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Historia Copa Mundial de Fútbol

La Copa Mundial de Fútbol es el torneo internacional de fútbol masculino a nivel de


selecciones nacionales más importante del mundo. Su nombre oficial actual es Copa
Mundial de la FIFA en honor de la institución que organiza dicho evento, aunque recibe
denominaciones más simples como Copa del Mundo o Mundial, sin incluir la
denominación del deporte. Además existen otras competiciones que también son copas
mundiales de fútbol, entre las que destacan la Copa Mundial Femenina de Fútbol, la Copa
Mundial de Fútbol Sub-20, y la Copa Mundial de Fútbol Sub-17, las tres organizadas por la
FIFA.

Este evento deportivo se realiza cada cuatro años desde 1930, con la excepción de los años
1942 y 1946, en los que se suspendió debido a la Segunda Guerra Mundial. Cuenta con dos
etapas principales: un proceso clasificatorio en el que participan en la actualidad cerca de
200 selecciones nacionales y una fase final realizada cada cuatro años en una sede definida
en la que participan 32 equipos durante un periodo cercano a un mes. La fase final del
torneo es el evento deportivo de una sola disciplina más importante del mundo (la final de
la Copa Mundial de Fútbol de 2002 fue vista por más de 1.100 millones de personas).

La Copa Mundial de la FIFA ha sido realizada en 18 ocasiones, en las que siete países han
alzado la copa: Brasil es el equipo más exitoso, con cinco victorias; Italia, la actual
campeona, le sigue con cuatro trofeos, mientras que Alemania tiene tres; Uruguay y
Argentina la han ganado dos veces, en tanto que Inglaterra y Francia se han titulado
campeones una sola ocasión. El torneo presenta una fuerte dominación de los equipos
europeos y sudamericanos: cada continente ha ganado el título en 9 ocasiones y sólo dos
equipos de otras confederaciones geográficas han llegado a semifinales. Además, Brasil ha
sido el único equipo que ha ganado fuera de su continente (en 1958 y 2002).

La última Copa Mundial se realizó entre el 9 de junio y el 9 de julio de 2006 en Alemania.


Italia se coronó campeón al vencer a Francia por 5:3 en lanzamientos de penaltis después
de haber empatado 1:1 en el periodo regular.

Historia
Orígenes

El primer encuentro internacional de este deporte se remonta al partido disputado entre


Inglaterra y Escocia el 30 de noviembre de 1872. El fútbol en ese tiempo era prácticamente
desconocido fuera de las islas Británicas, pero lentamente comenzó a desarrollarse en otras
partes del mundo. El fútbol debutó como un deporte de demostración en los Juegos
Olímpicos de París 1900, experiencia repetida en Saint Louis 1904 y los Juegos
Intercalados de 1906 en Atenas.
El 21 de mayo de 1904 fue fundada la Federación Internacional de Fútbol Asociación con
el fin de organizar el desarrollo del deporte. Dentro de sus ideas originales surgió la
posibilidad de realizar en 1906 un torneo internacional en Suiza, pero finalmente la
propuesta fracasó. Sin embargo, la idea se mantendría y se concretaría cuando Londres
organizó la IV Olimpiada en 1908 y declaró al fútbol como deporte olímpico oficial. A
cargo de la Football Association (no afiliada a la FIFA aún, pero con quien mantenía una
estrecha relación), el primer torneo sería ganado por el Reino Unido, seguido por
Dinamarca y Países Bajos.

Con el paso de los años el torneo olímpico continuó pero como un evento amateur. En 1909
Sir Thomas Lipton organizaría un torneo profesional entre clubes que representarían a cada
país en la ciudad de Turín. Éste torneo es denominado a veces como la "primera Copa
Mundial". En 1914 la FIFA reconocería al torneo olímpico como un "campeonato mundial
de fútbol para amateurs" y decidió hacerse responsable del desarrollo de dicho evento. Tras
la Primera Guerra Mundial se realizaría el primer torneo intercontinental en los Juegos
Olímpicos de Amberes 1920, donde participaron 13 equipos europeos junto al seleccionado
de Egipto.

En los Juegos Olímpicos de París 1924 se integraron los equipos sudamericanos. En dicho
evento Uruguay se coronaría campeón y luego mantendría la medalla de oro en Ámsterdam
1928.

La primera Copa Mundial

Durante la realización de los Juegos Olímpicos, la FIFA organizó un congreso donde se


decidió finalmente la realización de un torneo de fútbol profesional de nivel internacional
en 1930. Inmediatamente varios países europeos presentaron su candidatura (Italia,
Hungría, los Países Bajos, España y Suecia) junto a la de Uruguay. Jules Rimet, presidente
de la FIFA en esos años, estaba a favor de la realización en el país sudamericano, tanto por
sus éxitos deportivos como por el hecho de que el país celebraría el centenario de la Jura de
la Constitución. Además, pensaba que realizarlo fuera de Europa podría servir como forma
de ayudar al proceso de paz tras la devastadora Gran Guerra que asoló a dicho continente.

