividad en algunos espacios. También se basó en información experimental y
de fuentes históricas. Es una de las propuestas más completas para el estudio
del hueso y asta trabajada; por eso en esta investigación nos detendremos a
revisarla.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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CAPITULO II. LA INDUSTRIA DEL HUESO TRABAJADO:


MATERIA PRIMA Y METODOLOGÍA

2.1. Materia prima

Esta industria está definida por su materia prima, el hueso. La elección de ésta
obedece a que sus propiedades y características aptas para la confección de los
artefactos. En algunas ocasiones la morfología natural ha sido aprovechada con
escasas modificaciones como dientes, astas o algunas esquirlas obtenidas por
percusión, como es el caso de artefactos astillados.

Los organismos que proporcionan esta materia prima son los que pertenecen al
fílum Chordata por lo que se les llama cordados. Los cordados tienen un
notocordio, un cordón nervioso dorsal y unas aberturas branquiales en algún
momento de su ciclo de vida. EL notocordio es una varilla delgada y flexible que
le da sostén al cuerpo. En los cordados, el notocordio ocurre con más
frecuencia en las etapas tempranas del desarrollo y después es sustituida por
una columna de hueso o cartílago. Los cordados superiores constituyen el
subfílum Vertebrata. En este subfílum se encuentran los animales con espina
dorsal: los vertebrados (peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos) (Alexander,
et al., 1987: 419). Entonces, qué es el hueso y cuál es su composición.

El hueso es un tipo de tejido conectivo sólido en el que las células están


rodeadas por una matriz de fibras de proteínas y minerales. Lo forman los
osteoblastos (células que producen el hueso) y estas células se integran en el
cartílago y depositan compuestos de calcio. Lentamente le cartílago flexible se
convierte en hueso, que es fuerte y menos flexible. El proceso mediante le cual
el cartílago se cambia a hueso se llama osificación (idem: 483).

El tejido óseo se divide en compacto y esponjoso. La unidad estructural para el


hueso compacto es el osteona, en tanto que para el hueso esponjoso es la

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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trabécula ósea. La osteona consta de laminillas concéntricas agrupadas


alrededor de un canal axial, que contiene vasos sanguíneos y tejido conectivo
laxo (flojo), formando lo que se llama sistema de Havers. En el hueso
esponjoso varias laminillas juntas constituyen trabéculas óseas, cuyas caras se
hallan rodeadas por espacios medulares comunicados entre sí (Brito, 1998: 24).

En el tejido óseo existe abundante cantidad de agua, que varía según la edad
del individuo. El tejido recién formado tiene alrededor de un 60 por ciento de
agua, mientras que en el hueso senil, tal cantidad desciende hasta el 10 por
ciento. El contenido acuoso medio del hueso adulto es de 25 a 30 por ciento.

Respecto del peso seco del hueso compacto, la sustancia orgánica o matriz
representa un 35 por ciento y la fracción inorgánica, el 65 por ciento restante;
sin embargo el hueso recién formado tiene una proporción mayor de la primera
(idem: 25).

No hay diferencia en la estructura o en las cualidades biológicas de las


laminillas óseas y entre el hueso compacto y esponjoso; solamente la hay en la
disposición espacial del material de construcción. En el primer caso, el tejido
óseo forma estructuras masivas de gran resistencia a la carga; en el segundo
caso son ligeras armazones trabeculares (idem: 23).

La fracción mineral del hueso posee principalmente iones de calcio, fosfato,


oxidrilo, carbonatos y citrato, con pequeñas cantidades de otros, en especial de
sodio, magnesio, potasio, cloro y flúor. Es justamente esta composición la que
convierte al hueso en un excelente material de soporte y de materia prima para
la elaboración de artefactos.

El hueso contiene una estructura cristalina perteneciente al grupo de las


apatitas. La estructura de los cristales óseos se asemeja a aquella de las
fluorapatitas, mineral encontrado en las rocas, aunque con la diferencia de que
en el hueso, la porción de los átomos de fluoruro en la fluoroapatitas se halla

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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ocupada por grupos oxidrilo. Por esta razón el cristal óseo se denomina
hidroxiapatita Ca10 (PO4)6 (OH)2. (idem: 25).

Los cristales individuales de hidroxiapatita están encerrados en pequeñas redes


de colágeno, por lo que la orientación de las fibras colágenas determina la de
los cristales. El eje mayor de éstos es aproximadamente paralelo al de las
fibras, pero con una ligera angulación.

La parte orgánica está constituida en 90 a 95 por ciento por la proteína fibrosa


llamada colágeno, mientras que del 5 al 10 por ciento restante corresponde a
un medio homogéneo llamado sustancia amorfa fundamental. Las fibras de
colágeno dan al hueso elasticidad y fuerza al capacitarlo para soportar altas
tensiones. El colágeno óseo se encuentra en estado cristalino. La sustancia
fundamental amorfa, o medio homogéneo del hueso, está constituido por
líquido extracelular con grandes cantidades de mucopolisacáridos
(especialmente condroitinsulfatos), mucroproteínas, sialoproteínas y grasas
(idem: 26).

Los huesos están cubiertos por una membrana fibrosa llamada periostio, que es
de color blanco amarillento, vascular y de espesor variable, compuesto por una
capa externa conjuntiva y otra interna formada de fibras elásticas y ostoblastos.
El periostio rodea completamente al hueso, excepto en los puntos de
incrustación de los cartílagos y de inserción de los tendones. Su función
consiste en la distribución de los vasos en el tejido óseo, y en la formación y la
reparación del mismo. El endostio, también llamado periostio interno, es el
tejido que cubre a la cavidad medular del hueso.

Los huesos son elementos anatómicos duros que sirven para sostén y
protección del cuerpo, y en conjunto forman el esqueleto. El sistema del
esqueleto forma un armazón vivo que sostiene a otros órganos y mantiene la
forma del cuerpo; además provee un lugar en el cual se fijan los músculos, lo
que permite que se produzca el movimiento. Los órganos vitales como el

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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cerebro, el corazón y los pulmones están protegidos por el esqueleto. Los


minerales como el calcio, fósforo se almacenan en los huesos. Las células
sanguíneas se almacenan en la médula de los huesos (Alexander, 1987: 482).
Por lo general los huesos en el esqueleto están agrupados en dos divisiones: el
esqueleto axial que se compone de los huesos de la cabeza, de la columna
vertebral y del tórax, los cuales forman el
eje o armazón del tronco y la cabeza; y el
esqueleto apendicular que se compone de
los huesos de los brazos, de los hombros,
de las piernas y de la pelvis (ver figura 1).

Considerando que en la época prehispánica Figura 1. Partes anatómicas óseas (tomado


de Pascual, 1998)
fueron empleados como materia prima los
dientes y las astas, anotamos que:

La mayor parte de los dientes de los mamíferos, se componen de dos partes: la


corona, cuya capa exterior la forma el esmalte y la raíz, con la parte externa
cubierta de cemento (ver figura 2). En su interior se encuentra la dentina que
es recorrida longitudinalmente por la cavidad pulpar (Pascual, 1998: 23).

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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En el caso de las astas, para su obtención no es necesario el sacrificio del


animal, toda vez que los ejemplares machos adultos mudan la cornamenta
anualmente cada primavera, por lo que es
posible su recolección en las zonas de
descuerne. Las astas de algunos cérvidos1
presentan gran variabilidad, tanto en su tamaño
como en la longitud y número de candiles. Un
asta desarrollada puede llegar a tener hasta diez
candiles o puntas; presenta sobre la roseta Figura 2. Principales elementos de los
huesos largos y piezas dentarias
perlada de la base, dos candiles basales, (tomado de Pascual, 1998)
denominados gaceta o luchadera el inferior y
candil del hierro el superior. El tallo asciende hasta atrás y hacia arriba,
saliendo hacia la mitad de su recorrido el candil medio. Éste y la gaceta suelen
ser los candiles más largos del asta. El tallo acaba en una ramificación de varias
puntas (entre tres y siete). En su estructura
interna cabe diferenciar la zona del medallón
basal y los extremos de los candiles que
presentan una calcificación completa, del resto
de la asta formada por tubo cortical compacto
que encierra la parte medular esponjosa (idem:
23) (ver figura 3).

La materia prima precede del esqueleto de los


vertebrados empleando ampliamente, huesos
largos para la fabricación de los artefactos.
Dichos elementos óseos tienen dos partes bien
definidas, que son las epífisis proximal y distal, que corresponden a los
extremos articulares del hueso y la diáfisis que es la parte central del hueso,
más larga y de menor anchura y espesor, que las epífisis, con una morfología
más o menos tubular y en el interior vacía (cavidad medular). En algunos
Figura 3. El asta y sus elementos
(tomado de Pascual, 1998)
1
En el territorio de México se presentan tres especies de cérvidos: el Odocoileus virginianus, O.
hemionus y el Mazama americana (Álvarez y González, 1987).

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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metapodiales recorre la superficie exterior de la diáfisis un surco longitudinal,


mientras que la cavidad medular se encuentra dividida longitudinalmente en
dos, por un fino tabique óseo.

A continuación de mencionan las partes anatómicas que de ellas comúnmente


se obtienen artefactos de hueso:

1. Cráneo y omóplatos. La plenitud de estos huesos facilita la


elaboración de discos o pulidores mediante el recorte; ejemplo de
éstos son los pulidores hallados en Teotihuacan (Romero y Cid,
1997).
2. Mandíbula. Las ramas ascendentes y las transversales resultan
apropiadas para mostrar motivos decorativos; un ejemplo son las
mandíbulas de cánidos encontradas en el templo de Quetzalcóatl de
Teotihuacan (Valadez, et al., 2002).
3. Diáfisis en general. La fractura natural o intencionada de estas piezas
origina extremos apuntados que pueden ser aprovechados sin
necesidad de mayor modificación; éstos son llamados artefactos
astillados.
4. Metápodos, tibias, fémur y radios. Se aprovecha la robustez de estos
huesos para usarlos como cinceles y retocadores, entre otros.
5. Huesos largos de ave. La forma anular natural del hueso permite
elaboración de tubos y flautas. Como el caso de los hallados en la
cuevas de Teotihuacan (Padró, 2000).
6. Dientes. Los caninos, los premolares y los molares son los dientes
más empleados para la confección de colgantes, respetando su
morfología natural. Generalmente se realiza una perforación bilateral
en la raíz hasta llegar a la cavidad pulpar desde cada cara (Pascual,
1998: 23).
7. Astas. En las cuevas de Teotihuacan la doctora Padró (2000 y 2002)
analizó astas de donde se obtuvieron pulidores, retocadores,
espátulas y percutores blandos.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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En cuanto al material óseo obtenido del Homo sapiens, encontramos que se


plantea la problemática de su identificación morfológica en los artefactos, ya
que están modificados o las estructuras de los tejidos se encuentran alteradas
por la acción térmica y en muchos casos se trata de piezas pequeñas y
presentan diversas modificaciones en la manufactura. Esto conlleva que el
analista las engrape como hueso de animal, incluso llegando a confundirse con
huesos de venado, oso o pecarí.

Como nota tenemos que es posible identificar el empleo del material óseo
humano correctamente como materia prima; en este caso la relación más
frecuente ha sido suponerle un uso ritual. Esta tendencia se ha mantenido, y
aún existen investigadores que la mantienen de manera contundente, dando
por sentado que el hueso se trabajó para emplearlo con fines ceremoniales o
simbólicos, sin tomar en consideración el contexto arqueológico y su asociación
con los otros materiales (lítica, cerámica, pizarra, etc.). Pero no se puede
considerar cualquier objeto de uso utilitario como un elemento ceremonial (ver
los aspectos de uso utilitario y votivo).

Hay evidencias de que se aprovechó casi todo el esqueleto humano, aunque


hay partes que se usaron más: tal es el caso de los huesos largos y de ellos
preferentemente el fémur, la tibia y el húmero. Eso puede explicarse porque
son los huesos con la cortical más gruesa y con ellos se pueden fabricar
herramientas más grandes y fuertes. Pero al contrario, los menos utilizados son
las vértebras, los huesos cortos de manos y pies, y las costillas (Botella, et al.,
2000: 160).

Se encuentran instrumentos en hueso humano en todo el mundo, pero


seguramente Mesoamérica es la zona donde el número es mucho mayor. Se
debe a que hasta la llegada del ganado doméstico europeo, no había
organismos de mayor tamaño que los hombres. Por su espesor, algunos huesos
humanos sirvieron muy bien para confeccionar herramientas. Los venados son

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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más pequeños y menos numerosos; fueron principal fuente de provisión de


hueso; según Botella y varios autores (2000: 162), sugieren que los huesos
humanos les siguen en importancia.

2.2. Metodología de estudio

La metodología de análisis de la industria del hueso trabajado cubre los


siguientes pasos:
2.2.1. Separación del material en: huesos, astas y dientes e identificación y
procedencia taxonómica apoyados en la asesoría de antropólogos físicos y
arqueozoólogos.
2.2.2. Determinación del grado de conservación (completos, incompletos y
fragmentos).
2.2.3. Definición del tipo de huellas que se presentan en los huesos
trabajados (Tafonomía y antropogénicas).
2.2.4. Determinación de la orientación y su ilustración.
2.2.5. Descripción del hueso trabajado a nivel morfológico.
2.2.6. Descripción del hueso trabajado a nivel morfométrico.
2.2.7. Descripción del uso del elemento (utilitario, ornamental y votivo) e
identificación de las huellas de uso.
2.2.8. Relación del artefacto de hueso con el contexto arqueológico.
2.2.9. Integración de las características de los elementos con la información
de fuentes etnográficas y etnohistóricas.

2.2.1. Separación del material en: huesos, astas y dientes e


identificación y procedencia taxonómica apoyados en la
asesoría de antropólogos físicos y arqueozoólogos.

El primer paso para iniciar el análisis es corroborar que todo el material


presenta evidencia de trabajo, hecho lo cual se lleva a cabo la separación del

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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material por huesos, astas y diente. Posteriormente, se establece que si es


hueso no humano y humano, considerando la forma anatómica y por las
características del tejido óseo; en primera instancia anotando que para el
material óseo no humano se debe contar con el apoyo del arqueozoólogo y
bibliografía especializada, así como de material de comparación. Establecida la
identificación taxonómica se describe y lateraliza la parte anatómica a la que
pertenece la pieza.

En cuanto al hueso humano, la identificación la realiza el antropólogo físico


especialista en osteología, el cual elabora una minuciosa comparación de las
piezas arqueológicas con el esqueleto humano cuando la pieza está muy
modificada, y se requiere una revisión de la forma del tejido óseo y certificar la
procedencia humana.
2.2.2. Determinación del grado de conservación del hueso trabajado

Se considera completo cuando hay 100 a 85%, incompleto 86 a 50%, y menos


del 50% como fragmento o esquirla.

2.2.3. Definición del tipo de huellas que se presentan en el


hueso trabajado

Las huellas o marcas en el hueso son producidos por dos tipos de agentes: los
tafonómicos que pueden ser biológicos - plantas y animales - y los físico-
químicos y los antropogénicos, entendidos éstos como modificaciones
culturales, y relacionadas a procesos de consumo o carnicería y de
manufactura.

a. Agentes tafonómicos

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Entendemos por tafonomía al estudio de las condiciones que tienen influencia


en la formación del registro fósil desde la muerte del individuo hasta su
exposición. La tafonomía opera sobre el principio de que los procesos que
afectan a los huesos en el presente, son los mismos que en el pasado, y que
por tanto modifican a la materia de igual manera, lo que permite su
identificación en el presente (Johnson, 1985: 158).

El estudio de los agentes tafonómicos ha sido reconocido como crucial para la


apropiada interpretación de los contextos arqueológicos. Durante las pasadas
décadas, gran cantidad de sitios han sido dedicados a evaluar varios de ellos,
desde diversos ángulos; por ejemplo: 1) examen de los restos arqueológicos
para detectar huellas de los procesos; 2) la observación de los procesos en el
presente y, 3) la réplica de procesos mediante experimentación. Para su estudio
la tafonomía se divide en dos aspectos: biológicos y físico-químicos:

¾ Biológicos

Son aquellos que pueden modificar o dejar huella en el hueso como: plantas-
hongos, insectos, roedores, carnívoros y herbívoros.

El mayor daño que producen las plantas y los hongos sobre los huesos es de
tipo bio-químico. Ambos secretan un gran número de ácidos orgánicos que
tiene el efecto de disolver el fosfato de calcio en los tejidos óseos, lo que crea
canales de disolución y perforaciones. Esta condición se manifiesta en una
impronta de contacto que tiene la forma de las raíces. Su aspecto es de surcos
con sección transversal en forma de U y que se manifiesta de manera irregular
y entrecortada sobre la superficie del hueso (Johnson, 1985; Fisher, 1995).

Los insectos pueden taladrar la superficie del hueso creando surcos y picoteos.
“Algunas especies de escarabajos perforan el hueso durante la etapa de larva,
para crear cámaras en donde se van a desarrollar. Puesto que la preparación de
estas cámaras requiere de condiciones específicas de temperatura, cierto grado

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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de desecación de los tejidos suaves e intensidad de luz solar, su presencia


puede ser utilizada para inferir la temporada en que ocurrió la muerte del
animal. Al igual que los escarabajos, las hormigas transportan y acumulan
huesos de pequeñas especies como lagartijas, pájaros y roedores, lo que en un
contexto arqueológico puede resultar en la alteración de las asociaciones”
(Padró, 2002: 38).

El roído es producido por los dientes incisivos del los roedores y los lagomorfos,
dejando marcas resultado ya sea de rotar el hueso contra el diente, o arrastrar
los dientes sobre la superficie del hueso; estas marcas en particular suelen
confundirse con huellas de corte. Sin embargo se puede identificar el roído por
su forma de U , ya que aparecen paralelas y cercanas unas a otras, mientras
que las marcas de corte son en forma de V.

Las mordeduras (masticado) son huellas producidas por los carnívoros, que se
ubican desde las partes blandas a las duras del hueso y se observan como
múltiples hundimientos en forma de U, la diferencia con el roído, es que son
paralelos y por lo general se ubican en los bordes de los huesos modificados.

Los herbívoros de talla media y grande por su peso y posesión de pesuñas


pueden producir alteraciones en el material óseo depositado en los estratos
superficiales, fenómeno conocido como pisoteo. Los estudios experimentales
han permitido reconocer al pisoteo como un importante agente de modificación
en los contextos arqueológicos, pues ha ayudado a dilucidar muchas de las
controversias relacionadas con la fractura espiral. Durante el pisoteo ya sea
producido por el ser humano o animal, se generan cambios sobre el material
que pueden ser clasificados como físicos y espaciales. Los primeros implican la
ruptura o modificación de la superficie, como lo es el caso de las fracturas. Esta
condición ha sido observada en particular sobre huesos que han permanecido
mucho tiempo en la superficie, y que por tanto han sufrido intemperismo y
agrietamiento (Olsen y Shipman, 1988: 551).

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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¾ Físico-químicos

Dentro de los agentes físico-químicos encontramos la caída de rocas, el


intemperismo y la carbonatación.

La caída de rocas sobre los huesos también puede ocasionar procesos


mecánicos, que simulen acciones humanas. Por ejemplo, las proyecciones
filosas en las rocas pueden crear marcas parecidas a las que dejan las
herramientas cortantes. Asimismo, las marcas de impacto pueden aparecer
como el producto del golpe de un percutor, pues durante el proceso se generan
rasgos característicos muy similares a estriaciones, marcas de raspado y a
lascas concoidales. Las microestriaciones producidas de esta manera no deben
confundirse con las asociadas a marcas de corte, pues las primeras son poco
profundas, de borde irregular y presentan compresión en vez de rasgos
incisivos (Fisher, 1995, en Padró, 2002: 47).

El intemperismo se define como el proceso en el cual los componentes


microscópicos, tanto orgánicos como inorgánicos, son separados los unos de los
otros y destruidos por agentes químicos-físicos que operan in-situ, y que
actúan, igualmente, cuando el hueso está expuesto o enterrado. Los resultados
de intemperismo serán variables de acuerdo con las condiciones del ambiente
donde se encuentre el hueso y a la duración del proceso. Independientemente
de la razón del intemperismo, aquellos huesos que están directamente bajo el
sol, lo harán siempre más rápido que aquellos en sombra, en particular en la
superficie que tengan directamente expuesta al sol. Una excepción lo
constituyen los ambientes húmedos, en donde las sales que se forman en las
grietas tienden a acelerar el proceso.

Una de las consecuencias del intemperismo son las líneas de agrietamiento.


Estos trazos de desecación se presentan de forma paralela al eje longitudinal
del hueso siguiendo las vías de debilidad estructural. Como resultado se
generan fracturas perpendiculares, diagonales o rectas; si el hueso permanece

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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expuesto y ocurre una desecación extrema, entonces se produce una


exfoliación, la cual consiste de una de laminación de la superficie cortical a lo
largo del eje longitudinal y siguiendo las líneas de agrietamiento (Johnson,
1985, en Padró, 2002: 48).

La carbonatación consiste en el cubrimiento y penetración a diferentes grados


de carbonato de calcio, que forman una película sobre el hueso (Pijoán y
Pastrana, 1987: 424). En terrenos ácidos los huesos se carcomen, o sea, se
pierden parte de la corteza, por lo que cualquier marca que hubiese tiende a
desaparecer.

b. Agentes Antropogénicos.

Ya anotamos que estos corresponden a modificaciones culturales productos de


consumo o carnicería y manufactura. Las alteraciones más comunes en los
huesos son las fracturas, los cortes, además de la evidencia de desgaste.

Una fractura es una falla mecánica localizada que involucra tensión, ya que el
hueso es más fuerte bajo compresión o fuerzas cortantes que cuando está bajo
tensión. Para entender este concepto hablemos que la mayoría de los huesos
del cuerpo se exponen a fenómenos de fuerza y tensión de forma natural, es
decir, mediante movimientos comunes o durante el descanso, y que resultan de
acción muscular y por el peso del cuerpo. Existen tres tipos principales de
fuerza: la tensil (la que alarga al hueso), la compresiva (la que encoge al
hueso), y la cortante (que hace deslizar al objeto sobre una parte adyacente en
dirección opuesta). Estas fuerzas pueden actuar de maneras separadas
(Johnson, 1985). Las principales formas de las fracturas son: 1) las
perpendiculares, que se presentan como ángulos rectos al eje principal; 2) las
longitudinales o paralelas al eje; 3) las espirales, parciales o completamente
helicales que están alrededor de la circunferencia del hueso, y; 4) las
diagonales, que cortan la estructura natural del hueso (Marshall, 1989: 11).

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Un corte se define como estriación lineal alargada, relativamente angosta y que


en sección presenta lados planos, aunque su forma puede ser variable, lo
mismo que su anchura (Fisher, 1985).

El desgaste es la transformación del hueso mediante un esfuerzo continuo para


consumir poco a poco las partes sobrantes hasta llegar a la forma deseada.
Generalmente se lleva a cabo usando un instrumento intermedio de dureza
variable, el cual se mueve sobre la superficie de los artefactos que se busca
modificar (Adán Álvarez, 1997).

Las huellas antropogénicas se pueden agrupar en el proceso del consumo y las


relacionadas con el proceso de manufactura.

¾ Consumo o carnicería

Este proceso lo define el conjunto de fracturas, cortes y su distribución en el


hueso, que está en función a la relación anatómica, y que permiten establecer
actividades como el retiro de carne, el retiro de la piel, el destazamiento y la
preparación del hueso como materia prima. Las fracturas y cortes por su
distribución se diferencian entre aquellas que afecta a la superficie del hueso y
las que seccionan o dividen al hueso.

Las marcas sobre la superficie del hueso son producto de dos eventos: 1)
obtención de materia prima (piel y hueso) y 2) extracción de la carne.

1) En la obtención de la materia prima, el desollamiento es la acción de


desprender la piel del cuerpo o de los miembros. Las marcas son cortes, las
cuales se presentan en la superficie de las diáfisis de los huesos largos, las
falanges y en la parte baja de las mandíbulas y el cráneo. El desmembramiento
es la acción de dividir o apartar los miembros del cuerpo en secciones
anatómicas. Dentro de éstas se puede considerar a la desarticulación (Pijoan y

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Pastrana 1987: 431). Las marcas siguen siendo cortes y se presentan en los
bordes o áreas de articulación y en las epífisis de los huesos largos, sobre la
superficie de las vértebras y/o partes pélvicas.
2) Desprendimiento de la masa muscular o fileteo es la acción de separar los
diferentes músculos, respetando su conformación. Las marcas de corte se
ubican paralelas a lo largo de la diáfisis del hueso (idem). De esta manera se
limpia y se obtiene el hueso que servirá como materia prima.

Las marcas que seccionan o dividen al hueso corresponden al destazamiento


que es la acción de dividir o apartar la sección anatómica del cuerpo en piezas
o pedazos (idem). Para la época prehispánica el destazamiento se lograba
mediante percusiones, flexiones o torsiones que ocasionaban fracturas.

Marcas sobre el Marcas que


hueso: seccionan al hueso:
Desgaste por corte: Percusión
Unilineal Torsión o Flexión
Multilíneal Desgaste por corte

Conjunto de Marcas

Muerte del
organismo Desollamiento Decapitación

Desarticulación

Tratamiento
Fileteo o desprendimiento térmico
de masas

Selección de
materia prima

Destazamiento

Desecho
Huesos Productos
fracturados y Alimentario
astillados (Platillo)

Cuadro 2. Diagrama de flujo del proceso de consumo

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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¾ Manufactura

Es el proceso de la transformación de la materia prima en artefacto, pasando


por distintas etapas como la extracción, la elaboración y la decoración. Este
proceso deja distintas huellas antropogénicas. Hay marcas que se pierden en la
elaboración, entre ellas las de extracción, como el caso de las agujas, cuya
superficie se altera por completo. Los materiales que más información de
huellas de manufactura aporta son elementos como la matriz o núcleo, desecho
y preforma, los cuales ayudan a reconstruir todo el proceso de manufactura de
cada artefacto, si se les analiza.

2.2.4. Determinación de la orientación y su ilustración del


hueso trabajado

Este apartado permite realizar una descripción y definición del artefacto


trabajado. Para llevar a cabo la orientación de un artefacto trabajado es
necesario establecer los siguientes parámetros: secciones: distal, mesial y
proximal; dos zonas: activa y de mantenimiento; dos caras: ventral y dorsal; y
dos bordes: izquierdo y derecho (ver figura 4 y 5); considerando como:

Sección distal.- En las herramientas corresponde a la parte o zona activa y


donde se ubica la huella de uso; en el caso de los artefactos ornamentales
como pendientes o botones, es la que se encuentra más alejado de la
perforación y ésta se orienta hacia arriba.

Sección medial o mesial.- Corresponde a la media de todo artefacto alargado o


la sección que queda entre la proximal y distal anotando que en algunas
ocasiones, esta parte no presenta mayor modificación de manufactura.

Sección proximal.- Es la más distante de la zona activa, generalmente la menos


elaborada del artefacto y en las herramientas de hueso es la porción más

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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próxima al individuo. En elementos ornamentales perforados correspondería al


lugar a donde se ubica la perforación.

Figura 4. Las partes en que se divide el hueso trabajado.

Zona activa.- Es el área del artefacto que está en contacto con la materia prima
a modificar, y se ubica en la sección distal.

Zona de mantenimiento.- Corresponde a la superficie cercana a la zona activa,


se caracteriza porque se presenta la abrasión2, para reavivar el borde activo del

2
Esta es una técnica de desgaste, donde se emplean piedras de grano grueso. Y se observan en la
superficie incisiones alargadas paralelas (Adán Álvarez; 1997).

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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instrumento y que puede estar presente en la cara ventral o dorsal, o en


ambas. Esta zona se ubica por lo general en la sección distal.

Cara ventral.- Es aquella sobre la que se apoya


el objeto. En los huesos hendidos corresponde a
la cara interna, que es fácil de identificar cuando
se conservan restos del canal medular o del
tejido esponjoso. En numerosos ejemplares, el
alto grado de elaboración impide la correcta
identificación de las caras por lo que su
Figura 5. Maneras de orientar a los
determinación se efectúa de manera arbitraria. artefactos (tomada de Pascual, 2002)

Cara dorsal.- Corresponde a la superficie exterior del hueso, identificable por su


convexidad. Se presenta de cara al espectador (Pascual, 1998: 21).

Borde derecho/borde izquierdo.- Una vez orientada la pieza con cara superior a
la vista, la sección distal hacia el frente y la proximal cercana al analista, los
bordes derecho e izquierdo coinciden con la visión del espectador.

La ilustración de los artefactos en planta y corte es un elemento muy útil para


el apoyo de la descripción, ya que permite representar detalles que no se
pueden obtener por otro medio, tales como las secciones transversales.

2.2.5. Descripción del hueso trabajado a nivel morfológico.

Una vez determinada la orientación del hueso se procede a describir de manera


general la pieza trabajada; primero se determina qué parte de la producción se
está definiendo; si se trata de un núcleo, preforma, desecho, herramienta u
objeto ornamental e identificar cuándo hay huellas de manufactura. En las
herramientas se determinan las huellas de uso.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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¾ Núcleo
Se refiere a aquel hueso fragmentado o completo o al asta que presenta cortes
transversales o longitudinales o percusiones, que se determinan como parte de
la técnica de extracción, cuya finalidad es obtener varillas o esquirlas. Éste no
ha sido modificado anatómicamente y a veces combina marcas de extracción
con otras, como las de consumo.

Las huellas de las técnicas de extracción son fáciles de reconocer (incisiones


largas y paralelas que van ahondando en la cara superficial), aunque aparecen
de manera más sutil. Asimismo, pueden citarse las marcas de calentamiento
térmico de la superficie ósea, a veces combinadas con incisiones del corte,
incluso las muescas laterales presentes en ciertas astas o diáfisis

En la matrices pueden reconocerse señales previas de trabajo, como la abrasión


o el pulimento de las superficies que se van a trabajar o la limpieza de las
diáfisis ósea a base de incisiones largas superficiales en la cara elegida como
matriz (Adán Álvarez, 1997: 21).

¾ Preforma

El término preforma se refiere al objeto antes de tener la forma final. Las


preformas pueden ser varillas y esquirlas. Las varillas se refieren a fragmentos
óseos alargados que presentan huellas laterales de extracción (incisiones,
muescas, fracturas) e incluso las marcas superficiales de la preparación previa
de las matrices. Si son fragmentos óseos obtenidos por ranurado, las secciones
del fuste o mesial, son rectangulares, cuadradas o poligonales (Adán Álvarez,
1997: 21). El término esquirla es para aquellas obtenidas por percusión, en
donde se presenta el canal medular alterado.

Por su forma se pueden dividir en preformas automorfas, cuando sigue


conservando la forma original o anatómica del hueso, y las preformas

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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xenomorfas cuando la forma original de la materia prima fue alterada y es difícil


de distinguir la pieza anatómica, como el caso de la preparación de agujas u
objetos tallados.

