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15.

- hormiguitas humanas
By Juan re-crivello

Fuera la tormenta hace creernos que vendrá la ¡de San Quintín!. Dentro el
escritor espera a su mujer para asistir a una cita donde aparecen los temas de
los sentimientos y la fastidiada salud espiritual de la gente.

Pero es casi viernes, o sábado de mercado –o el que Ud. admirable lector


imagine-, allí abajo, mientras tanto, las hormiguitas humanas tiemblan ante el
precio de la dorada y mascullan del próximo salmón.

Es así de extremo el cuento de cada humano. Como las señoras mayores,


deseamos la salud, pero sin amor, aunque, sin un corazón compañero bastante
poco podemos hacer. ¿Y el dinero?. Se escurre y salta alegre, y famélico
esquivando a cada cantante. De poseerlo ansiamos, de gastarlo deseamos.

Hasta el capo de la droga colombiana lo anhela, para surtir a sus clientes de


más caramelo. Por ello, nada tan sustancial que un atribulada consorte, o una
dama escasa pero compañera, o un aguerrido musculado con hormonas, o una
flaca de seños duros y grandes pero presente en su pasión por Ud. ¿o por mí?.
Y si no hay lo uno ni lo otro. ¡No recurra a la droga!... del colombiano o de la
tele. Un libro, y una cola, o un jamón, o un tinto de 5 Euros dan espacio en la
tarde lenta y sofocante del sábado.

¡Atrévase! a salir de la madriguera

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