Uruguay sería finalmente elegido por unanimidad, pero eso no implicó el apoyo europeo a
la realización del torneo fuera de su continente. Los países europeos invitados al torneo
declinaron su participación argumentando que no podrían costear el largo viaje a lo largo
del Océano Atlántico en medio de la crisis económica que había azotado al mundo en esos
años. A pesar de que Uruguay se ofreció a solventar los costos, sólo Francia, Bélgica,
Yugoslavia y Rumania acudieron a la cita. Tras el boicot, los organizadores debieron
disminuir el número de participantes en el torneo, de 16 a 13.

A pesar de las complicaciones iniciales, el torneo fue un éxito. Los dos primeros partidos
fueron disputados simultáneamente: Francia derrotó por 4:1 a México, donde Lucien
Laurent anotó el primer gol en la historia del torneo; y Estados Unidos derrotó por 3:0 a
Bélgica. Con la ausencia de los equipos europeos, los equipos del Río de la Plata avanzaron
fácilmente a la final. Uruguay y Argentina se enfrentaron el 30 de julio de 1930 en el recién
inaugurado Estadio Centenario. Tras ganar el encuentro por 4:2, los locales se coronaron
como los primeros campeones mundiales de fútbol.

El bicampeonato italiano

La segunda Copa Mundial fue organizada en 1934 por Italia. Como forma de retribución
por el boicot realizado en 1930 por los países europeos, Uruguay y otros países americanos
se retiraron del torneo. La Copa Mundial se había convertido en muy poco tiempo en un
gran acontecimiento que recibía las miradas de todo el mundo, por ello el líder fascista
Benito Mussolini usó el torneo para la exaltación del nacionalismo, buscando publicitar el
poder italiano con una victoria en la competición. Para ello no dudó en asegurarse la
nacionalización de varios jugadores argentinos, como Luis Monti, Raimundo Orsi, Guaita y
Demaría, y también del brasileño Anfhiloquio Marques Filo, italianizado como Anfilogino
Guarisi. En el caso de Monti, llegó a ser extorsionado durante la final del Mundial anterior
con amenazas de muerte. Italia llegó a la final del torneo donde se enfrentó a
Checoslovaquia. Tras una serie de errores arbitrales, Angelo Schiavio anotó el gol del
triunfo italiano durante la prórroga, que coronaría a Italia como campeona del mundo.
Varios jugadores de aquel equipo reconocieron haber jugado la final bajo nuevas amenazas
del Duce. El nacionalizado Monti declaró:

"En 1930, en Uruguay, me querían matar si ganaba, y en Italia, cuatro años más tarde, si perdía".

En los años posteriores el advenimiento de la Segunda Guerra Mundial se hacía cada vez
más presente. La Copa Mundial de Fútbol de 1938 a realizarse en Francia contó con las
deserciones de España, debido a la guerra civil, China y Japón, debido al estallido de la
Segunda Guerra Sino-japonesa, mientras la clasificada Austria se retiró del torneo tras el
Anschluss. Ya en el torneo propiamente tal, Alemania fue repudiada por el público
mientras los jugadores realizaban el tradicional saludo nazi. Además, los equipos
americanos (a excepción de Brasil y Cuba) nuevamente boicotearon el torneo luego de que
fuera otorgada la sede a un país europeo a pesar del compromiso inicial de alternar la sede
entre ambos continentes.

En el ámbito deportivo Italia mostró su capacidad ofensiva llegando a la final del torneo
tras derrotar al Brasil de Leônidas, una de las figuras del torneo. Los italianos se
enfrentaron a la potente Hungría y la derrotaron por 4:2, convirtiéndose en el primer equipo
en alcanzar el bicampeonato. Mussolini, al igual que en 1934, no estaba dispuesto a ver
perder a su equipo. El seleccionador italiano, Vittorio Pozzo, recibió un telegrama antes del
partido final en el que sólo podía leerse «Vencer o morir». Además, obligó a sus jugadores
a vestir para la final camisetas negras, símbolo de guerra del fascismo italiano.

El torneo tras la Segunda Guerra Mundial

Para el torneo de 1942, Argentina, Brasil y la Alemania Nazi presentaron sus candidaturas,
pero tras el inicio de la Segunda Guerra Mundial la FIFA decidió la suspensión de todos los
eventos mientras el conflicto perdurase, provocando la cancelación de los torneos de 1942 y
1946. En ese último año, la FIFA decidió que la Copa Mundial fuera reanudada tan pronto
como fuera posible. Como la mayoría de los países europeos estaban devastados por la
guerra, ninguno tenía la capacidad para organizar el torneo, por lo que Brasil presentó su
candidatura y fue electo por la FIFA para realizar la Copa Mundial de Fútbol de 1950.