¾ Desecho

Se entiende como desecho a los residuos de una manufactura de hueso


trabajado, y cuya forma anatómica puede o no estar alterada. Estos se pueden
agrupar por esquirlas de la diáfisis y epífisis de huesos largos.

Desecho de la epífisis de hueso largo.- Este grupo es el más fácil de distinguir,


porque son desechos de la técnica de extracción
por desgaste, en donde la matriz es la diáfisis del
hueso largo y las extremidades o epífisis distales
o proximales, son desechadas, y no sufren
ninguna alteración, además que esta zona va a

conservar el desgaste por corte o aserrado


Imagen 1. Desecho de epífisis
transversal o en algunos casos, la percusión (ver (Proyecto Xalla, foto tomada por
Rafael Reyes)
imagen 1).

Esquirla de las diáfisis.- Este término de esquirlas se aplica cuando fue obtenida
por la percusión. Las esquirlas de los desechos de manufactura son cortas y
pequeñas, con forma irregular de la pieza. Pueden ser hechas en huesos
planos, largos y cortos.

¾ Artefacto
Es el producto terminado dentro del proceso de producción de la industria del
hueso trabajado, y tiene forma y uso definidos pudiendo ser el último, estos
pueden ser de tres usos: utilitario, ornamental y votivo.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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¾ Herramientas obtenidas de una astilla


Es aquella esquirla obtenida por percusión y/o flexión de un hueso fresco
durante el proceso de consumo, seleccionada después de la fracturación
involuntaria y que es utilizada como artefacto por su morfología, la cual puede
ser irregular y presenta terminación en punta. Las marcas visibles en la zona
activa de estos objetos son producto del uso y mantenimiento constante,
anotando que en general son objetos puntiagudos o biselados.

a. Huellas de manufactura

La etapa previa a la manufactura de los huesos trabajados es la selección de la


materia prima, que en algunas
ocasiones, va a presentar huellas de Proceso de Selección de la
consumo materia prima
proceso de consumo –desollamiento,
desmembramiento, destazamiento y
desarticulación -. Para el estudio de la Proceso de manufactura
manufactura del hueso, y a partir de la Téc. de Téc. de Téc. de
extracción elaboración decoración
propuesta de Padró (2001, 2002), se
establecen tres técnicas: extracción,
elaboración y decoración - esta última Artefacto

incluida por nosotros -, señalando que


Cuadro 3. Procesos de consumo y manufactura
su aplicación está supeditada a la
característica de la materia prima (ver cuadro 3).

Como regla general, los huesos del endoesqueleto con diáfisis de mayor
tamaño (huesos largos) o aquellos que ofrecen un alto grado de aplanamiento
(cráneo, mandíbulas, costillas, escápula y pelvis) resultan más fáciles de
trabajar que las partes anatómicas más pequeñas y compactas (dientes, tarsos,
carpos y falanges). En comparación con las astas y otras partes del
exoesqueleto, como las garras y las pezuñas, poseen un mayor grado de

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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solidez. En aquellos casos donde las partes anatómicas consisten de hueso


fresco, limpio de carne y de periostio, la respuesta a la manipulación será
diferente a las del hueso seco, la cual es más parecida a la del material lítico
(Adán Álvarez, 1997: 40).

¾ Técnicas de extracción
Llamaremos técnicas de extracción a la manera
de dividir la materia prima (matriz) para obtener
varilla o esquirla (preformas). Esta técnica se
divide en percusión, flexión, fuego y desgaste.
Las tres primeras producen fracturas, y la última
produce cortes transversales y longitudinales
(ver figura 6).

Percusión.- El resultado de esta técnica es la


fracturación del resto óseo. Puede ser activa
sobre yunque cuando el hueso golpea al
percutor, o pasiva si el hueso recibe el choque

del percutor (Adán Álvarez, 1997: 42). Se


Figura 6. Técnicas de extracción
reconocen dos tipos de percusiones: directa, es (tomado de Pascual, 1998)

cuando el percutor golpea al hueso inmóvil; indirecta es cuando entre el hueso


y el percutor actúa una pieza intermedia, como puede ser un cincel. Las marcas
óseas visibles tanto en la matriz, como en el resto extraído, son: cicatrices
superficiales que pueden acabar por fracturar a la matriz; punto de impacto con
ondas en el bloque originario y en las lascas óseas; microextracciones en la
superficie o dentro de las muescas del bloque; muescas en el bloque de la
fractura de la matriz, tanto en el exterior como en el interior; lascas en bordes
rectos (huesos secos) o angulosos (huesos frescos) (idem).

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Los huesos pueden afrontar cuatro tipos de situación de fuerza y tensión


cuando se les aplica por percusión: 1) carga concéntrica, en línea con el eje
longitudinal del hueso; 2) carga excéntrica, paralela al eje pero fuera del
centro; 3) perpendicular al eje longitudinal, a media diáfisis; y 4) la torsión
(aplicada a uno o ambos extremos) y que produce, además de condiciones de
fuerza/ tensión, una fuerza cortante (Padró, 2000: 50). En primera se observan
desprendimientos de micro-esquirlas alrededor de los bordes donde se aplica la
percusión; ésta podría ser una variante del desgaste, pues el peso del percutor
es controlado, se deja caer y se aplica una fuerza en el contorno del borde; la
segunda es la más común, se encuentran esquirlas largas; las terceras
responden más a herramientas de piedra como hachas; y en la cuarta, la
torsión responde a fuerza humana aplicada, donde las marcas de los bordes
superiores e inferiores terminen en punta.

Flexión.- Consiste en aplicar fuerza y tensión al material óseo en cada uno de


sus extremos, y se produce una fuerza cortante hasta obtener una fractura.
Esta técnica de extracción transversal muestra buenos resultados en huesos
endurecidos de animales de talla mediana o pequeña, y es usualmente utilizado
tras haber debilitado el hueso mediante percusión. Puede realizarse
simplemente por la fuerza humana o combinándola con el aserrado. Las marcas
son bordes superiores e inferiores con perfiles irregulares, generalmente
escalonados (Adán Álvarez, 1997: 42; Padró, 2002: 65).

Desgaste.- Es la transformación de la materia prima mediante un esfuerzo


continuo para consumir poco a poco las partes sobrantes hasta llegar a la
forma deseada. Generalmente se lleva a cabo usando un instrumento
intermedio de dureza variable, el cual se mueve sobre la superficie de los
artefactos que se busca modificar. Para facilitar el proceso se pueden utilizar
agentes lubricantes como agua, o abrasivos, como la arena y la ceniza (Padró,
2002: 65). Las variantes de estas técnicas son desgaste por corte, desgaste por
aserrado y nosotros hemos encontrado el desgaste por cordel.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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1) Desgaste por corte.- Los tipos de cortes pueden ser transversales y


longitudinales. Los primeros se denominan transversales, porque seccionan el
hueso en forma perpendicular al eje principal; y los longitudinales son cuando
los cortes son paralelos al eje principal.

La técnica de desgaste por corte implica dar forma con una herramienta mucho
más dura que el material que se trabaja, y en donde la zona de trabajo de la
herramienta debe ser menor a un ángulo de noventa grados, lo que en el caso
de una herramienta filosa corresponderá a un corte lineal (Lorenzo, 1965).
Tales marcas consistirán en las características estriaciones alargadas,
relativamente angostas y que vistas transversalmente, poseen planos y formas
de V. Frecuentemente vienen acompañadas por estriaciones finas y paralelas en
sus bordes, lo cual es la característica primordial para distinguirlas de cualquier
otro tipo de marcas, aunque con la salvedad de que sólo son visibles bajo un
microscopio electrónico (Fisher, 1995: 17 en Padró, 2002: 66).

2) Desgaste por aserrado.- Se denomina a la fragmentación o eliminación de


una parte de la materia ósea, mediante el movimiento
oscilatorio de un útil lítico, como un buril, o lámina de
filo retocado (sierra). El patrón de la huella consiste en
múltiples cortes cercanos y paralelos o casi paralelos,

que de forma acumulada crean una impresión profunda


Figura 7. Desgaste por
(ver figura 7). aserrado (tomado de
Talavera et al., 2000)

A veces estas marcas pueden distinguirse a pesar de la acción superpuesta de


las técnicas de elaboración, ya que poseen ondulaciones con ligeros
desplazamientos en la parte seccionada. Igualmente pueden observarse sobre
la superficie del borde cortado múltiples líneas; rara vez siguen los contornos
del hueso, por lo que si existen depresiones o abultamientos en el periostio, las
huellas tienden a saltarlas. El análisis detallado de estas huellas permite
conocer aspectos como: el ángulo de sujeción del instrumento, cómo era el

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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lado cortante del instrumento y el nivel de fuerza aplicada (Adán Álvarez, 1997:
42; Padró, 2002: 65).

Como variante de las técnicas antes expuestas


tenemos al ranurado el cual puede ser identificado
en la matriz y material de desecho, a través de dos
incisiones alargada paralelas realizadas por un
movimiento de vaivén continúo, cuya fase final es
la aplicación de una percusión indirecta por medio
de un cincel, presumiblemente de hueso. En Imagen 2. Ranurado (Proyecto
Xalla, Tomada por Rafael Reyes)
afirmación de Semenov (1981) en esta técnica se
emplea un instrumento lítico cortante, probablemente buril, y el producto
obtenido son “varillas” de hueso o asta (ver imagen 2 y figura 8).
3) Desgaste por cordel.- Los instrumentos son cordeles de fibras de origen
vegetal (como los de algodón y los ixtles o fibras de maguey) o tiras de cuero.
Para realizar el desgaste, este instrumento va
acompañado de abrasivos como cenizas, polvo de
obsidiana, polvo de piedra pómez o arenas. Al
iniciarse esta técnica, primero se realiza una
pequeña ranura, en donde se va a realizar la
sección, por medio de un instrumento lítico. Se
coloca el cordel en la ranura y se realizan
movimientos bidireccionales, y además se le va
agregando el abrasivo hasta obtener la división de
hueso.

Las marcas del cordel dejadas sobre la superficie


de la ranura del hueso, vistas transversalmente,
poseen lados en forma de U, es decir, se observa
Figura 8. Tipos de ranurado
en la pared una pequeña concavidad dejada por el (tomada de Pascual, 1998)
cordel, y una superficie lustre, no uniformes. Además se aprecian múltiples

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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líneas paralelas o casi paralelas. Poseen ondulaciones con ligero desplazamiento


en la parte seccionada. En la superficie del borde externo cortado se observan
múltiples líneas longitudinales de diferentes tamaños dejadas por la entrada y
salida del grano del abrasivo. En ocasiones, se emplea como parte de la técnica
decorativa, cuando se realizan esgrafiados circulares o transversales.

Fuego.- Es una variante del tratamiento térmico, es decir, se trata de una


exposición directa de calor, que se le aplica al hueso para modificarlo. Es usual
combinar esta técnica con la de percusión. Las marcas en los restos óseos son
claras: matrices con superficies mudadas de color (marrón-negro), y esquirlas
de secciones casi siempre aplanadas con tonalidades oscuras. Los cambios de
tonalidad en los restos óseos pueden ser también producto de una limpieza
previa, es decir, el retiro del periostio (Adán Álvarez, 1997: 42). Esta técnica fue
usada desde el Paleolítico inferior según Semenov (1981).

¾ Técnicas de elaboración

Es el segundo paso de la manufactura y se dividen en cepillado, raspado,


abrasión, pulimento, bruñido, perforaciones, tratamiento térmico y remojado.

Cepillado y Raspado.- Son técnicas de desgaste que


regularizan parte de la materia prima ósea, principalmente
para eliminar el periostio antes de extraer la médula. Se
logran mediante un movimiento unidireccional con la

herramienta lítica colocada transversalmente a la línea de


fuerza o traslación y presión. Las marcas resultantes del Figura 9. Técnica
del cepillado
cepillado son múltiples estriaciones adyacentes y paralelas (tomado de
Talavera, et al.,
unas de otras, de apariencia alargada, lineales, y 2000)

ondulaciones finas orientadas perpendicularmente al eje de las estriaciones


(Padró, 2002: 67).

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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El raspado tiende a eliminar parte de las marcas precedentes (abrasión o


cepillado), dejando el útil con superficies lisas (ver figura 9). En las superficies
no se aprecian restos del recubrimiento natural y su determinación anatómica
es incierta. El raspado o estriado es una técnica similar a la del cepillado, pero
las huellas que deja son transversales, cortas, rectilíneas y paralelas (Adán
Álvarez, 1997: 43; Padró, 2002: 67).

Abrasión.- Tiene como finalidad eliminar el periostio para obtener un acabado


en la superficie. Consiste en la aplicación de fricción con un material abrasivo
grueso como es madera, basalto, tezontle, areniscas de grano grueso o láminas
de sílex u obsidiana con filo retocado. El resultado son incisiones finas casi
paralelas, que pueden encontrarse verticales, oblicuas u horizontales al eje de
la pieza, según se manipule el abrasivo (Adán Álvarez, 1997: 42; Padró, 2002:
66) (ver figura 10).

Pulimento.- Es la segunda etapa de la elaboración y consiste


en aplicar agentes abrasivos más suaves, en piedra o en
polvo, como pómez, arenas, cenizas, o algunas piedras

molidas de grano fino. Aunque en reconstrucciones


Figura 10. Técnica
experimentales las huellas de estas técnicas son muy de abrasión
(redibujado de
parecidas, las marcas de pulimento se reconocen porque Suárez, 1977)

logran eliminar totalmente las huellas precedentes de la abrasión dejando


superficies muy lisas; da uniformidad a la pieza, y en ocasiones produce un
brillo (Adán Álvarez, 1997: 42; Padró, 2002: 67) (ver
figura 11).

Bruñido.- Esta técnica se realiza después de que la


pieza fue sometida al proceso de pulimento. Ésta se
hace de dos formas: una con materiales suaves como piel o tela y en ocasiones
se utiliza un abrasivo muy fino, como podría ser la
Figura 11. Técnica de
tierra de diatomeas. La otra forma es la aplicación de pulimento (tomado de
Talavera et al., 2000)

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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fricción de objetos duros, como cantos rodados lisos, huesos y conchas; se


pueden combinar ambas. El bruñido únicamente da mayor brillo y lustre a la
pieza; es una forma de darle a la pieza un acabado a la superficie (Suárez,
1977: 16).

Perforación.- Esta acción consiste en hacer un orificio que atraviese la materia


prima de un lado a otro. En general, primero se produce una reducción de
parte de la materia prima mediante incisiones regulares y continuas, creando
un plano de trabajo, para después perforar el orificio. Existen varias
modalidades en la técnica de perforación (Padró, 2002: 67) (ver figura 12):

1) Cónica.- Se lleva a cabo mediante una perforación giratoria en la que la


herramienta da vueltas al punto de impacto, ya sea a la derecha o a la
izquierda, con media o un cuarto de vuelta e impulsada por la mano o un
instrumento especializado. Dependiendo del artefacto utilizado, en ocasiones el
resultado de esta técnica puede ser una perforación en donde el diámetro del
orificio es más o menos uniforme a lo largo de toda la perforación (Suárez,
1974).

2) Bicónica.- También conlleva una fricción giratoria, pero en este caso, por los
dos lados del objeto y en direcciones opuestas. El proceso continúa hasta llegar
al punto donde ambos conos se encuentran, lo que resulta en un orificio con un
centro más angosto que sus entradas (idem).

3) Rectilínea.- Conlleva una fricción perforadora recta mediante presión directa


de la herramienta, por lo que las huellas resultantes son paralelas al eje de la
pieza (idem).

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Figura 12. Tipos de perforación
(tomado de Suárez, 1977)
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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4) Irregular.- Llamemos perforación


irregular a las roturas producidas por la
técnica de percusión indirecta –utilización
de un perforador por percusión -. Al
presionar las paredes se produjo la rotura,
y vista de una de las caras del artefacto es de forma irregular (Suárez, 1977:
16).

5) Por desgaste longitudinal.- Se refiere a la perforación hecha con un


instrumento cortante en forma de bisel, de ángulo agudo; ésta se realiza
imprimiendo un movimiento de vaivén al elemento cortante. Se realiza la
horadación por medio de un corte que produce una sección en forma “V”.
Algunos autores lo señalan como acanalado. Estas perforaciones son realizadas
a partir de la ejecución de una acanaladura. Usualmente se denomina a esta
forma de perforación “lenticulada” (Velázquez, 1999: 36).

Tratamiento térmico.- Es la acción de calor que altera la estructura físico-


química del hueso, y puede ser de dos tipos: la directa, cuando el calor altera
directamente la constitución del hueso, y la indirecta cuando hay un medio
líquido o vapor y la temperatura de este medio altera la estructura del hueso.
La aplicación de esta técnica es para darle al objeto trabajado en hueso, mayor
dureza, color y textura en el acabado de la superficie.

1) Fuego o exposición directa.- Se puede manejar como técnica de extracción,


como se manejó en párrafos anteriores, cuando su finalidad es seccionar el
hueso del organismo. En este caso la exposición directa se está manejando
como técnica de elaboración por su acabado de superficie, es decir, la finalidad
de esta técnica es dar color y textura a la pieza, mediante la acción
intencionada del hombre (ver imagen 3).

Tenemos dos términos elaborados desde la antropología física: uno de ellos es


la cremación y el otro es la incineración. La primera es la acción de quemar un

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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cadáver, mientras la incineración sería la acción y efecto de reducir el cadáver


en cenizas (Botella, et al., 2000: 145).

Los huesos sufren una deshidratación a la exposición directa. Se observan


cambios de color de superficie, dependiendo a las temperaturas sometidas y su
tiempo de duración.

El material óseo se comienza a carbonizar cuando llega a temperaturas de 250º


C a 400° C; adquiere un color negro; por lo tanto, si se requiere de una dureza
óptima para los artefactos de uso utilitario, es probable que no se rebasaran
estos grados. Presumiblemente esta técnica se utilizó con mayor frecuencia
para dar color y textura a los objetos de hueso ornamental.

2) Cocción.- Es el proceso en el que los huesos se someten a la acción del calor


dentro de un líquido, ya sean limpios o con partes blandas; la cocción altera sus
propiedades físico-químicas y
organolépticas.

La cocción afecta al hueso


fresco, porque con el calor se
desnaturalizan algunas de las

proteínas y su estructura Imagen 3. Coloración del hueso en exposición


orgánica queda alterada. al fuego (datos obtenidos de Barba y Rodríguez, 1990)

Si los huesos se hierven en agua recibirán una temperatura en torno a 100° C,


que podrá variar algo en función de la altitud, y los elementos que pueden
contener el agua. El efecto de ese calor sobre los huesos frescos es el mismo,
tanto si se cuecen con carne o despojados y limpios de ella, pues la
temperatura y la humedad que reciben son iguales o parecidas en uno u otro
caso. Los huesos cocidos tienen un aspecto externo más terso y a veces vítreo,

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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con una coloración apreciablemente más amarillenta que se suele impregnar


menos del color de los sedimentos donde se enterraron. Parecen más
compactos, se conservan mejor y suenan como la madera seca o la cerámica al
ser golpeados (Botella, et al., 2000: 137-139).

Este tratamiento es el más común de encontrarse en los artefactos y desechos


del hueso trabajado. Recordemos que se cuecen las partes blandas y los
huesos en cualquier proceso de consumo, y después se seleccionan los restos
óseos apropiados, como materia prima, para proceder a manufacturarlos. Y se
ha visto experimentalmente que puede haber una segunda exposición en el
hueso, para que adquiera mayor dureza, como en las herramientas, por
ejemplo, el caso de los cinceles.

3) A vapor.- El tratamiento térmico a vapor es una acción indirecta, y es a bajas


temperaturas. El material de hueso fresco ya sea con músculo o sin éste, es
envuelto para que el calor sea homogéneo o colocado encima del agua
hirviendo en un espacio cerrado, es decir, la temperatura que recibe será el
vapor que sale de la ebullición del líquido. Ejemplos claros serían los procesos
de barbacoa, los procesos de tamalización, entre otros.

El autor Semenov (1981) menciona que la utilización de vapor es un


procedimiento para ablandar los huesos, lo cual es preferible antes de tallar la
superficie.

Remojado.- El remojo en agua de los huesos es un método para aumentar su


plasticidad previa al trabajo. Usualmente esta técnica es necesita para tallar y
retocar los huesos frescos. En el caso de las astas de venado es muy útil
remojarlas, pues les da elasticidad y las convierten en materias primas fáciles
de transformar (Semenov, 1981).

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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¾ Técnica de decoración

Llamaremos técnica de decoración al proceso que sigue una pieza después de


la técnica de elaboración. Una vez que se le ha dado forma y acabado de
superficie se le decora con motivos geométricos, fitomorfos, zoomorfos o
antropomorfos, en algunas ocasiones se pinta o se talla.

Pintado.- Es la utilización de ciertos colores como el negro, rojo y azul, ya sea


provenientes de óxidos de diferentes minerales, de material animal (como la
cochinilla o el múrex) o vegetal, pudiéndose aplicar al hueso por medio de la
técnica de temple, el fresco, el óleo, etc.

Esgrafiado.- Es una variante del corte. Generalmente se hace por desgaste.


Consiste en romper y penetrar un material con un instrumento cortante, de
dureza mayor que el material en proceso y al que se le imprime un movimiento
de vaivén, produciendo acanaladuras más o menos profundas que no traspasan
las paredes de la pieza y que tienen por objeto ornamentar y permitir el diseño
de movimientos complicados o simples. Cuando estas acanaladuras son muy
anchas y poco profundas las llamamos labrado; ésta es una variante del
esgrafiado (Suárez, 1977: 16).

Calado.- Es un corte hecho por percusión o desgaste que consiste en penetrar


la pieza de lado a lado con fines decorativos. Los instrumentos usados para
efectuar los esgrafiados o calados fueron generalmente de piedra (Suárez,
1977: 16).

Tallado o modelado.- Consiste en trazar la figura deseada en el hueso; luego


con piedras abrasivas se van desgastando las zonas deseadas para obtener
volumen de diseño trazado. Se mezclan cortes, esgrafiados y perforaciones
para decorar con esta técnica. Las marcas presentes son muescas,
ahondamientos e incisiones. Todo ello está encaminado a la obtención de los
detalles y conseguir la nivelación de los contornos (Padró, 2002).

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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b. Ubicación de las huellas de uso y determinación de las huellas


de mantenimiento y reciclaje

Los artefactos que presentan huellas de uso y mantenimiento son las


herramientas; éstas se ubican en la parte distal. Una huella de uso se distingue
porque se encuentra en la zona del borde activo, mientras la de mantenimiento
se halla en la parte distal.

¾ Huellas de mantenimiento y de reciclaje

Todo instrumento utilitario cumple un ciclo de vida, es decir, en el caso de


instrumentos biselados o puntiagudos, la zona activa con mayor desgaste es la
parte distal; ésta va deteriorándose por el uso. Las zonas activas de las piezas
bien biseladas o con puntas, por el uso cotidiano con otras materias primas de
mayor dureza que el hueso, se convierten en formas embotadas, hasta llegar a
terminaciones romas; en este sentido se dice que la zona activa está
desgastada; entonces se les da mantenimiento a los biseles o puntas por medio
de la abrasión, que consiste en frotar con alguna piedra abrasiva ya sea
basalto, tezontle, pómez, entre otros, para sacarle nuevo bisel o nueva punta. Y
así el artefacto es nuevamente utilizado.

El reciclaje según Schiffer (1990) se trata del conjunto de actividades laborales


encaminadas a la transformación de un producto con características y usos
determinados, en un nuevo producto con características y usos diferentes: los
instrumentos de trabajo que después de un prolongado uso y mantenimiento,
ya no están en condiciones de cumplir con las labores para las que habían sido
hechos, como por ejemplo, sucede con las agujas de hueso que se reciclan en
alfileres. En múltiples ocasiones, las fracturas o agotamientos del artefacto
durante su consumo, conlleva a su reciclado.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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2.2.6. Descripción del hueso trabajado a nivel morfométrico

Se refiere a los diversos tipos de mediciones para complementar la morfología y


esto se relaciona además con el uso. Las mediciones para el análisis son: el
largo total de la pieza (L), el ancho máximo y mínimo (A), el grosor (G), el
diámetro de la perforación (dP). Hay mediciones más detalladas para los
objetos de uso utilitario; se realizan en la zona activa y parte distal: el ancho
del borde activo (a.b), el espesor del ancho activo (e.b), el largo del borde
activo (l.b) y el ángulo de la parte distal (À) (ver figura 13). En algunas
ocasiones el ángulo de la parte distal señala la función de algunas piezas
utilitarias, como en el caso de cuchillos, cuyo ángulo es entre 5º a 45º; en el
caso de de cinceles, el ángulo funcional fluctúa entre 15º a 45º. Teóricamente
en el caso de agujas, los ángulos agudos son más viables para el cosido de
textiles y los ángulos de más de 45º son más apropiados para el cosido de piel
(Padró, 2002).

La combinación de las medidas obtenidas hemos observado que nos pueden


dar una serie de índices y proporciones que nos remiten a su vez establecer su
relación morfológica - función. Estos índices son los siguientes:
Índice de superficie = Largo total X Ancho IS = LXA
Índice de Masividad = Largo total X Grosor IM = LXG
Índice de Laminación del Borde Activo = Ancho del borde activo X Grosor del
borde activo LA = a. b X g. b
Índice de Superficie del borde activo = Largo del borde activo X Ancho del
borde activo
SM = l. b X a. b

Índice de Manipulación = Índice de superficie del borde activo entre Largo total
IMn = SM / L

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Figura 13. Las medidas básicas para el hueso trabajado.

El índice de superficie (IS) se refiere al área total del artefacto; mientras que el
índice de masividad (IM) se relaciona a la resistencia que puede alcanzar el
objeto; el índice de laminación del borde activo (LA) nos indica qué tan delgada
es la pieza en su parte funcional; para el índice de superficie del borde activo
(SM) está relacionado con el área donde se encuentra la huella de uso; y por
último el índice de manipulación (IMn) se encuentra vinculado con la superficie
total modificada por el uso (Padró, 2002).

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2.2.7. Descripción del uso de los elementos (utilitario,


ornamental y votivo) e identificación de las huellas de uso

Después de describir los niveles morfológicos y morfométrico se procede a


determinar el uso para los huesos trabajados terminados: éstos son a)
utilitarios, b) ornamentales y c) votivos.

a) Uso utilitario.
Se entiende como uso utilitario aquellos el de los objetos de huesos
manufacturados que se han empleado en distintas tareas para modificar otras
materias primas, y son de uso doméstico cotidiano. Se agrupan por su parte
terminal en objetos puntiagudos, biselados, romos, huecos, compuestos y
musicales.

¾ Objetos puntiagudos.
Son aquellos objetos que en la
parte distal terminan en punta. Se
pueden clasificar por el tipo de
punta y éstas suelen ser (ver figura
14):

Punta ahusada.- Cuando la punta en


sección transversal tiene la forma
circular o elíptica, la terminación

puntiaguda es larga y presentan


Figura 14. Tipos de puntas
ángulos menores a 15°.

Punta cortante.- Cuando la punta en sección transversal es triangular y la


terminación puntiaguda es más alargada que la punta ahusada.

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Punta roma.- La terminación puntiaguda es redondeada, su sección transversal


puede ser triangular y circular, presentándose ángulos mayores de 25º.

Punta espatulada.- Cuando la punta en sección transversal es trapezoidal y


tiende a tener sus lados aplanados.

La siguiente nomenclatura es una propuesta de Johanna Padró (2002):

1. Aguja (needle o bodkin).- Herramienta ósea apuntada cuya extremidad


proximal se encuentra perforada. Las agujas
son de longitud y sección variable, usualmente
circular, ovalada o aplanada (ver imagen 4).
Las matrices óseas denotan una predilección
por los huesos largos, donde el soporte es casi

siempre una varilla mediante ranurado, Imagen 4. Aguja (Proyecto Xalla,


foto tomada por Rafael Reyes)
aunque esto no descarta el uso de esquirlas
obtenidas mediante la percusión.
Posteriormente las varillas óseas son regularizadas por corte y abrasión,
para luego hacerse el orificio. Se finalizan
mediante un fuerte pulimento en toda la
pieza (Adán Álvarez, 1997: 330).

2. Alfiler (pins o skewers).- Objetos apuntados

de morfología parecida a la aguja e idéntica Imagen 5. Alfiler (Proyecto Xalla,


foto tomada por Rafael Reyes)
sección, pero en donde la extremidad
proximal aparece sin horadar y usualmente es más abultada que la distal.
Algunos autores, como Di Peso (et al., 1979), proponen que su uso pudo
haber sido para sujetar el pelo, vestidos, u otros accesorios (ver imagen 5).

3. Punzón (en la literatura en español también pueden aparecer como leznas,


mientras que en inglés se les ha llamado awls, punches y perforators).- Es el

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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término genérico para un objeto que en la parte distal termina en punta (ver
las categorías de puntas mencionadas en párrafos anteriores). Por lo regular
su manufactura puede ser por percusión, en la que se aprovecha la forma
de la fractura apuntalada o también se realiza mediante desgaste de corte,
aplicando la técnica de ranurado, para después aplicarle una abrasión para
obtener la punta. Este tipo de artefactos tiene una función universal; se
puede usar en rituales, como herramientas para diversas manufacturas
artesanales; dada la amplia gama de empleo que tiene este artefacto, es
recurrente para su análisis funcional establecer el contexto de donde
proviene y observar su huella de uso.

4. Pizcadores.- De morfología similar a los punzones, estas herramientas se


distinguen esencialmente por su uso, el cual es rasgar las hojas de las
mazorcas de maíz. Su distinción se basa fundamentalmente en los patrones
de huellas de uso, especialmente los grados de pulido.

5. Estiques.- Por lo general consisten de astillas óseas de tamaño considerable


que se obtienen mediante la percusión de huesos largos. Son delgados y su
caña suele estar pobremente trabajada. Se utiliza a la manera de cinceles
para hacer incisiones en la cerámica.

El trabajo experimental realizado por Padró (2002: 96-109) para los punzones,
empleados en cerámica, pizcadores, perforadores de pieles y punzones
elaborados para rasgar carne, fueron usados con intensidad por algunos días en
sus diversos trabajos, y en ellos se obtuvieron ciertas huellas que caracterizan
su función, que las hemos resumido en el cuadro 4.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Resultados de las huellas de uso


Punzón empleado como:
observadas:
Punzón empleado para realizar incisiones en la Se presenta desgaste en los bordes, pero no hay
cerámica huellas de uso.
Punzones destinados para deshojar mazorcas de Se presenta un brillo esmaltado y los bordes
maíz lucen filosos y redondeados.
Se observan puntas desgastadas y redondeadas.
Las huellas de uso se presentan compactas y
Punzones para perforar piel
paralelas, lucen aisladas y sin cubrir la totalidad
de la zona activa.
Se observa que la superficie se muestra áspera
Punzones para rasgar la carne con trozos de una sustancia blanquecina, es
decir, residuos de grasa.

Cuadro 4. Resultados de la experimentación de punzones (Padró, 2002)

¾ Objetos biselados.

