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Título del artículo: Recordando al periodista Oswaldo Regino Pérez.

Realizado por su hija: Yoli Regino Negrete.

Miércoles, 10 de noviembre de 2010.

Oswaldo Regino Pérez, nació el 23 de Diciembre de 1955 en Montería y murió asesinado, por
personas desconocidas en ese momento pero hoy muy conocidos por las revelaciones de los
desmovilizados de las AUC, el viernes del 11 de Noviembre de 1988 en las horas del medio día en
la vía a los Péricos. Nació en la familia constituida por Andrés Eduardo Regino Sinarca y Sandiego
Pérez Blanquicet, en el que era el segundo de tres hermanos.

Oswaldo Regino Pérez, fue un hombre que desde su adolescencia reflejo su espíritu de trabajo, de
lucha constante por sus ideales y el de los demás, logró graduarse del colegio Nacional en
Montería, estudiar periodismo a distancia e ingresar a la Universidad de Córdoba a estudiar la
licenciatura de Sociales. Trabajo en la radio Toledar, escribió para el periódico El Universal, fue
corresponsal de noticias televisivas a nivel nacional y fue jefe de prensa de la gobernación de
Córdoba. Fue esposo y padre de familia de cuatro hijos, ejemplo de la dedicación y cuidado que se
debe tener por la familia.

En la década de 80s, Córdoba experimentó una época muy violenta por causa de la guerra entre
las guerrillas, los paramilitares y militares, el periodista Oswaldo Regino Pérez le tocó registrar las
atrocidades de los hombres violentos, por el río Sinú bajaban los cuerpos mutilados, en los
pueblos la gente con miedo y lágrimas en los ojos dejaban sus casas por temor a que la noche
fuera cómplice de los sin almas que llegaban a las tiendas y acribillaba a todo un pueblo, el Tomate
y Tres Esquina están en la memoria de Dios y dejó huellas en los corazones de los huérfanos que
han caminado con el corazón vacio de un padre, de una madre, de un hijo, de una hija, de un tío,
de una tía, de toda una generación durante todos estos años, ¿Quién podrá repara la añoranza y el
amor no ejercido?.

Por la publicación de toda esta realidad se levantaron las armas en contra de la integridad del
periodista, el hombre, el padre, el esposo, el amigo, el profesor, el compañero y colega, cegando la
voz que se levantaba por encima de la indiferencia e indolencia, haciendo conocido una verdad
local e implorando justicia por los que ya no podían hablar.

Después de 21 años de su partida, se hace necesario recordar a un hombre que dio lo mejor de sí
aun con sus fallas y errores como cualquier ser humano, pero que ante todo por su carisma se
destaco por sentido crítico de la realidad y de colaboración. Ya no está, pero están sus ideas.

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