Diversos países se retiraron del torneo, incluida la India (por pretender jugar con futbolistas
descalzos) y Argentina, el múltiple campeón de Sudamérica durante la década de 1940 por
decisión interna, reduciendo el número de participantes de 16 a 13. Sin embargo, el evento
marcó el ingreso por primera vez de los equipos del Reino Unido a los procesos
clasificatorios. Así, Inglaterra participó por primera vez en la Copa Mundial, mas fue
eliminada rápidamente a pesar de su favoritismo. Tras la primera ronda, Brasil, España,
Suecia y Uruguay se clasificaron a un grupo final de donde saldría el campeón del torneo.
El seleccionado brasileño derrotó por sendas goleadas a los equipos europeos, por lo que su
victoria parecía asegurada. En el último partido, Brasil se enfrentaría a Uruguay, que había
tenido una irregular actuación, con una victoria sobre Suecia y un empate ante España. Por
lo tanto, aunque no se tratase de una final, el campeón saldría de ese último partido, en el
que a Brasil le valía un empate. Todo estaba listo en el Estadio Maracaná para las
celebraciones del triunfo brasileño ante cerca de 175.000 espectadores, los diarios locales
ya habían anunciado el partido como el de la primera victoria mundial de Brasil. Pero los
uruguayos lograron derrotar a los brasileños y coronarse campeones, después de remontar
un 1:0 inicial, para acabar con un 1:2. El llamado Maracanazo es considerado como una de
las más grandes sorpresas en la historia del deporte.

En 1954, la Copa Mundial regresó a Europa cuando Suiza, país neutral durante la guerra,
fue la sede de la V Copa Mundial. Durante el desarrollo del torneo se produjeron tres de los
partidos más recordados en la historia de la competición. Durante los cuartos de final, el
Equipo de oro, nombre con el que se conocía al equipo de Hungría, se enfrentó a la
selección brasileña, que después del Maracanzo decidió cambiar el color blanco de su
camiseta por el actual amarillo con ribetes verdes. El partido, que enfrentó a dos de las
mejores escuadras del torneo, se convirtió en uno de los encuentros más infames de la
historia: la excesiva violencia hizo que fuera conocido tradicionalmente como la Batalla de
Berna, en la que participaron tanto jugadores como entrenadores. En la misma ronda,
Austria derrotó a Suiza por 7:5, en el encuentro con mayor número de goles anotados en la
historia. La final sería disputada el 4 de julio de 1954 en el Wankdorfstadion, entre los
húngaros y la Alemania Federal, equipo que regresaba al torneo luego de la prohibición
establecida tras la derrota germana en la Segunda Guerra Mundial. Ambos equipos se
habían enfrentado en la primera ronda y los magiares habían goleado 8:3 a sus rivales, por
lo que una victoria de la Alemania Occidental parecía impensable. Sin embargo, los
alemanes alcanzaron la victoria por 3:2 derrotando al combinado liderado por Ferenc
Puskás y alzaron por primera vez el trofeo Jules Rimet. El encuentro conocido como el
Milagro de Berna es considerado como uno de los hechos que marcaron el fin del período
de postguerra de Alemania y su renacer. Prueba de ello es la película sobre el partido,
titulada El milagro alemán.
La época dorada de Brasil

Suecia fue el país destinado a realizar la Copa Mundial de Fútbol de 1958. El torneo fue el
primero en ser transmitido a través de la televisión, dando origen posteriormente a la
expansión del torneo hacia otros continentes. En el ámbito deportivo, la Francia de Just
Fontaine alcanzaría el tercer lugar del torneo tras ser derrotados en semifinales por Brasil.
Los sudamericanos se enfrentarían en la final al combinado local, en el Estadio Råsunda de
Estocolmo. Pelé era la gran promesa brasileña, pero eran pocos los que lo conocían.
Durante una serie de partidos de preparación frente a clubes italianos previos al inicio del
mundial, Pelé sufrió una lesión de rodilla. Estuvo cerca de abandonar la delegación
brasileña, pero finalmente acudió a Suecia, donde no pudo debutar hasta el partido de
cuartos de final frente a Gales. Suyo fue el único gol del partido, y en semifinales frente a
Francia anotó un total de tres. En la final, con un marcador final de 5:2, Brasil se coronó
campeón del mundo por primera vez en la historia. Aunque los suecos se pondrían en
ventaja temprana, la aparición de Vavá y Pelé, con dos goles cada uno, revertirían la
situación.

Brasil nuevamente brillaría en el torneo siguiente, realizado en Chile a mediados de 1962.


Pelé, ya convertido en uno de los mejores jugadores del momento, no pudo participar
debido a una lesión a comienzos del evento, pero la magia de Garrincha llevaría al equipo
brasileño a levantar por segunda vez la Copa al derrotar en la final a Checoslovaquia, frente
a más de 60.000 personas instaladas en el Estadio Nacional de Santiago de Chile. Cabe
resaltar que en ese torneo, el colombiano Marcos Coll marcó en la portería del legendario
arquero Lev Yashin el empate de su selección 4:4 con la Unión Soviética un gol olímpico,
el único marcado (hasta la edición de 2006) en la historia de los mundiales.

