Está en la página 1de 2

“PARA PEDIR POSADA”

Peregrinos (fuera) Anfitriones (dentro)


(Alternadamente)

Aquí no es mesón
En nombre del cielo
sigan adelante
pedimos posada,
yo no debo abrir
pues no puede andar
no sea algún tunante.
mi esposa amada.
Ya se pueden ir
No seas inhumano
y no molestar,
tennos caridad,
porque si me enfado
el Dios de los cielos
os voy a apalear.
te lo premiará.
No me importa el nombre,
Venimos rendidos
déjenme dormir,
desde Nazareth
pues que yo les digo
Yo soy carpintero
que no hemos de abrir.
de nombre José.
Pues si es una reina
Posada te pide
quien lo solicita
amado casero,
¿cómo es que de noche
por sólo una noche
anda tan solita?
la reina del cielo.
¿Eres tú José?
¿Tu esposa es María?
Mi esposa es María
es reina del cielo,
Entren, peregrinos,
y madre va ser
no los conocía.
del Divino Verbo.
¡Dichosa la casa
Dios pague señores
que alberga este día
vuestra caridad,
a la virgen pura,
y que os colme el cielo
la hermosa María!
de felicidad
Al abrir los anfitriones la puerta de la morada, todos cantan:

Entren santos peregrinos,


peregrinos,
reciban esta mansión (o
“este rincón”)
que aunque es pobre la
morada, la morada,
os la doy de corazón.

Finalmente, los peregrinos agradecen, con la música del principio, en


este tenor:

Mil gracias os damos


que en esta ocasión
posada nos disteis
con leal corazón.
Pedimos al cielo
que esta caridad
os premie colmándoos

de felicidad.

También podría gustarte