Son objetos de uso utilitario, que en su zona activa presentan huellas de


mantenimiento tanto en una cara o en ambas, y la zona distal tiene terminación
biselada (seguimos con la nomenclatura propuesta por Padró, 2000 y 2002, y la
de la española Gema Adán Álvarez, 1997):

1. Alisador (En la literatura española muchos autores no reconocen diferencias


entre éstos, los pulidores y las espátulas.- En la literatura inglesa ocurre
algo similar, pues se intercambian términos como grainers, scrappers,
chisels y smoothers). Se trata de herramientas cuya extremidad distal
aparece biselada por el uso, mientras que el resto del cuerpo puede estar
trabajado o sin modificar. Las huellas presentes son el embotamiento y el
pulido, dejando visible, en muchas ocasiones, la parte esponjosa del tejido
óseo. Para Semenov (1981), la función de los alisadores es la de frotar la
cara externa de las pieles mediante compresión, para impermeabilizar y
lustrarla. Lo anterior se logra mediante la aplicación de una fuerte presión,
usando ambas manos, sobre una pequeña área del material tratado.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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2. Cincel (El soporte óseo para los casos de la colección de Xalla y


Teopancazco son ulnas, tibias o fémures cocidos de humanos).- Es un
utensilio robusto que posee una parte activa
conformada mediante un bisel simple o doble,
que por lo general es obtenido mediante
aserrado. La descripción y/o la definición de
un cincel puede encontrarse indistintamente
en la literatura en relación con artefactos
Imagen 6. Cincel (Proyecto Xalla,
como alisadores y gubias. La huella de uso de foto tomada por Rafael Reyes)

este instrumento utilitario se ubica en la extremidad proximal; la marca


dejada por el percutor es el esquirlado y en la extremidad distal cuya huella
de uso es el embotado y/o el piqueteado, que es distintivo de esta
herramienta (ver imagen 6). Algunos autores (Séjourné, 1966; Ortiz Butrón,
1993; Talavera, et al. 2000, entre otros) han confundido los cinceles con
pulidores, alisadores, desbastadores, bruñidores o plegaderas, señalando lo
que puede ser lo complicado del análisis.

3. Cuchillo.- Es un instrumento sobre diáfisis, cuya zona activa la conforma un


bisel localizado en uno de los laterales de la pieza, y que pueden extenderse
hasta la extremidad proximal. Estos artefactos se asocian con el corte de
diversas materias, particularmente carne y vegetales.

4. Retocador (tine flaker, flaking tool o pressure flaker).- Instrumento que


presenta marcas de uso muy características, como son piqueteado y
embotado. Usualmente se trata de artefactos robustos de mediano tamaño,
lo que los hace muy resistentes a la fractura. Para su elaboración se
prefieren las astas, seguidas por metápodos y los radios.

¾ Objetos romos.

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Grupo primario definido por una extremidad distal obtenida mediante aserrado
transversal o mediante uso, que llega a embotar y a regular el filo de la pieza
(Adán Álvarez, 1997: 344).

1. Espátula (en la literatura en español también se les ha llamando raspadores,


mientras que en inglés no se distingue entre términos como spatulae, gouge
y scrappers).- Consiste en un objeto óseo que presenta ambas extremidades
romas y un cuerpo largo, pero de grosor constante. El soporte suele ser
sobre una costilla o una diáfisis plana obtenida por el ranurado de un hueso
largo. Los artefactos con esta morfología han sido asociados con funciones
que van desde servir como cucharas hasta el trabajo de las pieles.

2. Varillas.- Este instrumento de parte activa roma o ligeramente apuntada,


con parte mesial o medial alargada y lisa, es muy parecido a los alfileres,
pues termina con una base roma o sin modificar. Se distingue, sin embargo,
porque su cuerpo es generalmente más largo y ancho. Su uso no es del
todo obvio, pero se manejan posibilidades similares a la de los alfileres, tales
como sujetar pelo, telas u otras formas para decoración.

¾ Objetos huecos.

Son herramientas con sección anular conseguida mediante aserrado, mientras


que sus extremos suelen ser romos; se obtienen mediante flexión. Para
fabricarlos se eligen piezas con un amplio canal medular como los húmeros,
tibias y fémures (Adán Álvarez, 1997). En esta categoría entran los mangos de
hueso.

Paja.- Son piezas de morfología alargada y sección anular; se obtienen


mediante la adecuación de huesos de ave. Su función con toda probabilidad,
fue para succionar o manejar líquidos de alguna manera y son muy parecidas a
los popotes.

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¾ Objetos musicales

1. Flautas y silbatos comparten la misma morfología que los objetos huecos,


pero presentan siempre una o más perforaciones a lo largo de la zona
mesial o fuste. Si son varios orificios se denominan flautas y si es uno se le
llama silbato.

2. Omichicahuaztli (rasps) (en náhuatl del ómitl, “hueso” y chicahuaztli, “como


que se hace fuerte”).- Consisten de hueso
largo o asta en cuya superficie se tallan
incisiones transversales al eje principal, las
cuales al ser frotadas con otro hueso, con

alguna valva de concha o pedazo de madera, Imagen 7. Omichicahuaztli


(Proyecto Xalla, foto tomada por
provocan un sonido musical similar a la del Rafael Reyes)
güiro (ver imagen 7). Generalmente se
emplean durante rituales o festividades de importancia simbólica (Padró,
2002: 80). Tanto éstos como las flautas y silbatos son de tipo utilitario -
musical.

¾ Objetos compuestos.

Estos objetos contienen dos partes distales; carecen de parte proximal como
tal. Es decir que ambos extremos tienen zonas activas y funcionales; en
algunas ocasiones son objetos espatulados y puntiagudos, como punzón –
espátula, punzón – punzón, entre otros.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Huellas de uso en artefactos utilitarios

Dependiendo del grado de conservación, es posible que las huellas de trabajo


permanezcan visibles por encima de las marcas de fabricación, y por lo tanto,
puedan ser reconocidas y descritas.

Se pueden distinguir dos tipos de huellas por la frecuencia del uso en las
herramientas: 1) El uso o acción cotidiana de los instrumentos, ligada a los
artefactos que entran en contacto con la materia prima que se va modificar;
estas huellas se van a presentar en las partes proximales y distales de éstos. Y
2) el uso frecuente de usuario o persona que lo emplea; éstas están ligadas a
las huellas dactilares de los dedos y la palma de la mano, y están ubicadas en
las partes mediales o mesiales de los objetos. Se caracteriza la huella de uso
por presentar un pulido.

1) Por la acción cotidiana del instrumento.

La huella de uso va a estar ligada a la frecuencia cotidiana de su empleo; si el


instrumento no ha sido reciclado y fue elaborado para un solo uso, entonces
habrá una sola huella de uso, pero si es utilizada en varias materias primas,
entonces se van a presentar diversas huellas de uso superpuestas. Entre las
huellas de uso por acción cotidiana (Adán Álvarez, 1997: 43) están las
siguientes (ver figura 15):

Fractura.- Son roturas por uso cuya determinación más clara en las
herramientas óseos se atestigua por la reutilización de las mismas.

Esquirlado.- Es la superposición de varios levantamientos óseos, procedentes de


una o varias capas de hueso, los cuales aparecen alargados sobre el contorno
de los artefactos; suelen ser paralelos, muy delgados y escaleriformes.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Embotado.- Se localiza en la parte activa del artefacto, y las marcas que lo


caracterizan son aristas rebajadas no muy vivas,
con una forma redondeada.

Romo.- Es una evolución del embotado. Se


caracteriza por que aparece centrado en las
extremidades con un borde transversal interno,
que presenta la eliminación de una parte de la
materia prima.

Pulido.- Es la pátina suave y pulida que adquiere


la herramienta ante un uso prolongado. Aparece
centrada en la parte distal del instrumento y la
marca más característica es la del brillo.

Figura 15. Las huellas de uso y


Estriado.- Visibles en superficies pulidas, son huellas de mantenimiento (tomado
de Pascual, 1998)
incisiones muy finas y numerosas,
generalmente en paralelo. La determinación de estas marcas puede
confundirnos con las de la abrasión y/o pulimento, a no ser que aparezcan
sobre otras marcas de fabricación.

Piqueteado.- Son marcas ligeramente circulares y deprimidas producidas tanto


por los golpes de otro instrumento, como por los que se producen en el mismo
utensilio óseo al chocar con algo (idem: 42). Es por ejemplo el caso de la
utilización de yunques de basalto.

2) Por la acción de la persona que usa el instrumento.

Si pensamos que una herramienta utilitaria de hueso tiene un ciclo de vida


prolongada (artefacto → mantenimiento- → artefacto → fractura o agotamiento
→ reciclado→ artefacto secundario), el artesano, quien va a estar en contacto
cotidianamente con el artefacto, va a dejar ciertas huellas por su uso en

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especial en la zona de agarre, o parte medial o mesial, también llamado mango,


que es toda la porción del artefacto; se va a observar un pulido o brillo que
siempre está por encima de la técnica de manufactura, y se puede diferenciar
del bruñido, porque la huella de uso o de pulido sólo se ubica en la zona
medial, mientras el bruñido está ubicado en todo el artefacto, ya que es una
técnica de elaboración, cuya finalidad es dar un acabado a la pieza.

b) Uso ornamental.

Son aquellos que van a adornar a diversas materias, como textiles, plumas,
hilos, entre otros (Suárez, 1977 y 1974; Velázquez, 1999). Asimismo aquellos
objetos de hueso, como son los pendientes y las incrustaciones, también tienen
la función de adornar el cuerpo humano, como cuentas y orejeras.

1. Pendientes.- Se denomina pendiente a todas aquellas piezas ornamentales


que presentan una o más perforaciones para ser suspendidas mediante un
hilo o cordón, y con respecto a la cuales los objetos no guardan una
simetría radial (Velázquez, 1999: 33).

2. Cuentas.- Se define como cuenta a todos aquellos objetos ornamentales que


presentan una perforación que las atraviesa de lado a lado y respecto de la
cual guardan una simetría radial, apareciendo generalmente, aunque no en
todos los casos, agrupadas en sartales (ver imagen 8) (Velázquez, 1999:
81).

3. Objetos pegados.- Se agrupan aquí todos aquellos objetos ornamentales


cuyas características morfológicas permiten suponer su integración ya que
fueron pegados o cosidos a algún otro material; dentro de los rasgos más
sobresalientes en este sentido, puede mencionarse que muchas de las
piezas presentan tanto una cara perfectamente pulida, como otra que
muestra las regularidades e imperfecciones propias de la materia prima en
que se manufacturaron – que era seguramente la que estaba en contacto

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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con el material-, así como el tamaño y el lugar de las perforaciones


(Velázquez, 1999: 71). Dentro de estos objetos están los discos o placas
lisos o grabados, que Padró (2002) ha definido como aquellos fragmentos
óseos planos de morfología variada, procedentes de la bóveda craneal, de
los omóplatos o de la pelvis. A los redondeados
se les denomina discos, mientras que a los
más rectangulares se les llama placas. Pueden
aparecer tanto decorados como lisos y por lo
general poseen un orificio pequeño situado en

el centro en uno de los bordes (idem: 78). Imagen 8. Cuenta (Proyecto Xalla,
foto tomada por Rafael Reyes)

4. Botón.- Objeto plano de distintas formas


geométricas, se presentan una o dos
perforaciones, donde se inserta el hilo para ir
cosido (ver imagen 9).

Imagen 9. Botón (Proyecto Xalla,


5. Aro.- Similar a los discos pero en este caso se foto tomada por Rafael Reyes)
rebaja todo el interior de la pieza dejando sólo
la silueta externa (Padró, 2002: 79).

6. Orejeras.- Los tipos de orejeras hechas en el


hueso son huecos. Éstas son hechas en
soporte de fémures aprovechando la forma en
sección transversal circular de algunos
Imagen 10. Orejera hueca (Proyecto
artiodáctilos. Para elaborarla el artesano realiza Xalla, foto tomada por Rafael
dos cortes transversales; después con una Reyes)

abrasión y pulimento se desgasta la parte mesial de la pieza tanto la cara


interna como externa, hasta obtener la forma deseada (ver imagen 10).

c) Uso votivo.

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Este uso se le asigna a las piezas arqueológicas que provengan de ofrendas, de


caches, o elementos asociados a entierros; en otras palabras, serían aquellos
artefactos hechos para ser depositados en alguno de estos eventos o artefactos
que fueron utilizados por el individuo y enterrados con ellos. Nos encontramos
aquí con un interesante problema de funciones superpuestas donde a las
herramientas y ornamentos se les ha dado un uso diferente al que podemos
nosotros inferir a partir de sus meras características morfológicas. Hablemos de
piezas votivas en casos en que sea imposible otra función; entre ellas podemos
destacar los tubos esgrafiados o grabados, discos o placas, esculturas
zoomorfas o antropomorfas, huesos automorfos grabados y con pigmento; y
además huesos xenomorfos. A continuación presentamos algunos artefactos de
hueso o astas de uso votivo:

1. Tubos esgrafiados o grabados.- Son diáfisis de


huesos grabados con escenas y motivos
diversos, que por lo general tienen algún
significado simbólico. Las técnicas decorativas
son esgrafiados, incisiones, pintado y bruñido;
además pueden ir acompañadas de diversas Imagen 11. Hueso esgrafiado
perforaciones (ver imagen 11). Los motivos (Proyecto Xalla, foto tomada por
Rafael Reyes)
son círculos, líneas rectas o siluetas en forma
de volutas, entre representaciones de hombres ataviados, como por ejemplo
de los huesos humanos de Monte Albán (Caso, 1969).

2. Escultura o figurilla zoomorfa y antropomorfa.- Son objetos tallados o


moldeados, que representan a seres humanos o animales mitológicos; por lo
regular el soporte óseo esta hecho en felino o humano (ver imagen 12).

3. Hueso automorfo con pigmento.- El término automorfo incluye a todos los


objetos que conservan su forma natural o parte anatómica del hueso en que
se manufacturaron. Además fueron espolvoreados con algún pigmento de

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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color rojo, negro u otro color. En la literatura española aparecen como arte
móvil (Pascual 1998 y Adán Álvarez 1997).

4. Hueso xenomorfo.- Comprende a todos


aquellos objetos de hueso cuya forma no
muestra la figura natural o parte anatómica

de la que fueron fabricadas.


Imagen 12. Escultura de felino
(Proyecto Xalla, foto tomada por
Rafael Reyes)

2.2.8. Relación del artefacto de hueso con el contexto

Una vez analizados los huesos trabajados a nivel morfológico y morfométrico,


se procede a ubicar estos artefactos en el contexto arqueológico, en donde se
observa la asociación de éstos con los materiales de cerámica, lítica pulida y
tallada, restos de hueso no trabajados (humano y no humano), macro y micro
restos botánicos, prospección geofísica y geoquímica, y la relación que guarda
con la arquitectura.

2.2.9. Integración de las características de los huesos


trabajados con la información de las fuentes etnohistóricas y
etnográficas.

Una vez realizado el análisis del artefacto con su contexto arqueológico es


necesario señalar que existen distintos recursos en la investigación que nos
pueden ayudar en el análisis del hueso trabajado, como son fuentes
pictográficas (los códices, los murales), las fuentes históricas y etnográficas.

Los atributos presentes en los artefactos de hueso son la base para establecer
la función en alguno de ellos. Los artefactos fueron parte de la vida cotidiana
de las sociedades pretéritas mesoamericanas y algunos artefactos fueron
representados en códices, en murales y en algunas actividades cotidianas o
rituales. Por este motivo es necesario recopilar la información de los artefactos

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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realizados en hueso, tanto animal como humano, para entender si fueron


usados como herramientas, como objetos ornamentales o como objetos
rituales.

a) Las fuentes etnohistóricas

Uno de los recursos en la investigación son las fuentes etnohistóricas; ellas nos
pueden ayudar en el reconocimiento de la función de algunos artefactos de
hueso y entender las actividades en donde participaron. Investigadores como
Linné (1934 y 1942), Vaillant (1931), Blanco (1994) Talavera, et al. (2000) y
Padró (2002), han empleado las fuentes históricas para poder establecer el uso
de algunos objetos y así contribuir a la
determinación de los contextos. Los
artefactos que en las fuentes históricas son
mencionados por su empleo, son los
punzones; este ejemplo está muy bien
documentado para la cuenca de México; el
grupo mexica los utilizó para el
autosacrificio (Durán, 1976; Aguirre, 2002) Figura 16. Representación de punzones
(ver figura 16). (tomada del Códice Borgia)

Otro ejemplo es la descripción del cronista del siglo XVI, Fray Bernandino de
Sahagún (1985), quien menciona un artefacto de hueso usado para el arte
plumario; lo denomina como plegadera, la cual se usaba para aplanar y cortar
las plumas. La doctora Padró (2002: 90) abre una discusión al respecto;
menciona que la plegadera es, en función de la descripción de Sahagún,
parecida a una espátula o a un alisador, pero tomando la imagen del Códice
Florentino y el dato de la acción de cortar, parece para Padró que la plegadera
es más bien un cuchillo o punzón. Estos dos artefactos, tanto el punzón como
las plegaderas, se toman como ejemplos, por su buena documentación tanto en
códices, como en fuentes escritas para sitios del Altiplano Central. Asimismo
con estos dos ejemplos de artefactos se ejemplifica el uso de los datos

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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históricos que nos pueden ayudar a definir mediante las descripciones y las
imágenes, de qué materia prima se trata, el uso que les dio y las actividades
en que se fueron empleadas por los grupos humanos en cuestión.

¾ Un ejemplo de dos casos de representaciones teotihuacanas de hueso


trabajado.

Para las representaciones de hueso trabajado en


la pintura mural o iconos en piso de Teotihuacan,
se pueden hablar de dos casos identificados en
dos sitios: el primero es Tepantitla y el segundo
en un icono del patio de La Ventilla. En un
fragmento del mural de Tepantitla, según la
descripción de Angulo (2001: 127), hay un
Figura 17. Representación de
hombre de pie que apunta la última gota de un caña o tubo de hueso (tomado de
Angulo, 2001)
líquido que sale de una caña corta o hueso hueco.
Al otro lado se encuentra la representación de un maguey, cercano a la de un
pastizal volteado, tal vez al hacer el desyerbe (ver figura 17).

En el trabajo de Rubén Cabrera (2001) intitulado: “Caracteres glíficos


teotihuacanos en un piso de La Ventilla”, se hallaron varios iconos que están
ubicados en la llamada Plaza de los Glifos. Uno de los iconos que se muestra
parece ser un artefacto de hueso, que lo interpreta este autor como una aguja
con su hebra que pareciera encajarse en un lienzo
(representado por una figura ondulada); sin embargo,
el hilo aparece a los lados no atraviesa su pequeño
circulo u ojo. También señala que pudiera tratarse de

un punzón con forma de aguja para el sacrificio, el cual


Figura 18.
está colocado sobre un receptor o zacatapayolli. Las Representación de una
aguja con su hebra y
medidas de la imagen son 19.5 cm. de ancho por 22.5 encajada en su lienzo
(tomado de Cabrera,
cm. de alto (Ver figura 18) (Cabrera, 2001).
2001).

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Tratamos estos dos ejemplos de representaciones de hueso trabajado como los


más evidentes por sus formas muy obvias. No queremos decir que éstas son la
únicas dos representaciones para esta gran urbe, sino que nos enfrentamos
uno de los problemas para lograr este tipo de identificaciones, y es que la gran
mayoría de símbolos pintados en murales o pisos están muy estilizados, al estilo
teotihuacano, si se le puede llamar estilo, es decir, sus formas no son tan
naturalistas.

Las representaciones de hueso trabajado en murales, dinteles, pisos, o


cualquier artefacto de otro material (caso de cerámica y de concha esgrafiada,
por ejemplo) que tenga representaciones iconográficas son otro tipo de
información que nos puede ayudar en el análisis, cuando carecemos de códices
o fuentes escritas.

b) El recurso etnográfico

Los datos etnográficos son de gran apoyo en la investigación de cualquier


índole arqueológica. Estos datos nos ayudan a entender las maneras en que un
artefacto puede ser usado en diferentes procesos de la producción o como
objetos de decoración.

MacGree, autor del libro Los Seris, Sonora, México, recopila información sobre
el uso del hueso de animal que este grupo étnico le da:

El material común de costura es el tendón usado en combinación con una lesna o punzón de
hueso, una espina de pescado o un hueso, una espina de cactus, o bien la mandíbula de un ave
acuática o un palillo o pincho de madera dura al que se le da la forma de esta aguja natural
(McGree, 1980: 378).

Este autor también registra la utilización de artefactos que cuyas


modificaciones son pocas:

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Entre los objetos naturales usados de manera natural [objetos no modificados por completo] se
destacan las mandíbulas de aves, empleadas para perforar cueros y telas; las espinas de
pescado y los huesos, también utilizados como perforadores…; los dientes y cuernos de
animales de caza, empleados para quitar sus propios tejidos y luego, en diversos procesos
industriales; junto con las astillas de cañas, utilizadas para cortar. Con frecuencia el empleo de
dichos objetos es una mera improvisación… (idem: 380).

Otro caso que se tiene registrado del uso de artefacto de hueso son los
huicholes, grupo étnico del noroeste del país. Ellos utilizan el omichicahuaztli,
que es empleado para producir sonido, y sirve de acompañamiento al canto de
los cazadores, para obtener una buena caza del venado (Castañeda y Mendoza,
1991: 223).

En el agro mexicano actual, se sigue aún utilizando uno de los pocos artefactos
utilitarios que ha sobrevivido a los cambios tecnológicos: es el caso del
pizcador, cuya función es rasgar la hoja de maíz o totomoxtle para así obtener
la mazorca; tiene forma de punzón o punta, hecho de madera, cuerno de
venado, huesos de animal (Rojas, 1988: 171). Los pizcadores actuales
utilizados en la región de Xochimilco, son descritos por Rodolfo Cordero (2001),
quien nos dice:

Utensilio parecido a una larga aguja de 20 centímetros de longitud, fabricado de hierro o hueso
de las patas de guajolote, lleva un cordel para sujetarlo con las manos (Cordero, 2001: 164).

En el caso de los punzones, existe información etnográfica de los usos que se


les sigue dando actualmente. En el libro de La sierra Tarahumara. Los
tarahumaras (Gutiérrez, 1992), se presenta la imagen de un separador de hilos
utilizado en los telares por este grupo étnico.

Otro uso que se les da a los punzones actuales es en el trabajo para


manufacturar canastas, petates y cuerdas; éstos son empleados en el caso de
los pueblos canasteros, para empujar las fibras en el tejido. El ejemplo de este
estudio es el trabajo de Serra Puche (1988) en su obra intitulada Los recursos
lacustres de la Cuenca de México, durante el Formativo.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Se siguen actualmente manufacturando las plegaderas, instrumentos planos de


forma rectangular alargada, cuyos extremos son de forma roma, hechos en
huesos largos de ungulados domésticos, como hueso de vaca o caballo. Los
artesanos actuales los emplean en la papelería para la fabricación de libretas,
para cortar y plegar las hojas; y los peleteros los usan en el trabajo del doblado
de la piel, pero la forma del instrumento no cambia; sin embargo, éstos son de
mayor tamaño.

Otros artefactos que aún se pueden encontrar en tianguis populares son los
peines para sacan piojos y liendres; éstos están manufacturados en
cornamentas y huesos planos de vaca; son piezas rectangulares, en cuyos
extremos llevan dientes largos, pero la diferencia entre un peine común y uno
de éstos, son los dientes, que se encuentran muy cerrados en este último caso.

En nuestro país existen pequeños grupos de artesanos contemporáneos, que se


pueden ubicar en algunas regiones como en Guanajuato capital; en Xilapa,
Guerrero, en el Valle de Toluca (información personal de Carlos Teutli) y entre
otros lugares como La Lagunilla en la Ciudad de México. También existen
artesanos manufacturando en los Centros de Rehabilitación Social (CERESOS)
(información personal de Adrián Velásquez). Estos grupos de personas,
manufacturan objetos de tipo ornamental, con herramientas modernas desde
esmeriles, sierras eléctricas de carnicería, seguetas, pulidoras, taladros, entre
otros. Los objetos más comunes son figurillas zoomorfas y antropomorfas,
piezas de juego (dominó y ajedrez), vasos, pipas y alguno que otro instrumento
utilitario, como agujas de gancho. Los huesos que se ocupan son de mamíferos
domesticados como caballos, vacas, cabras o borregos y puercos; y para el
soporte están usando huesos largos y planos, vértebras, cornamentas y
cráneos. Hasta el momento no hemos encontrado huesos manufacturados de
ave o de otra clase de vertebrados.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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En el libro de Carlos Espejel, Las artesanías tradicionales en México, de 1972,


nos menciona que el hueso se emplea para la elaboración de ajedreces,
dominós, y botones. Además señala que los principales centros productores de
estos objetos son Teocaltiche, en el estado de Jalisco, el estado de México y la
propia ciudad de México. El tema de la muerte es uno de los más socorridos
entre los artesanos mexicanos.

Existen en la actualidad instrumentos óseos introducidos de diferentes países,


como la India o China. Los artefactos que se pueden encontrar en tianguis o
tiendas son desde objetos ornamentales como cuentas de vértebras de diversos
pescados o de tiburones, dientes de tiburón en forma de pendientes; en huesos
largos como anillos, aretes, dijes, figurillas antropomorfas y zoomorfas. En
herramientas encontramos: estiques y paletillas para pintores; cepillos entre
otros. La mayor parte son fabricados en huesos largos y planos de vaca,
borregos, cabras y equinos.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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CAPITULO III. LA APLICACIÓN EXPERIMENTAL DE LA


METODOLOGÍA PROPUESTA EN EL CASO CONCRETO DE
AGUJAS Y CINCELES.

La arqueología experimental como recurso, en los países anglosajones (por


ejemplo en Estados Unidos) se relaciona, más que con el papel asignado a la
cultura material misma, con la reconstrucción de eventos para la contrastación
de hipótesis enunciadas a partir de los datos empíricos obtenidos en las
excavaciones. Los investigadores norteamericanos incorporaron la
experimentación como medio de verificar las hipótesis emitidas a partir del
registro arqueológico. Estos estudios proliferaron a partir de los años 70`s a
través de programas experimentales sobre la tecnología ósea. La observación
traceológica de los objetos arqueológicos, su reproducción respetando su
soporte original y la técnica de fabricación, además de la comparación entre las
huellas de manufactura y uso de piezas arqueológicas, nos permiten verificar la
correspondencia entre las propuestas experimentales y las soluciones técnicas
recurridas por los ocupantes de los sitios arqueológicos en estudio (Meneses,
1994: 77).

Recordemos que la traceología estudia la fabricación de los artefactos, es decir,


mediante la observación y determinación de huellas de manufactura se puede
aproximar a la reconstrucción del evento de elaborar la herramienta o el objeto.
Empero, para realizar una réplica de artefacto, es necesario saber cómo se
manufactura, y el estudio de la traceología es la que nos ayuda a recrear cada
evento de manufactura.

El principal objetivo de la arqueología experimental es probar, evaluar y explicar


métodos, técnicas, supuestos, hipótesis y teorías en cualquiera de todos los
niveles de investigación arqueológica (López y Nieto, 1986: 33). De igual
manera, existen ciertos puntos que se tienen que tomar en cuenta a la hora de
realizar la experimentación; éstos son señalados en la investigación de Padró

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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(2002: 86-87), quien menciona que en la experimentación replicativa de


manufactura ósea, se debe tomar en consideración la forma para que sea
posible demostrar una relación directa entre la fuerza aplicada al material y la
morfología resultante. Se debe observar:

a) La selección de la herramienta de manufactura;


b) La posición en que está sujeta;
c) El uso del sistema de soporte;
d) Además de la naturaleza misma del soporte y cómo se aplica.

Además de estas condiciones se pueden presentar en la experimentación


algunas limitaciones como:

1) La elaboración de las réplicas por experimentación se hacen mediante un


número limitado (cantidad, tipos, materia prima, etc.) de herramientas,
esto en comparación con un universo desconocido de instrumentos
disponibles por parte de los artesanos originales.
2) Es virtualmente imposible acceder al muy personal criterio de habilidades
y experiencia del artesano, el cual siempre es importante durante la
aplicación de técnicas y la selección de diseños.
3) Existe un universo casi infinito de materias sobre las que se pudo haber
empleado un instrumento y sobre el cual es imposible experimentar en
su totalidad.
4) Siempre hay la posibilidad de que las huellas de uso observadas sobre
un artefacto, sean el resultado de que el mismo se haya utilizado en
diversos tipos de materias o para diversos usos, lo cual resulta en una
combinación de huellas, que, con toda probabilidad, no podrán ser
reproducidas.

En los experimentos replicativos es poco frecuente que se puedan lograr los


patrones particulares de huellas de uso y manufactura que se observan en los
materiales arqueológicos. Padró (2002: 87) señala que estos factores

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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enunciados dejan al investigador con una muy limitada probabilidad de lograr


una reproducción exacta, lo cual derivará en conclusiones tales como:

1) Que no hay relación alguna entre los elementos estudiados (pieza


original y réplica);
2) Que el proceso investigado no produce un patrón único y/o;
3) Que el patrón particular obtenido puede ser generado mediante más de
un proceso.

Otro factor a considerar es que la fase experimental parte de dos principios: el


uniformismo y la comparación analógica.

El principio del uniformismo establece que la respuesta adaptativa de los seres


vivos a las condiciones ambientales determinantes es similar en todos los
tiempos (información personal de Raúl Valadez) (Brewer, 1992: 202). Esta
respuesta adaptativa puede ser el comer, el vestir, el crear sus propias
herramientas a partir de su entorno o los recursos que estén a su alcance. Es
decir, estudiando los restos faunísticos y sus características generales podemos
hacer una comparación con la fauna actual para reconocer condiciones
ecológicas en los sitios de estudio; y además poder definir de dónde proviene la
materia prima. Retomando este principio para el caso del hueso trabajado
encontrado en contextos arqueológicos, a partir del análisis traceológico,
podemos comparar sus características de la materia prima, como son dureza,
elasticidad, proporciones, color y grado de conservación, entre la diversa fauna
que fue explotada para este fin. Empero para la fase experimental, si el recurso
faunístico del pasado no está disponible en el presente, entonces se elaborarán
objetos con fauna ya sea doméstica o no pero con los mismos atributos de la
materia prima del pasado.
Otro elemento básico en el trabajo experimental es el principio de comparación
analógica. Este nos dice que si un taxón A (un existente o una cualidad
conocida) posee rasgos uno, dos y tres; y un taxón B (uno no conocido) posee
rasgos uno y dos, y el rasgo tres no se conoce, éste puede ser deducido

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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basándose en la similitud del número de rasgos (rasgo uno, dos y tres)


(Brewer, 1992: 203). Por ejemplo, imaginemos el caso de dos piezas, una
completa y otra fragmentada, encontradas en contexto arqueológico. Una de
ellas, la completa, se identificó como cincel, por sus atributos morfológicos,
como cabeza, cuerpo y terminación biselada. Y la segunda posee dos de los
tres atributos. Por principio analógico se puede identificar y reconocer el
atributo faltante. Para ilustrar este principio dentro de la experimentación,
supongamos que tenemos un artefacto completo, que presenta atributos
característicos, por ejemplo de un bruñidor, pero no se conoce si fue para la
piel, o para la cerámica; entonces por principio analógico se replica primero el
artefacto por medio del estudio traceológico; luego se somete a bruñir piel y/o
cerámica. Al observar las huellas de uso dejadas en la réplica se compara por
principio y se determina el tipo de uso que se le dio al artefacto arqueológico.
Otro caso donde observamos este principio es en los datos etnográficos; por
ejemplo el caso de pizcadores hechos en hueso que los grupos otomíes utilizan
aún para la cosecha de maíz, los cuales son similares a los descubiertos en
contextos arqueológicos (ver trabajo de Padró 2000).