En 1966 la Copa sería realizada en Inglaterra, cuna del fútbol. Brasil quedaría eliminada en
primera ronda después de ser derrotada en violentos partidos por Hungría y Portugal, que
eventualmente llegaría a semifinales liderada por Eusébio. Uruguay y Argentina tampoco
llegaron lejos, luego de quedar eliminados en cuartos de final tras arbitrajes polémicos.
Desde su debut en 1950, Inglaterra no había podido tener una buena actuación, por lo que
ésta era su oportunidad de demostrar su paternidad. Los locales se enfrentaron a Alemania
Federal ante un Estadio de Wembley repleto apoyando a su selección. Tras empatar en el
tiempo regular se realizó una prórroga. En el minuto 101, Geoff Hurst disparó contra la
portería alemana y el balón sería despejado por el guardameta. El tiro sería considerado gol
por el árbitro, desatando una polémica que persiste hasta el día de hoy sobre si el balón
cruzó completamente la línea de gol. Cuando quedaban segundos para que el partido
finalizara y todo el equipo germano intentaba descontar, Bobby Moore atrapó un balón que
conectó con Hurst, quien realizó un disparo lejano, anotando el 4:2 final, desatando la
alegría en las graderías. Minutos después, Moore recibiría la Copa Jules Rimet de las
manos de la Reina Isabel II. La Selección Española vigente campeona en esos momentos de
la Copa de Europa de Selecciones, se vio apeada en la primera ronda de clasificación tras
perder contra Alemania y Argentina.

A pesar del fracaso de 1966, la escuadra brasileña llegó a México dispuesta a ganar el
Mundial de 1970. La verdeamarela se enfrentó en primera ronda a los campeones
defensores. Brasil, que incluía en sus filas no sólo a Pelé, sino a otros grandes jugadores
como Jairzinho, Tostão, Rivelino y Carlos Alberto, derrotó por la cuenta mínima a los
ingleses en uno de los encuentros más memorables del torneo.

Brasil avanzó invicto hasta las finales, donde se enfrentaría al ganador del partido entre
Italia y Alemania Federal. Los italianos habían goleado a la selección local, mientras los
germanos se clasificaron tras derrotar a los ingleses en tiempo extra, reeditando la final del
torneo previo. El encuentro partió con un temprano gol de Roberto Boninsegna. Cuando se
jugaban los descuentos, Karl-Heinz Schnellinger anotó y forzó la prórroga, en que cada
equipo anotó dos goles más. Alemania, exhausta tras el partido ante Inglaterra y con Franz
Beckenbauer lesionado, no pudo aguantar la presión y fue derrotada por 4:3. Un
monumento levantado posteriormente en el Estadio Azteca conmemora hasta el día de hoy
el llamado Partido del Siglo, considerado por muchos como el mejor de la historia.

Brasil e Italia se enfrentaron el 21 de junio de 1970 en Ciudad de México para definir cuál
de los dos equipos se adjudicaría para siempre el Trofeo Jules Rimet, premio que sería
entregado al primer equipo en ganar tres veces el torneo. Durante el primer tiempo ambos
equipos estuvieron igualados a un gol, pero la artillería brasileña estallaría en el segundo
tiempo, en el que los italianos pagaron el esfuerzo realizado frente a Alemania, anotando
tres goles más. Brasil derrotó por 4:1 a Italia, coronándose como tricampeón con una de las
escuadras más valoradas en la historia del fútbol.

Evento mediático a nivel mundial

Durante la década de los años 60 comenzaron a ser lanzados los primeros sistemas
satelitales. En México 1970, y gracias al sistema de Telstar, se transmitieron por primera
vez imágenes a color del evento para el resto del planeta. A partir de este hecho, el evento
comenzó a popularizarse con rapidez en el resto del mundo. Prueba de ello es la cantidad de
países inscritos para el proceso clasificatorio: en 1962 se inscribieron 56 países y en 1970
fueron 75. Cuando el Mundial regresó a Europa para la Copa Mundial de Fútbol de 1974
organizada por Alemania Occidental había 99 participantes, principalmente de las recién
independizadas naciones africanas.

Rápidamente el evento comenzó a convertirse en uno de los principales eventos,


alcanzando la popularidad de los mismísimos Juegos Olímpicos. La Copa Mundial
comenzó a volverse en un rentable negocio, que se iniciaría con la primera mascota del
torneo: el león Willie, que representó al mundial realizado por Inglaterra. La empresa
deportiva Adidas se convertiría en auspiciante oficial del evento desde 1970 y sería el
proveedor oficial de los balones, modernizando notablemente el tradicional deporte.