3.1. El caso experimental en dos artefactos de hueso

Posiblemente Teotihuacan sea una de las ciudades con mayor presencia de


artefactos elaborados en hueso; en esta urbe se ha registrado, en diferentes
sitios, la presencia de agujas (Padró, 2000 y 2002; Linné, 1934 y 1942;
Séjourné, 1958, 1966 y 1986; Starbuck, 1975; Ortiz, 1993; y Romero
Hernández, 2003 y 2004). Pero también en esta ciudad existe uno de los
artefactos que aparece con mayor frecuencia: los objetos biselados,
especialmente los cinceles, que se les ha confundido con raspadores,
bruñidores y alisadores (Tolstoy, 1971; Séjourné, 1958, Starbuck, 1975; Ortiz,
1993; y Romero Hernández, 2003). Tenemos dos tipos de problemática que se
nos presentan: primero ¿agujas para qué? ¿Y porqué se han confundido en los
análisis los cinceles con alisadores, bruñidores y pulidores? Además se nos
abren ciertas interrogantes para estos dos artefactos: ¿Para qué clase de

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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labores? ¿Cómo se manufacturaron? Estas preguntas se pueden llegar a


resolver mediante la fase experimental; es por este motivo, que en el material
arqueológico es necesario observar sus huellas de uso, replicar estos objetos y
someterlos a diversos procesos de trabajo: ahora veamos cómo se desarrolla la
parte experimental.

3.1.1. Agujas

En el trabajo de Padró (2002: 96), en su fase experimental menciona que la


elaboración de las agujas no es complicada, pero no elabora réplicas, porque
señala que su uso se dedica a tareas artesanales muy especializadas como la
costura y el tejido, y le resultó muy difícil de replicar. Por lo tanto decidí
retomar esta propuesta de replicar agujas para someterlas experimentalmente
para coser pieles o textiles.

La aguja es un objeto apuntado cuya extremidad proximal se encuentra


perforada. Además es de longitud y de sección variable, usualmente circular,
ovalada o aplanada. Las matrices óseas denotan una predilección por los
huesos largos, donde el soporte es casi siempre un hueso fraccionado mediante
ranurado, aunque esto no descarta el uso de esquirlas obtenidas mediante el
astillado. Posteriormente las varillas óseas son regularizadas por corte y
abrasión, para luego hacerse el orificio, ya sea de forma cónica o bicónica. Se
finaliza el trabajo mediante un fuerte pulimento en toda la pieza (Adán Álvarez,
1997: 330). Por sus atributos vamos a clasificar a las agujas en función de su
terminación como agujas de punta ahusada, de punta roma, de punta cortante
y de punta espatulada (ver esquema de puntas en el capítulo 2).

Las agujas tienen diferentes funciones y dependiendo de su morfología,


tenemos agujas para coser textiles o piel, y las empleadas para coser el tejido
de algún organismo.

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Tomando en consideración todo lo anterior, se procedió a replicar seis agujas


en hueso (ver cuadro 5):

- La selección del soporte de hueso se realizó mediante el


modelo morfológico del material arqueológico de Teopancazco
y Xalla, sitios teotihuacanos, de los cuales al llegar a
determinar la materia prima de las agujas, se han presentado
problemas en la determinación de las especies
correspondientes, pero lo que sí se ha identificado es que los
soportes son huesos de mamíferos en su mayoría o aves.
Presumiblemente se trata de huesos largos por la morfología
alargada de las agujas; entre ellos se destacan los metacarpos
y metatarsos de artiodáctilos (venados y berrendos), tibias,
fémures, peroné y radios de cánidos y humanos. En el caso de
las aves es probablemente que se trate de tibiotarsos, ulnas o
radios de guajolotes (Meleagris gallopavo). Experimentalmente
el acceso a estos recursos es difícil de obtener. Uno de los
soportes más parecidos en el caso de los mamíferos
mencionados son los de borregos (Ovis aries), por los cual
decidí manufacturar en este soporte. Utilicé un radio izquierdo
cocido previamente en el proceso de barbacoa, del cual se
obtuvieron dos agujas. Y además fabriqué una aguja en
soporte de guajolote (Meleagris gallopavo) en la parte de la
diáfisis del tibiotarso derecho; ésta se encontraba cocida en un
mole.

- Observaciones de la técnica de extracción.- En las agujas


arqueológicas de Teopancazco y Xalla, se analizó que la
técnica para su extracción fue con dos desgastes por cortes
longitudinales muy estrechos uno del otro. Experimentalmente
para la extracción de una varilla del radio tomando la cara
recta o en su defecto cara curva, efectué dos cortes

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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transversales para eliminar la epífisis. Luego por medio del


ranurado, que es parte de la técnica de extracción, realicé dos
cortes longitudinales en la diáfisis del hueso, cuya constante es
de tres centímetros entre un corte y otro, respetando las
dimensiones de los datos arqueológicos. El resultado obtenido
es una varilla de 15 cm. de largo. De esta misma manera se
procedió con el tibiotarso del guajolote.

- Observaciones de la técnica de elaboración.- En la muestra


arqueológica se examinaron mediante microscopio
esteroscópico3 las huellas de la técnica de elaboración, en
donde determinamos que las agujas provenientes de los sitios
Teopancazco y Xalla se habían manufacturado de la misma
forma, es decir, la aplicación de dos técnicas: la de cepillado y
la de abrasión. En las muestras de nuestro material
arqueológico se observan incisiones alargadas y paralelas al
eje más largo de la pieza, además de ser profundas. Las de
abrasión se presentan como incisiones cortas y sin aparente
dirección, además de ser profundas y superficiales. Estos datos
obtenidos me ayudaron a proceder en la experimentación.
Comencé a darle forma a la varilla por medio del cepillado;
para esto utilicé una lasca de obsidiana con filo vivo, y utilicé
ésta en una sola dirección. Los residuos obtenidos por el
cepillado al observarse en microscopio eran especie de virutas,
muy parecidas a las de la madera. Fui adelgazando la pieza
hasta obtener una forma seccional circular u ovalada. La

3
Las observaciones de las huellas de manufactura y de uso se realizaron en el microscopio estereoscópico
del Laboratorio de Paleozoología del IIA-UNAM y la toma de fotografía en el microscopio
estereoscópico marca IROSCAPE con cámara de video para programa de imágenes digitalizadas, que se
trabajaron en un programa computacional llamado Axio Vision 2.0 Los aumentos oscilaron entre 7X y
30X; la franja para una observación idónea fue de .7x a 20X. En el empleo del instrumento se contó con
la ayuda y asesoría de la arqueóloga Diana Martínez.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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técnica de abrasión la realicé mediante desgaste por esfuerzos


continuos con piedra de basalto; ésta se aplicó en las
extremidades, cuya finalidad fue dar formas en terminación de
puntas. Pero en donde se designó el ojal para cada aguja
experimental, realicé una preparación de talón dándole una
forma seccional espatulada, como se observan en las
preformas de Teopancazco y Xalla.

- Observación de la técnica de perforación.- En las agujas


arqueológicas se examinó que los tipos de perforación
correspondían en su mayoría a las bicónicas y en menor
número, a las del desgaste longitudinal. Las perforaciones
bicónicas que fueron las más abundantes en ambos sitios
fueron las elegidas. Experimentalmente elaboré un perforador
sólido retocado de obsidiana. Una vez preparado el talón de la
extremidad, elaboré la perforación bicónica mediante el
perforador, para realizar un orificio que mide uno y medio
centímetro. El perforador tenía un inconveniente, que era su
punta; ésta tenía que ser mantenida varias veces con la ayuda
de un retocador.

- El tiempo experimental estimado de todo el proceso para cada


una de las piezas, fue entre 240 a 350 minutos, tanto para las
agujas elaboradas del material de borrego, como el del
guajolote.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Núm. Largo
Ancho Grosor Orificio Ángulo Punta Terminación
Aguja total
17º /
1 98.13 mm. 3.07 mm. 1.54 mm. 1.07 mm. Punta ahusada
8.5º
2 92.42 mm. 3.29 mm. 2.08 mm 0.94 mm. 12º / 6º Punta ahusada
75º /
3 77.49 mm. 4.73 mm. 3.01 mm. 1.69 mm. Punta roma
37.5º
4 67.26 mm. 3.40 mm. 2.29 mm. 1.15 mm. 18º / 9º Punta espatulada
5 67.9 mm 2.00mm 2.21mm 1.0 mm 10º/5º Punta cortante
6 49.56 mm. 2.43 mm. 2.10 mm 0.91 mm. 10º / 5º Punta cortante (mica)

Cuadro 5. Dimensiones y tipos de punta de las agujas experimentales.

Una vez ya elaboradas las agujas se las presenté a la modista de alta costura
Nadia Ruiz Mendoza, quien tuvo la gentiliza de usarlas por un par de meses.
Antes de que ella las usara, la modista Ruiz se las presentó a la maestra
modista de alta costura Leonor Rodríguez Amador, quien al observar las
características morfológicas presentes en las piezas, y a partir de su amplia
experiencia, definió el uso de cada una de ellas, que se encuentran resumidos
en el cuadro 6.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Número de Sección Terminación en


Uso
aguja transversal punta
1 Elíptica Punta ahusada Para bordar o coser yute.
2 Elíptica Punta ahusada Para bordar o coser yute
Cuadra con lados
3 Punta roma Para bordar o coser piel
romos
Cuadra con lados
4 Punta espatulada Para bordar o coser yute
romos
Para coser algodón o para
5 Elíptica Punta cortante
pegar o coser pedrería

Cuadro 6. Propuesta de empleo de las agujas experimentales.

Bajo estas observaciones decidí elaborar un punzón que sirvió para perforar
piel ya que las agujas de hueso son frágiles para perforar, pues su morfología
tiende a ser delgadas y su función es de coser este tipo de tejido. Este
instrumento puntiagudo tiene la función de perforar para que el paso de la
aguja no se dificulte. Para su elaboración tomé las sugerencias de la Doctora
Padró (2002: 97). Traté primero de observar un punzón-perforador que utilizan
las modistas actuales para poder tener su morfología funcional; luego me remití
al material arqueológico y observé una pieza que cubría estos rasgos
morfológicos. La pieza proviene del sitio Teopancazco (el número de bolsa es el
39334, del cuarto 6, N453E96, relleno 4) y el objeto estaba realizado en un
soporte de un metápodo de venado. Entonces traté de replicar la pieza de la
siguiente manera:

Se tomó un metatarso de borrego, previamente cocido, en el cual realicé dos


cortes longitudinales con tres lascas de obsidiana de filo vivo en cada cara,
tanto en la anterior como en la posterior. Posteriormente obtuve dos varillas;
seleccioné una varilla para realizar un corte oblicuo cercano a la epífisis
proximal, pues en la muestra arqueológica, así estaba representada. Una vez
obtenida la forma de punta mediante este corte, procedí a aplicar la técnica de

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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abrasión; para desgastar la pieza, utilicé una piedra de basalto; con ella le fui
dando forma hasta obtener una punta angulosa y de esta manera quedó
terminado el perforador-punzón. La duración fue de unas dos horas
aproximadamente.

a) Discusión de los resultados para las agujas.

Para las agujas uno, dos y cuatro, se procedió a pasarlas varias veces sobre un
yute de ixtle, proveniente de un costal actual y de fibra de agave. Los
resultados obtenidos fueron: que como huella de uso se presentó en las agujas
un estriado y pulido. Es importante señalar que la dimensión del ojal tiene una
correspondencia con el hilo que se está insertando, pues como se mencionó no
se bordó, y cuando se quiso colocar hilo de ixtle en el ojal, nada más le
entraron entre cuatro a seis fibras de esta materia prima. También observamos
una correspondencia entre el espesor y el ancho; éstos deberían de tener entre
4 a 1.5 cm. Las agujas de Xalla que probablemente fueron usadas para esta
actividad de coser o bordar en mantas de agave fueron las que correspondían a
los RT’s 7054, 8390, 8656, 463, 705, 1090, 23498 y 5442; y las bolsas 2986 y
63079. Nos dimos cuenta que al observar estas agujas arqueológicas la
morfología de las puntas pondría también ser cortantes y ahusadas, y sus
ángulos caían en un rango de 5º a 10º.

La aguja tres se sometió al trabajo de la piel, junto con el punzón experimental.


Se eligió una piel curtida de conejo se procedió a perforarla con el punzón;
posteriormente se pasó varias veces la aguja sobre la piel. Los resultados
observados de la huella de uso fue un alto pulido; mientras que con las agujas
uno, dos y cuatro no se presenta. En los materiales de Xalla esta evidencia
correspondía a los RT’s 8554, 9073, 4836, 5207, 5957, 8744 y 1638. Las
evidencias arqueológicas que teníamos indicaban que este tipo de agujas eran
reavivadas, porque se fracturaban de la punta, ya que la piel es en principio
dura para embrocar. Sin embargo se pudieron identificar agujas que fueron
mantenidas y éstas son los RT’s 8554, 9073, 5207 y 1638.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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La aguja cinco se utilizó para bordar sobre una manta de algodón; el resultado
fue que al principio se quebró; este evento se presentó porque los hilos de la
manta de algodón se encontraban muy estrechos. La huella de uso que se
presenta es un pulido y un ángulo de la punta de 5º. Las agujas de Xalla que
posiblemente fueron empleadas para esta actividad fueron RT’s 4263, 5463,
6685, 3382, 6182, 8560 y 5257.

La aguja seis fue empleada para perforar discos de mica realizados con la
colaboración de Edgar Ariel Rosales. La huella de uso fue un estriado marcado,
y fue muy eficiente para perforar mica. Las agujas en Xalla que fueron
empleadas posiblemente para esta actividad son las de los RT’s 5957, 7048,
8256 y 8744. Estos datos se resumen en el siguiente cuadro:

Agujas Experimentales Huellas de Uso Usado en:


1 Estriado y pulido Yute de agave
2 Estriado y pulido Yute de agave
3 Alto pulido Piel de conejo
4 Estriado y pulido Yute de agave
5 Pulido Algodón
6 Estriado Para perforar mica

Cuadro 7. Resultados de las agujas experimentales

3.1.2. Cinceles

Como se había mencionado al principio sobre la función de algunos objetos


biselados, los cinceles presentan problemas de definición y utilización; éstos se
llegan a confundir con otros objetos como son bruñidores, alisadores o
pulidores. Es por esto que nos vemos en la necesidad de caracterizar a los
cinceles.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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El cincel es un instrumento utilitario robusto que posee una parte activa


conformada mediante un bisel simple o doble. La descripción y/o la definición
de un cincel puede encontrarse indistintamente en la literatura en relación con
artefactos como alisadores y gubias (Adán Álvarez, 1997: 330). La huella de
uso de este instrumento está en la extremidad proximal; la marca dejada por el
percutor es el esquirlado; y en la extremidad distal se presentan las huellas de
uso como el embotado y/o el piqueteado, que distinguen esta herramienta.

Experimentalmente la elaboración del cincel requiere de los siguientes pasos


(ver cuadro 8):

- Sobre el soporte de hueso, en el registro arqueológico para


Teopancazco y Xalla, son en su mayoría diáfisis de fémures,
húmeros o tibias humanas4. En la experimentación, por
cuestiones legales no se puede manufacturar en este soporte
original; por lo tanto se seleccionan huesos que
aproximadamente tengan las mismas características de textura
y dureza. La antropología física ha mencionado que el soporte
parecido al hueso humano es el de cerdo (Sus scrofa), pero he
encontrado que en cuestión de dureza y el tamaño de grosor
la estructura más viable es la de vaca (Bos taurus); los huesos
como el húmero o fémur cocidos son los más parecidos a la
materia prima en cuestión.

- Observación de la técnica de extracción.- Arqueológicamente


se tienen registradas dos técnicas en los cinceles; éstas son: la
percusión y el desgaste por corte. En la primera se observa
que se respeta la forma de la diáfisis del soporte. Y en la
segunda que es el desgaste por corte, se determinó que se
elaboran dos cortes longitudinales en la diáfisis.
Experimentalmente, primero eliminé las diáfisis del hueso largo

4
La identificación se llevó a cabo con el apoyo de la antropóloga física Liliana Torres

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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mediante dos cortes transversales. Luego apliqué dos cortes


longitudinales para obtener una varilla, respetando el tamaño
original de la pieza anatómica.

- Observaciones de la técnica de elaboración.- En la muestra


arqueológica, la forma de la zona activa o parte distal es en
bisel; en algunas de ellas pueden ser de uno o doble bisel;
éstos al observarse en microscopio estereoscópico se
determinó que se realizaron bajo la técnica de abrasión. En la
experimentación realicé esta técnica del doble bisel. Para esto
utilicé piedras como basalto y tezontle para el desgaste de la
zona activa. A nivel de microscopio sí encontré una
correspondencia entre ambas huellas.

- El tiempo tomado en la experimentación de las piezas, para la


elaboración promedio de la técnica de percusión y abrasión es
entre 15 a 25 minutos; y por la técnica de corte transversal y
ranurado además de la abrasión es entre 75 a 100 minutos. El
tiempo total para la elaboración de un cincel es de 175
minutos.

Cincel Largo Ancho Grosor Ángulo


1 56.00 mm. 15.50 mm. 05.50 mm. 45º
2 52.00 mm. 23.00 mm. 07.70 mm. 39º
3 48.15 mm. 24.73 mm. 08.72 mm. 48º
4 65.66 mm. 24.75 mm. 09.45 mm. 60º
5 98. 00 mm. 19.00 mm. 11.00 mm. 27º

Cuadro 8. Dimensiones de los cinceles experimentales

Se elaboraron cinco cinceles, para trabajo de diferentes manufacturas con otras


materias primas. Los cinceles número uno y dos fueron usados como
herramientas para seccionar piezas con la ayuda de los jóvenes estudiantes de
la Escuela Nacional de Antropología e Historia, pertenecientes a la optativa

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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técnica del “Taller de hueso y concha”. El cincel número uno se utilizó para
dividir por percusión indirecta, unas piezas de hueso dentro del proceso de
manufactura, conocida como técnica de extracción, en donde se mezclaron la
de desgaste por corte realizada con lascas se obsidiana de filo vivo. Ellos
utilizaron los cinceles uno y dos como herramientas para manufacturar diversos
objetos como punzones, alisadores, anillos, entre otros. El cincel número dos
fue usado para seccionar piezas de concha, por los mismos alumnos.

Los cinceles tres y cuatro fueron usados como herramientas para realizar cortes
en la mica. Este proceso se llevó a cabo en colaboración del joven Edgar
Rosales, quien presentó la tesis de mica trabajada en Teotihuacan (ver más
detalle de la experimentación de la mica en Rosales, 2004).

El cincel número cinco fue empleado como si fuera un formón, en trabajo de


desgastar la madera.

Los cinceles del uno al cuatro comparten la misma morfología que mencionaré
en seguida: son realizados en fémures de vaca, cocidos previamente, con el
canal alterado; la ubicación de las modificaciones de manufactura se presentan
en las partes tanto proximales, mesiales y distales; la forma de las piezas es
rectangular o semirectangular; la forma de la sección transversal es cóncava
convexa; se presentan huellas de la técnica de extracción por ranurado y dos
cortes transversales. En el caso del ranurado, se presentan como incisiones
alargadas que corren paralelamente al eje principal de cada pieza. Entre tanto,
en los dos cortes transversales se observan pequeñas incisiones
perpendiculares al eje principal. Y para la técnicas de elaboración se usó la
abrasión en la zona activa de las piezas para dar la forma de bisel, y de la
misma manera esta técnica se presenta en la parte mesial para darle acabado y
borrar los bordes residuales de la ranura; ellas se observan como incisiones
transversales pequeñas continuas unas de otras; semejan al raspado.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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En el caso del cincel número cinco, el soporte fue de una vaca (Bos taurus);
empero la manufactura fue distinta. La técnica de extracción fue mediante
percusión directa; se obtuvieron esquirlas de la matriz, de las cuales se tomó un
fragmento de la mitad proximal del metacarpo. Se observan en sus bordes del
lado izquierdo irregularidades y además son filosas. En la parte distal de la
pieza se realizó el bisel mediante la técnica de percusión directa, con golpes
concéntricos, para que se fueran desprendiendo microlascas y de esa manera
reducir el grosor, para posteriormente efectuar la técnica de abrasión. El tiempo
de realizar esta manufactura fue de media hora.

a) Discusión de los resultados para los cinceles.

Los resultados de la fase experimental de los cinceles fueron muy reveladores,


comenzando por el cincel número uno que fue aplicado al trabajo de la propia
industria del hueso. Los jóvenes de la ENAH antes de usarlo, realizaron primero
un desgaste sobre la materia prima de hueso, con lascas de obsidiana de filo
vivo; una vez obtenido un corte transversal, se procedía a colocar el cincel
sobre esta ranura; el cincel recibía en su extremidad proximal el impacto del
percutor; esta acción ayudaba a seccionar la materia prima dentro de las
primeras fases de manufactura en la industria ósea. Esta acción, los alumnos la
repetían en cada corte para sus piezas de hueso; ellos sugirieron que era muy
eficiente.

Las huellas de uso en el cincel uno son las siguientes: en la extremidad


proximal se observa bajo el microscopio un levantamiento de microesquirlas;
éstas se observan en forma de capas en toda la zona, algunas veces alargadas
y otras cortas. Esta huella, en la propuesta, se le conoce como esquirlado. En la
extremidad distal se observan pequeños hundimientos, heterogéneos en la
mayoría del borde, y en la parte de la cara del bisel se presentaron incisiones
cortas y continuas paralelas al eje principal. Esta huella se conoce como
piqueteado. Las características antes mencionadas fueron detectadas con
bastante correspondencia con las piezas arqueológicas de Xalla (cuyos números
pertenecen a los RT’s: 8924, 4766, 699; y además las bolsas 4860 y 47417);

93
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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todos estos artefactos están hechos en soporte de tibia o fémur cocidos de


humano.

El cincel dos, como mencionamos arriba, fue usado en conchas cuyo grosor no
rebasaba el centímetro y medio. Para su empleo se realizó en la concha primero
un desgaste con lascas de obsidiana, hasta obtener una ranura algo profunda,
luego era colocado el objeto de concha en un yunque de madera. El cincel era
colocado en la ranura y de esta manera, por percusión indirecta, se obtenía una
fractura que se extendía en la ranura y de esa manera dividir la concha de una
forma controlada y rápida.

Para este cincel las huellas de uso son las siguientes: en la extremidad proximal
se observa bajo el microscopio el esquirlado, como un acomodo de capas por el
levantamiento de microesquirlas, algunas veces alargadas y otras cortas. Para
la extremidad distal se observan pequeños hundimientos en el borde, y además
se presentan aristas rebajadas semi-redondeadas, conocidas como embotadas.
En estos dos casos no tocaban el borde activo al yunque de madera. El tiempo
empleado fue de 5 horas. En este ejercicio de comparación con los artefactos
arqueológicos de Xalla se presentaron estas piezas cuyo número de bolsa es
43223 RT 5434 y la bolsa 31345.

En los cinceles número tres y cuatro, que fueron empleados para manufacturar
mica, con la colaboración de Edgar Ariel Rosales, él sugirió que se emplearan
para cortar la mica a la manera como actualmente se usa cinceles para picar el
“papel de china” que usamos el las fiestas de Día de Muertos. La mica se
colocaba en diferentes yunques, como fueron una tabla de madera, un
fragmento de metate de basalto y una laja (ver más detalle de esta
experimentación en la tesis de Edgar Rosales, 2004). El cincel era colocado
encima de la mica, y con varios impactos, éste se marcaba en la superficie de la
mica; de esta manera se obtenían formas geométricas como cuadrados y
círculos.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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El cincel tres presentó las siguientes huellas de uso: en el borde proximal que
recibía el impacto del percutor de piedra, provocaba levantamientos de
esquirlas; por la conjunción de estas huellas se le denomina esquilado. El cincel
en su borde distal, a la acción del impacto del percutor marcaba el borde a la
mica; ambas chocaban con la superficie del yunque, por lo cual esta acción
dejaba distintas huellas, dependiendo del material del yunque. Nuestra pieza
tres fue empleada con la mica delgada y un yunque de madera. En el borde del
bisel se presentaron muy leves hundimientos; se mantenía casi el 90% de la
forma del bisel, es decir, no sufría mucha modificación.

En el cincel cuatro, la huella de uso ubicada en la extremidad proximal fue que


no se presentaran grandes desprendimientos de esquirlas; debido al empleo de
un percutor suave que era un hueso de vaca, sin embargo se aprecian tres
levantamientos pequeños. En donde se pudieron observar huellas claras fue en
la extremidad distal que estuvo en contacto con el yunque de basalto. La
caracterización de esta huella fue que se empezó a rebajar el borde activo,
achatarse, característica del embotado, y se presentaron hundimientos anchos
y profundos uniformes en todo el borde, lo cual hizo que nuestra pieza perdiera
su ángulo activo y se tuviera que proceder a darle mantenimiento. El tiempo
empleado en la experimentación fue de una hora aproximadamente. Las piezas
arqueológicas de Xalla que posiblemente fueron usadas para el trabajo de mica
son los RT’s: 7968, 9162 y 5229, ambos comparten huellas en la proximal como
el esquirlado y en distal, el piqueteado. Además del artefacto de la bolsa 41247,
éstos están hechos en soporte humano.

El quinto cincel, como ya se mencionó, fue empleado para desbastar madera


seca de pino, cuyos resultados en huellas de uso son muy interesantes. Se
empleó el cincel en forma de formón, colocándolo de forma paralela a los
anillos de crecimiento; luego con un percutor se le golpeaba en la parte
proximal del instrumento y de esta manera se procedía a desgastar y obtener
virutas de la madera.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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La huella de uso presente en la parte proximal es un piqueteado y un


achatamiento en este borde, por el contacto del percutor; esta huella se
presenta porque la epífisis del metacarpo resultó ser dura. Mientras tanto la
huella de uso en la parte distal se presenta en forma de un pulido en la mitad
de la zona activa, además que se observa cómo han desaparecido la mayoría
de las estrías dejadas por la abrasión. El borde distal no ha sufrido
modificaciones de desgaste, piqueteado o embotado como en los casos de los
demás cinceles. El tiempo empleado en la madera fue de media hora. Las
piezas arqueológicas de Xalla que comparten las huellas de madera, son las que
tienen los RT’s 2803, 2453, 4018, 5387, 3987, 4593, 7694, 5892 y la bolsa del
número 28730. Estos resultados se resumen en el siguiente cuadro:

Cincel Huella de uso en la Huella de uso Empleado como


experimental proximal distal herramienta en:
Piqueteado uniforme
1 Esquirlado Hueso de animal
y ligero estriado
Piqueteado y ligero
2 Esquirlado Concha
embotado
3 Esquirlado Piqueteado Mica
Piqueteado y
4 Esquirlado Mica
embotado.
Piqueteo y Pulido y se borraron
5 Madera seca de pino
achatamiento las estrías

Cuadro 9. Resultados de los cinceles experimentales.

3.1.3 Experimentación y comparación morfológica y morfométrica


entre las púas de maguey y los punzones de hueso para determinar su
uso para el autosacrifico.

En algunas de las literaturas encontramos el uso de punzón de hueso para


autosacrificio (Durán, 1967; Heyden, 1972; Aguirre, 2002). Pero en realidad
qué sabemos sobres sus características morfológicas. Solamente conocemos
que según Durán (1967) menciona que eran de hueso de águila y tigre
(jaguar), y usados por los reyes mexicas. Bajo nuestra propuesta metodológica

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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realizamos el análisis de los punzones de hueso que fueron posiblemente


usados para este fin. En el trabajo de Doris Heyden (1972) intitulado
“Autosacrificio prehispánico con púas y punzones”, se menciona el uso de púas
de maguey que eran empleadas para sangrarse en algunas fiestas de los
mexicas. Entonces nos dimos a la tarea de realizar un análisis comparativo
entre las caracteristicas morfológicas y morfométricas de las púas de maguey y
los punzones de hueso del sitio Xalla, para determinar su posible uso.

Las púas analizadas resultaban ser objetos automorfos, es decir, no tenían


ningún proceso de manufactura y se les aprovechaba por su forma y punta
aguda (ver imagen 13). La púa de maguey presenta una punta ahusada,
longitudes entre 60.7 a 70.7 mm, ángulos de 8º a 10º, grosor entre 5.5 a 8.5 m
e índices que se describen en el cuadro siguiente:

Índice de Índice de
Índice de Índice de Índice de Índice de superficie laminación
laminación pasividad superficie masividad del borde del borde
activo activo
0.85-1.27 387.75-494.9 424.5-634.5 0.02- 0.05 1.25- 4 0.6- 1.6

Cuadro 10. Índices morfométricos para las púas de agave.

En síntesis los artefactos de hueso que por su atributos son candidatos a ser
usados para el autosacrifico son las puntas de
las agujas, alfileres y punzones que se
asemejen a estas características como son
puntas cortantes o ahusadas, ángulos de 8 a
10º y una longitud promedio de 60.7 a 140
mm. Posiblemente los artefactos de Xalla que
son candidatos para este empleo son los
Imagen 123. Púas de agave actuales
siguientes RT’s: 9078 (AA 71); 6404 (AA 47);
4669, 4668 y 4663 (AA38; y por último los 2960, 2968 y 29973 (AA 30).

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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CAPITULO IV. DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS

4.1. Antecedentes de Teotihuacan

El valle de Teotihuacan se encuentra ubicado al nordeste de la amplia Cuenca


de México, caracterizada por ser una planicie levemente inclinada al oeste y
alargada en dirección nordeste–suroeste. Su altura promedio va desde los
2,250 hasta 2,850 metros sobre el nivel del mar (Lorenzo, 1968; Matos, 1990;
Sanders, 1965; Padró, 2002).

El valle tiene por límites al norte una cadena de volcanes aislados entre los
cuales destacan el Cerro Gordo, el de Malinalco, mientras que en el noreste se
encuentra la planicie de Tepeapulco-Apan y la Sierra de Río Frío, en donde se
ubica el cerro Cuauhtlatzingo. Por el oeste el límite más importante es el cerro
Tlahuilco y por el sur la Sierra de Patlachique, el cerro del mismo nombre
además de otros cerros aislados (Sanders, 1965; Padró, 2002).