Después de haber sido derrotado en la final de 1966 y en semifinales de 1970, el


seleccionado alemán comandado por Franz Beckenbauer confiaba en que finalmente
lograrían levantar la Copa en su propio país. A pesar de iniciar el torneo de 1974 con una
derrota frente a sus rivales de la Alemania Oriental, los germanos llegaron hasta la final del
torneo, realizada en el Estadio Olímpico de Múnich. Su rival en la final fue la selección de
los Países Bajos, llamada la Naranja Mecánica por el color naranja de la casaca y su
facilidad por crear fútbol técnico muy ofensivo y vencer a sus rivales. En la segunda fase se
disputaron dos liguillas de cuatro equipos. Alemania se impuso en su grupo, venciendo a la
sorprendente Polonia, y los Países Bajos quedaron primeros, por delante de Brasil y
Argentina. Polonia venció a Brasil en la lucha por el tercer puesto, logrando así su mejor
resultado hasta la fecha.

En la final, el Fútbol Total de Johan Cruyff parecía superar a la disciplina de los locales
cuando se pusieron en ventaja con el partido recién comenzado. Cruyff forzó un penalti y
Johan Neeskens lo convirtió, cuando Alemania todavía no había podido ni siquiera tocar el
balón. Pero la marca de estos últimos a la estrella neerlandesa y los goles de Paul Breitner y
Gerd Müller finalmente le darían la victoria por 2:1 a Alemania, que sería el primer equipo
en levantar el nuevo trofeo del torneo. La hegemonía del fútbol europeo estaba discutida
entre Cruyff y el líder alemán, Franz Beckenbauer, ganadores de los últimos Balones de
Oro. En referencia a esto, el germano declaró: «Cruyff era mejor jugador que yo, pero yo
gané el Mundial».

Tras más de 48 años de espera, finalmente Argentina fue seleccionada para ser sede de la
Copa Mundial de Fútbol de 1978. Sin embargo, la organización del torneo se vería afectada
por el rechazo internacional a la dictadura militar que se había instalado en el país en 1976
y a las violaciones a los derechos humanos cometidas durante ese período. A pesar de las
protestas iniciales ningún país se retiró de la competición, pero los neerlandeses sufrieron la
deserción de Cruyff por dichos motivos. Esto no pesaría en el rendimiento de la Naranja
Mecánica, que nuevamente sería finalista luego de sobrepasar a Italia y Alemania en la fase
grupal de la segunda ronda. Su rival sería la selección argentina, que clasificaría tras
derrotar por 6:0 en un polémico partido a Perú. En la final, disputada en el Estadio
Monumental de Buenos Aires, Mario Kempes sería la figura de la victoria sudamericana
por 3:1. España disputó la Copa del Mundo de Argentina de 1978 después de haber estado
ausente de los dos últimos mundiales. Aun así su presencia fue testimonial, ya que fue
eliminada tras perder contra Austria, empatar contra Brasil y ganar a Suecia.

Debido al éxito del torneo, el número de equipos participantes aumentó de 16 a 24 desde la


Copa Mundial de Fútbol de 1982 disputada en España, para así darle más oportunidades de
participación a equipos de Norteamérica, África, Asia y Oceanía. A diferencia del mundial
anterior en que sólo participaron 3 países desde estos continentes, en España participó el
doble. A pesar de ello, los nuevos participantes no lograron éxito pues ninguno de ellos
clasificó a la segunda ronda, aunque se deben destacar las participaciones de Camerún, que
quedó eliminado por diferencia de goles al igualar en puntos con Italia, y Argelia. La
eliminación de este último país generó una fuerte controversia luego de que Alemania
derrotara por 1:0 a Austria, cifra necesaria para que ambos países germanoparlantes
clasificaran en desmedro de los norafricanos.

Brasil, que contaba con jugadores como Zico, Falcão y Sócrates, fue la sensación de la
primera ronda al ganar con facilidad sus tres partidos, mientras Francia se perfilaba como
uno de los favoritos junto a su estrella, Michel Platini. Sin embargo, estos dos equipos
serían eliminados respectivamente por los eventuales finalistas del torneo: Italia y
Alemania Occidental. Italia clasificaría a semifinales luego de que los tres tantos de Paolo
Rossi les dieran la victoria sobre los sudamericanos durante la segunda ronda. En tanto, la
dramática semifinal entre franceses y alemanes se definiría tras la primera tanda de penaltis
realizada en un Mundial. Luego de que los alemanes remontaran un 3:1 en la prórroga,
alcanzarían el pase a la final al ganar por 5:4 desde los once pasos. En la final, los itálicos
se impusieron fácilmente alcanzando el tricampeonato; Rossi, la figura del equipo
campeón, se quedaría con los dos premios creados ese año: el botín de oro al goleador del
torneo y el balón de oro, entregado al mejor jugador. En "su" Copa del Mundo, España
pasó de la primera ronda tras vencer a Yugoslavia y empatar con Honduras. Sin embargo,
la floja primera fase le costó su encuadramiento en el grupo de Alemania e Inglaterra en la
segunda fase. La eliminación de España supuso la destitución del seleccionador José
Santamaría.

Maradona y la nueva Alemania

Colombia había sido elegida para ser la sede de la XIII Copa Mundial a realizarse en 1986,
sin embargo, el país organizador desistió luego de verse imposibilitado de cumplir las
fuertes exigencias impuestas por la FIFA. Ante la renuncia colombiana, el organismo
internacional decidió que México acogiera nuevamente el torneo, debido a que mantenía en
gran parte la infraestructura dejada por el torneo de 1970.

La primera ronda del torneo se realizó con normalidad, destacando a Marruecos como el
primer equipo africano que pasó a la segunda ronda. En la segunda ronda, sin embargo,
comenzaron a destacarse los equipos favoritos: Francia, que había derrotado a los
campeones defensores en octavos de final, enfrentó en un dramático partido a Brasil, el cual
finalizó con la victoria gala en la ronda de penaltis. Sin embargo, los sueños de Platini se
verían nuevamente truncados en semifinales por Alemania Occidental.

En la otra llave del torneo, Argentina avanzaba imparable, en gran parte debido al talento
de Diego Armando Maradona. En cuartos de final el equipo albiceleste debía confrontar a
Inglaterra, uno de sus más tradicionales rivales, especialmente tras el estallido de la Guerra
de las Malvinas cuatro años antes. El enfrentamiento destacó por dos de los goles más
recordados en la historia de este deporte: en el minuto 51' Maradona anotó un gol con su
mano (conocido como la mano de Dios) y en el 54' el mismo Maradona recorrió 62 metros
en 10 segundos, sobrepasando a 6 ingleses, antes de anotar el denominado Gol del Siglo.

La final sería disputada entre alemanes y argentinos en el Estadio Azteca ante más de
110.000 espectadores. Cuando faltaban menos de quince minutos para el final del partido
los sudamericanos lideraban por 2:0, pero los dirigidos de Franz Beckenbauer lograron
igualar el marcador agregando dramatismo. Sin embargo un gol de Jorge Burruchaga a los
84' definiría la victoria argentina. Maradona, elegido el mejor jugador del torneo, sería el
encargado de levantar el segundo título mundial de su país.

La revancha de Alemania se concretaría cuatro años después, cuando fuera Italia la sede de
la Copa Mundial de Fútbol de 1990. En este torneo Camerún se convirtió en una de las
sorpresas al derrotar en el partido inaugural a la escuadra de Maradona y avanzar
finalmente hasta los cuartos de final, siendo eliminados por Inglaterra en la prórroga. A
pesar de ello, este mundial ha sido considerado como uno de los de más baja calidad,
debido a un fútbol extremadamente defensivo, lo que se vio reflejado en la baja cifra de
goles (la más baja de la historia) y el gran número de partidos definidos en penaltis, entre
los que se encontraron las dos semifinales. El torneo finalizaría con una mediocre final
entre alemanes y argentinos, caracterizada por los errores arbitrales y la expulsión de dos
jugadores de la Albiceleste. Un solitario gol de Andreas Brehme cinco minutos antes del
pitazo final le daría la Copa por tercera vez a la escuadra de Alemania Occidental, algunos
meses antes de que se concretara el proceso de reunificación de dicho país.

Brasil regresa al éxito

Con el fin de promover el fútbol en Estados Unidos, la principal superpotencia mundial tras
el fin de la Guerra Fría, la FIFA decidió que la Copa Mundial de Fútbol de 1994 fuera
disputada en dicho país, generando amplias críticas debido a la realización del torneo en un
lugar donde el fútbol era prácticamente desconocido y donde ni siquiera existía una liga
profesional. Ello no impidió que el Mundial fuera un éxito, alcanzando cerca de 3,6
millones de espectadores, un récord imbatido hasta el día de hoy.

El torneo resultó en el asesinato, una vez finalizada la participación del equipo de


Colombia, de su defensa Andrés Escobar luego que éste accidentalmente cometiera un
autogol. También significó el fin de la brillante carrera internacional de Maradona, después
que diera positivo su test de dopaje. En el ámbito deportivo, Romário fue el artífice de la
impecable campaña de Brasil hasta la final del torneo, en la que se enfrentó a Italia que
había llegado a dichas instancias a pesar de haber disputado sufridos encuentros. Los dos
tricampeones se enfrentaron en el Rose Bowl, pero ninguno fue capaz de convertir durante
el tiempo reglamentario. El campeonato se definiría por primera vez en una tanda de
penales. Después que Roberto Baggio fallara en su disparo, Brasil conquistó su
tetracampeonato cuando había estado sin levantar la copa durante 24 años.