El clima general se puede describir como semiseco-templado, con vientos


dominantes provenientes del noreste. El mes más frío es el de enero con
temperaturas en partes bajas del valle que van de 10º a los 12º, para altitudes
menores de 2,600 m. El mes de junio es el más caliente, con temperaturas
medias entre 18º y 19º centígrados en el fondo del valle, aunque tienden a
disminuir conforme aumenta la elevación (García, 1968; Ordóñez, 1979; Padró,
2002).

En la vegetación del valle coexisten cuatro comunidades vegetales


principalmente; éstas son las de los pastizales, el de matorral xerófilo, los
matorrales de Quercus y los bosques de encino (Rzedowski, 1994).

El recurso faunístico explotado por los grupos que habitaron Teotihuacan se


puede resumir en animales locales propios del valle y los traídos por
intercambio o comercio.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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En el valle de Teotihuacan existen tortugas (género Trachemys sp. y


Kinosternon sp.) que comparten el hábitat con algunos otros organismos en
cuerpos de agua, como los patos, de diverso colorido. Dentro de los mamíferos
que aparecen en el valle están los conejos castellanos (Sylvilagus floridanus) y
los conejos de monte (Sylvilagus cunicularius); éstos se encuentran en la
cuenca de México y aparecen con mucha frecuencia en los registros
arqueológicos de Teotihuacan. Los conejos audubones (S. audubonii) son de
zonas áridas del norte del país, pero su distribución en la cuenca de México se
limita a la parte norte. Las liebres (Lepus callotis) y las liebres de cola negra
(Lepus californicus) se centran en zonas de llanos secos. También tenemos la
presencia de otros organismos como zorrillos, tlacuaches, ratones, ardillas,
tuzas, lobos y coyotes. Pero asimismo están los venados y berrendos como
aquellos organismos de gran talla para la explotación de carne (Valadez, 1992).
Dentro de los animales domesticados se encuentran los guajolotes y los perros
que fueron aprovechados como un recurso de alimentación y como recurso
para la confección de ciertos objetos tanto de atavíos, como ornamentales.

4.2. Cronología del Teotihuacan

Fase Miccaotli (100- 200 d. C)

En esta fase la ciudad alcanza su máxima extensión que fue, según Millon
(1976: 72), aproximadamente de 22 Km2, con una población de 45 000
habitantes, los cuales se distribuyeron hacia el área sur y este de la urbe; dicho
movimiento probablemente se deba a que en esta fase los pantanos del sur se
fueron desecando.

Las áreas ocupadas durante esta fase fueron las mismas que se mantuvieron
pobladas hasta la caída de la ciudad. Para entonces Teotihuacan adquiere su
característica división en cuatro cuadrantes o sectores gracias a la construcción

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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de la Calzada de los Muertos, la Avenida Este-Oeste y la Ciudadela,


convirtiéndose ésta en un punto geográfico central de la ciudad.

Además de las avenidas se construyen la primera fase del Templo de


Quetzalcóatl, el Grupo Viking y posiblemente el Templo de la Agricultura
(Matos, 1990; Millon, 1973). Al igual que la población, los poderes políticos y
religiosos se desplazaron hacia el sur de la ciudad; así la Ciudadela se convierte
posiblemente en el centro de dichos poderes. La Calzada de los Muertos
constituye el eje principal de la traza ortogonal, con una orientación típica
teotihuacana de 15º 17´ al este del norte, y con una longitud de 3 km. y 45 m.
de anchura (Manzanilla, 1995).

Fase Tlamimilolpa (200 – 350 d.C.)

Para esta fase se ha calculado que la ciudad mantenía la misma extensión de


22 km2, pero su población aumentó aproximadamente a 65, 000 habitantes
(Millon 1976: 73). En las construcciones se encuentran edificios con varias
etapas constructivas, como el Templo de Quetzalcóatl, el cual está cubierto por
una fachada de talud – tablero. También se inicia la construcción de los
conjuntos departamentales, entre ellos los de Xolalpan, Tepantitla, Tetitla,
Zacuala y Tlamimilolpa. Algunos murales importantes, como por ejemplo el de
las Aves en Vuelo, en el edificio de los Caracoles Emplumados, también
corresponden a este periodo. Estas construcciones fueron hechas siguiendo un
patrón definido que constituía en rodear los conjuntos por un muro externo,
carente de ventanas y accesibles por una sola entrada (Manzanilla, 1995). Para
entonces se da la relación más estrecha entre Teotihuacan con la zona del
Golfo de México y el área maya (Matos 1990).

Fase Xolalpan (350 – 550 d.C.)

Millon propone que tuvo una extensión promedio de 20 Km2 y corresponde a


los tiempos de mayor influencia teotihuacana, tanto dentro y fuera del Valle de

100
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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México (1973). Durante esta fase, la zona central urbana muestra un


crecimiento acelerado en cuanto a la construcción de conjuntos habitacionales,
aumentando éstos en cantidad, tendencia que comenzó en la fase anterior. La
mayor parte de los conjuntos departamentales de Tepantitla, Zacuala,
Yayahuala y Atetelco fueron construidos y ampliados en esta época. El
complejo Calle de los Muertos entró en su segunda fase de construcción a gran
escala, basándose en las construcciones de la fase anterior y con cambios
importantes en su iconografía (Rattray 1998: 266).

Con la construcción del Gran Conjunto el centro ceremonial adquiere la


configuración urbana que se aprecia al presente. Para entonces la población de
la ciudad alcanza su máximo nivel albergando así entre un 50% y un 60% del
total presente en la cuenca. Se estima que al menos un 25% de esta población
eran especialistas en actividades de orden económico, religioso y político,
algunos de ellos quizás de tiempo completo (Millon, 1976).

Fase Metepec (550 -650 d.C.)

En esta fase no se llevaron a cabo construcciones completamente nuevas en la


zona central de la ciudad, ni en la periferia; sin embargo, las evidencias señalan
que hubo cierta prosperidad antes de la desintegración de la urbe. Esta fase
corresponde a los años que vienen después de la destrucción de la civilización
teotihuacana, por lo que entonces se pueden apreciar evidencias de deterioro.
A partir del siglo VII muchos de los edificios del centro de la ciudad ofrecen
señales por daños de fuego5 o colapso y no parecen haber sido reconstruidos
(Millon 1973). La propuesta para la caída de Teotihuacan incluye una
combinación de posibles factores como condiciones ambientales adversas,
revueltas internas y saqueos por parte de grupos bárbaros. Esta situación de
declive cultural arrastró consigo la reducción en la extensión territorial a una
quinta parte del tamaño que tuvo en los periodos de Tlamimilolpa y Xolalpan,
situación que fue particularmente significativa en el sector sur de la ciudad. De

5
El fuego esta fechado hacia el 550 – 570 d. C.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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igual modo, continuó la merma de la población, para entonces, de unos 70, 000
habitantes y el área urbana en 20 km2.

4.3. Análisis del sitio: Xalla

4.3.1. Antecedentes de Xalla


La información presente de la descripción y ubicación de estructuras de Xalla,
así como las áreas de actividad, son parte del proyecto “Teotihuacan: Elite y
Gobierno” del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad
Nacional Autónoma de México, propuesto desde 1997 por la Dra. Linda
Manzanilla; concibió desde el inicio el estudio integral de los conjuntos
arquitectónicos de Teopancazaco y Xalla (la mayoría de los datos que se
presentan en este capítulo son parte de los informes de campo presentados por
Manzanilla y López Luján en 2001a, 2001b, 2001c, 2001d, 2001e, 2002, 2003 y
Manzanilla, 2004). Los dos objetivos principales del proyecto son los siguientes
(manzanilla, 1997):
a) Conocer la forma de vida de la élite teotihuacana, a través del estudio de las
actividades en sus moradas.

b) Determinar en manos de quién estaba el gobierno de la ciudad.

Acerca del primer punto, se han excavado dos conjuntos arquitectónicos:


Teopancazco (conjunto de élite) y Xalla (probable sede de quienes gobernaban
la ciudad); y se ha tratado de establecer: cómo vivía el grupo en el poder, qué
actividades llevaron a cabo en sus residencias, cuál era su dieta, a qué recursos
tenían acceso, cuánta gente habitaba en dichos conjuntos y a qué grupo étnico
pertenecían (Manzanilla 1997; Manzanilla y López Luján, 2001b; 2001c; 2001d).
Xalla, nuestro caso de estudio, está ubicado entre la Pirámide del Sol y la Luna;
en los cuadrantes N4E1 del plano de René Millon y asociados (1973); además
es un gigantesco conjunto arquitectónico, de los cuales hay pocos en
Teotihuacan, de alrededor de 174 m en sentido norte-sur y 213 m en sentido
este-oeste (37 000 m2 aproximadamente) y por ende, sólo de menor tamaño al

102
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Complejo Calle de los Muertos y a la Ciudadela (Manzanilla y López Luján,


2001a). Por otra parte hay que tomar en cuenta la gran antigüedad y
prolongada historia constructiva, que de acuerdo con estudios urbanísticos de
Millon y Cowgill, Xalla está enclavada en uno de los sectores más viejos de la
ciudad. Por ello, Millon (idem: 3) ha sugerido que Xalla sería el palacio de la
fase Tzacualli, dada su evidente asociación espacial con la Pirámide del Sol.
Esta propuesta cae en consonancia con los materiales allí recolectados por el
Teotihuacan Mapping Project, entre los que se identificaron numerosos
tepalcates de las fases más tempranas.

Probablemente fue edificada en su traza visible al inicio de la fase Tlamimilolpa,


en una ubicación privilegiada, pues se encuentra entre las dos construcciones
monumentales principales de la ciudad, pero con un grado de privacidad, ya
que no está directamente sobre la Calzada de los Muertos. Está aislada por
muro perimetral, el cual mide unos tres metros de espesor. A lo largo de su
perímetro, dicho muro únicamente se interrumpe en dos ocasiones para formar
un par de accesos. El acceso principal es una estrecha escalinata que se localiza
al centro de la fachada occidental y que comunica el exterior con el Edificio 25.
El segundo acceso es una amplia abertura que une el lindero noroeste del
conjunto con la Plaza 8. La monumentalidad del sitio está integrada por un total
de 29 edificaciones y ocho amplias plazas. Su centro es una gran plaza de
cuatro estructuras, alrededor de un templo central. Esta plaza recuerda la flor
de cuatro pétalos, que pudiera ser el símbolo de la cuidad misma, como modelo
del cosmos, patrón que sólo se encuentra en este complejo ya que la
regularidad es la presencia de plazas de tres templos. Además, sabemos de la
existencia de pinturas murales a partir de una trinchera de saqueo excavada en
el interior del Edificio 11 durante los sesentas. En cuanto a la presencia de
objetos suntuarios, cuantiosos fragmentos de brasero, mica y piedra verde
fueron detectados en la superficie durante los trabajos del Teotihuacan
Mapping Project (idem).

103
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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La propuesta de la Doctora Manzanilla y del Doctor López Luján (idem: 4) es


que el sitio cuenta con un plano arquitectónico sumamente complicado, el cual
bien pudiera obedecer a la lógica de un palacio multifuncional. Estos dos
investigadores proponen que la franja occidental de Xalla, conformada por las
plazas 6, 7 y 8, estaba dedicada a las áreas de acceso, almacenamiento,
producción artesanal
y administración; en
la franja central,
conformada por las
plazas 1, 2, y 5, se
encuentran el área
de ceremonias cívicas
y religiosas, y las
posibles salas de
consejo y de trono;
finalmente en la

franja oriental,
Figura 19. Mapa general del sitio Xalla (tomado en Manzanilla, 2001a)
plazas 3 y 4, las
más privada de todas, podría estar los aposentos de los gobernantes (ver figura
19).

Durante las dos primeras temporadas 2000 y 2001 del Proyecto Teotihuacan:
“Elite y Gobierno” (Manzanilla y López Luján Luján, 2001a, 2001c y 2002),
centraron los trabajos en la plaza central del conjunto, la cual se trata de un
espacio ocupado por un santuario central con cinco épocas constructivas
rodeado por cuatro plataformas de más de 3 m de altura que albergaban
amplias salas con huellas de incendio en su etapa final.
Así, el proyecto plantea que Xalla es un complejo arquitectónico que reúne
también las condiciones suficientes para sen considerado hipotéticamente como
una de las estructuras palaciegas más antiguas e importantes de la ciudad,
más para deliberación de decisiones para un grupo de co-gobierno de jefes de
sectores, que para habitación. En síntesis este conjunto tiene una larga historia

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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de remodelación que al parecer comenzó en la fase Miccaotli (100 – 200 d. C.)


y concluye en Xolalpan (400 -550 d. C.) (López Luján, et al., 2004).

4.3.2. Descripción general de los materiales de la industria


del hueso en Xalla

De los materiales que han aparecido en diferentes contextos como son las
plazas, cuartos y de áreas de actividad, contamos con un total de 386
artefactos, de los cuales el 74.87% son herramientas, el 1.55% son votivos y el
3.37% corresponden a objetos ornamentales. La presencia de preformas con
un 4.15% y la de desechos con el 16.06% de la muestra, nos sugieren que en
este sitio de elite se manufacturaban algunas herramientas y objetos
ornamentales (ver tabla 1).

105
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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USO FRECUENCIA PORCENTAJE


Utilitario 289 74.87%
Ornamental 13 03.37%
Votivo 6 01.55%
Preforma 16 04.15%
Desecho 62 16.06%
Total 386 100.0%

Tabla 1. Frecuencia general de los usos de los artefactos.

El grado de conservación de los materiales de hueso trabajado es bueno. Los


artefactos completos constituyen un 12.86%; de tal manera que los
fragmentados (se le denominó así al artefacto que presenta menos de 50% de
pieza original) corresponden a la mayor frecuencia con el 65.88% de la
muestra; la frecuencia de piezas incompletas está representada en un 21.26%.
La conservación del hueso es muy favorable para nuestra investigación, pues
aún se alcanzan a observar huellas de origen natural (tafonomía) y huellas
culturales.

. La materia prima utilizada en Xalla tiene relación con aves, reptiles y en su


gran mayoría los mamíferos. De las aves se pudo determinar la utilización de
guajolote (Meleagris gallopavo), posiblemente el tibiotarso de éstos para la
elaboración de una varilla; las aves están representando el 1.04% de la
muestra total de 386 (ver tabla 2 y 3).

En el caso de los reptiles las tortugas (Kinosternon sp y Trachemys sp), se


están elaborando de su caparazón y plastrón, botones y placas de tipo
ornamental, y están presentes en un 0.78%.

Los mamíferos en la muestra ocupan un 98.16%, de los cuales sobresale


señalar que el hueso humano (Homo sapiens sapiens) ocupa el 18.13%, fue de

106
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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los organismos más usados por sus huesos largos, que son de mayor longitud y
grosor, como las tibias, fémures, húmeros, cúbitos y radios, de la misma
manera los huesos planos como los parietales y occipitales. Los artiodáctilos a
los que nos referimos son a los venados (Odocoileus virginianus) y berrendos
(Antilocapra americana), que representan el 09.59 %; los huesos largos más
frecuentes son las extremidades inferiores, como fémur, tibia y metatarso.

Tipo de
Uso A B C D E F G H I Total
artefacto
Utilitario Aguja 0 0 0 55 0 0 0 0 0 55
Utilitario Alfiler 0 0 0 6 0 0 0 0 0 6
Utilitario Alfiler o aguja 0 3 0 142 1 1 0 0 0 147
Utilitario Alisador 0 0 0 1 1 2 0 0 0 4
Utilitario Espátula 0 0 0 0 1 0 0 0 0 1
Utilitario Cepillo 0 0 0 0 1 0 0 0 0 1
Utilitario Cincel 0 0 0 0 23 0 0 0 0 23
Utilitario Estique 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1
Omichicahuazt
Utilitario 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1
li
Percutor-
Utilitario 0 0 0 0 0 1 0 0 0 1
retocador
Perforador-
Utilitario 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1
percusión
Utilitario Punzón 0 0 0 16 4 10 1 0 0 31
Utilitario Mango 0 0 0 0 1 0 0 0 0 1
Utilitario Raspador 0 0 0 0 1 0 0 0 0 1
Utilitario Varilla 1 0 0 1 1 0 0 0 0 3
Utilitario Objeto biselado 0 0 0 1 4 2 0 0 0 7
Objeto
Utilitario 0 0 0 1 0 1 0 0 0 2
espatulado
Objeto
Utilitario 0 0 0 1 1 0 0 0 0 2
puntiagudo
Utilitario Objetos romos 0 0 0 0 0 0 0 1 0 1
Tubo
Votivo 0 0 0 0 1 0 0 0 0 1
esgrafiado
Votivo Figurilla 0 0 0 4 0 0 0 0 1 5
Ornamenta
Alfiler 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1
l
Ornamenta
Orejera calada 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1
l
Ornamenta
Botón 0 0 1 0 0 0 0 0 0 1
l
Ornamenta
Cuenta o botón 0 0 0 0 1 0 0 0 0 1
l

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Ornamenta
Orejera 0 0 0 0 0 3 0 0 0 3
l
Ornamenta
Placa 0 0 1 3 0 0 0 0 0 4
l
Ornamenta
Cuenta 0 0 0 2 0 0 0 0 0 2
l
Preforma Aguja 0 0 0 3 0 0 0 0 0 3
Preforma Aguja o estique 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1
Preforma Alfiler o aguja 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1
Objeto
Preforma 0 0 1 0 1 3 0 0 0 5
automorfo
Omichicahuazt
Preforma 0 0 0 0 1 0 0 0 0 1
li
Preforma Punzón 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1
Preforma Varilla 0 0 0 2 1 1 0 0 0 4
Desecho Lasca 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1
Desecho Punzón 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1
Objeto
Desecho 0 0 0 18 25 12 2 1 0 58
automorfo
Desecho Matriz 0 0 0 0 1 1 0 0 0 2
Total 1 3 3 266 70 37 3 2 1 386
Guajolote A Venado o berrendo F
Ave B Cánido G
Tortuga C Liebre o conejo H
Mamífero D Cánido o mustélido I
Humano E

Tabla 2. Relación entre materia prima y artefactos

MATERIA PRIMA FRECUENCIA PORCENTAJE


Guajolote 1 00.26%
Ave 3 00.78%
Total de Ave 4
Tortuga 3 00.78%
Total de Reptiles 3
Mamífero 266 68.91%
Humano 70 18.13%
Venado o berrendo 37 09.59%
Canido 3 00.78%
Liebre o conejo 2 00.52%
Mustélido o canido 1 00.26%

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Total de mamíferos 383


Total general 386 100.00%

Tabla 3. Frecuencia general de la materia prima

De los objetos de uso utilitario, se presentan con mayor frecuencia en el sitio de


Xalla los fragmentos de alfileres o agujas con un porcentaje del 51.04%;
seguidos de las agujas con el 19.10%; de igual manera los punzones con el
10.76% y los cinceles con el 7.99% de la muestra; los artefactos restantes
como los alfileres, los objetos biselados entre otros, representan el 11.11% (ver
tabla 4).

TIPO DE
USO FRECUENCIA PORCENTAJE
ARTEFACTO
Utilitario Aguja 55 19.10%
Utilitario Alfiler 6 02.08%
Utilitario Alfiler o aguja 147 51.04%
Utilitario Alisador 4 01.39%
Utilitario Espátula 1 0.35%
Utilitario Cepillo 1 0.35%
Utilitario Cincel 23 07.99%
Utilitario Estique 1 00.35%
Utilitario Omichicahuaztli 1 00.35%
Percutor-
Utilitario 1 00.35%
retocador
Perforador-
Utilitario 1 00.35%
percusión
Utilitario Punzón 31 10.76%
Utilitario Mango 1 00.35%
Utilitario Raspador 1 00.35%
Utilitario Varilla 3 01.04%
Utilitario Objeto biselado 7 02.43%

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Objeto
Utilitario 2 00.69%
espatulado
Objeto
Utilitario 2 00.69%
puntiagudo
Utilitario Objeto romo 1 00.35%
Total 289 100,00%

Tabla 4. Frecuencia general del uso utilitario

De los objetos de uso ornamental se obtuvieron sólo 13 artefactos. Las orejeras


de tipo hueco fueron las más representativas con un 23.08%; mientras las
placas abarcan el 30.77%, y las cuentas con un 15.38% de los ornamentales.
Se tiene un solo ejemplar de alfiler, botón, orejera calada y cuenta o botón de
estos objetos que representan 30.77% (ver tabla 5).

TIPO DE
USO FRECUENCIA PORCENTAJE
ARTEFACTO
Ornamental Alfiler 1 07.69%
Ornamental Orejera calada 1 07.69%
Ornamental Botón 1 07.69%
Ornamental Cuenta o botón 1 07.69%
Ornamental Orejera 3 23.08%
Ornamental Placa 4 30.77%
Ornamental Cuenta 2 15.38%
Total 13 100,00%

Tabla 5. Frecuencia general del uso ornamental

Los objetos de uso votivo son aquellos que por su forma y contexto
posiblemente fueron usados de forma ritual; en esta colección sobresalen las

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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figurillas6 y un tubo esgrafiado que representan el 1.3% de la muestra (ver


tabla 2).

La frecuencia total de las preformas son 16, de las cuales los objetos
automorfos y las varillas representan el 56.25%; éstos forman parte de la
técnica de extracción. Y como parte de la técnica de elaboración se presentan
las agujas, alfileres y punzones, que representan el 43.75% (ver tabla 6).

6
Estas figurillas son zoomorfas y antropomorfas.

111
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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TIPO DE
FRECUENCIA PORCENTAJE
ARTEFACTO
Aguja 3 18.75%
Aguja o estique 1 06.25%
Alfiler o aguja 1 06.25%
Objeto automorfo 5 31.25%
Omichicahuaztli 1 06.25%
Punzón 1 06.25%
Varilla 4 25.00%
Total 16 100.00%

Tabla 6. Frecuencia general de preformas.

Los desechos son 62 piezas. La mayoría son objetos automorfos (93.55%) de


desecho de la manufactura, pero también se presentan núcleos o matrices
(3.23%) de donde se han obtenido preformas. El resto del la muestra son una
lasca y un punzón (3.22%) (ver tabla 7).

TIPO DE
FRECUENCIA PORCENTAJE
ARTEFACTO
Lasca 1 01.61%
Punzón 1 01.61%
Objeto automorfo 58 93.55%
Matriz 2 03.23%
Total 62 100,00%

Tabla 7. Frecuencia general de desechos.

112
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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4.3.3. Descripción de los materiales por espacios


arquitectónicos

El conjunto arquitectónico de Xalla está conformado por ocho plazas y 33


estructuras. El “Proyecto Teotihuacan: Elite y Gobierno” ha excavado
aproximadamente el 5% de este conjunto; de éste ha sido liberada la Plaza 1
donde se encuentran las estructuras 1, 2, 3, 4 y 9; la Plaza 2 que alberga las
estructuras 12 y 11; porciones pequeñas de la Plaza 4 y la Plaza 5.

a. Plaza 1.
La plaza principal de Xalla fue denominada como Plaza 1. René Millon (1973) la
dibujó con cuarto estructuras, una a cada punto cardinal, con un altar central
con escalinatas a cada lado (ver figura 20). La excavación de la plaza reveló
que el altar central era una estructura religiosa con una plataforma de 14 a 14
m, almenada, encima de la cual yacía un templo del cual ya no queda nada
pues su piso era muy superficial.
Después de la excavación
extensiva, quedó al descubierto;
sin embargo, el templo de etapas
anteriores se excavó hasta el piso
pulido de estuco (Manzanilla y
López Luján, 2001a).

En la porción oriental de la plaza el


piso de estuco estuvo asociado a
cerámica, lítica, barro quemado,
Figura 60. Edificios de la Plaza 1 (tomado de López
hueso, mica, roca sedimentaria, un Luján, et al., 2004)

fragmento distal de punta de proyectil de obsidiana gris y fragmentos de


almenas. Hacia el oeste, el piso de la plaza contuvo fragmentos de una figurilla
zoomorfa y una antropomorfa, un fragmento del núcleo de navajillas
prismáticas, fragmento de almena y fragmentos de aplanado con pintura roja

113
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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del recubrimiento de tablero y de la escalera de la Estructura 9 (Manzanilla y


López Luján: 2001a y 2001e).

En la tercera temporada de excavación (Manzanilla y López Luján, 2002)


hallaron un fragmento de escultura de felino o serpiente emplumada, como
parte del relleno del muro Coyotlatelco que yacía al frente de la Estructura 4
(ver tabla 8).

USO FUNCIÓN FRECUENCIA PORCENTAJE


Desecho Objeto automorfo 11 13.92%
Preforma Punzón 1 1.65%
Preforma Objeto automorfo 2 2.53%
Utilitario Espátula 1 1.65%
Utilitario Alfiler o aguja 23 29.11%
Utilitario Aguja 6 7.59%
Utilitario Alisador 1 1.65%
Utilitario Cepillo 1 1.65%
Utilitario Cincel 6 7.59%
Utilitario Objeto espatulado 1 1.65%
Utilitario Objeto biselado 5 6.35%
Utilitario Objeto puntiagudo 2 2.53%
Utilitario Objeto romo 2 2.53%
Utilitario Punzón 12 15.18%
Utilitario Varilla 1 1.65%
Ornamental Orejera calada 1 1.65%
Ornamental Orejera hueca 1 1.65%
Ornamental Cuenta cilíndrica 1 1.65%
Ornamental Figurilla 1 1.65%
Ornamental Placa rectangular 1 1.65%
Total 79 100.00%

Tabla 8. Frecuencia de artefactos provenientes de la Plaza 1.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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¾ Estructura 1.
Se trata de la estructura que cierra la Plaza 1 por el costado norte. Según el
informe de la cuarta temporada (Manzanilla y López Luján, 2003), tiene una
configuración similar a los cuartos que coronan las tres estructuras de la Plaza 1
(E2, E3 y E4); cuenta con pórtico y un cuarto amplio que contiene pilastras.

En esta estructura se hallaron cinco fragmentos de alfileres o agujas de los


cuales se tratan de partes mesiales y algunas puntas (RT7 8124, 8256, 8976,
9261 y 9195). Además dos objetos biselados: uno es un cincel (RT 8243) y se
encuentra hecho de la tibia o fémur de humano. También se presentan un
fragmento de punzón (Bolsa 56617) y una placa rectangular cuyo uso es
ornamental (bolsa 63618). En esta misma estructura se encontraron dos
fragmentos de desechos de la manufactura de hueso. Todos estos objetos
forman parte de los rellenos de este cuarto.

¾ Estructura 2.
Se trata de la estructura que cierra por el este de la Plaza 1 de Xalla. Se
excavó extensivamente esta estructura; tiene sus escalinatas y fachada
principal hacia el oeste y estuvo decorada posiblemente con jaguares
esculpidos en piedra, saliendo de portales del inframundo, así como paneles
armables de flores. El área del basamento es de 620.96 metros cuadrados; el
área de la capilla: 164.2 metros cuadrados; el área del cuarto: 108.45 metros
cuadrados. En la base de la fachada sur se halló un drenaje y numerosos
ixtapaltetes8 (Manzanilla y López Luján, 2002).

En la tercera temporada de excavación (idem) se halló una cala de saqueo


probablemente Coyotlatelco; fue excavada evidenciando un muro interior que

7
RT es la abreviatura del Registro Tridimensional que se les da a los artefactos arqueológicos hallados en
el “Proyecto Elite y Gobierno: Teotihuacan”
8
Los ixtapaltetes son lajas planas rectangulares, que en la construcción teotihuacana funcionaban de
soporte de donde se levantaba el tablero.

116
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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corría de este a oeste, que podría ser parte de los cajones constructivos o una
estructura anterior.

Dentro de los materiales asociados a esta estructura se presentan una aguja


completa (RT 3382), además de dos fragmentos de alfiler o aguja; el primero
se trata de una punta (RT 3830) y el segundo corresponde al cuerpo (bolsa
46827). En el caso de los punzones se presentan cuatro (RT 2705, 3971 y bolsa
3971) casi completos; se manufacturaron en huesos largos; sin embargo
tenemos una preforma de punzón dentro los rellenos (RT 2711). El grupo de los
cinceles realizados en las diáfisis de la tibia de humano, son tres, que presentan
la evidencia de huellas de uso (RT 2245, 3987 y 4766). De la misma manera, se
halló un objeto romo manufacturado en la diáfisis del venado o berrendo,
posiblemente relacionado con alguna actividad de albañilería. En el caso de los
objetos ornamentales se presenta una orejera hueca realizada en la diáfisis del
fémur de venado; se encuentra completa. Además tenemos un fragmento de lo
que posiblemente sea una orejera hueca (RT 705) quemada9 que tiene como
técnica decorativa el calado y con una incisión de esgrafiado; de ambas
técnicas los motivos son geométricos, y por su forma de tejido es probable que
la materia prima sea de mamífero. Dentro de los materiales, se presenta un
fragmento de desecho automorfo10 del fémur de humano (bolsa 44280).

Área de actividad 39 de la Estructura 2. Se trata de una oquedad o nicho que


fue hecho en el muro central sur (al interior, construido con xalnenes) de la
Estructura 2, de 1.10 por 1.45 m., de carácter ritual y de forma semicircular. Se
encontró una piedra semicircular de alguna forma obstruía la entrada al nicho.
Y además junto en la entrada del nicho, apareció un bloque de basalto
trabajado en forma de paralelepípedo, con estuco rojo. Los materiales
asociados a los rellenos fueron cerámica, fragmentos de figurillas, de la lítica
hay un fragmento de punta, un fragmento de excéntrico, lítica pulida, sílex,
pedernal, carbón, estuco, pizarra, mica, hueso de animal, huesos humanos

9
Posiblemente la temperatura estaría entre 300 a 400 ºC.
10
El desecho automorfo se refiere a que guarda su forma anatómica original.

117
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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(fragmento de cráneo y fragmento de maxilar), un fragmento de concha y


fragmento de estuco. Al parecer fueron colocando teas encendidas de madera
como materiales arqueológicos y encima tierra (Manzanilla y López Luján,
2002).

De los objetos de hueso trabajado tenemos una diáfisis de la ulna humana


fragmentada cuya función es un punzón (número de bolsa 42139); además un
fragmento de la diáfisis de fémur izquierdo humano, cuya función y huellas de
uso corresponde a un cincel (RT 5560). Se presenta el cuerpo proximal de la
aguja (RT 5559) cuyo ojal mide 1.47 mm de diámetro; un fragmento del cuerpo
de un alfiler o aguja; otro fragmento de la punta espatulada de un objeto
puntiagudo de soporte de mamífero (número de bolsa 44148). También se
presenta un desecho de fragmento de hueso largo por percusión (número de
bolsa 44148). La mayoría de estos objetos de hueso fueron desechados como
parte de los rellenos para tapar el nicho ritual.