La nueva generación brasileña comenzó nuevamente a reinar y era la gran favorita para
alcanzar el pentacampeonato en Francia 1998, el primer torneo que contó con 32 equipos
participantes. A pesar de la ausencia de Romário, Brasil contó con jugadores como Ronaldo
y Rivaldo que llevaron a los brasileños a su segunda final consecutiva. En dicho encuentro
se enfrentó a la selección local, que había llegado a dicha instancia justo después de
derrotar en semifinales a la sorprendente selección de Croacia, que en su primera
participación en el torneo había alcanzado el tercer lugar. Aunque los galos habían tenido
una irregular campaña durante la segunda ronda, en el encuentro decisivo fueron superiores
y el buen juego de Brasil prácticamente se desvaneció. Zinedine Zidane se convirtió en la
estrella del partido al anotar dos de los tres goles de Les Bleus, los cuales les darían el
primer título a su país.

El Mundial en el siglo XXI

Cuatro años más tarde el torneo se disputaría por primera vez en tierras asiáticas, cuando
Corea del Sur y Japón realizaran conjuntamente el Mundial de 2002. El evento generó una
enorme inversión en ambos países, especialmente en cuanto a infraestructura: 18 nuevos
estadios fueron construidos en total, con un costo que superó los 4.500 millones de dólares
y se instaló tecnología de última generación para acoger a las 32 selecciones clasificadas de
un total de 199 equipos inscritos, marcando un nuevo hito.

A pesar de haber sufrido en el proceso clasificatorio, Brasil nuevamente demostró su


poderío, al ganar todos sus partidos durante el torneo. Ronaldo, que había sido opacado en
la final de 1998 por Zidane, anotó ocho goles y se convirtió en el jugador con más tantos
anotados desde 1970. En la final disputada en Yokohama, los brasileños no tuvieron
problemas en superar a Alemania. El guardameta teutón Oliver Kahn, que había sido uno
de los principales artífices de la campaña de su combinado permitiendo solo un gol en todo
el torneo, no pudo detener los riflazos de Ronaldo que permitieron a Brasil coronarse
pentacampeón.

El torneo de 2002 mostró una serie de resultados sorpresivos, entre los que destacaron las
eliminaciones en primera ronda de algunos de los equipos favoritos para ganar el torneo,
como Argentina, Portugal y Francia, que se convirtió en el peor campeón defensor de la
historia del evento. Otros equipos alcanzaron resultados destacables: Corea del Sur se
convirtió en el primer equipo asiático en llegar a semifinales junto a la sorprendente
Turquía, mientras Estados Unidos y la debutante Senegal accedieron a la ronda de los ocho
mejores. Sin embargo, los errores arbitrales marcaron un punto negro en el desarrollo del
torneo, hecho que fue reconocido incluso por el propio presidente de la FIFA, Joseph
Blatter.

Blatter, que había ascendido a la presidencia de la FIFA con la promesa de llevar el


Mundial por primera vez a África, sufrió un fuerte revés cuando por un voto de diferencia
Alemania derrotó a Sudáfrica en la elección de la sede de la Copa Mundial de Fútbol de
2006. Brasil, que contaba en sus filas con Ronaldinho, era considerado el máximo favorito
para levantar el trofeo, pero su desempeño fue ampliamente criticado aun cuando
clasificaron invictos a la segunda ronda y Ronaldo alcanzó el récord de goles anotados en la
historia de la competición. Alemania y Francia, que por otro lado casi no albergaban
esperanzas de lograr un buen resultado, comenzaron a progresar a medida que avanzaba en
el torneo. La primera ronda no presentó grandes sorpresas en general y la mayoría de los
favoritos pasaron a la siguiente fase, a excepción de la República Checa que fue
sobrepasada por Italia y Ghana en el denominado grupo de la muerte.La supremacía
europea se comenzó a manifestar durante la segunda fase. En cuartos de final, los penaltis
marcaron el fin de la competencia para Argentina e Inglaterra, que fueron derrotados
respectivamente por Alemania y Portugal. Brasil acabaría con su invicto desde la derrota en
la final de 1998 al perder nuevamente frente a la escuadra francesa. Reeditando la
recordada semifinal de 1970, Italia y Alemania se enfrentaron nuevamente en dicha
instancia; luego de mantenerse durante gran parte del partido sin anotar, los itálicos
accederían a la final al marcar dos goles minutos antes de acabar la prórroga. Italia se
enfrentaría a Francia, que clasificó tras derrotar a los lusitanos con un penal anotado por
Zidane. El partido disputado en el Estadio Olímpico de Berlín se desarrolló
extremadamente parejo para ambos equipos, que durante los primeros 45 minutos habían
anotado un gol cada uno. En la prórroga un polémico incidente provocaría la expulsión de
Zinedine Zidane al golpear al italiano Marco Materazzi. Sin su capitán, Francia se enfrentó
a la definición desde los once pasos. David Trézéguet erró un tiro, lo que permitiría a Italia
coronarse como campeona del Mundial por cuarta vez.
Tras el fracaso de la elección de un equipo africano para la copa de 2006, la FIFA decidió
establecer un sistema de "rotación continental" que permitiera que cada evento fuera
organizado al menos una vez por cada confederación en un cierto período. África sería el
primer continente elegido y Sudáfrica fue ampliamente apoyada como la sede de la Copa
Mundial de Fútbol de 2010. De igual forma, la Copa Mundial de Fútbol de 2014 fue
asignada a Sudamérica, siendo Brasil el único postulante. Sin embargo, el sistema de
rotación fue puesto en jaque ante los diversos problemas de organización que enfrentaron
ambos países y a la presión ejercida por otros países con aspiraciones. Ante esto, la FIFA
decidió imponer un nuevo sistema de rotación que impide la postulación de un país del
continente anfitrión por dos ediciones tras albergar el evento; así, ningún país africano pudo
postular para la Copa Mundial de Fútbol de 2018 y ninguno sudamericano para 2018 y
2022.

En la actualidad la Copa Mundial de Fútbol es uno de los eventos con mayor influencia a
nivel mundial. En su edición de 2006, el torneo fue seguido por una audiencia acumulada a
lo largo de todo su desarrollo superior a los 32 mil millones de personas en 207 países y se
inscribieron 197 selecciones nacionales, lo que equivale a casi la totalidad de estos equipos.

URUGUAY 1930

Campeón: URUGUAY
2- Argentina
3- Estados Unidos
4- Yugoslavia
Goleador: Guillermo Stabile (ARG) 8 goles

ITALIA 1934

Campeón: ITALIA
2- Checoslovaquia
3- Alemania
4- Austria
Goleador: Oldrich Nejendly (CHE) 5 goles

FRANCIA 1938

Campeón: ITALIA
2- Hungría
3- Brasil
4- Suecia
Goleador: Leonidas (BRA) 7 Goles
BRASIL 1950

Campeón: URUGUAY
2- Brasil
3- Suecia
4- España
Goleador: Ademir (BRA) 9 Goles

SUIZA 1954

Campeón: ALEMANIA (Federal)


2- Hungría
3- Austria
4- Uruguay
Goleador: Sandor Kocsis (HUN) 11 Goles

SUECIA 1958

Campeón: BRASIL
2- Suecia
3- Francia
4- Alemania (Federal)
Goleador: Just Fontaine (FRA) 13 Goles

CHILE 1962

Campeón: BRASIL
2- Checoslovaquia
3- Chile
4- Yugoslavia
Goleadores: Florian Albert (HUN), Valentin Ivanov (URSS),
Garrincha (BRA), Vava (BRA), Drazen Jerkovic (YUG) 4 Goles

INGLATERRA 1966

Campeón: INGLATERRA
2- Alemania (Federal)
3- Portugal
4- URSS
Goleador: Eusebio (PORT) 9 Goles
MEXICO 1970

Campeón: BRASIL
2- Italia
3- Alemania (Federal)
4- Uruguay
Goleador: Gerd Mueller (Alemania) 10 Goles

ALEMANIA 1974

Campeón: ALEMANIA (Federal)


2- Holanda
3- Polonia
4- Brasil
Goleador: Grzegorz Lato (POL) 7 Goles

ARGENTINA 1978

Campeón: ARGENTINA
2- Holanda
3- Brasil
4- Italia
Goleador: Mario Kempes (ARG) 6 Goles

ESPAÑA 1982

Campeón: ITALIA
2- Alemania (Federal)
3- Polonia
4- Francia
Goleador: Paolo Rossi (ITA) 6 Goles

MEXICO 1986

Campeón: ARGENTINA
2- Alemania (Federal)
3- Francia
4- Bélgica
Goleador: Gary Lineker (ING) 6 Goles

ITALIA 1990

Campeón: ALEMANIA (Federal)


2- Argentina
3- Italia
4- Inglaterra
Goleador: Salvatore Schillaci (ITA) 6 Goles
ESTADOS UNIDOS 1994

Campeón: BRASIL
2- Italia
3- Suecia
4- Bulgaria
Goleador: Oleg Salenko (RUSIA) y Hristo Stoichkov (BUL) 6 Goles

FRANCIA 1998

Campeón: FRANCIA
2- Brasil
3- Croacia
4- Holanda
Goleador: Davor Suker (CRO) 6 Goles

COREA DEL SUR - JAPÓN 2002

Campeón: BRASIL
2- Alemania
3- Turquía
4- Corea del Sur
Goleador: Ronaldo (BRA) 8 Goles

ALEMANIA 2006

Campeón: ITALIA
2- Francia
3- Alemania
4- Portugal
Goleador: Miroslav Klose (Alemania) 5 Goles

SUDÁFRICA 2010

Campeón: -
2-
3-
4-
Goleador: -

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