Área de actividad 68 al pie de la Estructura 2. Se trata de un sistema de


drenaje localizado bajo el piso 1 de la Plaza 1 y que servía para drenar el agua
de lluvia. Corre de oeste a este al sur de la Estructura 2 hacia la Plaza 4 y pasa
por debajo del muro E2-B. Su forma es rectangular y mide aproximadamente
12 m de largo por 37 cm. de ancho y de 42 a 75 cm. de espesor, en donde se
hallaron varios fragmentos de cerámica, lítica, aplanados de estuco. Se
encontraron además tres fragmentos de almenas, dos cajetes, un fragmento de
orejera y una orejera de obsidiana, una esfera cerámica, una cuenta y una
lasca (Manzanilla y López Luján, 2003).

Dentro de la industria ósea se hallaron un alfiler o aguja (RT 8282) de punta


ahusada; una aguja incompleta (RT 8285) con color verdoso que nos señala la
presencia de cobre ocasionada por residuos orgánicos que estuvieron en el
drenaje; otra aguja fragmentada de punta cortante (RT 8390). Dentro de los
objetos presentes de la industria ósea, se encontró una diáfisis del fémur de
soporte humano (RT 8283), con cortes longitudinales y transversales, que

118
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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posiblemente era una preforma rectangular; además se presenta el mismo color


verdoso de los objetos antes anotados. La presencia de estos artefactos de
diferente materia prima nos sugiere que fueron desechados dentro del drenaje
como una actividad de relleno.

Estructura 2 (frente sur). En esta fachada se encontraron artefactos de hueso


en las capas 1 i-j, 1 l y 1 m-n; se trata de dos punzones fragmentados (RT’S:
4537 y 4551) conservándose la parte mesial; éstos fueron realizados en la
diáfisis del hueso largo de artiodáctilo; también un fragmento de la parte mesial
de una posible aguja o alfiler (RT 5009). Estos artefactos provienen de un
contexto de relleno.

Estructura 2 (frente este). En este frente se encuentra una de las escalinatas,


en donde se halló a nivel de la capa 1 m-n un artefacto de hueso incompleto;
se trata de la diáfisis del fémur de artiodáctilo (RT 1974); es una preforma
fragmentada colocada en el relleno.

¾ Estructura 3.
Se trata de la estructura que cierra la Plaza 1 por el costado sur. Se localizó en
el cuadro N325 y E364 en la capa 1a, una cuenta elaborada en hueso de
mamífero, cuyo uso se supondría fue ornamental.

¾ Estructura 4.
Esta cierra la Plaza 1 por el oeste. En la fachada oeste se presentó un talud. Se
excavó la cala de aproximación “H” hacia su facha oriental, en N346-347, E333-
353; la cala de aproximación “I” se dirigió hacia la fachada occidental, en N346
E329-335. En la esquina noreste de la Estructura 4 aparecieron varios bloques
labrados, quizás parte de la fachada, un fragmento de ceja de jaguar, que tuvo
16.5 por 15. 9 cm.; un fragmento de Huehuetéotl (rodilla derecha con un

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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pedazo de espiga y un resto de la mano con incisiones por los dedos)


(Manzanilla y López Luján, 2001e).

En la tercera temporada de excavación (Manzanilla y López Luján, 2002) se


definió bien la estructura 4. Esta se trata de una plataforma con tablero y talud,
con escalinata hacia el este; probablemente estuvo decorada con piedras
labradas y esculpidas y pintadas, como la Estructura 2. Arriba tiene un pórtico y
un cuarto, este último con pilastras. El área del basamento fue 546.4 metros
cuadrados; el área de la capilla: 165.77 metros cuadrados, el área del cuarto:
109.81 metros cuadrados; y el área del pórtico es de 3218 metros cuadrados.

El cuarto 1 es una gran sala con pilastras ubicada en la cima de la Estructura 4,


de 11.20 m. de largo por 9.60 cm. de ancho; cuenta con un pórtico o vestíbulo,
con acceso sencillo en el lado este; este vestíbulo tuvo 11.19 m en sentido
norte-sur. Tiene dos pilastras, la del norte tiene 95 cm. de ancho. La pilastra
fue cimentada antes de colocar el relleno de tepetate; se dispusieron también
los muros norte y sur del recinto grande. Contiene un piso de estuco que fue
liberado de los rellenos que contuvieron grandes vigas carbonizadas debido al
incendio que se dio al fin de la ocupación en el sitio, además de varias figurillas,
puntas de proyectil, alisadores, pulidores, tejos, punzones de obsidiana, esferas
de piedra, hueso humano, concha, caracoles, aplicaciones, estuco con pigmento
rojo, sellos y fragmentos de almena (Manzanilla y López Luján, 2001e).

En este cuarto a diferentes rellenos se hallaron cinco fragmentos de alfiler o


agujas (RT’S: 2760, 2807, 4262 4281 y la del número de bolsa 40508), de las
cuales tres son puntas y las dos restantes son cañas o parte mesial, todas ellas
manufacturadas por ranurado, abrasión, raspado y bruñido. Además se
localizaron varios objetos de hueso; entre ellos destacan los objetos biselados
(RT 2453 y el número de bolsa 48381). Ambos son de la diáfisis del hueso largo
de humano, se presenta la parte mesial y la parte distal de éstos; posiblemente
ambos sean cinceles; sumado a estos objetos esta el artefacto con el RT 2803
elaborado en la diáfisis de la tibia de humano cuya función y huellas de uso

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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corresponda a un cincel. En el mismo cuarto se tiene la presencia de un


fragmento de punzón (RT 1862), la de un cepillo para estuco y un alisador para
cerámica; éstos se han encontrado en distintos rellenos. Sin embargo se
hallaron en este cuarto dos fragmentos de desecho de manufactura de esta
industria (RT’s: 2072 y 4264), los cuales son esquirlas de huesos largos.

Área de actividad 22 del Cuarto 1 de la Estructura 4. Se trata de los entierros 2


y 2B (subadulto e infantil), circundados por un circulo de piedras y
probablemente de tiempos Coyotlatelco; están ubicados a 2.70 m. del muro sur
del cuarto 1. En los rellenos excavados se presentaron cerámica, lítica, mica,
pizarra, barro quemado, caracoles, caracol trabajado, conchas, lítica pulida,
esfera, alisador, fragmentos de figurillas, almena, huesos de animal,
mandíbulas y hueso quemado (Manzanilla y López Luján, 2001e).

En los huesos trabajados se presentan un objeto utilitario (RT 2748), se trata


de un fragmento de alfiler o aguja; además de una varilla (RT 2749) realizada
en hueso largo de mamífero (número de bolsa 31973); y un desecho con cortes
longitudinales de hueso largo de mamífero grande posiblemente humano. Estos
materiales óseos se puede apreciar que forman parte de los rellenos y no hay
alguna asociación directa, como ofrenda para los entierros.

Área de actividad 22b del Cuarto 1 de la Estructura 4. Se trata de una fosa,


abajo del piso y junto al entierro 2B. Los materiales asociados a la fosa fueron
cerámica con pigmento, aplicaciones, pigmento amarillo, fragmento de
figurillas, fragmento de madera, punta de proyectil, núcleo de navajillas,
navajilla con pigmento, alisador, caracoles, mica, pizarra, barro quemado,
carbón y hueso de animal (Manzanilla y López Luján, 2002). Sólo se halló un
objeto biselado de hueso trabajado, cuya zona activa presentaba huella de uso
estriado y pulido (RT 3905) y como es un fragmento, es posible que se trate de
un desecho que está formando parte del relleno 2.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Área de actividad 22c del Cuarto 1 de la Estructura 4. Se trata de una fosa de


saqueo, que posiblemente perturbó los depósitos originales y se excavaron dos
rellenos de tierra areno-limosa. Se ubica en la Estructura 4 de la Plaza 1, en el
Cuarto 1, piso 1. Se hallaron cerámica, aplicaciones, tejo, punta de proyectil,
navajilla con pigmento rojo, fragmento de metate, alisador, fragmento de
malacate, pigmento amarillo, pizarra trabajada, mica, carbón, concha,
caracoles, fragmentos de figurillas, figurilla de lutita, azabache, hueso de
animal, hueso humano, pieza dentaria y hueso quemado (Manzanilla y López
Luján, 2002).

Dentro del hueso trabajado se presenta la caña o parte mesial de un fragmento


de alfiler o aguja (RT 4156) y además de una punta ahusada de otro alfiler o
aguja (RT 4161). Y otro artefacto que se presenta es el de hueso largo de
humano, que posiblemente fue parte de la manufactura. Estos tres objetos son
posiblemente parte de los tres rellenos.

Área de actividad 53 del Cuarto 1 de la Estructura 4. Se trata de un relleno


posiblemente ritual, previo al apisonado 3, de donde desplantan los cajones de
relleno de la Estructura 4. En un principio presentó una forma rectangular-
irregular, para después volverse cónica. Presentó las siguientes dimensiones:
3.32 m de largo por 1.05 de ancho y 66 cm. de espesor, y se excavaron siete
rellenos de tierra mezclados con tepetate suelto. Se encontró gran cantidad de
cerámica y lítica, mica, hueso humano, hueso de animal, pizarra, concha,
aplanados de estuco, cinco puntas de proyectil, un raspador circular, una
macronavaja, un chunk usado como raedera, una macrolasca usada como
raspador, cuatro fragmentos de cuchillo, un fragmento de excéntrico, una
concentración de navajillas, diez navajillas prismáticas, seis lascas, un núcleo de
obsidiana, dos aplanados de estuco con pigmento, tres fragmentos de figurillas,
un fragmento de figurilla zoomorfa, cuatro concentraciones de mica, cinco
fragmentos irregulares de mica, una mica trabajada de forma triangular, cuatro
placas de mica, un fragmento de vasija, una aplicación, un tejo, dos fragmentos
de escultura cerámica, un fragmento de cuenta de piedra, dos fragmentos de

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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hueso de animal y once fragmentos de hueso humano (Manzanilla y López


Luján, 2003).

Se encontró asociada una aguja (RT 7193) casi completa, cuyas dimensiones
son 5.25 cm. de largo, 0.245 cm. de ancho y grosor y 0.11 de diámetro de ojal.
Este artefacto posiblemente se trate de aguja para textil, y está relacionada
directamente al área de actividad.

Área de actividad 47 del Cuarto 1 de la Estructura 4. Se trata de una fosa de


saqueada que originalmente pudo haber contenido un depósito, quizás
relacionado con las AA22 y AA40. Presentó una fosa oval-irregular, con las
siguientes dimensiones: 2.74 de largo por 2.44 m de ancho y 55 cm. de
espesor. Se encontró en la parte central del cuarto, pegada al muro oeste. Se
ubica en la Plaza 1 de la Estructura 4 en el Cuarto 1 y relacionado al piso 1, y el
material asociado fue cerámica, lítica, mica, pizarra, carbón, estuco, lajas,
hueso animal, hueso humano, barro quemado; siete fragmentos de aplanado
de estuco con pigmento rojo, un posible fragmento trabajado de sílex, dos
fragmentos de almena, cinco fragmentos de hueso y dientes humanos (idem).

De los objetos trabajados en hueso se presenta un objeto biselado (RT 5892)


que posiblemente se trate de un raspador, realizado en el radio de un venado y
además está completo. El segundo es un objeto romo (RT 6404) que se
encuentra fragmentado, y se realizó en un soporte de venado utilizando la
diáfisis del fémur, cuya función no se pudo determinar; pero se puede decir que
se obtuvo a partir de una astilla. El tercero se trata del fragmento de la punta
de un punzón (RT 6404), realizado en el soporte de humano de la diáfisis del
fémur o tibia cuyas huellas de uso es un estriado. Posiblemente se trate de
herramientas que fueron desechadas en los rellenos. Al parecer el punzón
pudiera tratarse de un objeto simbólico y de uso ritual.

¾ Estructura 104.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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En esta estructura se encontró, en el relleno 36, un excéntrico (bolsa 56455)


realizado en la esquirla de hueso plano de mamífero pero presumiblemente de
humano; se trata de una figura fragmentada y se trata de las extremidades
inferiores de una forma antropomorfa. Además en el relleno 35 se halló un
fragmento de alfiler o aguja (bolsa 56479); se trata de la punta espatulada.

¾ Estructura 104a.
Se trata de una subestructura que se desplanta desde el apisonado 4 al interior
de la Estructura 4 en su porción sur. Tiene cercana una estructura gemela
(Estructura 104B), que ambas se ajustan paralelamente al eje longitudinal E-O
de la Plaza 1 con una distancia entre sí de 0.75 m (Manzanilla y López Luján,
2003). En esta estructura se halló en el relleno la parte proximal de una aguja
(bolsa 57615), cuyas características siguen perteneciendo a las teotihuacanas.

¾ Estructura 204.
Es una subestructura que se encuentra debajo de la Estructura 104A, se hallaba
a 2.14 m. de profundidad respecto a la base del muro de la Estructura 104A;
consistía en un muro en talud al cual estaba adosada una banqueta en su base
(idem). Se encontró la punta de un punzón (bolsa 61107), cuyos atributos de la
punta ahusada y ángulos de 6º corresponderían a un punzón de autosacrificio.

¾ Estructura 9 (Altar).
En 1965, durante el reconocimiento de superficie del proyecto del Dr. René
Millon, Warren Barbour registró 20 tiestos en esta estructura (9 Tzacualli, 4
Miccaotli, 1 Tlamimilolpa, 3 Xolalpan y 2 Coyotlalteco), además de 5 fragmentos
de figurillas y 5 fragmentos de obsidiana. Se trata de una estructura
cuadrangular que ocupa el centro de la Plaza 1; la cara norte midió 13.98 m; la
sur 13.95 m; la este 13.84 m; la oeste 14.06 m. Tiene una plataforma con
tablero – talud pintado rojo y coronado con almenas escalonadas; el talud mide
49 cm. de altura. En la mayoría de los casos, el talud ha perdido la capa
pictórica y el enlucido de estuco; solamente queda el aplanado rugoso de
argamasa gris y en ocasiones queda visible la piedra careada. Hacia el oeste

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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yace una escalinata de tres escalones con alfardas (la norte mide 50 cm. de
ancho y la del sur 48 cm.) que da acceso al templo que mide 3.50 m. de ancho
total; 75 cm. de altura total. Es probable que la estructura fuera saqueada por
los Coyotlatelcos ya que hay cerámica del Epiclásico asociada al nivel de
fragmentos de escalinatas del templo removidas por saqueo (Manzanilla y
López Luján 2001a: 13-14).

En la tercera temporada de excavación del proyecto “Teotihuacan: Elite y


Gobierno”, se definió bien la estructura (Manzanilla y López Luján, 2002); ella
contuvo cinco etapas constructivas superpuestas. El área del basamento de la
etapa I es de 5.05 metros cuadrados. El área del cuarto de la etapa II fue de
11.08 metros cuadrados. Las dimensiones de la etapa III son 83.76 metros
cuadrados de basamento; 57.91 metros cuadrados de capilla y 26.28 metros
cuadrados de cuarto. El área del basamento de la etapa IV fue de 113.48
metros cuadros. El área del basamento V fue de 198.58 metros cuadrados.

De la industria de hueso se hallan dos artefactos utilitarios, uno de mamífero


(RT 2883); éste es un objeto espatulado, se encuentra fragmentado. El
segundo objeto es la diáfisis de la tibia de humano; además se encuentra
fragmentado, tratándose de un punzón (número de bolsa 8165).Ambos objetos
aparecieron a nivel de los rellenos no nos indican alguna actividad en concreto.

Área de actividad 45 Estructura 9. Se encuentra en los cuadros N351 E365, en


el relleno uno sobre el piso 5. Se menciona en el informe (Manzanilla y López
Luján, 2002) que se trata de una concentración de objetos en el relleno entre
las etapas constructivas I y II, a 25 cms., del piso 5, en un área de 32 por 18
por 12 cms. Se halló cerámica, lítica, un fragmento de piedra trabajada, un
fragmento de cráneo, un fragmento de mica y un pequeño fragmento de
carbón. En la industria de nuestro estudio se halló una preforma de hueso; se
trata de una placa dorsal del caparazón de una tortuga (Trachemys sp.)
(número de bolsa 41207) que presenta una ligera abrasión en su cara dorsal

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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que nos señala la preparación de ésta para ser usada como algún objeto
ornamental. Posiblemente esté relacionada con el relleno de esta área.

Cuarto 1 de la Estructura 9. Este espacio es el pórtico donde desemboca la


escalinata. En éste de hallaron dos fragmentos de hueso trabajado tratándose
de una punta espatulada de punzón de mamífero (número de bolsa 17912) y
una punta ahusada de alfiler o aguja (número de bolsa 23498). Estas piezas
provienen de las primeras capas de superficie.

Cuarto 2 de la Estructura 9. Es el cuarto principal del templo (5 por 5.25 m.); su


límite oeste se ubica en E363. Los muros interiores estaban pintados
principalmente de verde; sin embargo, a juzgar por los fragmentos de aplanado
con estuco pintado rojo, anaranjado, negro, verde oscuro y verde claro hallados
en N348 E368, había en ciertas partes pintura mural polícroma (Manzanilla y
López Luján 2001a). En los rellenos de este cuarto se encontraron dos
fragmentos del cuerpo de agujas o posiblemente alfileres (RT 664).

Área de actividad 9 del Cuarto 2 de la Estructura 9. Se trata de la base de una


estela o escultura que se presenta como una fosita ovalada de 65 por 35 por 9
cms. Está a 99 cms. del muro norte del Cuarto 2, ubicado en los cuadros N352
E368; contiene 6 rellenos, cuya profundidad va de 2303.738 – 2303.648 msnm.
Debajo del Área de Actividad 9 se registraron mica, obsidiana, aplanados con
pigmento y estucos con pigmentos (Manzanilla y López Luján, 2001e).

Dentro de los artefactos de hueso tenemos un desecho de manufactura


(número de bolsa 12354), que presenta abrasión en una de sus caras; este
artefacto formó parte del relleno.

b. Plaza 2.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Se trata de la plaza más septentrional de Xalla y se localiza al norte de la plaza


1. Se hizo un pozo de sondeo en la esquina noroeste de la excavación
(Manzanilla y López Luján 2001a) (ver tabla 9).

USO FUNCIÓN FRECUENCIA PORCENTAJE


Desecho Objeto automorfo 18 15.13%
Desecho Lasca 1 0.84%
Desecho Matriz 2 1.68%
Preforma Aguja o estique 1 0.84%
Preforma Varilla 3 2.52%
Utilitario Aguja 18 15.13%
Utilitario Alfiler o aguja 56 47.06%
Utilitario Alfiler 1 0.84%
Utilitario Cincel 9 7.56%
Utilitario Estique 1 0.84%
Utilitario Objeto romo 1 0.84%
Utilitario Punzón 4 3.36%
Utilitario Varilla 1 0.84%
Ornamental Orejera hueca 1 0.84%
Ornamental Cuenta o botón 1 0.84%
Votivo Figurilla zoomorfa 1 0.84%
Total 119 100.00%

Tabla 9. Frecuencia de artefactos provenientes de la Plaza 2.

¾ Estructura 11.
Esta estructura fue excavada desde la primera temporada del Proyecto
“Teotihuacan: Elite y Gobierno”, dirigida por la Dra. Linda Manzanilla y
Leonardo López (2001a), liberando la fachada oeste y la mayor parte de su
porción superior. Por otra parte, se limpiaron las calas de saqueo producto de la
extracción de los murales de la subestructura por el sur, a mediados del siglo
XX, este y norte, sin hallar el desplante de los muros; sólo se detectaron

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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fragmentos de estuco pintado de rojo. Esta estructura parece ser una


plataforma divisoria entre la Plaza 2 y la Plaza 3. Parece haber tenido tablero –
talud en su fachada oeste, a juzgar por los ixtapaltetes tirados inmediatamente
al sur del muro de ampliación de la plataforma. Originalmente la plataforma
medía 16 m. de norte a sur (desde N403 al N419).

En sus inicios, el centro de la plataforma yacía a los 8 m. de norte a sur, pero


con la ampliación quedó en 11 m. En la trinchera de saqueo del sur se localizó
un muro en N403 que resultó ser el límite de la primera construcción de E11;
ésta tenía una plataforma tipo pórtico que se dirigía al sur por 1.50 m (ver tabla
10).

USO FUNCIÓN FRECUENCIA PORCENTAJE


utilitario alfiler o aguja 2 66.67%
utilitario Cincel 1 33.33%
total 3 100.00%

Tabla 10. Frecuencia de artefactos provenientes de la Estructura 11.

Área de actividad 3 de la Estructura 11. Se trata de una concentración de


material pero existe la duda si las tuzas fueron las responsables de crearla. Se
dispone de un área de 58 por 62 por 10 cm., en una matriz areno-limosa. Se
encuentra ubicada en el cuadro N414 E389, la profundidad es de 2305.511 -
2305.456 msnm. Se halló cerámica, lítica, una miniatura, un tejo, hueso
quemado, una calota y un diente humano (Manzanilla y López Luján, 2001a).
Del hueso trabajado se presenta un fragmento de alfiler o aguja (número de
bolsa 4826); se trata de la parte mesial que forma parte del relleno.

¾ Estructura 12.
Se trata de la estructura que cierra la Plaza 2 por el occidente. Dicha estructura
acusa la forma de una masiva y elevada plataforma rectangular. En la
temporada 2002 del proyecto, se decidió excavar el macizo de ésta, con base
en datos de la prospección geofísica que señalaba la presencia de un cuarto

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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central, de donde proviene nuestra gran mayoría de los materiales (Manzanilla


y López Luján, 2003; y Manzanilla, 2004) (ver tabla 11).

USO FUNCIÓN FRECUENCIA PORCENTAJE


Objeto
Desecho 18 15.52%
automorfo
Desecho Lasca 1 0.86%
Desecho Matriz 2 1.72%
Aguja o
Preforma 1 0.86%
estique
Preforma Varilla 3 2.58%
Utilitario Aguja 18 15.52%
Utilitario Alfiler o aguja 54 46.55%
Utilitario Alfiler 1 0.86%
Utilitario Cincel 8 6.90%
Utilitario Estique 1 0.86%
Utilitario Objeto romo 1 0.86%
Utilitario Punzón 4 3.44%
Utilitario Varilla 1 0.86%
Ornamental Orejera hueca 1 0.86%
Cuenta o
Ornamental 1 0.86%
botón
Figurilla
Votiva 1 0.86%
zoomorfa
Total 116 100.00%

Tabla 11. Frecuencia de artefactos provenientes de la Estructura 12.

Dentro de los materiales de relleno sobresale la presencia de un fragmento de


figurilla de hueso que representa el cuerpo de una serpiente emplumada (RT
8830); ésta se descubrió formando parte del relleno 19.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Área de actividad 66 del Cuarto 1 de la Estructura 12. Se trata de una


concentración muy grande de láminas de mica y mica trabajada asociada a
diversos materiales cerámicos, líticos, de hueso y concha, entre otros. Presenta
una forma irregular de aproximadamente 1.30 m de largo por 1 m de ancho y
70 cm. de espesor. Se hallaron más de cuarenta fragmentos de mica trabajada,
dos concentraciones de mica, dos bloques de mica, cuatro fragmentos de
estuco con pigmento rojo, seis fragmentos y concentración de cerámica, un
fragmento de cerámica con estuco, cuatro fragmentos de cerámica con
pigmento verde, cinco aplicaciones, un tejo, dos fragmentos de pizarra con
pigmento rojo, dos fragmentos de pizarra trabajada, cinco fragmentos de
puntas de proyectil, dos lascas, un fragmento de cuchillo curvo, una macro-
lasca con huellas de uso y dos fragmentos de concha, un fragmento de aguja,
ocho fragmentos de hueso, dientes humanos, y seis fragmentos de hueso
animal (Manzanilla y López Luján, 2003).

Entre los huesos trabajados se tiene la presencia de un fragmento de la parte


distal o punta de un alfiler o aguja (RT 7599). Por otra parte, se presenta un
cincel completo (RT 7694); posiblemente por su huella de uso se trate de un
formón para desbastar la madera, según patrón experimental de huellas de uso
mencionado en el capítulo tres. El cincel de RT 7968 está relacionado con la
actividad de trabajar mica; estas huellas de uso presentes nos indican que
posiblemente se usó como escoplo. En síntesis, la mayoría de los materiales de
esta área de actividad son objetos que estuvieron relacionados con labores
artesanales de la mica, es decir, como el área de actividad es parte de un
relleno, los materiales y objetos son indicadores de la actividad de
manufacturar mica.

Área de actividad 66b del Cuarto 1 de la Estructura 12. Se trató de otra


concentración de mica trabajada, asociada a diversos materiales, cerámicos,
líticos, hueso trabajado, entre otros, la cual probablemente estuvo muy
relacionada con el AA66. Presentó una forma irregular en un área de 1.36 m de
largo por 2.87 m de ancho y 16.3 cm. de espesor. Se encontraron seis

130
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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fragmentos de mica trabajada, un fragmento de mica sin trabajar, nueve


fragmentos de cerámica, un fragmento de cerámica incisa, tres fragmentos de
cerámica con pigmento verde, un fragmento de pizarra con pigmento rojo, una
navajilla prismática, una punta de proyectil, dos fragmentos de carbón y un
caracol (Manzanilla y López Luján, 2003).

Se presenta un cincel, hecho de la diáfisis del fémur de humano, el cual se


encuentra completo. Por la evidencia de huellas de uso presumiblemente esté
relacionada con la actividad artesanal de la mica.

Asociado al área de actividad 71 del Cuarto 1 de la Estructura 12. Se trató de


una concentración de materiales, principalmente tejos y mica trabajada (entre
ellos, un disco con una perforación). Estos materiales se concentraron al nivel
del relleno 18 sobre la lentícula J, en un área de 1 m. de diámetro. Los
materiales registrados dentro del área de actividad fueron: tres tejos de
cerámica, un disco de mica, mica trabajada, un fragmento de figurilla, hueso de
animal, hueso humano y algunas piezas dentales y un fragmento de concha
trabajada (Manzanilla y López Luján, 2004). Asociado al área de actividad hubo
un fragmento de cráneo humano y un fragmento de la parte distal o punta de
alfiler o aguja de hueso (RT 9078); posiblemente se trate de un alfiler para
autosacrificio.

c. Plaza 4

Se encuentra ubicada al sureste de la Plaza1 y junto al lado oriente de la plaza


5. La Plaza 4 está rodeada hacia el sur por la Estructura 17, al oeste la
Estructura 18, al norte la Estructura 22 y al este la Estructura 16. Este espacio
según Manzanilla y López Luján (2001a: 4) podría tener la función de ser el
área más privada del conjunto y ella estaría destinada quizás a los aposentos
de los gobernantes (ver tabla 12).

USO OBJETO FRECUENCIA PORCENTAJE

131
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
_____________________________________________________________________________________

Preforma Alfiler o aguja 1 33.33


Utilitario Alfiler o aguja 1 33.33
Objeto
Desecho 1 33.34
automorfo
Total 3 100.00%

Tabla 12. Frecuencia de artefactos provenientes de la Plaza 4.

d. Plaza 5

Está ubicada al sur de la Plaza 1; es de los espacios abiertos más grandes del
conjunto y además al norte de éste se ubica la Estructura 3, a su lado sur el
muro perimetral, a su lado oriente la estructura 18 y al poniente la Estructura
23. En el proyecto “Teotihuacan: Elite y Gobierno”, se hizo un pozo de sondeo
en el extremo noreste de esta plaza. En los primeros niveles métricos de un
relleno homogéneo se halló muchísima cerámica (en contraste con el resto de
las áreas excavadas en Xalla), además de dos círculos de pirita, mica, navajillas
fragmentadas de obsidiana y fragmentos de barro cocido (ver tabla 13).

USO FUNCIÓN FRECUENCIA PORCENTAJE


Objeto
Desecho 17 14.04%
automorfo
Desecho Punzón 1 0.87%
Preforma Aguja 3 2.48%
Objeto
Preforma 3 2.48%
automorfo
Preforma Omichicahuaztli 1 0.87%
Utilitario Aguja 20 16.52%
Utilitario Alfiler 5 4.13%
Utilitario Alfiler o aguja 65 53.71%
Utilitario Alisador 1 0.87%
Utilitario Cincel 7 5.78%

132
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
_____________________________________________________________________________________

Utilitario Objeto biselado 5 4.13%


Objeto
Utilitario 1 0.87%
espatulado
Utilitario Objeto romo 1 0.87%
Utilitario Omichicahuaztli 1 0.87%
Percutor-
Utilitario 1 0.87%
retocador
Utilitario Mango 1 0.87%
Utilitario Punzón 12 9.91%
Punzón
Utilitario 1 0.87%
compuesto
Utilitario Raspador 1 0.87%
Ornamental Alfiler 1 0.87%
Botón
Ornamental 1 0.87%
automorfo
Ornamental Orejera 2 1.65%
Ornamental Placa 3 2.48%
Votivo Figurilla 2 1.65%
Tubo
Votivo 1 0.87%
esgrafiado
Total 121 100.00%

Tabla 13. Frecuencia de artefactos provenientes de la Plaza 5.

De los artefactos en hueso ubicados en los rellenos sobresalen dos de ellos por
el magnífico trabajo de manufactura que llevan implícitos; el primero se trata
de cuerpo casi completo de la representación de un felino (RT 3046), elaborado
mediante técnicas de desgaste en la diáfisis del fémur o húmero del hueso de
un mustélido (tlacuache o comadreja) o cánido (perro o lobo). Esta figurilla no
fue hallada en un área de actividad sino proviene de las primeras capas. El uso
posible de esta figurilla es votivo.

133
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
_____________________________________________________________________________________

La segunda se trata de un fragmento proximal de posible prendedor para


cabello; es una figurilla que representa la cabeza de un ave (RT 3080),
posiblemente una garza por su largo pico, se encuentra tallada. Ésta se
descubrió a nivel de piso de la plaza.

Área de actividad 30. Se trata de un fogón de 3.88 por 2.34 m., a 2.70 m. con
grandes concentraciones de carbón y ceniza, mezclados con materiales
arqueológicos, particularmente concentraciones cerámicas, aplicaciones de
braseros, un fragmento de cajete, puntas de proyectil, lítica, cuchillos curvos y
excéntricos, cuentas de piedra verde, lítica pulida, pigmento, mica, concha,
cerámica, botón de cerámica, hueso de animal, pizarra y estuco (Manzanilla y
López Luján, 2001e).

Dentro de los huesos trabajados se encontraron un cincel realizado en la diáfisis


de la tibia humana (bolsa 31345), tres fragmentos de las puntas de alfileres o
agujas (RT’s: 2960, 2968 y 2973); el uso de estas puntas es posiblemente de
autosacrificio.

Área de actividad 37. Se trató de una concentración en un área de 94 por 353


por 23 cm. se trata de ceniza y carbón asociados al entierro 4 (con numerosos
huesos quemados: costillas y vértebras). Se hallaron abundantes huesos
quemados y huesos humano (fragmentos de maxilar, fragmento de mandíbula,
piezas dentarias, fragmento de cráneo, falange, hueso plano, costilla) y huesos
de fauna. De igual forma se descubrieron fragmentos de vasijas, figurillas,
aplicaciones, fragmentos de lítica, fragmentos de puntas de proyectil,
fragmentos de bifacial, fragmento de cuchillo, lítica pulida, tezontle del techo,
laja, fibras, pizarra, mica, mica trabajada, pigmento rojo, pigmento verde,
pigmento y arcilla naranja (Manzanilla y López Luján, 2002).

Dentro de la industria ósea se encontró asociado a esta área un fragmento de


placa con pigmento rojo, posiblemente de uso ornamental; asimismo una
herramienta incompleta de la diáfisis del fémur de humano, que corresponde a

134
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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un cincel (RT 4593); su uso es posible que sea para el trabajo de la lítica.
También tenemos un fragmento de alfiler o aguja (RT 4816). Se presenta
asociado a estos rellenos un desecho de manufactura, esquirla de la diáfisis de
fémur de humano (RT 4595). De los cuatro artefactos asociados el de la placa
posiblemente esté más relacionado al Entierro 4.

Área de actividad 38. Es una concentración de ceniza y carbón, en un área de


87 por 103 por 12 cms., y los materiales asociados son: cerámica, obsidiana,
lasca, una aplicación, un excéntrico completo, un excéntrico incompleto, un
fragmento de punta de proyectil, fibra con carbón, fibra blanca, concha, mica,
pizarra, arcilla naranja, pigmento rojo, hueso quemado y hueso de animal
(Manzanilla y López Luján, 2002).

Dentro de los objetos de hueso tenemos un alfiler incompleto (4669); asimismo


hay un fragmento de alfiler o aguja (RT 4668). También se presenta un objeto
biselado de diáfisis de fémur o tibia de Artiodactyla (RT 4663). Posiblemente
estos tres artefactos pudieron ser parte del acto ritual de autosacrificio.

Área de actividad 43. Es una fosa cavada en el tepetate en el sector noreste de


la Plaza 5, bajo el nivel del piso de la plaza. Esta fosa fue detectada por un
pozo de sondeo. La fosa fue excavada intencionalmente en el tepetate; aunque
se intuía que tuviese probablemente una función ritual; hasta hay desecho de
materiales principalmente de trabajo de hueso (un basurero). Se ubicó en los
cuadros N301 – 304, E390 – 392; además se presenta una profundidad de
2301.85 - 2301.2 msnm. Se hallaron diferentes materiales arqueológicos como
cerámica, es decir un fondo y cuerpo de vasija, aplicaciones, fragmento de
copa, vasija semicompleta, cajete miniatura completo, fragmento de vasija
estucada, olla miniatura, tejos, fragmentos de figurillas, figurilla zoomorfa,
fragmento de la máscara de incensario, botón o malacate, posible flauta,
obsidiana (un fragmento del núcleo), fragmento de punta de proyectil, dos
puntas de proyectil, excéntrico, raspador, bifacial, cuchillo, alisador, lítica
pulida, pulidor, fragmento de mano de metate, mortero, esfera, pendiente de

135
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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piedra verde, mica trabajada, pizarra, pizarra trabajada, fibras, pepita de metal
en estado natural, tres fragmentos de cajetes, un cajete completo, cuatro
vasijas completas y una semicompleta, dos fragmentos de vasija miniatura, un
patojo, un sello, una aplicación, un tejo, tres fragmentos de hueso humano,
tres piezas dentarias humanas, tres vértebras, una escápula, tres huesos largos
dos fragmentos de hueso de animal, tres esferas de piedra, una bolita de
cerámica, dos pulidores, un machacador, una plomada, seis artefactos de lítica
pulida, un caracol y una concha univalva (Manzanilla y López Luján, 2002,
2003).

Los huesos trabajados hallados en esta área de actividad son objetos utilitarios.
Se descubrieron cuatro fragmentos de puntas cortantes y ahusadas de alfileres
o agujas realizadas de mamíferos (RT’s: 5424, 5491,5507, 5525); además se
presenta un alfiler o aguja de 6.3 cms, de largo cuyo ángulos es de 2.5º, que
posiblemente estuvo casi completa (RT 5442). En esta área de actividad se han
encontrado seis agujas casi completas realizadas en soporte de mamífero; dos
de éstas no presentan punta (5244, 5247); de igual manera, se presenta una
aguja completa (RT 5257) de punta cortante (4º), posiblemente para coser
textiles de algodón; también se halló una aguja curva cuya punta es muy
cortante (RT 5463), que probablemente se uso para zurcir el textiles de
algodón. Dentro de esta fosa se encontró en el relleno dos, otra aguja (RT
5257) que se fragmentó en la parte proximal (donde se ubica el ojal), y por lo
tanto se observa como se empezó a realizar la perforación bicónica, que no se
terminó, es decir, se reutilizó nuevamente. Otras de las herramientas que se
han encontrado son cinco punzones, de los cuales dos son completos,
pertenecientes a las diáfisis de las tibias de un venado y la de un humano,
cuyas puntas son espatuladas (RT’s: 4750, 5329); posiblemente nos señalen
que el uso fueron para la cestería (6.5º y 9.5º) y huella de uso; los tres
punzones restantes son fragmentos pertenecientes a las puntas (RT 5373,
5388, 5375), realizados en huesos largos de mamífero; de estas herramientas
es difícil de determinar el uso cuando no se puede observar su huella. En la
misma área se ubicaron cuatro cinceles realizados en la diáfisis del fémur o tibia

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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de humano, obtenidos mediante dos cortes longitudinales y por abrasión (RT


5376, 5387 y 5440); dos de ellos son fragmentos de la parte proximal y mesial,
en donde se presentan huellas de uso como el esquirlado que caracteriza a los
cinceles. De los otros dos completos (RT 5229 y 5387) se pudo determinar su
uso; en el caso del primero, fue empleado como escoplo para la mica (ángulo
fue 27º y piqueteada la huella de uso); el segundo fue usado para el trabajo de
desbastar madera, cuya huella de uso se presenta un pulido alto, que
caracteriza a los objeto biselados que fueron sometidos a esta materia. De los
objetos biselados, se encontraron dos y son de astas de venado (los números
de bolsa son 41295 y 44092) los cuales por la forma y la terminación de la zona
activa, se podría tratar de herramientas para el tallado de la obsidiana; la
tercera herramienta biselada (RT 5434) se realizó en la diáfisis de la tibia de un
humano, cuya huella de uso es el estriado; por todos estos atributos se podría
inferir que sirvió como alisador de cerámica. También se hallaron un objeto
biselado, un objeto romo, un raspador, un retocador-percutor y desechos. El
artefacto con RT 5392 se trata de un objeto romo, realizado con la diáfisis del
fémur de venado. También se presenta una herramienta para el proceso de
manufactura de la lítica tallada; éste es el retocador – percutor blando (RT
5613), hecho del asta principal del venado. Hemos denominado preforma al
artefacto de omichicahuaztli, instrumento musical (RT 5519), por no estar
terminado; las ranuras transversales no son profundas y esta pieza está
fragmentada; además no se observan huellas de uso y está realizada en la
diáfisis de la fíbula de humano. Dentro de los objetos ornamentales tenemos
una placa dorsal alisada de tortuga (Trachemys scripta) que posiblemente fue
cosida a algún atavío. Uno de los objetos de hueso posiblemente de uso votivo
es un hueso esgrafiado (RT 5739) con motivos de líneas curvas y presenta una
perforación cónica en su cara ventral; la materia prima pudiera ser de la diáfisis
del fémur de humano.

En esta área de actividad se presentan desechos de manufactura (RT’s: 5214,


5369, 5374, 5444, 4751, 5508 y 5317); la mayoría de ellos son de venado y
humano, fragmentos de los huesos largos como los metatarsos o metacarpos

137
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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de artiodáctilo, de tibia o fémur. Estos artefactos son desechos que combinan


distintas técnica de extracción y elaboración, como la percusión, el desgaste por
corte, la abrasión, raspado y cepillado.

La interpretación del área de actividad 43, que se le ha interpretado como un


basurero de la industria de hueso (Manzanilla y López Luján, 2002), creemos
que los datos nos permiten inferir que se trata de una fosa excavada en el
tepetate, para colocar la basura de alimentos y de los talleres que dejaban los
artesanos en la plaza 5. En cuanto a los talleres, sería lo que Clark llama
talleres de utilización, es decir si analizamos cada objeto ubicado en ésta, nos
representan las actividades artesanales más importantes en la unidad: los
artesanos líticos (talladores), los de la concha, los de la lapidaria, los del hueso,
los de la mica y los sastres.

¾ Estructura 6.
Esta estructura se ubica en el noreste de la Plaza 5.

Área de actividad 42 de la Estructura 6. Se trata de una gran concentración de


mica pulverizada mezclada con carbón, en un área de 2.20 por 1.78 m.
Descansa sobre una concentración de enlucidos y pigmento rojo, desecho que
llega al nivel del firme (Manzanilla y López Luján, 2002). Se continuó la
excavación de desecho de trabajo de mica que apareció en la temporada
pasada, la cual estuvo asociada a fragmentos pequeños de estuco blanco y
rojo, así como tezontle molido, formando una capa compacta sobre el piso.
Tuvo una forma irregular y presentó las siguientes dimensiones: 3.38 m de
largo por 2.95 m de ancho y 15 cm. de espesor (Manzanilla y López Luján,
2003). Se hallaron mica, mica trabajada y mezclada con cerámica, sin
pigmento, aplicaciones, fragmentos de figurillas, barro cocido, punta de
proyectil, pulidor, pizarra, tezontle con pigmento, concha, estuco, cerámica,
lítica, mica, pizarra, pigmento rojo, hueso, un fragmento de figurilla, once
fragmentos de mica trabajada, fragmento de cráneo humano y hueso animal
(Manzanilla y López Luján, 2002, 2003). En la industria ósea se ha ubicado una

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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aguja (RT 5768), de longitud de 7.2 cm., pero lo que se tiene es el ojal y el
cuerpo. Posiblemente este artefacto tiene una relación con el cosido de la mica.

¾ Estructura 33.
Se trata de la estructura que cierra a la Plaza 5 por el costado centro norte. En
la temporada 2002 (información obtenida del informe de Manzanilla y López
Luján, 2003) se decidió excavar esta área de la plaza por datos obtenidos de la
prospección geofísica; estuvo comprendida entre los cuadros N290 - 304 E374
– 377. En esta zona se detectaron ocho espacios limitados por una serie de
muros paralelos de tepetate y adobes en sentido E-O. A cada cuarto se le dio la
siguiente nomenclatura: C1 – C2, C4, C3, C7A y C7B, C6 y C5; de estos cuartos
se desconoce la longitud total, ya que no se encontraron muros que cerraran
estas áreas o accesos al interior de ellos. En los primeros rellenos de esta
estructura se encontraron: una orejera fragmentada realizada del fémur del
venado o berrendo (RT 6080), una placa con muescas de hueso plano de
mamífero (RT 6097), un punzón astillado (RT 6197) y un objeto espatulado de
venado (RT 6033), ambos completos. Los materiales de hueso trabajado
hallados en los cuartos se describen a continuación:

En el Cuarto 1-2, se encontraron en diferentes rellenos cuatro artefactos: dos


son agujas casi completas que presentan huellas de uso (RT 6082 y 6182), un
punzón fragmentado (RT 6910) y una diáfisis proximal del fémur derecho que
fue desechado para obtener la diáfisis (RT 6909).

En el Cuarto 3, se encontraron dos alfileres o agujas (RT 6416 y número de


bolsa 50780), un punzón curvo hecho en la costilla de un venado (RT 6812),
además de un desecho por percusión de la diáfisis de fémur de un Artiodactyla
(número de bolsa 50048). De las piezas importantes se encontró un fragmento
de omichicahuaztli (RT 6322); no se pudo identificar la especie por lo
fragmentado del material.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Para el Cuarto 4, se encontraron fragmentos de las puntas de dos alfileres o


agujas (RT 6429 y 6335), además otros dos punzones casi completos (RT 6328
y 6422), uno de ellos con exposición directa de calor y éstos son de venado.
Uno de los objetos interesantes en este cuarto es la presencia de un alfiler
completo manufacturado en el hueso largo de un mamífero.

Para el cuarto 7 se halló un punzón completo con su huella de uso, en el cual


se puede apreciar que la manufactura se presentaba con huellas de abrasión en
toda la pieza.

f. Muro perimetral meridional (Plaza 5 y 9 denominado


Trinchera M)

La finalidad de excavar la denominada trinchera M, para el proyecto “Elite y


Gobierno: en Teotihuacan”, para la temporada 2002 (Manzanilla y López Luján,
2003), fue conocer la forma y estructura de muro limítrofe que rodea el
conjunto arquitectónico Xalla, siendo este muro perimetral una de las piezas
claves para demostrar que Xalla fungió como sede del gobierno teotihuacano
(ver tabla 14).

USO FUNCIÓN FRECUENCIA PORCENTAJE


Desecho Objeto automorfo 11 47.82%
Preforma Varilla 1 4.34%
Utilitario Alfiler o aguja 2 8.70%
Utilitario Aguja 1 4.34%
Utilitario Cincel 1 4.34%
Perforador
Utilitario 1 4.34%
percusión
Utilitario Alisador 1 4.34%
Utilitario Punzón 3 13.04%

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Utilitario Varilla 1 4.34%


Ornamental Orejera hueca 1 4.34%
Total 23 100.00%

Tabla 14. Frecuencia de artefactos de Plaza 5, Trinchera M.

Dentro de los materiales que sobresale señalar están los objetos del desecho de
la manufactura, como son cinco diáfisis de fémures o tibias que corresponden a
humanos, cuatro fragmentos de la mitad de la diáfisis de huesos largos de
artiodáctilo, uno de cánido y tres fragmentos de huesos largos no identificados.
De los objetos utilitarios se presentan tres punzones (RT’s: 6502, 7378 y 7442):
uno de ellos es de hueso humano, dos alfileres o agujas (RT 7162 y 7870), una
aguja (RT 7869), dos alisadores (5861 y 7869), un cincel (6995), un perforador
para percusión (RT 6746) y una varilla (RT 6508). Además se presenta un
fragmento de orejera hueca (RT 7751) y una preforma, tratándose de una
varilla (ver tabla 15).

USO FUNCIÓN. FRECUENCIA PORCENTAJE


Utilitario Alisador 1 33.33%
Objeto
Desecho 2 66.67%
automorfo
Total 3 100.00%

Tabla 15. Frecuencia de artefactos de la Plaza 9, Trinchera M.

¾ Estructura 36.
Al muro perimetral se le denominó como Estructura 36 y en este frente se
liberaron dos metros de su pared sur (de E-O), el cual consistió en un muro de
talud, del cual sólo se conservó su parte baja. Esta estructura estaba formada
por un núcleo de bloques de tepetate y basalto cementado de lodo, contenido
en una coraza de piedras de basalto acomodadas en hileras irregulares con un
recubrimiento de gravilla (Manzanilla y López Luján, 2003).

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Dentro de la industria de hueso se descubrieron en los rellenos dos fragmentos


de artefactos: el primero se trata de la parte proximal de una aguja (RT 7869) y
el segundo un cuerpo del alfiler o aguja (RT 7870).

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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CUADRO GENERAL POR ÁREAS DE ACTIVIDAD


Artefactos Áreas de Actividad
3 9 11 22 22b 22c 30 37 38 39 42 43 45 47 53 66 66b 68 71 Total
Alfiler o
1 0 0 1 0 2 3 1 1 1 0 5 0 0 0 1 0 1 1 18
agujas
Alfiler 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1
Aguja 0 0 0 0 0 0 1 0 0 1 1 6 0 0 1 0 0 2 0 12
Cincel 0 0 0 0 0 0 0 1 0 1 0 3 0 0 0 2 1 0 0 8
Punzón 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 5 0 1 0 0 0 0 0 7
Varilla 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1
Percutor
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 1
retocador
Raspador 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 1
Objeto
0 0 0 0 1 0 0 0 1 0 0 3 0 1 0 0 0 0 0 6
biselado
Objeto
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0 0 0 0 2
romo
Objeto
0 0 0 0 0 0 0 0 0 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2
puntiagudo
Placa 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 2
Omi-
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 1
chicahuaztli
Desecho 0 1 1 1 0 1 0 1 0 1 0 8 0 0 0 0 0 1 0 15
Preforma 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 1
Total 1 1 2 3 1 3 4 4 3 6 1 35 1 3 1 3 1 4 1 78

Tabla 16. Frecuencias de las áreas de actividad con relación a los artefactos de Xalla.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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4.3.4. Las actividades artesanales llevadas en el conjunto.

El conjunto arquitectónico de Xalla se ha caracterizado por la distribución de


sus accesos, estructura y enormes plazas; se centran en ellos las actividades
artesanales al servicio de los gobernantes. La Plaza 5 por su evidencia de
materiales arqueológicos es la candidata donde los artesanos realizaron sus
labores. La parte hasta ahora excavada no representa la totalidad del espacio
de esta plaza; por lo tanto nos es difícil de determinar un área artesanal, pero
por los atributos de material y la forma como fueron depositados nos pueden
responder a esta serie de preguntas:

¿De dónde se obtenía la materia prima en Xalla? ¿quiénes eran los encargados
de distribuir la materia prima en el conjunto? ¿quiénes eran los encargados de
manufacturar los objetos de hueso y cuáles son los espacios propuestos? ¿qué
productos se obtenían y a quiénes eran distribuidos o intercambiados dentro del
conjunto? ¿qué productos eran mantenidos y reciclados, y porqué? ¿Dónde
están ubicadas las áreas de desecho o evacuación de los materiales de hueso?

Posiblemente la materia prima por sus características biológicas era obtenida de


distintas maneras. Recordemos que los huesos trabajados son de animales y de
humanos; en este sentido la materia prima de origen animal se podría dividir en
los organismos domésticos y no domésticos. Para los primeros, los perros y
guajolotes eran una materia prima accesible en todos los conjuntos
habitacionales teotihuacanos por estar en su depósito muy relacionados a las
áreas de alimentación; los huesos de éstos son seleccionados directamente por
los artesanos de cada conjunto para confeccionar herramientas. Pero el perro
en la sociedad Teotihuacan jugaba un papel importante ya por su valor
simbólico, de compañía y su protección, por lo tanto sus huesos podrían servir
para poder manufacturan objetos utilitarios y votivos. En el caso de los
animales no domésticos, el acceso a este recurso proviene de intermediarios
(de gente dedicada a la caza); entre ellos tenemos a organismos que por su

144
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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valor material e ideológico, fueron controlados por el estado teotihuacano; nos


referimos a los venados o berrendos, lobos, aves rapaces y a los felinos
(jaguares y pumas). Por lo tanto los artesanos de Xalla dependían directamente
de la distribución de la materia prima que les daba el estado.

La obtención de la materia prima de hueso humano estaba controlada por el


estado. Entonces de quiénes eran los huesos; en la obra del Cuerpo Humano e
Ideología de López Austin (2004) se señala que la esencia del cuerpo quedaba
plasmada en los hueso, lo que fue en vida y lo que trabajó; ésta fue una
cosmovisión muy difundida en la época de los mexicas; bajo este enunciado se
ha querido argumentar que las herramientas realizadas en hueso fueron de
artesanos y que el uso de las herramientas estuvo relacionado con la actividad
llevada en vida por ellos. Esta hipótesis no ha sido corroborada aún, primero
por falta de estudios y pues no se ha realizado la metodología apropiada desde
la antropología física y la arqueología, aunado a la falta de un buen registro
desde el artefacto y su asociación de contexto. Otra propuesta sugiere que los
huesos humanos fueron de cautivos de guerra o de esclavos que al paso de su
muerte, se seleccionaban los huesos que servirían como materia prima y luego
el resto de la osamenta era enterrada. En Xalla no se han encontrado hasta
este momento, los entierros de los artesanos, ni mucho menos de los esclavos
y cautivos; creemos que este tipo de evidencias nos llevaría a resolver estas
propuestas.

En síntesis, los artesanos de este conjunto explotaron en su gran mayoría


huesos largos de mamíferos, tanto de no humano (guajolote, tortugas, cánidos,
liebres, conejos, venado y berrendos) y como de humano, que fueron
controlados por el estado.

Creemos que los sacerdotes del conjunto eran los encargados de distribuir las
diversas materias primas. En el caso del hueso se han encontrado evidencias de
residuos, que nos indicarían que posiblemente hubo un almacenamiento para el
hueso, es decir, las epífisis presentan cortes transversales indicándonos que

145
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
_____________________________________________________________________________________

fueron desechadas (por mencionar algunos ejemplos los RT’s: 2072 y 5374),
pues la parte de mayor interés son las diáfisis; tenemos nada más el hallazgo
de lo que hemos denominado matrices (RT 8655 y 9158) que posiblemente
fueron almacenadas.

Basándonos en la propuesta de Clark (1990) “Hacia una definición de talleres”,


se menciona que los talleres son lugares delimitados donde los artesanos
regularmente llevaban a cabo algunas actividades especializadas, para hacer
productos también especializados destinados a venta o intercambio; además su
producción rebasa sus propias necesidades. El autor además cita dos tipos de
talleres: los de producción y los de utilización. El primero es el de producción,
cuya identificación se basa en que los desechos no deben de estar usados,
mientras en los talleres de utilización los objetos deben de tener huellas de uso.
En este sentido en los talleres de producción de hueso trabajado en Xalla, está
representado en un 20.48 % de objetos tanto desechos de producción como
preformas. En el caso de talleres de utilización tenemos el 74.54% de los
instrumentos que se presentan en su gran mayoría con huellas de uso, pero lo
que ellos representan son distintas actividades artesanales, como la carpintería,
la lapidaria, la albañilería, la cestería y la sastrería.

Creemos que la industria ósea de Xalla estuvo a cargo de gente especializada


en el área; el grupo serían los lapidarios, quienes además de manufacturar esta
materia prima, también eran hábiles en la elaboración de objetos como la
concha, la mica, la pizarra, la piedra verde, obsidiana y piedras diversas. Las
tareas asignadas a los lapidarios presumiblemente fueron:

• Realizar herramientas de hueso y de piedra tallada (tezontle y basalto)


para otros artesanos que compartían trabajos dentro del conjunto.
• Realizar herramientas para sus propias actividades artesanales.
• Manufacturar y confeccionar los objetos ornamentales conocidos como
pedrería que posteriormente usarían los gobernantes como uso
ornamental.

146
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
_____________________________________________________________________________________

• Manufacturar objetos de uso votivo para las ceremonias religiosas


llevadas dentro del conjunto.

De los artefactos de hueso utilitario que se fabricaban dentro del conjunto


podemos presumir que se trataba de cinceles, punzones, alisadores, objetos
romos y varillas, mientras que la evidencia de los materiales de desecho de la
manufactura no refleja que en este conjunto se estuvieran manufacturando las
agujas ni los alfileres; por lo tanto creemos que estos artefactos venían ya
terminados por intercambio o por distribución de otros conjuntos (cuadro 11).
Hasta el momento, éstos pueden ser Teopancazco (Padró, 2002) ubicado en la
periferia sur y La Ventilla (Romero, 2004), este último con mayor número de
evidencia.

Los productos de hueso terminados por los lapidarios fueron las placas de
tortuga, las figurillas antropomorfas y zoomorfas, tubos esgrafiados,
incrustaciones, orejeras y cuentas.

Los bienes (o productos) de la producción una parte le correspondían al estado,


pero otra le era dejada a los artesanos para intercambiarla por alimentos,
vestimentas o por otras herramientas (ver cuadro 12).

147
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Lapidarios

Lítica tallada (navajillas y


Herramientas lascas)
Abrasivos (Piedra y polvo)
Hueso (Cincel, percutor, punzón)
Piedra (Cincel, percutor, alisador
y pulidor)

Materias Hueso
primas Concha
Minerales y piedras: Mica,
pizarra, basalto, tezontle, piedra
verde.
Técnicas
de trabajo
Producto

Pedrería Herramientas Esculturas


Uso ornamental Uso utilitario Uso cívico
religioso

Cuadro 21. Proceso de producción de los lapidarios.

El espacio abierto donde se llevaban las actividades artesanales de los


lapidarios, más los carpinteros, cesteros, plumeros, sastres y albañiles, era la
Plaza 5 y posiblemente los lugares de almacenaje de materias primas y
herramientas estén en la Estructura 33 con sus siete cuartos. Mientras que la
Plaza 1 ubicada al norte de ésta era donde se encontraban los gobernantes y
en donde realizaban sus actividades de ceremonias cívicas, religiosas, y
posiblemente las salas de consejo y de trono, como lo ha propuesto los
investigadores Linda Manzanilla y Leonardo López Luján (2001a: 4).

148
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Otro grupo de artesanos importante dentro del conjunto son los sastres, gente
dedicada a confeccionar las vestimentas usadas por la
elite. La evidencia arqueológica que tenemos son las
agujas y alfileres; cuya función son para zurcir, coser y
unir telas de distintos materiales; además ellos pegaban
con adhesivos a los botones e incrustaciones de pedrería
y sellaban las mantas (cuadro 13). No hemos descubierto
en Xalla implementos como malacates y telares de
cintura, es decir, aún no sabemos si en el conjunto había
Imagen 134. Telar de
gente que hilaba y elaboraba mantas o telas. cintura (implementos
de hueso de Tetitla)
Posiblemente las telas eran exportadas de otras regiones
como Oaxaca o Veracruz. En Teotihuacan se tiene registrado un telar de cintura
de hueso; éste provine de Tetitla (de las excavaciones realizadas por Séjourné
en 1968), evidencia arqueológica importante para presumir que en este sitio se
pudieron elaborar mantas (ver imagen 14).

149
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Otros Materia prima


conjuntos Hueso de:
*Humano
*Animal no doméstico
Otros
Sitios
foráneos Los
Gobernantes
y sus ministros Materia prima
Hueso de:
*Animal doméstico

Talleres de
lapidarios

Manufactura

Productos Productos
Ornamental Herramientas
Votivo

Otros talleres Intercambio Productos


artesanales Alimentarios

Cuadro 13. Diagrama de flujo de los bienes o productos manufacturados por los lapidarios.

Para Xalla, los tipos de agujas y los resultados obtenidos en la parte


experimental, señalan que posiblemente existieron tres tipos de materias
primas que conformaban a las mantas, éstas fueron las de algodón, las de ixtle
posiblemente de maguey o nopal y las pieles (ver Capítulo 3). Además, creemos
que las agujas y alfileres no eran manufacturados por los lapidarios que vivían
en el conjunto Xalla11, sino que posiblemente el estado las distribuía o eran

11
No tenemos evidencia arqueológica de su manufactura, pero sí de mantenimiento y reutilización de
estas agujas.

150
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
_____________________________________________________________________________________

intercambiadas en los mercados de barrio (la propuesta de mercados de barrio


la podemos ver en Gómez, 2000). Pero hay evidencia de artefactos
manufacturados ocasionalmente por los sastres; se trata de punzones cuya
función era la de deshilar. Es decir, estos artefactos no requerían de mayor
técnica, se obtenían con una percusión directa y eran desgastados hasta
obtener la punta (éstos se conocen como artefacto astillado o esquirlado y se
pueden ver los RTs: 4750, 6197by 6502).

Los productos obtenidos fueron las vestimentas para los gobernantes y


sacerdotes. El área de producción es difícil de inferir, pero por las evidencias se
podría decir que fueron la Plaza 5 (en esta plaza se ha hallado el 39.58% del
total de agujas) y la estructura 12 (que ha sido excavada relleno por relleno
cultural en donde se han encontrado 37.50% del total de agujas del sitio).

Pero los sastres además de coser y confeccionar las indumentarias, las


estampaban, bordaban, embrocaban y pegaban botones e incrustaciones de
pedrería (productos elaborados por los lapidarios); además sabían entender y
colocar las insignias e íconos que los gobernantes usaban en sus vestimentas
para que el pueblo los reconociera como sus máximas personalidades dentro de
un Estado, como fue en Teotihuacan.

151
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Agricultores Sastres
Algodón e ixtle

Lítica tallada (navajillas y


Hilanderas y Herramientas lascas)
tejedoras Hueso (agujas, alfileres, punzón)
Cerámica (sellos y tejos)
Pigmentos (origen mineral o
vegetal)

Materia Algodón
prima Ixtle (maguey o posiblemente
(Mantas) nopal).
Piel

Técnicas de trabajo
- Cosido y pegado
- Estampado
- Bordado
- Brocado
- Pluma hilada en algodón

Producto
Producto de los (Vestimenta)
lapidarios
Pedrería
Uso
ornamental

Cuadro 14. Procesos de producción de los sastres.

Los artesanos de Xalla, tanto los sastres como los lapidarios, le daban
mantenimiento12 a sus herramientas que comúnmente utilizaban. En nuestro
análisis pudimos determinar aquellos objetos de uso utilitario que presentan
huellas de mantenimiento13 y estos son las agujas y cinceles. En el caso de las
agujas y alfileres de las 192 de ellas, sólo cinco de éstas presentaban este
proceso (RT 16380, 5207, 7048, 8554 y 9073). Y de los 23 cinceles

12
Recordando que el proceso de mantenimiento tiene como objetivo mantener la efectividad laboral del
producto y por otro alargar la vida de la herramienta hasta que no se pueda tener rendimiento laboral.
13
La huella de mantenimiento se trata de incisiones paralelas, profundas y continuas; son parecidas a la
técnica abrasión.

152
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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representados en la muestra sólo en tres de ellos no se pudo determinar las


marcas de mantenimiento.

En la investigación de huellas en los artefactos se nota una reutilización14 en las


agujas que eran transformadas en alfileres; de éstas 192, tenemos el caso de
dos (Bolsa 27780 y RT 4861). La mayoría de las agujas de este conjunto,
aparecen en los contextos fragmentadas y rotas por el uso, por lo que
suponemos que si se les rompían podían posiblemente conseguirse otra; a
comparación con otro sitio que se encontraba en la periferia de la ciudad, en la
información de Teopancazco, las agujas en su gran mayoría están siendo
mantenidas y unas cuantas reutilizadas; pues responde a que el abastecimiento
estaba restringido por alguna institución (Padró, 2002).

El carácter de los hallazgos encontrados en sus áreas de actividad para el hueso


se puede dividir en cinco contextos diferenciados (ver tabla 17 y 18):

1. Las áreas de desecho o evacuación del hueso trabajado de los talleres de


producción: presumiblemente se trata del área de actividad 43, donde están los
desechos de la fabricación de cinceles, punzones, alisadores, objetos romos y
varillas, pero también esta área puede ser parte de un basurero del taller de
utilización (Clark, 1990), recordando que en este último tipo, son desechos que
tienen huellas de haber sido usados; también presentes en las áreas de
actividad 42, 66 y 66b, como partes de la basura de los talleres dedicados a la
manufactura de la mica.

2. Las áreas de depósitos propiciatorios, definidas éstas como la


concentración de desechos primarios colocados bajo pisos de plazas o de
cámaras de estructuras, o que se encuentran sellados por elementos
constructivos contemporáneos que aseguran su aislamiento de momentos
culturales posteriores. El material pudo ser quebrado a propósito como una

14
La reutilización es cuando se transforma un producto con características y usos determinados, en un
nuevo producto con atributos y usos diferentes.

153
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
_____________________________________________________________________________________

acción dedicatoria a las actividades constructivas de un grupo. Por lo tanto, son


depósitos de tipo intencional, efectuados con un fin propiciatorio (Laporte,
1999: 37). Las áreas de actividad que presumiblemente los representan son 30,
38, 47 y 71.

El artefacto de
AA Ubicación Se trata de hueso aparece
como
Se trata de una concentración de material
Formando parte de los
3 P2 E11 pero existe la duda si las tuzas fueron las
rellenos de esta área
responsables de crearla
Se trata de una concentración de objetos
Formando parte de los
9 P1 E9 que forman parte de un acto ritual; es la
rellenos de esta área
base de una estela o escultura
Se trata de los entierros 2 y 2B (subadulto
Formando parte de los
e infantil), circundados por un circulo de
22 (Entierro 2) P1E4C1 rellenos del área de
piedras y probablemente de tiempos
actividad.
Coyotlatelco.
Se trata de una fosa y en ella una
22 B (Entierro Posiblemente un
P1E4C1 concentración de materiales abajo del piso
2B) depósito escondite
y junto al entierro 2B.
Se trata de una fosa de saqueo, que
Formando parte de los
posiblemente perturbó los depósitos
22C P1E4C1 rellenos del área de
originales y se excavaron dos rellenos de
actividad.
tierra areno-limosa
Se trata de una gran concentración de
Posiblemente un
30 P5 ceniza y carbón, además mezclados con
depósito propiciatorio
materiales arqueológicos
Se trata de una concentración en un área El fragmento de la
de 94 por 353 por 23 cm. de carbón, y placa con pigmento
37 P5 carbón asociada al entierro 4 (con rojo es el que está
numerosos huesos quemados: costillas y relacionado al entierro
vértebras). 4
Es una concentración de ceniza y carbón, Posiblemente un
38 P5
en un área de 87 por 103 por 12 cms. depósito propiciatorio
Se trata de una oquedad o nicho que fue
hecho en el muro central sur (al interior,
Posiblemente un
39 P1 E2 construido con xalnenes) de la Estructura 2
depósito escondite
de 2, de 1.10 por 1.45 m., de carácter
ritual y de forma semicircular.

154
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Se trata de una gran concentración de


mica pulverizada mezclada con carbón, en
Posible área de
un área de 2.20 por 1.78 m. Descansa
42 P5 desecho de taller de
sobre una concentración de enlucidos y
producción de la mica
pigmento rojo desecho que llega al nivel
del firme.
Es una fosa cavada en el tepetate en el
sector noreste de la Plaza 5, 75 cms., bajo
el nivel del piso de la plaza. Esta fosa fue Posible área de
detectada en las temporadas anteriores, desecho de los
por un pozo de sondeo. La fosa fue artesanos, tanto de
43 P5
excavada intencionalmente en el tepetate; comida, como la
aunque se intuía que tuviese basura de los diversos
probablemente una función ritual hasta hay talleres
desecho de materiales principalmente de
trabajo de hueso (un basurero).
Formando parte de los
45 P1E9 Concentración de objetos
rellenos de esta área
Se trata de una fosa saqueada que
Posiblemente fue
originalmente pudo haber contenido un
47 P1 E4 C1 parte un depósito
depósito, quizás relacionada con las AA22 y
propiciatorio
AA40.
Se trata de un relleno posiblemente ritual,
Posiblemente un
53 P1 E4 C1 previo al Ap.3, de donde desplantan los
depósito escondite
cajones de relleno de la Estructura 4.
Posiblemente estén
Se trata de una concentración muy grande
relacionados con el
de láminas de mica y mica trabajada
66 P2 E12 C1 área de desecho de un
asociada a diversos materiales cerámicos,
taller de producción de
líticos, de hueso y concha entre otros.
mica
Se trata de otra concentración de mica Posiblemente estén
trabajada, asociada a diversos materiales relacionados con el
66B P2 E2 C1 cerámicos, líticos, hueso trabajado, entre área de desecho de un
otros la cual probablemente estuvo muy taller de producción de
relacionada con el AA66. mica
Se trata de un sistema de drenaje
Formando parte de los
68 P1E2 localizado bajo el piso 1 de la plaza 1 y que
rellenos de esta área
servía para drenar el agua de lluvia.
Se trata de una concentración de
materiales principalmente tejo y mica Posiblemente un
71 P2 E12
trabajada (entre ellos un disco con una depósito propiciatorio
perforación)

155
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
_____________________________________________________________________________________

Tabla 17. Relación de las áreas de actividad y los artefactos hallados en Xalla.

3. Las áreas de los depósitos de enterramiento son aquellos objetos


asociados a enterramientos humanos en los que se incluyen ocasionalmente
implementos y ornamentos elaborados en hueso (idem.). En este sentido nada
más encontramos un objeto asociado al área de actividad 37 cercano al entierro
4.

4. Las áreas de los depósitos de escondite que son aquellos donde los
materiales son colocados en asociación con la habitación de pisos o
construcciones. Pueden ser dedicatorios o terminales, y en general están
asociados al eje de las estructuras (idem.). Las áreas de actividad que
corresponden a este tipo de depósito son 22b, 39 y 53.

5. Y por último, los depósitos de los rellenos estructurales, que son los
materiales arqueológicos empleados en la construcción de toda edificación, que
eran parte del desecho recolectado en varias partes del sitio (idem.). Las áreas
de actividad que corresponden a este tipo de depósitos son 3, 9, 22, 22c, 45 y
68.

156
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Cantidad de
Tipos de depósitos Porcentajes
implementos de huesos
Depósito propiciatorio 13 02.86%
Relleno 324 84.37%
Entierro 1 00.26%
Basurero de taller 40 10.43%
Escondite 8 02.08%
Total de objetos de hueso 386 100.00%

Tabla 18. Frecuencia de los tipos de depósito en Xalla.

157
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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CAPITULO V. CONSIDERACIONES Y CONCLUSIONES

Para el Clásico nadie puede dudar que en el altiplano central se estableciera la


urbe más importante de la región, Teotihuacan, que fuera el poder de un gran
estado, aun cuando todavía existen discusiones sobre el tipo de organización
estatal de éste. Existen dos diferentes teorías sobre su gobierno: la primera
establece que la ciudad estuvo dirigida por un solo gobernante o quizás dos
(Cabrera et al., 1990 en Manzanilla 2001b: 176).

La otra teoría que comparte la doctora Linda Manzanilla con Pasztory y Paulinyi
(en Manzanilla, 2001b: 176), es acerca de que la instancia gubernamental era
colectiva, un cogobierno dirigido no por un sólo gobernante sino por cuatro o
siete gobernantes. La Dra. Manzanilla (2001a, 2001b, 2002a) sugiere que estos
gobernantes estuvieran habitando sus propios palacios en los diversos sectores,
definidos estos como la residencia de un personaje, la sede de un gobierno, el
sitio donde se concentra el tributo, la representación material del poder político
(Manzanilla 2001b: 157). Por lo anterior ella (en concordancia con Flannery)
menciona dos tipos generales de estructuras palaciegas: la morada de los
gobernantes y su corte (como en el cercano Oriente y en Egipto), y los palacios
administrativos y de toma de decisiones; además menciona que no se ha
hallado un caso claro de la morada de los gobernantes en Teotihuacan (idem).

EL Proyecto “Teotihuacan: Elite y Gobierno” dirigido desde 1997 por la Dra.


Manzanilla propone que la sede del cogobierno fue Xalla, nuestro lugar de
estudio, por su excelente ubicación entre las pirámides de la Luna y el Sol
(véanse antecedentes y descripción del sitio en el capítulo IV). Este conjunto
fue usado por los gobernantes y su corte para la labor administrativa y la toma
de decisiones, junto con sus artesanos que les confeccionaban sus vestimentas
y sus objetos de uso cotidiano y ornamental. La industria del hueso trabajado
es parte de las actividades llevadas en este conjunto por los diversos artesanos
que lo habitaron y que trabajaban para los dirigentes de Xalla.

158
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Una de las hipótesis que gira en relación al uso y función de los artefactos de
hueso, concretamente el enunciado dice: Los objetos de hueso trabajado no
humano y humano, además los del asta de venado, están siendo usados como
objetos utilitarios.

La implicación de prueba: Si los objetos de hueso y asta trabajados han sido de


uso utilitario entonces hallaríamos cinceles, agujas, punzones, mangos, alfileres
y alisadores.

Desechos
16%

Preformas
4%

Votivo
2%
Ornamental
3%

Utilitario
75%

Gráfica 1. Porcentajes total de los artefactos por su uso en general

En este sentido, partiendo del análisis propuesto en esta tesis, se pudieron


determinar tres tipos de uso: utilitario, ornamental y votivo. De los 386
artefactos del sitio Xalla, el 75% de ellos es de uso utilitario; los restantes son:
ornamentales (3%), votivo (2%), preformas (4%) y desechos (16%).

Las materias primas de origen animal y humano están representadas en el


98% total de la muestra analizada, mientras las aves y reptiles forman el dos
porciento restantes.

159
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Los hueso trabajados de venado o/y berrendo en su totalidad son 37 piezas


(representa el 9.59%) y los humanos son 70 piezas (representa el 18.13% de
la
Total de Ave
1%
Total de Reptiles
1%

Total de
mamíferos
98%

Gráfica 2. Porcentaje de totales por clases de materias primas

muestra); en este sentido los huesos humanos son los más representados, y
están siendo utilizados en su gran mayoría como instrumentos15, ya que esta
materia prima tiene cualidades físicas como la dureza y resistividad. Tenemos
materia prima que no pudimos establecer su identificación de género y especie,
y la hemos dejado en “mamífero” por la estructura del tejido óseo y éstas son
266 piezas (68.91%); y las otras 13 piezas son de diversos organismos (ver
gráfica 3) que sumadas nos dan 384 piezas del total de la muestra analizada.

Los animales domésticos como perros y guajolotes están representados con el


1.04% y los animales no domésticos representan el 80.32%. Los perros son de
los organismos con un cierto valor simbólico, porque de ellos se fabricaban
posiblemente objetos votivos. Pareciera que en el caso de perros y guajolotes la
utilización como materia prima es escasa para Xalla; aunque en Teotihuacan se
han reportado como materiales trabajados (Starbuck, 1975; Padró, 2000 y

15
Como son los cinceles y algunos punzones.

160
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
_____________________________________________________________________________________

2002; Romero 2004), los contextos donde se han hallado son de unidades
habitacionales. El conjunto Xalla no es de este tipo de unidades; por lo tanto la
mayoría de la materia prima es de humano y animales no domésticos.

Creemos que los animales (domésticos y no domésticos) y los huesos humanos


fueron de las materias primas controladas por el estado teotihuacano; los
lapidarios que manufacturaron las herramientas y diversos objetos eran las

300 25 5
íf ero;
Mam

250

200

150
71
ano ;
Hum 45
nd o;
b err e
do o
100 Vena

o; 2
50 Guajo lot e; 1 eo con ej
Liebr

o; 1
0 can id
3 g a; 3 o; 3 l ido o
Ave; Tortu Can id Mus t e

Gráfica 3. Diversas materias primas

personas a quienes el estado les otorgaba la materia prima de hueso para


convertirla en diversos productos; además les daban otras como mica, piedra
verde, pizarra, concha, entre otros.

Las tareas asignadas a de los lapidarios presumiblemente fueron la realización


de herramientas para otros artesanos16 que trabajaban en este conjunto; estas
herramientas serían cinceles o gubias, punzones, agujas, percutores blandos y
cepillos; y además, realizar herramientas para sus propias actividades, como
son cinceles, percutores y punzones. Los bienes consumidos por la elite eran
objetos ornamentales y votivos: los primeros eran las orejeras, cuentas, objetos

16
Estos artesanos son los carpinteros, los alfareros, los talabarteros y albañiles.

161
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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de incrustación (forma parte de la pedrería) y botones; y los usos votivos son


los huesos tallados en esculturas o tubos esgrafiados.

En este sentido, la manufactura de los artefactos en hueso es realizada por los


lapidarios, cuyo conocimiento tecnológico de la labranza de la piedra y concha
era utilizado también para el hueso. De aquí se desprende la siguiente
hipótesis: Los artefactos de hueso y asta están siendo manufacturados y
utilizados como instrumentos para diversas actividades artesanales.

Implicación de prueba. Si los artefactos hechos en hueso y en asta están siendo


manufacturados en el sitio, entonces hallaríamos en el área de actividad
desechos de la manufactura del asta o/y del hueso relacionados con materiales
de lítica pulida y tallada.

Al parecer las astas de venado se utilizaban como materia prima y para


confeccionar objetos compresores o retocadores que los lapidarios usaban para
el trabajo del reavivamiento de los filos de la obsidiana o del pedernal. Sin
embargo, si la materia prima de huesos era transformada por los lapidarios,
ellos elaboraban herramientas para los oficios de carpinteros17, talabarteros18,
alfareros19 y albañiles20. En el caso de los sastres al parecer las agujas y
alfileres no se manufacturaban en el conjunto, pero el deshilador o punzón sí.
Los desechos de manufactura están siendo localizados en la mayoría de
rellenos y en áreas de actividad específicas como la 43. Los tipos de desechos
de la manufactura son de huesos largos en gran mayoría de humanos y
venados o berrendos, tratándose de la epífisis y de diáfisis fragmentadas en
general. Los productos obtenidos son herramientas para los artesanos del
conjunto y objetos ornamentales para elite.

17
Las herramientas usadas por los carpinteros eran cinceles o gubias y punzones que servían para el
tallado de la madera.
18
Las herramientas de hueso que este grupo utilizó fueron las agujas de punta roma, punzones de punta
ahusada o cortante y raspadores para el tallado de la piel.
19
Los artefactos de hueso empleados para su oficio fueron alisadores, varillas y estiques.
20
La herramienta de hueso usada es el alisador para el estuco; con ésta se le da el enlucido.

162
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Implicación de prueba. Si los artefactos hechos en hueso y asta están siendo


utilizados como instrumentos para la confección de vestimentas y ayudan a
manufacturar hueso de uso ornamental, entonces hallaríamos restos
arqueológicos de fauna utilizada como recurso de piel y pluma, restos botánicos
como agave y algodón, objetos terminados y sin terminar de pendientes,
cuentas, incrustaciones, orejeras, tubos esgrafiados, esculturas antropomorfas
y zoomorfas de hueso.

Instrumentos de hueso Relacionado a los oficios de: Materias primas


Cincel o gubia para la madera
Carpintería Madera
y punzón.
Mica, pizarra, piedras
verdes, mármol, hueso,
Cincel y punzón. Lapidaria
concha y diversas
piedras
Aguja, alfiler, punzón
Textiles: posiblemente
esquirlado, incrustación y Sastrería
de algodón y ixtle
botón
Percutor blando (asta de
Lapidarios de lítica tallada Obsidiana y pedernal
venado)
Cuero: Posiblemente en
Aguja, punzón compuesto y
Talabartería su mayoría de venado,
raspador
perro y lagomorfos
Alisador para el estuco Albañilería Estuco y pigmentos
Alisador, varilla y estique Alfarería Barro y pigmentos

Cuadro 14. Relación de artefactos y actividades artesanales llevadas acabo en Xalla.

Los productos terminados ornamentales de los lapidarios fueron las placas de


tortuga, incrustaciones, botones, orejeras y cuentas. Los bienes ornamentales y
votivos21 eran usados por la elite del conjunto y en el caso de las herramientas
se les quedaban a los lapidarios; ellos usaban sus diseños de herramientas para
su oficio, fabricaban herramientas para otros grupos de artesanos dentro de la

21
Recordando que el uso votivo se refiere a los objetos ornamentales que provengan de ofrendas, de
caches, o elementos asociados a entierros; en otras palabras, serían aquellos artefactos hechos para ser
depositados en alguno de estos eventos o artefactos que fueron utilizados por el individuo y enterrados
con ellos. De estos artefactos posiblemente en la colección de Xalla son las figurillas zoomorfas y tubos
esgrafiados.

163
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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ciudad de Teotihuacan y servían como bienes para poderlas intercambiar por


productos de alimentación, vestimentas, herramientas y materias primas.

A partir de la evidencia de los restos faunísticos y de restos humanos se puede


presumir que en su mayoría eran utilizados los huesos largos como materia
prima. A esto se añade la extracción de la piel y el pelo. Los restos óseos
analizados por el Doctor Raúl Valadez y el biólogo Bernardo Rodríguez (informe
preliminar de Arqueozoología) señalan la presencia de venado (Odocoileus
virginianus) que, por las partes representadas en contexto (restos de huesos de
los carpos, metacarpos, tarsos metatarsos y falanges de manos y pies),
suponemos se les extraía la piel; además se añaden las liebres (Lepus sp. y L.
callotis) y conejos (Romerolagus diazi, Sylvilagus sp., S. audubonii y S.
floridanus). Aparte de la piel que se le puede extraer a los lepóridos (liebres y
conejos), su pelo para la época precolombina era usado y pegado en las
vestimentas de la gente de alto estatus (Mohar, 1997: 146). Los organismos
que proporcionaban variedad de plumas, posiblemente fueron los patos (Anas
sp. o Aythya sp.) y los guajolotes (Meleagris gallopavo) en su gran mayoría,
materia prima usada ya sea por los sastres o los plumarios. Éstas podrían ser
pegadas o cosidas en las mantas. El área de actividad donde podemos observar
la presencia ósea de estos organismos es el área de actividad 43, que hemos
denominado como uno de los basureros de los artesanos.

El espacio donde se llevaban a cabo las actividades artesanales de los


lapidarios, más los carpinteros, talabarteros, sastres, plumarios y albañiles
creemos, por la evidencia de los materiales es el espacio abierto de la Plaza 5, y
posiblemente los lugares de almacenaje de materias primas y herramientas
estén en la Estructura 33 con sus siete cuartos. Mientras que el área central
donde se encontraban los gobernantes realizando sus actividades de
ceremonias cívicas, religiosas, y las salas de consejos era la Plaza 1, como lo
han propuesto los investigadores Linda Manzanilla y Leonardo López Luján
(2001a: 4), así como Laura Bernal (2005) en su tesis de licenciatura en
arqueología.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Al parecer, el producto principal que manufacturaban los lapidarios, y cuyo


excedente se ve registrado en los contextos arqueológicos, no era el hueso,
sino un bien aloctóno, posiblemente la mica, como lo señala Rosales (2004),
que era extraída de los valles centrales de Oaxaca22. Pero en el caso de nuestro
estudio y a partir de la experimentación, creemos por los resultados obtenidos
que algunos instrumentos de hueso ayudaron en la manufactura de mica son
los cinceles que presentan estos atributos: la huella de uso en la parte distal es
un piqueteado muy marcado y ángulos que se encuentren entre 25 a 45º y
agujas de ángulos menores a 10º. Estos cinceles eran usados para “picar23” o
mejor dicho cortar las láminas o bloques de la mica; se obtenían figuras
geométricas que posteriormente los bordes de las láminas eran desgastadas
para darle una uniformidad, los productos elaborados con este instrumento
probablemente eran los discos y rectángulos de mica. Es por este motivo del
cortar la mica, que los cinceles arqueológico tuvieran un bisel muy delgado.

Otro de los grupos de artesanos representados por la evidencia material, es el


de los sastres. Las agujas y los alfileres son sus instrumentos; y añadiendo a
esta investigación los resultados de la experimentación en donde se pudo
determinar cuáles son los que servían para zurcir y coser mantas de algodón,
de agave y piel:
- Las agujas que fueron utilizadas para las mantas de algodón tiene un
ojal entre 0.5 a 1.0 mm de diámetro, la punta es cortante o ahusada, de
largo entre 6 a 9 cm. y el espesor de 0.2 a 0.4 cm.; mientras que la
huellas de uso son pulidas y un ángulo de la punta de 5º a 7º.
- Las agujas para el agave, son de punta ahusada o espatulada, con
huellas de uso estriadas y pulidas; mientras las medidas van de 6 a 12
cm. de largo, espesor de 0.4 a 1.4 cm., el ojal de 1.0 a 3.0 mm y un
ángulo en la punta de 5º a 10º.

22
Posiblemente la mica era el bien que controlaba el estado, tanto en sus formas de materia prima y de
objetos ya terminados.
23
El termino picar, se usa actualmente en la elaboración de papel picado, cuyo uso es en las fiestas de día
de muertos. Los instrumentos actuales son cinceles de metal, cuya parte funcional son biseles de distintas
formas, estos se emplean para cortar el “papel de china”.

165
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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- Mientras las agujas para piel son de punta roma, con huella de uso con
fuerte pulido, de largo 12 a 17 cm. aproximadamente, el espesor es de
0.3 a 0.4 cm., y el diámetro del ojal es entre 1.0 a 3.0 mm.; y un ángulo
de 25º a 38º.

En este sentido no se aprecia un contexto o área de actividad clara donde


se llevara el trabajo de este grupo de artesanos, pero puede ser que se
encuentre en la Plaza 5. Los productos obtenidos por los sastres
presumiblemente serían las vestimentas estampadas, cosidas, bordadas y
brocadas con sus incrustaciones y botones, que eran usadas por la gente de
alta elite o los fardos funerarios. Las agujas usadas en este sitio, es de
señalar que no eran manufacturadas por los lapidarios24 de este conjunto, y
que posiblemente, éstas provengan de otros conjunto dentro de la cuidad
teotihuacana25. Los alfileres eran otras de las herramientas usadas para
sostener las mantas antes de ser cosidas; éstas presumiblemente se
manufacturaban ex profeso y otras provenían del reciclaje cuando las agujas
se fragmentaban.

Pero no hay que olvidar también que dentro de la experimentación se


establecieron los atributos morfológicos y métricos que deberían de cumplir los
punzones para autosacrifico y éstos correspondían a puntas cortantes o
ahusadas, ángulos de 8 a 10º y una longitud promedio de 60.7 a 140 mm.
Estas características son muy parecidas a los de las agujas para algodón; con
ello no pretendemos decir que las agujas de Xalla sean para autosacrificio, sino
que son candidatas para este empleo. Los casos de agujas o alfileres hallados
en las áreas de actividad como la 71, 30, 38 y 47 pudieran haber sido
empleadas para este fin.

24
La evidencia para determinar que no se manufacturaban es por la ausencia de núcleos o matrices de
donde provienen primero las varillas de hueso y por la ausencia de preformas o desechos de las agujas
mal confeccionadas.
25
Se podría proponer que estos conjuntos pueden ser La Ventilla y Teopancazco.

166
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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En síntesis, el área artesanal se encontraría en el espacio abierto, ya sea por


que las fases de manufactura lo requieran o por el aprovechamiento de la luz
del día: La Plaza 5. El área administrativa y religiosa estaría en la Plaza 1 con
sus cinco estructuras principales; esto se ve reflejado con sus materiales de
hueso trabajado: tenemos un 19.27% de los objetos utilitarios de esta plaza,
contra un 28.91% de herramientas de la Plaza 5; siendo que la primera plaza
se excavó casi en su totalidad, mientras que la 5 se liberó aproximadamente
como el 15% de su área que la conforma.

Al parecer la caída de Teotihuacan fue por un abandono paulatino, entre el 550


al 600 d. C. al final de la fase Xolalpan (Manzanilla, 2002b, 2003a, 2003b), es
decir que la gente tuvo tiempo de elegir algunas cosas que se llevaría consigo,
dependiendo del medio de transporte que tenga a su alcance, la portabilidad
del objeto, la distancia al siguiente sitio de ocupación, el valor que otorgue a
ciertos artefactos26, sea debido a factores económicos, sea ideológicos, lo
necesario para llevar a cabo ciertas actividades recurrentes, y la rareza de las
materias primas (Manzanilla y Ortiz, 2003: 78). En Xalla encontramos este tipo
de abandono, con evidencia de destrucción por fuego (vigas y morillos
carbonizados sobre el último piso de ocupación), destrucción ritual y
desmantelamiento de algunas esculturas (Manzanilla y López Luján, 2001c;
Manzanilla, 2003a). El comportamiento de desmantelamiento de esculturas lo
podemos ubicar en la base de la Estructura 2 donde se halló desmantelada una
escultura de felino, y en la Estructura 3 se halló una escultura antropomorfa
masculina de mármol rota en pedazos sobre un piso quemado (Manzanilla, et
al., en prensa; López Luján, et al., 2004). También se tiene reportada en Xalla
la destrucción de las esculturas de Huehuetéotl (Manzanilla 2003a).

Sobre la evidencia de saqueo, en Xalla los grupos coyotlatelcos hicieron calas


con orientaciones este-oeste en la Estructura 2 y 9 de la plaza central,
partiendo las construcciones en dos, probablemente para extraer ofrendas.

26
Las astas de venado eran empleadas como compresores o retocadores; y es uno de estos artefactos que
la gente pudo llevarse, por ser instrumentos indispensables en la elaboración de objetos de lítica tallada.

167
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Asimismo en la estructura 4 se excavaron fosas de saqueo (idem). Además la


evidencia de que los coyotlatelcos estuvieron en Xalla, era de esperarse, pues
tenemos el entierro 2 y 2b (áreas de actividad 22 y 22b) que fueron
presumiblemente de este grupo. En este sentido la evidencia de la manufactura
del hueso trabajado de nuestra muestra no nos indica un cambio de maneras
de elaborar y de predilección por otras partes del esqueleto, es decir, podemos
presumir que estos grupos de coyotlatelcos no reutilizaron esta noble materia
prima dentro del conjunto.

5. 1. Aportaciones de la investigación

En Mesoamérica el hueso trabajado está respondiendo a la necesidad de


explotar el recurso biológico, y a sus atributos como materia prima, de la cual
se confeccionaban agujas, alfileres, punzones, pizcadores, estiques, alisadores,
cinceles, cuchillos, retocadores, espátulas, varillas, pajas, flautas, cuentas,
orejeras entre otros que podría ofrecer. Esta materia prima es noble por sus
orígenes, ya sea de humano como de no humano, y además guarda un
contenido simbólico dependiendo del contexto en donde se halle. Los trabajos
pioneros recientes para México, como los de la Doctora Padró (2000 y 2002),
Talavera, Rojas y García (2000), o como los de Romero (2003 y 2004), surgen
por la necesidad de establecer metodologías de estudio para el hueso trabajado
rompiendo con el esquema clásico: “la forma da la función”, sin observar su
manufactura o huellas de uso, tomando en cuenta el contexto donde se halló.
Nuestra propuesta de análisis está planeada para ser retomada por los futuros
investigadores en esta área. Sintetizamos y desglosamos la metodología vista
desde la materia prima, sus diferentes huellas, sus formas, sus contextos y sus
usos. El tipo de análisis establecido en esta investigación se resume en tres
niveles que forman la columna y son: el morfológico (la forma de la pieza), el
morfométrico (las dimensiones y proporciones) y el uso; éstos combinados nos
ayudan a determinar la posible función, tomando en cuenta el contexto. Sin
embargo, hemos visto que hay recursos para el apoyo de la investigación de

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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hueso trabajado: éstos comprenden las fuentes históricas, las etnográficas y el


recurso de la experimentación.

Creemos que uno de los aportes principales es poder demostrar a nuestros


lectores la importancia de nuestra metodología en la investigación e ir
encontrando que no toda huella es de uso, es decir, que hay huellas de origen
natural y huellas realizadas por el hombre (éstas pueden ser por el consumo,
por la manufactura o mantenimiento o por el uso); que debemos partir desde
los atributos del artefacto para luego englobarlos en su contexto, y no partir del
contexto; si de esa manera se realizara, entonces nos sesgaría la información y
como investigadores estaríamos previendo que el contexto ya visto le marque la
función al artefacto. En este sentido donde hacemos hincapié es en observar la
asociación de esta materia con los otros materiales como son la cerámica, la
piedra pulida, la piedra tallada, los restos botánicos, los restos de huesos no
modificados (fauna y humanos), la química y el aspecto arquitectónico, para
definir un contexto más claro. Es necesario para las nuevas investigaciones ya
sea de hueso o de otras materias primas tomar en cuenta que un buen registro
de los artefactos desde el campo es la base para poder establecer estudios
apropiados y generar datos desde el propio contexto y su asociación con el
artefacto. Esto se logró en Xalla.

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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182
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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Apéndice A

Imágenes de los artefactos de hueso pertenecientes

Del Proyecto “Teotihuacan: Elite y Gobierno”

Xalla

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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1. Alfileres Uso utilitario


Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

2. Alfiler Uso utilitario


Proyecto “Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

3. Aguja Uso utilitario


Posiblemente para agave
Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografia tomada por Rafael Reyes

184
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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4. Aguja Uso utilitario: Posiblemente


para algodón
Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

5. Agujas Uso utilitario


Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

6. Cincel Uso utilitario


Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

185
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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7. Cincel Uso utilitario: Posiblemente


para la mica
Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

8. Punzones Uso utilitario


Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

9. Perforador-percusión Uso utilitario


Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

186
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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10. Alisador para cerámica Uso utilitario


Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

11. Omechicahuaztli Uso utilitario


Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

12. Orejera hueca Uso ornamental


Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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13. Cuenta cilíndrica Uso ornamental


Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

14. Cuenta plana Uso ornamental


Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

15. Botón Uso ornamental


Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

188
El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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16. Placa automorfa de tortuga Uso ornamental


Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

17. Placa automorfa de tortuga Uso ornamental


Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

18. Placa con muescas Uso ornamental


Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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19. Placas rectangulares Uso ornamental


Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

20. Cabeza de ave, posible prendedor para cabello Uso ornamental y utilitario
Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

21. Tubo esgrafiado Uso votivo


Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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22. Escultura o hueso tallado representación de un Uso votivo


felino o cánido
Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

23. Hueso tallado representación de piernas Uso votivo


antropomorfas
Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

24. Escultura de hueso, representación de una Uso votivo


serpiente emplumada
Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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25. Hueso tallado representación de una cabeza Uso votivo (arriba) y utilitario
antropomorfa (arriba); y una punta de alfiler (abajo) (abajo)
Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

26. Huesos con evidencia de manufactura; presentan Desechos de manufactura


proceso de extracción: corte longitudinal
Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

27. Hueso con evidencia de manufactura; presenta Desechos de manufactura


proceso de extracción: ranurado
Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

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El estudio de la industria del hueso trabajado: Xalla un caso teotihuacano.
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28. Huesos con evidencia de manufactura, presentan Desechos de manufactura


proceso de extracción y proceso de elaboración
Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

29. Hueso con evidencia de manufactura; presenta Desechos de manufactura


proceso de extracción: corte transversal. Posiblemente
se trate de un núcleo o matriz
Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

30. Epífisis con evidencia de manufactura; presenta Desechos de manufactura


proceso de extracción: corte transversal
Proyecto” Teotihuacan: Elite y Gobierno”, sitio Xalla, fotografía tomada por Rafael Reyes

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